Indice
1.
Introducción
2.
Prevención
3.
Detección
5. Familias: respuestas según
la capacidad
6. SIDA y educación:
círculos
complejos
7. Sarcoma de
kaposi
8. Sindrome de
desgaste
El SIDA está
causado por la infección por el VIH. Se caracteriza por
una considerable bajada de los niveles de linfocitos T (LT) CD4+,
lo que permite la aparición de determinadas enfermedades oportunistas
que son, en definitiva, las que producen la muerte del
paciente.
La bajada en los niveles de LT CD4+ compromete la inmunidad
humoral y celular del individuo puesto que estos linfocitos son
imprescindibles para la activación de los linfocitos B,
que dará lugar a células
plasmáticas y células
memoria, y
para la proliferación de los linfocitos citotóxicos
(CTL).
Se considera que un individuo padece SIDA cuando
está infectado por VIH y el recuento de LT CD4+ es menor
de 200/µl, es decir, no es necesario que presente
síntomas de ninguna enfermedad oportunista.
De forma resumida, el desarrollo
clínico del SIDA se puede dividir en tres fases:
Infección primaria o viremia inicial: se caracteriza por
la replicación del VIH en los linfocitos diana y su
diseminación a los órganos linfoides. Se organiza
una fuerte respuesta inmunitaria frente al VIH pero no se llega a
eliminar totalmente la infección por lo que se pasa a la
siguiente fase.
Fase de latencia clínica: no se observan síntomas
específicos pero el virus se replica
rápidamente y el recuento de linfocitos en sangre baja de
forma drástica. Tras unos 10 años se pasa a la
última fase.
Fase avanzada: se caracteriza por la aparición de enfermedades oportunistas en
principio controlables pero que a lo largo de la fase van
comprometiendo cada vez más la vida del paciente. Las
infecciones más frecuentes son la neumonía debida a
Pneumocystis carini, meningitis criptocócica por
Cryptococcus neoformans y la toxoplasmosis por Toxoplasma gondii.
Con frecuencia aparecen también neoplasias malignas como
el sarcoma de Kaposi, linfoma de Burkitt y otros tumores de
células B. Grupos de
riesgo:
Se podría definir un grupo de
riesgo como un
conjunto de personas que, por una determinada característica común, es más
propenso a contraer una determinada enfermedad. En un principio
se pensó que en el caso del SIDA sólo había
dos grupos de riesgo,
los homosexuales y los consumidores de drogas por
vía intravenosa. Posteriormente saltó la alarma
debido a la aparición de casos de infectados por
transfusiones de sangre o
hemoderivados contaminados. Por último, se sumó a
los grupos anteriores el de los jóvenes heterosexuales con
parejas no estables. A estos grupos hay que añadir el del
personal de
centros de salud y
laboratorios.
SIDA: Virus
Responsable.- VIH
El VIH pertenece a la subfamilia Lentiviridae, dentro de la familia
Retroviridae, es decir, es un retrovirus. El virión maduro
del VIH-1 es esférico, con cápsida en forma de cono
truncado. En la envuelta lipídica se aprecian las
glucoproteínas gp120 y gp41. Esta última es de tipo
transmembrana y se une a gp120 de forma no covalente. Otras
glucoproteínas presentes pertenecen a la membrana de
la
célula huésped (HLA-II, MHC, etc.) En la
nucleocápsida hay dos moléculas de ARNmc
idénticas, de sentido positivo, por lo que se puede decir
que se trata de un virus diploide. Junto a ellas, hay
moléculas de transcriptaza inversa, proteasa y
glucoproteínas de la nucleocápsida. Asociado al ARN
hay un ARNt que actúa como cebador en la iniciación
de la síntesis
de ADN.
Estructura Genomica
El VIH pertenece a la subfamilia Lentiviridae, dentro de la
familia
Retroviridae, es decir, es un retrovirus. El virión maduro
del VIH-1 es esférico, con cápsida en forma de cono
truncado. En la envuelta lipídica se aprecian las
glucoproteínas gp120 y gp41. Esta última es de tipo
transmembrana y se une a gp120 de forma no covalente. Otras
glucoproteínas presentes pertenecen a la membrana de la
célula
huésped (HLA-II, MHC, etc.) En la nucleocápsida hay
dos moléculas de ARNmc idénticas, de sentido
positivo, por lo que se puede decir que se trata de un virus
diploide. Junto a ellas, hay moléculas de transcriptaza
inversa, proteasa y glucoproteínas de la
nucleocápsida. Asociado al ARN hay un ARNt que
actúa como cebador en la iniciación de la síntesis
de ADN.
Regulación De La Expresión
La regulación de la expresión del virus es un
proceso
complejo. La síntesis del ARN se produce en el
núcleo celular a partir del ADN del pro virus.
En las LTR se distinguen los dominios U3, R y U5, que tienen un
papel decisivo
en la regulación. U3 contiene los promotores y las
secuencias TATAA para la iniciación de la ARNpol II de
la
célula.
La proteína Tat actúa gracias a una secuencia del
dominio R
denominada TAR (elemento de respuesta a tat). La
transcripción va a originar tanto ARN genómico como
ARNm.
Ciclo biológico del virus.
1.- El VIH (virus de la inmunodeficiencia humana), debe penetrar
en una célula
humana para subsistir y reproducirse. El VIH es un
retrovirus.
2.- El VIH se une a la membrana de la célula.
3.- El virus inyecta su ARN (ácido ribonucleico) a la
célula y éste, gracias a la acción de una
enzima (la transcriptaza inversa), se trasforma en ADN
(ácido desixorribonucleico).
4.- El ADN viral se integra al ADN de la célula
obligándola a fabricar nuevos virus.
El ciclo vital del VIH comienza con la unión de
la gp120 a su ligando, la molécula CD4 de los LT
CD4+ principalmente y de otras poblaciones celulares
como macrófagos y diversas APC. Existen otras
moléculas que actúan como correceptores. La
función
natural del CD4 es la de reconocer a las moléculas MHC II
de linfocitos B y macrófagos, ya que los LT
CD4+ sólo reconocen antígenos
presentados por estas moléculas.
La unión gp120-CD4 es de alta afinidad. Esta unión
favorece un cambio
estructural que permite a la gp41 la fusión de
las membranas implicadas, con la consiguiente entrada de la
nucleocápsida al citoplasma celular. Posteriormente, se
liberan las cadenas de ARN y se produce la
retrotranscripción de las mismas y la integración del virus en el genoma celular
en forma de pro virus (ADN). Tras un periodo de latencia comienza
la transcripción del pro virus para dar lugar a una nueva
generación de virus. Los virus salen de la célula
hospedadora por gemación. De esta forma adquieren la
envuelta lipídica con las proteínas
necesarias para poder infectar
nuevas células.
Desde la XI Conferencia
Internacional del SIDA, celebrada hace un año en
Vancouver, se han abierto nuevas perspectivas sobre la
infección VIH y el SIDA
fundamentadas en dos pilares: el empleo de la
medición de carga viral del VIH y las
nuevas pautas de tratamiento con antirretrovirales. Estas
perspectivas permiten ser optimistas y vislumbrar una luz en el fondo
del túnel. (estas páginas se han actualizado con el
tiempo, se
conservan por su valor de
perspectiva histórica)
Sin embargo se empiezan a oír comentarios que
pueden reflejar la confusión de la creencia de que existen
tratamientos que curan el SIDA y que
puede inducir a error.
A la luz de los
conocimientos actuales no existe un tratamiento antirretroviral
que cure el SIDA; las potentes combinaciones de 3 o más
antirretrovirales sólo han demostrado que retrasan la
progresión del seropositivo a SIDA y mejoran su calidad de
vida, lo que ya supone un gran logro y quizás en el
futuro se pueda decir que curan o cronifican la infección
VIH; pero aún no. A pesar del descenso de la carga viral a
niveles que no son posibles de detectar con las actuales técnicas,
no quiere decir que el virus ha desaparecido o que no exista ADN
viral dentro del material genético de algunas
células. Por lo tanto no se debe confundir 'indetectable'
con 'inexistente'. También se tiene que tener presente que
los descensos detectados en sangre no tienen porque
corresponderse con descensos en, por ejemplo, secreciones
sexuales.
En el momento actual es posible detectar al virus por
carga viral o PCR a los pocos días del contagio (4-7
días) y se están ensayando regímenes de
tratamiento temprano para ver si es posible erradicar el virus en
los primeros momentos de la infección (unos pocos, 2-3,
días tras ser expuesto a una potencial fuente de
contagio). Sin embargo harán falta años para sacar
conclusiones definitivas. Es cierto que la infección VIH
puede ser una carrera 'contrarreloj', pero las precipitaciones
iniciales y las estimaciones que se han hecho han sido con
frecuencia erróneas; por lo tanto lo mejor es ser prudente
y actuar a la luz de los conocimientos actuales, que
además evolucionan con mucha rapidez. Por todo ello todos
deberíamos tener presente que:
Los tratamientos actuales no sabemos si pueden erradicar el VIH
aún cuando se inicien precozmente. Aquí no ocurre
como con la lúes o la gonorrea, un contacto sospechoso no
se puede subsanar con una dosis de antimicrobianos. Por ello el
sexo seguro sigue
siendo la mejor practica para evitar un posible contagio de las
enfermedades de
transmisión sexual, entre ellas el SIDA. No se puede
decir: 'da igual, mañana me tomo los antirretrovirales y
solucionado…'. Además en la actualidad los tratamientos
no se venden en las farmacias, tienen muchos efectos secundarios
o indeseables de gravedad variable y no siempre será
fácil acceder a ellos. Los seropositivos, mientras no se
demuestre lo contrario, siguen siendo portadores del VIH aunque
su carga viral sea indetectable. Por lo tanto deben evitar la
transmisión del virus a otros adoptando o reafirmando
practicas seguras; a su vez, podrán evitar
reinfecciones.
Por lo tanto la PREVENCIÓN sigue siendo el mejor
medio de lucha contra la infección VIH.
Puntos Que Se Deben Tomar En Cuenta
- Una relación ocasional, un sólo
contacto, puede transmitir el VIH. - Debería tomarse tiempo para
conocer a la pareja e intimar, preguntarse sobre
comportamientos pasados y actuales. - Las relaciones sexuales, homo o heterosexuales,
comportan un alto riesgo de transmisión del virus del
SIDA. - La presencia de otras enfermedades de
transmisión sexual, lesiones genitales, favorece la
transmisión del virus. - La mayoría de las personas infectadas lo han
sido en una relación sexual. - El contacto de la boca con el esperma o las
secreciones vaginales suponen un riesgo de transmisión
cuando existen lesiones en la boca. - La penetración anal es la que supone mayor
riesgo
El preservativo es eficaz en la prevención de
todas las enfermedades de transmisión sexual
(ETS).
El preservativo masculino
1. Comprobar su fecha de caducidad y retirarlo de su envoltorio
con precaución de no deteriorarlo.
2. Colocárselo en el pene en erección antes de
cualquier penetración.
3. Si carece de depósito, crearlo dejando un espacio libre
de 2 cm a lo largo de la punta del pene y apretar la punta del
depósito para expulsar el aire.
4. Desenrollar el preservativo hasta la base del pene.
5. Para evitar que el esperma se derrame hay que retirarse y
retirar el preservativo sujetándolo por la base antes del
que pene se quede flácido.
6. El preservativo se debe utilizar sólo una vez y tirarlo
a la basura con
cuidado.
7. Evitar utilizar lubricantes de base grasa, como la vaselina,
ya que pueden deteriorar el látex.
El preservativo femenino
Consiste en una fina bolsista plástica con un anillo
flexible en sus extremos; el anillo más pequeño se
introduce en la vagina apretándolo para darle una forma
alargada y con un dedo se empuja hacia el interior con el fin de
adherirlo al cuello del útero. El otro anillo queda fuera
de la vagina.
Al igual que el preservativo masculino sólo debe
utilizarse una vez.
Evitar la penetración vaginal o anal.
Escoger actividades sexuales sin riesgo como pueden ser las
caricias o la masturbación mutua.
La forma más importante en la actualidad de
transmisión del SIDA por la sangre es el uso compartido de
los objetos que se
utilizan para preparar e inyectarse drogas.
1. Abandonar las drogas o en
su defecto su uso por vía parenteral (inyectadas).
2. Si a pesar del riesgo de transmisión del VIH se sigue
siendo UDVP se debería:
No compartir nunca los objetos utilizados para preparar e
inyectarse la droga.
Utilizar agujas y jeringuillas desechables y en su defecto
desinfectar las usadas mediante alguno de los siguientes:
Introducir jeringa y aguja varias veces en lejía y
enjuagarla después con agua.
Hervir jeringuilla y aguja en agua durante
al menos 15 minutos.
Enjuagar aguja y jeringuilla en agua e introducirlas en
lejía diluida al menos 15 minutos.
3. No recibir ninguna sesión de acupuntura ni realizarse
ningún tatuaje si las condiciones de esterilidad del
material empleado
ofrece pocas garantías.
4. No utilizar objetos de aseo personal de
personas desconocidas.
5. No donar sangre si en los tres meses anteriores se ha estado
expuesto a un comportamiento
o situación de riesgo.
Al menos una quinta parte de los hijos de madres
seropositivas pueden presentar riesgo de transmisión del
SIDA.
1. Debería desaconsejarse el embarazo si
alguno de los padres es seropositivo.
2. Se debería solicitar la prueba de detección en
todos los embarazos especialmente cuando los padres han tenido o
tienen comportamientos de riesgo.
3. El caso de estar embarazada y ser seropositiva se puede acoger
a los supuesto de interrupción voluntaria del embarazo
(aborto).
4. Si a pesar de todo se decide tener un hijo se debe buscar
consejo y cuidados médicos.
La prueba que se realiza de manera rutinaria es un ELISA
comercial, en fase sólida. Consiste en múltiples
pocillos de microtitulación que contiene antígenos
de las dos familias del virus. Sobre estos pocillos se deposita
el suero que se quiere comprobar y se deja incubar.
Posteriormente se añaden anticuerpos marcados anti-IgG
humana. Se deja que reaccionen y se lava para eliminar los
anticuerpos marcados que no se han unido a IgG. La prueba se basa
en que si en el suero existe IgG específica para los
antígenos del VIH el segundo anticuerpo que se
añade se unirá a la IgG y al revelar la prueba
aparecerá coloración. La sensibilidad de la prueba
es muy alta, un 99.5%, pero su especificidad es baja por lo que
hay gran número de falsos positivos.
Si el ELISA es positivo se debe confirmar con un
western-blot o inmunotransferencia, que sirve para confirmar la
infección. El western-blot se considera positivo si se
detectan anticuerpos contra al menos dos de los antígenos
víricos p24, gp41 o gp120.
Un individuo con un ELISA positivo pero el western-blot negativo
casi seguro no
está infectado y el resultado del ELISA era un falso
positivo.
Durante la fase de seroconverisón los análisis basados en la detección de
anticuerpos pueden dar resultados dudosos por lo que puede ser
conveniente realizar pruebas que
detecten directamente al virus o a sus antígenos.
Para ello, se pueden utilizar el métodos de
detección frente al antígeno p24, ELISA comercial o
la técnica de la PCR (muy sensible para la
detección del virus).
Para seguir el curso de la enfermedad se suele utilizar la carga
viral o el número de linfocitos
CD4+.
El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), que
causa el SIDA, ha desencadenado una
epidemia mundial mucho más extensa que la que se predijo
hace apenas una década. El
ONUSIDA y OMS estiman que, a finales del
año 2000, el número de personas que
viven con el VIH o con SIDA se sitúa en 36,1
millones. Esa cifra es más de un 50% superior a la
que proyectó en 1991 el Programa Mundial
sobre el SIDA de la OMS a
partir de los datos entonces
disponibles. Los problemas que
plantea el VIH varían enorme- mente de un lugar a
otro, dependiendo de la magnitud y rapidez de la
propagación del virus y de la existencia de un gran
número de personas infecta- das que hayan empezado a
enfermar o fallecer. • Excepto en África
subsahariana, en todas las
partes del mundo hay más varones que mujeres infectados
por el VIH y que fallecen a causa del SIDA. El
comportamiento
de los varones – influido a menudo por
creencias culturales perjudiciales sobre la masculinidad –
los convierte en víctimas propiciatorias
de la epidemia. En
total, se estima que durante
el año 2000 se infectaron 2,5
millones de varones de 15 a 49 años de edad, lo
que eleva a 18,2 millones el número de varones
adultos que, a finales de año, viven
con el VIH o con SIDA. El comporta- miento masculino
también contribuye a la infección por el VIH en las
mujeres, que a menudo tienen menos
poder
para determinar dónde, cuándo y
cómo se llevan a cabo las relaciones
sexuales. Los hombres marcan la
diferencia – el lema de la
Campaña Mundial contra el SIDA del
presente año – reconoce esos factores y hace
hincapié en el enorme potencial de los varones para marcar
diferencias cuando se trata de frenar la
transmisión del VIH, cuidar a
los familiares infectados y ocuparse de los
huérfanos y otros supervivientes de la epidemia. •
Durante el año 2000, en la
Federación de Rusia se han producido más
nuevas infecciones por el VIH que en el conjunto de todos los
años previos de la epidemia. Teniendo en
cuenta también la expansión
durante los próximos 10
años el SIDA recortará en un 20%
el presupuesto
gubernamental, erosionará los
progresos de desarrollo
y dará lugar a una reducción del 13%
en los ingresos de las familias más pobres.
• La ampliación de la respuesta a la epidemia
en África es imperativa y financieramente
asequible. Estableciendo unas metas de cobertura ambiciosas
pero alcanzables, los países necesitarían por
lo menos US$ 1.500 millones anuales para poner en marcha medidas
de prevención con el fin de reducir el riesgo del VIH en
su población, incluidos los
lactantes, jóvenes, trabajadores y
receptores de transfusiones
sanguíneas. Para las personas con el VIH
y sus familias, la factura de los
cuidados paliativos para el dolor
y el malestar, del tratamiento y
prevención de las infecciones oportunistas y del cuidado
de los huérfanos se situaría al menos en US$ 1.500
millones anuales. La adición de terapia
antirretrovírica costaría algunos
miles de millones de dólares más cada
año. Europa oriental y Asia central A
finales de 1999, la cifra estimada
de adultos y niños que vivían con
el VIH o con SIDA en Europa oriental y en los países de la
antigua Unión Soviética era de 420 000. Justo
un año después, una estimación
conservadora sitúa esa cifra en
700 000. La mayoría del cuarto de millón
de adultos que se han infectado en el 2000 son varones, en
su mayor parte consumidores de drogas intravenosas. A lo
largo del año han aparecido nuevas epidemias en usuarios
de drogas intravenosas de Uzbekistán y
Estonia, un país que ha comunicado muchos
más casos de VIH que en cualquier año anterior. El
VIH no muestra signos de
frenar su crecimiento exponencial en la Federación de
Rusia. A juzgar por el número de casos comunicados a
lo largo de los nueve primeros meses del presente
año, las nuevas infecciones egistradas
durante el 2000 pueden alcanzar perfectamente la
cifra de 50 000, que es muy superior al total de 29
000 infecciones producidas en el país entre 1987 y
1999. Sin embargo, incluso este incremento masivo
subestima el crecimiento real de la
epidemia: según estimaciones
rusas, el sistema
nacional de registro
capta sola- mente una fracción de las
infecciones. Las prácticas peligrosas de
inyección de drogas intravenosas siguen
constituyendo el principal propulsor
de la transmisión del VIH en este enorme
país. En muchos países de Europa oriental y
Asia
central, la lucha contra la epidemia se está
desenvolviendo en un cúmulo de circunstancias muy
complejo. La inestabilidad socioeconómica en la
región tiende a alimentar el consumo de
drogas y el comercio
sexual, favoreciendo así la propagación
del VIH. Sin embargo, un hecho más
esperanzador es que las reformas políticas
y jurídicas han empezado a crear marcos más
eficaces para la prevención del VIH. Por
ejemplo, en vez de confiar en evaluaciones
masivas e ineficaces de la población para rastrear y controlar el
VIH, la mayoría de los países está
utilizando una amplia variedad de cauces para informar y educar a
sus ciudadanos acerca del virus. En Belarús, un
comité interministerial reúne 12 ministerios
diferentes en una respuesta al SIDA que va desde medidas
para la reducción del
daño destinadas a usuarios de
drogas intravenosas hasta campañas
de sensibilización a cargo de la compañía
nacional de ferrocarriles.La implicación de casi todos los
ministerios y comités estatales contribuyó a
alcanzar una reducción en el número total de
infecciones comunicadas anualmente entre 1996
y 1999. Los esfuerzos de
prevención han resultado particularmente
satisfactorios entre los adolescentes. En Kazajstán, una
pequeña ONG de la
capital, Astana, envía a las
calles a su equipo de prevención formado por
ocho varones (que también tocan música en una sala de
rock) para que
suministren preservativos e información sobre relaciones sexuales
seguras a los profesionales del sexo que
trabajan allí. El equipo
también acompaña a los profesionales del sexo
a un dispensario ambulatorio donde pueden recibir
tratamiento confidencial y gratuito para
sus infecciones de transmisión sexual. Esto
supone un distanciamiento significativo
respecto al enfoque tradicional de la
región, consistente en detenciones y evaluaciones
sistemáticas obligatorias. La región también
está implantando cada vez más sistemas
adecuados de vigilancia del VIH en poblaciones
"centinela"; por ejemplo, profesionales del
sexo, mujeres embarazadas, consumidores de
drogas intravenosas o personas con una infección de
transmisión sexual. La República Checa y
Eslovenia ya pueden enorgullecerse de sus
excelentes sistemas de
vigilancia centinela del VIH, que figuran entre los mejores
de Europa. Aunque el
número anual de nuevos casos registra- dos en
Ucrania parece haber disminuido desde
1997, el virus podría estar
adentrándose en la población general, a juzgar por
los datos de la
infección por el VIH constatados recientemente en mujeres
embarazadas. Ucrania ha puesto en práctica un
sistema de
vigilancia centinela de alta calidad que cabe
esperar que proporcione una panorámica más clara de
las tendencias de la infección en el futuro.
También en Ucrania, una ley crucial
aprobada en 1998 ratificó el principio de las pruebas
voluntarias del VIH y de la educación
general sobre el SIDA. En la
que representa quizá la prueba
más difícil para el nuevo enfoque nacional
frente a la epidemia, un studio reciente ha confirmado
que en las prisiones de Ucrania ya no se realizan evaluaciones
sistemáticas obligatorias de nternos ni
se aísla a los que resultan VIH-positivos. Este giro
radical se ha alcanzado gracias a un
proyecto
innovador que podría constituir un modelo para la
reforma penitenciaria y el SIDA en la
región. Sin embargo, al igual que
muchos de los países vecinos, Ucrania se enfrenta a
restricciones presupuestarias tan severas que tiene dificultades
incluso para alimentar a sus
prisioneros, y no digamos para proporcionarles
preservativos, desinfectantes, jeringas y agujas.
Asia
Se estima que, en el Asia meridional y
sudoriental, a lo largo del año 2000 han contraído
la infección unos 700 000 adultos, 450 000 de ellos
varones. Esas estimaciones están en
consonancia con los conocidos comportamientos de riesgo en
la región, en la que los varones no sólo
constituyen la mayoría de los consumidores de drogas
intravenosas sino que, además, están
contribuyendo a impulsar la primera oleada
de transmisión sexual del VIH, en gran parte a
través del comercio
sexual, pero también, en menor
medida, de los varones que tienen
relaciones sexuales con varones. En
conjunto, las estimaciones para
finales de 2000 indican que en la región
hay 5,8 millones de adul- tos y niños
que viven con el VIH o con SIDA. Bangla Desh ha dado el paso
impresionante de controlar el VIH y los comportamientos
de riesgo en una etapa muy temprana de su
epidemia. Después de una primera
iniciativa de vigilancia efectuada hace dos
años, entre agosto de 1999
y mayo de 2000, se emprendió un segundo
esfuerzo centrado en las pruebas del VIH y la sífilis y
los estudios de comportamiento. El trabajo se
llevó a cabo en colaboración con ONG y
asociados gubernamentales, que incluían
dispensarios para profesionales del
sexo, programas de
intercambio de agujas y centros de
desintoxicación de drogas. Aunque los estudios
pusieron de manifiesto toda una gama de factores de
riesgo, como las prácticas
peligrosas de inyección de drogas
intravenosas y el uso inadecuado de
preservativos, las tasas de infección por el VIH son
hasta ahora muy bajas. La región de Asia
oriental y el
Pacífico sigue manteniendo a raya
el VIH en la mayor parte de su enorme población. A lo
largo del año se infectaron unos 130 000 adultos y
niños. Esto sitúa en
640 000 el número de personas que viven con el VIH o
con SIDA a finales del año 2000, lo que
representa tan sólo un 0,07% de la población adulta
de la región, en comparación con una
tasa de prevalencia del 0,56% en el Asia
meridional y sudoriental. No obstante, la epidemia en
Asia oriental dispone de mucho espacio para el
crecimiento. El comercio sexual y el
uso de drogas ilegales son
prácticas extendidas, al igual que la migración
y la movilidad entre fronteras y dentro de los propios
países. Con más de
cien millones de personas implicadas, China, en
concreto, está experimentando
movimientos de población de una envergadura
mucho mayor que cualquier otro que se haya producido en la
historia. Asimismo, después
de haber erradicado prácticamente las infecciones
de transmisión sexual durante los años
sesenta, China asiste
en la actualidad a un incremento repentino de estas
tasas que, a la larga, podría traducirse
en una mayor propagación del VIH. Dado que la
epidemia de Asia se cuece a fuego lento, persiste el
riesgo de complacencia acerca de los peligros del
VIH. Un reto importante consistirá en mantener
tasas altas de uso de preservativos en lugares donde
éstas ya se hayan
alcanzado. Los niveles elevados de uso
de preservativos no sólo protegen
a las personas implicadas de inmediato, sino que también
evitan lo que podría convertirse en una larga cadena de
transmisión.
África del Norte y Oriente Medio
Debido a la insuficiencia de
datos, entre 1994 y 1999 se
realizaron pocas nuevas estimaciones de la infección por
el VIH en los países de esta región. Algunos datos
recientes, sin embargo, indican que las
nuevas infecciones están aumentando. Por
ejemplo, los estudios realizados en el sur de Argelia
revelan tasas de aproximadamente el 1% en mujeres embarazadas que
acuden a dispensarios prenatales, y los centros de
vigilancia en el norte y el sur del Sudán indican que el
VIH se está propagando entre la población general.
Con una estimación de 80 000 nuevas infecciones en
la región durante 2000, a
finales de año el número de
adultos y niños que viven con el VIH o con SIDA
alcanzará los 400 000.
América Latina y el Caribe
La epidemia en América
Latina es un mosaico complejo
de patrones de transmisión en el que el VIH
continúa propagándose a través de las
relaciones sexuales entre varones, las relaciones
sexuales entre varones y mujeres y el uso de drogas
intravenosas. Se estima que en esa región 150 000
adul- tos y niños contrajeron
la infección a lo largo de 2000. En muchos
países, gracias a la terapia
antirretrovírica, las personas VIH-positivas
viven más tiempo y en condiciones más
saludables. Se estima que, a finales del presente
año, 1,4 millones de adultos y niños de
la región viven con el VIH o con
SIDA encomparación con 1,3 millones a finales de
1999.Cuando el VIH se propaga principalmente dentro de
un pequeño grupo de
población, como los varones que tienen
relaciones sexuales con varones, existe un límite
provisional en el número de personas expuestas
(aunque la bisexualidad y el consumo
de drogas pueden stablecer puentes con la
población general). Sin
embargo, en los lugares donde el VIH
se transmite por medio de relaciones sexuales entre
varones y mujeres, existe un
riesgo inmediato para una proporción
mucho más grande de la población
total. Ése es el patrón de
transmisión vigente en el Caribe, donde las tasas del
VIH son las más altas del mundo fuera de África.
Aunque los ministerios de salud en el Caribe son
conscientes desde hace tiempo de la epidemia
galopante y de susimplicaciones para la región, una
serie de reuniones de alto nivel durante el año 2000 ha
abierto las puertas a una nueva etapa de sensibilización
pública y relieve del
SIDA. En junio, en una reunión
del Grupo Caribeño para la
Cooperación en Materia de
Desarrollo
Económico organizada por el Banco
Mundial, los primeros ministros y los ministros de
finanzas se
centraron en el SIDA como un problema
fundamental de desarrollo para el periodo
2000-2020. En julio, los jefes de gobierno de la
Comunidad
del Caribe (CARICOM) reconocieron públicamente que
la epidemia amenaza con invertir los logros de desarrollo
alcanzados por la región durante las tres últimas
décadas. Esos encuentros fueron seguidos por una
reunión de alto nivel sobre el
VIH/SIDA, organizada por el Primer Ministro de
Barbados en septiembrede2000. Con la asistencia de
primeros ministros y otros representantes de
gabinetes de la región, así como de donantes
bilaterales y funcionarios del Banco
Mundial y el sistema de las Naciones
Unidas, la reunión de Barbados
marcó un hito por lo que se refiere al compromiso
político para luchar contra la epidemia y a las nuevas
promesas de financiación, especialmente por parte de
los Países Bajos. Para ayudar a
potenciar la acción, el Banco Mundial
anunció un programa de
nuevos préstamos para intervenciones
contra el VIH/SIDA en la
región, por un importe total de US$
85-100 millones. El primer ministro de Barbados, que
está a punto de asumir la presidencia de
CARICOM, ha puesto el SIDA en el orden del día
de la reunión que deberá celebrarse en febrero de
2001. Cabe esperar que, en ese momento, la
CARICOM emprenda oficialmente una asociación
caribeña contra el VIH/SIDA. Países ricos La
noticia en los países más
ricos del mundo es que los esfuerzos de prevención
están estancados. Aunque la incidencia del VIH
no se rastrea mediante vigilancia centinela nacional, la
información disponible indica que el
número de personas infectadas de novo no
es menor este año que el pasado. En conjunto, a
lo largo de 2000, se estima que han contraído el VIH
30 000 adultos y niños en Europa occidental y
45 000 en América
del Norte. La prevalencia total del VIH ha aumentado
ligeramente en ambas regiones, debido sobre todo a que la
terapia antirretrovírica está prolongando la vida
de las personas VIH-positivas. Todavía se
están produciendo miles de
nfecciones a través de las prácticas
sexuales peligrosas entre varones. En un momento en
que pocos varones gay jóvenes han
visto fallecer a amigos a causa del SIDA y en que algunos
consideran erróneamente que los
antirretrovíricos tienen poder curativo,
existe una complacencia creciente acerca de los riesgos del
VIH, a juzgar por algunos informes de
comportamientos de mayor riesgo
sexual, principalmente entre varones
jóvenes. Un problema que subsiste para
la prevención es el estigma
persistente de la homosexualidad, que puede dificultar el
crecimiento de los muchachos que se sienten
"diferentes"; muchos de ellos acabarán
exponiéndose a una vulnerabilidad y unos
riesgos
innecesarios.
En cualquier caso, las deficiencias
de prevención están repercutiendo por
encima de todo en los consumidores de drogas
intravenosas y sus familias, que se cree que
representan el grueso de las nuevas infecciones en muchos de los
países con ingresos
elevados. La mayoría de esas infecciones
podría haberse evitado. Los programas de
prevención consistentes en educación sobre el
SIDA, fomento del
preservativo, intercambio de agujas y
tratamiento farmacológico (que puede incluir el
suministro de metadona, una sustancia que
no se inyecta) han demostrado su eficacia no
sólo en los países alta- mente industrializados
sino también en economías en fase de
transición, como Belarús, donde un pro-
grama para la reducción del daño logró
evitar más de 2000 casos de
infección durante su segundo
año de funcionamiento, con un costo aproximado
de US$ 29 por infección prevenida. En los
Estados
Unidos, igualmente, un estudio reciente ha
llegado a la conclusión de que prevenir los casos de
SIDA mediante la reducción del daño resulta
económica- mente razonable. Lo que se requiere
es la voluntad política de aplicar
medidas realmente eficaces y llegar a las personas de los
colectivos marginales.
África subsahariana
En África, al sur del desierto del
Sahara, se estima que 3,8 millones de adultos y
niños se infectaron durante el 2000, lo que, a
finales de año, eleva a 25,3 millones el
número total de personas que viven con el
VIH/SIDA en la región. Durante el mismo
periodo, millones de africanos infectados en años
previos han empezado a experimentar problemas de
salud, y 2,4 millones, en una etapa
más avanzada de la infección, han
fallecido a causa de enfermedades relacionadas con el
VIH. Así pues, la región sigue
enfrentándose a un triple reto de
magnitud colosal: • Proporcionar asistencia
sanitaria, apoyo y solidaridad a una
población creciente de personas con enfermedades
relacionadas con el VIH. • Reducir la tasa
anual de nuevas infecciones, capacitando
a las personas para que se protejan a sí mismas y protejan
a los demás. • Afrontar el impacto acumulativo de
más de 17 millones de fallecidos por el SIDA
sobre los huérfanos y otros
supervivientes, as comunidades y el desarrollo
nacional.Aunque África subsahariana vuelve a encabezar la
lista de regiones con el mayor
número anual de nuevas infecciones, tal
vez se vislumbre una tendencia en
el horizonte: aparentemente, la incidencia
regional del VIH se está estabilizando. Dado que las
epidemias africanas de larga
duración ya han afectado a un gran número de
personas cuyo comportamiento las expone al
VIH, y puesto que las medidas
preventivas eficaces en algunos
países han capacitado a las personas para
reducir su riesgo de exposición, el número
anual de nuevas infecciones se ha
estabilizado, o incluso ha disminuido, en
algunos países. Esos descensos han empezado a
equilibrar ahora las tasas de infección aún
crecientes en otras partes de África, en
especial la zona meridional del continente. En conjunto,
pues, en el año 2000
las nuevas infecciones han totalizado 3,8
millones, algo menos que el
total regional correspondiente a
1999, que fue de 4,0
millones. Sin embargo, esta tendencia no se
mantendrá si países como Nigeria empiezan a
experimentar una expansión rápida. Por el
momento, la prevalencia total del VIH
– el total regional de personas que viven con
el VIH o con SIDA – sigue aumentando porque todavía
hay, cada año, más personas que
contraen nuevas infecciones que personas que fallecen
a causa de la enfermedad. Sin embargo, a medida que las
personas infectadas hace años fallezcan por enfermedades
relacionadas con el VIH
(se estima
que, en ausencia de terapia
antirretrovírica, la supervivencia promedio es
aproximadamente de 8-10 años), aumentará la
mortalidad por SIDA. En el año 2000, la mortalidad
asociada al SIDA totalizó 2,4 millones de
personas, en comparación con 2,2 millones en
1999. En los próximos años, a menos que
exista un acceso mucho más amplio a terapias que prolongan
la vida, y a condición de que no vuelvan a
aumentar las nuevas infecciones, cabe esperar que el
número de africanos supervivientes VIH-positivos se
estabilice y finalmente
disminuya, conforme el SIDA se cobra la
vida de los que estaban infectados hace tiempo. En
África
subsahariana, las tasas
nacionales de prevalencia del VIH
(publicadas en el Informe sobre la
epidemia mundial de VIH/SIDA – junio de 2000, del ONUSIDA) siguen
variando ampliamente entre los distintos
países. Oscilan desde menos
del 2% de la población adulta en algunos
países de África occidental hasta cerca del 20% o
más en la zona meridional del continente, con tasas
intermedias en los países de la región central y
oriental de África. Hay que tener en
cuenta, sin embargo, que las tasas de prevalencia
no reflejan el riesgo que tienen las personas de contraer la
infección y fallecer a causa del SIDA a lo largo de su
vida. En los ocho países africanos con tasas de
infección en adultos iguales o superiores al
15%, algunos análisis con- servadores indican que el
SIDA se cobrará la vida de aproximadamente un
tercio de los muchachos que actualmente tienen 15
años. ¿Cómo está respondiendo
África al VIH? Tal como se aprecia en los apartados
anteriores de la presente actualización de la
epidemia, el VIH ha penetrado en todos los
países del planeta. Pero, por
desgracia, el cuadro de la página
5 muestra
claramente que hay un continente mucho más afectado
por el SIDA que cualquier otro. África
alberga el 70% de los adultos y el 80%
de los niños que viven actualmente
con el VIH en el
mundo, y ha enterrado a las tres cuartas partes de los
más de 20 millones de personas que han fallecido en todo
el mundo a causa del SIDA desde el comienzo de la
epidemia. Más allá del sufrimiento personal
que acompaña a la
infección por el VIH dondequiera
que se produzca, el virus amenaza con devastar
comunidades enteras e invertir décadas de
progreso hacia un futuro más
próspero y saludable en África subsahariana.
En los siguientes apartados examinaremos
cómo incide el SIDA en la vida y los medios de
subsistencia de los varones, mujeres
y niños de los países más
afectados, especialmente los de Africa
meridional. La información presentada pone de
manifiesto dos cosas. La primera es que la
devastación causada por el VIH es muy real, con
independencia
de que sus repercusiones se midan en cuanto a la infraestructura
empresarial o las perspectivas futuras para los
niños. El segundo hilo de conexión a lo largo
del presente informe es que la
epidemia está estimulando una nueva facultad de
adaptación. Los gobiernos, empresas, familias y
comunidades se están adaptando
– con mayor o menor esfuerzo y dolor – al nuevo
panorama que está configurando la
epidemia. Esto ilustra la capacidad estimulante de
toda la población africana para afrontar nuevos retos
justo cuando la situación parece más
desesperada.
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