¿ Capitalismo y
tercera vía
Una ecuación socioeconómica ?
Indice
1.
Introducción
2. Notas
Biográficas
3. Analisis de los
textos
4. Conclusiones Y
Epilogo
5. Bibliografia
Utilizada
Es indudable que nadie podría poner en tela de
juicio y dudar de las capacidades y experiencia de estos dos
filósofos, escritores, catedráticos
y expertos en distintos temas y conceptos.Desde un marco de
referencia macroeconómico, sociológico y
organizacional hasta en un ambiente e
instancia de tecnológica aplicada, cada uno en su
dimensión y especialidad ha querido formular sus opiniones
y comentarios sobre temas que tienen significados diferentes pero
que tienen, como común denominador un proyecto de
cambio de la
sociedad
actual, proyectándola a una sociedad
democrática con un enfoque mas social, equilibrada en
oportunidades, integradora, colectiva y participativa en el cual
el individuo pueda reestablecer sus valores , su
confianza activa y su capacidad reflexiva, respetando el medio
ambiente.
El objetivo del
presente trabajo es poder realizar
un resumen interpretativo de estos dos temas y enfocar un
análisis comparativo en el cual se puedan
rescatar sus similitudes, diferencia y sus propuestas de
orientaciones o de criticas.
2. Notas Biográficas
George Soros es norteamericano, aunque nació en
Budapest en el año 1930 emigrando a Inglaterra en el
año 1947 y graduado del London School of Economics en
1956. Es uno de los hombres más ricos del mundo, pero
también ha sido emigrante, pintor de brocha gorda y mozo
de estación. A pesar de ser un mito de la
especulación financiera, defiende la supremacía de
la economía
productiva. Gestiona miles de millones de dólares en los
mercados de todo
el mundo, mientras cultiva su vocación filantrópica
internacional , a través de subvenciones a organizaciones de
derechos
humanos, becas para estudiantes negros en Sudáfrica y
ayudas a diversos proyectos
sociales en Europa del Este ,
su fortuna personal ronda
los 12.000 millones de dólares y es fácil suponer
que se trate de un hombre
acostumbrado a ganar. Sus apariciones en la prensa y en el
mundo editorial (The Alchemy of Finance,) y sus conocidas obras
filantrópicas completan lo más sobresaliente de
este personaje en cierto modo pintoresco.
Anthony Giddens es director de la London School of Economics y
autor de La tercera vía. Es considerado en el Reino Unido
como el ideólogo de Anthony Blair y uno de los más
importante de una generación de políticos europeos
apenas mayores de 50 años; es decir, de una
generación de hombres de izquierda que vivieron y
padecieron un largo ciclo de gobiernos neoliberales e influyo en
formas decisiva en la evolución del nuevo Laborismo sus obras en
especial " Mas allá de la Izquierda y la Derecha suscito
en el mundo numerosos debates sobre el futuro de la social
democracia
El notable volumen de la
producción escrita de este sociólogo
británico, sin duda uno de los protagonistas destacados de
la discusión académica desde el despuntar de la
década de 1970. En segundo lugar, por el amplio espectro
que recorre: desde la historia intelectual y las
reflexiones teóricas generales sobre la constitución de la vida social, a los
análisis temáticos sobre la estructura de
clases en los países capitalistas y socialistas (Giddens,
1979), los fenómenos del Estado–nación,
el poder militar,
la vigilancia y la violencia (por
ejemplo, Giddens, 1985), o las transformaciones asociadas a la
modernidad, tanto
en términos institucionales (Giddens, 1993, 1997a) como de
los estilos de vida individuales (Giddens, 1995b), o, más
específicamente, de las relaciones afectivas y los
comportamientos sexuales de los hombres y las mujeres (Giddens,
1995c), pasando por la incursión en el terreno del
debate
político-ideológico, incluso con pretensiones
programáticas (Giddens, 1998). En tercer y último
lugar, por la innegable relevancia de sus aportaciones, amplia y
justamente reconocida, que –resulta gratuito decirlo– no vamos
a descubrir a estas alturas. La conjunción de estos
factores aconseja atemperar el atrevimiento y circunscribir la
mirada a alguno de los ámbitos enumerados. Lo que resta de
audacia nos compele, sin embargo, a elegir el más
genérico y basal en el proyecto
investigador de este profesor de Cambridge: aquel que
atañe nada menos que a la teorización de la
naturaleza del
"objeto" de estudio de las ciencias
sociales; esto es, a la formulación de una teoría
del ser social históricamente conformado, o, si se quiere,
de una ontología de la sociedad humana. En
cualquier caso, y dado que estas líneas no tienen otra
pretensión que la servir de invitación a la lectura,
remitiremos casi con exclusividad a trabajos traducidos al
castellano.
George Soros : La crisis del
Capitalismo
Global
" La Sociedad abierta en peligro "
El libro se
estructura en
dos partes. La primera se centra en lo que Soros llama marco
conceptual, a través del cual intenta explicar los
conceptos con los que resume todo su pensamiento:
falibilidad, esto es, que nuestra comprensión del mundo es
imperfecta, por la que nuestro pensamiento
influye también en la realidad que analizamos; y la
sociedad abierta, que él entiende como el momento social
en el que existe equilibrio
entre las creencias e ideologías que forman la sociedad,
basadas todas en el principio de falibilidad.
La segunda parte es más interesante y con contenidos que
el autor conoce más: la aplicación de los conceptos
anteriores a la situación política y
económica actual. Lamentablemente, este capítulo
combina el análisis realista con la especulación de
corte filosófico, el detalle con la más absoluta
generalización. Soros pasa inadvertido sobre la crisis de los
fondos de inversión o la crisis asiática y de
esta manera no da opción al lector a comprender por
qué las soluciones que
él ofrece pasan por el control de los
tipos de interés,
el control del
movimiento de
capitales internacionales y por la intervención de
instituciones
supranacionales como el Fondo Monetario
Internacional.
Es una lástima que el talento que Soros demuestra para
denunciar los fallos del sistema
económico en que vivimos, que él bautiza
fundamentalismo del mercado, se
desperdicie en la multiplicación de conceptos pseudo
filosóficos que aportan poco. A pesar de algunas
obviedades sobre el hecho de que la teoría
económica no prepara para la economía real,
Soros introduce un aspecto positivo al sostener que el hombre es
algo más que un actor del mercado, s un ser
que debe preocuparse además por la sociedad y el medio ambiente
en la que vive.
"El sistema
capitalista global… se está desarmando en por sus
grietas" Asi ha manifestado Soros en todos sus foros desde 1998.
¿Qué tiene en mente?
Por "sistema capitalista global" Soros no se refiere a lo que
nosotros entenderíamos por este término, esto es,
capitalismo como un sistema mundial de producción orientado hacia la utilidad, sino el
sentido más estricto de los presentes arreglos financieros
mundiales que permiten el más o menos libre movimiento de
capital a
través del mundo:
"La economía global se caracteriza no solo por el libre
mercado de bienes y
servicios sino
por sobre todo por el libre movimiento de capital. Las
tasas de
interés, las tasas de cambio y los
precios de la
bolsa en varios países están íntimamente
relacionados, y los mercados
financieros globales ejercen una tremenda influencia en las
condiciones económicas.
Dado el rol decisivo que el capital financiero internacional
juega en las fortunas de los paises individuales, no es
inapropiado hablar de un sistema capitalista global
(Indroducción).
Son estos arreglos , este simple mercado financiero mundial el
que él dice está en peligro de
desintegración; lo cual por supuesto no sería de
ninguna manera lo mismo que el colapso del capitalismo que ha
sido a veces erróneamente previsto por algunos escritores
de la tradición marxista.
Soros siguiendo, concientemente o no, una distinción hecha
por una escuela de
pensadores anti imperialistas en los años 70 y 80, divide
el"sistema capitalista global" en dos grandes grupos en un
centro (US, Europa Oriental,
Japon) y una periferia (Asia, America
Latina, Rusia, Europa Occidental, Africa). Bajo
este sistema el capital fluye del centro a la periferia y
viceversa, supuestamente para el beneficio mutuo de ambos. El ve
el peligro de la desintegración proviniendo de los
países en la periferia que dan pasos para parar el libre
fluyo de capital en un esfuerzo por evitar los efectos negativos
de la inestabilidad del sistema
sobre sus economías y poblaciones:
"En forma más directa, la alternativa que enfrentamos es
si regularemos los mercados
financieros globales internacionalmente o dejaremos a cada
estado
individual que proteja su propio interés de
la mejor manera que pueda. Lo último seguramente
redundará en el fracaso del gigantesco sistema circulante,
que camina bajo el nombre de capitalismo global" (p.176).
Por lo tanto a lo que Soros se refiere cuando habla de "fracaso"
o" desintegración" del capitalismo global no es el colapso
del sistema mundial de producción -utilidad basado
en la explotación de la fuerza
laboral, sin
lo solo a los estados que adoptarán medidas para impedir
el libre movimiento del capital financiero.
Soros no cree que esto será un proceso
inevitable esta seguro que puede
ser detenido si se toman las medidas necesarias en el
ámbito internacional; se deben crear instituciones
globales para establecer ciertas reglas bases para la
operación del capitalismo global.
Para Soros parte de su libro es un
ataque devastador sobre aquellos que llama los "Fundamentalistas
de mercado",los seguidores de Von Mises, Von Hayek y otros,
quienes abogan que a las fuerzas de mercado les fueran dadas
rienda suelta y quienes fueron los asesores más
preminentes en los tiempos de Reagan y la Thatcher. Soros les
hace dos cargos. Primero, que piensan que los mercados tienen
una tendencia intrínseca a crear una situación
estable por medio de una oferta y demanda
equilibrada, aunque este no es el caso. Segundo, que ellos
predican que el mercado es la mejor manera de regular las
actividades humanas. Escribiendo a partir de su propia
experiencia, admitiendo que no es sobre la economía real
sino solo de los mercados financieros, Soros desafía la
teoría del equilibrio:
Los fundamentalista de Mercado tienen un concepción
fundamentalmente defectuosa de como operan los mercados
financieros. Ellos creen que los mercados financieros tienden al
equilibrio… Los mercados financieros se caracterizan por booms
y quiebras y es muy sorprendente que la teoría
económica continúe confiando en el concepto de
equilibrio, que
niega la posibilidad de estos fenómenos, a pesar de la
evidencia. El potencial desequilibrio es inherente al sistema
financiero; es sólo el resultado de los shocks
externos" (Introducción)
Los shocks externos que los fundamentalistas de mercado
generalmente invocan son , por supuesto, intervenciones
gubernamentales de una u otra clase. De acuerdo a ellos, si los
gobiernos permanecen al margen y dejan que la magia del mercado
opere, no habría depresiones, solo un crecimiento estable
y continuo Pero no hay evidencia de esto. A través del
siglo 19 los gobiernos británicos persiguieron una
política
del lessez-faire y aun así las depresiones ocurrieron
regularmente.
El hecho es que el sistema de mercado no tiene una tendencia
intrínseca hacia la creación de booms y quiebras en
lugar de crecimiento continuo y estable. Como destacó
Marx, esto
aplica al mundo real de la producción orientada al mercado
y no solo a los mercados financieros. Soros està preparado
para dar cierto crédito
a Marx en este
punto:
"… el sistema capitalista por si mismo no muestra tendencia
hacia el equilibrio. Los propietarios del capital buscan
maximizar sus ganancias. Abandonado a sus propios recursos,
continuaran acumulando capital hasta que la situación
pierda el equilibrio. Marx y Engels hicieron un muy buen
análisis del sistema capitalista 150 años atras,
mejor en alguna forma, debo decir, que la teoría del
equilibrio de los economistas clásicos" (Introducción)
El argumenta, sin embargo, que gracias a "intervenciones políticas
compensatorias en los países democráticos" las
predicciones fatalistas de Mark no se hicieron realidad". Esto se
basa en un mal entendido de la visión de Marx. Las
predicciones fatalistas que Soros menciona no fueron, como parece
asumir, que la búsqueda de riqueza no regulada de los
capitalistas llevaría al colapso de los sistemas
capitalistas, sino simplemente que su lucha competitiva por
ganancias significó que el crecimiento continuo y estable
era imposible y que el crecimiento procedería por medio de
booms y quiebras.
El capitalismo no ha colapsado porque esto no iba a suceder, no
por la intervención del gobierno que Marx
no previó. Y la intervención no ha sido capaz de
eliminar los ciclos de boom/quiebra que
Marx vio como una característica inevitable del
capitalismo.
Según algunos sociólogos y filósofos los principales enemigos de su
"sociedad abierta" eran las ideologías totalitaristas del
fascismo y
marxismo (no
sólo eran las visiones de Marx sino aquellas mezcladas con
las de Lenin y Stalin). Soros agrega una tercera , la cual dice
ha cobrado preeminencia desde el colapso del "comunismo": el
capitalismo incontrolado
Soros ve el peligro proveniente de la penetración de
los valores de
mercado en todos los aspectos de la vida, llevando a la
desintegración social. "Los valores
monetarios", escribe, "han usurpado el rol de los valores
intrínsecos y los mercados han llegado a dominar
áreas de la sociedad donde no pertenecen apropiadamente"
(p. 206). Es de hecho, bastante enérgico en su
crítica de este aspecto del capitalismo global:
"Las funciones que no
pueden y no deberían estar gobernadas puramente por las
fuerzas de mercado incluyen muchas de las cosas mas importantes
en la vida humana, desde los valores
morales, a las relaciones familiares a los logros
intelectuales y estéticos. Aunque el fundamentalismo de
mercado està constantemente tratando de extender su
dominio a
estas áreas, en una forma de imperialismo
ideológico. De acuerdo al fundamentalismo de mercado,
todas las actividades sociales ylas interacciones humanas
deberían ser vistas como relaciones transaccionales en
base a contrato, y
evaluadas en términos de un solo común denominador,
dinero. Las
actividades deberían ser reguladas, tanto como sea
posible, no existe nada más penetrante que la mano
invisible de la competencia para
la maximización de ganancia. Las incursiones de la
ideología de mercado en campos fuera de los
negocios y la
economía están teniendo efectos sociales
desmoralizadores y destructivos."
(Introducciòn)
"Una sociedad transaccional deteriora los valores sociales y
relaja los limites morales. Los valores sociales expresan una
preocupación por el otro. Ellos implican que el individuo
pertenece a una comunidad, sea
esta una familia, una
tribu, una nación
o la humanidad, cuyos intereses deben tener precedencia sobre los
intereses individuales. Pero una economía de mercado
transaccional es cualquier cosa menos una comunidad. Cada
uno debe mirar por su propio interés y los
escrúpulos morales pueden llegar a ser un impedimento en
un mundo de competencia
despiadada. En una sociedad puramente transaccional, las personas
que no tienen ninguna consideración por el o los otros
pueden moverse más fácilmente y probablemente ganar
delantera." (p.75)
Soros no se da cuenta lo fundamental de su crítica del
capitalismo. Aunque el dice correctamente que "una sociedad
puramente transaccional",en la cual el único vinculo entre
la gente seria el vinculo monetario,"no podría
existir.
El error de Soros es pensar que se puede tener capitalismo y de
alguna manera protegerlo de que sus relaciones bien-dinero se
expandan a todos lados. La historia del capitalismo es
la historia de la expansión continua de tales relaciones
transaccionales – esto es, el mercado – en mas y mas campos de la
actividad humana. Es un proceso que no
puede ser parado dentro del capitalismo, dado que la
marketizaciòn creciente es una característica del capitalismo como lo es
la acumulación de capital; sin duda las dos van
juntas.
Soros, sin embargo, es un partidario del capitalismo:
"Quiero dejar en claro que no quiero abolir el capitalismo. A
pesar desus deficiencias, es mejor que las alternativas. En su
lugar, quiero prevenir el sistema capitalista global de su
autodestrucción"
(Introduccion)
Dudamos que él haya considerado seriamente la alternativa
de una sociedad global, basada en la propiedad
común de los recursos y
producción mundial dirigida a satisfacer las necesidades
de la humanidad. No es que esperemos esto de él. Algunos
de sus amigos capitalistas piensan que ha ido muy lejos en su
crítica del sistema.
Anthony Giddens : La Tercera vía
" La Renovación de la Socialdemocracia "
Sería muy presuntuoso poder escribir un resumen de estos
capitulo, lo que intentaré es desarrollar, relacionar y
interpretar dentro del contexto cuales son las preocupaciones
tendencias y argumentos centrales de esta nueva teoría (La
"tercera vía" ) y su marco de referencia dentro de Europa;
sus raíces, orígenes, cultura y que
se entiende por proceso de globalización.
La tercera vía no es un modelo que se
adapte a todos los países, es el esfuerzo de
modernización de la socialdemocracia frente a la nueva
influencia dominante en nuestra vida: la
globalización y la revolución
de la información.
La "tercera vía" es importante: es una oportunidad para
pensar globalmente aquellos puntos de equilibrio entre las
necesidades de crecer y de vivir mejor en esta parte del planeta
sin querer renunciar a lo inevitable: la interconexión
económica internacional, la "tercera vía" puede ser
la puerta que se abre para las reformas necesarias a escala
mundial.
Es muy posible que no estemos ante una moda
conceptual. De hecho, el trabajo de
Giddens lleva varios años, décadas, de
elaboración y discusión entre muy diversos sectores
de la izquierda europea; no estamos ante un intelectual
advenedizo que busca popularidad publica ; Sino por el contrario,
es un veterano de la política y la sociología que ha pasado largos periodos de
hibernación y marginación en el extenso dominio
conservador de los últimos 20 años en Gran
Bretaña.
Su premisa de fondo se podría resumir en que la izquierda
europea (como la izquierda mundial) necesita reinventar un
proyecto de gobierno que
mejore el nivel de vida de la gente en un contexto de
transición económica. En otras palabras, se trata
de mantener y mejorar las redes de convivencia y de
seguridad
mínimas, mientras atravesamos un periodo de cambios
económicos y técnicos profundos y
drásticos.
La advertencia de Giddens es precisamente ahí : cobrar
conciencia de que
en la economía mundial algo esencial no está
funcionando, que el ciclo liberalizador está agotado, es
demasiado riesgoso, y es necesario pasar a un periodo de reforma
social.
Dice Giddens: "Los mercados han cumplido su tarea, ahora ha
llegado el momento de que el Estado
cumpla la suya". Pero lo más interesante de la tercera
vía es que no se trata de una mera reedición de las
recetas intervencionistas del pasado: se trata de inventar una
socialdemocracia postkeynesiana, por así decirlo. En otras
palabras, "la tercera vía" no quiere un Estado que use al
gasto
público como instrumento privilegiado,
anticíclico; pugna por intervenciones más finas,
más intencionadas, más estructurales en la distribución de los recursos globales y en
el mercado de trabajo.
Giddens lo sabe: la
globalización no es parte de una tremenda
conspiración mundial de las transnacionales o del imperio;
la globalización es "la condición
material de la vida económica y social de fin de siglo", y
el neoliberalismo
"un reconocimiento teórico de esa realidad".
La globalización no es una mera intensificación de
la competencia económica mundial, sino un cambio en
nuestra forma de vida. Todos estamos aprendiendo a adaptarnos a
la nueva sociedad cosmopolita, una sociedad que produce
seísmos que dislocan instituciones que conocemos bien,
desde el matrimonio y
la familia al
puesto de trabajo, el Estado
nación y otras organizaciones de
ámbito superior.
El Grupo de
Lisboa define los áreas de la Globalización y sus
factores.
Área | Factores |
Globalización de las relaciones | Desregulación, aumento de la movilidad |
Globalización de mercados y estrategias de las empresas | Alianzas estratégicas; empresas interconectadas; formando |
Globalización de tecnología y investigación y | Redes empresariales internacionales; |
Globalización de modelos de consumo, estilos de vivir y | Papel incrementando de medias y publicidad, adaptación dentro de |
Globalización como uniformación | Naciones hegemoniales; Emergencia de |
Globalización de conocimiento y | "Ciudadano del mundo"; modelo |
En conclusión algunos pensadores vanguardistas
sugieren que la globalización es un fenómeno
ambiguo con efectos positivos y efectos económicos y
sociales negativos.. El término globalización no es
neutral sino significa en positivo modernización y en
negativo imperialismo.
Estos ven en la globalización un proceso enteramente
positivo de progreso económico y social, innovación técnica, productos
diversificados, acceso libre a la información y libertad
cultural están enfrentes de marxistas, liberales,
multiculturales y conservadores que ven la destrucción de
tradiciones locales, subordinación de las naciones pobres
a las más ricas y una homogenización de cultura y vida
diaria.
No estamos equivocados si pensamos que en los próximos 50
años la población mundial se duplicará, y su
multiplicación tendrá como escenario principal a
los países del Tercer Mundo: si no existe un ambiente y un
esquema de cooperación mundial, si la socialdemocracia no
mira más allá de su ámbito de Europa, el
futuro está amenazado con inestabilidad, miseria global,
flujos migratorios incontrolados y un largo y desesperante
etcétera.
La comparación entre una gama más amplia de
sociedades
muestra que lo
general es que las pautas de seguimiento y apoyo político
hayan cambiado. Prácticamente en todos los países
occidentales, el voto ya no se ajusta a pautas clasistas, y ha
variado desde una polarización izquierda/derecha hacia un
diseño
más complejo. El eje económico que solía
separar a los votantes entre posturas "socialistas" y
"capitalistas" tiene una preeminencia mucho menor, mientras que
los contrastes entre libertarios y autoritarios, y entre
"modernos" y "tradicionalistas", han aumentado. Otras influencias
más contingentes -como el estilo de liderazgo– han
adquirido más importancia de la que solían
tener.
Los lideres políticos de la Social Democracia
declararon que en la vida económica "el Estado no
debía remar, sino llevar el timón", y subrayaron
también que, si bien unos servicios
públicos decentes eran de importancia vital para los
socialdemócratas, la "conciencia social
no puede medirse por el nivel del gasto
público", sino por la eficacia de ese
gasto.
En la totalidad de Europa continental, múltiples
corrientes confluyen en los esfuerzos de la tercera vía
por adaptarse a la globalización. Con relación a lo
que ha ocurrido en Dinamarca con sus programas de
"bienestar generador de empleo"
(paralelos a programas
semejantes en Estados Unidos y
el Reino Unido), o en Holanda con su política de
"difusión del trabajo" y "contención salarial en
favor del empleo".
Incluso en Francia, el
primer ministro, Lionel Jospin, se ha embarcado en un extenso
programa de
privatización. Y el proceso de
implantación de la semana laboral de 35
horas se ha transformado esencialmente en una versión
francesa de la flexibilidad laboral: un mecanismo de negociación entre empresarios y
trabajadores para crear un mercado laboral menos
rígido.
Todos los Gobiernos de centro izquierda de Europa han renunciado
a su tradicional hostilidad hacia los mercados, al mismo tiempo que han
abrazado la idea de que deben existir nuevas regulaciones de los
flujos internacionales de capitales y empresas
globales. Todos los líderes socialdemócratas de
Europa tienen un interés similar en la forja de un nuevo
modelo de capitalismo responsable porque saben que no hay
alternativa a una economía global de mercado.
Todas estas políticas
contribuyen al proyecto de lograr que los valores de izquierda ,
la justicia
social, la solidaridad y la
protección al vulnerable se tengan en cuenta en una
situación radicalmente nueva.
Algunos críticos han sostenido que la cultura
angloamericana, con sus tradiciones de individualismo y libre
empresa, es
más dúctil a la transición de la tercera
vía hacia una sociedad de "más alto riesgo", que
sustituirá al Estado de bienestar, más "seguro", al que
se inclinaba en el pasado la Europa continental.
Es cierto que la cultura individualista de libre empresa refleja
las raíces históricas de los países
anglosajones y tendrá un lugar central en la
modernización del objetivo de la
justicia
social en esas sociedades.
Pero hay muchos caminos políticos que conducen al mismo
punto. Las modificaciones de la tercera vía en otros
países también reflejarán la cultura
nacional. Las reformas danesa y holandesa, por ejemplo, se han
alcanzado mediante intensas negociaciones entre trabajadores,
Gobiernos y empresarios, y no a través de la
desregulación expeditiva. Este abandono gradual y
más cooperativo del corporativismo es un camino
perfectamente legítimo hacia la tercera vía. No es
probable que Alemania se
encamine hacia un modelo angloamericano, sino que adoptará
un enfoque más similar al de Holanda y
Dinamarca.
En estos momentos, la cuestión clave para la
izquierda europea es la de cómo incorporar un mayor grado
de justicia social e igualdad a la
política de la tercera vía. Por ejemplo, en
Alemania, como
en otros países, debe reconocerse que los antiguos
mecanismos del Estado de bienestar muchas veces impiden lograr
una mayor igualdad, en
vez de contribuir a realizarla, puesto que los modelos de
desigualdad actuales difieren de los del pasado; ahora tienen
más relación con los niveles de
cualificación y conocimiento
de los trabajadores que con la "explotación por el
capital".
Los Gobiernos socialdemócratas de toda Europa
harían bien en seguir el ejemplo de Clinton y Blair en el
problema de la delincuencia.
En general, no han logrado una buena integración multicultural y han aplazado la
resolución del problema de la delincuencia a
un futuro en el que la desigualdad se reduzca de algún
modo. Por tanto, la seguridad
personal de
los ciudadanos debe ser una cuestión clave de la izquierda
aquí y ahora; lo contrario no hará sino mejorar las
perspectivas de la nueva derecha.
Va a ser un camino difícil. Pero el proyecto de
reconciliación de la izquierda tradicional y la izquierda
modernizadora tiene ahora una importancia fundamental en toda
Europa.
Estos cambios no han condenado a los socialdemócratas a
una posición política marginal. A mediados de 1998,
hay partidos socialdemócratas o coaliciones de
centroizquierda que ocupan el poder en el Reino Unido, Francia,
Italia, Austria,
Grecia y
varios países escandinavos, entre otros, en Europa
occidental, mientras que en Europa del este tienen una influencia
creciente.
A pesar de sus éxitos electorales, los
socialdemócratas no han configurado todavía una
ideología política nueva e
integrada. La socialdemocracia estuvo siempre ligada al socialismo.
¿Qué orientación debería tener en un
mundo en el que no hay alternativas al capitalismo? El mundo
bipolar fue el contexto en el que se modeló la
socialdemocracia de posguerra. Los socialdemócratas
compartían al menos algunas de las ideas del comunismo, aunque
también se definían a sí mismos en
oposición a él. ¿Tiene todavía
algún sentido estar en la izquierda ahora que el comunismo
se ha desplomado completamente en Occidente, y el socialismo,
más ampliamente, se ha disuelto? Los debates
políticos que tuvieron lugar en Europa a finales de los
años ochenta y a comienzos de los noventa sin duda
reconstruyeron sólidamente la socialdemocracia, pero
también produjeron una gran confusión
ideológica.
Ante este escenario, ¿qué provecho podemos
sacar hablando de una tercera vía? La expresión
parece haberse acuñado y a finales del siglo pasado, y fue
común entre los grupos de derechas en los años
veinte. Sin embargo, ha sido utilizada mayormente por
socialdemócratas y socialistas. A comienzos del
período de posguerra los socialdemócratas estaban
convencidos de que estaban encontrando una vía distinta al
capitalismo de mercado norteamericano y al comunismo
soviético.
En nuestros dias se esta extendiendo un término que
pretenden que parezca sinónimo de la panacea a los
problemas de
nuestra sociedad. Con la Tercera Vía, la socialdemocracia
europea pretende dar una imagen renovada
de si misma, vendiéndonos una nueva marca
política en la que une el libre mercado con el humanismo
liberal. Pero la pregunta que se hace la sociedad es
¿qué es la Tercera Vía? y ¿ cuando
surgió?. progresismo burgués decimonónico,
no es precisamente una fórmula alternativa al sistema
neoliberal imperante, sino más bien la sumisión a
unos criterios y la asunción de una derrota
ideológica.
En la actualidad, las clases populares y más
desfavorecidas por el neoliberalismo
y el neo socialismo burgués se ven frustradas en el
sistema y alejadas del mundo consumista que se les ofrece por
los medios de
comunicación. De esta forma, aunque el capitalismo
actual parece ofrecer una gran diversificación de ofertas
de empleo, siempre son en condiciones de precario y para el
más especializado, quedando los menos capacitados al borde
de caer en el mundo marginal, sin posibilidad de integrarse de
nuevo. Estas clases depauperadas que demandan soluciones a
unos problemas que
ven se van haciendo crónicos y que empiezan a plantear
problemas de orden público importantes ante su alta tasa
de destructuración familiar son las que actualmente pueden
clientes fijos de
algunos populismos emergentes.
La clave para Soros se llama "reflexividad" significa,
una conexión de doble sentido entre lo que pensamos y lo
que ocurre en el mundo, una conexión que no existe en la
naturaleza
porque es inerte pero que es propia de las relaciones entre seres
humanos donde actuamos en base a nuestra visión del mundo
y al actuar lo cambiamos irremediablemente.
Las ideas que los consumidores tienen sobre el mundo, sobre
sí mismos, sobre el futuro y las condiciones de la
economía, acaban cambiando la economía misma, y a
los propios consumidores, y ellos a los mercados, en una
secuencia interminablemente reflexiva donde la separación
entre causa y efecto es una permanente complicación.
Según Giddens, concuerda con Soros. "..nuestras vidas son
cada vez menos determinadas por las rigideces de la
tradición y de la naturaleza. …Deben tomarse decisiones
en muchas áreas sobre eventos que
previamente solo eran datos
establecidos, decisiones que transformarán las decisiones
de otros. Y eso es lo que son los mercados futuros realmente, una
continua reflexión del riesgo doblado
sobre otro riesgo y ése doblado sobre otro
interminablemente". Soros usa la reflexividad para encontrar lo
que llama fracasabilidad o "fallibility", es decir, el riesgo
equivocarse. Con gran inteligencia
Soros admite que la visión que tiene él mismo del
mundo es la incorrecta "porque somos parte del mundo en que
vivimos y al serlo, no podemos comprender como es realmente. Hay
una realidad, ciertamente, pero es imposible conocerla
completamente. Hay algunas partes que conoceremos pero no lo
sabremos todo porque una parte de ése todo es contingente
con lo que pensamos". Para Soros, entonces, todo en el mundo
tiene una falla más o menos escondida, cuya
localización es imposible pero que obliga al conocedor de
los mercados a entrenarse en pensar críticamente y
retirarse lejos de la certeza de algún hallazgo clave.
"Por eso", dice Soros "funciona tan bien en los mercados
financieros porque lleva a buscar la falla permitiéndote
ajustar tu posición de mercado". Soros vive así
siempre al borde del caos total tratando de comprender
cómo se detiene o se desata muchas veces viniendo de uno
mismo. "La amplitud de posibilidades es mucho mayor si la
realidad no está dada sino es parte de la creación
propia". Así, las sociedades abiertas tienen la mayor
amenaza no en el caos que pueden provocar con esa reflexividad
dinámica que explica su mecánica diaria, sino más bien en el
dogmatismo y fundamentalismo.
Giddens enfatiza que con respecto de que "las estructuras no
son algo externo a la acción, sino que sólo pueden
reproducirse a través de actividades concretas de la vida
diaria, y se las debe analizar como formaciones
históricas, sujetas a modificaciones: como estructuras
constituidas por la acción, al mismo tiempo que la
acción se constituye estructuralmente"
Giddens y Soros concuerdan que la globalización es uno de
los vocablos más utilizados actualmente en todas las
lenguas, pero no es un fenómeno nuevo y que es
sinónimo de términos como
internacionalización y transnacionalización cuando
el significado es "el fenómeno de la conexión"; de
la globalización actual entendida como "la
expansión de actividades más allá de los
límites
de cada estado nacional en particular
Giddens ha insistido en que la sociedad es más que la suma
de sus miembros. Las estructuras que la integran preexisten y
sobreviven a los sujetos, creando un marco obligatorio para sus
posibilidades de actuación. Los comportamientos se ven
entonces condicionados, tal vez incluso gobernados, por esas
fuerzas "supra-individuales", ante cuyo empuje las actividades
cotidianas se convierten poco menos que en episodios triviales,
apenas significativos. Adviértase que no estamos aludiendo
con esta disputa a las preferencias por un objeto de estudio
"micro" o "macro", sino al modo de entender la constitución misma de los
fenómenos.
Giddens demuestra convincentemente que la aspiración a una
aplicabilidad directa y cierta de los saberes sociales al estilo
ingenieril no se sostiene. La dificultad no estriba en que las
nociones y teorías
no consientan una proyección sobre su universo. De
hecho, en todas las culturas, y de forma radical en las de la era
de la modernidad, se
han revisado las instituciones comunitarias a la luz del
conocimiento producido acerca de ellas. Lo que ocurre es que el
vínculo entre los descubrimientos científicos y la
conducta social
es intrínsecamente inestable debido a la circularidad de
esas ideas. Las observaciones y conceptos que se despegan de las
situaciones para tratar de explicarlas no pueden permanecer
aislados de ellas y de ordinario reingresan en las mismas,
contribuyendo a su reestructuración
Si el
conocimiento tiene una función
crítica, viene a declarar Giddens, no es otra que la de
ayudar a los individuos a aprehender mejor las condiciones
causalmente involucradas en la producción de sus acciones,
así como el modo en que contribuyen a su mantenimiento,
Consideró hoy que la Tercera Vía es más un
debate
económico que cultural y que tiene sus orígenes en
la socialdemocracia que destaca el rol promotor del Estado,
prioriza la educación y avanza
en el aspecto social, es básicamente una propuesta en el
área económica, y que el debate se centra
actualmente en la eliminación de la inequidad, la
injusticia y la desigualdad en los países más
desarrollados de Europa, donde en la mayoría de los
países de la Unión
Europea gobiernan políticos de extracción
socialdemócrata.
5. Bibliografía
Utilizada
Artículo de ANTHONY GIDDENS en "El
País" del 24-10-99
Revista Latina de Comunicación
Social [Diciembre de 1998]
Efectos de la globalización y el nuevo orden mundial
EL NÚCLEO ONTOLÓGICO DE LA TEORÍA SOCIAL. A
PROPÓSITO DEL PENSAMIENTO DE ANTHONY GIDDENS JESUS MORANDE
1997
Source: Group of Lisbon 1995, p. 20 modificaciones de Hübner
(1998) p. 19FH
Autor:
Guillermo Preminger