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Análisis del contenido aminoacídico de los alimentos con fines nutricionales




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    Indice
    1.
    Introducción.

    2. Métodos de análisis de
    aminoácidos en alimentos.

    3. Técnicas de separación
    de aminoácidos

    4. Reactivos de
    derivatización.

    5. Derivatización
    pre-columna frente a post-columna

    6.
    Bibliografía.

    1.
    Introducción
    .

    Los aminoácidos, péptidos y proteínas
    son componentes importantes de los alimentos. Por un
    lado proporcionan los elementos necesarios para la síntesis
    proteica. Por otro lado, los aminoácidos y péptidos
    contribuyen directamente al sabor de los alimentos y son
    precursores de los componentes aromáticos y las sustancias
    coloreadas que se forman mediante las reacciones térmicas
    y/o enzimáticas que ocurren durante la obtención,
    preparación y almacenamiento de
    los mismos.
    Aminoácido. Los aminoácidos son ácidos
    carboxílicos que contienen un grupo amino.
    Existen unos cien en la naturaleza. En el
    hidrolizado total de las proteínas
    existen veinte aminoácidos que tienen, con algunas
    excepciones, la fórmula general siguiente:
    R-CH-COOH
    NH2

    En el caso más sencillo, el radical R es un
    átomo
    de Hidrógeno (ácido aminoacético o glicina),
    en los demás aminoácidos R es un resto
    alifático, aromático o heterocíclico, que
    puede ser portador de otros grupos
    funcionales.
    Existen diez aminoácidos, denominados aminoácidos
    esenciales, que el organismo es incapaz de sintetizar y que deben
    ser aportados por la alimentación. El
    organismo no los puede sintetizar porque carece del mecanismo
    necesario para elaborar los cetoácidos correspondientes;
    se ha comprobado que si se le suministran éstos y sales de
    amonio es capaz de elaborarlos.
    Los aminoácidos constituyentes de las proteínas
    son, aproximadamente, veinte: alanina, arginina, asparagina,
    ácido aspártico,
    cisteína, ácido glutámico, glutamina,
    glicina, histidina, isoleucina, leucina, lisina, metionina,
    fenilalanina, prolina, serina, treonina, triptófano,
    tirosina y valina.
    Todos ellos son aminoácidos excepto dos, que son
    iminoácidos, la prolina y la hidroxiprolina, que
    también pueden considerarse como aminoácidos por su
    similitud estructural. Se les llama aminoácidos porque el
    grupo amino
    está unido al carbono de la
    cadena que es, por convenio, el átomo de
    carbono
    adyacente al grupo carboxilo.
    Los aminoácidos contienen tantos grupos ácidos
    como básicos, por lo que tienen propiedades ácidas
    y básicas débiles y se les llama anfolitos. Se
    comportan como anfipróticos porque pueden aceptar o donar
    electrones. Las moléculas de aminoácidos
    transportan una carga negativa y otra positiva, lo que da como
    resultado una carga total nula, esta forma se conoce como
    "zwitterion" del aminoácido. La carga total transportada
    por un aminoácido depende del pH de la
    solución y de los valores de
    la constante de acidez de los grupos ionizables presentes. Si el
    pH es mucho
    mayor que el valor de la
    constante de un grupo, se libera un protón y la
    molécula tendrá una carga negativa, pero si el pH
    es menor, tendrá carga positiva. El hecho de que a
    diferentes valores de pH
    el aminoácido tenga distintas formas y lleve distintas
    cargas netas se utiliza en muchos métodos
    analíticos, como en la electroforesis y en la cromatografía de intercambio iónico.
    El punto iso-iónico de una molécula es el pH
    en el que el número de cargas negativas debidas a los
    protones perdidos es igual al número de cargas positivas
    debidas a los protones ganados, entonces predomina la forma
    zwitteriónica. El punto isoeléctrico es el pH en el
    que las moléculas no presentan migración
    en un campo
    eléctrico y puede determinarse experimentalmente por
    electroforesis; en los aminoácidos es igual que el punto
    iso-iónico.

    Un aspecto importante en el análisis de los aminoácidos es el
    hecho de que no se pueden detectar en el visible-UV. Existen
    varios reactivos que reaccionan con los aminoácidos dando
    compuestos coloreados o fluorescentes y que, por tanto, pueden
    utilizarse para análisis cualitativos o cuantitativos. Esto
    es lo que se denomina derivatización de los
    aminoácidos. Los métodos
    fluorimétricos tienen muchas ventajas respecto a la
    espectrofotometría para el análisis de
    aminoácidos.
    Necesidades proteicas. Se requiere un criterio para fijar
    las necesidades o exigencias en proteínas para el ser
    humano. Por ello se establece una "proteína de referencia"
    o "patrón".
    Conocida la composición en aminoácidos de las
    proteínas de los distintos alimentos que se consumen y
    cuales han demostrado poseer mayor valor
    biológico, a saber: la de la leche, la del
    huevo y las de la carne; y teniendo en cuenta la
    composición cuali-cuantitativa en aminoácidos, se
    ha adoptado dicha "proteína de referencia" o
    "patrón".

    En la calidad de las
    proteínas influye el contenido en aminoácidos
    esenciales, y es importante la presencia de "limitantes". En
    efecto, se llama así al aminoácido esencial que en
    una proteína dada se encuentra en cantidad relativa
    más baja con respecto a la proteína patrón
    porque limita el aprovechamiento de esa proteína a los
    fines biológicos.
    Es importante determinar el contenido en aminoácidos, en
    conjunto, para estimar el grado de proteólisis
    enzimática que ha sufrido el producto,
    así como la proporción de cada uno de ellos, como
    componentes de la proteína, cuando se desea establecer su
    valor biológico.
    La determinación de aminoácidos en alimentos
    permite extraer algunas conclusiones acerca de su
    composición; por ejemplo, la gelatina usada como espesante
    se diferencia rápida y sencillamente, de otros
    hidrocoloides (grasas vegetales, almidón, etc.), en
    función
    de su composición aminoacídica.

    Objetivos.
    En primer lugar recogemos los distintos métodos oficiales
    y estándares para el análisis de aminoácidos
    en alimentos, encontrados en Métodos Oficiales de
    Análisis editados por el Ministerio de Agricultura,
    Pesca y
    Alimentación (1986) y en Methods of
    Analysis of AOAC (1995), así como algunos métodos
    recomendados.
    Posteriormente, en la discusión, tratamos sobre las
    distintas técnicas
    de separación (cromatográficas y electroforesis),
    del analizador automático de aminoácidos, de los
    distintos reactivos derivatizantes y el tipo de detección
    apropiada para cada uno, y las ventajas y desventajas de la
    derivatización, tanto antes (precolumna) como
    después (postcolumna) de la separación.

    2. Métodos de
    análisis de aminoácidos en
    alimentos.

    Métodos oficiales.
    Determinación de prolina en miel.
    Reacción de la prolina con ninhidrina en medio
    ácido y posterior determinación a 517 nm de la
    absorbancia del compuesto formado.
    Preparación de la muestra:
    Suponiendo que la miel ya ha sido separada del panel por
    escurrimiento a través de un filtro de luz de malla,
    optaremos por realizar el siguiente paso, la
    homogeneización. Reblandecer la muestra
    calentando entre 25-30ºC agitándola al mismo tiempo. Una vez
    homogeneizada se calienta a 50ºC al baño María
    hasta que se consiga la fusión y
    se deja enfriar rápidamente.

    Determinación de hidroxiprolina en carnes.
    Previa hidrólisis en medio ácido de las
    proteínas y oxidación de la hidroxiprolina. El
    derivado formado con el p-dimetilaminobenzaldehido se valora
    colorimétricamente a 560 nm..
    Preparación de la muestra: Primero, se quitan las
    diferentes capas protectoras del producto para
    poder tomar
    una muestra representativa. Se parten trozos de 0,5 – 1 cm y se
    cortan dichos trozos en pequeños cubos. Después se
    pasan por una trituradora varias veces hasta conseguir una mezcla
    homogénea. Se guarda en frascos limpios y secos para
    prevenir la pérdida de humedad. Se conserva en refrigeración de forma que evite su
    deterioro y cualquier cambio en su
    composición.

    Métodos estándares.
    Determinación de prolina en miel.
    Determinación de hidroxiprolina en carnes.
    Determinación de aminoácidos en preparados
    vitamínicos.
    Determinación de lisina en suplementos nutricionales.
    Los grupos amino de las proteínas reaccionan con DNFB
    dando lugar a los derivados lisina-DNFB. Posteriormente se
    produce una hidrólisis ácida y la
    determinación en un analizador de aminoácidos de la
    lisina.

    Determinación de triptófano en
    alimentos.
    La muestra es hidrolizada en medio básico, seguidamente se
    realiza un ajuste de pH. El triptófano es separado por
    cromatografía líquida de intercambio
    iónico y determinado por un detector UV a 280
    nm.

    Determinación de aminoácidos sulfurados en
    alimentos (metionina y cisteína).
    En primer lugar las proteínas son oxidadas con
    ácido perfórmico para conseguir ácido
    cisteico y metionina sulfonada, luego se realiza una
    hidrólisis ácida con HCl. Realizamos una
    cromatografía de intercambio iónico
    aplicándole un detector que sea capaz de medir a 570
    nm.

    Métodos recomendados.
    Análisis de aminoácidos por HPLC seguido del
    método del
    fenilisotiocianato.
    (Lab. Enzymology and Physical Chemistry of Proteins).
    A continuación, incluimos un protocolo
    típico del análisis de aminoácidos en
    harinas:
    – Dejar a reflujo la muestra con HCl 6N durante 24 horas.
    Evaporar a sequedad en evaporador rotatorio.
    – Añadir agua y
    evaporar a sequedad.
    – Realizar el examen cromatográfico de una solución
    problema al 10% de la muestra tratada en solución – acuosa
    de isopropanol a 10%.
    – El sistema solvente:
    n-butanol/Hac/H2O en proporción 12:3:5.
    – Soporte papel Whatman
    nº1.
    – Longitud del papel 50
    cm.
    – Método
    cromatográfico descendente.
    – Duración: 12 horas.
    – Solución reveladora: solución acetónica de
    ninhidrina al 0.25%.
    – Condiciones de revelado: 20 min a 105ºC.
    – Comparación frente a muestras puras de clorhidratos de
    aminoácidos.

    3. Técnicas
    de separación de aminoácidos.

    A menudo es necesario identificar y cuantificar los
    aminoácidos individuales de una mezcla, tanto en estudios
    metabólicos como en las investigaciones
    de la estructura de
    las proteínas.
    El uso de la cromatografía en capa fina o de la
    electroforesis son adecuados para averiguar el número y la
    cantidad relativa de los diferentes aminoácidos presentes
    en una muestra (análisis cualitativo), aunque para los
    análisis cuantitativos es necesaria la
    cromatografía de gases o un
    analizador de aminoácidos.

    Cromatografía en capa fina.
    Una importante aplicación de la cromatografía en
    capa fina es la de servir como guía para el desarrollo de
    las condiciones óptimas para realizar separaciones por
    cromatografía de líquidos en columna. Proporciona
    una idea rápida de los aminoácido mayoritarios
    existentes en la muestra. Las ventajas de este procedimiento son
    la rapidez y el bajo coste de los ensayos
    experimentales. De hecho, algunos cromatografistas son de la
    opinión de que los ensayos en
    capa fina deberían preceder siempre al uso de la
    columna
    En la cromatografía de papel se pueden aplicar grandes
    volúmenes de muestra, lo que permite la elución
    posterior de un aminoácido en particular para su posterior
    purificación y análisis, factor que tiene gran
    importancia en la identificación de un constituyente
    desconocido de la muestra.
    Antes de la realizar la cromatografía, es necesario
    eliminar las sustancias que interfieren, tales como
    proteínas, carbohidratos
    y sales, lo que puede hacerse con una resina de intercambio
    iónico. Los aminoácidos retenidos pueden eluirse a
    continuación añadiendo a la columna un
    pequeño volumen de
    amoniaco y lavando después con agua
    destilada.
    La separación de los aminoácidos se basa en que
    éstos se reparten de modo diferencial entre la fase
    móvil y la fase estacionaria. Generalmente se realizan por
    el procedimiento
    ascendente: introduciendo el borde inferior de la placa
    cromatográfica en el eluyente que será succionado
    por acción de las fuerzas capilares del recubrimiento de
    la superficie del la placa.
    La identificación de un aminoácido se realiza
    comparando los valores de
    Rf (factor de retraso: cociente entre la distancia
    recorrida por el compuesto desde el origen y la distancia
    recorrida por el solvente desde el origen), con otros tomados
    como referencia, debiéndose utilizar al menos tres
    sistemas de
    disolventes distintos para establecer su identidad con
    un cierto grado de seguridad.

    La naturaleza de los
    aminoácidos es un factor importante a la hora de elegir un
    disolvente, ya que los diferentes solventes pueden permitir una
    mejor resolución de los componentes ácidos,
    básicos o neutros. En general, aumentando la
    proporción de agua en el disolvente se incrementan todos
    los valores de
    Rf e introduciendo pequeñas cantidades de
    amoniaco aumentan los valores del factor de retraso de los
    aminoácidos básicos. Algunos disolventes contienen
    compuestos nocivos, por ejemplo el fenol, lo que restringe su uso
    rutinario. La composición química del
    disolvente puede también limitar el rango de reactivos de
    localización que pueden aplicarse satisfactoriamente. Por
    ejemplo, el ácido sulfanílico no puede utilizarse
    con disolventes fenólicos.
    El poder de
    resolución de la cromatografía de capa fina puede
    aumentarse empleando técnicas bidimensionales, o sea,
    utilizando dos disolventes distintos. Se aplica una cantidad de
    muestra mayor que la utilizada generalmente para la
    separación cromatográfica de una dimensión
    (aproximadamente el triple) en una esquina del papel o placa y se
    hace correr en una dimensión. Entonces el cromatograma se
    seca completamente al aire, se gira un
    ángulo de 90º y se desarrolla con el segundo
    solvente. Tras un nuevo secado, se sumerge en el reactivo de
    localización elegido. En la cromatografía de dos
    dimensiones, la composición de los dos disolventes es la
    que determina el orden en que debe utilizarse.
    Las separaciones bidimensionales permiten la resolución de
    un gran número de aminoácidos presentes en una
    muestra, ya que los que tienen una movilidad similar en la
    primera dimensión se separan en la segunda. Ésto es
    muy útil en la detección de los componentes que
    están en muy baja concentración y pueden quedar
    enmascarados por otros compuestos que tengan una
    concentración alta cuando se utiliza la
    cromatografía en una dimensión.

    Electroforesis.
    La electroforesis es un proceso en el
    cual las especies cargadas (iones o partículas coloidales)
    se separan en función de
    su distinta velocidad de
    migración en un campo
    eléctrico. Desde los años cincuenta, las
    separaciones electroforéticas fueron la piedra angular de
    gran parte de la investigación de químicos y
    biólogos moleculares relacionada con la separación
    y análisis de proteínas, polinucleótidos y
    otros biopolímeros. Estas separaciones han sido (y
    continúan siendo) muy eficientes y de una extensa
    aplicación, pero por desgracia, son unas técnicas
    muy lentas y laboriosas que tienen tendencia a ser poco
    reproducibles.
    A mediados de los ochenta, esta situación cambió
    espectacularmente con la aparición de aparatos comerciales
    para realizar electroforesis analíticas a microescala en
    columnas capilares (electroforesis capilar).
    El hecho de que los distintos aminoácidos transporten
    diferentes cargas netas a un pH particular, permite separarlos de
    una mezcla mediante la electroforesis de alto o bajo voltaje. Los
    medios
    utilizados más frecuentes como soporte son el papel o las
    placas de capa fina (celulosa o gel de sílice),
    pudiéndose utilizar para visualizar las manchas, los
    reactivos de localización que describiremos más
    adelante. Las separaciones se pueden realizar más
    fácilmente con alto que con bajo voltaje, siendo una de
    las principales ventajas de la primera, el que las sales y otras
    sustancias presentes en la muestra afectan en menor
    extensión la calidad del
    electroforetograma.
    A pesar de que se pueden conseguir separaciones
    electroforéticas con támpones a distintos pH, en la
    práctica los valores de pH escogidos están entre 2
    y 5’3. A pH 2 todos los aminoácidos tienen carga
    positiva y los de tipo básico que tienen la mayor carga
    positiva migran más rápidamente hacia el
    cátodo, mientras, que a pH 5 los aminoácidos se
    dirigen hacia ambos electrodos, dependiendo de la carga
    transportada. Las separaciones a pH 5’3 se utilizan para
    determinar la naturaleza ácida o básica de un
    aminoácido desconocido.

    Cromatografía de gases.
    Se han hecho muchos ensayos para aprovechar la velocidad y
    sensibilidad que ofrece la cromatografía de gases, pero
    aunque se han realizado considerables progresos en el desarrollo de
    tales métodos, aún no se utiliza de forma rutinaria
    para el análisis de aminoácidos en muestras
    biológicas. La razón de ésto radica en el
    hecho de que los aminoácidos, aunque similares, son
    compuestos químicamente heterogéneos y
    además no son suficientemente volátiles a menos que
    se conviertan en algún derivado apropiado. Aparecen
    dificultades no sólo a la hora de elegir el método
    de obtención de tales derivados, sino también en la
    selección de una fase estacionaria que sea
    capaz de resolver los derivados de todos los elementos de un
    grupo tan diverso de compuestos. A lo hora de elegir el detector
    aparecen también problemas
    similares.

    Analizador automático de aminoácidos –
    HPLC.
    Existen dos técnicas para la determinación de
    aminoácidos a través de cromatografía
    líquida: cromatografía de reparto en fase reversa y
    cromatografía de intercambio iónico.
    La cromatografía de líquidos de alta
    resolución es la técnica de separación
    más ampliamente utilizada. Las razones más
    importantes son su sensibilidad, su fácil
    adaptación a las determinaciones cuantitativas exactas, su
    idoneidad para la separación de especies no
    volátiles o termolábiles y, sobre todo, su gran
    aplicabilidad a sustancias que son de primordial interés en
    la industria, en
    muchos campos de la ciencia y
    para la sociedad en
    general. Algunos ejemplos de estos materiales
    incluyen los aminoácidos, proteínas, ácidos
    nucleicos y otros.

    Cromatografía de reparto en fase reversa.
    La cromatografía en fase reversa consiste en un disolvente
    fundamentalmente polar como fase móvil y una cadena
    hidrocarbonada ligada como fase estacionaria. Algunas de las
    ventajas más sustanciales de esta alternativa son su gran
    reproducibilidad, tiempos de retención cortos, velocidad
    de muestreo alta,
    sistema
    cromatográfico simple y amplio campo de aplicación.
    Por todo ello, las aplicaciones son cada vez más
    numerosas.
    La selectividad se basa en las interacciones específicas
    entre el soluto y la fase móvil, ya sea de tipo polar, de
    formación de puentes de hidrógeno o mediante
    equilibrios secundarios provocados al variar la
    composición de la fase móvil (ácido-base,
    formación de complejos o pares iónicos,
    adición de complejos metal-ligando o reactivos quirales
    para separar los isómeros ópticos,
    etc.).

    Cromatografía de intercambio iónico.
    La cromatografía iónica está relacionada con
    los métodos modernos y eficaces para la
    determinación de iones que se basan en el uso de resinas
    de intercambio iónico.
    Existen métodos automatizados para la separación y
    detección de aminoácidos y otras especies
    iónicas en mezclas
    complejas. El desarrollo de la HPLC moderna empezó a
    finales de los años sesenta, pero su aplicación a
    la separación por intercambio iónico se retraso
    debido a la inexistencia de un método general y sensible
    para la detección de especies como los cationes alcalinos
    y alcalinotérreos, y aniones como los haluros, acetato y
    nitrato. Esta situación se remedió en 1975 al
    desarrollarse por técnicos de Dow Chemical Company la
    técnica de supresión del efluente, la cual hace
    posible la detección conductimétrica de los iones
    eluídos. El analizador de aminoácidos, con el que
    se lleva a cabo la cuantización de los aminoácidos
    se basa en esta técnica.

    Analizador automático de aminoácidos. La
    separación de aminoácidos fue el primer proceso
    cromatográfico automatizado con derivatización
    post-columna. La separación fue llevada a cabo por Moore,
    Spackman y Stein (1958), mediante un intercambio iónico,
    seguido de su cuantización de cada componente eluido de la
    columna por reacción con ninhidrina y posterior
    detección en el visible. Este método se ha
    realizado durante más de treinta años, en cualquier
    laboratorio de
    proteínas.
    El equipo usado actualmente se basa en el original pero
    introduciendo algunas modificaciones para conseguir un mejor
    grado de eficacia.
    Consiste en bombear tampones de pH o de fuerza
    iónica variables, a
    través de una columna termostatizada. Entre las novedades
    está la fabricación de resinas de alta calidad,
    desarrollo del HPLC, sistemas de
    automatización sofisticados y un aumento en
    la sensibilidad de los métodos de
    detección.

    La separación tiene lugar en una columna de
    resina de poliestireno sulfonado. Inicialmente el pH de la fase
    móvil es bajo, por lo que los aminoácidos cargados
    positivamente se verán atraidos por los grupos sulfurosos
    ( SO3- ). Conforme se va aumentando el pH
    del támpon los aminoácidos se eluyen
    diferencialmente al disminuir su carga positiva y ser menos
    atraidos por el anión. A pH 3.5 los aminoácidos con
    un grupo ácido extra, de su cadena tendrán muy poca
    afinidad por la resina y serán los primeros en salir de la
    columna, mientras que los que tengan un grupo extra ionizable
    capaz de transportar una carga positiva (e.g. lisina, histidina)
    serán retenidos fuertemente por la resina y se
    eluirán sólo cuando el pH haya aumentado
    sustancialmente y se haya reducido su carga neta positiva.
    Además del pH también hay que considerar la
    concentración del tampón eluyente, pues influye en
    la elución de tal modo que cuando la concentración
    de ion aumenta en mismo, los aminoácidos se eluyen
    más rápidamente.

    Las interacciones no iónicas entre los
    aminoácidos y la resina también influyen en la
    secuencia de elución, permitiendo que algunos
    aminoácidos que tienen un comportamiento
    similar se eluyan de forma separada.
    La resolución cuantitativa de mezclas de
    aminoácidos se consigue variando la composición del
    támpon, bien incrementando del pH y manteniendo constante
    la concentración, o viceversa, o incluso variando ambos.
    Hay otros factores menos significativos en la calidad de la
    separación como son la temperatura,
    la velocidad de flujo del tampón o el tipo de
    catión utilizado.

    Aspectos prácticos del analizador:
    Columna: en los analizadores tipo se usan dos columnas, una para
    separar los aminoácidos ácidos y neutros y otra
    para los básicos. Las de vidrio o acero inoxidable
    dan picos estrechos y altos, mejorando la separación de
    aminoácido similares.
    Solución tampón: suele ser citrato sódico o
    de litio, al que se le añade un detergente, un
    antioxidante y un conservante. Actualmente se utilizan dos
    disoluciones tampón, una ácida y otra
    básica. Se mezclan en proporciones variables para
    conseguir un aumento de pH. De esta forma se mejora la
    separación disminuyendo el tiempo de
    análisis y se eliminan las fluctuaciones bruscas de la
    linea base debidas a cambios repentinos en el tampón, como
    sucedia con anteriores técnicas.
    Temperatura:
    puede ser constante para evitar cambios en el pH y en la
    ionización de los aminoácidos, o bien puede
    utilizarse un programa de
    temperaturas que implica un cambio de
    ésta en diversos momentos del proceso.
    Flujo de la columna: se requiere un flujo de tampón
    constante para permitir la reproducibilidad. Se consigue por uso
    de bombas de
    presión
    o de desplazamiento constante.
    Detección: es necesaria una segunda bomba para el reactivo
    derivatizante (generalmente ninhidrina) que se ha de mezclar con
    el eluyente de la columna. Cuando la reacción ha tenido
    lugar, la corriente se controla en una célula de
    flujo de un colorímetro o un fluorímetro. Se
    mide la absorbancia continuamente a 570 y 440 nm. para detectar
    los amino e iminoácidos respectivamente.
    El análisis aminoacídico es un buen ejemplo del
    hecho de que raramente hay un único sistema de
    separación para problemas
    analíticos, sino que de la elección del sistema
    apropiado depende el problema analítico. Por ejemplo, de
    la matriz en la
    cual los aminoácidos van a ser determinados, de la
    sensibilidad deseada y en la velocidad requerida para el
    análisis.
    Los actuales métodos de detección para
    aminoácidos dependen de la reacción del grupo amino
    primario del aminoácido para formar un derivado coloreado
    o fluorescente, esta derivatización tiene lugar tanto
    antes como después de que la separación de los
    aminoácidos haya sido efectuada. La menor variedad de
    tipos de aminoácidos en comparación con las
    estructuras de
    los péptidos hace que los modos de HPLC disponibles para
    el investigador sean la cromatografía de intercambio
    catiónico (CEC), y la cromatografía de fase reversa
    (RPC). La cromatografía en fase reversa es más
    apropiada para la separación de derivados
    aminoacídicos que para aminoácidos libres.
    La elección de HPLC está limitada por la
    elección del agente de derivatización y/o la
    decisión de usar tanto pre- como post-columna de
    derivatización, de hecho, algunos de los más
    interesantes descubrimientos llevados a cabo en la
    separación de aminoácidos por HPLC reside en el
    desarrollo y optimización de nuevos agentes de
    derivatización. Reacciones muy rápidas como la
    derivatización con fluorescamina y ortoftaldehido (OPA)
    están siendo empleadas en aumento con el clásico
    método de la ninhidrina.

    Partes: 1, 2

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