Resumen
Se retoman definiciones sobre el concepto
MOTIVACIÓN y se propone una desde el punto de vista
docente. Por ser esencial en el proceso de
dirección del aprendizaje, se
comentan las características, que a juicio del autor, debe
reunir un profesor
motivante, así como algunos factores que pueden atrapar al
alumno en el proceso instructivo-educativo. Igualmente se le
concede un espacio a la reflexión sobre la
motivación profesional a partir de análisis valiosos de especialistas, en los
que el desarrollo de
las personas, para las personas, y por las personas, en el nivel
superior, forman comunidad de
intereses y también se realizan consideraciones sobre la
inserción del Instituto Superior Pedagógico en esta
compleja y necesaria tarea.
Introducción
Es sobradamente reconocida la influencia del docente
sobre la predisposición del alumno al aprendizaje de una
determinada materia. Las
diferentes teorías
suponen a factores diversos la responsabilidad del grado de motivación
de los discentes.
En general, el estudio de la motivación permite analizar los diferentes
factores que impulsan a las personas a iniciar acciones
encaminadas a objetivos
específicos, y a persistir después de sus
tentativas para llegar a ellos.
Numerosos investigadores y pedagogos han planteado la
importancia de que la actividad social se convierta para los
adolescentes
en MOTIVOS. Estos constituyen un tipo especial de
estímulos de la conducta humana,
la que lleva implícita la encarnación de una
NECESIDAD como reflejo psíquico de la realidad. Todo
motivo es la canalización de una necesidad en el reflejo
de un objeto o estímulo motivante.
Por lo tanto se hace evidente que entre MOTIVO y
NECESIDAD existe una unidad íntima ya que lo que determina
la aparición del motivo es fundamentalmente la
necesidad.
El concepto de "motivo" evidencia el reflejo de la
realidad en la motivación.
El vocablo MOTIVACIÓN procede del latín
MOTUS, igual a MOVIMIENTO. Es
un movimiento de adentro hacia fuera para aprehender la realidad
que está íntimamente ligada al individuo, de
acuerdo con sus intereses. Motivado por algo, el hombre
condiciona sus acciones.
Al pensar en la MOTIVACIÓN se debe hacer en
términos de: proceso, de fenómeno activo,
constante, complejo, inacabable, fluctuante. Es en sí un
estado
inherente a la condición humana que está presente
en todos los seres vivos.
Por tanto, el proceso motivacional no puede concebirse
como un ente aislado.
En el campo de la conducta humana,
la motivación forma parte de un todo; esta afecta todo el
organismo. Además, engloba tanto los impulsos conscientes
como los inconscientes.
Las teorías de la motivación en psicología,
establecen un nivel de motivación primario, que se refiere
a la satisfacción de las necesidades elementales, como
respirar, comer o beber, y un nivel secundario referido a las
necesidades sociales, como el logro o el afecto. Se supone que el
primer nivel debe estar satisfecho antes de plantearse los
secundarios.
Se impone aclarar que no hay ninguna teoría
universal aceptada sobre tema tan complejo, por lo que es
conveniente revisar algunas ideas sobre
MOTIVACIÓN.
Veamos las definiciones elaboradas por algunos autores
que la han estudiado y cómo la asumen desde su propia
fuente de interés
informativo y sus sistema de
creencias.
Mc. Clelland (1974) es uno de los teóricos que ha
dedicado un gran esfuerzo al estudio de las motivaciones
sociales. Para él la motivación está
constituida por las múltiples expectativas o asociaciones
que se forman y crecen alrededor de las experiencias afectivas;
por lo tanto, en las experiencias infantiles que llegaron a
integrar la
personalidad del individuo, se encontrará la
raíz profunda, el origen determinantes de las diferentes
formas de conducta mediante las cuales se satisface el impulso
dado por la motivación.
Según Fourcade (1977), desde el punto de vista
del desenvolvimiento del hombre, la
motivación constituye la base del desencadenamiento y
mantenimiento
de las actividades y comportamientos que determinan las conductas
humanas. Para Nuttin, citado
por Fourcade (1977), la motivación pone al organismo en
movimiento, lo dirige. Los estímulos exteriores solamente
adquieren, en último análisis, su poder
directivo en virtud de una exigencia impulsora y selectiva
inherente a la motivación misma.
Para Mankeliunas (1987), la motivación es un
concepto genérico (constructo
teórico-hipotético) que designa a las variables que
no pueden ser inferidas directamente de los estímulos
externos, pero que influyen en la dirección, intensidad, y
coordinación de los modos de comportamiento
aislados que conducen a alcanzar determinadas metas; es el
conjunto de factores innatos (biológicos) y aprendidos
(cognoscitivos, afectivos y sociales)
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