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Política Económica




Enviado por a99126989



    Indice
    1.
    Introducción

    2. Política
    Económica

    3. Elementos de un modelo de
    política económica

    4. Enfoques alternativos en
    política económica y su plasmación en los
    modelos

    5. La teoría tradicional de la
    política económica

    6. Problemas de la política
    económica

    7. Conclusiones
    8. Referencias
    Bibliográficas

    1.
    Introducción

    La moderna macroeconomía neoclásica ha
    cambiado profundamente nuestra forma de entender la política
    económica. Con la incorporación del enfoque
    intertemporal y la introducción de la hipótesis de las expectativas racionales en
    los modelos
    macroeconómicos, esta literatura ha sentado las
    bases de una nueva teoría
    de la política económica. Como resultado
    de estos desarrollos teóricos, iniciados en la
    década de los 70, se ha procedido a revisar los pilares de
    la sabiduría convencional en torno al diseño,
    posibilidades y limitaciones de la política
    económica. Bien podría decirse que Lucas
    –en tanto introductor de estas contribuciones
    teóricas– es al estudio de la política
    económica en el último tercio del siglo lo que
    Tinbergen representó para la teoría
    de la política económica en las tres décadas
    posteriores al nacimiento de la macroeconomía de la mano
    de Keynes y su
    Teoría General.

    En el ámbito de la concepción de la
    política económica las diferencias son manifiestas
    entre las teorías
    tradicional y moderna de la política económica.
    Frente a la concepción tradicional –dominante hasta
    entrados los años 70 y asociada a la macroeconomía
    de la IS-LM-mercado de
    trabajo y la hipótesis de
    expectativas adaptativas– en virtud de la cual la
    política económica se interpretaba en
    términos de un juego del
    gobierno contra
    la naturaleza, la
    concepción moderna –preponderante desde finales de
    los 70 y vinculada a la macroeconomía de los modelos de
    equilibrio de
    expectativas racionales– entiende la política
    económica como un juego
    dinámico entre las autoridades económicas y los
    agentes privados, considerados ambos como decisores
    racionales.

    En cuanto al ámbito de la simulación
    de la políticas
    económicas, cabe decir que las diferencias entre las
    teorías
    tradicional y moderna de la política económica
    quedaron sistematizadas en la crítica que Lucas formulara
    en su trabajo de 1976 y que, en realidad, no es una, sino dos
    críticas complementarias, dirigidas a sendos aspectos del
    enfoque tradicional, a saber, el relativo al concepto
    operativo de la política económica, esto es, a la
    delimitación del conjunto de actuaciones de
    política económica cuyos efectos son evaluables, y
    el asociado al método de
    evaluación econométrica de los
    efectos de políticas
    económicas alternativas.

    2. Política
    Económica

    El principio de racionalidad y la especificidad de la
    política económica como disciplina
    El economista interpreta el comportamiento
    humano como actos electivos que resultan de la concreción
    para un entorno dado de las reglas de decisión
    óptimas de los agentes. Estas reglas o funciones de
    reacción, es decir, las funciones de
    oferta y
    demanda de los agentes, se derivan de las condiciones de
    primer orden de los programas de
    optimización que los agentes supuestamente resuelven. Los
    actos humanos son vistos, por tanto, como actos de racionalidad.
    Este enfoque maximizador, en virtud del cual los agentes
    económicos se comportan a lo largo de sus vidas como si
    fueran controladores óptimos, es el aplicado
    tradicionalmente a consumidores y productores, y en tiempos
    más recientes también se ha extendido
    fructíferamente su empleo al
    análisis de fenómenos pertenecientes
    al campo del derecho, la sociología y la ciencia
    política.

    De modo análogo, el economista analiza la
    actividad político-económica como actos de
    racionalidad del policy maker. La especificidad de la literatura
    político-económica, o de la política
    económica como disciplina,
    reside precisamente en la aplicación o extensión
    del enfoque económico del comportamiento
    humano a la toma de
    decisiones de las autoridades económicas. La
    formulación de la política económica se
    interpreta, consecuentemente, como el resultado de la previa
    resolución de ejercicios de optimización por parte
    de las autoridades económicas. Para ello, y desde la
    contribución seminal de Tinbergen (1952) a la
    teoría de la política económica, se recurre
    al concepto de
    modelo de
    política económica (véase Fernández
    Díaz, 1972) para expresar formalmente la lógica
    de la política económica. Para el economista, la
    lógica
    de la política económica queda condensada, por
    tanto, en la estructura de
    un problema de optimización condicionada. Esta estructura ha
    ido ganando complejidad con los avances experimentados por la
    teoría de la política económica. Así,
    desde las primeras aportaciones de los años 50, en las que
    ni siquiera se explicitaba la función
    objetivo del
    problema, se ha pasado en la década de los 80 a una
    estructura propia de un juego dinámico en el que tanto el
    gobierno como los
    agentes privados resuelven ejercicios de optimización
    dinámica estocástica.

    3. Elementos de un
    modelo de
    política económica

    Desde nuestra perspectiva, tres son los elementos
    fundamentales de todo modelo de política
    económica
    La función
    objetivo de
    las autoridades económicas, W. Es el maximando del modelo
    de política económica. Como su denominación
    indica, se trata de la función que representa las metas
    que las autoridades económicas intentan alcanzar. En la
    literatura se supone implícitamente que las motivaciones
    de la pluralidad de entes decisionales que intervienen en la
    esfera de la política económica son representables
    a través de una única función de utilidad que se
    asocia a un agente ficticio llamado gobierno, policy maker o,
    simplemente, autoridades económicas. En el ámbito
    concreto de la
    literatura normativa (esto es, el que ampliamente ha dominado en
    la literatura) se supone, además, que la función
    objetivo del modelo de política económica es el
    resultado de agregar también las preferencias del conjunto
    de los agentes privados de la economía. No
    obstante, salvo en los modelos de agente (privado) representativo
    (entendidos éstos como sinónimo de modelos de
    agentes idénticos), donde el proceso de
    agregación es trivial bajo el usual supuesto de
    homoteticidad de las funciones de utilidad de los
    individuos, no suele explicitarse en la literatura las
    condiciones que garantizan la factibilidad de
    estos procesos de
    agregación de preferencias, tanto en el ámbito del
    sector privado como del sector
    público.

    El modelo de la economía, M. Es la
    primera de las dos restricciones que cabe incluir en un modelo de
    política económica. Se trata del considerado por
    las autoridades económicas como el verdadero modelo de la
    economía. Recoge el conjunto de ecuaciones que
    representa el funcionamiento global de la economía
    (resultante de la interacción de múltiples agentes
    privados) sobre la que se aplica la política
    económica. Su específico formato es consecuencia de
    la estrategia
    modelizadora elegida por el economista..

    El esquema de formación de expectativas de los
    agentes. Constituye la otra restricción fundamental a
    considerar en un modelo de política económica. Este
    componente del modelo de política económica sirve
    de expresión del volumen de
    información que condiciona los procesos de
    decisión de los agentes y del grado de eficiencia con
    que dicha información es empleada por los agentes. El
    esquema de formación de expectativas es, por tanto, una
    función, , (que admite distintas especificaciones,
    según la hipótesis de formación de
    expectativas) del conjunto de información de los agentes,
    I. Aunque esta función forma parte del problema de
    optimización del que se derivan las reglas de
    decisión de los agentes y podría argumentarse que
    se trata de un elemento redundante del modelo de política
    económica, optaremos por su consideración
    explícita y diferenciada del modelo de la economía
    debido a la importancia que en el estudio de las posibilidades y
    limitaciones de la política económica han tenido
    per se los distintos esquemas de formación de expectativas
    por parte del público.

    4. Enfoques alternativos
    en política económica y su plasmación en los
    modelos

    La estructura genérica así descrita de los
    modelos político-económicos es suficientemente
    flexible para dar cabida en su seno a los distintos enfoques que
    cabe apreciar en la literatura de política
    económica. Bastará para ello con la introducción de variaciones en la
    especificación de los elementos fundamentales del modelo
    :

    La estrategia
    modelizadora. Atendiendo al modelo tomado como verdadero por el
    policy maker podremos diferenciar entre el enfoque dominante
    hasta los años 70 de la macroeconomía tradicional
    (marco IS-LM-mercado de
    trabajo, que engloba como caso particular a los modelos
    monetaristas) y las diversas estrategias de
    fundamentación microeconómica de la
    macroeconomía (macroeconomía keynesiana del
    desequilibrio, nueva macroeconomía clásica o
    macroeconomía del equilibrio y
    nueva macroeconomía keynesiana). Debe señalarse, no
    obstante, que, desde el punto de vista de la política
    económica, sólo la macroeconomía del
    equilibrio aportó, además de una nueva estrategia
    modelizadora, una teoría de la política
    económica alternativa a la teoría de la
    política económica tradicional, ligada a su vez,
    ésta última, a la macroeconomía keynesiana
    prevaleciente en los años 50 y 60. Nótese
    también que de la estrategia modelizadora depende que el
    análisis de bienestar de la política
    económica sea factible o no lo sea. En aquellos modelos
    sin agentes explícitamente optimizadores, es decir, con
    funciones de comportamiento ad hoc, característica propia de los modelos IS-LM
    y monetaristas, no cabe la posibilidad de asociar las actuaciones
    de política económica con el bienestar de los
    agentes y, por lo tanto, de efectuar un análisis de
    bienestar propiamente dicho de las mismas.

    El volumen y uso de
    la información. Considerando la amplitud del conjunto de
    información, así como la eficiencia con
    que los agentes emplean la información disponible,
    será posible discriminar entre tres esquemas alternativos
    de formación de expectativas. Ordenados en función
    de su etapa de influencia en la historia de la
    macroeconomía, éstos son, en primer lugar, el
    enfoque de las expectativas exógenas que cabe encontrar en
    Keynes y en
    las versiones estáticas del modelo IS-LM-mercado de
    trabajo. En segundo lugar, el enfoque de las expectativas
    endógenas, pero adaptativas, dominante en los
    últimos años 60 y la primera mitad de los 70 en el
    marco de modelos IS-LM-mercado de trabajo "dinamizados" y en los
    modelos monetaristas.

    Objetivos y preferencias de las autoridades. En
    función de las variables
    seleccionadas como argumentos de la función objetivo, se
    podrá distinguir entre la teoría de la
    política económica positiva, donde la
    función se especifica de modo que represente las
    preferencias efectivas de las autoridades y, por consiguiente,
    puede depender de variables de
    naturaleza
    extraeconómica, y la teoría de la política
    económica normativa, donde se postula como función
    objetivo una función de bienestar social respecto a la que
    se define la optimalidad de la política económica y
    que sirve de guía de lo que debería ser la
    actuación político-económica de las
    autoridades. La función de bienestar social puede estar
    fundamentada en las funciones de utilidad de los agentes
    (sólo posible en modelos con agentes optimizadores) o ser
    de tipo ad hoc y arbitrariamente establecida por un gobierno
    benevolente.

    El concepto operativo de política
    económica. Las características relativas al tratamiento
    del tiempo en el
    modelo de la economía y la hipótesis que
    establezcamos sobre la formación de expectativas por parte
    del público delimitarán el conjunto de posibles
    políticas económicas evaluables. Así, en una
    economía estática,
    como la propia del modelo IS-LM en su versión original, el
    concepto operativo de política económica es el que
    trivialmente corresponde a la particularización para un
    momento dado del tiempo del vector
    de instrumentos, es decir, a un vector de medidas de
    política aisladamente consideradas a lo largo del eje del
    tiempo, sea éste el resultado de un comportamiento
    discrecional o de la aplicación de una regla por las
    autoridades.

    Tipos de actuación
    político-económica. Las decisiones de
    política económica pueden adoptar la forma de
    medidas discrecionales, es decir, carentes de un compromiso por
    parte de las autoridades de comportarse de acuerdo con una
    preestablecida función de reacción, o de reglas de
    política económica. Las reglas de política
    pueden distinguirse, a su vez, por razón de su
    complejidad. Los casos polares serían, por un lado, las
    reglas fijas, reglas sin feedback o reglas open loop (es decir,
    no dependientes del estado de la
    economía salvo en el momento inicial en que la regla es
    establecida por las autoridades) y, por el otro, las reglas de
    carácter tiempo-estado
    dependiente, es decir, el tipo de regla flexible, regla con
    feedback o regla closed loop (esto es, las dependientes del
    estado de la economía correpondiente a cada momento de
    aplicación de la regla) de más complejo diseño.

    5. La teoría
    tradicional de la política
    económica

    Una perspectiva histórica
    Aun cuando es posible identificar otras contribuciones que
    también participaron en la gestación de la
    teoría de la política económica, el origen
    de la teoría formal de la política económica
    suele ubicarse en la obra publicada en 1952 On the Theory of
    Economic Policy, cuyo autor, Jan Tinbergen, compartiría
    con Ragnar Frisch el primer Premio Nobel de Economía en
    1969. La historia de la teoría
    de la política económica puede subdividirse en tres
    etapas atendiendo a la evolución seguida por las técnicas
    de control
    estocástico empleadas en el análisis de la
    política económica (Chow, 1987). La primera abarca
    el período anterior a los 70, la segunda cubre la primera
    mitad de los 70, mientras que la tercera se extiende desde la
    mitad de los 70 hasta el presente. En esta sección nos
    centraremos en las dos primeras etapas, que se corresponden con
    lo que denominaremos teoría tradicional de la
    política económica. La tercera etapa está
    asociada a la renovación que la macroeconomía del
    equilibrio representó para la interpretación de la
    política económica.

    La primera y más amplia fase de desarrollo de
    la teoría tradicional de la política
    económica comenzó con la aportación por
    Tinbergen (1952, 1956) del marco conceptual de la política
    económica cuantitativa y la formulación de lo que
    hoy se conoce como regla de Tinbergen de controlabilidad estática
    de un modelo de política económica. Puede decirse
    que el objetivo común perseguido por las contribuciones de
    esta etapa no fue otro que la superación de las tres
    principales limitaciones del enfoque de los objetivos
    fijos de Tinbergen, es decir, las relativas a la ausencia en el
    análisis de un criterio de elección de las
    autoridades, la falta de incertidumbre en el problema de
    optimización del policy maker y la carencia de un entorno
    dinámico en el que formular los problemas de
    política económica. Para el avance efectivo en la
    última de estas tres áreas de investigación habría que esperar,
    sin embargo, hasta la década de los 70.

    Entre las aportaciones más representativas de
    esta primera etapa figuran, además de las seminales de
    Tinbergen, las contribuciones de Theil (1954, 1956, 1958, 1964) y
    Frisch (1956, 1957) respecto al desarrollo del
    enfoque de los objetivos
    flexibles, en tanto método
    alternativo al de la especificación a priori de los valores de
    los objetivos de política económica; las de Simon
    (1956) y Theil (1957) en cuanto al empleo del
    método del equivalente cierto, como procedimiento
    para convertir un modelo de decisión bajo incertidumbre
    aditiva en otro de tipo determinista, y la de Brainard (1967)
    relativa a las implicaciones en términos de una
    política de diversificación de instrumentos de los
    modelos de política económica con incertidumbre
    multiplicativa; las de Mundell (1960, 1962) en relación a
    la aplicación del principio de clasificación
    efectiva de mercado o método de emparejamiento de
    instrumentos con objetivos basado en las propiedades de
    estabilidad del modelo de la economía, y las de Phillips
    (1954, 1957), como primeros esfuerzos encaminados al desarrollo
    de un enfoque dinámico de la política
    económica de estabilización.

    Aunque contribuciones como las de Phillips hacen
    evidente que la preocupación por el análisis de la
    política económica en un contexto dinámico
    fue temprana en la teoría tradicional de la
    política económica, la generalización del
    uso del control
    óptimo y la programación dinámica estocásticos como
    instrumental analítico en el que apoyar el diseño y
    la evaluación
    de las políticas macroeconómicas óptimas no
    se produjo hasta los primeros años 70, en los que cabe
    situar la segunda etapa de la teoría tradicional de la
    política económica. Hasta entonces, y durante la
    década de los 60, las técnicas
    de optimización dinámica se habían aplicado
    de modo preferente en el campo del crecimiento óptimo y en
    los modelos de planificación de gran escala
    (véase Fox, Sengupta y Thorbecke, 1966). Entre las
    referencias representativas de esta segunda etapa se encuentran
    Friedman (1973), Pindyck (1973) y Chow (1975). Fue precisamente
    ésta la etapa de la teoría tradicional de la
    política económica que habría de coincidir
    en el tiempo con las primeras contribuciones de la
    macroeconomía del equilibrio y servir de modelo de
    referencia para la crítica que Lucas dirigiría a la
    teoría tradicional de la política económica
    y sistematizaría en su trabajo de 1976.

    Los rasgos característicos
    Hay tres aspectos de la teoría tradicional de la
    política económica, cada uno asociado a uno de los
    elementos fundamentales del modelo
    político-económico, que nos interesa destacar:
    Funciones de bienestar social arbitrarias. Se trata de un enfoque
    predominantemente normativo en el que se recurre al empleo de una
    función de bienestar social por período, en el caso
    de un modelo estático, o intertemporal, en el caso
    dinámico, cuyos argumentos, sin nexo explícito
    alguno con las funciones de utilidad de los agentes, son
    arbitrariamente establecidos por las autoridades. La consecuencia
    más destacable de este enfoque es que habrá tantas
    políticas óptimas distintas como especificaciones
    alternativas de la función de bienestar social sea posible
    concebir. Por lo tanto, el concepto de política
    macroeconómica óptima pasaba a adquirir un carácter
    tan puramente arbitrario como el que le era propio a la
    función de bienestar social.

    Reglas de decisión ad hoc. Se opta por un modelo
    macroeconómico de ecuaciones
    simultáneas que consiste generalmente en alguna
    versión, estática o dinámica, del modelo de
    IS-LM-mercado de trabajo de Hicks-Modigliani (véase
    Febrero, 1997). La característica a destacar del modelo
    era el carácter ad hoc de sus ecuaciones. El modelo estaba
    constituido por ecuaciones que representaban supuestamente el
    resultado de agregar las reglas de decisión, posiblemente
    de equilibrio, de los agentes. Estas reglas de decisión se
    postulaban, es decir, no se derivaban a partir de primeros
    principios y,
    por consiguiente, podían no ser compatibles (como
    así se demostraría en los años 70) con las
    proposiciones de la teoría económica
    dinámica, es decir, podían entrar en
    colisión con el supuesto de racionalidad de los
    agentes.

    Conjunto de información infrautilizado. Se supone
    que los agentes no son capaces de utilizar eficientemente el
    conjunto de información disponible. En particular, los
    agentes no logran comprender aquellas reglas de política
    económica sistemáticamente aplicadas por las
    autoridades. Este es el caso de las economías en las que
    los agentes se comportan de acuerdo con la hipótesis de
    expectativas adaptativas, popularizada por Cagan (1956) y
    Friedman (1957), por la que se aproxima el valor futuro
    de una variable a partir de la exclusiva consideración de
    sus valores
    pasados. Sin duda, una hipótesis de comportamiento en el
    uso de la información difícilmente compatible con
    el principio de racionalidad que en la teoría
    económica se contempla para el resto de los ámbitos
    del comportamiento humano.

    Los tres rasgos descritos –que tienen en
    común el carácter ad hoc de la
    especificación de la función de bienestar social,
    las reglas de decisión de los agentes y los
    parámetros de la estructura de retardos de los esquemas de
    formación de expectativas– ponen de manifiesto la
    íntima conexión existente entre el enfoque
    tradicional de la política económica y la
    estrategia modelizadora empleada en la macroeconomía
    dominante hasta mediados de los 70. Generalmente, en la
    macroeconomía y la teoría de la política
    económica tradicionales no se cuestionaba que los agentes
    fueran racionales –es decir, que actuaran como si
    maximizaran sus funciones de utilidad bajo la restricción
    impuesta por sus conjuntos
    presupuestarios– en sus decisiones de gasto o de oferta y
    demanda de
    factores. Pese a ello, sorprendentemente, no se admitía
    que los agentes también fueran racionales en el uso de la
    información disponible, ni que se tomara en
    consideración sus funciones de utilidad para
    diseñar las políticas óptimas, como tampoco
    que se partiera explícitamente de sus problemas de
    optimización para derivar sus reglas de decisión en
    el modelo de la economía. Ciertamente, el marco de
    análisis que la teoría tradicional aportaba para el
    estudio de la política económica se revelaba como
    un enrevesado rompecabezas.

    La concepción tradicional de la política
    económica
    De la consideración conjunta de los tres rasgos descritos
    se desprende qué concepción de la política
    económica subyacía en la teoría tradicional
    de la política económica. Se partía del
    supuesto de que las leyes de movimiento de
    las variables económicas eran idénticas a las que
    regían la evolución a lo largo del tiempo de las
    variables físicas. En otras palabras, se partía del
    supuesto de que los sistemas
    económicos, al igual que sucedía con los sistemas
    físicos, eran sistemas causales, donde la relación
    entre el presente y el futuro es asimétrica.
    Concretamente, el presente, es decir, el pasado del futuro, puede
    influir en el futuro, pero no al revés. Esto es, no es
    posible que el futuro (esperado) pueda influir en el presente.
    Esta concepción de los sistemas económicos quedaba
    subsumida en la hipótesis de las expectativas adaptativas
    de los agentes.

    La política económica se interpretaba, por
    tanto, como un juego del gobierno contra la naturaleza. En este
    juego el supuesto de racionalidad estaba asignado
    injustificadamente de una forma desigual. Había en el
    mismo un solo agente racional que miraba hacia el futuro, el
    gobierno, y que resolvía un problema de control
    óptimo consistente en minimizar (maximizar) alguna
    función intertemporal de pérdidas (bienestar) de
    carácter ad hoc. Los demás agentes, los agentes
    privados, miraban por el contrario hacia el pasado siguiendo un
    esquema de formación de expectativas de tipo adaptativo,
    es decir, se comportaban de acuerdo a unas reglas de
    decisión que eran independientes de las actuaciones
    futuras de las autoridades económicas y que mostraban, por
    tanto, un carácter invariante ante cambios en las reglas
    de política económica.

    Estas reglas de decisión eran las funciones de
    comportamiento que integraban el modelo econométrico del
    que las autoridades se servían para simular los efectos de
    políticas económicas alternativas y calcular,
    mediante la aplicación de las técnicas de control
    óptimo, las sendas de valores
    óptimos de los instrumentos de política.

    6. Problemas de la
    política económica

    Problemas de corto plazo: Actúan como cuello de
    botella y dificultan del acceso a situaciones de pleno empleo de
    los factores, ocasionan conflictos
    sociales, desequilibrios en las cuentas
    extranjeras
    Problemas de largo plazo: que tiene toda la economía de
    ampliar su capacidad productiva. (ampliar el cap. prod., mejorar
    el entrenamiento de
    la mano de obra y la tecnología). Trata de
    ampliar la frontera productiva.

    Inflación
    Perdida de valor del
    dinero en
    termino de bienes.
    Proceso de
    aumento sostenido y generalizado de los precios de una
    ec. Daña a los sectores que perciben ingresos fijos y
    a los sectores cuyos precios de
    oferta no son
    susceptibles de actualización inmediata, o a aquellos
    cuyos precios están reglados institucionalmente o se
    ajustan luego de plazos largos. La variación de precios y
    costos generan
    inseguridad en
    el proceso prod. (costo de
    reposición, de insumos, salarios,
    impuestos,
    tipo de
    cambio, etc.).

    En consecuencia la prod. se reduce para evitar efectos
    neg en los errores de calculo, la tasa de ganancia aumenta a fin
    de cubrirse de posibles aceleraciones del proceso inflacionario.
    Lo que potencia la
    inflación. Por otro lado se da un alza en las tasas de
    int, que produce un encarecimiento de los precios de compra de
    los bs de cap, y un desaliento para la act prod.
    Inf Anticipada: los precios de venta y contratos se
    determinan teniendo en cta. la perdida esperada del valor del
    dinero.
    Inf no anticipada: no se la prevé, la distorsión de
    precios ocurre bruscamente.
    Hiperinflacion: los precios dejan de cumplir sus funciones de
    asignadores de los recursos ec. Se
    combinan todos lo efectos inflacionarios y se potencian
    Inflación Estructural: existe capacidad ociosa, pero,
    frente al aumento de la DA, los oferentes no se comportan con
    criterio capitalista o existen diferencias estructurales que los
    hacen desistir de producir más.
    Inflación por Expectativas: frente a un aumento de la DA
    los oferentes piensan que este es un aumento circunstancial y que
    al no poderse sostener en el tiempo la DA volverá a su
    nivel originario. Frente a esto los oferentes aumentan los
    precios y dejan invariables las cant

    Presenta grandes dificultades para medir la
    distorsión:
    La medición se realiza a través de la
    variación de los índices de precios (al consumidor,
    mayorista, del costo de construcción, de precios
    implícitos).
    Indice de Laspeyres: fija la canasta de bs en el momento inicial
    y la valúa para diferentes momentos, a precio cero y
    a los precios de cada periodo considerado (fácil de
    calcular . desactualizado en el tiempo)
    Indice de Paasche: fija la canasta de Bs. en cada periodo y
    calcula el valor de esta canasta a los precios de ese periodo y a
    los precios del anterior (actualización permanente pero
    más difícil de calcular)

    La salida a este problema va asociada a retracciones ec
    y al incremento de la desocupación.
    Clásicos: sostenían que la inflación se
    producía por un aumento de la DA, provocando un aumento de
    los precios y manteniendo constante la OA
    Keynes: aquí también la inflación se puede
    provocar por la DA y también por una retracción de
    la OA
    Espiral inflacionario: combina la inflación de demanda y
    costo
    Curva de Philips: representa la relación entre desempleo e
    inflación, en el se indica la variación de los
    salarios, en el
    eje de ordenadas se encuentra representada la inflación de
    precios y en e eje de abscisas la tasa de desempleo. El
    supuesto es que la inflación y el desempleo están
    inversamente relacionado es nec un mayor desempleo para reducir
    la inflación.

    Desempleo
    Se refiere a uno de los principales recursos prod. ,
    y representa una traba directa (la merma de la
    contribución del recurso a la generación de
    riqueza) e indirecta (merma en la caída de la DA derivada
    de la ausencia de poder
    adquisitivo de trabajadores desempleados) para el desarrollo
    prod. de una ec
    Puede evaluarse tanto por lo que se
    deja de producir como por la perdida de autoconfianza de las
    personas (que disminuye su capacidad productiva futura).
    La tecnología aumenta la productividad a
    pesar de que el empleo de la mano de obra disminuye.
    Para medirlo siempre se hace en relacion a la poblacion ec
    activa

    Tasas de desempleo:
    Abierta: se relaciona entre la población que busca trabajo y no lo
    encuentra con respecto a la población económicamente activa.
    Parcial: se mide entre la población que trabaja
    parcialmente y desea trabajar mas con respecto a la pob ec
    activa
    Friccional: parte de la pob que esta cambiando de
    ocupación
    Estructural: no coinciden la O con la D de trabajo (se pretenden
    cualidades y entrenamientos que los trabajadores no poseen)
    Cíclica: la demanda de trabajo es baja, como para ocupar a
    todos los trabajadores.
    Natural: tasa mas baja posible sin que existan presiones
    inflacionarias

    Déficit Fiscal
    Es la diferencia negativa entre los ingresos del
    sector pub y el gasto. Los deficit de otros organismos son
    financiados con transferencias de la adm central.

    Tipos de deficit:
    cte compara el ingreso con los gs ctes
    de cap: compara ingresos con gs de cap
    operativo: diferencia entre ingresos y gs pub antes de
    pagar.

    Problemas
    Inmediatos: en el periodo, debe cubrirse con recursos apropiables
    con velocidad
    (adelantos o colocacion de titulos de deuda a corto plazo).
    Consecuencia: resecion para el conj de la act ec
    Mediatos: en uno o mas periodos , debe cubrirse ajustando las
    cuentas fiscales(
    bajando los gs o aumentando los ingresos). Consecuencia:
    inflacion

    Escuelas
    Clásicos: las precondiciones básicas de los
    presupuestos
    son: la máxima limitación del gasto, exigencia
    limitativa de la imposición y consideración de la
    deuda. Su principio es la evol ciclica, en el auge superavit y en
    la depresion deficit
    Concepción moderna: reconoce la conveniencia del
    equilibrio presupuestario, introduce la noción de polit
    fiscal
    Polit fiscal: manejo
    de variables del tipo de ingresos pub, gs pub o deuda publica
    como instrumentos idóneos para la obtención de un
    nivel alto y persistente de empleo con precios estables. El
    déficit fiscal puede ser abordado mediante un incremento
    de los ingresos públicos, la reducción del gasto o
    su financiamiento. El déficit en el mediano
    plazo puede solucionarse con baja de los gs y suba de ingresos.
    El déficit de hoy puede financiarse y esto se hace a
    través de pocos y precisos instrumentos: crédito
    int o ext. o adelantos del ente emisor del dinero.
    La politica fiscal tiene carácter no neutral, seguramente
    producirá transferencias de ingresos de unos a otros
    sectores de la soc, debido a que mantienen o anulan mas
    transacciones ec entre los distintos agentes ec.

    Distribución Del Ingreso
    Según David Ricardo: se
    reparte entre el propietario de la tierra, el
    dueño del cap. y los trabajadores.
    La mejora de uno de los sectores se produce a expensas de
    otra.

    Clasificación
    Funcional: asalariados y no
    Sectorial: identifica la act prod. que lo percibe
    Social: por sector socioec baja, media y alta;
    Espacial: en función del grado de desarrollo zonal;
    Tamaño de emp: grande, mediana y chica;
    Progresiva: cuando una gran proporcion de la sociedad percibe
    parte importante de la renta total; Regresiva: contraria a la
    anterior, la distrib del ingreso se concentra.
    La concreción de la distribución del ingreso se materializa en
    los mercados de
    factores que es donde son determinados los precios de los
    factores de producción. Renta, utilidad y salario dependen
    de los respectivos precios y de la cant de factores
    empleada.

    Objetivos de las políticas:
    Incremento del salario real,
    vía aumento del salario nominal,
    Aumentos en los salarios no monetarios (subsidios, rebajas en
    bienes
    salario, la facilitación del acceso a otros Bs.
    subsidiados: educación, salud, etc.). Una buena
    distribucion del ing amplia el mercado interno.

    Problemas:
    Produce el reemplazo de la inv por el consumo,
    Provoca inflacion que
    sera mayor cuanto mas inelastica sea la curva de OA.

    7.
    Conclusiones

    Con la incorporación del enfoque intertemporal y
    la introducción de la hipótesis de las expectativas
    racionales, la macroeconomía del equilibrio que naciera
    con la década de los 70 en Estados Unidos no
    sólo representó, como generalmente se enfatiza, una
    revolución
    en el ámbito de la estrategia modelizadora empleada por
    los macroeconomistas, en virtud de la cual los macroeconomistas
    se desplazaron desde los modelos estáticos o "dinamizados"
    de tipo IS-LM-curva de Phillips con agentes que formulaban sus
    expectativas adaptativamente a los modelos dinámicos de
    equilibrio de expectativas racionales de agente representativo o
    generaciones sucesivas.
    La macroeconomía del equilibrio supuso asimismo una
    revolución
    en el campo de la teoría de la política
    económica, en la que Lucas vino a representar lo que
    Tinbergen había significado para el enfoque tradicional.
    Centrado en el examen de los aspectos fundamentales de esta
    reformulación de la teoría de la política
    económica, el presente trabajo ha dirigido su atención hacia los tres pilares
    básicos de la teoría de la política
    económica, cada uno de los cuales ha sido objeto de una
    profunda revisión por parte de la moderna
    macroeconomía neoclásica: la concepción de
    la política económica, la simulación
    de las políticas alternativas y el diseño de las
    políticas económicas óptimas.
    Fruto de estas contribuciones, la política
    económica dejaba de ser un juego de las autoridades contra
    la naturaleza, en el que los agentes se mostraban como entes
    pasivos, con un comportamiento más próximo al de
    las partículas del mundo de la física que al homo
    economicus de la economía, para pasar a ser un juego
    dinámico entre las autoridades y los agentes privados,
    conceptuados ambos como agentes racionales. Por otra parte, en la
    nueva teoría de la política económica se
    reconoce la necesidad de reformular el concepto operativo de
    política económica, restringiendo el conjunto de
    acciones de
    política evaluables a aquellas derivadas de la
    aplicación de regímenes basados en reglas simples y
    estables, y de optar por métodos de
    simulación de políticas alternativas basados en
    modelos verdaderamente estructurales cuya formulación sea
    objeto de derivación a partir de primeros principios y
    exploten la invarianza ante cambios en los regímenes de
    política económica de los parámetros
    profundos que particularizan las preferencias, la
    tecnología y las dotaciones de los agentes.
    Por último, y en claro contraste con el enfoque
    tradicional, en la teoría moderna de la política
    económica es factible acometer el análisis de
    bienestar de las políticas macroeconómicas en
    términos paretianos como consecuencia de la presencia de
    agentes explícitamente optimizadores en los modelos de
    equilibrio de expectativas racionales y, de este modo, abandonar
    el carácter arbitrario del concepto de optimalidad de la
    política macroeconómica empleado en la literatura
    tradicional. Esta circunstancia, unida al hecho de que la
    política económica se concibe en la moderna
    teoría de la política económica como un
    juego dinámico entre agentes racionales, nos permite
    enriquecer el análisis del diseño de las
    políticas óptimas mediante la explícita
    introducción del comportamiento estratégico y del
    papel de la
    credibilidad en el estudio de la política
    económica.
    El fundamento de esta nueva concepción de la
    política económica reside en la relación de
    interdependencia que en un mundo de equilibrio de expectativas
    racionales existe entre las reglas de decisión
    óptimas de los agentes y las reglas de política
    económica. Puesto que las reglas de política
    económica intervienen en la delimitación del
    conjunto de oportunidades de los agentes privados, los cambios
    anunciados o anticipados en las reglas aplicadas por las
    autoridades se traducirán indefectiblemente en cambios en
    las reglas de decisión de los agentes. Lo que subyace,
    pues, tras esta interdependencia es el principio elemental de que
    el comportamiento de los agentes cambia cuando cambian sus
    restricciones.

    8. Referencias
    Bibliográficas

    Barro, R. J., V. Grilli y R. Febrero. (1997).
    Macroeconomía. Teoría y Política, (Madrid:
    McGraw–Hill).
    Febrero, R. (1997). "El Mundo de la Macroeconomía:
    Perspectiva General y Concepciones Originarias." En (Ed.) R.
    Febrero, Qué es la Economía, (Madrid:
    Pirámide): 384-424.
    Fernández Díaz, A. (1972). "En torno al Empleo
    de Modelos en el Análisis Económico y en la
    Política Económica", Anales de Economía,
    (13): 5-37.
    Rojo, L. A. (1995). Los Mercados
    Financieros Internacionales en el Mundo Actual, (Alcala de
    Henares, Madrid: Universidad de
    Alcalá de Henares).
    Página
    web del Colegio de Economistas de Argentina :
    http://www.coleconom.com.ar
    Página Web de la
    Facultad de Economía de Universidad
    Nacional Mayor de San Marcos http://www.unmsm.edu.pe
    Página
    Web del Dr. Carlos Aquino Rodríguez. Especialista en
    economía
    http://www.aquino.org.

     

     

    Autor:

    Enrique Gómez Penalillo

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