La situación de crisis
venezolana requiere de una búsqueda de elementos, a
través de los cuales esta pueda ser revertida, dado que,
paso a paso y con la participación de todos se logre la
construcción de un país
armónico, unido, con una democracia
justa.
En Venezuela
existe una crisis en las instituciones,
sean estas publicas o privadas, inestabilidad política,
económica, entre otros. Esta situación nos lleva a
una exclusión
social de servicios
fundamentales para el correcto desenvolvimiento de la sociedad, como
lo son la salud y la
más afectada de todas, la educación. La
situación actual de empleo es
grave, al respecto Pérez (s.f) señala que, "existe
un aproximado de 17% de desempleo en
general al cual se le suma un 55% del sector informal, cifras que
aumentan cada mes a consecuencia de la situación
económica que vive el país".
Mendoza (2005) al respecto señala, "El Estado
venezolano ha demostrado debilidad para resolver las necesidades
prioritarias de la sociedad, la corrupción se ha desbordado y las
instituciones fundamentales están deterioradas y
fuertemente cuestionadas"
Dichas palabras muestran una cara dura de la realidad,
aunque si bien es cierto no se han encontrado las soluciones a
las diferentes problemáticas presentes en Venezuela, son
los propios venezolanos con su apatía, quienes no toman
las riendas en pro de mejorar y priorizar los medios por los
cuales la única ganancia quede para el pueblo.
Por tal razón, situaciones como estas muestran
que las frustraciones las convierten en intolerancias, por ello,
buscan obtener las cosas de manera fácil, quebrantando el
proceso
democrático. Es por esto que, el progreso alcanzado se
encuentra en constante peligro debido a las presiones de diversos
sectores convirtiéndose así en obstáculos
potenciales para seguir avanzando.
Como consecuencia de la crisis económica, que es
mas aguda en el interior, la población tiende a migrar hacia las grandes
ciudades en busca de recursos
económicos y, por lo general, pasan a engrosar el
porcentaje de población marginal. Un informe emitido
por el Banco Mundial
(2000) reporta que, "existen 496 mil jóvenes venezolanos
fuera de la educación, la
mayoría deja de estudiar por trabajar".
Estas cifras aumentan cada año tornándose
alarmante, sobre lo cual se deben crear políticas
para evitar la deserción
escolar, las cuales brinden igualdad de
oportunidades a los jóvenes para culminar sus estudios
contribuyendo de esta manera al cambio en la
visión de las personas.
En los últimos años se ha acentuado el
sufrimiento de la sociedad, quedando esta asediada por pobreza,
desempleo, robos, crímenes, etc.
En la misma forma, por cualquier otro medio se capta la
afirmación que la culpa, pero también la
solución, se encuentra en la educación tanto
familiar como formal recibida. Tal como expresa el dicho "la
educación comienza por casa"; esta afirmación es
apoyada por Torres (2000) cuando destaca, "La formación
ética
tan fundamental para el bienestar de la sociedad arranca en
la
familia".
Lo planteado anteriormente es verdadero, los primeros
aprendizajes se dan en el hogar y por ello la función de
la familia
representa la piedra angular de cómo se
desenvolverá una persona en el
futuro.
La primera educación que el ser humano recibe o
debe recibir, es brindada por la familia, aunque en Venezuela la
realidad es abrumadora, según datos aportados
por la Asociación Venezolana de Escuelas Católicas
(2003) "de cada dos parejas que se casan una termina divorciada,
nueve de cada diez padres maltrata de alguna manera a sus hijos,
la mayoría de los niños
no tiene el apoyo de sus padres". Esto trae como consecuencia que
la mayoría de los estudiantes de las clases media-baja y
baja abandonen sus estudios. Las principales causas de esta
deserción son el abandono familiar y la crisis
económica que los obliga a buscar trabajo
El compromiso del Estado en este
aspecto debe ser decidido y efectivo, resulta urgente fomentar
una familia más funcional, para ello se necesita la
intervención de: LA SOCIEDAD, la cual debe entender el
lugar prioritario de la familia; EL ESTADO, quien debe apoyar a
la familia y verla como una institución social la cual se
ubica por encima de otras instancias; y por ultimo LA ESCUELA, cuya
meta debe ser ayudarla y orientarla para su correcto
desenvolvimiento.
Es fundamental en nuestra sociedad la
participación de la escuela y la familia, con el
propósito de construir un consenso mínimo de
valores
fundamentados en principios
éticos universales, conjuntamente el Estado debe asumir
una función más eficiente y los padres y maestros
deben entender el compromiso que poseen y constituir mejores
patrones de vida.
En la teoría,
tales enunciados parecen factibles, pero al realizar un
acercamiento más minucioso a la realidad venezolana se
encuentran diferentes fenómenos los cuales cercenan la
idealidad, en especial a la educación, la cual es el
primer chivo expiatorio a la hora de enfrentar cualquier
dificultad del país. Por consiguiente, en cualquier
conversación, medio audiovisual o en el íntimo
convencimiento, no queda lugar a duda que la educación se
parece mucho a otros servicios
públicos como el transporte
colectivo, la salud o la electricidad.
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