Monografias.com > Sin categoría
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Diagnostico del síndrome de atrapamiento del nervio pudendo: aspectos clínicos y neurofisiológicos (página 2)



Partes: 1, 2

La anatomía del NP ha
sido profusamente descrita por importantes anatomistas, pero los
datos
electrofisiológicos nos muestran que los orígenes
de las distintas ramas son bastante diferentes de lo que nos dice
la anatomía convencional de acuerdo con las investigaciones
anatomo-neurofisiológicas de Bisschop y col. [10,17].

La anatomía quirúrgica y sus
implicaciones clínicas las informa Shafik en un revelador
articulo realizado en 26 cadáveres, siguiendo las
vías transperineales y transgluteas que luego veremos en
el apartado del tratamiento quirúrgico [31,34].

Robert et al. desde la
investigación anatómica en cadáveres
suponen que los puntos críticos para la producción de un atrapamiento en el NP
serian: la pinza entre los ligamentos sacrotuberoso y
sacroespinoso, el canal de Alcock y el proceso
falciforme [43,44].

Nos encontramos ante una anatomía
compleja, sin embargo necesaria para explicar la patología
que su atrapamiento provoca. El NP se origina de los segmentos
medulares sacros: S2, S3 y S4. Presenta tres zonas:

A. Primer segmento, comprendido desde su
origen hasta la región presacra. No recibe
contribución de S1 y S5.

B. Segundo segmento, que corresponde al
canal infrapiriforme. Inmediatamente después de su
comienzo, el NP penetra la región glútea bajo el
músculo piriforme y cruza alrededor del extremo final del
ligamento sacroespinoso. Aquí entra en contacto con el
ligamento sacrotuberoso. Esta relación anatómica
reviste una gran importancia, ya que en esta ubicación los
ligamentos se comportan como una verdadera pinza, que puede
comprimir al NP, causando su "atrapamiento".

C. Tercer segmento, que corresponde al
canal pudendo o también conocido como de Alcock [31].
Después de pasar alrededor del ligamento sacroespinoso, el
NP se desplaza bajo el músculo elevador del ano, a lo
largo de la tuberosidad isquiática, en una vaina de la
aponeurosis del músculo obturador interno que forma el
canal de Alcock.

2.1. Recorrido de las ramas y terminaciones
nerviosas del nervio pudendo

La anatomía de las terminaciones nerviosas
es muy compleja y tiene muchas variantes. Sin embargo, el
conocimiento de las áreas sensitivas inervadas por el
NP, nos va a permitir relacionar el dolor con su posible origen
pudendo.

El NP posee tres ramas terminales [12,13]:

A.- Nervio rectal inferior. En la
mayoría de las pacientes comienza en el canal de Alcock.
Sus ramas terminales sensitivas inervan el canal anal, el tercio
caudal del recto, la piel posterior
de la zona vulvar y perianal.

B.-Nervio perineal. Emerge del NP a la
salida del canal de Alcock. Sus ramas sensitivas envuelven el
tercio inferior de la vagina y de la uretra, los labios mayores y
menores. Las ramas motoras cruzan el diafragma perineal ventral y
terminan en el esfínter estriado de la uretra.

C.-Nervio dorsal del clítoris /
pene.
Comienza también a la salida del canal de
Alcock. Este nervio posee dos ramas, la rama clitorídea o
peneana y la rama pubiana, que tienen terminaciones que van
más allá de la sínfisis púbica, y que
alcanzan al conducto inguinal.

Las tres ramas terminales poseen en diferente
proporción fibras motoras, sensitivas y
autonómicas. Por ello, su atrapamiento puede causar
signos y
síntomas de expresión en cualquiera de los tres
ámbitos. En total se estima que el 30% es
autonómico y el 70% es somático (50% sensitivo y
20% motor).Figura
2.

Monografias.com

Figura

2.2. Inervación del nervio pudendo [53,54]:

  • 1. Sensitiva: Piel del perineo y
    genitales.

  • 2. Motora:

-Esfínter anal externo.

-M. elevador del ano.

-M. bulbo e isquiocavernoso.

-Esfínter uretral estriado.

-M. perineales profundos y superficiales.

3. Vegetativa: erección y
sensación de necesidad urinaria.

2.3. Lugares anatómicos susceptibles de
lesión nerviosa

Tejidos blandos,
óseos o túneles osteofibrosos.

-Áreas de bifurcación del nervio,
especialmente ángulos agudos.

-Donde el nervio esta relativamente fijo.

-Donde el nervio esta sujeto a
fricción.

ETIOLOGÍA Y
MECANISMOS DE PRODUCCIÓN DE LA LESIÓN

-Trauma directo (ciclismo,
hípica, sillas duras o cirugía pélvica)
[1,5,36,38,40,41,42].

-Estiramiento del nervio durante el parto
[75].

-Combinación de trauma y
estiramiento[75].

-Prostatodinia o prostatitis crónica
[28].

-Inestabilidad de la articulación
sacroilíaca.

-Puntos Gatillo en M. piriforme o piramidal
[71].

-Puntos Gatillo en M. elevador del ano y
obturador interno [71].

-Estreñimiento crónico,
incontinencia fecal y prolapso rectal [29, 32,33,35,39].

-La episiotomía puede estar en el origen
de algunos casos [94].

DISFUNCIÓN
MIOFASCIAL DEL
SUELO PÉLVICO QUE PUEDEN SIMULAR O
ACOMPAÑAR AL SANP

-Alteraciones en el vaciado de la vejiga, por ej.
frecuencia y urgencia.

-Prostatitis crónica. Prostatodinia.

-Cistitis intersticial.

-Dolor anal.

-Dolor escrotal/labial.

-Dolor posteyaculatorio.

-Disfunción eréctil.

-Dolor al sentarse.

4.1 Recuerdo del Síndrome de dolor
miofascial

Antes de continuar vamos a recordar brevemente
que es el Síndrome de dolor miofascial. Por
definición es un trastorno neuromuscular crónico y
no inflamatorio que se manifiesta por dolor localizado,
acortamiento muscular y cuya característica primordial es
la presencia de "puntos gatillo".

El dolor miofascial tiene tres componentes
básicos:

  • Una banda palpable en el músculo
    afectado.

  • Un punto gatillo ("trigger
    point").

  • Un patrón característico de
    dolor referido.

La banda palpable generalmente no puede
ser vista al examen ocular; ésta representa un espasmo
segmentario de una pequeña porción del
músculo. Esta banda es normalmente encontrada si se
realiza una adecuada exploración del músculo
afectado y en la posición donde éste se encuentra
con mayor relajación.

El punto gatillo es un foco de
irritabilidad en el músculo cuando éste es
deformado por presión,
estiramiento o contractura, lo cual produce tanto un punto de
dolor local como un patrón de dolor referido y
ocasionalmente fenómenos autonómicos.

El tercer componente del dolor miofascial es el
dolor referido (dolor que proviene de un punto gatillo,
pero que se siente a distancia del origen del mismo, generalmente
lejos del epicentro). La distribución del dolor referido por un
punto gatillo pocas veces coincide con la total
distribución de un nervio periférico o una
raíz, pero con frecuencia pueden simular la irradiación de un dolor producido por
compresión nerviosa o atrapamientos
; es por ello que
en algunos casos se les conoce con el nombre de dolores
"pseudoradiculares" [61].

Hoy sabemos que la causa más frecuente del
viejo concepto de la
prostatodinia es la disfunción del suelo
pélvico de origen miofascial. Nos encontraríamos
según Shafik ante un cuadro caracterizado por dolor
perineal persistente acompañado de frecuencia, urgencia,
disuria y alteraciones en el flujo urinario. En su
artículo propone una descompresión del NP [28].

TIPOS DE
PRESENTACIONES DEL SANP

-Solo dolor.

-Dolor con síntomas urinarios.

-Dolor con problemas a la
defecación.

-Dolor con disfunción eréctil y
eyaculatoria.

-Cualquiera de los anteriores juntos.

Con alteraciones funcionales sin dolor [18,
27,72].

Shafik reporta dos series de pacientes sin dolor,
pero con disfunción eréctil e hipoestesia o
anestesia de pene, periné y escroto. Las latencias del
nervio pudendo (PNTML) y del bulbocavernoso se encontraron
aumentadas. La descompresión del NP se mostró
eficaz para el tratamiento de la DE y la sintomatología
acompañante. También se sugiere que la causa
productora más probable en este caso seria el
estreñimiento crónico que conduce a una
subluxación del músculo elevador del ano y
posteriormente a una compresión del NP en el canal de
Alcock.

Loeser, experto en dolor, comenta que las
neuropatías por atrapamiento causan déficit
neurológico focal, dolor local e irradiado y parestesias.
Pueden presentarse loo tres componentes o no presentarse. Por
esto mismo, podemos encontrar una falta de correlación
entre los hallazgos clínicos y electrofisiológicos
[72].

DIAGNOSTICO DEL
ATRAPAMIENTO

  • Historia.

-Dolor pélvico al sentarse, pudiendo ser
menos intenso por la mañana e incrementarse a lo largo del
día. Los síntomas pueden disminuir de píe o
tumbado. El dolor puede ser perineal, rectal o en el área
del clítoris / pene; pudiendo ser unilateral o
bilateral.

-Disfunción sexual.  En mujeres y
hombres, se manifiesta como dolor o disminución de la
sensación en los genitales, perineo o recto
(hipoestesia).  El dolor puede ocurrir con o sin
roce. Puede producir anorgasmia.  En el hombre, la
disfunción se presenta como dolor durante la erección, dificultad para mantenerla o
dolor en la eyaculación.

-Dificultad al miccionar/ defecar. Los
pacientes pueden experimentar aumento de la frecuencia y urgencia
urinaria. Disconfor postvaciado. Pueden sentir movimientos
intestinales dolorosos. Dolor postdefecación. El
estreñimiento es frecuente.

-Sensación de pelota de golf en el
recto.

-Podemos encontrar con cierta frecuencia
incontinencia urinaria y fecal en diferentes graduaciones
[47].

-Normalmente nos vamos a encontrar con músculos doloridos, contracturados,
acortados, con puntos gatillo, bandas tensas y con aumento de
tono.

-Encontraremos dolorosa a la palpación la
salida del conducto de Alcock. Beco et al. utilizan una escala para
definir si el dolor cuando palpamos a la salida del canal es
significativo o no; para ellos es significativo si encuentran
dolor moderado-severo con signo de Tinel (reproducción del dolor y parestesias por la
presión del tronco nervioso) [47].

El test de la pinza
rodada o skin rolling test
es positivo a menudo, consiste en
desplazar piel y celular subcutáneo desde el ano hacia el
pubis, sobre el trayecto de las ramas del nervio pudendo. Al
realizar esta maniobra, se reproducirá el dolor en la zona
inervada. (Figura 3).

-Encontraremos una disminución de la
sensibilidad de la región perineal y anal [47].

Monografias.com

Figura 3

  • Estudios electrofisiológicos
    [10,48,49,50,51,52,60].

 

Para todos aquellos que quieran entender
claramente la neurofisiología del suelo pélvico
pueden leer un estudio en español
realizado por la Dra. Hernández-Hidalgo [60].

Por lo demás, debemos entender que el
estudio neurofisiológico del nervio pudendo abarca
estructuras nerviosas de tipo motor, sensitivo y
vegetativo
, en este sentido se aplican técnicas,
que intentan objetivar el estado de
esta vía desde el punto de vista funcional, informando de
la extensión y severidad del daño
neuropático, para ello se aplican pruebas
específicas para cada uno de los aspectos que deseamos
examinar:

  • Estudio de la vía motora (latencia
    motora distal del n. pudendo).

Es un test de conducción nerviosa motora.
No valora la extensión de la lesión. Para medir el
tiempo de
conducción se ha desarrollado un electrodo
específico desarrollado en el St. Mark"s London Hospital
(Drs. Kiff y Swash) de donde toma su nombre, mide el tiempo que
tarda un estímulo eléctrico en desplazarse desde
una porción distal del nervio pudendo hasta el
esfínter anal externo. Consiste en un sistema , formado
por un estimulador bipolar fijado en el extremo distal del dedo
índice de un guante y dos electrodos de registro situados
a 3 cm próximamente. Utilizando la vía rectal se
dirige el estimulador hacia la espina isquiática, quedando
situado el electrodo de registro sobre el Esfínter anal
externo. Con este método
existe una latencia normal de 2 msg. Figuras 3 y 4.

Monografias.com

Figura 4

Monografias.com

Figura 5

  • Estudio de la vía sensitiva
    somática.

  • Umbrales sensoriales: mediante
    estimulación eléctrica creciente sobre el
    nervio dorsal del pene o del clítoris, determinamos el
    umbral de percepción y el umbral del dolor, comparando
    los valores de estimulación del paciente, con sujetos
    normales, podemos determinar si estos se encuentran
    alterados.

  • Potenciales evocados sensoriales del
    nervio pudendo
    : Evalúa la vía sensitiva
    periférica y medular. Mide el tiempo que tarda un
    estimulo eléctrico en recorrer el nervio
    periférico, raíces posteriores de la medular
    cordones posteriores, hasta que recogemos la respuesta
    cerebral, a nivel parietal, este tiempo se sitúa en
    sujetos normales en torno a 40 msg. Figura 6.

Figura 6

Monografias.com

  • Estudio de la vía
    autonómica
    (Respuesta
    Simpático-Cutánea).

La evaluación
de la eferente simpática se realiza mediante la
estimulación de reflejos cutáneos, comparando la
respuesta a nivel de la mano y los genitales, mediante la
respuesta simpático-cutánea (RSC), ésta mide
la actividad refleja sudomotora como un cambio
transitorio en el potencial eléctrico de la piel. La RSC
tiene un componente central y periférico y depende de un
arco reflejo somato-simpático complejo, con componentes
medular, bulbar y suprabulbar; por esto se puede ver alterada
cuando hay una afectación de las fibras simpáticas
sudomotoras, pero también en lesiones de las vías
sensoriales aferentes, de las conexiones centrales o de las
propias glándulas sudoríparas. Se trata, por tanto,
de un reflejo multisináptico e intersegmentario, con un
sistema eferente que se cruza a varios niveles tanto del TE como
de la ME. Dado que la RSC puede ayudar a valorar lesiones
silentes de las fibras preganglionares, se ha recomendado su uso
clínico para investigación de trastornos vegetativos en
neuropatías periféricas como es el caso del
SANP.

  • Electromiografía de músculos
    dependientes del n. pudendo (bulbocavernoso, esfínter
    anal externo.).

Esta técnica mediante el análisis de la actividad del músculo
en reposo y durante la actividad voluntaria, nos permite
determinar si existe denervación sobre la estructura
muscular explorada, estableciendo si este suceso se encuentra
activo o si se ha cronificado. Mediante el estudio de distintos
grupos
musculares, podemos determinar la topografía de la lesión y así
poder precisar
el diagnóstico.

  • Reflejos sacros

Mediante esta técnica medimos el tiempo
que tarda en desencadenarse una contracción en el
músculo bulbo cavernoso, tras estimular
eléctricamente el nervio dorsal del pene o del
clítoris. Con esta técnica evaluamos las fibras
motoras y sensitivas del nervio pudendo, así como las
raíces y segmentos medulares situados entre S2- S4. En
sujetos normales este arco reflejo tarda entre 30 y 40 ms. Figura
7.

Bisschop describe a nivel investigativo
clínico otros reflejos sacros que nos ayudaran a delimitar
el lugar exacto del atrapamiento [10].

Monografias.com

Figura 7

CRITERIOS
DIAGNOSTICOS

La descripción y determinación de
criterios diagnósticos, para una entidad nosológica
determinada, permite al clínico una mejor
aproximación y abordaje del problema.

Clásicamente se ha utilizado este sistema
para la mejor comprensión, enseñanza, diagnostico y posible
tratamiento de síndromes complejos. El SANP no es una
excepción y aquí vamos a mostrar dichos criterios
[5].

1 criterio mayor + 2 criterios
menores.

2 criterios mayores.

7.1 Criterios mayores

1.Área dolorosa en terminación del
n. pudendo.

2. Reproducción del dolor al presionar el
tronco del n. pudendo (equivalente signo de Tinel).

3. Mejoría de al menos 12 horas tras
inyección de lidocaina en lugares anatómicos
concretos del recorrido del n. pudendo.

7.2 Criterios menores

1. Dolor neuropático.

2. Existencia de una posición dolorosa y/o
antiálgica (empeora sentado, mejora tumbado).

3. Existencia de un factor etiológico:
trauma, cirugía, parto, caída, deporte, etc.

4. Ausencia de otra causa de dolor área
pélvica

– Endometriosis.

– Miomas uterinos.

– Fibroma uterino.

DIAGNOSTICO
DIFERENCIAL

Nunca debe considerarse el compromiso pudendo
como neuropático hasta haber descartado totalmente la
posibilidad de patología orgánica, como
endometriosis, estreñimiento pertinaz de larga evolución, tumores invasivos de
órganos adyacentes, metástasis o várices
pelvianas, que son capaces de producir compresión o
invasión del canal de Alcock [14,15,16].

CARACTERÍSTICAS DEL DOLOR
NEUROPÁTICO

Al ser en el SANP el dolor neuropático el
síntoma guía, nos vamos detener y explicar sus
brevemente sus características según Woolf.

Muchos pacientes presentan dolor
paroxístico o persistente independientemente del estimulo.
Este dolor estimulo independiente puede ser como una descarga,
lancinante o quemante y puede depender de la actividad del
sistema
nervioso simpático.

La actividad espontánea del nociceptor de
las fibras C (amielinicas)se piensa puede ser el causante de la
sensación quemante y de la sensibilización de las
neuronas del asta posterior de la medula. Igualmente, la
actividad espontánea de las fibras A delta (mielinicas)
puede estar relacionada con las parestesias estimulo
independientes y ,después de la sensibilización
central, de las disestesias y el dolor.

El dolor como respuesta a estímulos es un
componente común de las lesiones del sistema nervioso
periférico y tiene dos características clave: la
hiperalgesia y la alodinia.

La hiperalgesia es una respuesta aumentada
a un estimulo doloroso y es el resultado de un proceso anormal de
la señal del nociceptor. La alodinia es una
sensación dolorosa ante un estimulo no nociceptivo y puede
producirse por dos vías: por la acción
de un umbral bajo de las fibras A en un sistema nervioso
central alterado por un lado o por una reducción del
umbral de las terminales nerviosas periféricas por otro
[4].

Los estudios sobre dolor pélvico
crónico en hombres han pivotado normalmente sobre las
características patológicas de la próstata;
olvidando muchas veces la neurofisiología del dolor. Lee
et al. postulan a las fibras C amielinicas como causantes del
dolor neuropático en estos pacientes, para ello se basan
en estudios electroneurológicos sobre la latencia de los
potenciales somatosensoriales evocados del NP, el reflejo
bulbocavernoso y los test se sensibilidad térmica perineal
[73,74].

CONCLUSIÓN

Se deduce en esta revisión que los
atrapamientos del NP son más frecuentes de lo que pensamos
y diagnosticados, aunque la frecuencia real se desconoce.

Las especialidades involucradas (urología,
ginecología, proctología, neurología,
algólogos….) deben hacer un esfuerzo para la
difusión de este síndrome tan invalidante y tan
poco conocido.

No debemos pasar por alto la importante
relación entre el SANP y el Síndrome de dolor
miofascial, pues muchas veces no sabremos quién llevo a
quién.

También, nos gustaría hacer un
llamamiento a las instituciones
sanitarias públicas para que pusieran los medios
necesarios para aliviar a los sufridos pacientes y a su
peregrinaje, en busca de soluciones que
no encuentran casi nunca.

BIBLIOGRAFÍA

  • 1. Amarenco G, Lanoe Y, Perrigot M,
    Goudal H. A new canal syndrome: compression of the pudendal
    nerve in alcock's canal or perinal paralysis of cyclists.
    Presse Med 1987;16(8):399.

  • 2. Shafik. A. Pudendal canal syndrome:
    description of a new syndrome and its treatment. report of
    seven cases. Coloproctology 1991; 13:102-109.

  • 3. Robert, et al. Neuropathic pain: a
    tunnel syndrome. Surg-Radiol Anat. 20:93,1998.

  • 4. Woolf, CJ & Mannion, RJ.
    Neuropathic pain: aetiology, symptoms, mechanisms, and
    management. Lancet 353, 1959–1964 (1999).

  • 5. Bautrant E, De Bisschop E,
    Vaini-elies V, Massonnat J, Aleman I, Buntinx J, et al. La
    prise en charge moderne des névralgies pudendales. a
    partir d'une série de 212 patientes et 104
    interventions de décompression. J Gynecol Obstet Biol
    Reprod (paris) 2003;32:705-12.

  • 6. Wallace JM. Update on pharmacotherapy
    guidelines for treatment of neuropathic pain. Curr Pain
    Headache Rep. 2007 jun;11(3):208-14.

  • 7. Harkins S, Linford J, Cohen J, Kramer
    T, Cueva L. Administration of clonazepam in the treatment of
    tmd and associated myofascial pain: a double-blind pilot
    study. J Craniomandib Disord 1991; 5:179-86.

  • 8. Max MB, Culnane M, Schafer SC, et al.
    Amitriptyline relieves diabetic neuropathy pain in patients
    with normal and depressed mood. Neurology 1987;
    37:589-96.

  • 9. Bryson HM, Wilde MI. Amitrptyline. a
    review of its pharmacological properties and therapeutic use
    in chronic pain states. Drugs & Aging 1996; 8:
    459-76.

  • 10. Bisschop E, Bautrant E. EMG: which
    one and why ? considerations regarding pudendal nerve
    terminal motor latencies (pntml).31 Meeting Annual of the
    International Urogynecological Association (IUGA 2006).
    Encontrado en internet:
    www.perineology.com/files/de-bisschop-athens2006.pdf

  • 11. Benson JT, Griffis K. Pudendal
    neuralgia, a severe pain syndrome. AM J Obstet Gynecol
    2005;192(5):1663-8.

  • 12. Shafik A, El-sherif M, Youssef A,
    Olfat ES. Surgical anatomy of the pudendal nerve and its
    clinical implications. Clin Anat 1995;8(2):110-115.

  • 13. Hollabaugh RS jr, Steiner MS,
    Sellers KD, Samm BJ, Dmochowski RR. Neuroanatomy of the
    pelvis: implications for colonic and rectal resection. Dis
    Colon Rectum 2000;43(10):1390-7.

  • 14. Nehme-shuster H, Youssef C, Roy C,
    Brettes JP, Martin T, Pasquali JL, et al. Alcock"s canal
    syndrome revealing endometriosis. Lancet 2005 ; 366 (9492):
    1238.

  • 15. Moser T, Scheiber-nogueira MC,
    Nogueira TS, Doll A, Jahn C, Beaujeux R. Neurological
    picture. pudendal nerve compression by pelvic varices:
    successful treatment with transcatheter ovarian vein
    embolisation. J Neurol Neurosurg Psychiatry 2006; 77(1):
    88.

  • 16. Thomas E, Abiad L, Cyteval C, Gallix
    B, Taourel P, Bruel JM, et al. Metastic pudendal nerve
    compression presenting as atypical sciatica. J Spinal Disord
    Tech 2002;15(4):324-5.3.

  • 17. Spinosa JP, De bisschop E, Laurencon
    J, Kuhn G, Dubuisson JB, Riederer BM .Sacral staged reflexes
    to localize the pudendal compression: an anatomical
    validation of the concept. Rev Med Suisse. 2006 oct
    25;2(84):2416-8, 2420-1.

  • 18. Shafik A. Pudendal canal
    decompression in the treatment of erectile dysfunction. Arch
    Androl 1994; 32(2):141-9.

  • 19. Shafik.A. Pudendal canal
    decompression in the treatment of urinary stress
    incontinence. Int Urognecol J.1994 v5 215-220.

  • 20. Mouchel J, Mouchel T, Zaka
    P.Trans-perineal pudendal nerve decompression. 31 Meeting
    Annual of the International Urogynecological Association
    (IUGA 2006). Encontrado en internet:
    www.perineology.com/files/mouchel-athens2006.pdf

  • 21. Beco J. Transperineal pudendal nerve
    decompression (pnd) with opening of the fascia linking the
    sacro-spinal and the sacro-tuberous ligament. feasibility
    study and first results in perineology. Encontrado en
    internet:
    www.perineology.com/files/iuga2006-poster-beco.pdf

  • 22. Mauillon J, Thoumas D, Leroi AM,
    Freger P, Michot F, Denis P. Results of pudendal nerve
    neurolysistransposition in twelve patients suffering from
    pudendal neuralgia. Dis Colon Rectum 1999;42(2):186-92.

  • 23. Robert R, Labat JJ, Bensignor M,
    Glemain P, Deschamps C, Raoul S, Hamel O. Decompression and
    transposition of the pudendal nerve in pudendal neuralgia: a
    randomized controlled trial and long-term evaluation. Eur
    Urol. 2005 mar;47(3):403-8.

  • 24. Robert R, Labat JJ, Lehur PA,
    Glemain P, Armstrong O, Le Borgne J, Barbin JY. Clinical,
    neurophysiologic and therapeutic remarks from anatomic data
    on the pudendal nerve in some cases of perineal
    pain.Chirurgie.1989;115(8):515-20.

  • 25. Merskey H. Prepared by the iasp
    subcommittee on taxonomy. classification of chronic pain:
    descriptions of chronic pain syndromes and definitions of
    pain terms. Pain.1986;3(suppl):s1-226.

  • 26. Serra J. Overview of neuropathic
    pain syndromes. Acta Neurol Scand.

1999;100(suppl):7-11.

  • 27. Shafik A. Pudendal canal
    decompression in the treatment of erectile dysfunction. 31
    Meeting Annual of the International Urogynecological
    Association (IUGA 2006). Encontrado en internet:

www.perineology.com/files/shafik-athens2006.pdf

  • 28. Shafik A. Pudendal canal
    syndrome. a new etiological factor in prostatodynia and its
    treatment by pudendal canal decompression. Pain Digest. 1998
    v8 32-36.

  • 29. Shafik A. Pudendal canal
    descompression for the treatment of fecal incontinence in
    complete rectal prolapse. Am Surg 1996;62(5):339-43.

  • 30. Shafik A.Role of pudendal canal
    syndrome in the etiology offecal incontinence in rectal
    prolapse. Digestion 1997; 58:489-493.

  • 31. Shafik A, Doss SH. Pudendal
    canal: surgical anatomy and clinical implications. Amer Surg
    1999; 65:176-180.

  • 32. Shafik.A. Pudendal canal syndrome as
    a cause of vulvodynia and its treatment by pudendal nerve
    decompression. Eur J Obstet Gynecol Reprod 1998 v80
    215-220.

  • 33. Shafik.A. Pudendal canal
    decompression in the treatment of urinary stress
    incontinence. Int Urognecol J 1994 v5 215-220.

  • 34. Shafik A, El-sherif M, Youssef A,
    Olfat E. Surgical anatomy of the pudendal nerve and its
    clinical implications. Clinical Anatomy 1995. v 8,issue 2,
    110-115.

  • 35. Kiff ES, Barnes PR, Swash M.
    Evidence of pudendal neuropathy in patients with perineal
    descent and chronic straining at stool. Gut.
    1984;25:1279–1282.

  • 36. Silbert PL, Dunne JW, Edis RH,
    Stewart-wynne EG. Bicycling induced pudendal nerve pressure
    neuropathy. Clin Exp Neurol.
    1991;28:191–196.

  • 37. Snooks SJ, Swash M, Mathers SE,
    Henry MM. Effect of vaginal delivery on the pelvic floor: a
    5-year follow-up. Br J Surg.
    1990;77:1358–1360.

  • 38. Benson JT, Mcclellan E. The effect
    of vaginal dissection on the pudendal nerve. Obstet Gynecol.
    1993;82:387–389.

  • 39. Ho YH, Goh HS. The
    neurophysiological significance of perineal descent. Int J
    Colorectal Dis. 1995;10:107–111.

  • 40. Andersen KV, Bovim G. Impotence and
    nerve entrapment in long distance amateur cyclists. Acta
    Neurol Scand. 1997;95:233–240.

  • 41. Antolak SJJ, Hough DM, Pawlina W,
    Spinner RJ. Anatomical basis of chronic pelvic pain syndrome:
    the ischial spine and pudendal nerve entrapment. med
    hypotheses. 2002;59:349–353.

  • 42. Pisani R, Stubinski R, Datti R.
    Entrapment neuropathy of the internal pudendal nerve. report
    of two cases. Scand J Urol Nephrol.
    1997;31:407–410.

  • 43. Robert R, Prat-Pradal D, Labat JJ,
    Bensignor M, Raoul S, Rebai R, Leborgne J. Anatomic basis of
    chronic perineal pain: role of the pudendal nerve. Surg
    Radiol Anat. 1998;20:93–98.

  • 44. Robert R, Brunet C, Faure A, Lehur
    PA, Labat JJ, Bensignor M, Leborgne J, Barbin JY. Surgery of
    pudendal nerve in various types of perineal pain: course and
    results. Chirurgie 1993-94;119(9):535-9.

  • 45. Benson JT, Griffis K. Pudendal
    neuralgia, a severe pain syndrome. Am J Obstet Gynecol
    2005;192(5):1663-8.

  • 46. Popeney C, Ansell V, Renney K.
    Pudendal entrapment as an etiology of chronic perineal pain:
    diagnosis and treatment. Neurourol Urodyn.2007 may 4.

  • 47. Beco J, Climov D, Bex M. Pudendal
    nerve decompression in perineology: a case series. Bmc Surg
    2004;30(4):15.

  • 48. Kiff E, Swash M. Slowed conduction
    in the pudendal nerves in idiopathic (neurogenic) faecal
    incontinence. Br J Surg. 1984 aug ;71 (8): 614-6.

  • 49. Kiff E, Swash M. Normal proximal and
    delayed distal conduction in the pudendal nerves of patients
    with idiopathic (neurogenic) faecal incontinence. J Neurol
    Neurosurg Psychiatry. 1984;47:820–823.

  • 50. Snooks SJ, Badenoch DF, Tiptaft RC,
    Swash M. Perineal nerve damage in genuine stress urinary
    incontinence. an electrophysiological study. Br J Urol.
    1985;57:422–426.

  • 51. Amarenco G, Adba MA, D. DB, Bosc S,
    Denys P, Lacroix P, Kerdraon J: Explorations
    neurophysiologiques périnéales. Dantec edition.
    Paris (France), ARUD; 1994

  • 52. Galaup JP. Dyschezia, pudendal
    neuropathy, and functional pelvico-perineal disorders. Prog
    Urol 2000;10(1):114-22.

  • 53. Rouviere. Anatomia Humana, vol. 2,
    tronco. 2005. Editorial Masson.

  • 54. Sobotta. Atlas de Anatomía
    Humana – vol. 2.Putz – Pabst. 2006.Editorial
    Panamericana.

  • 1. Shafik A, El Sibai O, Shafik IA,
    Shafik AA. Role of sacral ligament clamp in the pudendal
    neuropathy (pudendal canal syndrome): results of clamp
    release. Int Surg. 2007 jan-feb;92(1):54-9.

  • 2. Antolak S, jr. Observations on the
    transgluteal decompression of the pudendal nerve. 31 Meeting
    annual of the International Urogynecological Association
    (IUGA 2006). Encontrado en internet:
    www.perineology.com/files/antolak-athens2006.pdf

  • 3. Weiss J.Treatment options for
    persistent pain following pudendal nerve decompression
    surgery. 31 Meeting annual of the international
    urogynecological association (iuga 2006). Encontrado en
    internet: www.perineology.com/files/weiss-athens2006.pdf

  • 4. Weiss JM, Prendergast SA. Pitfalls in
    the effective diagnosis and treatment of pudendal nerve
    entrapment. Vision ipps,vol. 13, no 3, jan 2006.

  • 5. Prendergast SA, Weiss JM.. Physical
    therapy and pudendal nerve entrapment. Advance 2004;
    15:47

  • 6. González-Hidalgo M.
    Exploración neurofisiológica del suelo de la
    pelvis. Rev Neurol 1998; 26 (151): 432-438.

  • 7. Travell J, Simons D. Dolor y
    disfunción miofascial. El Manual de los Puntos
    Gatillo. Vol 2.1999. Ed. Panamericana.

  • 8. Butler DS. Movilización del
    sistema nervioso.2002. Ed. Paidotribo.

  • 9. Sunderland S. Nerves and
    Injuries.1976.Ed. Churchill Livingstone.

  • 10. Spinner RJ. Outcomes for peripheral
    nerve entrapment syndromes. Clin Neurosurg.
    2006;53:285-94.

  • 11. Eversmann W. Entrapment and
    compression neuropathies in Operative hand surgery. vol II.
    editor: DP. Green. Ed. Churchill Livingstone, Nueva York. pp.
    957-994.

  • 12. Mumenthaler M, Schliack H.
    Patología de los nervios periféricos. Ed.
    Toray, Barcelona, 1976. pp. 258-318.

  • 13. Ochoa J. Nerve fiber pathology in
    acute and chronic compression in Management of peripheral
    nerve problems. Editores Omer y Spinner. Ed. Saunders,
    Philadelphia, 1980. pp. 487-499.

  • 14. Spinner M. Management of nerve
    compression of the upper extremity in Management of
    peripheral nerve problems. Editores Omer y Spinner. Ed.
    Saunders, Philadelphia, 1980. pp. 569-590

  • 15. Stewart JD. Compression and
    entrapment neuropathies in Peripheral Neuropathy vol. II..
    editores Pick y Thomas. Ed. Saunders company, Philadelphia.
    1993.pp.993-996.

  • 16. Lumborg G. Nerve injurie and
    repair.1988. ed. Churchill Livingstone.

  • 17. Pessis E, Drapé JL,
    Guérini H, Bach F, Feydy A, Chevrot A. Nerve and
    vascular entrapment in athletes. J Radiol.2007 jan;88(1 pt
    2):156-71.

  • 18. Loeser J. Terapeutica del dolor.
    Bonica vol.II. 2003.pp-1858.ed. Mcgraw-Hill.

  • 19. Yang CC, Lee JC, Kromm BG, Ciol MA,
    Berger RE. Pain sensitization in male chronic pelvic pain
    syndrome: why are symptoms so difficult to treat?.J Urol.
    2003 sep;170(3):823-6; discussion 826-7.

  • 20. Lee JC, Yang CC, Kromm BG, Berger
    RE. Neurophysiologic testing in chronic pelvic pain syndrome:
    a pilot study. Urology. 2001 aug; 58(2): 246-50.

  • 21. Lien KC, Morgan DM, Delancey JO,
    Ashton-Miller JA. Pudendal nerve stretch during vaginal
    birth: a 3-d computer simulation. Am J Obstet Gynecol
    2005;192(5):1669-76.

  • 22. Hanno PM. Amitriptyline in the
    treatment of interstitial cystitis. Urol Clin North Am 1994;
    21:89-91.

  • 23. Hanno PM, Buehler J, Wein AJ.Use of
    amitriptyline in the treatment of interstitial cystitis. J
    Urol 1989; 141:846-8.

  • 24. Pranikoff K, Constantino G. The use
    of amitriptyline in patients with urinary frequency and pain.
    Urology 1998; 51:179-81.

  • 25. Chew DJ, Buffington CA, Kendall MS,
    Dibartola SP, Woodworth BE. Amitriptyline treatment for
    severe recurrent idiopathic cystitis in cats. J Am Vet Med
    Assoc 1998;213:1282-6.

  • 26. Sator-katzenschlager SM, Scharbert
    G, Kress HG, Frickey N, Ellend A, Gleiss A, Kozek-langenecker
    SA. Chronic pelvic pain treated with gabapentin and
    amitriptyline: a randomized controlled pilot study. Wien klin
    wochenschr. 2005 nov;117(21-22):761-8.

  • 27. Lema R.,Ricci PA. Atrapamiento del
    nervio pudendo: un síndrome por conocer. Rev Chil
    Obstet Ginecol 2006; 71(3),207-215.

  • 28. Le Tallec de Certaines H, Veillard
    D, Dugast J, Estebe JP, Kerdraon J, Toulouse P, Siproudhis L,
    Brissot R. Comparison between the terminal motor pudendal
    nerve terminal motor latency, the localization of the
    perineal neuralgia and the result of infiltrations. analysis
    of 53 patients.Ann Readapt Med Phys. 2007 mar;50(2):65-9.

  • 29. Kovacs P, Gruber H, Piegger J,
    Bodner G. New, simple, ultrasound-guided infiltration of the
    pudendal nerve: ultrasonographic technique. Dis Colon Rectum.
    2001 sep;44(9):1381-5.

  • 30. Gruber H, Kovacs P, Piegger J,
    Brenner E. New, simple, ultrasound-guided infiltration of the
    pudendal nerve: topographic basics. Dis Colon Rectum. 2001
    sep;44(9):1376-80.

  • 31. Thoumas D, Leroi AM, Mauillon J,
    Muller JM, Benozio M, Denis P, Freger P. Pudendal neuralgia:
    ct-guided pudendal nerve block technique.Abdom Imaging. 1999
    may-jun;24(3):309-12.

  • 32. Amarenco G, Savatovsky I, Budet C,
    Perrigot M. Perineal neuralgia and alcock's canal syndrome.
    Ann Urol (paris). 1989;23(6):488-92.

  • 33. Amarenco G, Lanoe Y, Ghnassia RT,
    Goudal H, Perrigot M. Alcock's canal syndrome and perineal
    neuralgia. Rev Neurol (paris). 1988;144(8-9):523-6.

  • 34. Labat JJ, Robert R, Bensignor M,
    Buzelin JM. Neuralgia of the pudendal nerve. Anatomo-clinical
    considerations and therapeutical approach. J Urol (paris).
    1990;96(5):239-44.

  • 35. Anderson RU, Wise D, SawyerT, Chan
    Ca. Integration of myofascial trigger point release and
    paradoxical relaxation training treatment of chronic pelvic
    pain in men. J Urol. 2005 Jul;174(1):155-60.

  • 36. Anderson RU, Wise D, SawyerT, Chan
    Ca. Sexual dysfunction in men with chronic
    prostatitis/chronic pelvic pain syndrome: improvement after
    trigger point release and paradoxical relaxation training. J
    Urol. 2006 oct;176(4 pt 1):1534-8; discussion 1538-9.

  • 37. Speed CA. Injection therapies for
    soft-tissue lesions.Best Pract Res Clin Rheumatol. 2007
    apr;21(2):333-47.

  • 38. Hsieh YL, Kao MJ, Kuan TS, Chen SM,
    Chen JT, Hong CZ. Dry needling to a key myofascial trigger
    point may reduce the irritability of satellite mtrps. Am J
    Phys Med Rehabil. 2007 may;86(5):397-403.

  • 39. Lavelle ED, Lavelle W, Smith HS.
    Myofascial trigger points. Med Clin North Am. 2007
    mar;91(2):229-39. review.

  • 40. Soga H, Nagata I, Murakami G, Yajima
    T, Takenaka A, Fujisawa M, Koyama M. A histotopographic study
    of the perineal body in elderly women: the surgical
    applicability of novel histological findings.int urogynecol.
    J Pelvic Floor Dysfunct. 2007 jun 14.

  • 41. Grigorescu BA, Lazarou G, Olson TR,
    Downie SA, Powers K, Greston WM, Mikhail MS.Innervation of
    the levator ani muscles: description of the nerve branches to
    the pubococcygeus, iliococcygeus, and puborectalis
    muscles.int urogynecol. J Pelvic Floor Dysfunct. 2007 jun
    13.

 

Autores:

Itza Santos F

Experto en dolor. Clínica del dolor.
Madrid

Zarza D

Neurofisiólogo. Hospital de Mostoles.
Madrid.

Salinas J

Urólogo. Hospital Clínico San
Carlos. Madrid.

Gómez Sancha F

Urólogo. Clínica del Rosario.
Madrid

Partes: 1, 2
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter