El Sistema Penal y Penitenciario, apuntes para una reflexión
- Introducción
- Panorámica
Actual. - Nuestro
país, alternativas - Sistema
Penitenciario Cubano - Conclusiones
- Bibliografía
Resumen
"La materia prima
para la penalización es inabarcable, infinita.",
mediante esta afirmación del Profesor de la
Universidad de
Buenos Aires
Eugenio Raúl Zaffaroni, la cual tomamos como punto de
partida para realizar un breve análisis de las características del
Sistema Penal y
Penitenciario desde su surgimiento, acercarnos un poco a la
actualidad mundial y a lo que nuestro país ha hecho en los
últimos años a fin de disminuir el número de
sancionados en prisión y lograr una real
reinserción de este a la sociedad. Las
sociedades
actuales, clasistas en su esencia engendran delincuencia y
su manifestación varía de un país a otro en
dependencia de las características de las penas y su
tratamiento, así como de la trascendencia que la sociedad
le de a este fenómeno, del cual depende mucho la voluntad
estatal.
Para el desarrollo del
presente trabajo se ha
hecho una recopilación y evaluación
de un conjunto de publicaciones nacionales e internacionales en
materia penal
y penitenciaria, así como la revisión de
códigos penales de diversos países, con el objetivo de
realizar varios apuntes al tema, es decir, reflexionar en cuanto
al sistema penal y penitenciario vigentes en la actualidad de
manera global y ofrecer algunas alternativas que contribuyan a
disminuir en nuestro país el número de sancionados
de acuerdo a la tendencia de
desinstitucionalización de la pena; así
como el uso del encarcelamiento y la creación de nuevas
figuras delictivas como única vía de control social
para responder al auge del fenómeno delincuencial, lo que
no debe ser la dirección actual de nuestra política penal;
constituyendo el resultado principal de este trabajo.
Introducción
Partiendo del hecho de que la historia del
derecho Penal, el de la penas y su tratamiento en su devenir
histórico han constituido un capítulo lamentable,
pero seguramente imprescindible, por el que a transitado la
humanidad y por otra parte la generalización de la pena de
encarcelamiento como la principal respuesta al delito, que se
considera generalmente un progreso en la historia de la humanidad,
que con la cárcel salió rápidamente
de la época atroz del castigo corporal y sobre todo de la
pena de
muerte, aplicada casi siempre como pena principal y
exclusiva, o sea, la prisión fue la alternativa a las
penas corporales y a la de muerte.
El avance doctrinario generalizado tanto en la
concepción del delito y de la culpabilidad
como medida del reproche, como de las políticas
tendientes a la Minimalización y aquellas que
tienden a dar respuestas diferentes de la privación de
libertad como
única forma de pena, no ha sido recepcionado por la
legislación en las últimas décadas de manera
contundente, aunque no es menos cierto que un grupo de
códigos penales de todo el mundo han incluido sanciones
¨ Alternativas ¨ que en la práctica no son
aplicables o el uso de ellas es relativamente insignificante,
demostrado a partir de la superpoblaciones en las cárceles
de estos países, realidad latente en las regiones del
área y a la que en alguna medida nuestro país no ha
estado
ajeno.
La cárcel como hoy la conocemos, tiene cerca de
doscientos años de existencia. Ella surgió como
respuesta más humana a la pena frente a los azotes,
grilletes, cepo, amputaciones, estigmas visibles, tormento, la
esclavitud y
la muerte.
Desde los penitenciaristas ingleses John Howard y Jeremie
Bentham, se comenzó a buscar otra propuesta de castigo
frente a la horrenda conducta con que
el sistema sancionatorio de entonces respondía. Sin
embargo, ello significó al mismo tiempo el
punto oscuro del siglo de las luces (1), ya que ha llevado a
generar una situación carcelaria que se hace insoportable
para el grado de sensibilidad y civilización actual.
Entre tanto, las Naciones Unidas
en las últimas décadas han tratado de dar un
seguimiento serio y riguroso, constatando la efectividad del
cumplimiento de los compromisos asumidos por las naciones que han
firmado y ratificado los diferentes Tratados en
materia de tratamiento
penitenciario. Se trata de comprobar si han hecho efectivas
las reformas dentro de sus propias fronteras y determinar si el
progreso manuscrito se traduce en un progreso real, por el
funcionamiento efectivo y leal de los sistemas
Guy Petit, J. "Obscurité de lumiere les
prisons d' Europe d'aprés Howard autour de 1780",
Criminologie, Vol. XXVIII, No. 1, Press. Univ. Montreal, 1995,
págs. 5 a 22.
impuestos, en especial nuestro país ha ratificado
Convenciones y Tratados
Internacionales tendientes al reconocimiento de la dignidad
humana y de los derechos del hombre y sus
disposiciones aparecen cada vez más reflejadas en nuestra
legislación
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