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La crítica hegeliana: denuncia de la ruptura estado-sociedad civil




Enviado por cmarcano



    Indice
    1.
    Introducción

    2. La génesis del estado
    burgués

    3. La dictadura del proletariado y la
    conversión del estado político en estado
    social

    4. Engels y su concepción del
    estado

    5. El manifiesto
    comunista

    6. Fuentes

    1.
    Introducción

    Marx hasta 1852 está inmerso en el marco
    hegeliano. Sus artículos sobre la libertad de
    prensa y la
    censura están escritos desde un enfoque más
    jurídico que político, el estado es
    contemplado desde una perspectiva ético
    filosófica
    En la Kölnische Zeitung el estado es
    planteado como la unión libre de hombres morales y cumple
    funciones de
    educación
    pública sobre sus miembros para integrarlos en su
    existencia racional y pública. Los fines particulares se
    transforman en generales, los impulsos brutos en tendencias
    éticas y la independencia
    natural en libertad
    espiritual. Marx concluye:
    "un estado que no
    sea la realización de la libetrtad racional es un
    pésimo estado". Marx rechaza el
    positivismo
    sociológico jurídico.
    El distanciamiento de la teoría
    hegeliana del estado se hace patético en la Kritik des
    Hegelischen Staatrechts, se trata de una crítica del
    idealismo
    hegeliano más que una concepción dl estado
    moderno.
    La contraposición entre estado y sociedad civil la
    realiza en el plano lógico, por lo que no puede ser
    considerada como la afirmación directa del materialismo
    histórico. Marx sintetiza los tres pasos
    lógicos de la concepción hegeliana del
    estado:

    1. La soberanía, la esencia del estado, es
      considerada primeramente como una esencia independiente y
      objetivada.
    2. 2.Después pretende que lo objetivado debe ser
      reconstruido como sujeto.
    3. Pero este sujeto aparece hora como una
      autoencarnación de la soberanía, mientras que la
      soberanía no es más que el espíritu
      objetivado de los sujetos del estado.

    En la cuestión judía presenta esbozo de la
    escisión burguesa el estado respecto a la sociedad civil
    (denuncia en la que refleja el influjo de <Rousseau)
    mientras que en Introducción a la crítica de la
    filosofía hegeliana del derecho presenta por primera vez
    el papel
    revolucionario del proletariado.
    El influjo de Feuerbach le permite explicación en
    términos de alienación antropológica: "la
    concepción alemana del estado moderno, quien abstrae del
    hombre real
    era posible en cuanto el estado moderno mismo abstrae el hombre real
    en forma imaginaria al hombre
    total".
    Por esto mismo el papel
    revolucionario del proletariado lo presenta en términos
    antropológicos más que políticos. La
    teoría
    de Feuerbach es su norte, la teoría que reconoce en
    el hombre el
    ser supremo par el hombre. De aquí que la revolución
    de la clase proletaria consista en la emancipación general
    humana por la mediación de los trabajadores: al
    emanciparse una parte de la sociedad civil
    desde su situación particular emprende la
    emancipación general de la sociedad.
    LA emancipación se producirá por la vía
    rusoniana: al superar la clase proletaria sus intereses
    particulares y coincidir con los intereses generales. Una clase o
    estamento no puede emanciparse más que emancipando a los
    demás estamentos de la sociedad. Y este estamento o clase
    ha de ser el proletariado, porque su misma génesis
    histórica es efecto de la disolución de la
    sociedad. El paso primero y necesario es la negación d e
    la propiedad
    privada, pues ella es la responsable de la disolución de
    la sociedad, idea que será ampliamente desarrollada en Die
    Heilige Familie y, sobre todo, en los
    Ökonomish-Philosophische Manuskripte aus dem Jahre 1844.
    YA en la crítica de la filosofía hegeliana del
    estado había denunciado Marx la disyunción burguesa
    del estado de la sociedad civil como el origen de todas las
    alienaciones estamentales; y la teoría hegeliana del
    estado representaba no sólo su justificación, sino
    también su canonización teórica. Marx hace
    constatar esta situación con la época medieval,
    donde existía una identidad real
    entre el estado y la sociedad civil: " la sociedad civil era la
    sociedad política". Los
    estatutos jurídico-políticos de los particulares
    eran privilegios, por lo que no se producía una verdadera
    disyunción política en el seno
    de la sociedad civil. Los estamentos sociales, por tanto, no
    rompían la profunda unidad del tejido social.
    La revolución burguesa fue también
    política, sancionada por la revolución
    francesa, por su distinción entre los "derechos del hombre" y los
    "derechos del
    ciudadano", a través de la cual los del ciudadano
    adquieren un estatuto jurídico-político
    independiente de los derechos generales del "hombre". Justamente,
    frente a esta disyunción operada por la revolución
    política burguesa orienta Marx su proclama por la
    revolución social que preconiza, esencialmente, la
    reunificación del hombre y del ciudadano.

    El moderno estado burgués se asienta,
    según el análisis marxiano en los siguientes
    puntos:
    El estado moderno se apoya sobre la escisión de la vida
    política respecto a la vida privada;
    El estado moderno se sitúa era de la sociedad civil;
    el estado moderno se sustenta sobre la abstracción del
    estado puramente político
    La participación de la sociedad civil en el estado
    mediante los diputados es la expresión misma de su
    separación y su
    dualidad
    La "comunidad
    política" se contrapone a la "sociedad civil".

    2. La génesis del
    estado burgués:

    Las diferencias sociales pierden relevancia
    política en contraste con la situación en el
    antiguo régimen, donde los estamentos sociales eran
    "estados políticos". 2. El derecho sucede al privilegio.
    3. La esfera pública va a regirse exclusivamente por la
    razón, mientras que la religión tiene cabida
    sólo en la esfera privada; 4. El hombre se escinde
    internamente en dos niveles, el público y el privado,
    independientes entre sí: son. Respectivamente, los niveles
    del ciudadano (persona
    jurídica, derechos políticos) y del hombre
    (persona
    privada, derechos civiles). En el primer nivel los hombres son
    "iguales"; en el segundo, desiguales. Esta escisión ha
    sido posible únicamente mediante abstracciones de la vida
    real. Marx contempla en el proceso de
    génesis del estado burgués la alienación
    antropológica de la teoría feuerbachiana. Hay
    influencia de Rousseau en la
    concepción marxista del estado burgués.

    La reabsorción del estado en la sociedad civil
    mediante la emancipación humana:
    Lo característico de la sociedad civil moderna
    es considerar a los miembros como "individuos" no ya centrados en
    la comunidad
    político social, sino en sus intereses privados; la
    sociedad civil se compone de átomos egoístas e
    independientes, enfrentadas entre sí como enemigos (la
    cuestión judía). La sociedad civil se rige por el
    individualismo, por los intereses privados, sin atender
    directamente al interés
    general.
    Marx considera a Hegel como el
    teórico y apologista del estado burgués. El mejor
    ejemplo lo ve en la teoría hegeliana del derecho privado
    en cuanto "derecho de la
    personalidad abstracta" Nada le parece tan artificioso y
    nocivo como la escisión entre los derechos civiles "del
    hombre" y los políticos " del ciudadano". Por eso en la
    cuestión judía realiza un examen del doble proceso
    histórico de la "emancipación del hombre",
    convertido en individuo egoístamente independiente, y de
    la "emancipación del estado", que ha arrojado sobre la
    sociedad civil los vínculos religiosos, estamentales e
    individuales, privando a tales constricciones de toda
    significación política.
    Influencia de Rousseau. Marx le reprocha a Hegel que al
    haber optado por la monarquía constitucional frente a la
    república democrática rusoniana, convierte al
    monarca en el intérprete individual de la soberanía
    popular. Marx prefiere el modelo
    rusoniano, en el cual la soberanía auténtica radica
    en la asamblea democrática, mientras que el soberano lo es
    en cuanto "representante de la unidad popular" y de esta
    representatividad efectiva depende la legitimidad de su poder. En el
    esquema feuerbachiano se traduce así: El pueblo es el
    estado real mientras que el estado es una abstracción. O
    también: "no es la constitución la que crea al pueblo si9no el
    pueblo quien crea la constitución". Esto es cierto para el caso
    inglés.

    El valor de la
    democracia
    reside en que su seno, la constitución, las leyes, el estado
    mismo, son simplemente una autodeterminación del pueblo
    con un determinado contenido del pueblo. Por eso en la
    cuestión judía propone, frente a Bauer, no la
    "emancipación política" sino la
    "emancipación humana" como el verdadero objetivo a
    conquistar, ya que supone la reunificación del estado
    político y la sociedad civil por reabsorción del
    primero en la segunda.
    A la luz de esta
    reunificación se entiende su crítica a la
    teoría hegeliana de la representatividad y de la burocracia. El
    poder
    legislativo del estado es representativo solamente si la
    sociedad civil deviene una " sociedad política real"; solo
    entonces la representatividad será también real.
    Marx plantea la reforma electoral como un arma eficaz para
    terminar con el estado abstracto: "la reforma electoral es dentro
    del estado político abstracto, la instancia de la
    disolución del mismo como también de la
    disolución de l sociedad civil".

    De ahí que Marx rechace también la
    teoría hegeliana de la burocracia en
    cuanto a estado general encargado de salvaguardar los intereses
    generales. Marx veía en la exposición
    hegeliana una transposición de la burocracia prusiana
    (Alemania antes
    de Bismarck). Hegel fundamenta la separación del estado
    (interés
    general) y de la sociedad (intereses privados),
    encomendándole una función
    mediadora entre los dos, de modo que puedan salvaguardarse ambos
    tipos de interés, aunque velando sobre todo por el
    primero. Dado que Marx considera que Hegel realiza una mera
    apología sobre el estado prusiano, su crítica se
    hace ahora sociológica (o sociopolítica): la
    burocracia es un fruto del estado, como las corporaciones lo son
    de la sociedad civil, la burocracia es la corporación del
    estado". Por ello adjudicar a los funcionarios administrativos el
    cuidado por el interés general es también ilusorio,
    ya que la burocracia protege, en realidad, la imaginaria
    generalidad de su interés particular; en último
    término " pretende ser el fin último del estado",
    pero en realidad "convierte los fines estatales en fines
    burocráticos" o los fines burocráticos en fines del
    estado. Marx evoca una metáfora eclesial: "la burocracia
    es la república clerical".

    Ello explica su menosprecio por la república
    burocrática: " la autoridad es
    la base de su ciencia y la
    idolatría de la autoridad
    constituye un sentimiento" Procreo que no se puede hablar
    aquí de ciencia en el
    sentido clásico del término, ya que la ciencia
    como tal obliga a desprenderse del principio de autoridad como
    actitud
    crítica ante la generación de conocimiento
    mediante el uso del método
    científico. Tras el servicio al
    estado y bajo el desvelo por los fines generales, el
    burócrata oculta apenas "la conversión del fin
    estatal en fines privados, una trepa de los cargos más
    elevados, el hacer carrera". Solo tras la reunificación
    real y no abstracta de los intereses generales y los particulares
    podrá tener consistencia la figura
    burocrática.

    Por último, en su polémica con A. Ruge
    sobre la insurrección de 1844 en Silencia (Prussia
    Oriental), Marx muestra su
    escepticismo en la posibilidad de resolver los problemas con
    meras medidas administrativas: cuando el estado achaca el origen
    de los males sociales al "orden de la sociedad", se está
    autoacusando, ya que el estado moderno reposa sobre el
    "sometimiento" de la sociedad civil. Así lo entienden de
    hecho los proletarios silesios al rebelarse contra la propiedad
    privada, por lo que Marx insiste en la insuficiencia de toda
    revolución meramente política que sólo puede
    cambiar la forma de gobierno mientras
    deja intactas las bases del estado.
    La revolución ha de ser social, de tal modo que la
    sociedad civil reabsorba al estado y lo suprima como tal. Pero
    este "anarquismo " de Marx no debe ser malentendido: se trata de
    recuperar el estado rusoniano, subordinándolo a la
    sociedad civil. EN los años sucesivos, Marx va a modificar
    notablemente su marco epistemológico: el materialismo
    abstracto de Feuerbach va a trocarse en materialismo
    histórico (sobre la base de la teoría de los
    modos de
    producción y del papel revolucionario del
    proletariado).

    3. La dictadura del
    proletariado y la conversión del estado político en
    estado social

    Antecedentes: El establecimiento de la Comuna de
    París en 1871, que da lugar a la guerra civil
    en Francia y la
    unificación de los partidos obreros alemanes en torno al
    "programa de
    Gotha" (1875), que censuró en su Crítica al
    programa de
    Gotha. En ambos casos se replantea la cuestión de la
    dictadura del
    proletariado y el futuro del estado: desde el entusiasmo por la
    realización de la comuna parisina y desde la profunda
    desconfianza ante el programa de Gotha, bajo cuya
    inspiración lassalliana se habían unificado los dos
    partidos obreros alemanes.
    La experiencia revolucionaria de la comuna de París y su
    mantenimiento
    por dos meses del poder popular
    mediante una fórmula creativa de dictadura del
    proletariado (como república democrática)
    complacieron tanto a Marx como a Engels, quienes la proclamaron
    como paradigma de
    toda dictadura del proletariado, pese a que sus inspiradores eran
    Blanqui (para lo político) y Proudhon para lo
    económico, pero su práctica conducía al
    comunismo, como
    afirma Marx en el tercer capítulo de la guerra civil
    en Francia.
    Ante el comité central de la Comuna Marx advierte que la
    clase obrera no puede limitarse a tomar la maquinaria del estado
    para servirse de ella en sus propios fines. La
    justificación es clara: el aparato estatal proviene de la
    revolución burguesa, basada en la separación y
    autarquía del estado respecto a la sociedad
    civil.

    Las disposiciones de la Comuna se orientaban a la
    supresión de cualquier tipo de dominación de clase.
    La Comuna empleó dos remedios infalibles: 1. Cubrió
    todos los cargos administrativos, judiciales y de enseñanza por elección mediante
    sufragio universal, concediendo a los electores el derecho de
    revocar en todo momento a sus elegidos y 2. "todos los
    funcionarios estaban retribuidos como los demás
    trabajadores" ¿Coincide esto con lo que se tiene en
    Venezuela en
    el 2000? De seguro el lector
    concluye que en el punto 2 ciertamente no. La comuna era una
    corporación electiva y revocable que ejercía
    simultáneamente los poderes ejecutivo y legislativo, no
    era un parlamento. Cada aldea o ciudad habría de regirse
    por su propia comuna. No se trataba de destruir la unidad de la
    nación
    sino de agruparla mediante un régimen comunal,
    convirtiéndola en una realidad al destruir el poder del
    estado que pretendía ser la encarnación de aquella
    unidad.

    El objetivo de la
    Comuna era: ""extirpar los cimientos económicos " sobre
    los que reposa la dominación de clase, porque "
    emancipando el trabajo,
    todo hombre se convierte en trabajador". Marx sitúa la
    comuna como el modelo de
    trabajo para todo intento futuro de implantar el comunismo. La
    dictadura del proletariado solo se justifica cuando es
    transitoria y tiene significación revolucionaria hacia el
    nuevo estado social que va a sustituir al estado político
    (de dominación de clases) hasta ahora conocido. El
    único perfil es que el nuevo estado estará
    plenamente reconciliado con la sociedad civil sin clases. En la
    Comuna y en la crítica al programa de Gotha se distinguen
    dos fases d la sociedad comunista a propósito del derecho.
    La primera fase incluye "defectos inevitables" pero en la fase
    superior de la sociedad comunista regirá plenamente este
    lema: "de cada cual según su capacidad; a cada cual,
    según sus necesidades".
    El objetivo del proletariado no es el estado libre, pues la
    libertad consiste en convertir al estado en órgano que
    está por encima de la sociedad en un órgano
    completamente subordinado a ella.
    El estado comunista será inédito. Se
    destruirá el estado clasista, pero subsistirá el
    estado aunque transformado. "¿ Qué funciones
    sociales, análogas a las actuales funciones del estado
    subsistirán?" Marx proyectaba estudiar
    sistemáticamente la cuestión del estado en el tomo
    4 del Kapital, no lo llegó a esbozar.

    4. Engels y su concepción del
    estado

    Tenía una concepción más
    instrumentalista del estado, a la vez que una oposición a
    toda herencia
    burguesa. Muestra de ello
    son sus expresiones: "aparato estatal" y la " extinción
    del estado".
    Engels, en los dos textos del último período, se
    limita a resumir y glosar el pensamiento de
    Marx. En Introducción a la guerra civil en Francia,
    Engels reconoce que los teóricos de la comuna eran
    blanquistas (responsables de los decretos políticos) y
    proudhonianos (responsables los decretos económicos), pero
    suscribe la opinión de Marx de que tal organización " forzosamente habría
    conducido en última instancia al comunismo" (Nótese
    su conocida expresión en "última instancia").
    Igualmente suscribe y enfatiza el paradigma de
    que la comuna representaba la "dictadura del proletariado". Su
    labor consistió en desmontar el aparato estatal
    burgués hasta que "una generación futura, educada
    en condiciones sociales nuevas y libres, pueda deshacerse de todo
    ese traste viejo del estado". Este último texto suele
    citarse en pro de la "extinción del estado", pero del
    contexto se sigue que se refiere al modelo burgués del
    estado ("viejo trasto"), mientras confía a las nuevas
    generaciones la concepción de un nuevo tipo de estado. El
    dejar la cuestión abierta a las futuras generaciones hace
    pensar que se previó el surtimiento de problemas que
    para el momento de esta transición no existían o no
    eran problemas de magnitudes globales, como lo sería hoy
    el problema de la insostenible contaminación
    ambiental.

    Engels se hace eco de la consigna marxiana de 1880: hay
    que transformar el sufragio universal de "medio de engaño
    que ha sido hasta aquí en medio de emancipación".
    En una carta a Kautsky
    lo expresó claramente: " una cosa absolutamente cierta es
    que nuestro partido y la clase obrera sólo pueden llegar
    al poder bajo la forma de república democrática.
    Esta es, incluso, la forma específica de (für) la
    dictadura del proletariado, como lo ha puesto de relieve la
    gran Revolución
    Francesa".
    Los famosos pasajes "extincionistas" de su Anti-Düring
    (1878), Engels plantea la revolución proletaria como la
    "solución de las contradicciones". Al anular la propiedad
    privada de los medios de
    producción se anulan las clases
    sociales, y con ellas la opresión y los conflictos,
    por lo que no quedará nada qué reprimir que haga
    necesarios un poder especial de represión, un estado"
    (Nótese su concepción liberal del estado). Y
    añade: a partir de la revolución proletaria, "la
    intervención de los poderes del estado en las relaciones
    sociales va haciéndose innecesaria en un ámbito
    tras otro, y acaba por desaparecer. En lugar del gobierno de las
    personas aparece a administración de las cosas y la dirección de los procesos de
    producción". El estado no se "abole", se
    "extingue".

    La tradición utópica del estado justo
    viene dese Rousseau a Marx: el proyecto
    rusoniano del estado recibió en Kant una primera
    traducción formal, que Hegel tomó luego hasta
    autonomizar al estado de la sociedad civil. Marx recupera en lo
    esencial el modelo rusoniano, aunque con un sello nuevo: es la
    soberanía popular quien elige y controla al ejecutivo; el
    estado se reabsorbe en la sociedad civil y se pone a su servicio
    efectivo.

    Algunos Términos:
    Moral: Lo que
    no cae bajo la jurisdicción de los sentidos, por
    ser de apreciación del entendimiento o de la conciencia y
    también de lo que no concierne al orden jurídico
    sino al fuero interno o al respeto
    humano.
    Sociedad: contrato por el
    cual dos o más personas se obligan mutuamente en una
    prestación de dar o hacer, con el fin de obtener alguna
    utilidad
    apreciable en dinero, la que
    dividirán entre ellos en la proporción de sus
    respectivos aportes o de lo que hubiesen pactado.
    Diccionario de
    Derecho Usual: cualquier reunión o asociación de
    personas o fuerzas sociales. Conjunto de familias con un nexo
    común, así sea tan sólo en el trato.
    Relación entre pueblos o naciones. Agrupación
    natural o convencional entre personas, con unidad distinta y
    superior a la de sus miembros individuales que cumple, con la
    cooperación de sus integrantes, un fin general, de
    utilidad
    común. La clase dominante en la vida pública y
    suntuosa. La Humanidad en su conjunto de interdependencia y
    relación con argumentos idealistas. Marx se sitúa
    en la tradición racionalista frente a la teológica.
    A diferencia de Hegel el concepto central
    de su epistemología no es la Idee sino la Natur:
    "la regla racional puede deducirse solamente de la naturaleza de la
    cosa"
    Sociedad Civil: Según Víctor Abreu (Abreu, 1999) la
    sociedad civil surge de la decadencia entre la esfera publica y
    el espacio social moderno dinamizado por el mercado se
    corresponde con el estado y la sociedad civil, cuyos polos
    empiezan a ofrecerse como realidades palpables y definidas
    conjuntamente con el establecimiento del estado liberal desde las
    ultimas décadas del siglo XVIII. Precisamente fue la
    conformación y movimiento de
    la sociedad civil donde surgen los reclamos del individuo que
    desencadenaron los procesos
    políticos que conllevan a la actual forma de estado. El
    estado organizado en sociedades
    liberales y la sociedad civil son los dos grandes correlatos de
    una sociedad moderna tejida con la producción privada y el
    establecimiento de riqueza entre los individuos soberanos. Con la
    delimitación de estos dos ámbitos
    desapareció el sentido de gobierno de la casa del
    príncipe que tenia el régimen absolutista en el que
    el rey ejercía respecto a su reino la figura del jefe de
    familia,
    cuando el mercado y el
    individuo mostraban poca fortaleza. En el estado liberal el
    motivo del arte de gobernar
    será el gobierno de lo que empezara a llamarse población, que es el conjunto de individuos
    soberanos serializados y amalgamados por las prácticas
    mercantiles y reunidos ellos en un entorno social tal como, de
    nuevo, desde entonces comenzara a entenderse como sociedad
    civil.
    Blanquistas:partidarios de una corriente en el movimiento
    socialista francés, encabezados pos luis Augusto Blanqui
    (1805-1881), eminente revolucionario y destacado representante
    del comunismo utópico francés. Los blanquistas,
    decía Lenin, esperaban que "la humanidad se
    libraría de la esclavitud
    asalariada por medio de un complot de una minoría de
    intelectuales, y no por medio de la lucha de clase del
    proletariado" (V. I.Lenin, A propósito del balance del
    congreso). Al sustituir la labor del partido revolucionario con
    las acciones de un
    puñado de conspiradores, no tenían en cuenta la
    situación concreta necesaria para el triunfo de la
    insurrección y menospreciaban los vínculos con las
    masas.
    Proudhonianos:adeptos de una corriente anticientífica del
    socialismo
    pequeñoburgés que recibieron tal
    denominación del nombre de su ideólogo, el
    anarquista francés Proudhon. Este criticaba la gran
    propiedad capitalista desde un punto de vista
    pequeñoburgués; soñaba con perpetuar la
    pequeña propiedad privada; rechazaba la lucha de clases,
    la revolución proletaria y la dictadura del proletariado,
    y, como anarquista que era, negaba la necesidad del Estado. Los
    "teóricos" burgueses han utilizado mucho las ideas del
    proudhonismo para predicar la colaboración entre las
    clases. Marx hizo una crítica demoledora del proudhonismo
    en su obra Miseria de la ¿.
    Programa de Gotha: programa aprobado por el Partido Socialista
    Obrero de Alemania en su
    Congreso de Gotha (1875) en el que se unificaron los dos partidos
    socialistas alemanes existentes hasta entonces: los eisenacheanos
    (dirigidos por Augusto Bebel y Guillermo Liebknecht e
    influenciados ideológicamente por Marx y Engels) y los
    lassellanos. El programa adolecía de eclecticismo y era
    oportunista, pues los eisenacheanos hicieron concesiones a los
    lassellanos en las cuestiones más importantes y aceptaron
    sus fórmulas. Marx y Engels sometieron el proyecto de
    Programa de Gotha a una crítica demoledora /el primero, en
    su obra Crítica del Programa de Gotha; el segundo, en su
    carta a Bebel
    del 18-28 de marzo de 1875), viendo en él un considerable
    paso atrás en comparación con el programa
    eisenacheano de 1869.
    Programa de Erfurt: programa del Partido Socialdemócrata
    Alemán aprobado en el Congreso de Erfurt (octubre de
    1891). Representó un paso adelante en comparación
    con el Programa de Gotha (1875). Se basaba en la doctrina
    marxista acerca del hundimiento inevitable del modo de
    producción capitalista y de su sustitución por el
    modo de producción socialista. En el Programa de Erfurt se
    recalcaba la necesidad de que la clase obrera desplegara la lucha
    política, se destacaba el papel del partido como dirigente
    de esta lucha, etc., pero en él se hacían
    también serias concesiones al oportunismo. Engels
    criticó detalladamente el proyecto inicial de este
    programa en su obra Contribución a la crítica del
    proyecto de programa socialdemócrata de 1891,que fue, en
    el fondo, una crítica del oportunismo de toda la II
    Internacional. Sin embargo, los dirigentes de la socialdemocracia
    alemana ocultaron a las masas del partido la crítica de
    Engels, y sus observaciones más importantes no fueron
    tomadas en consideración al redactarse el texto
    definitivo del programa. Lenin consideraba que el silenciamiento
    de la dictadura del proletariado era el defecto principal del
    Programa de Erfurt, una concesión cobarde hecha al
    oportunismo.

    5. El manifiesto
    comunista

    La Liga de los Justos y el Comunismo
    El término "comunista" merece una
    explicación. En la época, el "socialismo" era
    considerado una doctrina burguesa, identificada con los distintos
    esquemas reformistas experimentales y utópicos de los
    ideólogos pequeño-burgueses. Los comunistas eran
    aquellos que estaban claramente a favor del derrocamiento
    revolucionario del orden existente y del establecimiento de una
    sociedad igualitaria. El comunismo de aquella época se
    originaba de una rama de extrema izquierda del jacobinismo
    francés, representado por Graco Babeuf y Felipe
    Buonarroti.
    La Liga de los Justos estaba compuesta por trabajadores,
    principalmente artesanos alemanes exiliados, localizados en
    Londres, Bruselas y París, y en algunas partes de
    Alemania. No se trataba de obreros modernos trabajando en grandes
    fábricas mecanizadas. Sin embargo, fueron atraídos
    por las concepciones de Marx y Engels acerca de la naturaleza de la
    sociedad capitalista moderna. La Liga de los Justos usaba en su
    bandera el eslogan "¡Todos los Hombres son Hermanos!".
    Cuando abrazó las concepciones de Marx y se
    transformó en Liga de los Comunistas, adoptó el
    llamado del Manifiesto: "Trabajadores del mundo,
    ¡uníos!".

    6. Fuentes

    Abreu, Víctor. La tradicion Liberal: individuo
    soberano y desigualdad. En Trabajo de ascenso en el
    Escalafón Docente, UCV, Caracas, 1999.
    Carracedo, José Rubio. Paradigmas de
    la política. Edit. Anthropos, Barcelona,
    1990
    ENGELS, Federico. El origen de la familia, de
    la propiedad privada y del estado. Edit Ayuso, Madrid, 1975.
    Ossorio, Manuel. Diccionario de
    Ciencias
    jurídicas, políticas
    y sociales. Editorial Obra Grande, S.A. Edit. Heliasta, Bs As
    Argentina

      

     

     

    Autor:

    Ma. Elena Lavaud.
    Ninoska Litchenka Arellano
    Carlos Alberto Marcano

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