Las sombras del mañana. La dimensión subjetiva de la política. De: Norbert Lechner.
Sustentada en la vieja problemática de la
relación entre la esfera económica y la esfera
política, Norbert Lechner comienza considerando el enfoque
de Cardoso Faletto y cuestiona como se relaciona la estructura
social de clases y el Estado Nacional. Sin embargo, – considera
al igual que ellos – que bajo éste enfoque "la historia de
Latinoamérica se caracteriza por el esfuerzo de construir
un Estado nacional en el marco de una economía mundial que
lo define objetivamente en función del mismo, el cual
limita las posibilidades de decisión y acción
autónoma" en el continente.
Ante estas muchas observaciones hace acotaciones tanto de
orden metodológico como conceptual, entre los que
señala: que con mucha facilidad al hablar de Estado
nacional y clases sociales estos se refieren a burguesía y
proletariado, donde además de confundir el Estado con el
aparato estatal arrastran con ello el problema central de su
naturaleza y sus funciones gubernamentales. De igual manera nos
indica: que el enfoque independentista gira en un doble enfoque
donde se dan las mediaciones entre lo económico y lo
político y entre lo externo y lo interno.
Así mismo y después de tomar distancia de sus
fundamentos, nos dice que el Estado como producto
auténtico de las formaciones económicas europeas
representa en su génesis un tipo de estructura
política que suele corresponderse con su base
económica[1]y con las formaciones
Estado-nación[2]La diferencia en este
sentido y a nuestro modo de ver consiste en la relación de
espacio y tiempo del Estado nación que no es tomado en
cuenta en los enfoques anteriores. Así considera que la
exportación a América Latina del Estado
nación como forma de dominación
política-económica no solo rompe con la
lógica con que se fraguó originalmente, sino que
viene a implantarse sin consenso alguno y a romper su propios
limites espacio temporales para edificarse en una relación
invertida que Lechner suele considerar como "Caso Desviado".
Para Lechner ésta supuesta concurrencia entre el
espacio económico y el espacio político es
inexistente en América Latina y considera además
con ello que si bien el Estado nacional pertenece a las
formaciones capitalistas y en él se resumen en su sentido
general la voluntad de todos sus pobladores, este debe
representar al mismo tiempo la
razón[3]política de la nación
y la expresión máxima de la racionalidad europea, o
por el contrario, es la junta administradora[4]de
las clases dominantes encargada de garantizar la existencia de la
propiedad privada y la administración de la
violencia[5]Sobre esto aspectos histórico
sociales no creo que pueda haber duda alguna sobre las
analogías de las funciones del Estado en América
Latina, pero por esto mismo el Estado no resume en él la
voluntad general de sus gobernados porque éste se reduce a
dar respuestas a los intereses foráneos, utilizando la
violencia como forma de dominación
política-jurídica y manteniendo la
dominación imperial en el continente como señalan
las teorías de la dependencia.
De igual manera, considerando el Estado como forma de
dominación política colonial es además para
Lechner el espacio político del
capital[6]que al mismo tiempo nace como intento
fallido, aunque para Ianni éste suele estar en una
relación de complementariedad con el proceso imperialista
y la reproducción ampliada del capital, y que para el
momento en que se concretiza estructuralmente en América
Latina, simultáneamente es dislocado de su propia
relación Estado-Nación para ser poco a poco
rebasado por el Estado trasnacional[7]Sin embargo,
y tal ves en este mismo aspecto, tanto el Estado como las
Trasnacionales son consideradas estructura de dominación
por los teóricos de la teoría de la
dependencia[8]quienes consideran al igual que
Lechner que sus timoneles de mando se encuentren en otras
latitudes y fuera de sus territorios al cual dicen
representar.
Como vemos, el problema del Estado ronda tanto situaciones de
dependencia como de funcionalidad complementaria de la
reproducción ampliada del capital a nivel mundial donde se
rompen en todas su enfoques las relaciones espacio temporales que
suelen caracterizarlo. Así, mientras unos parten de la
dependencia estructural o piensan en las relaciones de
producción y la necesidad de sobrepasar las estructuras
del Estado nación para superar problemas económicos
internos[9]Lechner advierte de sus diferencias con
la causa eficiente de su formación propuesta por Marx, la
cual finalmente invierte para proponerla como parte de la
solución ante "la crisis hegemónica del
Estado"[10].
La visión económica del asunto obliga a
considerar varias alternativas que yuxtapuestas entre si
conforman un caos estructural y un conflicto político de
grandes consecuencias culturales que se evidencian en un tipo de
formación que intervenida en todos sus aspectos
concretizan una situación traumática de enormes
dimensiones, al cual desde el punto de vista
político-estructural Lechner etiqueta como" la crisis
hegemónica del Estado". En este sentido, el Estado no
logra conducir a la nación y a sus representados por el
camino que les permita superar las situaciones de dependencia y
dominación económica que los oprime.
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