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Generalidades del neoconservadurismo norteamericano




Enviado por davidclopez



    Indice
    1.
    Intelectuales contra el radicalismo

    2. Totalitarismo, Democracia e
    Ingobernabilidad.

    3. Neoconservadurismo y problemas
    prácticos

    4. Conclusión
    5. Bibliografía

    1. Intelectuales contra el
    radicalismo

    La historia del
    neoconservadurismo norteamericano comienza más o menos, en
    la década de los 60’s del siglo pasado. En una
    época en que los movimientos de izquierda cobraron
    fuerza en todo
    el mundo, un grupo de
    intelectuales relativamente unificados, comenzaron el esfuerzo de
    preservar los más caros valores de la
    Modernidad,
    atacados desde diversos ángulos, manteniendo sin embargo,
    posturas críticas e intelectualmente legitimables. Al
    mismo tiempo,
    procuraron nunca descuidar los nexos con la política y la
    sociedad hasta
    ganar la hegemonía cultural en su país a principios de los
    80’s.
    Hay que decir que los neoconservadores comenzaron su vida
    intelectual como liberales, y en general, sería
    visiblemente injusto considerarlos radicales de derecha o
    promotores de las derechas populistas – que ciertamente
    existen en Estados Unidos
    como en todo el mundo. Los neoconservadores se han ubicado
    más bien al centro del espectro político, puede
    afirmarse que han realizado una trayectoria de la izquierda
    moderada a la derecha moderada.
    Pero ciertamente, se trata de individuos que se sumaron al
    anticomunismo, sin llegar a simpatizar con el Senador McCarthy, y
    criticaron constantemente los movimientos universitarios de los
    60’s, fundando la University Centers for Rational
    Alternatives (U.C.R.A.), por ejemplo. Más
    comúnmente se les vincula con la edición de
    revistas de opinión, las más notables, Commentary,
    de Norman Podhoretz, y Public Interest, de Irving
    Kristol.

    Los neoconservadores comenzaron su participación
    política
    en la Coalition for a Democratic majority, y en cierta medida
    estuvieron cercanos al Partido Demócrata hasta fines de
    los 70’s. Actualmente se hallan íntimamente
    vinculados al Partido Republicano, como ha sido desde la
    época de Reagan. El cambio se
    operó con cierta lentitud. En un artículo de
    William Pfaff, en Commentary de mayo de 1969, se caracterizaba a
    los republicanos y a Nixon como un partido de empresarios de
    tendencia tecnocrática y escasa sensibilidad ante los
    problemas
    políticos de la época. Robert Lekachman,
    publicó en ese mismo año una abundante
    crítica del gobierno de
    Richard Nixon. James Neuchterlein decía en un
    artículo de First Things de 1996, que conocía
    muchos neoconservadores que habían votado durante dos
    décadas por los republicanos, pero permanecían
    registrados como demócratas.

    El mismo Neuchterlein apunta una de las dificultades
    para semejante identificación: los orígenes
    judíos de la mayoría de los líderes
    neoconservadores, como Norman Podhoretz. Baste pensar que
    Commentary es una revista
    editada por la comunidad
    judía. En consecuencia, han tenido enfrentamientos con
    pastores cristianos episcopálicos hasta fechas recientes,
    como es el caso de Gary Dorrien, autor de un libro titulado
    The Neoconservative Mind: Politics, Culture and War of Ideology,
    que a decir de Mark Gerson, es una constante y hasta obsesiva
    crítica moralista de las principales ideas de los
    neoconservadores.

    Consecuencia de su origen, los neoconservadores han sido
    también críticos importantes del totalitarismo a
    nivel mundial, y se han ocupado constantemente de los asuntos
    exteriores de los Estados Unidos,
    sobre todo del conflicto
    árabe – israelí.
    Cabe decir que los neoconservadores, en general, criticaron las
    posturas del gobierno
    norteamericano en VietNam. Irving Kristol incluso
    participó en el movimiento
    pacifista de esos años.
    En los 70’s, las posiciones neoconservadoras se ocuparon de
    enfrentar los movimientos contraculturales y el posmodernismo.
    Los neoconservadores se opusieron también a las políticas
    de For y Carter, expresándose por mantener posturas
    más acordes con las tradiciones americanas.
    Con Reagan, los neoconservadores prácticamente culminan
    sus luchas por el mantenimiento
    del orden y de la democracia.
    Norman Podhoretz llegó a decir que: "Reagan can…be
    considered one of the first new conservatives."
    Por supuesto, los neoconservadores volvieron a la crítica
    durante el gobierno de William Clinton (o de Billary,
    según sus términos). Irwin M. Stelzer hablaba de
    una "contrarrevolución" durante esa administración, y encontraba con Kristol,
    que era producto de
    los hijos del radicalismo de los 60’s:
    "Their goal is to consolidate the victory they have won, and to
    extend and institutionalize the great change in social attitudes
    that grew out of the radical movement of the 60’s by
    placing the state with all its resources and coercive power on
    the side of feminists, homosexuals, minorities, and the various
    beneficiaries of the welfare state."
    Ciertamente, como dije al inicio, los neoconservadores tienen
    ganada la hegemonía cultural en los Estados Unidos. Es
    más, desde 1995 se habla, aún por Kristol y
    Podhoretz, del final del movimiento,
    pues, habiendo comenzado como un intento contestatario a los
    radicales de izquierda, tras la desaparición del comunismo y el
    giro de la opinión
    pública hacia la derecha, su identidad
    parece haber perdido sentido.

    Al respecto, Podhoretz escribió:
    "I think we can claim that the defense the neoconservative
    mounted of American society and its traditional values against
    the frontal assaults of the counterculture ended with a victory
    that in its own modest way resembled the victory of the West over
    communism in the Cold War."
    Este breve y general recuento de la historia del
    neoconservadurismo nos da al menos una idea de las generalidades
    de sus planteamientos. Para examinarlos con mayor detalle, nos
    ocuparemos primero de algunos elementos teóricos de su
    ideología, principalmente la Teoría
    de la Ingobernabilidad, y su relación con la democracia y
    el totalitarismo.

    2. Totalitarismo, Democracia
    e Ingobernabilidad.

    El principal problema para los neoconservadores es la
    defensa de la democracia, dicha defensa comprende dos frentes:
    los peligros del totalitarismo, y sobre todo, los de la
    ingobernabilidad.

    El totalitarismo ha preocupado de manera importante al
    ala judía de los neoconservadores, sobre todo considerando
    los antecedentes del gobierno nacionalsocialista alemán.
    En consecuencia, se ha expresado una constante afirmación
    en el sentido de que la política exterior norteamericana
    evite el resurgimiento de las extremas derechas nacionalistas.
    Las historiadoras Gertrude Himmelfarb y Lucy S. Dawidowicz han
    criticado, por ejemplo, los intentos de historiadores europeos
    (Uwe Dietrich Adam y Arno J. Mayer por mencionar algunos) de
    introducir tendencias estructural-funcionalistas y posmodernistas
    en los textos sobre el holocausto.

    Así mismo, la guerra de los
    Balcanes dio oportunidad a Josef Joffe de advertir un "retorno de
    la historia", o mejor dicho, la continuación de una
    historia, ya no de grandes, sino de pequeñas guerras de
    eliminación de etnias; por supuesto, el llamado de los
    neoconservadores ha sido desde el ángulo moral: "If a
    thug beats up an innocent, it is my obligation to intervene". El
    mismo autor criticaba la falta de ética de
    los estadistas contemporáneos:
    "The West did not intervene in Cambodia, though the figure of
    three million murdered by the Khmer Rouge is now etched forever
    into our memories. Between 1967 and 1970, Nigerian federal forces
    killed hundreds of thousands of secessionist Biafrans as the
    world stood by. The death factory at Auschwitz was never
    bombed."
    Llendo más atrás en la historia, David Gress
    expresó en 1989 una crítica de la Revolución
    Francesa, o mejor dicho de la valoración y/o
    justificación que de los acontecimientos de 1789
    hacían los historiadores marxistas dogmáticos.
    Gress encontró en la obra Simon Schama, Citizens: A
    chronicle of the French Revolution, una lección para el
    presente: "… people suffer when individuals with power and
    responsability let their political fantasies get the better of
    their understanding of reality." Por supuesto, agregaba una
    valoración consciente de las instituciones
    democráticas y de la desconcentración del poder.

    En los mismos Estados Unidos, el neoconservadurismo, a
    través de la Anti Defamation League (ADL), se ha opuesto a
    los radicalismos puritanos, y sobre todo a sus métodos
    para ganar el control en el
    ámbito político.
    Debe recordarse inclusive que, después de que Francis
    Fukuyama expusiese en National Interest su tesis sobre el
    fin de la historia, Michael Novak (A.E.I.) expuso en Commentary,
    las virtudes de la Democracia Capitalista como una forma de vida
    que respeta las diferencias y los derechos
    humanos.

    Sin embargo, el énfasis del neoconservadurismo
    está en el tema de la "ingobernabilidad". La
    condición de "ingobernabilidad" a la que se hace
    referencia proviene de los movimientos de los años
    60’s, no tanto del marxismo
    dogmático, fácilmente catalogado entre los
    totalitarismos, sino de la corriente crítica de la
    legitimidad de la democracia liberal a partir de la idea de una
    "democracia participativa". De acuerdo con Helmut Dubiel, el
    concepto de
    "ingobernabilidad" fue planteado por una comisión
    tripartita Estados Unidos – Europa
    Japón,
    instalada en 1973 para evaluar problemas
    comunes a todas las democracias liberales, y remite a siete
    fenómenos:

    • Control participativo de las entidades
      públicas.
    • Pérdida de confianza en las instituciones
      político-económicas.
    • Sensibilidad pública ante abusos de poder
    • Entendimiento de la población hacia "comportamientos
      políticos ‘no convencionales’".
    • Conflictos en ámbitos
      "prepolíticos".
    • Falta de identificación con los partidos
      políticos y crecimiento de nuevas formas de organización política.
    • Mentalidad de protesta

    Los Kristol, Irving y William, han identificado
    claramente los enemigos del neoconservadurismo: el Liberalismo y
    la Contracultura. En sus comentarios, ambos resaltan el carácter
    irracional e incoherente de ambos movimientos: uno, el Liberalismo,
    se encuentra en crisis
    constante y afronta una notoria impopularidad en Estados Unidos
    por sus ataques a los valores
    tradicionales, y sus propuestas de elevar los impuestos y
    fortalecer el aparato gubernamental. La contracultura, así
    mismo, ni siquiera es un movimiento con orígenes
    claramente identificables.William Kristol define el "liberalismo"
    como "a movement committed in politics to further expansion of
    the welfare state, and in social matters to an agenda of
    individual autonomy an "liberation"". Frente a este protector de
    la contracultura, Kristol indica la necesidad no sólo de
    combatirlo, sino de superarlo. Su padre, por su parte, indicaba
    que la contracultura es un fenómeno peligroso e
    inevitable, pero al cual debe resistirse apoyándose en la
    ortodoxia, al menos para ganar tiempo hasta
    proveer de nueva vida a las formas culturales
    ortodoxas.

    También el fenómeno de la
    "Balcanización", esto es, el resurgimiento de las
    diferencias étnicas, religiosas y regionales al interior
    de los Estados nacionales, ha preocupado a los neoconservadores.
    Patrick Glynn advertía inclusive sobre la posibilidad de
    que toda la Civilización occidental estuviese entrando en
    un nuevo ciclo de fragmentación, con sus consecuentes
    fenómenos de intolerancia, violencia e
    irracionalidad. Esto es, un "nuevo barbarismo", una nueva
    Edad Media,
    que niega el concepto de ser
    humano racional y hace peligrar a la ueva Roma: " a country
    where nationality has nothing to do with ethnicity, a nation
    which has fought, through a civil war and a great domestic
    turmoil, to realize, however imperfectly, the principle of
    universality and tolerance."
    Muy vinculada a la Balcanización y al "Welfare State"
    está la "Acción Afirmativa", conjunto de acciones
    dirigidas a compensar las desventajas de ciertos grupos
    minoritarios de los Estados nacionales, y que Thomas Sowell
    calificó en 1989 como "A Worldwide Disaster", en virtud de
    sus planteamientos idealistas, resultados disgregadores,
    discriminatorios y poco convincentes en términos
    reales.

    3. Neoconservadurismo y
    problemas prácticos

    Hemos visto que los neoconservadores norteamericanos
    procuran defender la democracia ante la ingobernabilidad,
    representada por el liberalismo, la contracultura, la
    balcanización y la acción afirmativa. Ese combate
    no se reduce al ámbito intelectual, sino que está
    presente de manera constante en la forma en que plantean soluciones a
    los problemas cotidianos de los Estados Unidos. Parecen
    singularmente representativas de su pensamiento
    las posturas que han expresado sobre temas como la homosexualidad, la seguridad
    pública, las "cuotas" compensatorias a favor de las
    minorías y la política migratoria.

    La homosexualidad.
    E.L. Pattullo, académico de la Universidad de
    Harvard, preocupado por las campañas en pro de los
    "gay-rights" que caracterizaron el gobierno de William Clinton,
    escribía en 1992 que, (independientemente de las ideas
    religiosas y nacionalistas) ante la ambigüedad e
    incertidumbre sobre la forma exacta en que se construye la
    identidad
    sexual, debe ciertamente suprimirse toda discriminación contra los homosexuales.
    Mas, precisamente con ese argumento, rechaza las posibilidades de
    adopción
    de las parejas homosexuales, y la intervención de
    éstos, en cuanto tales, en la educación de
    niños y
    adolescentes.
    Con todo, Pattullo se pronuncia por eliminar prejuicios
    irracionales, mas insiste en aceptar con realismo las
    características heterosexuales de la
    sociedad
    norteamericana. Esta postura, ambigua como él mismo
    reconoce, está más bien dirigida a abrir espacios
    de discusión sobre la participación de los
    homosexuales en la sociedad.
    En este caso, como en otros, la posición neoconservadora
    no es extrema: en aras de la democracia se acepta la diversidad
    aún en este campo, mas siempre procurando el mantenimiento
    de la unidad cultural.

    La seguridad
    pública
    En 1993, William Tucker se preguntaba: "Is police brutality the
    problem?" e indirectamente respondía que el problema era
    más bien el de la inseguridad
    pública, derivada de un fuerte clima de violencia.
    Desde luego, la cuestión se vinculaba a los disturbios de
    Los Angeles de 1992, tras el fallo en el célebre caso
    Roadney King.
    Tucker indicaba: "…in América
    will have greater and greater cause to rue the fact that the
    police are being morally disarmed and demoralized by a climate of
    opinión that seems to regard them as a bigger treat to
    society than the criminals they have to confront."

    Al año siguiente James Q. Wilson uno de los
    colaboradores frecuentes de Commentary, académico de
    U.C.L.A., presentaba un panorama muy amplio de la visión
    de un neoconservador sobre la problemática del crimen.
    Wilson insiste fundamentalmente en medidas que fortalecen el
    contacto entre la policía y la sociedad en la
    persecución de delitos
    ("community-bassed policing"), principalmente en la
    localización de armas, individuos
    "sospechosos", patrullaje, crímenes juveniles, etc. No se
    valora el sistema
    carcelario, en virtud de su ineficacia, como tampoco los programas
    correccionales. Llama la atención en cambio, a
    favor de una política preventiva, que procure evitar la
    vinculación de los jóvenes con el crimen. Dicha
    política, por supuesto, debe procurar el fortalecimiento
    de los valores
    familiares.

    Wilson se dirige fundamentalmente hacia la
    posición de las madres en las familias pobres.
    Evidentemente es necesaria la presencia de ambos padres, ("What
    we really want is fewer illegitimate children") por ello,
    la mujer no
    debería tener que trabajar o bien, debería contar
    con la ayuda de otros adultos, sobre todo si es joven y soltera.
    En suma, debería sacarse a los niños
    de todo ambiente
    propicio para el crimen. A ese esfuerzo contribuyen organizaciones
    sociales, grupos de apoyo,
    instituciones religiosas, etc.

    Por supuesto, existe un patente rechazo a las políticas
    del "welfare state".
    Las "cuotas" compensatorias de la participación de las
    minorías.
    Terry Eastland, quien fue colaborador del gobierno republicano de
    los años 80’s, elogiaba la decisión de la
    Corte Suprema en contra del establecimiento de "cuotas" o
    porcentajes de participación obligatoria de grupos
    raciales minoritarios en ciertas empresas o
    dependencias. El problema provenía de tres casos
    concretos. Eastland aseguraba que, en estos casos, los supuestos
    defensores de los derechos civiles que
    apoyaban ese tipo de medidas estaban, precisamente, desvirtuando
    la idea de derechos civiles, ya apoyan
    nuevas formas de discriminación.

    El autor aclaraba que, en determinados casos, es posible
    tener ese tipo de preferencias, mas sólo con el fin de
    romper la exclusión racial absoluta en ciertos empleos y
    no para construir un "balance racial". El fundamento de sus
    argumentos estaba en la idea de que el Estado
    está obligado a garantizar la igualdad de
    oportunidades, y en consecuencia la igualdad de
    derechos; mas al tratar de garantizar también la igualdad
    de resultados, se rompe el único principio del consenso
    racial norteamericano, a saber: "equal rights for all,
    discrimination against none". Ese principio, según
    Eastland, debiera ser la base de la auténtica
    restauración de los derechos civiles.

    Política migratoria.
    Ben J. Wattenberg y Karl Zinsmeister, reaccionaron en 1990 a la
    legislación migratoria en discusión en esas fechas.
    Los autores, miembros del American Enterprise Institute, la
    más notoria sede intelectual de los neoconservadores,
    reunieron los diversos argumentos a favor y en contra de la
    inmigración, e hicieron alguna propuestas.
    Contra la migración
    encontraron problemas demográficos, ecológicos, de
    gasto social, oportunidad de empleo y
    peligros de "balcanización". A favor, identificaron la
    juventud,
    espíritu emprendedor y capacidades intelectuales y
    laborales de los inmigrantes.
    En consecuencia, los autores proponían fundar la
    política migratoria en la meritocracia. Más
    claramente decían:
    "…entrants would be selected through a skill-based system, with
    points awarded for years of school completed, apprenticeship or
    vocational training, knowledge of English, high profesional
    status or special educational achievements, and some carefully
    drawn blueprint of occupational demand in U.S."

    Por supuesto, subrayaron la necesidad de continuar la
    apertura a los refugiados, y reconocieron la identidad de Estados
    Unidos como "the first truly universal nation in history". Sin
    embargo, invitaron a conciliar esa identidad, integrada a pesar
    de sus diversos orígenes, con las posibilidades reales,
    técnicas si se quiere, para recibir nuevos
    migrantes.
    En esa postura relativamente moderada también se situaba
    Francis Fukuyama en 1993, cuando criticaba las ideas vertidas por
    Patrick Buchanan en la convención republicana. Fukuyama se
    dedicó a criticar la posición conservadora de
    Buchanan, que rechazaba la migración
    a partir de criterios culturales, y hacía un llamado a
    formar un bloque para emprender una guerra
    cultural. El autor señaló, en principio, que esa
    postura provenía de la identidad norteamericana, que
    aunque es supuestamente multicultural, está centrada en la
    cultura
    protestante anglosajona y sus valores. Sin
    embargo, los valores familiares, según Fukuyama, son en
    ocasiones más fuertes en algunos inmigrantes, y si bien no
    niega que conlleven problemas
    sociales o económicos, insiste en que no constituyen
    el principal peligro para la cultura
    norteamericana. El peligro, en realidad, se encuentra entre los
    propios norteamericanos: "In the upcoming block-by-block cultural
    war, the enemy will not speak Spanish or have a brown skin. In
    Pogo’s words, "He is us"".

    4.
    Conclusión

    Este breve examen del pensamiento
    neoconservador adolece, por supuesto, de muchos faltantes: la
    política exterior, el aborto, los
    valores familiares, etc. temas todos de notoria importancia para
    esta corriente han quedado fuera en virtud del carácter
    general de este trabajo.
    Sin embargo, lo primero que salta a la vista es la diferencia
    entre la vida política norteamericana y las de otros
    países. En la primera, una corriente de pensamiento puede
    considerarse "conservadora" y defenderse legítimamente,
    cuando en muchos otros sitios una situación semejante
    sería impensable, y no sería posible mantener el
    concepto de "conservador" alejado de cierto contenido
    peyorativo.
    Por supuesto, el examen de la historia y conceptos generales de
    esta corriente nos pone frente a un esfuerzo respetable de vivir
    en la democracia, aunque por supuesto tan criticable como
    cualquiera. Ciertamente, la Teoría
    Crítica, la Contracultura, el Liberalismo, etc. se han
    ocupado de enfrentarse a los neoconservadores norteamericanos.
    Debe valorarse en principio, su defensa de la democracia y su
    lucha contra el totalitarismo aún en el sentido de la
    reinterpretación histórica. Por supuesto, muchos de
    sus planteamientos pudieran parecer cuestionables, y por momentos
    ambiguos, pero no puede negarse que han cubierto un importante
    sector de la sociedad norteamericana. En ese sentido, lo que
    más llama la atención son sus métodos.
    Los neoconservadores, por supuesto, no movilizan a las masas
    directamente, no son organizadores de grandes campañas ni
    de movimientos sociales como las izquierdas y derechas
    populistas. En cambio, su lucha se ha realizado desde revistas,
    libros,
    instituciones de investigación, universidades; en ocasiones
    participan directamente en la política, aunque siempre
    manteniendo su papel de
    intelectuales. Aunque pareciera que estos medios
    pudieron haber resultado poco efectivos debe subrayarse que fue
    todo lo contrario, por esas vías, los neoconservadores
    obtuvieron lo más importante: la hegemonía
    cultural. Acaso la lección más importante que el
    neoconservadurismo pueda plantear es precisamente su método de
    combate.

    5.
    Bibliografía

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    "nuevas historias"" en Historia y Grafía. No. 4. México;
    Universidad
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    DUBIEL, Helmut: ¡Qué es el neoconservadurismo?
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    Anthropos, 1993.
    EASTLAND, Terry: "Toward a real restoration of the Civil Rights"
    en Commentary. Vol. 88. No. 5. Noviembre 1989
    FUKUYAMA, Francis: "Immigrants and family values" en Commentary.
    Vol. 95. No.5 Mayo 1993.
    GLYNN, Patrick: "The Age of Balkanization" en Commentary. Vol.
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    GRESS, David: "Desmystifying the French Revolution" en Commentary
    Vol.88. No. 1. Julio 1989.
    KRISTOL, Irving: "Countercultures" en Commentary. Vol. 98. No. 6.
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    Commentary. Vol. 96. No. 3. Septiembre 1993.
    LEKACHMAN, Robert: "Nixon’s Program" en Commentary. Vol.
    47. No. 6. Junio 1969
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    Commentary Vol 88. No. 3 Septiembre 1989.
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    "The End of Neoconservatism" en First Things, Mayo 1996
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    WILSON, James: "What to do about crime?" en Commentary. Vol. 98.
    No.3 Septiembre 1994.

    Resumen:
    El movimiento neoconservador de los Estados Unidos surge en la
    década de 1960 como un intento contestatario ante los
    movimientos de izquierda marxista y contraculturales que
    caracterizaron esa época. Se trata de un movimiento de
    intelectuales, judíos principalmente, que mantienen
    presencia en los medios de
    comunicación y en la política (sobre todo en el
    partido republicano), procurando defender las tradiciones de la
    modernidad, sin
    caer en dogmatismos. Critican tanto al totalitarismo como la
    ingobernabilidad, valorando en cambio la idea de democracia
    liberal. Atacan el totalitarismo desde perspectivas morales, mas
    su principal punto de referencia es la lucha contra la
    ingobernabilidad representada por el "liberalismo" de los
    60’s. Sin embargo su tarea no ha sido sólo en el
    plano de las teorías
    políticas, sino también en el de los problemas
    concretos, por ejemplo los derechos de los homosexuales, la
    acción afirmativa, la seguridad pública y la
    política migratoria.

     

     

    Autor:

    David Carbajal

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