- Objetivos del
trabajo - La salud mental en El
Salvador - Salud e
higiene mentales - Patología
psíquica - Profesionales
involucrados en la salud mental - Estrategias
de intervención en salud mental - Las
psicoterapias populares - El
enfoque terapéutico materialista
alternativo - Conclusiones
- Bibliografía
- Inventario
de signos y síntomas
Salud mental, patología
psíquica, y psicoterapias populares
Introducción
El presente trabajo hace
tan abordaje de la problemática de la salud mental como
concepto y
como realidad en el ámbito mundial y desde la óptica
salvadoreña en particular, a fin de hacer referencia a las
estrategias de
intervención ensayadas por diferentes países y por
diferentes corrientes del pensamiento
psicológico, buscando establecer cuáles resultan
más viables para nuestro país en su presente
coyuntura y de cara a las futuras necesidades que deba enfrentar
la población, y las cuáles
deberá contribuir a resolver el profesional de la salud mental.
Cuándo intervenir, cómo intervenir y con
qué recursos se
hará no depende sólo de planteamientos
teóricos o de escuelas de pensamiento psicológico o
de estrategias terapéuticas, por lo que no es objeto de
este trabajo presentar un modelo
único de intervención psicológica, sino
más bien reforzar la necesidad de un enfoque que siendo
científico sea también alternativo, popular,
democrático, preventivo y colectivo. Cómo hacer eso
dependerá de los interesados.
Objetivos del
trabajo
OBJETIVO GENERAL:
Establecer la problemática psicológica
actual de El Salvador y
las estrategias de intervención para el alivio de la
misma.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS:
l. Establecer la problemática psicológica
actual de El
Salvador.
2. Hacer una breve referencia a las estrategias de
intervención científica más usuales en el
abordaje de la problemática psicológica.
3. Hacer una breve referencia a las estrategias
alternativas de intervención científica en el
abordaje de la problemática psicológica.
4. Considerar algunas de las prácticas de la
tradición popular en el tratamiento de los
desórdenes mentales.
5. Proponer una alternativa para el abordaje de la
problemática psicológica local.
CAPÍTULO1:
La salud mental en El
Salvador
La salud mental es un área de la salud cuya
importancia en el ámbito nacional aparentemente comienza a
ser reconocida, puesto que en realidad es mayor la publicidad que se
hace de la problemática psicosocial nacional, que las
manifestaciones de apoyo o reconocimiento a la labor del
psicólogo. Es decir, que las acciones
institucionalizadas de respaldo a las acciones de los
trabajadores de la salud mental, no son acompañadas de
recursos económicos suficientes, que permitan una buena
disposición de recursos en general, para apoyar acciones
tendientes a propiciar la salud mental de la población.
Esto es así tanto si examinamos enfoques preventivos como
curativos.
El Salvador no a sido capaz de superar, hasta la fecha,
las secuelas de la guerra civil
de fines del siglo XX, ni lo será en un periodo breve,
pues la violencia
institucionalizada que se generó como resultado del
agravamiento del conflicto
econ6mico, social y político salvadoreño, no ha
terminado con la guerra. Pese a que los Acuerdos de Paz entre el
GOES y el FMLN fueron firmados el 16 de enero de l992 en
Chapultepec (México),
la postguerra ha resultado aún más dura para una
población que no ve un asidero o una esperanza real que le
permita superar sus precarias condiciones de vida y que, por
tanto, se siente temerosa ante su presente y no puede augurarse
ningún buen futuro; especialmente cuando la crisis
económica, socia1 y política tiende a
agudizarse y se teme que puedan resurgir grupos disidentes
armados que busquen presionar al gobierno central
y a los gobiernos municipales para que no incrementen el costo de la vida
ni permitan la privatización de los bienes
públicos.
Las cifras de casos de personas con problemas de
salud mental que cada día conocemos se hacen más y
más alarmantes. A través de los medios de
comunicación nos enteramos de la frecuente violencia
intrafamiliar, de la abundancia de niños
en situación de riesgo, del
incremento de niños huele pega, del flagelo de las
pandillas juveniles o maras, de la proliferación de
prostíbulos y de1 auge delincuencial, en
general.
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