Acercamientos a la educación y su integración a la cultura en Cuba
Resumen
El pensamiento filosófico y
educativo es proceso y producto de la actividad
humana sobre el mundo objetivo en general y proceso
educativo para el desarrollo de conceptos,
juicios, teorías que permiten
explicar la realidad y transformarla a partir de la acción del hombre, con vistas a descubrir
las relaciones sujetas a ley en el ámbito social, en
general, y escolar, en particular. El reflejo clave de la
pedagogía cubana ha sido
concebir la escuela en el contexto más
amplio de la sociedad para poder contribuir de modo
más eficaz al objetivo de preparar al hombre para la vida y
ponerlo en consonancia con su pueblo y con su tiempo. La orientación
que viene de la tradición intelectual está dirigida
precisamente a la búsqueda de la integridad de las esferas
de la cultura, la ciencia y la educación. Desde la antigüedad
se procuraba por el desarrollo de la cultura en el ser humano
como fuente inagotable del conocimiento.
Desarrollo
Desde que se inició la colonización de
América, la Iglesia Católica, con su
religión y su filosofía e incluso su
fuerza económica,
representó el factor sustentador inicial del dominio de España sobre las tierras del
Nuevo Mundo. Con la Iglesia Católica vino la filosofía
escolástica, que era la filosofía de las altas capas de
la sociedad feudal, en varios países europeos, hasta los
siglos XVII y XVIII.
La función fundamental de la
filosofía escolástica era fundamentar, sistematizar y
defender la ideología
eclesiástica oficial; desempeñaba el papel de servidora
de la teología, propugnaba la fe como límite del
conocimiento, el fanatismo religioso y la intolerancia hacia la
independencia de criterios. En
el campo de la actividad intelectual era apoyada por los poderes
civiles y eclesiásticos. La escolástica se
caracterizaba por su idealismo y formalismo
exagerados. La palabra escolástica se convirtió en
expresión de conocimiento formal, dogmático, con escaso
valor
científico.
El mantenimiento de la
filosofía escolástica como fundamento sobre el cual se
erigió la enseñanza en las
universidades, colegios y seminarios fue causante del atraso
científico de estas instituciones de educación, porque en ellas
prevaleció una política educacional de negación
de la creatividad individual e
intelectual y la búsqueda científica, la
repetición de textos autorizados por la iglesia considerados
la suma de todos los conocimientos, el memorismo, la
negación de la ciencia de lo
particular.
La iglesia como institución es la que obstaculiza
la difusión de las ideas humanistas que en esos momentos
están haciendo irrupción en Europa.
El pensamiento filosófico y educativo es proceso y
producto de la actividad humana sobre el mundo objetivo en
general y el proceso educativo para el desarrollo de conceptos,
juicios, teorías que permiten explicar la realidad y
transformarla a partir de la acción del hombre, con vistas a
descubrir las relaciones sujetas a ley en el ámbito social,
en general, y escolar, en particular. Tal y como plantea Carlos Marx (1818-1883), la
conciencia filosófica es
apropiación práctica e intelectual del mundo con
carácter sintético
totalizador. Desde esta posición se puede afirmar que
implica el conocimiento general sobre
las leyes de la naturaleza, la sociedad y el
propio pensamiento.
En las etapas más tempranas de las sociedades de clases cuando
comenzó a manifestarse con cierta fuerza el desarrollo
cultural elemental, en especial en las sociedades esclavistas que
alcanzaron mayor nivel artístico, cultural e intelectual, en
la idea de la cultura estaban incluidas todas las ramas del saber
humano. Este es un aspecto sustantivo de lo que más tarde
pasó a llamarse cultura humanista. Incluso, en
el Renacimiento europeo de los
siglos XV y XVI, con el resurgir de la cultura clásica, sus
diferentes ramas se concibieron profundamente interrelacionadas.
Las más grandes figuras de este período, a la vez que
artistas, disponían de un dominio técnico de otros
aspectos de la cultura. La ausencia de libertad hacía muy
difícil que se abrieran paso ideas para el florecimiento
espiritual del hombre.
Durante el siglo XIX cubano estuvieron presentes las
ilustradas reflexiones filosóficas y pedagógicas de
José Agustín
Caballero (1771-1835), Félix Varela (1788-1853),
José de la Luz y
Caballero (1800-1862), José Martí (1853-1895),
Enrique José Varona (1849-1933). José Agustín
Caballero preconizó reformas educativas a todo
nivel, sobre todo la superación de las ciencias y la filosofía
del tutelaje teológico, introducción de
experiencias físicas en la enseñanza, propuso la
creación de escuelas gratuitas para niños desvalidos, la
escuela elemental pública cubana, demostró la
importancia que en el trabajo del maestro tienen
el desarrollo activo y creador y llevó a cabo el método
lógico-analítico en sus alumnos. Félix Varela fue
el primero entre los cubanos en asumir una actitud radicalmente
revolucionaria en política y en educación. Ejerció
la docencia durante diez
años, en los cuales defendió la necesidad de la ilustración del pueblo
como una exigencia social, inició en Cuba la enseñanza de las
ciencias físicas y naturales, introdujo el método
explicativo, combatió la memorización, recomendó
la experimentación y la inducción como vías
verdaderas del conocimiento, eximía a la escuela primaria de
la enseñanza religiosa. Hubo otras personalidades que
hicieron aportes a la educación cubana: Álvaro Reinoso
(1829-1889), maestro, científico, investigador
físico-químico y agrónomo con logros de
repercusión universal; Rafael Morales "Moralitos"
(1845-1872), maestro y combatiente independentista con una
pródiga ejecutoria literaria y propagandística; Rafael
María de Mendive (1821-1886), maestro reformador de la
enseñanza imperante y partidario de la enseñanza
práctica.
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