Resumen
El Palacio de Guasch constituye el edificio más
emblemático de la ciudad de Pinar del Río. En estos
momentos, la acción
de las indisciplinas sociales ha dañado la
preservación de este patrimonio,
por lo que este trabajo trata
de explicar qué factores influyen en la aparición
de indisciplinas sociales que atentan contra la
preservación del patrimonio arquitectónico
construido, como primer paso para, en una segunda investigación, proponer acciones que
contribuyan a la eliminación de estas actitudes en
los ciudadanos pinareños.
Introducción
En la ciudad de Pinar del Río, se conoce como
Palacio de Guasch a una estupenda edificación construida
entre los años 1909 y 1914, por el médico,
arquitecto, poeta y naturalista Francisco Guasch Ferrer. Esta
construcción, de un impresionante estilo
ecléctico, es la primera de edificación armado de
Cuba, y
pasó a ser en 1977, el Museo de Historia Natural Tranquilino
Sandalio de Noda.
Sin embargo, en los últimos años, esta
edificación, de gran valor
patrimonial, está siendo afectada por la acción de
indisciplinas sociales cometidas en general, por pobladores del
casco histórico de diversas edades. Por tanto, este
trabajo se plantea como problema la
investigación de qué factores influyen en el
incremento de las indisciplinas sociales que atentan contra la
preservación del Palacio de Guasch, investigación
que en las circunstancias actuales resulta pertinente y novedosa
en el contexto de la ciudad de Pinar del Río.
Métodos
En esta investigación se utilizaron la encuesta,
dirigida a una muestra
probabilística por cuota, con el fin de conocer las
opiniones de buena parte de la población, la observación y las entrevistas a
expertos, para conocer criterios autorizados de especialistas en
la preservación del patrimonio en la localidad,
Resultados:
Para algunos el Palacio de Guasch es la
edificación más rara de Cuba; otros hasta aseguran
que es el primer exponente del eclecticismo en Cuba; lo cierto es
que su construcción que mucho tiene de extraño y
caprichosa, es admirada por todo el que visita la ciudad de Pinar
del Río.
La obra reúne en si los valores de
grandeza y unicidad que obligan a contemplar. Es el único
palacio que existe a la altura de una edificación con
monumentalidad; el que más derrochó ingenio en su
creación; el que más técnicas
novedosas utilizó y el de más valores
arquitectónicos de la ciudad.
Influido por las corrientes modernistas y con un acento
predominantemente catalán, Francisco Guasch en sus
viajes por
España
tuvo la oportunidad de admirar la obra de Antonio Gaudí, y
en 1909 comienza la construcción del gigantesco edificio,
auxiliado por solo dos obreros
Concebido y elaborado hasta en sus mínimos
detalles por este científico, se considera por algunos
expertos la primera edificación cubana en la que se
utiliza el hormigón armado.
El confuso eclecticismo arquitectónico que
muestra exhibe un raro universo de
dragones y mezclas
imposibles de definir en su construcción fueron invertidos
todos los recursos del
eminente científico y presume de tener representados los
mas preciados órdenes de la arquitectura.
En él se dan cita elementos de disímiles
estilos: el gótico con sus figuras monstruosas que
aparecían ya en las catedrales; arcos de ojiva de
influencia árabe filtrados en Europa por siglos
de dominación y todo un universo contemplativo de formas
creadas por lo ya visto.
En 1977, el edificio pasa a manos del Estado cubano,
gracias a la donación realizada por el doctor Francisco
Álvarez, (nieto del mencionado científico). El 8 de
Marzo de 1979 se inaugura el Museo de Historia Natural llevando
el nombre de Tranquilino Sandalio de Noda, un genio
precursor de las ciencias en el
occidente de la Isla.
Actualmente, la preservación del Palacio de
Guasch está siendo afectada por factores. De modo general,
se pudo detectar que los habitantes del Consejo Popular Carlos
Manuel manifiestan desconocimiento de los valores patrimoniales
del Palacio de Guasch.
En la división por grupos
etáreos que se realizó, solo los que
pertenecían al grupo entre 40
y 50, habían conocido con anterioridad, algunas de las
múltiples funciones que en
otro momento tuvo el palacio, y consideraban el edificio como un
centro valioso sobre todo en su función
actual, ya que es un buen sitio para educar a los menores. Sin
embargo, los más jóvenes solo identifican al
palacio en su función de museo, a partir de sus recuerdos
de estudiantes, y no tiene conocimiento
de los valores patrimoniales que encierra la edificación,
y consideran que el cuidado y conservación del mismo es un
asunto que compete a los trabajadores de la
institución
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