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Pedagogía, política educativa y metodología




Enviado por lac



    Indice
    1.
    Objetivos del trabajo

    2. Educación,
    socialización, enseñanza, aprendizaje,
    instrucción

    3. Características de nuestra
    sociedad, flia, nación y escuela. función de los
    medios de comunicación. influencias
    externas.

    4. Rol de la escuela y del docente en el
    crecimiento del adolescente y su papel en el cambio
    social.

    5. Observación particular de mi
    práctica y estilo de enseñanza

    6. Conclusión

    1. Objetivos del
    trabajo

    El trabajo presente pretende aclarar, a través de
    la redefinición de numerosos conceptos, teniendo como
    guía a la bibliografía ofrecida, de manera de
    continuar como fuera hecho en los parciales anteriores, con el
    análisis de la realidad educativa,
    relacionándola con los aspectos sociales, culturales, del
    Estado y de
    la familia,
    como una forma de ahondar en el
    conocimiento de las complejas relaciones que se tejen entre
    los distintos actores de una Nación
    y como éstos se ven influídos por las nuevos
    lineamientos de la política mundial.
    Se hará hincapié también en la
    caracterización del adolescente posmoderno y la influencia
    de los medios y la
    sociedad en
    la
    construcción de su personalidad y
    como la Escuela se
    inserta e influye en el proyecto de vida
    de nuestros jóvenes.

    Planteada la realidad educativa y la de su entorno, se
    indagará acerca de nuestra acción docente, a
    través de una observación tendiente a mejorar nuestra
    práctica, como una manera de lograr los cambios que desde
    la Escuela
    permitirán el bien de nuestra Argentina.

    2. Educación, socialización, enseñanza, aprendizaje,
    instrucción

    Pretender hablar de Educación exige
    definir términos que muchas veces la sociedad y hasta
    los mismos Docentes confundimos y que será imprescindible
    aclarar para poder ahondar
    en los mismos.

    Comenzaremos por establecer el concepto de
    Socialización, entendiendo por ella la
    transmisión, de manera inconsciente y no formalizada, de
    los conocimientos, valores y
    costumbres de una sociedad, que al estar fragmentada, como ya
    veremos, se convierte en un fenómeno de
    diferenciación. La misma es coactiva, ya que la sociedad
    pretende imponer un modelo que
    considera el único aceptable y lo hará a
    través del establecimiento de premios y castigos, como una
    forma de adaptar al individuo a la misma, pretendiendo de
    él un rol pasivo que se ajuste a los intereses sociales,
    de manera de impedir el cambio.
    Habrá que destacar que antaño, era precisamente el
    adolescente, que en la construcción de su personalidad y
    a través de sus ideales utópicos, trataba de
    oponerse a esa sociedad establecida, intentando el cambio, y que
    si bien era muy improbable que lo consiguiera permitía el
    logro de una personalidad adulta autónoma, que de manera
    efectiva y mucho más realista, enmarcada en la mesura y en
    el respeto iba a
    lograr los cambios necesarios en la misma, que no quería
    destruir pero que tampoco lo conformaba. En cambio hoy
    día, el adolescente posmoderno, que se encuentra
    cómodamente establecido en una sociedad adolescentizada,
    se muestra conforme
    en su status, de manera que la adolescencia
    ya no se muestra como un
    período traumático, que rápidamente debe
    superarse, sino como aquella etapa dorada de la vida que
    será necesario preservar por todos los medios.

    Este extraño fenómeno social, en el cual
    los roles se encuentran tergiversados, hasta tal punto que muchos
    padres, por ejemplo, se visten como adolescentes,
    mantienen relaciones sentimentales con adolescentes,
    frecuentan los mismos lugares de esparcimiento que los
    adolescentes, en donde la juventud o su
    imagen
    será necesario extender en el tiempo a
    través de cirugías estéticas,
    cosméticos de lo más sofisticados y dietas
    naturistas y en donde los medios masivos de comunicación, sobre todo los visuales,
    alimentan aún más el fenómeno, sub-virtiendo
    los valores,
    imponiéndose la cultura tipo
    "light" o liviana, donde todo es permitido, creando o fabricando
    ídolos, que serán consumidos por los
    jóvenes, de manera de volcar en ellos todas las
    expectativas y necesidades, que saben que jamás
    podrán satisfacer en este modelo. Pero
    estos ídolos poseen pie de barro y generalmente sus
    escalas de valores tienen
    que ver con la deshonestidad, la competencia
    desleal que supone la destrucción del otro, el robo, en
    una cultura del
    vale todo y que al caerse dejan a miles de jóvenes
    desamparados y que en la desazón y la angustia los lleva a
    tomar medidas extremas como el suicidio.

    Es así que en los procesos
    socializadores, hoy los medios han tomado la dirección del proceso
    imponiendo, lo que yo llamaría, una "cultura de muerte", cuyos
    principales valores son: conseguir el éxito
    sin esfuerzos y alejados de los valores
    éticos y morales e imponer el consumismo, sin
    distinción de clases. Hay que considerar que la
    televisión llega a todos los sectores de la sociedad y
    la Argentina es uno
    de los países que más abonados a la televisión
    por cable posee y por tanto influye sustancialmente en los
    hábitos de consumo,
    dirigiéndose la publicidad
    hábilmente hacia cada sector, de manera que nadie se
    pierda el placer de consumir bienes que en
    gral. son superfluos e inservibles. Por último dar
    primacía absoluta a la imagen, que
    siempre deberá ser jovial, de cuerpos esculturales,
    modelados por el deporte y las dietas, considerando
    que lo espiritual y todo lo relacionado con el pensamiento es
    aburrido y anticuado, mostrando de esta manera la
    involución que está sufriendo el ser humano hacia
    las formas de entablar la
    comunicación.

    Esta socialización, requiere la
    transmisión de los conocimientos a través del
    proceso de
    Enseñanza, cuyos fines, como vimos, no
    siempre son buenos.
    Por Aprendizaje,
    entendemos la aplicación de los conocimientos con el fin
    de resolver situaciones problemáticas, de manera de
    adaptarnos al medio circundante y requiere motivación
    y se aprende a través de la prueba y el error.
    La Instrucción se entiende como un proceso ya formalizado
    que transmite en un primer nivel las herramientas
    básicas (hablar con propiedad,
    leer, escribir) imprescindibles para desenvolverse en la sociedad
    y para adquirir ya los conocimientos específicos para
    trabajar en un oficio o profesión. Dado el concepto, se
    desgrana de él la importancia que la sociedad le da a los
    aspectos instructivos impartidos en la Escuela, exigiendo cada
    día más conocimientos, que permitan al joven
    desenvolverse en la difícil realidad laboral, que se
    muestra hiper-competitiva y super-especializada.

    Por último, la Educación, es un
    proceso mucho más complejo, que no solo se da en la
    escuela, de manera formal, sino también en la misma
    sociedad y Flia y se distingue de la socialización e
    instrucción, ya que persigue lograr personas
    autónomas moralmente, con responsabilidad
    social, fieles a sus ideales y respetuosos de los
    demás, ocupando concientemente el lugar que les
    corresponde en la sociedad, siendo ciudadanos comprometidos con
    la realidad de su país y felices de su existencia. Vemos
    así que la Educación tiene
    únicamente un fin noble y no es coactiva,
    diferenciándose de esta manera, de los procesos de
    socialización.

    3. Características de nuestra sociedad, flia,
    nación
    y escuela. función de
    los medios de
    comunicación. influencias externas.

    Hemos visto que la sociedad, se muestra frívola e
    indolente frente a la grave crisis que
    enfrenta nuestro país, donde los lazos solidarios se han
    roto y en donde prevalece la ley del
    más fuerte y del sálvese quien pueda y
    trágicamente influenciada por los medios de
    comunicación que la embotan y no le permiten ver y
    analizar la realidad, entreteniéndola, de manera que viva
    la vida de los ídolos que esos mismos medios fabrican
    premeditadamente. Esta crisis, como
    ya hemos analizado en otros trabajos, tiene que ver con los
    nuevos lineamientos, impartidos desde los países
    centrales, de una nueva política y reordenamientos
    mundiales, que asigna a cada país un lugar especial y que
    están basados en los postulados del Neoliberalismo
    salvaje, con sus doctrinas del libre mercado, la
    competencia y los
    criterios puramente economicistas de calidad total.
    Doctrina que por supuesto no tiene en cuenta al hombre, que se
    encuentra totalmente desamparado por la pérdida de uno de
    los bienes
    más preciados, cual es el trabajo,
    cuya falta resquebraja todo el tejido social, fenómeno que
    en el caso de los jóvenes repercute, impidiendo su entrada
    al mundo adulto (otro factor más que atenta contra el
    crecimiento del adolescente, ya que es a través del
    trabajo donde se inserta plenamente a la sociedad) y favorece la
    aparición de adicciones y de
    una violencia
    inusitada, nunca antes vista y en los adultos, en su salud psico-física. De tal
    magnitud es el problema que la O.M.S corrió el comienzo de
    la adultez desde los 21 a los 25 años y ya muchos autores
    estiman que el fin de la adolescencia
    en Argentina se da a los 30 años, prolongando así
    su dependencia con los padres, que ven como sus hijos son
    incapaces de elegir algo para sus vidas, en parte por la falta de
    oportunidades, que pinta un panorama muy oscuro y por otro lado
    por la imagen desmitificada que hoy día muestran los
    adultos, con innumerables problemas
    económicos y laborales, constituyéndose en
    anti-modelos que
    ningún adolescente querrá imitar. Así si
    nada elijo, si no haga nada, el tiempo no va a
    pasar, continuaré en esta etapa feliz y nunca
    tendré que confrontar con la realidad que me decepciona de
    antemano y sin llegar a vivirla. También es indudable que
    muchos padres malcrían a sus hijos , evitándoles la
    exposición a situaciones de esfuerzo que
    son beneficiosas, ya que les permitirán "crecer". Los
    adolescentes deben ser protagonistas de sus vidas y tiene que
    permitírseles equivocar, ya que tomar el timón de
    la vida no significa llegar siempre a buen puerto, pero cuando
    uno tiene el timón, también tiene la chance, siendo
    muy importante que el adolescente no delegue todo en sus padres,
    pares o ídolos.. Así un adolescente apático,
    sin pasión es un síntoma muy grave, que requiere
    urgentemente tomar cartas en el
    asunto, porque buena parte del problema es responsabilidad del mundo adulto, pero por
    supuesto no podemos dejar de considerar que el adolescente no es
    un sujeto pasivo en la construcción de su vida.

    Ante este panorama desalentador, es obvio que la
    Sociedad ha desertado en el camino de Educar.
    ¿Esto mismo ocurre en la Escuela?
    Es indudable que la Escuela no es una isla, sino que se inserta
    en esta sociedad y padece y comparte estos mismos problemas y se
    suman otros internos, que tienen que ver con el cambio que
    intenta emprender hacia un tipo de Escuela mucho más
    abierta y comprometida con la realidad social y del educando,
    pero que no logra despegarse de una Escuela con rasgos
    autoritarios y tradicionalistas, al servicio de la
    socialización; con el tipo de política educativa
    que el Estado
    intenta imponer, que no es clara y encierra detrás de
    supuestas leyes nobles,
    hendijas que permitan la entrada de los nuevos lineamientos de la
    Economía,
    impuestos a
    través de los organismos internacionales, como el FMI y el Banco Mundial,
    que condicionan sus préstamos a la aplicación de
    políticas hábilmente diagramadas en
    los centros de poder y que
    están orientadas al rol que a la Argentina le cabe en el
    nuevo ordenamiento mundial.

    Así si bien, de acuerdo a la Ley Federal, la
    obligatoriedad se debía extender a 9 años, lo cual
    parecería una política de avanzada, digna de un
    país de primer mundo, avalada por los organismos de
    crédito
    internacionales antes mencionados, su fin, es lograr tener mano
    de obra calificada al rol agrícolo-ganadero que le cabe a
    la Argentina, con sus industrias
    afines, sin permitirle el desarrollo
    científico y tecnológico que alguna vez fue orgullo
    en el país. Vemos así el abandono del gobierno hacia
    las Universidades, que se muestran anacrónicas e incapaces
    de dar solución a los numerosos problemas del país,
    en la creencia de que no vale la pena asignar fondos a la
    investigación y hacia la Ciencia
    Básica y Aplicada, ya que los conocimientos se pueden
    comprar en los países centrales, cuya función en
    este nuevo orden mundial, es la de desarrollar conocimientos e
    industrias
    sofisticadas, cuyos productos
    serán exportados hacia los países subdesarrollados.
    Un país no puede renegar de la investigación y el desarrollo de
    la ciencia,
    porque su problemática es totalmente distinta a la de los
    países centrales, los que no mostrarán interés en
    el desarrollo de determinados conocimientos, ya que no ven el
    interés
    económico necesario. ¿ Le interesa a E.E.UU el mal
    de Chagas, si es una enfermedad que afecta a Latinoamérica?. Por tanto, para qué
    investigar en este campo.

    Hoy la actividad científica se ve afectada
    gravemente por los recortes presupuestarios, que la hacen
    tambalear y si continúa esta política, muy
    probablemente, desaparecer.

    Es indudable que nuestro país cuenta con una
    afinada materia gris,
    traducida por los innumerables logros científicos que se
    han dado a lo largo de la historia de esta joven
    Nación. Ejemplos sobran y no debemos ir demasiado lejos en
    el tiempo. Hace pocos días los diarios titulaban como
    una empresa
    Argentina había ganado una licitación mundial,
    frente a países poderosos, para la provisión a
    Australia y Egipto de
    reactores nucleares, o como había sido puesto en
    órbita un nuevo satélite artificial
    íntegramente armado por argentinos y con tecnología local, que
    mereció elogios de la misma NASA y también, acerca
    de la investigación que se está haciendo del genoma
    del Tripanosoma Cruzzi, causante del mal de Chagas, que
    permitirá en un futuro mediato fabricar nuevos
    fármacos y la tan ansiada vacuna, que permita terminar con
    este mal. Estos ejemplos podrán darnos una leve luz de esperanza,
    frente al panorama desolador de la ciencia
    argentina, pero tengamos en cuenta, que estos mismos logros son
    vistos por los países centrales, que apuntan su mirada,
    hábilmente, hacia nuestros científicos, de manera
    de tentarlos, con excelentes sueldos y perspectivas laborales,
    hacia ellos.

    Tal es la influencia de esos países, que provoca
    no sólo este desangramiento científico, sino que
    dirigen la poca ciencia que se
    está haciendo. Pensemos como el gobierno
    estadounidense condicionó crediticiamente al gobierno de
    Carlos Menem, imponiendo
    la suspensión de la construcción de los misiles
    Cóndor en la década del 90, alegando la
    instauración de desequilibrios armamentistas regionales,
    que harían peligrar las jóvenes democracias
    latinoamericanas, mostrando una descarada hipocresía,
    haciéndonos creer que E.E.UU es el paradigma en
    cuanto a la defensa de los valores democráticos, olvidando
    su participación y apoyo a los regímenes militares,
    que servían fielmente a sus oscuros intereses y que fueron
    los primeros en instaurar en la década del 70 las políticas
    neoliberales, que darían paso luego al fenómeno
    llamado Globalización.

    4. Rol de la escuela y del
    docente en el crecimiento del adolescente y su
    papel en el
    cambio social.

    Si bien no podemos negar la influencia de todos estos
    factores externos, la Escuela no puede renegar acerca de su
    principal función, cual es la de Educar, porque si
    así ocurriera este país ya no tendría
    futuro. Y aquí entra a jugar la responsabilidad docente, que no encuentra, a mi
    criterio, darse cuenta de lo que está sucediendo,
    adaptándose pasivamente a los cambios, en un conformismo
    exasperante, racionalizando, de manera de echar las culpas de los
    problemas educativos en el otro: Estado,
    alumno, sociedad, familia, que si
    bien es cierto, tienen una gran cuota de responsabilidad en lo
    que está sucediendo, no da derechos a bajar los brazos
    y sumirse en la desesperanza, que es uno de los sentimientos
    más devastadores que podemos legar a nuestros
    jóvenes.

    ¿ Dónde están los ideales, que
    alguna vez signaron nuestras vidas, en la construcción de
    una sociedad más justa y más humana?.
    Somos los únicos que no podemos bajar los brazos y debemos
    estar convencidos (para convencer al otro) de la necesidad de
    educar, adaptando nuestra práctica, de manera de lograr
    la
    motivación del alumno; incorporando a los nuevos
    medios, de manera de lograr un acercamiento productivo hacia los
    mismos, aprovechando cada situación de la realidad, como
    una forma de relacionar los conocimientos adquiridos y volcarlos
    hacia la misma, de manera de desarrollar el pensamiento
    formal hipotético deductivo y crítico, para que a
    través del conocimiento
    del problema, el educando pueda encontrar soluciones a
    esa problemática particular; ser conscientes de la
    realidad crítica que se presenta a nivel social y
    familiar, para de esa manera orientar nuestra práctica,
    atendiendo a la problemática particular del alumno y la de
    su entorno; educar a través del ejemplo, sin caer en el
    doble discurso, que
    tanto desorienta y desanima a nuestros jóvenes, impidiendo
    su participación en la construcción futura que
    deberán encarar, de la sociedad y favoreciendo el
    establecimiento de los lazos de solidaridad,
    alentando la cooperación y la tolerancia entre
    los jóvenes, no discriminando y no siendo
    partícipes en la diferenciación, que muchas veces
    la Escuela ejerce subrepticiamente, a través de pautas,
    exigencias, contenidos, perfiles y modelos de
    imposición absurdos.
    Ser concientes y los principales partícipes, en la
    necesidad de reconstruir una Nación, no es tarea sencilla
    y por supuesto, los obstáculos serán muchos. El
    desánimo y la desazón empañarán
    nuestro trabajo y harán caer nuestros brazos. Pero no
    podemos desanimarnos, porque vamos a tener respuestas, la
    sociedad, a mi entender, está por tocar fondo y tarde o
    temprano se sumará a nuestro esfuerzo, aportando el
    granito de arena, en esta difícil y ardua
    tarea.

    El Estado, se muestra ausente e incapaz de lograr los
    cambios necesarios que nos hagan salir de esta crisis y como
    siempre está al servicio de
    las clases más acomodadas y al poder mundial. De él
    mucho no podemos esperar. Su política educativa consiste
    en una supuesta mejora de la Calidad
    Educativa, estableciendo los mismos criterios con los que se rige
    la economía.
    Así hoy nos hablan de optimización de recursos, que
    significa caída del gasto y una muy probable
    jerarquización de las escuelas, de la mano de trasnochadas
    evaluaciones a los educandos y a los Docentes, que
    reasignarán los magros recursos hacia
    las Escuelas que supuestamente hayan obtenido los mejores
    resultados, sin tener en cuenta las dificultades que significa
    establecer un "verdadero" concepto de la Calidad en la
    Educación, en donde se mezclan factores intrínsecos
    y extrínsecos en la realidad educativa y en donde se ponen
    en juego
    elementos de juicio tan humanos como extra-científicos
    tales como valores, principios,
    formas de vida, configuraciones ético-morales, imposibles
    de ser medidos o evaluados. Así la nueva Pedagogía, pretende formular reglas
    generales supuestamente válidas para todo tiempo y lugar,
    sin tener en cuenta los factores anteriormente citados y que
    condicionan la labor escolar.

    ¿Podrá el Estado
    evaluar la tarea de muchos Docentes, que se desvelan buscando las
    formas de acercar un plato de comida a un niño hambriento,
    que por supuesto no puede pensar en estas condiciones, o la ropa
    y zapatillas que atenúen los efectos del frío o la
    contención, que muchos ellos hacen no sólo del
    educando sino de toda la familia,
    que ya no encuentra consuelo en sus desvelos, en ningún
    ámbito?.
    Es cierto, estas no son funciones
    tradicionales y específicas de la Escuela, cuyo nacimiento
    tuvo hasta no hace mucho tiempo atrás otros motivos; pero
    si no existe un mejoramiento de las condiciones
    socioeconómicas, la tarea educativa será muy
    difícil. Por tanto tales criterios de medición no pretenden en definitiva, una
    mejora de la Calidad Educativa, sino echar culpas, sobre todo a
    los docentes y de alguna manera justificar los salarios de
    hambre, con los cuales se pretenden lograr grandes cambios y que
    llevan a las personas más capaces a elegir carreras mucho
    más rentables, factor que empeora aún más la
    situación y a muchos docentes a trabajar en más de
    una Escuela, perdiendo un tiempo y energías valiosos, que
    podrían ser volcados más eficientemente al proceso
    educativo.
    Es indudable que una mejora en la Calidad Educativa requiere, de
    parte del Estado, una mejor redistribución de la riqueza,
    que permita crear un medio donde pueda desarrollarse la
    educación.

    ¿Se puede aprender, teniendo hambre o frío
    u observando a sus padres que se muestran desesperados para
    conseguir el sustento diario?.
    Hasta ahora en Argentina ha habido un mayor aumento del PBI, pero
    ello no ha redundado en un mayor bienestar de la población, sino que ha servido para
    satisfacer los requerimientos de las clases más acomodadas
    y el pago (no la deuda) de los intereses a los organismos de
    crédito
    internacionales.
    Nuestras esperanzas tienen que centrarse en los jóvenes,
    que se constituirán en el fermento necesario para el
    nacimiento de una Nueva Sociedad. La Escuela y sus Docentes
    deberemos ser los rectores y referentes morales de los
    adolescentes, para que a través de la coherencia y el
    ejemplo, nuevamente nos constituyamos en paradigmas
    dignos de imitar por ellos, de manera que puedan introyectar los
    valores perdidos de nuestra sociedad, para relanzarlos
    nuevamente, cargados de un nuevo ideario, que permita tal
    reconstrucción, de manera de lograr un país que
    merezca ser vivido.

    5. Observación particular de mi
    práctica y estilo de enseñanza

    Pasando a un plano mucho más personal de mi
    tarea docente, para que de alguna manera, lo antedicho no se
    constituyan en meros enunciados, que si bien están
    cargados de ideales y buenas intenciones, exigen un compromiso
    particular, para que desde mi pequeño mundo, que es mi
    Escuela y la sociedad en la que vivo, pueda hacer realidad mis
    pequeñas utopías, pasaré ha hacer un
    análisis crítico de la misma.
    Para ello tendré que continuar observando, como fuera
    hecho en el anterior trabajo, mi labor docente, de manera de
    poder corregir muchos errores de la práctica, en la
    certeza de que los cambios los lograré teniendo un cabal
    conocimiento
    de la realidad.
    Así es que deberé centrar mi atención en no permitir que los aspectos
    instructivos de la enseñanza de las diferentes asignaturas
    monopolicen los contenidos. Es de hacer notar que de acuerdo a la
    modalidad del Establecimiento: Bachillerato en Industrias
    Alimenticias, los mismos adquieren una importancia fundamental,
    ya que a través del manejo de diferentes técnicas,
    procedimientos, vocabulario específico,
    habilidades y trabajo manual, les
    permite a los educandos insertarse en el mundo del estudio de los
    alimentos y
    que la aplicación de fríos conocimientos
    teóricos a la práctica concreta, hacen muy amenas
    las clases, logrando un alto grado de interés y motivación
    por parte del alumno; toda esta tarea, que en general insume
    muchísimo tiempo, quizás afecte el desarrollo de
    otras capacidades del pensamiento.

    En todo momento, durante el desarrollo de los extensos
    trabajos prácticos, trato de que el alumno no se
    constituya en una máquina, que en forma autómata
    realice aburridamente el trabajo,
    sino que indague, analice y adquiera un espíritu
    crítico del mismo y que observe que aquellos conocimientos
    teóricos que alguna vez les fueron dados de manera casi
    diría autoritaria, ahora serán introyectados y
    conceptualizados de una manera distinta y mucho más
    creíble, despertando en el alumno el asombro y un nuevo
    afán y deseo de aprehender el objeto de
    estudio.

    Considero que los contenidos transversales, que no se
    encuentran especificados concretamente en los programas son de
    vital importancia para el desarrollo del pensamiento formal y
    crítico que permita al alumno conocer la realidad
    presente, de manera que a través del análisis de
    los problemas intente dar solución y así propender
    al desarrollo de una personalidad autónoma del
    adolescente, de manera de que se sienta protagonista ahora, del
    trabajo que en el futuro deberá realizar, para cambiar
    esta sociedad, cuyas características ya hemos analizado. Apuesto
    por los jóvenes, en la convicción de que este
    estado de crisis nos permitirá a todos reveer nuestra
    conducta, para
    que de una vez por todas seamos responsables del cambio, que a no
    dudarlo nuestro país necesita. Pero de nuevo, debe haber
    ecuanimidad en cuanto al tiempo destinado a estos contenidos, ya
    que tendré que tener en cuenta que si obvio los
    conocimientos específicos estaré de alguna manera
    hipotecando el futuro de mis alumnos, al no prepararlos
    convenientemente, ya sea para su entrada a la Universidad o
    para que ejerzan un trabajo en el futuro mediato.

    Tendré que ser muy cuidadoso entre lo que digo y
    lo que hago. Hasta ahora lo he hecho y me ha costado muchas
    enemistades y críticas, de manera de darle coherencia a mi
    vida y que sin querer llegar a ser el paradigma de
    los jóvenes, tampoco me constituya en un motivo más
    que justifique sus múltiples frustraciones, en este mundo
    adulto signado por la hipocresía, la mentira y el doble
    discurso.
    Quizás no nos damos cuenta, pero eso es lo que nuestros
    jóvenes nos están pidiendo y si bien hablé
    de un adolescente posmoderno, que muestra carencias de ideales y
    que de alguna manera se encuentra muy cómodo en esta etapa
    de vida, cosa que no debiera ocurrir o que no se daba en el
    adolescente moderno, tendré que reconocer que el mismo
    muestra indicios, que habrá que saber descubrir y que
    permiten de alguna manera contradecir tal postura. Los
    adolescentes nos piden a gritos a los adultos actitudes
    responsables, coherentes, comprometidas y que seamos capaces de
    hacernos cargo de nuestros errores y que ellos padecen. En ellos
    siguen latentes los altos ideales y esperan que los adultos
    llevemos a la práctica, ya mismo, lo que con palabras o
    intenciones pregonamos constantemente.

    Otros problemas, fundamentalmente derivados del grado de
    stress y
    exigencias de mi vida diaria, tiene que ver con la ansiedad que
    muchas veces transmito en mis clases y que atenta contra los
    tiempos propios de los alumnos. Por tanto deberé moderar
    el ritmo de las clases, sin llegar al aburrimiento.

    Elegí dedicarme a la docencia, siendo que poseo
    otro medio de subsistencia, como una forma y desde un lugar
    privilegiado, para ser partícipe en la construcción
    de un mundo mejor. Mi esperanza hacia los adolescentes es
    infinita. Ellos saben que tienen un amigo que siempre los
    acompañará en este difícil camino, que es
    vivir. Espero cumplir responsable y concientemente esta
    maravillosa tarea de propender a la Educación de los
    demás. Que siempre ensalce y promueva el espíritu
    de la verdadera comunicación entre los jóvenes,
    resaltando los principios de la
    solidaridad, la
    cooperación y la común-unión.

    Exámen de conciencia:

    ¿Qué es EDUCAR?
    no sé si lo que pienso es correcto…
    EDUCAR es mirar hacia delante,
    siempre con miras al porvenir.

    EDUCAR no es introducir
    en un mundo ya hecho,
    sino ayudar a alguien
    a transformar al mundo.

    Hoy, durante la oración,
    tuve una distracción:

    -Tal vez haya profesores,
    vetustos y veteranos
    que a lo largo de los años
    aprendieron demasiado
    para un hombre
    solo.

    Me transmiten la impresión
    de que están estallando
    con tanta erudición.

    Su tarea parece descarga,
    catarsis, liberación.
    Aleccionan por compulsión,
    en su ansia de pasar al frente
    lo que les sobra y abarrota
    el cerebro en
    ebullición…

    En los pupitres de la Escuela
    y en la Universidad de la
    vida,
    el mejor profesor sigue siendo
    el CORAZÓN

    Nutrido en su contenido
    por la razón
    y por la "Didáctica" del Amor.

    Roque scheneider
    "el misterioso país del corazón

    6.
    Conclusión

    La Escuela Del Mañana
    Pretender establecer el rumbo futuro que seguirá la
    Educación Argentina parece muy difícil, en virtud
    de la puesta en práctica de políticas educativas
    poco claras, mostrando una gran desconexión entre el lenguaje y
    los dichos de los teóricos de la educación y la
    realidad compleja de la Escuela y la sociedad, actuales.
    Quizás tales políticas son poco claras para
    nosotros los docentes, pero no para el poder central, que a
    través de una supuesta Ley (Ley Federal educativa),
    consensuada con todos los actores del sistema educativo
    y de la sociedad misma, que se pensó de manera tan amplia,
    dando lugar a los intersticios necesarios, que permitieran la
    entrada de criterios, que ahora nos damos cuenta, no son los
    más adecuados para la educación.

    Así hemos dado o cedido un espacio
    importantísimo a los tecnócratas, que muestran una
    gran influencia en la planificación de una Escuela que comienza a
    pensarse desde los ministerios como Unidades Económicas,
    que deberán atenerse a los lineamientos que hoy día
    siguen las empresas,
    primando los criterios de Calidad Total,
    redimensionamiento y redistribución del gasto,
    establecimiento del marketing
    educativo y la competencia descarnada.

    De esta manera la escuela se va constituyendo en el
    engranaje perfecto, capaz de reproducir este modelo de
    injusticia, mostrando solo en apariencias conductas de
    inclusión y legitimando así las nuevas
    políticas económicas y educativas que provienen
    desde el poder mundial y donde el Estado y por tanto la Escuela
    se constituyen en una pieza más del complejo rompecabezas
    que hoy llamamos Globalización. Podríamos decir que
    la escuela no puede hacer frente a fuerzas tan poderosas como las
    económicas, que le pretenden dar un sesgo marcadamente
    utilitarista y mercantilista.

    Los Docentes, no podemos participar de este siniestro
    plan, que hoy
    se muestra muy claro y que comenzó en los años 70,
    con las dictaduras militares y por tanto sin pretender lograr la
    gran revolución, deberemos pensar las formas,
    desde nuestro lugar de trabajo y desde nuestro pequeño
    mundo, destinadas a lograr cambiar el sistema.

    Por supuesto que no podemos quedar atados a los viejos
    esquemas docentes, que tanto daño le han hecho a la
    Escuela y que la han debilitado y hecho presa fácil de
    estas nuevas políticas neoliberales. Nuestro trabajo
    deberá centrarse en permitir el desarrollo integral del
    adolescente, primero conociendo su difícil realidad y
    luego comprometiéndonos seriamente con él, a
    través del ejemplo y el rescate de los valores
    éticos, morales y cristianos. Será un trabajo de
    hormiga que multiplicado logrará frutos impensados y la
    construcción de un país más justo y
    solidario, que merezca ser vivido, por las generaciones
    venideras.

    Abogo por una Escuela que logre insertarse plenamente en
    la Sociedad, abierta a sus problemas y exigencias, que prepare a
    los jóvenes adecuadamente para el mundo del trabajo o la
    Universidad, ejerciendo un rol educativo, entendido como un
    proceso continuo y constante, adecuado a los nuevos tiempos,
    donde se requiere cada día mayor capacitación y conocimientos y siempre
    dispuesta a aceptar los nuevos desafíos que se presentan,
    capaz de permitir el desarrollo de las potencialidades de sus
    educandos, centrada en el respeto de las
    libertades individuales y que provea un vínculo efectivo
    entre la cultura pasada y presente, de manera de alcanzar el
    futuro por todos anhelados.

     

     

    Autor:

    Dr.:adrián torassa

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