- Proceso
del planeamiento del desarrollo y del presupuesto
participativo
Articulación del plan de desarrollo concertado, plan
estratégico institucional y presupuesto
participativo
Programación participativa del
presupuesto
Los mecanismos de vigilancia participativos y responsabilidad
del proceso
Conclusiones
Bibliografía
Introducción
Un aspecto fundamental del proceso participativo es el
referido a la planificación, dada la
importancia en el desarrollo sostenible,
constituyéndose en un instrumento de cambio progresivo y continuo
hacia mejores niveles en la calidad de vida de los
habitantes de un territorio, cuidando mejorar las capacidades de
desarrollo (recursos naturales, recursos humanos, recursos productivos y capital social), para asegurar
un crecimiento permanente.
El desarrollo local implica desencadenar un proceso
promovido y asumido por todos los actores e individuos de un
territorio; se orienta a optimizar y racionalizar el potencial
humano, los recursos institucionales, ambientales, sociales,
económicos y culturales de un territorio, de una forma
equilibrada y sostenible. Para tal fin será importante
desarrollar una adecuada definición de objetivos estratégicos y
priorización de acciones y proyectos que permitan aprovechar
los recursos existentes de manera concertada entre los distintos
actores públicos y de la sociedad civil, así como la
coordinación entre los
distintos niveles de gobierno.
Asimismo, es necesario perfeccionar la
interrelación entre los Gobiernos Regionales y los Gobiernos
Locales, a fin que los procesos en la región se
desarrollen de manera articulada. Para ello será importante
que desde cada ámbito y nivel de gobierno, tomen en cuenta
la visión nacional, regional y local y que consideren los
acuerdos alcanzados y las propuestas adoptadas en sus propios
procesos participativos, a fin que se produzca una retroalimentación entre
los procesos de las respectivas circunscripciones.
Para asegurar la calidad de la inversión sólo deben
priorizarse proyectos que puedan ser viables y sostenibles; es
decir que satisfagan las necesidades básicas de la población en el
ámbito de la competencia de cada nivel de
gobierno, así como, el desarrollo de potencialidades
orientadas a la generación de ingresos locales; ello con el
compromiso de mejorar progresivamente el capital regional y
local; para este fin, es importante plantear e identificar
correctamente los problemas, necesidades y
potencialidades, que permitan avanzar efectiva y progresivamente
hacia la mejora del bienestar y la equidad social.
CAPÍTULO I
Proceso del planeamiento del
desarrollo y del presupuesto participativo
El proceso de globalización conlleva a
desafíos que estamos llamados a transformar en
oportunidades; en esta tarea la participación ciudadana
en la gestión pública,
constituye una de las iniciativas que vienen desarrollándose
en las últimas décadas y que juegan un rol
transformador para construir un nuevo esquema de desarrollo
sostenible con justicia social.
En este marco, el Proceso Participativo se constituye en
un mecanismo de desarrollo regional y local, a través de un
conjunto de acciones que incluye la participación de la
población en el proceso de toma de decisiones, como elemento
primordial. Los productos más importantes
del Proceso Participativo son el Plan de Desarrollo Concertado y
el Presupuesto
Participativo.
La planificación es un proceso en el cual se
formula y maneja instrumentos orientados al desarrollo, así
como definir cambios transcendentales que conducirán a la
Visión y a la ejecución de Objetivos Estratégicos
de mediano y largo plazo, orientados a la mejora sustancial y
continua de la calidad de vida de las personas. El planeamiento del desarrollo debe
garantizar que el proceso local se caracterice por tener una
clara distribución de roles y
responsabilidades de los actores públicos y privados,
así como el uso eficaz y adecuado de los recursos
naturales.
En este marco corresponde al Gobierno Regional y al
Gobierno Local, generar y garantizar las condiciones favorables
para promover la inversión privada, así como
también espacios y condiciones para que se genere capital
social; es decir, promover el desarrollo de la identidad local, de la
confianza entre los ciudadanos, el rescate de valores en la sociedad, igualdad de oportunidades e
inclusión social o la equidad de género entre la
población.
En este marco, los gobiernos regionales y gobiernos
locales deben generar un cambio económico y social. La organización y desarrollo
del proceso participativo bajo la conducción de los CCRs y
CCLs responderán a una articulación sistémica de
los agentes participantes (actores locales, regionales y otros),
incluyendo a los sectores del estado, con el fin de generar
relaciones de sinergias, complementariedad y mayor eficiencia del proceso; lo que
permitirá mejorar la calidad de los Planes de Desarrollo
Concertado y los Presupuestos Participativos.
Esta perspectiva sistémica será considerada en cada
circunscripción y entre los niveles provincial, regional y
local.
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