Totalitarismo e individualismo: dos visiones de sociedad. Análisis popperiano al modelo de sociedad platónica
La justificación hedonista del programa político
platónico
De la "sociedad cerrada" a la "sociedad abierta".
La transición de la "sociedad cerrada" a la "sociedad
abierta"
El movimiento patriota
La gran generación y la fundación del
individualismo
La crítica socrática
Los conflictos de Platón
Los enemigos del individualismo
La sociedad abierta
Bibliografía
Resumen
Individualismo, Humanitarismo, Justicia
Igualitaria, Justicia Totalitaria y Sociedad
Abierta son los principales postulados que conforman el análisis socio – político que
Karl R. Popper le hace al modelo de
sociedad presentado por Platón.
Este análisis se encuentra en los textos de Popper "La
Sociedad Abierta y sus Enemigos" (Tomos 1 y 2). En ellos se
considera que la idea de sociedad platónica tiende a un
modelo de Sociedad Cerrada, negadora del principio
socrático (y de otros miembros de la llamada "gran
generación ateniense") de individualidad racional,
condición necesaria para que se produjera la
transición de la sociedad tribal griega al modelo griego
de democracia.
Desde esta perspectiva de individualidad racional el autor tiende
hacia una justificación de los actuales modelos de
sociedades
neoliberales, negando el carácter histórico de los postulados
de Platón,
concebidos para un momento en que Grecia se
encontraba en una profunda crisis social
y política.
Para Popper la sociedad es un escenario de individualidades que
luchan, desplazándose unos con otros, por controlar las
riendas del poder, pero,
asombrosamente, sin perder la fe en la razón, en la
libertad y en
la hermandad de todos los hombres; de este modo, plantea Popper,
se estaría preservando el concepto de
justicia (felicidad) igualitaria en oposición a la
justicia platónica concebida como la felicidad, no de
individualidades o clases, sino la de todo el conjunto.
La
justificación hedonista del programa político
platónico
Para su análisis sobre el estado
platónico, Popper revisa la idea de la felicidad, tratando
de encontrar los motivos que indujeron a Platón a
presentar su modelo de sociedad.
Popper no sólo condena a Platón, sino que, busca
las causas que llevaron a este a tomar esa actitud. A la
vez, hace un examen, de cómo Platón, siendo el
discípulo predilecto de Sócrates,
formula unas concepciones que significan la oposición a
las enseñanzas socráticas. Reconoce la gran
capacidad sociológica de Platón y a pesar de
considerar errónea la salida propuesta por éste, le
reconoce el mérito de haber sabido, en todo momento, a
cual problema se estaba enfrentando, qué era lo que estaba
mal en la sociedad ateniense, para luego elaborar un diagnóstico y proponer el remedio que
creyó más adecuado.
En esta misma parte de sus explicaciones, Popper hace una
revisión del papel desempeñado por Sócrates
en la transición de la denominada "Sociedad Cerrada", a la
"Sociedad Abierta".
Popper cita a Crossman (I), según el cual el programa
político de Platón es en esencia "un plan para
construir un estado
perfecto, donde todos los ciudadanos sean realmente felices". La
actitud crítica
de este autor lleva a considerar a la filosofía platónica como el ataque
más salvaje y profundo que haya visto la historia contra las ideas
liberales. Según Crossman la doctrina política
platónica tiene grandes similitudes con el totalitarismo
moderno, pero se distingue netamente de éste por sus
objetivos de
felicidad para los ciudadanos y el imperio de la justicia (aunque
esa justicia, sea duramente cuestionada).
El tratamiento platónico de la felicidad es
análogo al tratamiento de justicia popperiana y se basa en
el supuesto de que la sociedad, por su propia naturaleza, se
halla dividida en clases. La verdadera felicidad, dice
Platón, sólo se da cuando cada quien ocupa el
puesto que le corresponde. La auténtica felicidad se
orienta no en la felicidad de los individuos ni de una clase, sino en
la de todo el conjunto. Según Popper, esta idea de
felicidad es el resultado de la tesis de la
justicia totalitaria, sólo este tipo de justicia puede
llevar a la auténtica felicidad como Platón la
concibe.
En opinión de Popper, a pesar de los deseos de
Platón de lograr que sus ideas penetraran a través
de una bien planeada propaganda, se
puede decir que es muy probable que el interés
platónico de hacer felices al estado y a sus ciudadanos,
no fuera pura propaganda. Al respecto dice: "…creo que
Platón encontró, con profunda sagacidad
sociológica, que sus contemporáneos sufrían
una ruda tensión y que esta tensión obedecía
a la revolución
social que se había iniciado con el surgimiento de la
democracia y el individualismo. Platón logró
descubrir las principales causas de su infortunio tan
profundamente arraigado -los cambios y las discordias Sociales- e
hizo todo lo posible para combatirlas. No hay razón para
dudar que uno de los motivos más poderosos que lo movieron
en esta lucha fue el deseo de recuperar la felicidad de sus
ciudadanos" (Popper, 1984).
De la "sociedad
cerrada" a la "sociedad abierta".
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