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Calentamiento Global (página 2)




Enviado por Jessica Rivas



Partes: 1, 2

En los últimos 20.000 años el suceso
más importante es el final de la Edad de Hielo, hace
aproximadamente 12.000 años.4 Desde entonces, la temperatura ha
permanecido relativamente estable, aunque con varias
fluctuaciones como, por ejemplo, el Período de
Enfriamiento Medieval o Pequeña Edad del Hielo.
Según el IPCC, durante el siglo XX la temperatura promedio
de la atmósfera se incrementó entre 0,4 y
0,8 ºC.

Las temperaturas en la troposfera inferior se han
incrementado entre 0,08 y 0,22 ºC por decenio desde
1979[cita requerida]. El aumento de la temperatura no sigue una
ley lineal,
sino que presenta fluctuaciones debidas a la variabilidad
natural, siendo la más notable de ellas el fenómeno
de El Niño. Durante el mismo periodo las temperaturas en
la superficie terrestre muestran un incremento de aproximadamente
0,15 ºC por decenio.

Las Teorías y
Objeciones

El debate ha
sobrepasado el ámbito científico y ha llegado al
debate público. Al Gore, autor de "Earth in the Balance"
(La Tierra en
juego) y el
documental "Una verdad incómoda"
recibió el Premio Nobel de la Paz en el 2007, junto al
Grupo
Intergubernamental sobre el Cambio
Climático (IPCC) de la ONU, «por
sus esfuerzos para construir y diseminar un mayor conocimiento
sobre el cambio climático causado por el hombre y
poner las bases para la toma de las medidas que sean necesarias
para contrarrestar ese cambio».

Muchas de las teorías
del calentamiento
global son motivo de controversia, principalmente por sus
repercusiones económicas. Existe un debate social y
político sobre la cuestión, en tanto que la
comunidad
científica internacional ha llegado a un consenso
científico suficiente para exigir una acción
internacional concertada para aminorar sus efectos.

Los defensores de la teoría
del calentamiento global por causas antropogénicas
expresan una amplia gama de opiniones, aunque la posición
mayoritaria es la defendida por el IPCC, que culpa a la actividad
industrial y pide la disminución de emisiones de gases de
efecto
invernadero.

Algunos científicos simplemente reconocen como
datos
observables los incrementos de temperatura.

Otros apoyan medidas como el Protocolo de
Kioto sobre el cambio climático, que intentan tener cierto
efecto sobre el clima futuro y
llevar a cabo otras medidas posteriormente. Estos piensan que el
daño
medioambiental tendrá un impacto tan serio que deben darse
pasos inmediatamente para reducir las emisiones de CO2, a pesar
de los costos
económicos para las naciones. Por ejemplo Estados Unidos,
que produce mayores emisiones de gases de efecto invernadero que
cualquier otro país, en términos absolutos, y es el
segundo mayor emisor per cápita después de
Australia.

Los economistas también han alertado de los
efectos desastrosos que tendrá el cambio climático
sobre la economía
mundial con reducciones de hasta un 20% en el crecimiento,
cuando las medidas para evitarlo no sobrepasarían el 1%.9
Los daños económicos predichos provendrían
principalmente del efecto de las catástrofes naturales,
con cuantiosas pérdidas de vidas humanas, por ejemplo en
Europa.

También existen autores escépticos, como
Bjørn Lomborg, que ponen en duda el calentamiento
global, basándose en los mismos datos usados por los
defensores del calentamiento global. La revista
Scientific American (enero de 2002), dedicó un numero
especial para refutar el libro de
Bjørn Lomborg, donde los autores de los reportes
citados por el autor, le acusan de falsearlos o
malinterpretarlos.

Algunos científicos defienden que no están
demostradas las teorías que predicen el incremento futuro
de las temperaturas, argumentando que las diferencias del
índice de calentamiento en el próximo siglo entre
los diferentes modelos
informáticos es de más del 400% (a pesar de que en
esta horquilla de variación siempre se recogen aumentos
significativos). Estos científicos han sido acusados de
estar financiados por consorcios petroleros12 o presionados por
sus fuentes de
financiación públicas como el gobierno de los
EE. UU.

Los Cálculos
de Wigley

T.M.L. Wigley, del NCAR, publicó en 1998 los
resultados de la aplicación de un modelo
climático a los efectos del Protocolo de Kioto,
distinguiendo tres casos en el comportamiento
de los países del anexo B del protocolo (los
industrializados):

  • Que el cumplimiento del protocolo fuera seguido por
    una sujeción a sus límites, pero sin nuevas
    medidas de reducción.

  • Que el protocolo fuera cumplido, pero no seguido de
    ninguna limitación (sino de lo que se llama en
    inglés bussiness as usual).

  • Que el protocolo, una vez cumplido, se continuara
    con una reducción de las emisiones del 1%
    anual.

Las reducciones del calentamiento previsto por el modelo
para 2050 (2,5°C) eran respectivamente 0,11-0,21 °C
(aproximadamente 6%), 0,06-0,11 °C (3%) y alrededor de 0,35
°C (14%). En todos los casos los resultados son muy modestos.
Los llamados escépticos se atuvieron al segundo caso (3%
de 2,5 °C, es decir, 0,7 °C) y lo esgrimieron
sistemáticamente como prueba de la inutilidad del
protocolo de Kioto. Fue usado por ejemplo, en el Congreso de
Estados Unidos, aún bajo administración Clinton, para parar la
adhesión a Kioto.16 Wigley es citado por los opuestos a
cualquier regulación para declarar que el protocolo de
Kyoto es innecesario, por inútil, en contra de la
conclusión del propio Wigley para quien es insuficiente,
pero aún así es «importante como primer paso
hacia la estabilización del sistema
climático. El propio Wigley ha revisado la cuestión
en un trabajo
más reciente, concluyendo que «para estabilizar las
temperaturas medias globales, necesitamos finalmente reducir las
emisiones de gases de invernadero muy por debajo de los niveles
actuales».

Las Teorías
que Intentan Explicar los Cambios de Temperatura

El clima varía por procesos
naturales tanto internos como externos. Entre los primeros
destacan las emisiones volcánicas, y otras fuentes de
gases de efecto invernadero (como por ejemplo el metano emitido en
las granjas animales). Entre
los segundos pueden citarse los cambios en la órbita de la
Tierra
alrededor del Sol (Teoría de Milankovitch) y la propia
actividad solar.

Los especialistas en climatología aceptan que la
Tierra se ha calentado recientemente (El IPCC cita un incremento
de 0.6 ± 0.2 °C en el siglo XX). Más
controvertida es la posible explicación de lo que puede
haber causado este cambio. Tampoco nadie discute que la
concentración de gases invernadero ha aumentado y que la
causa de este aumento es probablemente la actividad industrial
durante los últimos 200 años.

También existen diferencias llamativas entre las
mediciones realizadas en las estaciones meteorológicas
situadas en tierra (con registros en
raras ocasiones comenzados desde finales del siglo XIX y en menos
ocasiones todavía de una forma continuada) y las medidas
de temperaturas realizadas con satélites
desde el espacio (todas comenzadas a partir de la segunda mitad
del siglo XX). Estas diferencias se han achacado a los modelos
utilizados en las predicciones del aumento de temperatura
existente en el entorno de las propias estaciones
meteorológicas debido al desarrollo
urbano (el efecto llamado Isla de calor).
Dependiendo del aumento predicho por estos modelos las
temperaturas observadas por estas estaciones serán mayores
o menores (en muchas ocasiones incluso prediciendo disminuciones
de las temperaturas).

Teoría de los Gases
Invernaderos:

La hipótesis de que los incrementos o
descensos en concentraciones de gases de efecto invernadero
pueden dar lugar a una temperatura global mayor o menor fue
postulada extensamente por primera vez a finales del s. XIX por
Svante Arrhenius, como un intento de explicar las eras glaciales.
Sus coetáneos rechazaron radicalmente su
teoría.

La teoría de que las emisiones de gases de efecto
invernadero están contribuyendo al calentamiento de la
atmósfera terrestre ha ganado muchos adeptos y algunos
oponentes en la comunidad
científica durante el último cuarto de siglo. El
IPCC, que se fundó para evaluar los riesgos de los
cambios climáticos inducidos por los seres humanos,
atribuye la mayor parte del calentamiento reciente a las
actividades humanas. La Academia Nacional de Ciencias de
Estados Unidos (National Academy of Sciences, NAC) también
respaldó esa teoría. El físico
atmosférico Richard Lindzen y otros escépticos se
oponen a aspectos parciales de la teoría.

Hay muchos aspectos sutiles en esta cuestión. Los
científicos atmosféricos saben que el hecho de
añadir dióxido de carbono CO2 a
la atmósfera, sin efectuar otros cambios, tenderá a
hacer más cálida la superficie del planeta. Pero
hay una cantidad importante de vapor de agua (humedad,
nubes) en la atmósfera terrestre, y el vapor de agua es un
gas de efecto
invernadero. Si la adición de CO2 a la atmósfera
aumenta levemente la temperatura, se espera que más vapor
de agua se evapore desde la superficie de los océanos. El
vapor de agua así liberado a la atmósfera aumenta a
su vez el efecto invernadero (El vapor de agua es un gas de
invernadero más eficiente que el CO2. A este proceso se le
conoce como la retroalimentación del vapor de agua (water
vapor feedback en inglés). Es esta retroalimentación
la causante de la mayor parte del calentamiento que los modelos
de la atmósfera predicen que ocurrirá durante las
próximas décadas. La cantidad de vapor de agua
así como su distribución vertical son claves en el
cálculo
de esta retroalimentación. Los procesos que controlan la
cantidad de vapor en la atmósfera son complejos de modelar
y aquí radica gran parte de la incertidumbre sobre el
calentamiento global.

El papel de las nubes es también crítico.
Las nubes tienen efectos contradictorios en el clima. Cualquier
persona ha
notado que la temperatura cae cuando pasa una nube en un
día soleado de verano, que de otro modo sería
más caluroso. Es decir: las nubes enfrían la
superficie reflejando la luz del Sol de
nuevo al espacio. Pero también se sabe que las noches
claras de invierno tienden a ser más frías que las
noches con el cielo cubierto. Esto se debe a que las nubes
también devuelven algo de calor a la superficie de la
Tierra. Si el CO2 cambia la cantidad y distribución de las
nubes podría tener efectos complejos y variados en el
clima y una mayor evaporación de los océanos
contribuiría también a la formación de una
mayor cantidad de nubes.

A la vista de esto, no es correcto imaginar que existe
un debate entre los que "defienden" y los que "se oponen" a la
teoría de que la adición de CO2 a la
atmósfera terrestre dará como resultado que las
temperaturas terrestres promedio serán más altas.
Más bien, el debate se centra sobre lo que serán
los efectos netos de la adición de CO2, y en si los
cambios en vapor de agua, nubes y demás podrán
compensar y anular este efecto de calentamiento. El calentamiento
observado en la Tierra durante los últimos 50 años
parece estar en oposición con la teoría de los
escépticos de que los mecanismos de autorregulación
del clima compensarán el calentamiento debido al
CO2.

Los científicos han estudiado también este
tema con modelos computarizados del clima. Estos modelos se
aceptan por la comunidad científica como válidos
solamente cuando han demostrado poder simular
variaciones climáticas conocidas, como la diferencia entre
el verano y el invierno, la Oscilación del
Atlántico Norte o El Niño. Se ha encontrado
universalmente que aquellos modelos climáticos que pasan
estas evaluaciones también predicen siempre que el efecto
neto de la adición de CO2 será un clima más
cálido en el futuro, incluso teniendo en cuenta todos los
cambios en el contenido de vapor de agua y en las nubes. Sin
embargo, la magnitud de este calentamiento predicho varía
según el modelo, lo cual probablemente refleja las
diferencias en el modo en que los diferentes modelos representan
las nubes y los procesos en que el vapor de agua es redistribuido
en la atmósfera.

Sin embargo, las predicciones obtenidas con estos
modelos no necesariamente tienen que cumplirse en el futuro. Los
escépticos en esta materia
responden que las predicciones contienen exageradas oscilaciones
de más de un 400% entre ellas, que hace que las
conclusiones sean inválidas, contradictorias o absurdas.
Los ecólogos responden que los escépticos no han
sido capaces de producir un modelo de clima que no prediga que
las temperaturas se elevarán en el futuro. Los
escépticos discuten la validez de los modelos
teóricos basados en sistemas de
ecuaciones
diferenciales, que son sin embargo un recurso común en
todas las áreas de la
investigación de problemas
complejos difíciles de reducir a pocas variables,
cuya incertidumbre es alta siempre por la simplificación
de la realidad que el modelo implica y por la componente
caótica de los fenómenos implicados. Los modelos
evolucionan poniendo a prueba su relación con la realidad
prediciendo (retrodiciendo) evoluciones ya acaecidas y, gracias a
la creciente potencia de los
ordenadores, aumentando la resolución espacial y temporal,
puesto que trabajan calculando los cambios que afectan a
pequeñas parcelas de la atmósfera en intervalos de
tiempo
discretos.

Las industrias que
utilizan el carbón como fuente de energía, los
tubos de escape de los automóviles, las chimeneas de las
fábricas y otros subproductos gaseosos procedentes de la
actividad humana contribuyen con cerca de 22.000 millones de
toneladas de dióxido de carbono (correspondientes a 6.000
millones de toneladas de carbón puro) y otros gases de
efecto invernadero a la atmósfera terrestre cada
año. La concentración atmosférica de CO2 se
ha incrementado hasta un 31% por encima de los niveles
pre-industriales, desde 1750. Esta concentración es
considerablemente más alta que en cualquier momento de los
últimos 420.000 años, el período del cual
han podido obtenerse datos fiables a partir de núcleos de
hielo. Se cree, a raíz de una evidencia geológica
menos directa, que los valores de
CO2 estuvieron a esta altura por última vez hace 40
millones de años. Alrededor de tres cuartos de las
emisiones antropogénicas de CO2 a la atmósfera
durante los últimos 20 años se deben al uso de
combustibles fósiles. El resto es predominantemente debido
a usos agropecuarios, en especial deforestación.

Los gases de efecto invernadero toman su nombre del
hecho de que no dejan salir al espacio la energía que
emite la Tierra, en forma de radiación
infrarroja, cuando se calienta con la radiación procedente
del Sol, que es el mismo efecto que producen los vidrios de un
invernadero de jardinería. Aunque éstos se
calientan principalmente al evitar el escape de calor por
convección.

El efecto invernadero natural que suaviza el clima de la
Tierra no es cuestión que se incluya en el debate sobre el
calentamiento global. Sin este efecto invernadero natural las
temperaturas caerían aproximadamente 30 ºC. Los
océanos podrían congelarse, y la vida, tal como la
conocemos, sería imposible. Para que este efecto se
produzca, son necesarios estos gases de efecto invernadero, pero
en proporciones adecuadas. Lo que preocupa a los
climatólogos es que una elevación de esa
proporción producirá un aumento de la temperatura
debido al calor atrapado en la baja atmósfera.

Los incrementos de CO2 medidos desde 1958 en Mauna Loa
muestran una concentración que se incrementa a una tasa de
cerca de 1.5 ppm por año. De hecho, resulta evidente que
el incremento es más rápido de lo que sería
un incremento lineal. El 21 de marzo del 2004 se informó
de que la concentración alcanzó 376 ppm (partes por
millón). Los registros del Polo Sur muestran un
crecimiento similar al ser el CO2 un gas que se mezcla de manera
homogénea en la atmósfera.

Teoría de la Variación
Solar:

Se han propuesto varias hipótesis para
relacionar las variaciones de la temperatura terrestre con
variaciones de la actividad solar, que han sido refutadas por los
físicos Terry Sloan y Arnold W. Wolfendale.19 La comunidad
meteorológica ha respondido con escepticismo, en parte,
porque las teorías de esta naturaleza han
sufrido idas y venidas durante el curso del siglo XX.

Sami Solanki, director del Instituto Max Planck para la
Investigación del Sistema Solar, en
Göttingen (Alemania), ha
dicho:

El Sol está en su punto álgido de
actividad durante los últimos 60 años, y puede
estar ahora afectando a las temperaturas globales. (…) Las dos
cosas: el Sol más
brillante y unos niveles más elevados de los así
llamados "gases de efecto invernadero", han contribuido al cambio
de la temperatura de la Tierra, pero es imposible decir
cuál de los dos tiene una incidencia mayor.

Willie Soon y Sallie Baliunas del Observatorio de
Harvard correlacionaron recuentos históricos de manchas
solares con variaciones de temperatura. Observaron que cuando ha
habido menos manchas solares, la Tierra se ha enfriado (Ver
Mínimo de Maunder y Pequeña Edad de Hielo) y que
cuando ha habido más manchas solares, la Tierra se ha
calentado, aunque, ya que el número de manchas solares
solamente comenzó a estudiarse a partir de 1700, el enlace
con el período cálido medieval es, como mucho, una
especulación.

Las teorías han defendido normalmente uno de los
siguientes tipos:

  • Los cambios en la radiación solar afectan
    directamente al clima. Esto es considerado en general
    improbable, ya que estas variaciones parecen ser
    pequeñas.

  • Las variaciones en el componente ultravioleta tienen
    un efecto. El componente UV varía más que el
    total.

  • Efectos mediados por cambios en los rayos
    cósmicos (que son afectados por el viento solar, el
    cual es afectado por el flujo solar), tales como cambios en
    la cobertura de nubes.

Aunque pueden encontrarse a menudo correlaciones, el
mecanismo existente tras esas correlaciones es materia de
especulación. Muchas de estas explicaciones especulativas
han salido mal paradas del paso del tiempo, y en un
artículo "Actividad solar y clima terrestre, un análisis de algunas pretendidas
correlaciones" (Journal of Atmospheric and Solar-Terrestrial
Physics, 2003 p801–812) Peter Laut demuestra que hay
inexactitudes en algunas de las más populares,
notablemente en las de Svensmark y Lassen.

  • Variación en el Ciclo
    Solar:

En 1991 Knud Lassen, del Instituto Meteorológico
de Dinamarca, en Copenhague, y su colega Eigil Friis-Christensen,
encontraron una importante correlación entre la
duración del ciclo solar y los cambios de temperatura en
el Hemisferio Norte. Inicialmente utilizaron mediciones de
temperaturas y recuentos de manchas solares desde 1861 hasta
1989, pero posteriormente encontraron que los registros del clima
de cuatro siglos atrás apoyaban sus hallazgos. Esta
relación aparentemente explicaba, de modo aproximado, el
80% de los cambios en las mediciones de temperatura durante ese
período. Sallie Baliuna, un astrónomo del Centro
Harvard-Smithsoniano para la astrofísica
(Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics), se encuentra entre
los que apoyan la teoría de que los cambios en el Sol
"pueden ser responsables de los cambios climáticos mayores
en la Tierra durante los últimos 300 años,
incluyendo parte de la reciente ola de calentamiento
global".

Sin embargo, el 6 de mayo de 2000 la revista New
Scientist informó que Lassen y el astrofísico Peter
Thejil habían actualizado la investigación de
Lassen de 1991 y habían encontrado que, a pesar de que los
ciclos solares son responsables de cerca de la mitad de la
elevación de temperatura desde 1900, no logran explicar
una elevación de 0,4 ºC desde 1980:

Las curvas divergen a partir de 1980 y se trata de una
desviación sorprendentemente grande. Algo más
está actuando sobre el clima. […] Tiene las
«huellas digitales» del efecto
invernadero.

Posteriormente, en el mismo año, Peter Stoff y
otros investigadores de Centro Hadley, en el Reino Unido,
publicaron un artículo en el que dieron a conocer el
modelo de simulación
hasta la fecha más exhaustivo sobre el clima del Siglo XX.
Su estudio prestó atención tanto a los agentes forzadores
naturales (variaciones solares y emisiones volcánicas)
como al forzamiento antropogénico (gases invernadero y
aerosoles de sulfato). Al igual que Lassen y Thejil, encontraron
que los factores naturales daban explicación al
calentamiento gradual hasta aproximadamente 1960, seguido
posteriormente de un retorno a las temperaturas de finales del
siglo XIX, lo cual era consistente con los cambios graduales en
el forzamiento solar a lo largo del siglo XX y la actividad
volcánica durante las últimas
décadas.

Sin embargo, estos factores no podían explicar
por sí solos el calentamiento en las últimas
décadas. De forma similar, el forzamiento
antropogénico, por sí solo, era insuficiente para
explicar el calentamiento entre 1910-1945, pero era necesario
para simular el calentamiento desde 1976. El equipo de Stott
encontró que combinando todos estos factores se
podía obtener una simulación cercana a la realidad
de los cambios de temperatura globales a lo largo del siglo XX.
Predijeron que las emisiones continuadas de gases invernadero
podían causar incrementos de temperatura adicionales en el
futuro "a un ritmo similar al observado en las décadas
recientes".

Otras
Hipótesis

Se han propuesto otras hipótesis en el
ámbito científico:

  • El incremento en temperatura actual es predecible a
    partir de la teoría de las Variaciones orbitales,
    según la cual, los cambios graduales en la
    órbita terrestre alrededor del Sol y los cambios en la
    inclinación axial de la Tierra afectan a la cantidad
    de energía solar que llega a la Tierra.

  • El calentamiento se encuentra dentro de los
    límites de variación natural y no necesita otra
    explicación particular.23

  • El calentamiento es una consecuencia del proceso de
    salida de un periodo frío previo, la Pequeña
    Edad de Hielo y no requiere otra
    explicación.

  • En ocasiones se atribuye el aumento en las medidas
    al sesgo en la lectura de los termómetros de las
    Estaciones Meteorológicas "inmersas" en las islas de
    calor que han formado las edificaciones en las
    ciudades.

Algunos escépticos argumentan que la tendencia al
calentamiento no está dentro de los márgenes de lo
que es posible observar (dificultad de generar un promedio de la
temperatura terrestre para todo el globo debido a la ausencia de
estaciones meteorológicas, especialmente en el
océano, sensibilidad de los instrumentos a cambios de unas
pocas decenas de grados celsius), y que por lo tanto no requiere
de una explicación a través del efecto
invernadero.

Datos de
Interés sobre el Calentamiento Global

  • Según un artículo publicado en enero
    del 2004, el calentamiento global podría exterminar a
    una cuarta parte de todas las especies de plantas y animales
    de la Tierra para el 2050.

  • Estudios realizados, muestran que la década
    de los noventa, fue la más caliente en los
    últimos mil años.

  • En caso de que todo el hielo que forma el Inlandsis
    antártico se fundiera, el nivel del mar
    aumentaría aproximadamente 61 m; un aumento de
    sólo 6 m bastaría para inundar a Londres y a
    Nueva York.

  • El nivel del dióxido de carbono (CO2) en la
    atmósfera podría duplicarse en los
    próximos 30 o 50 años.

  • Los países más afectados son los
    principales en promover la reducción de emisión
    de los gases invernadero.

  • En 1984 el tamaño del hueco en la capa de
    ozono, que se mide sobre la Antártida, era
    aproximadamente 7 millones de km², hasta 1990
    alcanzó los 29 millones de km² (cuatro veces
    mayor). Desde el año 90, el agujero de Ozono sigue una
    tendencia a la reducción27 (Imagen, medidas del
    "agujero de ozono de la Antártida" anuales por la
    NASA)

  • La aceleración del flujo del hielo en
    regiones de Groenlandia se estimó en 2000 que
    disminuye el volumen de su inlandsis en 51 km³/
    año 28, aunque una revaluación más
    reciente29 sitúa el número en 150
    km³/año. Parte del aumento se debe a una
    aceleración reciente de la fusión de los
    glaciares periféricos, y se estima que su
    contribución al aumento del nivel del mar ha alcanzado
    en 2005 un valor 0,57±0.1 mm/año.

  • Indonesia es el país con mayor número
    de mamíferos y pájaros en peligro de
    extinción, 128 y 104 respectivamente.

  • En Estados Unidos se recupera sólo el 11% de
    los residuos sólidos producidos, y en Europa
    Occidental es del 30%.

  • Brasil fue entre 1990 y 2000 el país en el
    que hubo mayor deforestación con 22.264
    km²

  • Cinco de los 10 países que más
    deforestan se encuentran en el continente
    africano.

Historia del
Calentamiento Global

El primero en manifestar un interés
por la materia fue Svante August Arrhenius, quien en 1903
publicó Lehrbuch der Kosmischen Physik32 (Tratado de
física del
Cosmos) que trataba por primera vez de la posibilidad de que la
quema de combustibles fósiles incrementara la temperatura
media de la Tierra. Entre otras cosas calculaba que se
encestarían 3000 años de combustión de combustibles para que se
alterara el clima del planeta, bajo la suposición que los
océanos captarían todo el CO2 (Actualmente se sabe
que los océanos han absorbido un 48% del CO2
antropogénico desde 1800)33 Arrhenius estimó el
incremento de la temperatura del planeta cuando se doblara la
concentración de dióxido de carbono de la
atmósfera. Fijaba un incremento de 5 ºC y otorgaba
una valoración positiva a este incremento de temperatura
porque imaginaba que aumentaría la superficie cultivable y
que los países más septentrionales serían
más productivos.

En las décadas siguientes las teorías de
Arrhenius fueron poco valoradas, pues se creía que el CO2
no influía en la temperatura del planeta y el efecto
invernadero se atribuía exclusivamente al vapor de agua.
El 19 de mayo de 1937,[cita requerida] 35 años
después de que Arrhenius publicara su teoría,
Callendar (tecnólogo especialista en vapor) publicó
"The artificial prodution of carbon dioxide and its influence on
temperature" (La producción artificial de dióxido de
carbono y su influencia en la temperatura),34 tratado que
corregía algunas estimaciones realizadas por Arrhenius,
como la capacidad de los océanos para absorber CO2.
Callendar estimaba en 0,003 ºC el incremento de temperatura
por año (actualmente se estima que en la segunda mitad del
siglo XX se ha producido un incremento de 0.005 ºC por
año).

En los años 1940 se desarrolló la
espectrofotometria de infrarrojos, que ha permitido conocer que
el CO2 absorbe la luz de manera distinta al vapor de agua,
incrementando notablemente el efecto invernadero. Todo esto fue
resumido por Gilbert Plass en el año 1955.

Pese a los estudios teóricos, no existían
aún evidencias
científicas del cambio climático. La primera
evidencia científica apareció en 1958 cuando
Charles Keeling empezó a representar el comportamiento del
CO2 atmosférico. Usaba datos de una estación en
Mauna Loa y otra en la Antártica. Un poco antes, la
Organización Meteorológica Mundial ya
había iniciado diversos planos de seguimiento, que
tenían como objetivo,
entre otras cosas, de calcular los niveles de CO2 en la
troposfera.

En 1974, aceptadas ya las hipótesis
científicas, la OMM decidió crear un equipo de
expertos sobre el cambio climático. Así en 1985
tuvo lugar la conferencia de
Villach (Austria), donde las Naciones Unidas y
el Consejo Internacional para el Medio Ambiente
concluyeron que para finales del siglo XXI se podría
producir un aumento en las temperaturas de entre 1,5 y 4,5
ºC y un ascenso del nivel del mar entre 20 y 140
cm.

El revuelo social que produjeron todos estos estudios
facilitó que en 1988 se fundara el Grupo
Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático
(IPCC), que en 1990, concluyo después de su primera
reunión[cita requerida] que de seguir con el ritmo actual
de emisiones de gases de efecto invernadero, cabría
esperar un aumento de 0,3 ºC por decenio durante el
próximo siglo (mayor que el producido durante los
últimos 10.000 años).[cita requerida] En 1992 se
celebró en Río de Janeiro la Conferencia de
Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el
Desarrollo, también conocida como la Cumbre de la Tierra,
donde mas de 150 países acudieron y se logró
aprobar la Convención Marco sobre el Cambio
Climático para tratar de estabilizar las emisiones de
gases de efecto invernadero a un nivel aceptable.

En 1997 se comenzó a redactar el protocolo de
Kioto sobre el cambio climático35 cuyo objetivo era
reducir las emisiones de los principales gases de efecto
invernadero: dióxido de carbono, metano, óxido
nitroso, hexafluoruro de azufre, hidrofluorocarbonos,
perfluorocarbonos. Se justificó no incluir el vapor de
agua entre los gases de efecto invernadero considerados.[cita
requerida] Su redacción finalizó en 1998 aunque no
entró en vigor hasta noviembre de 2004 cuando fue
ratificado por Rusia.

Tras el tercer informe del IPCC,
36 se consideró la necesidad de un nuevo protocolo mas
severo y con la ratificación de más países a
parte del G77. Por esta razón, en 2005 se reunieron en
Montreal todos los países que hasta el momento
habían ratificado el protocolo de Kioto y otros
países responsables de la mayoría de las emisiones
de gases de efecto invernadero, incluyendo Estados Unidos,
China e
India. La
negociación en Montreal proveía la
redacción de unas bases para la futura negociación
de un nuevo protocolo que entraría en vigor en 2012[cita
requerida], fecha de caducidad del actual protocolo. Durante la
reunión, varios países pusieron objeciones y
retrasaron el pre-acuerdo (es el caso de Estados Unidos o Rusia)
pero después de retrasar algunos días el final de
la negociación se llegó a un
pre-acuerdo.

En Bali entre el 3 y el 13 de diciembre de 2007 se
reanudaron las negociaciones y aunque no se fijaron límites
para los gases de efecto invernadero, se alcanzó un
acuerdo38 que, entre otras cosas, incentivaba la
distribución de energías renovables entre los
países en vías de desarrollo para que estos no
basaran su crecimiento
económico en la quema de combustibles
fósiles.

Efectos
Potenciales

Muchas organizaciones
públicas, organizaciones privadas, gobiernos y personas
individuales están preocupados por que el calentamiento
global pueda producir daños globales en el medio ambiente
y la agricultura.

Esto es materia de una controversia considerable, con
los grupos
ecologistas exagerando los daños posibles y los grupos
cercanos a la industria
cuestionando los modelos climáticos y las consecuencias
del calentamiento global —subvencionando ambos a los
científicos para que también lo
hagan—.

Debido a los efectos potenciales en la salud humana y en la
economía, y debido a su impacto en el
ambiente, el calentamiento global es motivo de gran
preocupación. Se han observado ciertos procesos y se los
ha relacionado con el calentamiento global. La disminución
de la capa de nieve, la elevación del nivel de los mares y
los cambios meteorológicos son consecuencias del
calentamiento global que pueden influir en las actividades
humanas y en los ecosistemas.
Algunas especies pueden ser forzadas a emigrar de sus
hábitats para evitar su extinción debido a las
condiciones cambiantes, mientras otras especies pueden
extenderse. Pocas de las ecorregiones terrestres pueden esperar
no resultar afectadas.

Otro motivo de gran preocupación para algunos es
la elevación del nivel de los mares. Los niveles de los
mares se están elevando entre 1 y 2 centímetros por
decenio, a la vez que se agudizan los fenómenos
climáticos extremos, y algunas naciones isleñas del
Océano Pacífico, como Tuvalu, ya están
trabajando en los detalles de una eventual evacuación.40
El calentamiento global da lugar a elevaciones del nivel marino
debido a que el agua de los
mares se expande cuando se calienta, además de que se
produce un aumento de la cantidad de agua líquida
procedente de la reducción de los glaciares de
montaña y se teme un decrecimiento de los casquetes
glaciares. En palabras del TAR del IPCC:

Se prevé que el nivel medio global del mar se
elevará entre 9 y 99 cm entre 1990 y 2100. […] y en caso
de que todo el hielo de la Antártida se derritiera, el nivel del mar
aumentaría 125 m.

Conforme el clima se haga más cálido la
evaporación se incrementará. Esto causaría
un aumento de las precipitaciones lluviosas y más erosión.
Mucha gente piensa que esto podría resultar en un tiempo
meteorológico más extremo conforme progrese el
calentamiento global. El TAR del IPCC dice:

Se prevé que la concentración global de
vapor de agua y las precipitaciones se incrementarán
durante el siglo XXI. Para la segunda mitad del siglo XXI es
probable que las precipitaciones se hayan incrementado en las
latitudes medio-altas y en la Antártida en invierno. En
las bajas latitudes habrán tanto incrementos como
decrecimientos regionales según diferentes áreas.
En la mayoría de las áreas serán probables
variaciones interanuales y se espera un incremento en las
precipitaciones.

El calentamiento global tendría otros efectos
menos evidentes. La corriente del Atlántico norte, por
ejemplo, se debe a los cambios de temperatura. Parece ser que,
conforme el clima se hace más cálido, esta
corriente está disminuyendo, y esto quiere decir que
áreas como Escandinavia y Gran Bretaña, que son
calentadas por esta corriente, podrían presentar un clima
más frío, en lugar del calentamiento general
global.

Hoy se teme que el calentamiento global sea capaz de
desencadenar cambios bruscos de temperatura, incluso a la baja.41
La corriente del Atlántico Norte data de la época
del deshielo de la última glaciación (hace 14.000
años). Hace 11.000 años esa corriente sufrió
una interrupción que duró 1.000 años. Esto
provocó el miniperíodo glacial conocido como Dryas
reciente —el nombre de una flor silvestre alpina, Dryas
octopetala— que duró 900 años en el noroeste
de Norteamérica y el norte de Europa. (Ver la
discusión sobre la teoría del caos para ideas
relacionadas.)

El calentamiento global modificaría la
distribución de la fauna y floras
del planeta. Ello supondría la expansión de
enfermedades de
las que algunos de esos animales son portadores. Tal es el caso
de la malaria, el dengue o la
fiebre amarilla,
cuyos vectores son
ciertas especies de mosquitos que habitan principalmente en zonas
tropicales.

El calentamiento global también podría
tener efectos positivos, ya que las mayores temperaturas y
mayores concentraciones de CO2 pueden mejorar la productividad de
los ecosistemas. Los datos aportados por satélites
muestran que la productividad del Hemisferio Norte se ha
incrementado desde 1982. Por otro lado, un incremento en la
cantidad total de la biomasa producida no es necesariamente
bueno, ya que puede disminuir la biodiversidad
aunque florezcan un pequeño número de especies. De
forma similar, desde el punto de vista de la economía humana, un
incremento en la biomasa total pero un descenso en las cosechas
podría ser una desventaja. Además, los modelos del
IPCC predicen que mayores concentraciones de CO2 podrían
favorecer la flora hasta cierto punto, ya que en muchas regiones
los factores limitantes son el agua y los nutrientes, no la
temperatura o el CO2. Tras ese punto, incluso aunque los efectos
invernadero y del calentamiento continuasen, podría no
haber ningún incremento del crecimiento.

Otro posible punto de discusión es la influencia
de los efectos del calentamiento global en el equilibrio
económico humano norte-sur. Por ejemplo, si
provocaría una mayor desertización de los
países áridos y semiáridos y un clima
más benigno en los países fríos, o bien si
el efecto sería diferente.

En el plano económico, el Informe Stern encargado
por el gobierno británico en 2005 pronosticó una
recesión del 20% del PIB mundial
debido al cambio climático, si no se tomaban una serie de
medidas preventivas que, en conjunto, absorberían el 1%
del PIB mundial.

La Relación entre el Calentamiento
Global y la Reducción de Ozono.

Aunque se menciona frecuentemente en la
prensa popular
una relación entre el calentamiento global y la
reducción de ozono, esta conexión no es fuerte.
Existen tres áreas de enlace:

El calentamiento global producido por el
forzamiento radiativo por CO2 se espera que enfríe
(quizás sorprendentemente) la estratosfera. Esto, a
cambio, podría darnos lugar a un incremento relativo en la
reducción de ozono, y en la frecuencia de agujeros de
ozono.

A la inversa, la reducción de ozono
representa un forzamiento radiactivo del sistema
climático. Hay dos efectos opuestos: La reducción
de la cantidad de ozono permite la penetración de una
mayor cantidad de radiación solar, la cual calienta la
troposfera. Pero una estratosfera más fría emite
menos radiaciones de onda larga, tendiendo a enfriar la
troposfera. En general, el enfriamiento predomina. El IPCC
concluye que las pérdidas estratosféricas de ozono
durante las dos décadas pasadas han causado un forzamiento
negativo del sistema de la superficie
troposférica.

Una de las predicciones más
sólidas de la teoría del calentamiento global es
que la estratosfera debería enfriarse. Sin embargo, y
aunque este hecho ha sido observado, es difícil atribuirlo
al calentamiento global (por ejemplo, el calentamiento inducido
por el incremento de radiación solar podría no
tener este efecto de enfriamiento superior), debido a que un
enfriamiento similar es causado por la reducción de
ozono.

El Protocolo de Kyoto.

Éste es un pacto al que llegaron los
gobiernos en la Conferencia de las Naciones Unidas celebrada en
Kioto, Japón,
en 1997, para reducir la cantidad de gases de efecto invernadero
emitidos por los países desarrollados en un 5.2 por ciento
respecto a los niveles registrados en 1990 durante el periodo
comprendido entre 2008 y 2012. Un total de 141 naciones han
ratificado el pacto.

El antecedente de este protocolo es la
Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro, celebrada en 1992.
En este encuentro, los líderes crearon la
Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio
Climático (UNFCCC), que estableció un objetivo de
carácter no obligatorio para estabilizar
las emisiones a los niveles de 1990 para 2000. El protocolo de
Kyoto es el primer acuerdo global legalmente vinculante para
reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

El protocolo de Kyoto vincula de forma
legal a los países que lo han ratificado a partir del 16
de febrero de 2005 después de que se han cumplido dos
condiciones: el respaldo de al menos 55 países y que estos
países representen al menos el 55 por ciento de las
emisiones de dióxido de carbono de los países
desarrollados.

Es importante señalar que la segunda
condición se vio cumplida desde noviembre de 2004, cuando
Rusia ratificó el protocolo. Actualmente los países
que lo respaldan representan el 61,6 por ciento de las
emisiones.

Mención aparte merece la reiterada
negativa de Estados Unidos, el mayor contaminador mundial, a
firmar el tratado de Kyoto alegando que éste afecta su
economía y omite incluir a algunas naciones como China,
con una creciente industrialización y emisión de
gases contaminantes. Estados Unidos esgrime, además,
algunas dudas con base en argumentos científicos, acerca
del papel del ser humano en el aceleramiento del calentamiento
global.

Principales Países Emisores de
Gases de Efecto Invernadero en 1990.

Estados Unidos (36,18%).

Unión Europea (24,2%).

Federación Rusa (17,4%).

Japón (8,5%).

Canadá (3,3%).

Australia (2,1%).

Conclusión

El calentamiento global es producido por
los gases de efecto invernaderos, provocada por las sociedades
industrializadas.

Wigley publicó en 1998 los
resultados de la aplicación de un modelo climático
a los efectos del Protocolo de Kioto.

Existen varias teorías que explican
los cambios de temperaturas como los son la teoría de los
gases de efecto invernadero y la teoría de la
variación solar.

Existe una relación entre el
calentamiento global y la reducción del ozono.

El protocolo de Kioto es un pacto en 1997
entre los gobiernos en la Conferencia de las Naciones Unidas en
Kioto, Japón.

El principal país emisor de gases de
efecto invernadero es Estados Unidos cuyo porcentaje de contaminación en el mundo, en el año
1990 fue de 36,18%.

El segundo país es la Unión
Rusa con el 24,2% del mundo.

Anexos

Monografias.com

Gráfico de la concentración
de dióxido de carbono en la atmósfera
terrestre (azul) y la temperatura media global (rojo), en los
últimos 1000 años.

Monografias.com

Predicciones basadas en diferentes modelos
del incremento de la temperatura media global respecto de su
valor en el
año 2000.

Monografias.com

Temperatura media terrestre en el
período 1900 – 2004.

Monografias.com

Concentración de dióxido de
carbono en los últimos 417.000 años. La parte roja
indica la variación a partir de 1800.

Monografias.com

Variaciones en el ciclo solar.

Monografias.com

Concentración de CO2
atmosfèrico medido en el observatorió de Mauna Loa:
Curva de Keeling measured at Mauna Loa Observatory: The Keeling
Curve.

Monografias.com

Anomalía de temperaturas medias en
el período 1995 – 2004.

Monografias.com

Elevación del nivel de los mares,
medido en 23 estaciones fijas, entre 1900 y 2000.

Monografias.com

Monografias.com

Bibliografía

http://es.wikipedia.org/wiki/calentamiento_global


http://sepiensa.org.mx/contenidos/2005/l_calentamiento_2htm

http://sepiensa.org.mx/contenidos/2005/l_calentamiento_3htm

 

 

 

 

Autoras:

Rivas Murillo Jessica Adriana

Grado: 7º.

Táriba, 27 de Noviembre del
2008.

Partes: 1, 2
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