Problemáticas histórico sociales que afectan la relación Ciencia-tecnología y sociedad en América Latina
Breve esbozo
Resumen
Este trabajo tiene
como objetivo
analizar algunas problemáticas histórico-sociales
que afectan el correcto desarrollo de
la ciencia y
la tecnología en América
Latina a través de un breve esbozo.
Las problemáticas a tener en cuenta en este
documento son:
La fuga de cerebros, la educación
superior, el papel jugado por las instituciones
internacionales, y la integración.
Este trabajo refleja problemáticas relevantes
dentro del contexto social latinoamericano, muchas han sido
tratadas con anterioridad, lo cierto es que cada
problemática discutida y tratada con la comunidad de
América
Latina y el mundo para el bien de nuestras sociedades del
Sur, implica un nuevo paso hacia el desarrollo, no solo de tipo
económico sino de tipo social el cual debe ser considerado
de mayor importancia en tanto es la sociedad en su
pleno desarrollo la encargada de avanzar en los planos
económico y político.
La fuga de cerebros es un fenómeno común y
que a veces pasa desapercibido pero que reviste una importancia
vital para la relación Ciencia-Tecnología y Sociedad,
¿qué propicia ésta fuga?,
¿cómo se puede evitar?, pero generalmente esta fuga
tiene como fuente los profesionales egresados de la Enseñanza Superior, otra
problemática que se ha convertido en fuente de lucros y
cuya verdadera importancia aparece resquebrajada a pesar de que
muchas instituciones se han trazado el desarrollo de la misma
entre sus objetivos sin
que se haya cumplido en la realidad por lo menos su función
social y finalmente se trata la problemática
integracionista pues puede ser perfectamente la solución a
estas y otras problemáticas que frenan el desarrollo social
de nuestras naciones, todo esto esbozado de manera
breve.
Introducción
"El futuro de nuestro país
tendrá que ser necesariamente un futuro de hombres de
ciencia, de hombres de pensamiento".
Fidel
Castro.
Analicemos esta frase partiendo del
concepto de
ciencia: La ciencia es aquella rama del saber que se centra en el
estudio de cualquier tipo de fenómeno y en la deducción de los principios
que la rigen, según una metodología
propia y adaptada a sus necesidades. En
cambio la tecnología la definimos como el conjunto de
medios y actividades mediante los que
el hombre persigue la alteración y la
manipulación de su entorno.
La frase que comienza esta introducción en la opinión de la
autora de este trabajo es la base epistemológica que ha
trazado durante años los pasos que en política
científica tecnológica con miras al desarrollo
social ha seguido el estado
cubano, pero no ha sido ésta la estrategia
común para América Latina. En los últimos
años, la mayor parte de los países latinoamericanos
concentraron esfuerzos en el desarrollo de instituciones y
creación de mecanismos financieros, principalmente
subsidios, para estimular la actividad científica.
Asimismo se hicieron esfuerzos para la formación de
recursos humanos, menos énfasis fue puesto en el
desarrollo de social paralelo de los distintos sectores sociales.
En relación con la importación de tecnologías, las
políticas
se basaron en la identificación de los efectos negativos
(costos,
selección inadecuada, des-estímulo
de capacidades locales) asociados a la adquisición de
tecnología extranjera.
Pero nada de esto es un fenómeno
aislado, ha estado
condicionado históricamente por factores en común
para el área de Latino América, el Caribe y
Cuba, factores
que deben ser analizados en el tiempo, de
manera que se esclarezcan premisas
histórico-económicas y sociales que han afectado el
avance del sector científico-técnico y
tecnológico regional.
Los éxitos de la ciencia,
en su alianza con la tecnología son indudables. Nos han
proporcionado una gran capacidad para explicar, controlar y
transformar el mundo. La importancia de la ciencia y la
tecnología aumenta en la medida en la que el mundo se
adentra en lo que se ha dado en llamar "la sociedad del conocimiento",
es decir,
sociedades en las cuales la importancia del conocimiento
crece constantemente por su incorporación a los procesos
productivos y de
servicios, por su relevancia en el ejercicio de la
participación popular en los procesos de gobierno
y también para la buena conducción de la vida
personal
y familiar.
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