¿Creatividad e innovación? O ¿Innovación y creatividad? Análisis de una relación
- Presentación
- Selección
del eje de análisis - El
eje de análisis del proceso - A
manera de cierre - Referencias
Resumen
En el presente artículo se analiza la relación
entre los términos creatividad e
innovación a partir de cuatro ejes de
análisis: persona, proceso,
producto y
ambiente. Los
resultados obtenidos del análisis permiten reconocer las
similitudes entre ambos, su posible complementariedad pero
también la diferencia central que conduce a afirmar que el
término innovación es el de más amplio
espectro.
Presentación
El interés
por elaborar el presente trabajo surge
de la confluencia de dos situaciones que, en mayor o menor
medida, me fueron obligando a convertir este tema en objeto de
análisis y reflexión personal.
Una primera situación se derivó de la lectura del
libro "La
revolución
del aprendizaje"
(Dryden y Vos, 2002) ya que al leer el capítulo cinco,
referido a la creatividad, pude observar, con algo de asombro,
que los autores inician mencionando el término creatividad
y terminan mencionando al término innovación sin
hacer ninguna aclaración o distinción al respecto,
de hecho los utilizan como sinónimos.
Esta situación, ajena a mi intencionalidad y cuya
aparición fue meramente circunstancial, fue suficiente
para despertar mi interés; en ese sentido, inicié
una primer revisión de la literatura que me
llevó a identificar una segunda situación: la
innovación como indicador de la creatividad (Ortiz,
2003; y Santaella, 2006), bajo esta perspectiva la
innovación era un rasgo de la creatividad.
Estas dos situaciones, en su simplicidad y apertura,
constituyen el detonante de mi interés cognoscitivo, el
cual focaliza su atención en la necesidad de establecer la
relación existente entre estos dos términos.
Selección
del eje de análisis
Para definir la creatividad existen tres tendencias: a) una
primera tendencia centra su atención en un aspecto de la
creatividad, al cual consideran esencial, normalmente lo
contemplan como un proceso subjetivo de orden psicológico,
lo que hace que no se preocupan en discutir aspectos
aledaños a la misma; en este tendencia se encuentra la
definición clásica ofrecida por Guilford (en
Santaella, 2006) que define a la creatividad como una forma de
pensamiento
que se desencadena a partir de la percepción
de un problema; b) una segunda tendencia centra su
atención en la dialéctica proceso-producto, sea
para enfatizar uno u otro o para abordar la interdependencia
entre ambos; un análisis que aborda el proceso, pero a la
vez el producto, creativo lo proporciona Goñi (2000), y c)
una tercera tendencia intenta plantear o recuperar los diferentes
ámbitos o ejes de análisis donde se encuentra
presente la idea de la creatividad (Monreal, 2000 y Muñoz,
2004).
Para efectos de este trabajo me adscribiré a la tercera
tendencia y a partir de ello considero que la creatividad puede
ser definida a partir de cuatro ejes de análisis: la
persona, el proceso, el producto y el ambiente (Muñoz,
2004). Un primer análisis derivado de esta toma de
posición me lleva a concluir que si partimos del eje
persona, producto o ambiente se tendrían problemas
básicos para diferenciar entre innovación y
creatividad ya que:
a) El análisis de los rasgos de la
personalidad realizado en los dos campos de estudios se
sitúan en diferente nivel de análisis: en el caso
de la creatividad son rasgos del pensamiento (Santaella, 2006) y
en el caso de la innovación son rasgos de la personalidad
(Ríos, 2004).
Más allá del nivel de análisis abordado
se puede afirmar que los rasgos de personalidad de una persona
creativa se podrían utilizar en mayor o menor medida, sin
ningún problema, para definir a una persona innovadora; en
ese sentido, indicadores
como la originalidad, la fluidez, la iniciativa, la flexibilidad
y la sensibilidad, entre otros, pueden ilustrar las capacidades
presentes tanto en una persona creativa como en una persona
innovadora.
Por otra parte los rasgos que se les atribuyen a las personas
innovadoras también pueden ser trasladables, en mayor o
menor medida, a las personas creativas, como sería el caso
de las características de logro, orden, autonomía,
dominio,
cambio,
persistencia, entre otras
De manera particular creo que estos dos conjuntos de
rasgos pueden ubicarse en un continuo que ilustraría
perfectamente la complementariedad de estos dos términos:
en un extremo se ubicarían las características de
los proceso de pensamiento que definen un estilo cognoscitivo de
los sujetos creativos, mientras que en el otro extremos se
situarían los rasgos externos que definen la personalidad
de un sujeto innovador.
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