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La estereotipia en el cine peruano




Enviado por jrs



    La estereotipia en el cine
    peruano.
    el caso de la película "gregorio" del grupo
    "chaski"

    Indice
    1.
    Introducción.

    2. Hipótesis
    Provisionales

    3. Análisis de la película
    "Gregorio"

    4. Análisis de la
    película

    1. Introducción.

    Las recurrentes frases "un país sin cine es un
    país sin rostro", o "un país sin cine es un
    país invisible" no sólo muestran la importancia de
    la actividad fílmica, sino también y sobre todo la
    importancia del resultado de esa actividad, del cine como
    producto, del
    objeto película, que es al fin y al cabo el rostro del
    país, su parte visible.
    De lo anotado en el párrafo
    anterior se puede deducir fácilmente que el cine no hace
    visible per se la complejidad integral de la problemática
    de un país. El rostro hecho visible puede ser sólo
    una máscara o una caricatura o finalmente el rostro, pero
    simplemente el rostro obviando el tronco y las extremidades de
    insoslayable importancia para una comprensión integral de
    la problemática nacional.
    ¿Las películas peruanas son el rostro del
    Perú? La respuesta a esta pregunta resulta de singular
    importancia en países como el nuestro formado por todas
    las sangres. ¿Qué sangres ha hecho visibles el cine
    peruano en desmedro de qué otras? ¿Qué parte
    de nuestra problemática es la que ha hecho visible nuestra
    cinematografía?
    La búsqueda de las respuestas a estas interrogantes es lo
    que ha motivado la presente investigación, pero semejante objetivo
    está fuera del alcance de nuestros medios. Por
    ello nos hemos limitado a "Gregorio", una película de gran
    aceptación popular, también llevada al vídeo
    y a la
    televisión; producida por el grupo
    "Chaski".
    Pero la importancia de nuestra investigación no sólo se debe a las
    razones sociológicas anteriormente expuestas sino
    también a razones estrictamente académicas, ya que
    como señala Giancarlo Carbone (Contratexto, N.9, 1996) "la
    relación entre el cine nacional y la historia del Perú
    sigue siendo un terreno bastante inexplorado, incógnito y
    desatendido por los investigadores nacionales". Nuestro trabajo
    quiere aliviar en algo esta insuficiencia y descubrir cual es el
    rostro nacional que nuestro cine ha mostrado en uno de los
    períodos más convulsos de la historia
    Republicana.

    2. Hipótesis Provisionales

    Creemos que las anotadas no sólo valen para "Gregorio",
    sino para muchas otras películas, sobre todo las
    producidas en la década del 80.
    * El cine peruano del período señalado, lejos de
    querer servir de entretenimiento, ha intentado interpretar – o
    cuanto menos reflejar- la realidad social de la época.
    * La interpretación de la realidad social que ha hecho el
    cine nacional ha correspondido al pensamiento
    sociológico "de moda" de ese
    momento. Es decir que no ha aportado nada
    teóricamente.
    * El cine nacional ha preferido enfocar al problema social como
    concepto
    general más que como implicancia específica en un
    determinado individuo. La masa es la protagonista
    sociológicamente hablando, el individuo es accesorio. Se
    ha preferido crear
    un cine sociológico a un cine de arte.
    * El mensaje sociológico de la mayoría de
    películas peruanas peca de obvio.

    3. Análisis de la película
    "Gregorio"

    Ficha Técnica
    Director: Grupo Chaski (Fernando Espinoza, Stefan Kaspar,
    Alejandro Legaspi).
    Guión: María Barea, Fernando Espinoza, Stefan
    Kaspar, Alejandro Legaspi, Susana Pastor.
    Productor: Grupo Chaski, María Barea.
    Fotografía: Alejandro Legaspi
    Música:
    Arturo Ruiz del Pozo
    Edición: Grupo Chaski
    Estreno: 7 de marzo de 1985

    Reseña
    El Grupo Chaski.- Integrado por Fernando Espinoza (Perú,
    1942), Alejandro Legaspi (Uruguay,
    1948), Stefan Kaspar (Suiza, 1948), Rene Weber, Oswaldo
    Carpio, María Barea, Susana Pastor entre otros.
    Se dio a conocer en 1982 con el mediometraje "Miss Universo en el
    Perú" donde exhibiendo "las lacras nacionales dispuestas
    como un mosaico, denunciaba la indolencia de los gobernantes, la
    capacidad de la televisión
    para influir y modelar la conciencia
    colectiva (tema también tratada en "Reportaje a la Muerte" y
    en "Todos Somos Estrellas"), la aparatosa cursilería de
    una ceremonia transplantada al Perú, con toda su
    ostentación de cartón piedra, desde algún
    auditorio de Florida". (Bedoya, Ricardo, 1992)

    El Grupo Chaski se preocupó por distribuir films no
    sólo suyos ni sólo nacionales en las zonas
    deprimidas del país.
    "Retratos de Supervivencia" fue una de sus series de cortos que
    más destacaron. En ella se registra las imaginativas y a
    veces dolorosas formas que utilizan los peruanos para sobrevivir
    en la década del 80, en medio de una espantosa crisis
    económica y una violencia
    generalizada.
    Gregorio (1985): En esta película las responsabilidades en
    el rodaje fueron distribuidas de la siguiente forma: Legaspi tuvo
    a su cargo la dirección técnica, Kaspar se
    encargó de la dirección de producción, y Espinoza de la de los
    actores.
    El papel de
    Gregorio fue encarnado por Marino León de la Torre.
    La ubicación tempo espacial de la cinta es la Lima de los
    80.

    4. Análisis de la película

    El referente
    La intención de abordar un problema social en esta
    película del Grupo Chaski resulta sumamente obvia. Pero lo
    que no resulta tan obvio es que el problema social que
    aparentemente se aborda (los sufrimientos y peripecias que debe
    pasar Gregorio, un niño migrante, en la ciudad de Lima
    para adaptarse a ese nuevo mundo que se le presenta hostil y
    amenazador) es prácticamente sólo una excusa para
    abordar otro problema: la contradicción entre la cultura
    occidental y la andina.
    El Guion Literario. La historia en su eje central no recurre a
    matáforas para ilustrar la dramática
    situación que viven los niños
    migrantes en Lima. Pero este referente directo sirve de
    metáfora a una problemática mucho mayor: la
    contradicción entre dos culturas, la citadina y la rural
    (la occidental y la andina), que en la película aparecen
    excluyentes y cargadas de contravalores y valores
    respectivamente.

    En la película la ciudad está representada por
    (en orden de aparición) acinamiento, soledad, ruido,
    inmovilidad, castellano,
    trabajo
    infantil, contaminación, estratificación
    social, niños
    abandonados, disputas, explotación, robos, enfermedad,
    desocupación, problemas de
    vivienda, engaño, desierto, represión, muerte,
    traición, sacrificio, violencia,
    aculturación, vitrinas, luces, infidelidad, tecnología, falta de
    respeto, pornografía, droga,
    alcoholismo,
    mendicidad, lujuria, golosinas, deserción
    escolar, y decepción. Todos estos datos pertenecen
    a la realidad del film, donde aparecen en imágenes o
    como narración de un hecho cierto. Hemos obviado las
    distintas representaciones mentales que algunos de los personajes
    se hacen de la ciudad porque o son similares a las ya anotadas o
    las refuerzan por medio de la desilusión posterior.

    Veamos ahora la visión del campo que nos ofrece esta
    cinta: Movimiento,
    naturaleza
    pura, quechua, comunión con la naturaleza,
    respeto, libertad,
    pobreza,
    sacrificio, lucha, necesidad, tradición, música, magia,
    amistad,
    borrachera, hambre, ausencia de oportunidades.

    Como vemos, la sola lectura de las
    dos listas anteriores nos pone en autos de la
    visión que del mundo citadino y rural tienen los
    realizadores de "Gregorio": Una idealización de lo andino
    y una satanización de lo occidental, y no sólo como
    forma de vida sino como cosmovisión, como cultura. Por
    ello en el ande se habla quechua y en la ciudad castellano
    (Juaquín le dice a su esposa cuando llega a Lima
    "Acá no vas a estar hablando quechua. Nadie te va a
    entender!"). Un mayor análisis nos permitirá
    determinar hasta donde llega este maniqueísmo en la
    cinta.

    Observemos como los realizadores han puesto especial atención en darle un valor negativo
    a aspectos citadinos que usualmente aparecen en el imaginario
    colectivo como positivos. Nos estamos refiriendo a las luces, las
    vitrinas, la tecnología y las
    golosinas. La belleza de las luces de colores en la
    película está desacentuada por la artificialidad
    con que son presentadas al enfrentarlas con la miseria de
    Gregorio y los otros niños. Similar recurso es utilizado
    para descalificar a los escaparates de las grandes tiendas
    comerciales miraflorinas que son presentadas llenas de hermosos
    maniquíes vestidos con smoking ante los dientes chuecos y
    pobreza de
    Gregorio.

    La tecnología en la cinta no aparece como una valiosa
    ayuda para el desarrollo de
    la sociedad, sino
    como perniciosa y corruptora del ser humano. Los vídeo
    juegos
    cargados de violencia donde Gregorio malgasta su dinero; el
    cine que proyecta pornografía y macabros asesinatos; y los
    juegos
    mecánicos que sirven de escenario de un robo.
    Y finalmente Gregorio accede a las golosinas, tan importantes en
    el universo
    infantil, primero con el dinero que
    tanta falta le hace a su madre y luego con el botín del
    robo.
    Por otro lado el Grupo Chaski le da un tratamiento distinto a lo
    problemático de la vida del campo vistiéndolo o
    enmascarándolo para que pierda gran parte de su carga
    negativa ante los ojos del espectador.

    Así por ejemplo lo sacrificado del trabajo en el campo
    aparece como un logro de la lucha contra el hacendado, el sudor
    ya no es para el beneficio ajeno, gracias a la lucha todo
    sacrificio es ofrecido a la familia, a
    la descendencia, al futuro: el sufrimiento ha sido exorcizado.
    La pobreza,
    necesidad y hambre rural son muy distintas de las urbanas, las
    últimas conllevan humillación, las primeras
    humildad. La borrachera en el campo aparece como parte de la
    tradición, ligada a las fiestas del pueblo, no
    deshumaniza, no enajena, llama a la risa. Finalmente, la ausencia
    de oportunidades en el campo cumple en la película la
    misión
    de la manzana en el paraíso, es el anzuelo de la ciudad,
    del infierno; el campesino que cede a la tentación
    perderá para siempre la inocencia, su andinidad.

    Por otro lado en las historias secundarias y sobre todo en una
    serie de datos
    desperdigados a lo largo de toda la cinta se pueden leer las
    intenciones de los autores de reforzar la visión
    "realista" de la cinta. Realismo
    distorsionado por un maniqueísmo que se hace evidente en
    la manera de mostrar lo negativo de la ciudad y lo positivo del
    campo, como ya hemos anotado.

    Gregorio es un niño oriundo de un pequeño pueblo
    serrano que junto con su madre llega a Lima en donde los espera
    su padre quien emigró hace ya algún tiempo.
    En la gran ciudad Gregorio debe trabajar de lustrabotas para
    ayudar a sostener a su familia. Y luego
    de un pequeño enfrentamiento contra otros niños por
    la posesión de una plaza se integrará a este grupo
    de pequeños que viven en completo abandono y que hacen de
    todo, inclusive robar, por sobrevivir.
    Así Gregorio perderá la imagen de hijo
    ideal que tenía hasta ese entonces participando primero
    con timidez y luego con desenvoltura en las actividades
    delictuosas de la pandilla.
    Pero el paso de la inocencia rural a la sordidez citadina no se
    debe sólo a las malas influencias sino y sobre todo a
    la muerte de
    su padre (presentado en la película prácticamente
    como un asesinato del mundo hostil de la ciudad) y la
    pérdida de la pureza de su madre quien ha encontrado una
    nueva pareja, tras la muerte de su
    esposo.
    Gregorio regresará a casa cada vez más tarde y con
    menos dinero,
    preferirá comer "porquerías" (fast food) al
    almuerzo familiar, ir al cine a ver películas
    pornográficas y de acción al más puro estilo
    holliwoodense, se drogará, participará de robos y
    luego robará el botín a su propia banda, lo que le
    acarreará su expulsión.

    Pero este suceso merece más atención, ya que si bien es el robo del
    botín lo que causa la discusión entre Gregorio y
    sus amigos, no es precisamente este hecho el que motiva en
    última instancia su expulsión. El detonante es la
    pelea a golpes que sostiene Gregorio con sus compinches ante la
    alusión que uno de ellos hace de su madre: "si quieres
    plata que putee tu mamá pue huevón". Y es que los
    realizadores de este film no quisieron contaminar del todo a
    Gregorio por ello se le expulsa del grupo con las palabras "no
    sirves para esto, quítate oe".

    Antes de que Gregorio regrese a ser el de antes se
    gastará el dinero
    robado (su madre no quiso recibirlo) en comida y diversión
    durante dos días. El paso obligado por el purgatorio antes
    de retornar al hogar. Pero nosotros no conoceremos al Gregorio
    dispendiador más que por su palabra, un recurso muy poco
    cinematográfico de evitar mediante el tono de
    confesión de travesura infantil cualquier posibilidad de
    un mayor deterioro de la imagen de nuestro
    protagonista ante el espectador.

    Veamos ahora la historia del padre de Gregorio. Jacinto
    más que como un campesino aparece en la película
    como un hijo de campesino, este dato tiene relevancia en el film,
    pues lo presenta como un trabajador familiar y no como un
    propietario aunque sea de una cantidad mínima de tierras.
    Su hermano menor es el heredero de todo le explica Jacinto a su
    amigo antes de emigrar.
    Es decir, que Jacinto no es sólo el típico migrante
    que llega a la ciudad en busca de una mejora en su calidad de
    vida, sino que prácticamente sale expulsado de su
    lugar de origen, del paraíso. Si se queda jamás
    podrá progresar.
    El período de tiempo que el
    padre de Gregorio permanece solo en Lima consiguiendo los
    medios que
    hagan posible traer a la capital a su
    familia no
    está presente de manera explícita en la
    película. Pero es obvio que no termina lustrando zapatos
    como le vaticinó el abuelo (la profecía se
    cumpliría más tarde en Gregorio), sino consiguiendo
    un trabajo de albañil y de cuidante que le permiten traer
    a su familia a su lado.

    Su estada en la capital,
    relativamente corta, ya ha operado algunos cambios en su modo de
    vivir. Se viste diferente y le pide a su esposa que no hable en
    quechua. Pero los realizadores del film con una visión
    paternalista se niegan a presentar a Jacinto como un aculturado,
    como un traidor a su origen, prefieren presentarlo como
    víctima y convertirán a la ciudad en su
    asesina.

    Es Gregorio quien nos cuenta acerca de la enfermedad de su
    padre y acerca de sus causas. Hubiera sido más
    dramático (y más cinematográfico) verlo que
    oírlo, pero dado que la historia de Jacinto no es la
    principal no se hubiera podido abundar visualmente en los
    orígenes de su enfermedad, en otras palabras no se hubiera
    podido dejar bien en claro que fue la ciudad la que mató
    al padre de Gregorio, así que los realizadores han
    preferido que sea la inocencia de un niño la que nos lo
    cuente, para que no quede duda alguna.

    Juana, la madre de Gregorio, juega un papel clave en
    la película. Es en ella donde se va a ser visible el
    efecto "pernicioso" de la ciudad.
    En su primera aparición se muestra insegura,
    pero resignada, con respecto a la idea de su esposo de dejar su
    pueblo para ir a vivir en Lima. Luego aparecerá en la
    capital totalmente vestida con ropas típicas y cargando a
    su hijo menor en la espalda con una lliclla. Para confirmar
    completamente su aún estado puro le
    habla a su esposo en quechua.
    Después debido a su despido, Jacinto quiere regresar a su
    pueblo, pero una Juana que ya no lleva pollera le sale al frente
    para humillarlo, para exigir que la familia
    participe en una invasión de tierras que les dé la
    oportunidad de permanecer en Lima. Esa es la única
    opción, dice, para que sus hijos sean "alguien", para que
    no sean como su padre. Finalmente las duras condiciones a las que
    se ven sometidos en los primeros días de la
    invasión matarán a Jacinto.
    Una vez instalados en Villa el Salvador, Juana hará
    amistad con los
    vecinos y disminuye la atención que le presta a Gregorio.
    De su aspecto andino casi ya no le queda nada. Gregorio empieza a
    mentirle y desobedecerle.

    Su desmitificación final ante su hijo será
    pronto: Su amigo toca la puerta de muy noche. Juana abrirá
    y sólo se escuchan susurros, momentos antes la madre de
    Gregorio se soltó el pelo. Es el fin de su trenza, de su
    andinidad.

    En adelante lucirá una cola y perderá el
    control sobre
    su hijo.
    Entender la historia de Juana como la de una mujer que se ha
    dejado absorber por los cantos de sirena de la ciudad, al punto
    de provocar la muerte de su esposo y que su hijo se convierta
    casi en un delincuente corresponde a una lógica
    demasiado mecánica y simplista, pero parece que esa
    era la intención de los autores del film.
    Veamos ahora las historias de los amigos de Gregorio: Todos han
    huido de sus casas, aunque por diferentes motivos
    (expulsión del colegio, alcoholismo y
    maltrato de los padres), se han unido para poder
    sobrevivir, para enfrentarse a la bestia con un millón de
    cabezas. Pero mucho más que al Esteban del famoso cuento de
    Congrains se parecen a Pedro, al timador. Sin embargo,
    están todavía muy lejos de los pirañitas de
    los 90.

    Estos niños viven en un ómnibus abandonado en un
    arenal y trabajan como cómicos ambulantes para poder
    sobrevivir. Paralelamente son carteristas, pues tienen que
    mantener sus "lujos": Les gusta jugar pimbol, comer golosinas, ir
    al cine, tomar cerveza y fumar
    droga.

    Pero no se piense que en la película aparecen como
    delincuentes avezados, son especies de Robinhoods que entregan el
    botín a los pobres, sólo que en este caso los
    indigentes beneficiados son ellos mismos.
    Esto está evidenciado en la escena del niño que
    finge haberse robado un pan del desayuno. Luego de la
    discusión otro le dice: "Uno no roba por gusto, uno roba
    por necesidad, no sabes ni robar, idiota!".
    Otra de las características que comparten estos
    niños con el habitante de los bosques de Sherwood es la
    vida en comunidad (una
    posible alusión a la vida andina) que han adoptado, que es
    en última instancia la otra cara de la doble moral que rige
    sus vidas, la prueba que aún no han sucumbido totalmente
    en la sordidez de Lima.
    El maestro Martínez, aunque de aparición fugaz en
    la cinta juega un rol bastante importante. Jacinto le llama su
    hermano de juramento y aparentemente es él quien le
    consiguió el trabajo
    como cuidante, y con ello, el alojamiento.
    Pero después el padre de Gregorio es despedido,
    contrariamente a las promesas de Martínez, quien le
    propone que participe en la invasión de tierras con el
    trágico desenlace que ya hemos señalado.

    Entonces, hará su última aparición en el
    velorio, marchándose sin responder a la pregunta de
    Gregorio: "¿Cuándo vuelve?"
    Y es que Martínez es muy citadino, está muy lejos
    de merecer el título de "hermano de juramento", de
    "compadre".
    Jacinto confiaba en él: "Cualquier cosa preguntan al
    Maestro Martínez", pero cuando más se le
    necesitó, respondió con su silencio. La ciudad
    consumó su traición.
    La escena del profesor explicándole a Gregorio y sus
    compañeros como es la vida en la ciudad, también
    merece mencionarse.
    El maestro quien habla en un castellano obviamente aprendido como
    segunda lengua
    añade a la descripción física de Lima una
    apreciación subjetiva de mucha importancia en la
    película.

    El profesor afirma que la capital no es como el pueblo en
    donde vive la familia de Gregorio. En Lima, dice, ya no hay
    espacio, las casas tienen que crecer para arriba y como
    consecuencia de ello hay una incomunicación hasta entre
    vecinos.
    Es decir, la ciudad es, en sí misma, generadora de
    relaciones deshumanizadas.
    Como podemos apreciar de todas la historias descritas "Gregorio"
    en última instancia muestra
    maníqueamente las contradicciones entre la nobleza de la
    vida rural y sus habitantes y lo sórdido de la citadina
    con su poder corruptor.

     

     

    Autor:

    José Luis Ramos Salinas
    Trabajo escrito en 1997

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