Fase de observación inicial Liceo bolivariano Pedro María Morantes
- Justificación
- Objetivo de la
investigación - Denominación
- Estructura de la
institución - Funciones del
personal: directivo, administrativo, docente, obrero y
vigilante - Características
de la población estudiantil: culturales, sociales y
económicos - Instrumentos de
planificación y evaluación - Primera
visita - Segunda
visita - Tercera
visita - Conclusiones y
recomendaciones - Referencias
bibliográficas
INTRODUCCIÓN
El educar a una sociedad para
la vida, constituye un complejo, arduo y difícil trabajo al ser
un deber fundamental para el hombre y
más al borde de una sociedad cada vez más compleja
que necesita jóvenes mayormente preparados, conscientes,
con ideales y valores bien
definidos, siendo capaces de afrontar los retos del presente y
del futuro con una identidad
segura y propia de una buena cultura.
La educación está llamada a elevar sus
esfuerzos en la solución de problemas en
sus diversos campos de aplicación. Ello requiere, entre
otros elementos, trasformar la escuela y hacer
más sólidos los efectos formativos y educativos que
su labor tiene en los estudiantes.
Con tal magnitud se ha abordado la necesidad de unir en un
solo haz las influencias educativas que actúan sobre los
estudiantes. Para ello es preciso que los centros docentes,
instituciones
educativas, los estudiantes y la comunidad
estén relacionados y que no se establezcan solamente
interrelaciones esporádicas, convirtiendo estas relaciones
en una base para la acción
educativa recíproca.
De esta manera, la presente investigación tiene como propósito,
comprobar si existe la integración entre los entes involucradas en
la acción educativa del Liceo Bolivariano "Pedro
María Morantes, ubicada en San Cristóbal, Municipio
San Cristóbal, Estado
Táchira.
JUSTIFICACIÓN
Durante muchos años las personas involucradas con la
acción educativa se han preocupado por resaltar la
importancia y la necesidad de que exista una estrecha
relación y colaboración entre los docentes y padres
o representantes en pro de mejorar los procesos de
aprendizaje de
los estudiantes, esta preocupación se ha desarrollado en
los niveles educativos.
Así mismo, constantemente los docentes hacen referencia
a la necesidad de participación de los padres dentro del
proceso de
formación de sus hijos, por otro lado los padres solicitan
participar, sin embargo, esta interacción que muchos reconocen como
necesaria, pocas veces es efectiva, generalmente en los contextos
educativos se pueden percibir quejas por parte de los docentes,
sobre el comportamiento
o acciones de
los padres, afirmando que con frecuencia estos no contribuyen con
los profesores para lograr la formación de los
estudiantes.
Pero al mismo tiempo es
posible encontrar, con mucha frecuencia, a padres y
representantes que se quejan sobre la actitud que
los docentes y la escuela tienen con respecto a ellos, algunos
padres creen que se les exige que cumplan con actividades que les
corresponden a los maestros, mientras que otros no están
de acuerdo con las estrategias
usadas por los docentes y desean participar más
activamente.
Es obvio para cualquier persona que
aborde este tema, observar en una reunión entre docentes y
representantes que existe incongruencia entre las expectativas
que los docentes tienen de los padres o representantes y a la
inversa, es decir, que en la práctica estos dos actores
fundamentales del proceso educativo no han llegado a acuerdos
sobre en que condiciones se debe establecer la interacción
docente, escuela – padre o representante.
Ahora bien, esta preocupación por las condiciones en
las cuales se relacionan los padres o representantes y los
docentes, cobra vital importancia para esta investigación
en esta fase de observación. Por esta razón se
pretende acometer un trabajo intenso que propicie que los
estudiantes vinculen los contenidos con la vida, con la
práctica social.
No podemos hablar de educación y pensar sólo en
una parte del proceso educativo y formativo de nuestros
jóvenes y niños;
al plantearnos el tema educativo como tema vital para el desarrollo
integral de la persona hemos de pensar en una educación
integrada por todos los miembros protagónicos de este
fundamental proceso de vida que es la educación. Se debe
pensar en la escuela, la familia y
la comunidad en
general.
El hecho de que la familia, la
escuela y la comunidad constituyan los principales contextos de
desarrollo para niños y adolescentes
pone de relieve la
importancia que tiene este: los objetivos
educativos o socializadores de una y otra, sus distintas
responsabilidades, el tipo de actividades que tienen lugar en
cada entorno o las relaciones que se establecen entre padres y
docentes.
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