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Grabación Magnética




Enviado por juliococco



    INDICE:

    Principios
    generales

    En la actualidad la grabación magnética no
    tiene mayores secretos, pero no se puede olvidar que se debieron
    superar importantes escollos, donde quedó demostrado el
    ingenio y la creatividad de
    los especialistas de la época. En esta parte se pretende
    manifestar eléctrica, física y
    matemáticamente los procesos de
    grabación y reproducción, los inconvenientes que se
    presentan y sus soluciones;
    muy simples e ingeniosas por cierto.

    En la figura se muestra
    esquemáticamente el proceso de
    grabación en una banda magnética y su posterior
    reproducción. El cabezal consiste en una
    herradura de material ferromagnético sobre la cual se
    encuentra un arrollamiento que origina el flujo y sobre
    él, también sobre el mismo se induce la
    señal que se ha de reproducir. En el proceso de
    grabación el cabezal imprime una huella o camino donde
    ordena magnéticamente las partículas que sobre
    él se encuentran; al camino así formado lo
    denominaremos pista.

    El flujo (t) que se origina en el circuito
    magnético y que se imprime en la cinta por estar cerrando
    el entrehierro (gap) es proporcional a la corriente i(t) que
    circula por el bobinado de la cabeza grabadora. En general la
    grabación se efectúa por medio de una fuente de
    corriente proporcional a la señal de entrada, para evitar
    los efectos de distorsión que provoca la inductancia del
    bobinado. De este modo se asegura que el flujo en el entrehierro,
    sea proporcional a la tensión de entrada en todas las
    frecuencias.

    i(t) = k Ve; (t) = K
    i(t); luego: (t) = C Ve;
    suponiendo una entrada armónica (senoidal), Ve
    = Ve sen t;
    resulta entonces: (t) = C Ve sen
    t.

    En resumen, el flujo en el entrehierro, que
    magnetizará la cinta en movimiento,
    seguirá sin modificaciones los valores
    instantáneos de la señal de entrada.

    En la reproducción las condiciones se modifican.
    El campo
    magnético que está grabado en la cinta, al
    moverse esta última frente al entrehierro, produce en el
    circuito magnético del cabezal un flujo variable
    '(t) y este dará origen a una fuerza
    electromotriz inducida en la bobina del cabezal que podemos
    observar como Vs. Esta tensión podemos expresarla como
    sigue:

    Vs

    operando (recordando que la señal grabada era
    senoidal), tendremos:

    Vs

    Resultando Vs como el valor
    máximo de la tensión de salida:

    Vs =  C
    Ve

    De modo que, en conclusión de esta última
    ecuación, podemos decir que el valor de pico
    de la señal de salida es proporcional a las pulsaciones
     y en consecuencia a la frecuencia de la señal
    grabada, dado que C y Ve son constantes. En este caso
    se debe resaltar que la velocidad
    relativa cinta cabezal tanto en grabación como en
    reproducción debe ser la misma.

    Podemos analizar la siguiente situación:
    supongamos que la señal grabada es un barrido de
    frecuencia de amplitud constante, donde f1 es la
    frecuencia mínima y f2 la frecuencia
    máxima, resultará entonces Vs1 la
    tensión de salida para la frecuencia menor y
    Vs2 la tensión de salida para la frecuencia
    mayor, pero debido a la proporcionalidad expresada anteriormente,
    encontraremos que estas se relacionan de la siguiente
    manera:

    de esta última expresión encontraremos que
    si, f2 = 2 f1, vale decir que la frecuencia
    máxima es el doble de la mínima (una octava mayor)
    la diferencia de amplitudes será también el doble,
    dicho en decibeles la diferencia resulta 6 dB. Ahora bien, si el
    margen de frecuencias es 10 (diez), también la diferencia
    de amplitudes será de 10 (diez) o lo que es lo mismo 20
    dB. Ejemplo: si se tienen dos señales de 100 Hz y 200 Hz
    respectivamente que originalmente tienen la misma amplitud, al
    reproducir, la señal de mayor frecuencia tendrá el
    doble de amplitud. Dentro de ciertos límites de
    frecuencia esto no es preocupante, se recurre a procesos de
    ecualización, es decir circuitos que
    producen el efecto inverso, o sea, amplificar más las
    frecuencia más bajas y menos las frecuencia mayores;
    asunto resuelto.

    Veamos ahora un ejemplo para televisión: si aceptamos un ancho de banda
    reducido teniendo como límites o
    extremos de frecuencias 50 Hz y 2,5 MHz, la relación de
    frecuencias es de 50000 (suponiendo además que la
    grabación fue realizada con amplitud constante), la
    relación de tensiones de salida será la misma, es
    decir, si la tensión de salida para 50 Hz es 1 mV, la
    tensión de salida para 2,5 MHz será de 50 V. Estas
    diferencias de tensiones entre los extremos de frecuencias nos
    hace reflexionar sobre la posibilidad de una ecualización,
    y, intuitivamente podemos decir que resulta casi impracticable y
    que además tropezaríamos con otros inconvenientes,
    como ser la relación señal-ruido.

    Como conclusión de lo expresado en los
    últimos párrafos, se puede decir que la
    grabación y reproducción de frecuencias variables, y,
    fundamentalmente si entre los extremos del ancho de banda existe
    un amplio margen, presenta ciertas dificultades. Por
    supuesto, éstas fueron resueltas con gran creatividad en
    la época.

    Relación
    velocidad de
    cinta [Vc] respecto del ancho de entrehierro
    [d]

    Otra dificultad que se presenta en la grabación
    de frecuencias elevadas, es a causa de la relación
    existente entre la velocidad de cinta [Vc] y el
    ancho del entrehierro del cabezal [d] (gap).

    Para esta parte del estudio, debemos hacer algunas
    consideraciones previas:

    La cinta esa formada por pequeñas
    partículas que han de ser convertidas en imanes
    (magnetizadas) durante la grabación Estas
    partículas constituyen imanes de alta remanencia, es
    decir, permanecen en el mismo estado,
    mientras no actúen sobre las mismas campos
    magnéticos que las obliguen a orientarse en forma
    diferente. En esta etapa analizaremos el comportamiento
    de una de estas partículas que han de ser convertidas en
    imanes, para almacenar la información. La figura muestra distintas
    situaciones, que relacionan el flujo magnetizante y el
    desplazamiento de la partícula elemental en el espacio del
    entrehierro. Para poder
    continuar diremos también que la velocidad de cinta
    [Vc] es constante y además la misma en
    la grabación y reproducción. Este movimiento
    debe ser lo más uniforme posible (controlado por medios
    electrónicos); dado que toda diferencia de velocidad
    será causa de deformaciones de la señal. Separemos
    dos casos:

    Frecuencias altas. Mientras la partícula
    elemental recorre el entrehierro, ésta es magnetizada en
    distintos sentidos o con polaridades opuestas, según el
    semiciclo que se trate de la señal alterna que se pretende
    grabar. Por estar considerando una frecuencia elevada, el
    cambio de
    orientación magnética producido por la señal
    es más rápido que el tiempo empleado
    por elemento de cinta, para salir de la zona de influencia del
    flujo existente en el entrehierro.

    Frecuencias bajas. Cuando se graba señales
    de baja frecuencia, en el instante de ingreso de la
    partícula en estudio, el flujo grabador, tiene un signo y
    se mantiene hasta salir la partícula, cambiando de signo
    cuando ésta ya ha abandonado la zona del entrehierro,
    según se observa en la figura.

    De este análisis cualitativo, se desprende,
    según se ha expresado anteriormente, que las posibilidades
    de grabar frecuencias elevadas, están relacionadas con el
    ancho del entrehierro [d] y la velocidad relativa de
    desplazamiento [Vc] respecto del cabezal. Una
    reducción del entrehierro, un aumento de la velocidad de
    cinta o ambas simultáneamente, harán que el
    elemento magnetizado, salga de la zona de influencia del flujo
    antes del cambio de
    polaridad del campo creado por las señal (si cambia la
    polaridad implica una desmagnetización o reducción
    del magnetismo
    almacenado por la partícula).

    Es importante resaltar que al hablar de velocidad de
    desplazamiento, siempre se referencia a la velocidad relativa
    cinta-cabezal, dado que el proceso es el mismo ya sea que la
    cinta se desplace frente a la cabeza grabadora (caso de audio), o
    bien, que la cabeza se mueva respecto de la cinta
    (videograbación).

    El problema descrito anteriormente, no es más que
    una introducción; grabar frecuencias elevadas
    no es fácil. Para tener una idea más completa, es
    necesario hacer un estudio más profundo del proceso de
    grabación. Veamos la figura:

    Si se toma una pequeña partícula, puede
    aceptarse, que el nivel de magnetización que se acumula al
    recorrer el entrehierro, es el valor medio de la
    magnetización producida por el flujo variable que existe
    en el mismo. Como ejemplos tenemos los caso representados en las
    figuras.

    En el primer caso, mientras la partícula recorre
    el ancho del entrehierro, el flujo (t) originado por la
    señal ha promediado un valor positivo, dado que la mayor
    parte del tiempo, la
    señal ha mantenido ese signo. Si se desea cuantificar el
    valor deberemos integrar el flujo (t) entre el instante
    de inicio de la magnetización (entrada de la
    partícula al entrehierro) y la finalización (salida
    de la partícula).

    En el segundo caso, encontramos que el flujo ha
    mantenido un sentido de magnetización durante el primer
    semiciclo, pero, durante el segundo al cambiar la
    orientación el resultado es una desmagnetización,
    siendo cero el campo remanente al salir de la zona del
    entrehierro.

    En la tercer figura, el flujo cambia de signo tres veces
    mientras el elemento de cinta recorre le gap, tenemos dos
    semiciclos positivos que magnetizan la partícula y uno
    solo negativo que desmagnetiza, con lo cual el valor promedio
    será positivo.

    De los tres casos representados se puede decir y aceptar
    como la peor condición, el caso en que la partícula
    elemental acumula energía magnética durante todo un
    semiperíodo de la señal de grabación y sale
    justo en el momento en que ésta cambia de signo, vale
    decir, que el tiempo que lleva transponer el entrehierro a la
    partícula es el mismo que un semiperiodo de la
    señal de grabación (durante el positivo acumula
    energía magnética, pero, en ningún momento
    la pierde o cede). Esta situación la podemos ejemplificar
    claramente si pretende grabar una onda cuadrada, al menos debemos
    tener una partícula orientada en un sentido y otra
    totalmente opuesta para definir completamente un alto y un bajo
    respectivamente.

    Teniendo en cuenta el proceso de grabación para
    las distintas frecuencias, la curva de reproducción total
    del sistema
    será la que se observa, suponiendo una grabación a
    corriente constante. Como se puede apreciar la
    magnetización de la cinta cae en las frecuencias
    múltiplos de la que se ha considerado como máxima,
    es decir, donde a la partícula de cinta le toma un tiempo
    igual al período de la señal o un múltiplo
    de la mismo atravesar el entrehierro y salir de la zona de
    acción del flujo magnetizante.

    Para comprender mejor el tema es conveniente ver
    algún ejemplo real. En audio, para la grabación en
    casetes se utiliza como velocidad normalizada Vc =
    4,75 cm/s;
    adoptemos a d = 3 m. Veamos ahora,
    la velocidad de la partícula
    [Vc]: según la física, movimiento
    rectilíneo uniforme, la velocidad se puede escribir como
    sigue:

    Vc = e (espacio) / t
    (tiempo)

    De acuerdo a lo definido como condición
    límite aceptable, debemos igualar: e = d; y, t =
    T/2;
    recordando además que f = 1/T (donde f =
    frecuencia y T = período de la señal). Reemplazando
    en la expresión anterior y operando encontraremos
    que:

    Vc = 2.d.f

    Despejando la frecuencia y reemplazando valores
    tendremos que:

    vale decir que para los valores
    dados, la máxima frecuencia admisible de grabar
    sería aproximadamente 8 KHz (valor hoy superado por
    entrehierros menores y técnicas
    electrónicas de compresión-expansión y
    reducción de ruido como el
    sistema
    Dolby). Calculemos ahora cuál sería la
    velocidad relativa cinta-cabezal necesaria para grabar una f =
    4 MHz
    con un entrehierro d = 1 m:

    Vc = 2.d.f = 2.
    1.10-6[m]. 4.106[Hz]=8 [m/s]

    Este valor resulta aproximadamente 170 veces mayor que
    la velocidad utilizada en audio, con lo que si se pretende grabar
    video, en
    forma longitudinal, en un casete de audio de 30 minutos por lado,
    solo se podría grabar unos 10,6 segundos (seguramente,
    además, con algunos problemas de
    traslado de cinta). Obviamente es un problema que se debió
    superar con muy buen ingenio.

    Alinealidades

    Como ya hemos dicho, cada partícula del material
    magnético depositado en la cinta constituye un
    imán. Estos imanes son de alta remanencia, por lo que
    permanecen en el mismo estado
    mientras no actúen sobre los mismos campos
    magnéticos que lleven a sus moléculas a orientarse
    en forma diferente. Sin embargo todo lo dicho no se cumple en
    forma absoluta, sino con algunas limitaciones.

    La curva de la figura es la bien conocida curva de
    histéresis de los materiales
    magnéticos. El trazo entre A y B corresponde a la
    relación entre la excitación magnética o
    intensidad de campo [H] que origina la bobina y la
    imanación obtenida en el núcleo magnético,
    cuando el material es virgen. Cabría mencionar que un
    material totalmente virgen es difícil de encontrar por no
    decir imposible, dado que al menos estuvo sometido al campo
    terrestre.

    La inducción crece al principio en forma lenta
    para luego hacerlo en forma casi uniforme, hasta alcanzar un
    punto en el que llega a la saturación. Esto es
    consecuencia de que todas las partículas están
    orientadas en la dirección impuesta por la
    excitación.

    Ahora si disminuye la corriente aplicada a la bobina,
    comienza a disminuir la inducción, pero no lo hace recorriendo el
    mismo camino trazado en el gráfico, por el contrario, todo
    ocurre como si solo una parte de las moléculas volviesen
    al desorden primitivo y otras quedan orientadas como si
    aún actuara el campo de la bobina. Esto se hace mas
    notorio donde la excitación magnética es cero, sin
    embargo, la inducción conserva un valor [Br]
    nada despreciable. Este efecto se denomina
    REMANENCIA.

    Es evidente que los materiales con
    que se construyen los imanes permanentes son de alta remanencia,
    el mismo concepto le caben
    a los materiales depositados en los soportes que se utilizan en
    las grabaciones de audio, video e
    informáticas.

    Volvamos a la curva de histéresis, especialmente
    al tramo C – D, donde se ha invertido el sentido de la
    corriente y por lo tanto de la intensidad de campo, logrando
    así la disminución de la inducción, hasta
    lograr finalmente anularla. Hemos vuelto a un núcleo
    totalmente desimantado, pero para ello, nos vemos en la necesidad
    de aplicar una corriente en sentido contrario al inicial. Este
    punto o valor de excitación [Hc] se denomina
    FUERZA COERCITIVA.

    En el trazo D – E, se puede apreciar como se imana
    el material pero en sentido contrario, nuevamente la
    inducción crece hasta alcanzar el valor de
    saturación, por las mismas causas anteriores. Solo que
    ahora las moléculas se han orientado en sentido opuesto.
    Continuando con la evolución de la corriente de
    excitación, encontraremos el mismo efecto de remanencia
    descripto anteriormente, pero, ahora en sentido opuesto, y,
    seguramente si aumentamos ahora la corriente, lograremos un punto
    donde se requiere una fuerza
    coercitiva para anular el campo, tramos E – F y F –
    G. El lazo se cierra con el tramo G – H, donde se obtiene
    nuevamente la saturación en sentido positivo.

    Como se puede observar, el camino que ha tomado la
    última magnetización, es totalmente distinto al
    inicial que correspondía al material virgen.

    De este estudio surgen cuestiones importantes. El lazo
    de histéresis es variable de acuerdo con el material. Si
    se trata de un hierro dulce
    ideal, sin remanencia – tal como convendría para una
    inductancia con núcleo de hierro
    (Cabezal de grabación-reproducción) o un
    transformador en general – el lazo se transforma en una simple
    curva en forma de "S". Por el contrario si se desea que el
    material retenga la mayor remanencia posible, para obtener un
    imán permanente, el lazo debe transformarse en un
    rectángulo. Entre estos dos casos ideales se encuentran
    todos los materiales.

    Es sencillo dilucidar que los materiales empleados para
    la construcción de cabezales deben encontrarse
    entre los de remanencia nula, dado que si este fenómeno
    ocurriera borraría lo previamente grabado. En la
    actualidad se está utilizando un material llamado
    PERMALLOY, para la construcción de cabezales de audio, cuya
    característica tiene una forma muy
    próxima a la "S" pero, una dureza capaz de soportar el
    continuo desplazamiento de la cinta frente a él, sin mayor
    desgaste.

    En cuanto a los materiales usados para depositar sobre
    las cintas deben ser de elevada remanencia de manera que este
    magnetismo
    remanente actúe en cierta medida como una memoria. Algunos
    de los materiales empleados muy comunes son: Oxido de hierro
    (FeO), dióxido férrico
    (Fe2O3), etcétera.

    Teniendo en cuenta que durante la grabación la
    amplitud es variable, encontraremos dos posibles deformaciones,
    una por amplitud y lógicamente saturación de los
    materiales y otra propia de la forma del ciclo.

    La primera encuentra en la práctica fácil
    corrección, reduciendo la amplitud de la señal; no
    así la propia del ciclo que requiere de un proceso o
    tratamiento adicional que denominaremos
    PRE-MAGNETIZACIÓN.

    Para la explicación de este proceso usaremos la
    forma más simple de ciclo de histéresis es decir el
    que toma forma de "S".

    En las figuras encontramos cual sería la forma
    del flujo (t), dado que este es proporcional a la
    inducción [B] por estar vinculados por la sección
    del núcleo que podemos suponerla una constante.
    [B .
    SLógicamente la intensidad
    de campo [H] es proporcional a la corriente que excita la bobina
    por ser [H = N.I/l]. Donde "N" número de espiras de la
    bobina, "I" la corriente que la circula y "l" la longitud del
    circuito magnético. En un cabezal definido N y l se
    encuentran especificados y permanecen constantes. La primera
    figura manifiesta cual sería la forma si no se toma
    ninguna precaución.

    La primer solución fue sumar una componente de
    continua, que desplaza la señal en el eje hacia la zona
    lineal, de esta manera el flujo no tenía
    distorsión. Este procedimiento se
    denomina PRE-MAGNETIZACIÓN por componente
    continua.

    La solución utilizada actualmente es sumar una
    radiofrecuencia (RF) a la información de audio. No se debe confundir
    con una modulación, dado que este proceso implica
    un producto de señales. La solución planeada
    surge del análisis efectuado para la grabación
    de altas frecuencias. Si el elemento básico de cinta
    traspone el entrehierro en un tiempo equivalente a un
    múltiplo de la frecuencia considerada como máxima,
    la magnetización resultante es nula (auto borrado), pero,
    si se aumenta notoriamente la frecuencia, la magnetización
    recibida será dependiente del valor medio de los
    períodos que tome de la señal. Ahora bien, si ese
    valor medio es variable, en función de
    la información según se muestra en la figura;
    debido a la suma de la señal de audio más la
    radiofrecuencia, la magnetización de la cinta será
    función
    del valor medio, que es ni más ni menos que la
    señal que se pretende grabar. Esta técnica es lo
    que se denomina PRE-MAGNETIZACIÓN o
    PRE-POLARIZACIÓN por RF (radiofrecuencia). La ventaja de
    esta metodología es que mejora notablemente la
    relación señal-ruido. En audio, el valor de la
    radiofrecuencia utilizada varía entre 45 y 75 KHz estos
    valores son
    adoptados para evitar batidos (mezcla de la señal de audio
    con la RF), que producirían interferencias en forma de
    silbidos molestos.

    Comentarios: Habitualmente en un grabador de
    audio se utiliza la misma señal para el cabezal de
    borrado. El efecto del borrado consiste en orientar las
    partículas en un único sentido. Algunos radio-grabadores
    tienen un selector (llave exterior) con la denominación
    "BEAT", que cambia la frecuencia del oscilador de
    pre-magnetización cuando se nota el silbido en la
    grabación directa desde la
    radio.

    Soluciones para la
    grabación de una señal de video

    La pre-magnetización permite grabar
    señales con menos distorsión, más
    rendimiento y mejor relación señal ruido. Hemos
    tratado este sistema, muy ingenioso por cierto, que junto a una
    ecualización adecuada permite compensar los problemas de
    linealidad en audio. En la grabación de la señal de
    video surgen otros problemas:

    • No es practicable una ecualización por
      intermedio de filtros de compensación. Todos los que
      trabajan en TV color y
      conocen la importancia del ancho de banda en la señal
      de luminancia, que como es sabido abarca varias
      décadas (aproximadamente, de 40 Hz a 4
      MHz);
    • No se puede grabar frecuencia cero, es decir
      continua, esto acarrea el problema de no poder
      registrar el valor promedio del brillo de la
      escena;
    • En cuanto a la pre-polarización; en audio,
      es recomendable usar una RF aproximadamente cinco veces mayor
      que la frecuencia máxima a grabar, si queremos hacer
      lo mismo en video, tendríamos que adoptar valores de
      unos 20 MHz (como mínimo);
    • Los cabezales, para lograr una buena respuesta en
      altas frecuencias se deben construir con ferrite, este
      material tiene una buena respuesta en alta frecuencia, pero
      muy pobre en bajas
    • Se presentan además otras dificultades,
      debido la complejidad de la señal de video
      cromática compuesta, que dejaremos de lado en este
      momento.

    Por todo lo expuesto no es posible grabar video en forma
    directa. La solución fue, grabar el video modulado
    en frecuencia (en forma indirecta), con las consecuentes
    ganancias.

    • En primer lugar debíamos contar con un
      oscilador para pre-polarización, ahora, a éste
      oscilador se lo modula en frecuencia en forma muy simple,
      conformando un VCO (oscilador controlado por
      tensión).
    • El margen de frecuencias o desviación del
      VCO, depende de la amplitud de la señal
      modulante (información de video) y no de los valores
      de frecuencia de ésta.
    • No es necesaria la pre-magnetización, en FM,
      no tiene importancia la forma de la portadora, sí, sus
      variaciones de frecuencia o período.
    • En FM, no tienen importancia las variaciones de
      amplitud, no interesa que la transferencia sea
      lineal.
    • A título de referencia, se utiliza
      también esta señal de FM como
      pre-polarización para grabar la señal de
      color que
      se graba en forma directa.

    Como se menciona en uno de los ítem, la
    desviación de frecuencia depende de la amplitud de la
    señal de luminancia y los valores límites adoptados
    para nuestra norma PAL N son: 3,4 MHz en el pico de sincronismo,
    correspondiendo al ultranegro y, 4,4 MHz para los picos de
    blanco.

    Fácilmente podemos deducir que el valor promedio
    de brillo corresponde a la frecuencia portadora sin
    modular.

    Volviendo al punto anterior, es importante saber que,
    como en cualquier sistema de modulación
    se originan bandas laterales, pero que podemos limitar en el
    extremo inferior en 1,2 MHz y en el extremo superior en 6 MHz
    mediante las trampas adecuadas. Si bien los límites,
    matemáticamente se extenderían hasta el infinito
    según la función de BESSEL que define la
    señal modulada en frecuencia. Estos valores representan el
    margen de frecuencias que se debe ecualizar y su relación
    resulta 5 (cinco), mucho menor que la relación de
    frecuencias entre límites de la señal de luminancia
    que supera los 100000. Gráficamente podemos representar la
    distribución de información en un
    espectro, de la información a registrar, como se muestra
    en la figura.

    En cuanto al registro de la
    señal de color, como se mencionó anteriormente, se
    graba en forma directa. En primer lugar mediante los filtros
    adecuados es separada la señal de color de la señal
    de luminancia, los filtros no requieren características especiales dado que se
    trata de espectros bien definidos y son equivalentes a los
    utilizados en los televisores color para separar las mismas
    informaciones; posteriormente se realiza un desplazamiento del
    espectro (cambio de la frecuencia subportadora) desde los 3,58
    MHz a 620 KHz (aproximadamente), pero, manteniendo sus
    características originales es decir, una señal de
    AM doble banda lateral (simétrica) con portadora
    suprimida.

    La nueva frecuencia esta centrada entre los 627 y 629
    KHz, la frecuencia exacta depende del sistema y la Norma. Un
    concepto
    importante a tener en cuenta para la adopción
    de ese valor es: todos los sistemas de
    televisión
    color utilizan los espacios entre múltiplos impares de la
    mitad de la frecuencia horizontal para ubicar el espectro de la
    señal de color lo que se denomina habitualmente
    entrelazado de espectros.

    Nota: en los equipos (VCR) no profesionales se
    sacrifica algo de respuesta en frecuencia, tanto en la
    señal de luminancia (Y) como en la señal se color,
    esto forma parte de las limitaciones admisibles, de lo contrario,
    se deberían adoptar soluciones mas
    complejas. La respuesta en frecuencia de señal de
    luminancia se limita a 2,5 MHz y la señal de color a 500
    KHz. Disminuciones bien toleradas dentro de una buena calidad de
    imagen.

    Como culminación faltaría decir que en la
    cinta se graban también:

    • la señal de audio, en forma longitudinal en
      la forma convencional (directa) tal cual lo efectúa
      cualquier grabador de audio y,
    • una pista denominada de control
      (control
      track), que permite asegurar el seguimiento de las pistas
      impresas, siendo ésta una de las informaciones
      necesarias para el sistema electrónico de
      control.

    Resumen: En este documento se tratan los principios
    generales de la grabación en soporte magnético de
    audio y/o video. También se presentan las soluciones
    adoptadas para compensar las alinealidades, los problemas de
    velocidad relativa cinta cabezal y lograr una adecuada respuesta
    en frecuencia.

    Rubro: Tecnología, Electrónica, Telecomunicaciones.

    Palabras claves: VCR, Videograbación,
    Videograbadoras, VHS, Grabación.

     

     

    Autor:

    Ing. Cocco, Julio César

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