Indice
1.
Introducción
2. Déficit Fiscal En
Latinoamérica
3. Especulación Financiera Causa
Del Déficit Fiscal En El Perú
4. Diferencia Del Perú Con Otros
Países
5. Enfoques latinoamericanos del
déficit fiscal
6. Bibliografía
Este trabajo tiene relación con las
Economías latinoamericanas para Comparar la
situación de déficit fiscal de
estos países.
De acuerdo con un estudio de la Comisión Económica
para América
Latina y el Caribe (CEPAL), el crecimiento del PIB per
cápita regional cayó de 3.5 por ciento en 1997 a
0.7 por ciento en 1998. Asimismo, se informa que el
déficit regional de la cuenta corriente aumentó
31.25 por ciento, al registrar 84,000 mdd, comparado con los
64,000 mdd del año anterior, y el flujo de capitales
descendió 22.5 por ciento de 80,000 mdd en 1997 a 62,000
mdd en 1998.
2. Déficit Fiscal En
Latinoamérica
Reseña Histórica
La historia de
Latinoamérica se destaca por dos eras
importantes, la de antes de los sesenta y la de lo después
de los sesenta. Antes de los '60s, la economía se
caracterizaba por el monopolio en
el sector privado (falso libre mercado), que
manipulaba varias variables a su
beneficio, incluyendo a los gobiernos, la competencia era
eliminada por todos los medios
posibles. Este monopolio del
mercado, creo
descontento y no era visto con buenos ojos por la población. Después de los '60s, los
gobiernos de ese entonces, que recibían beneficios de
estos monopolios en el sector privado, se inspiraron en los
vientos del este, que traían las olas del monopolio
estatal (comunismo), y
así apoyados por el descontento del pueblo, se lanzaron a
"quitarle la torta" al monopolio privado, "para que recibir
limosnas, sino nos podemos llevarlas todas" fue la ideología.
Así las cosas, el único cambio en el
monopolio fue el dueño, el resto permaneció igual,
hasta peor, caracterizándose por corrupción, desfalcos o robos fiscales,
déficits fiscales y endeudamiento para cubrir los
déficits.
El populismo, se
creo, para mantener al pueblo contento y evitar revoluciones a
estilo francés "al pueblo denle pan y circo". Las
décadas pasaron, y la decadente situación
económica llego hasta el mismo gobierno, que ya
no tenia que desfalcar y robar, la única manera de
"ganarse alguito" era mediante el endeudamiento externo, pero
debido a su misma situación económica, ya no eran
confiables y se suspendieron los prestamos, aun aquellos
prestamos que cubrían el déficit fiscal, con esto
la situación empeoro, ola de descontentos caracterizados
por terrorismo,
revoluciones, revueltas, luchas sociales, narcotrafico, corrupción
y caos, llevaron a los gobiernos a cambiar de estrategia,
decidiéndose a la retirada de este peligroso negocio del
monopolio estatal.
Así, de nuevo inspirados por los vientos del
este, con la caída del comunismo en
Rusia, decidieron darle entrada al libre mercado, pero esta vez,
las cosas eran diferentes, ya no es el monopolio el que lo
caracteriza, sino la COMPETENCIA, es
decir un verdadero libre mercado antimonopolio, anti-oligopolico,
antiproteccionista, anti-subsidiario, anti-favoritismos
gubernamentales, etc,"todos a competir, se ha dicho".
Vemos que las inflexiones de cambio ocurren
con la exacerbación del déficit fiscal y la
exuberante deuda externa. En
el Peru,
épocas de cambio, ocurrirán bajo las mismas
leyes, el
crónico déficit fiscal, el pago de la deuda, las
presiones sobre el fisco de varios ángulos (conflicto
ecuatoriano, populismo-estatismo del tribunal constitucional,
la reducción del endeudamiento externo por el FMI, etc.), y
quizá él más influyente, el retraso de las
reformas del estado, de la
constitución, que permitirían una
rápida corrección del déficit fiscal.
Ocasionaran un cataclismo económico y político
El gobierno se dio
cuneta del nefasto destino que le espera, sí es que no se
corrige, al menos al corto plazo el déficit fiscal. El
FMI se dio
cuenta de estas maniobras y redujo el tope de nuevo endeudamiento
de 2000 mil. a 800 mil. Para así presionar a acelerar las
reformas que faltan. Para corregir el déficit, al menos en
el corto plazo, para salir limpios en época de elecciones,
se aceleraran los programas de
privatizaciones y se lanzara algo novedoso pero muy peligroso a
la vez que es característico de gobiernos con
déficit fiscal crónico y esta es la emisión
de bonos estatales,
que son nada mas que papeles que dicen "el estado te
debe y te pagara x% a tantos anos sí compras este
papel", esto
sí bien genera "cash" para cubrir el déficit, es
simplemente otro modalidad de endeudamiento que alentara aun mas
el pesado endeudamiento que ya tenemos, como sucedió en el
caso de EEUU, que ahora su deuda asciende a 5 trillones, y para
cuando los acreedores le ajusten un poco, EEUU
desaparecerá o se disolverá en varios estados
Separatistas y sus famosos bonos no
valdrán ni un centavo!. Así las cosa mantener el
gasto fiscal, que ocasiona el déficit fiscal y endeudarse
(bonos, prestamos, etc.) para cubrirla, solo trae problemas, lo
mejor es reformar la constitución y la carta magna
que prohiba al gobierno el gasto excesivo a lo que recibe y que
promocione el ahorro fiscal
y el ahorro en
general (individual, del sector privado, etc.).
La comunidad
económica internacional se dio cuenta de esto, tanto el
FNI como el BM, antes de los 60s promocionaban el endeudamiento
para financiar el populismo-estatismo en el tercer mundo, se
creía en ese entonces que prestando dinero
sé hacia capital al
cobrar los intereses y el principal al largo plazo. Con el
tiempo la
crisis se dio
en el tercer mundo y muchos dejaron de pagarla, simplemente
porque no tenían con que, así el FMI y el BM se
vieron con la realidad, que las técnicas
del préstamo para generar capital era
una mala idea. La crisis
Mejicana, quizá fue el impacto, que hizo cambiar de rumbo
definitivo al FMI y BM de promocionar endeudamiento externo, por
el de promocionar el ahorro fiscal y el Peru no se
escapa de esto. Los gobiernos que aportan fondos (dinero) al FMI
y BM, entre ellos EEUU, pusieron restricciones a las viejas
políticas del FMI y BM, y les dieron
instrucciones de promocionar el libre mercado y ahorro fiscal, en
todo el globo, a fin de reactivar la recesión
económica mundial, los prestamos ya no eran atractivos,
para generar riqueza ya que simplemente se dejaban de pagar. Es
así como surge una ola de mercados
emergentes, esto mas la caída del comunismo ruso, acelero
el proceso,
gracias a dios el Peru "agarro la ola", pero el Peru tiene un
problema y es el del viejo adagio que dice "primero la política,
después la economía". Un
inadecuado manejo político, caracterizado por el retraso
de las reformas del estado, de la
constitución, de la reducción del gasto fiscal,
etc, están ahora bloqueando su desarrollo, y
esto fue señalado por la comunidad
financiera internacional, eso debe modificarse en cuanto antes,
antes que sea demasiado tarde, sí es que se quiere salir
airosos para el próximo milenio.
3. Especulación
Financiera Causa Del Déficit Fiscal En El
Perú
El gobierno se negó a subir los salarios de los
trabajadores estatales con el pretexto del déficit fiscal,
mientras destina 36% del presupuesto al
pago de la deuda. ¿Cuál es la relación del
capital financiero especulativo con los salarios y el
déficit fiscal?
El paradigma del
neoliberalismo
en este punto es la disciplina
fiscal, es decir, que los gastos
estén financiados con impuestos, de
manera que el ajuste fiscal consiste en un aumento de los
impuestos y
una reducción de los gastos. Contrasta
con la visión anterior, las propuestas de sello keynesiano
o cepalino, según las cuales la política
fiscal puede jugar un papel activo
en la reactivación de la demanda agregada,
y en este sentido el déficit fiscal puede tener un efecto
positivo. Dicha visión correspondía al interés
del capital industrial o manufacturero, pues necesitaba que el
mismo Estado aumentara la demanda
agregada para facilitar la circulación de las
mercancías. Pero bajo la égida actual del capital
financiero especulativo, la circulación de las
mercancías ya no importa, de manera que no se necesita una
política
fiscal activa que estimule la demanda agregada.
Lo que ahora importa son las rentas.
El capital industrial está en retroceso y el
aparato productivo bastante golpeado. Sus ingresos se
dirigen básicamente a pagar los costos
financieros, que han aumentado dramáticamente, descuidando
la acumulación de capital, y ni siquiera haciendo la
reposición de equipo. Incluso, las empresas del
sector real que tienen alguna liquidez ponen sus recursos en
inversiones
financieras en lugar de fortalecer su propia actividad
productiva. Eso está pasando en todo el mundo,
fenómeno que fue bautizado por Pierre Salama como la
financiarización.
El hecho de que los recursos ya no se
destinen a la acumulación del capital tiene como
consecuencia que no se puede aumentar la productividad del
trabajo, lo que se conoce como plusvalía relativa en
el lenguaje
marxista. Entonces para aumentar la ganancia se tiene que
recurrir a reducción del salario, o lo que
es lo mismo, a incrementar la plusvalía absoluta. Eso en
cuanto a la política
salarial.
En el actual modelo, la
política de reducción del gasto
público, incluidos los salarios, es necesaria para que
las finanzas
públicas contribuyan a aplastar la demanda
interna. Esto se combina con impuestos al consumo, como
el IVA, con la
restricción del crédito
de fomento y con la eliminación de los subsidios.
¿Por qué hay que aplastar el consumo? Para
aumentar las rentas financieras.
Para que el capital pueda penetrar las economías
y extraer ganancias financieras requiere suprimir los controles y
regulaciones. En efecto, se eliminó el control de
cambios, que significaba el monopolio del Estado sobre el mercado
de divisas (dólares) y se pasa a un mercado libre, donde
el manejo de las transacciones de moneda extranjera pasa del
Banco de la
República al sistema
financiero privado, controlado por el capital especulativo.
Se abolieron los controles al régimen de inversión
extranjera; de manera que los capitales especulativos entran
y salen cuando quieren. No hay control a las
importaciones y,
por tanto, no hay instrumentos para proteger la industria
nacional.
Como al capital financiero le urge convertir en dólares
las rentas que le extrae a la economía, y como se ha
renunciado a los controles para regular la salida de divisas, el
único instrumento para obtener esa conversión es
producir un excedente en divisas bajando la demanda interna, y
eso se hace mediante una política fiscal restrictiva, que
incluye el freno a los salarios. Si hay baja demanda interna,
obviamente la presión
sobre la balanza de pagos
es menor. Si se consume menos se demandan menos importaciones y
se genera un excedente exportable mayor, y esas divisas son las
que le sirven al capital especulativo para trasvasar sus rentas
financieras y para realizarlas en los mercados
internacionales. De ahí la actual política fiscal y
salarial.
4. Diferencia Del
Perú Con Otros Países
Para ello, cada uno de los países que no haya
entrado en crisis financiera sistémica ha de suscribir
acuerdos preventivos con el Fondo Monetario
Internacional, como lo han hecho Colombia y
Argentina, y con
eso se evitaría, según dicen, entrar en crisis.
¿Habrá o no crisis? Ya eso sería ponernos a
especular. Cuando se produce la fuga de capitales, los
inversionistas se asustan y sacan sus divisas. Pero al salir,
provocan la devaluación de la moneda nacional. Y al
devaluarla, disminuye la rentabilidad
esperada del capital financiero, lo que impulsa nuevas salidas.
En resumen, los dólares empiezan a salirse de los
países cuando hay escasez.
¿Cuál es el juego? El FMI
dice: bueno, manténgame la banda cambiaría o la
tasa de cambio, y deje que los inversionistas financieros saquen
los dólares a la tasa prevista, y usted queme reservas de
divisas, y cuando los capitales hayan salido, entonces que se
reviente todo el mundo y que se friegue el que se friegue. Pero
en ese punto el capital financiero internacional ya ha salvado su
inversión. Brasil
tenía 80 mil millones de dólares de reservas.
Gastó 12 mil millones en un solo día y 40 mil
millones en total. Cardoso había dado el mensaje de que
cuando quemara 40 mil millones soltaría la tasa de cambio.
Estados Unidos
y el FMI le dijeron: no, tranquilo, quédese ahí,
que nosotros le mandamos otros 60 mil millones. Quemaron 40 mil
millones adicionales de los 60 mil, y ahí sí
soltaron el real. Habían feriado 80 mil millones de
dólares, pero ya las inversiones
financieras habían salido.
En Colombia hemos
perdido 3 mil millones de dólares de reservas entre
mediados de 1997 y hoy. Bajamos de casi 11 mil a 7.800. Pero como
los capitales van saliendo y hay un déficit en cuenta
corriente de 6.6% del PIB,
obviamente el gobierno tiene que buscar cómo atraer
capitales para financiar ese déficit, y entonces endeuda a
la nación.
Ésta ha aumentado en 3 mil millones de dólares el
endeudamiento externo. Si el gobierno no se hubiera endeudado en
el exterior por 3 mil millones de dólares, en el mismo
período habrían caído las reservas en 6 mil
millones. Prestamos tres y aun así cayeron tres, eso
quiere decir que hemos tenido una fuga de 6 mil millones de
dólares. El gobierno le dio al inversionista una
garantía adicional: sí usted no puede sacar sus
dólares, yo le emito unos TES indexados a la tasa de
cambio, en dólares, y la nación
asume el riesgo cambiario.
Si el dólar se dispara, el valor del TES
se dispara y eso lo pagamos los colombianos a través del
servicio de la
deuda, que se financia con los impuestos. Para emitir esos TES en
dólares, que respaldan a los grupos
económicos, no se consultó en ningún momento
a los afectados. ¿Dónde está la democracia
sí el gobierno nos pone a los colombianos a pagar con
impuestos el riesgo cambiario
de los inversionistas sin consultarnos?
Puede concluirse que sí existe una estrecha
relación entre lo fiscal y el manejo de la tasa de cambio
en lo financiero.
¿El déficit fiscal se agrava en buena
medida con los movimientos especulativos de capital?
El gobierno emite TES denominados en dólares, como se hizo
en México
antes de la crisis de 1994, para decirles a los inversionistas
«vénganse para acá, que sí el
dólar se dispara, yo les doy cobertura con el presupuesto
nacional». Eso los reventó. Pero la cosa viene de
atrás. Aquí el debate de
fondo es sí lo fiscal es la causa o la consecuencia de la
crisis. Si usted acepta que es la causa, debe aceptar que los
programas de
ajuste, con los cuales se ha venido despidiendo a la gente o
reduciendo los salarios, son necesarios. Si lo fiscal es la
consecuencia, el ajuste tiene que darse en el origen, que es en
la especulación financiera.
La causa es esta última, sin duda, pero el
gobierno engañosamente dice otra cosa. Así se
permite que el capital especulativo traslade el costo del ajuste
a la población.
Aquí hay que hacer una consideración de carácter
general. Desde el acuerdo de Bretton Woods hasta 1971,
prevalecieron tasas de cambio fijas cuyo eje era el dólar,
estando éste garantizado teóricamente por
depósitos de oro en la Reserva Federal, lo cual creaba
ciertas limitaciones a la posibilidad de emitir. En 1971,
Estados Unidos
rompió ese acuerdo. Europa y Japón
estaban llenos de dólares, y cuando le exigieron al
gobierno norteamericano que se los cambiaran por lingotes de oro,
Nixon se negó. El dólar se devaluó y todas
las monedas empezaron a fluctuar, dentro de las famosas bandas
cambiarías.
Lo que interesa destacar es que a partir de entonces la
masa monetaria internacional crece sin control. Ese crecimiento
depende de la capacidad de emisión de los países
desarrollados. Para ellos las divisas son papel moneda para
quienes las emiten, mientras que para nosotros son oro porque
para poder obtener
dólares, marcos, francos o yenes, nos toca exportar,
endeudarnos y vender nuestro patrimonio
nacional. Esas divisas van al sistema
financiero mundial, que mediante el crédito
expande la capacidad de gasto.
Después del rompimiento de las paridades fijas en
1971 se creó una gran masa monetaria, gran parte de la
cual fue a parar a América
Latina, y fue lo que produjo el llamado boom de la deuda
latinoamericana, que terminó en la crisis del segundo
semestre de 1982.
Después de esto, los capitales se desplazaron al
Sudeste Asiático buscando rentabilidad
en los llamados mercados emergentes, y luego, con la caída
del bloque socialista, fueron a Europa del Este,
alimentando una burbuja especulativa que finalmente
explotó en julio de 1997. A América
Latina los capitales retornaron en la década del
noventa después del ajuste a que fue sometida la
región en la década del ochenta. Pero en julio de
1997, como consecuencia de la crisis que se inició en el
Sudeste Asiático, se presenta de nuevo una fuga.
Entonces esos capitales requieren penetrar las economías,
generar deuda, y por tanto tienen que generar déficit
fiscal. Ellos presionan el crecimiento del gasto
público y privado para poder colocar
los recursos. Cuando las economías están infladas,
y hay problemas de
riesgo, ellos se van, imponen el ajuste y fuerzan a las
economías a apretarse el cinturón, descargando los
costos en la
sociedad y
echándole la culpa al Estado.
Lo fiscal es la consecuencia. Lo especulativo es la causa. Al
ministro de Hacienda le dijimos esto en la Mesa Central de
negociación con motivo del Paro
Cívico Nacional y respondió diciendo que el orden
de los factores no altera el producto. Pero
sí lo altera: sí la causa está en lo
financiero, el ajuste debe estar allí.
5. Enfoques
latinoamericanos del déficit fiscal
Se mencionara solo el caso de Colombia y
perú:
En el caso colombiano
Colombia: un ajuste fiscal iluso
En 1998 los ajustes fiscales pueden subdividirse en ilusos y
necesarios; los primeros se producen cuando se afectan variables del
gasto o del ingreso que nada tienen que ver con el crecimiento
del déficit; los segundos, al contrario, afectan los
determinantes fundamentales de la expansión del gasto o
del estancamiento del ingreso.
El Gobierno ha propuesto en el presupuesto del
año 2000 un ajuste fiscal iluso. Ni Los salarios de los
funcionarios públicos (que han disminuido su peso relativo
en el gasto en los últimos años), ni las
transferencias (que están ligadas por la ley a los
ingresos
corrientes estancados), ni la inversión pública, (que
también viene disminuyendo su peso relativo), son los
culpables de la expansión del gasto en la última
década, y sin embargo son las únicas variables que
reduce el Gobierno al tratar de equilibrar las finanzas.
El primer
efecto de un ajuste fiscal iluso como el propuesto por el
Gobierno, tiene que ver con que precisamente no produce
ningún ajuste fiscal; al contrario, profundiza el
déficit al no afectar las causas del mismo y al producir
un efecto recesivo sobre la economía, vía
disminución de la demanda agregada (salarios) y vía
reducción de la inversión total. La recesión
económica así profundizada, afecta los ingresos
corrientes del gobierno que disminuyen y extiende el
déficit fiscal.
El gobierno ya había producido un primer ajuste
fiscal iluso en el presupuesto de 1998 cuando afirmó, en
contra de nosotros, que la reducción de la
inversión pública del gobierno central
traería como consecuencia y gracias al denominado crowding
out una elevación automática de la inversión
privada y un crecimiento
económico positivo sobre la estancada economía
colombiana de 1998.
En aquel entonces afirmamos que tal política no
produciría sino una recesión económica en
1999 pues la reducción de la inversión
pública no genera un crecimiento automático de la
inversión privada en tanto la reducción de
ésta, se debe, antes que nada, al uso del excedente
económico privado en gastos de consumo de bienes
importados, o a su huída al exterior como flujos de
capital salientes.
El resultado de la política presupuestal del gobierno para
1999 fue una reducción del total de la inversión y
una recesión económica nunca antes vista, e indujo
un crecimiento de déficit fiscal en 1999. Nosotros
teníamos la razón.
Una Propuesta Alternativa Para El Presupuesto Del 2000
Aunque el debate
parlamentario está a punto de acabar, el debate
presupuestal y el papel del Gobierno en la presente crisis apenas
Si comienza. Por eso hicimos una exposición
ante la Cámara de Representantes sobre lo que consideramos
como el verdadero ajuste fiscal necesario.
En primer lugar hay que definir las causas reales de la
expansión del déficit en los últimos
años. Éstas son:
1. El crecimiento del saldo y del servicio de la
deuda
pública interna.
2. El estancamiento de los ingresos corrientes por la crisis
económica y por la magnitud de las exenciones al impuesto de
renta.
Es sobre estas variables que tenemos que actuar, para lograr el
ajuste fiscal necesario. Por tanto, nuestra propuesta alternativa
prescribe:
1. Una política de reestructuración de la deuda
pública interna y del servicio de la misma.
2. Un presupuesto expansivo para ayudar a solucionar la crisis
económica.
Veámosla más en detalle. Partimos de dos datos del
contexto económico que nos pueden ayudar a reestructurar
el servicio y la deuda pública interna: en primer lugar la
existencia de un crecimiento de los activos y por
tanto del patrimonio del
Banco de la
República en seis billones de pesos, por concepto del
préstamo de cerca de 3.000 millones de dólares del
FMI, que se quedan como un mayor aumento de las reservas
internacionales. El patrimonio del Banco pasará de diez a
dieciséis billones de pesos en el 2000, y en segundo
lugar, un campo para la expansión de los medios de
pagos ampliados, de cerca de ocho billones, solamente para
alcanzar la inflación proyectada del 12%.
Podemos usar el patrimonio de el Banco de la
República para realizar una operación de
reestructuración de la deuda pública interna de la
siguiente manera:
1. Comprando en cuatro billones de pesos títulos de deuda
pública del gobernó (los más costosos y de
más corto plazo), con lo cual las entidades (80%
públicas) dueñas de los títulos los
cambiarían por liquidez proveniente del Banco, y él
gobernó podría establecer unos nuevos mecanismos de
redención en plazos mayores y rentabilidad menor de dichos
títulos al Banco, con lo cual se castigaría en
parte y en la magnitud de la reestructuración los activos del
Banco. Sólo quinientos mil millones de pesos
podrían garantizar el pago de salarios de todos los
servidores
públicos ajustados al índice de inflación
esperada y quinientos mil millones más podrían
generar un incremento de la inversión pública del
gobernó central en un 12%, con lo que las condiciones para
construir un presupuesto de ayuda a la reactivación
económica se volverían una realidad.
2. Otorgando un crédito al gobernó por dos billones
de pesos, con tasa remunerativo del 0% o negativa, igualmente
castigando los activos, para reemplazar en esta magnitud el cupo
de endeudamiento interno previsto para el año 2000.
Así él gobernó cambiaría de
acreedores, unos con ofrecimiento de recursos con rentabilidad
elevada (ISS, particulares, etc.), por otro con rentabilidad nula
o negativa (Banco de la República), con un efecto neto de
saneamiento en la deuda pública para los años
subsiguientes.
Impacto De La Propuesta
1. Se reestructura la variable que efectivamente viene
ocasionando una expansión exponencial del gasto y una
reducción de los ingresos por su efecto en el alza de la
tasa de
interés: la deuda pública interna. Se construye
así un verdadero proceso de
ajuste fiscal necesario.
2. Se liberan recursos para construir un presupuesto que ayude a
salir de la crisis económica y provoque una
expansión más acelerada de los ingresos corrientes
mediante:
a) Una política salarial que mantenga su poder adquisitivo
para impulsar la demanda agregada.
b) Un incremento de la inversión pública.
c) Una disminución de la presión de
las finanzas
públicas sobre el alza de la tasa de
interés.
3. Se aumentan los medios de pago ampliados en seis billones, en
tanto las entidades poseedoras de títulos del
gobernó los convierten en liquidez proveniente del Banco
de la República, que se "esteriliza", en depósitos
en la Banca privada o
fundamentalmente en los títulos de financiación del
nuevo sistema de
crédito de largo plazo para vivienda. No es previsible por
tanto un crecimiento importante de la inflación.
4. El Banco de la República castiga sus activos en la
magnitud descrita y castiga sus utilidades a través de los
años en la magnitud del subsidio (léase
emisión) que otorga el Gobierno. Sin embargo, el
patrimonio del Banco después de la operación
será el mismo del nivel actual. La pregunta que surge
sobre el uso de estos activos públicos es Si se siguen
utilizando para particulares de los grupos
económicos privados (ver ventas de
dólares en la banda cambiaría, pago de intereses de
los encajes bancarios, traspasos directos de las utilidades al
Fogafin), o se utilizan para el salvamento del presupuesto
público.
5. Se cambia la vocación de los Fondos de Pensiones (ISS y
privados) de fuentes de
especulación financiera del Estado o de la banca privada y
por tanto de protagonistas de primer orden del crecimiento de la
tasa de interés–
en fuente de financiación de la producción de vivienda. Los fondos de
pensiones son un instrumento para la especulación o son un
instrumento para la producción. Esta propuesta ayuda a definir
una respuesta.
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Autor:
Egusquiza Coral,Carol