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Primeros Auxilios




Enviado por valeriarmetano



    Indice
    1.
    Introducción

    2. Normas Generales Para Prestar Primeros
    Auxilios

    3. Soluciones Para Diferentes
    Casos

    4. Conclusión
    5. Bibliografía

    1.
    Introducción

    Los primeros
    auxilios son los cuidados inmediatos, adecuados y
    provisionales prestadas a las personas accidentadas o con
    enfermedad antes de ser atendidas por un centro
    asistencial.

    Sus objetivos
    son:
    Conservar la vida.
    Evitar complicaciones físicas y psicológicas.
    Ayudar a la recuperación.
    Asegurar el traslado de los accidentados a un centro
    asistencial.

    Consejos generales:
    Mantenga la calma. No grite a menos que sea
    imprescindible.-Consiga ayuda profesional cuanto antes
    Una vez tomada una decisión, realícela.
    Diga a los demás lo que deben realizar en forma clara y
    concisa.
    Proteja a las víctimas o al personal de
    rescate contra nuevos accidentes.

    2. Normas Generales
    Para Prestar Primeros Auxilios

    Ante un accidente que requiere la atención de primeros
    auxilios, usted como auxiliador debe recordar las siguientes
    normas:

    • Actúe si tiene seguridad de
      lo que va ha hacer, si duda, es preferible no hacer nada,
      porque es probable que el auxilio que preste no sea adecuado y
      que contribuya a agravar al lesionado.
    • Conserve la tranquilidad para actuar con serenidad y
      rapidez, esto da confianza al lesionado y a sus
      acompañantes. Además contribuye a la
      ejecución correcta y oportuna de las técnicas
      y procedimientos
      necesarios para prestar un primer auxilio.
    • De su actitud
      depende la vida de los heridos; evite el
      pánico.
    • No se retire del lado de la víctima; si esta
      solo, solicite la ayuda necesaria (elementos, transporte,
      etc.)
    • Efectúe una revisión de la
      víctima, para descubrir lesiones distintas a la que
      motivo la atención y que no pueden ser manifestadas
      por esta o sus acompañantes.

    Ejemplo:
    Una persona quemada
    que simultáneamente presenta fracturas y a las cuales
    muchas veces no se les presta suficiente atención por ser
    más visible la quemadura.

    Haga la valoración de la víctima, de
    acuerdo con:

    • No olvide que las posibilidades de supervivencia de
      una persona que
      necesita atención inmediata son mayores, si
      está es adecuada y si el transporte
      es rápido y apropiado.
    • Haga una identificación completa de la
      víctima, de sus acompañantes y registre la hora
      en que se produjo la lesión.

    Dé órdenes claras y precisas durante el
    procedimiento
    de primeros auxilios.
    Inspeccione el lugar del accidente y organice los primeros
    auxilios, según sus capacidades físicas y juicio
    personal.
    "No luche contra lo imposible".
    Ejemplo:
    En un accidente de tránsito, una persona está
    aprisionada por el peso del vehículo, físicamente
    usted no puede moverlo, pues sus fuerzas físicas no son
    suficientes; otras personas requieren su ayuda inmediata.
    Evite el saqueo hasta donde sea posible, sin descuidar la
    salud de los
    accidentados.
    Delegue este tipo de funciones a otras
    personas.

    3. Soluciones
    Para Diferentes Casos

    Desvanecimiento
    El desvanecimiento es una pérdida temporal del conocimiento
    que se produce cuando el cerebro no recibe
    la sangre
    suficiente. Hay muchas causas de desvanecimiento, aunque la
    mayoría suelen ser de poca importancia, a veces el desmayo
    es el síntoma de una enfermedad subyacente. Si la
    víctima no ha recuperado la conciencia a los
    pocos minutos, solicite asistencia médica y aplique el
    tratamiento de la conciencia.
    Afloje toda la ropa del cuello y la cintura. Cuando haya vuelto
    en sí, no deje que la víctima se ponga
    inmediatamente de pie, levántela gradualmente hasta
    sentarla y dele sorbos de agua.

    1. Para colocar a la víctima en la
      posición de recuperación, túmbela primero
      boca arriba en el suelo.
      Aflójele la ropa, sobre todo en el cuello y cintura.
      Póngale los brazos a lo largo del cuerpo y gírele
      la cabeza hacia el lado derecho. Coloque el brazo derecho bajo
      las nalgas y el izquierdo sobre el pecho. Dóblele la
      pierna por la rodilla y cruce la izquierda sobre la derecha, de
      forma que el muslo haga ángulo recto con el cuerpo. Tire
      suavemente del brazo derecho situándolo debajo del
      cuerpo.
    2. Arrodíllese al lado derecho de la
      víctima. Coloque las manos sobre el muslo y el hombro
      izquierdos, y tire suavemente de la víctima hacia
      usted.
    3. Para adoptar la posición de
      recuperación, coloque el brazo izquierdo de la
      víctima sobre el suelo, con la
      palma hacia abajo y doblado por el codo. Eleve suavemente la
      cabeza hacia arriba y hacia atrás. Al tener la cabeza
      vuelta hacia un lado, las vías respiratorias
      permanecerán libres incluso si se producen
      mitos.

    Paro Respiratorio: Respiración Boca a Boca
    La reanimación boca a boca es el método
    más eficaz de respiración artificial. Cuando una persona
    deja de respirar, cesa la oxigenación de la sangre y puede
    producirse al cabo de 4 a 6 minutos una lesión cerebral
    irreversible que conduce a la muerte.
    Si la respiración se ha detenido, la víctima
    estará inconsciente e inmóvil, no habrá
    movimientos del tórax y la piel
    tendrá un color
    pálido y algo azulado.
    La reanimación puede llevar horas enteras. Una vez
    lograda, debe observarse cuidadosamente a la víctima hasta
    la llegada de los auxilios médicos. Es necesario que la
    examine un médico.
    Antes de practicar la respiración boca a boca, incline
    hacia atrás la cabeza de la víctima y compruebe si
    la respiración ha
    cesado realmente, escuchando cerca de la boca y nariz de la
    víctima y observando si existen movimientos del
    tórax. Es importante asegurarse de que las vías
    respiratorias de la víctima estén libres.
    El paro respiratorio puede estar causado también porque la
    lengua empuja
    hacia atrás a la epiglotis obstruyendo el paso del
    aire.
    Coloque a la víctima boca arriba si es posible, pero no
    retrase su intervención si no puede darle la vuelta.
    Afloje los vestidos del accidentado alrededor del cuello. Gire la
    cabeza hacia a un lado. Elimine con los dedos cualquier
    obstáculo para la respiración, sin olvidar, en su
    caso, la dentadura postiza, que pueda haberse aflojado.
    Vuelva la cabeza de la víctima hacia arriba.
    Inclínele la cabeza hacia atrás y coloque debajo de
    los hombros alguna prenda de vestir doblada, o su propia mano.
    Esta posición de la cabeza abre la garganta y permite el
    libre paso del aire a los
    pulmones.
    Cierre con los dedos las fosas nasales. Haga una
    inspiración profunda y coloque su boca sobre la boca de la
    víctima. Insufle el contenido de sus pulmones en los de la
    víctima cuatro veces de forma rápida. Si el pecho
    no se eleva inmediatamente, existe una obstrucción al
    flujo de aire.
    Cuando haya llenado los pulmones de la víctima, separe la
    boca y cuando se desinfle el pecho, observe la respiración
    y el pulso de la víctima. Si no hay pulso puede ser que la
    víctima sufra de un paro cardíaco.
    Repita la secuencia cada cinco segundos hasta que se reanude la
    respiración espontánea, una vez restablecida la
    respiración, coloque a la víctima en
    posición de recuperación.

    Pérdida del conocimiento
    La pérdida del conocimiento
    se produce cuando se interrumpe la actividad cerebral normal.
    Puede ir desde un estado de
    estupor al coma. Cualquier sujeto que haya padecido un estado de este
    tipo debe consultar al médico, ya que puede ser
    síntoma de una enfermedad subyacente o de una
    lesión cerebral que no se manifiesta inmediatamente.
    Aleje a la víctima de cualquier gas peligroso. Si
    ha dejado de respirar hágale respiración
    artificial. Si la víctima ha sufrido paro cardiaco,
    aplíquele compresión cardiaca externa.

    1. Asegúrese de que la víctima tiene
      libres las vías respiratorias. Si están
      bloqueadas, retire las prótesis
      sueltas y limpie la boca de moco, vómitos o
      sangre, empleando un pañuelo si es preciso.
      Asegúrese de que haya abundante aire fresco. Afloje la
      ropa en el cuello y en la cintura.
    2. Coloque a la víctima en posición de
      recuperación y elévele los pies. Si tiene
      dificultad respiratoria, inclínele la cabeza hacia
      atrás y tire hacia delante de la mandíbula, forma
      que la barbilla sobresalga. Compruebe el pulso y la
      respiración de la víctima a intervalos
      regulares.
    3. Si la persona no tiene lesiones evidentes,
      averigüe los motivos de la pérdida del
      conocimiento. Una etiqueta de información medica o una jeringa pueden
      indicar que la causa ha sido un exceso de insulina; una placa
      que indique que la víctima toma esteroides puede
      explicar su colapso en el momento de estrés.
      Un frasco de tabletas vació puede denunciar una
      sobredosis de fármacos. Guarde el frasco y las pastillas
      que queden, pues le serán útiles la
      medico.

    Exposición al frío (hipotermia)
    Si una persona se expone sin protección (ropa) a
    situaciones climatográficas con viento o humedad, hay
    peligro de que disminuya la temperatura
    corporal. Éste afecta al sistema nervioso
    central y produce síntomas, como dificultad al hablar
    o confusión; o hasta puede llegar a producir
    pérdida de conciencia, coma o muerte. Las
    personas cansadas, hambrientas, ancianos, niños,
    enfermos o ebrios tienen mayor tendencia a sufrir hipotermia que
    otros. La hipotermia aparece de modo gradual. Ante los primeros
    síntomas, la persona debe procurarse alimento, calor y
    refugio. Los síntomas iniciales son: lentitud a las
    respuestas físicas y mentales, habla arrastrada, espasmos
    musculares y escalofríos persistentes y tendencia a
    calcular mal las propias capacidades, sobre todo la fuerza.
    Localice un edificio o refugio si la víctima está a
    la intemperie. Es importante evitar una nueva exposición, protegiendo a la víctima
    del frío y el viento cuanto sea posible Dele alimentos y
    bebidas dulces y calientes.
    Aflójele la ropa, botas y guantes que compriman la
    circulación de la sangre. Cámbiele la ropa
    húmeda por otra seca. Mantenga a la víctima
    consciente y en actividad.

    Congelación
    Se produce congelación cuando el tiempo
    frío hace helar partes del tejido. El viento y la humedad
    favorecen la congelación y, al igual que la piel, pueden
    resultar afectados los tejidos
    subyacentes. La congelación puede producir ampollas y
    úlceras en la zona afectada. Si es grave, puede sobrevenir
    gangrena.
    Las zonas afectadas con mayor frecuencia son la nariz, las
    orejas, las mejillas y los dedos de las manos y los pies. La
    parte afectada se vuelve insensible y rígida, y palidece;
    lo cual no provoca dolor y no se notan síntomas. Entre la
    zona amarillo-blanquecina congelada y la normal puede haber una
    franja de piel inflamada y enrojecida. La rigidez de los dedos
    puede ser un indicio de congelación. Una persona atacada
    de congelación puede presentar también
    hipotermia.

    1. Caliente suavemente la parte afectada. Si
      están congelados los dedos de los pies,
      envuélvalos en una manta seca. No los frote, y
      asegúrese de que no se obstaculiza el riego
      sanguíneo. Si está congelada una parte de la
      cara, cúbrala con la mano caliente y seca hasta que
      recupere el calor y la
      sensibilidad normales.
    2. La lesión por congelación se parece a
      la quemadura y es susceptible de infectarse. Cubra la parte
      congelada con un apósito estéril. Lleve a la
      víctima a un hospital cuanto antes sea
      posible.

    Ahogamiento y Tos
    La sofocación es una interrupción de la
    respiración causada por una obstrucción de las
    vías respiratorias. La causa más frecuente es un
    fragmento de comida alojado en la tráquea. Cuando este
    ocurre puede sobrevenir una asfixia mortal en menos de cuatro
    minutos. Otra causa de ahogamiento son las contracturas
    musculares por la inhalación de gases
    venenosos.
    Muchos de los signos de ahogamiento se parecen a los de un ataque
    cardíaco. Un signo inequívoco es la imposibilidad
    de hablar. Cabe que la víctima tosa también y haga
    esfuerzos bien patentes por respirar. La falta de oxígeno
    hace que se le ponga el rostro amoratado y después
    azulado. También una crisis
    asmática aguda puede hacer ahogase y toser a una
    persona.
    Si el ahogamiento está causado por gases o humos
    venenosos, saque a la víctima a respirar aire fresco
    inmediatamente.

    1. Para permitir el paso de aire, gire la cabeza de la
      víctima hacia un lado. Extraiga con los dedos cualquier
      causa evidente de obstrucción, como una dentadura
      postiza o restos de comida. Si no puede eliminar la
      obstrucción con la mano, elimínela por la
      fuerza.
    2. Para eliminar la obstrucción de la vía
      aérea, pruebe golpeando con fuerza la espalda de la
      víctima tres o cuatro veces. Si no resulta,
      colóquesele de pie detrás de ella, rodeando con
      sus brazos la parte inferior del pecho. Cierre una mano en
      forma de puño y sujétela fuertemente con la otra.
      Ambas manos sujetarán la zona central y por debajo de
      las costillas de la víctima.
    3. La víctima debe inclinarse hacia delante, con
      los brazos y la cabeza colgando. Aplique un fuerte
      apretón hacia adentro y arriba sobre el abdomen de la
      víctima. Puede resultar necesario repetir esta maniobra
      varias veces para a la víctima a que expulse la
      obstrucción con un golpe de tos.
    4. Una vez eliminada la obstrucción, practique la
      respiración artificial si la víctima no respira.
      Una vez aliviado el ahogamiento y establecida la
      respiración normal, sitúe a la víctima en
      posición de recuperación.

    Ahogamiento por inmersion
    El ahogamiento por inmersión es la asfixia provocada por
    agua o
    cualquier otro líquido. Se produce cuando el
    líquido impide que el oxígeno
    llegue a los pulmones y enriquezca la sangre. Todos los
    años se producen muchas muertes por ahogamiento. Puede
    ocurrir en una piscina o bañera con igual facilidad que en
    el mar, sobre todo en los niños
    pequeños. Hasta los nadadores avezados pueden encontrarse
    en dificultades al bañarse.
    Un ahogado puede estar dominado por el pánico y hacer
    peligrar la vida del socorrista. Llame a un salvavidas o
    envíe a alguien en su busca y no pierda de vista la
    posición del ahogado. Si no se puede contar con la ayuda
    de un socorrista, arroje una soga o extienda un palo o una rama
    hacia la víctima. Si la profundidad del agua no es
    excesiva y hay otras personas en las proximidades, requiera su
    colaboración para formar una cadena humana y llegar hasta
    la víctima.

    1. Inicie la respiración artificial lo antes
      posible
    2. Si hay otras personas alrededor, practique la
      respiración artificial una vez llegada a aguas poco
      profundas. Una persona sostiene el cuerpo y la cabeza de la
      víctima, mientras que la otra realiza la
      respiración boca a boca. Si usted esta solo lleve a la
      víctima a la orilla y realice la respiración boca
      a boca una vez llegado.
    3. Una vez en la orilla, elimine con los dedos toda
      posible obstrucción de las vías respiratorias.
      Levántele el cuello con la cabeza hacia atrás,
      para que la lengua no
      bloquee la garganta
    4. Si el corazón
      de la víctima ha dejado de latir, practique la
      compresión cardiaca externa.
    5. Una vez establecidos los latidos del corazón
      y la respiración, pero todavía están
      débiles, coloque a la víctima en la
      posición de recuperación. No deje al sujeto solo,
      pues la respiración puede detenerse de
      nuevo.

    Shock
    El shock se produce por una disminución brusca del flujo
    sanguíneo que afecta adversamente todas las funciones
    corporales. Suele acompañar a lesiones graves, como
    hemorragias, ataques cardiacos, infecciones, intoxicaciones, paro
    cardiaco y respiratorio, enfermedades graves y
    también en la sobredosis de insulina en los
    diabéticos. La gravedad es variable, y depende de la
    gravedad de la causa y la respuesta individual: puede ir desde
    una sensación de debilidad hasta el colapso total. Los
    signos del shock son, palidez, piel fría y húmeda,
    sudoración, nauseas, vómitos, baja temperatura
    corporal, pulso rápido y débil y respiración
    irregular.

    1. Afloje la ropa de la víctima en el cuello,
      pecho y cintura. Manténgala caliente, con un calor
      corporal constante. No caliente a la víctima
      artificialmente, ya que puede ser peligroso.
    2. Si está consciente, recuéstelo boca
      arriba con las piernas elevadas. Si sufre alguna lesión
      en la cabeza, tórax o abdomen, debe elevarle ligeramente
      los hombros, apoyándoselos. Vuélvale la cabeza
      hacia un lado.

    Hemorragias
    La hemorragia de origen arterial se caracteriza por la salida
    pulsátil de sangre por la herida, y el color rojo vivo.
    Cuando es una hemorragia proveniente de una vena, la sangre es
    mucho más oscura y fluye de manera uniforme.
    En caso de hemorragia interna, hay que saber reconocer los
    síntomas generales: palidez, piel fría y viscosa,
    pulso débil y rápido, respiración
    rápida y poco profunda. Una hemorragia interna es
    sumamente grave. Es imprescindible conseguir asistencia
    médica urgente.
    Una hemorragia uterina puede obedecer a varias causas:
    menstruación, aborto, durante
    el embarazo,
    durante o después del parto.

    1. Si la víctima sangra por una vena localice el
      punto de hemorragia. Aplique una presión
      continua durante al menos diez minutos para que la sangre tenga
      tiempo de
      coagularse.
    2. Mantenga la presión
      sobre la compresa hasta que cese la hemorragia. Si es posible,
      eleve la parte lesionada al tiempo que mantiene una
      presión firme. Si la víctima padece de Shock,
      mantenga las piernas elevadas.
    3. Lave la herida y extraiga todo cuerpo extraño
      que salga con facilidad. Si la víctima ha sido
      apuñalada y el arma todavía está en la
      herida, no la quite. Aplique una compresa limpia y un vendaje
      firme. No apriete demasiado el vendaje.
    4. Si la víctima sangra por una vena varicosa,
      eleve todo lo posible la pierna afectada. Presione sobre el
      punto de hemorragia. Cuando deje de sangrar, cubra el
      área con una compresa limpia. Vendar toda la
      pierna.
    5. Si la víctima sangra por una herida profunda,
      cubra está con una compresa limpia. Presione firmemente
      durante diez minutos como mínimo, o hasta que haya
      dejado de sangrar.
    6. Cuando la hemorragia haya cesado, coloque un vendaje
      bien sujeto parra mantener la compresa en su sitio. Consiga
      asistencia médica lo antes posible.

    Fracturas
    Todo paciente fracturado debe ser traslado a un centro
    hospitalario. Las fracturas pueden ser abiertas o cerradas. Las
    abiertas presentan heridas en la superficie de la piel, en el
    lugar de la fractura, o en los extremos del hueso fracturado
    saliendo de esta. En la fractura cerrada no hay rotura de piel.
    No vende directamente las fracturas abiertas. No dé a la
    víctima comida ni bebida en prevención de que
    después se necesite una anestesia general. Trate la
    hemorragia antes de la fractura.
    Brazo o Codo: Inmovilice la fractura atando una tablilla a la
    parte exterior del brazo lesionado. Haga dos lazos, uno por
    encima y otro por debajo de la fractura. La tablilla debe ser lo
    bastante larga para cubrir bien la fractura por encima y por
    debajo. Ate los lazos sobre la tabla, en la cara externa del
    brazo. Ponga una almohadilla entre el brazo y el
    tórax.
    Si el brazo se encuentra doblado puede doblarse el codo,
    confeccione un cabestrillo en una tela triangular. Coloque la
    tela con la punta en el codo de la víctima, una punta
    sobre el hombro opuesto y el borde más largo siguiendo el
    eje del cuero. Doble cuidadosamente el brazo lesionado sobre el
    pecho.
    Lleve hasta el cuello la esquina inferior y ate los extremos
    sobre el lado lesionado. Prende con un alfiler la esquina de la
    venda para dar más apoyo al brazo. Si la fractura es
    abierta, siga el mismo procedimiento,
    pero aplicando un apósito limpio sobre las heridas.
    Mano o Dedos: Cuando se fractura la parte inferior del antebrazo,
    suele haber una deformación escasa o nula. Es una fractura
    frecuente y puede confundirse con una luxación de
    muñeca. La fractura de la mano y los dedos puede
    complicarse con hemorragia dentro de los tejidos, que
    ocasiona hinchazón. No vende la zona lesionada si la
    víctima tiene una fractura abierta. Aplique con suavidad
    un apósito limpio sobre cualquier herida abierta. No
    intente enderezar el miembro lesionado si está deformado.
    Trate la hemorragia antes que la fractura.
    Mueva lo menos posible el brazo lesionado. Trate cualquier caso
    en que sospeche luxación como si fuera una fractura. Quite
    las joyas, únicamente si el hacerlo no agrava la
    lesión.
    Proteja la mano apoyándola cuidadosamente sobre una tela
    suave plegada varias veces. Doble el brazo lesionado sobre el
    pecho. Coloque una tela triangular sobre el brazo, con la punta
    hacia el codo o la parte media del antebrazo y el lado más
    largo siguiendo el eje longitudinal del cuerpo. Mientras sujeta
    el brazo, pase la parte inferior del vendaje por debajo de la
    mano, brazo y codo.
    Pase la esquina inferior de la tela detrás de la espalda y
    encima del hombro. Prenda con un alfiler la esquina de la venda
    para dar más sujeción al brazo. Ate ambos extremos
    en el hombro.
    Sujete más firmemente el brazo mediante una venda ancha.
    Pase esa venda por sobre el cabestrillo, en torno al pecho y
    al brazo lesionado, y debajo de la axila opuesta. Ate la venda a
    la espalda.
    Pie, Tobillo o Dedos del Pie: Las fracturas del pie, tobillo o
    los dedos del pie son lesiones comunes, a menudo producidas por
    una caída. Son relativamente poco importantes, por lo que
    antes de tratarlas debe usted comprobar si existen otras lesiones
    más serias y tratarlas. Muchas veces no se puede
    distinguir entre fractura, luxación y esguince ya que el
    signo típico es la hinchazón.
    Si sospecha una fractura de la pierna, tienda a la víctima
    con ambas piernas estirados y la lesionada al lado de la sana.
    Ponga un almohadillo entre los muslos, rodillas y tobillos: ate
    las rodillas, con una venda ancha. Ate otra estrecha en torno a los
    pies.
    Cuando sospeche una fractura pie o dedos de los pies, quite el
    calzado a la víctima. Eleve el pie lesionado. Coloque una
    tabla almohadillada ancha sobre la planta del pie (puede
    emplearse una almohadilla o un periódico
    doblado con un pañuelo de cabeza como almohadillo)
    Ate una venda estrecha en torno al pie, en forma de 8, para fijar
    la tabla. Si sólo se ha fracturado 1 ó 2 dedos
    puede emplear como tablilla otro dedo no lesionado. Coloque un
    almohadillado entre los dedos y una con una venda estrecha el
    dedo sano con los lesionados.
    Columna o Costillas: Una fractura de columna es una lesión
    enormemente grave. Si se manipula a la víctima de forma
    inadecuada, la médula espinal pede recibir una
    lesión irreversible y producirle una parálisis. Los
    signos de factura de
    columna son dolor intenso en la espalda, pérdida de
    sensibilidad y/o motricidad de las extremidades. Las fracturas
    costales pueden ser también muy graves. Si las costillas
    lesionan los pulmones, la víctima puede sufrir un grave
    shock, con expectoración de flemas rojas y espumosas y
    dificultad respiratoria. Si las costillas perforan la superficie
    cutánea, se produce una herida abierta "succionante".
    Trate inmediatamente la herida torácica "succionante"
    mediante un apósito oclusivo. Si la víctima dejara
    de respirar, aplíquele respiración artificial.
    Si dispone de asistencia médica, no movilice a la
    víctima. En caso contrario prepare a la víctima
    para el transporte. Con sumo cuidado, deslice una tabla ancha
    bajo la víctima. Ponga una almohadilla entre los muslos,
    rodillas y tobillos, ate los muslos y rodillas con vendas anchas
    y los pies con otra más estrecha. Si la víctima
    esta inconsciente, no la ponga en posición de
    recuperación.
    Si la víctima tiene fracturas costales y no hay heridas
    torácicas abiertas ni lesión pulmonar, recueste a
    la víctima y colóquele un vendaje en torno al
    tórax. Si las costillas han penetrado en la piel, coloque
    inmediatamente sobre la herida un apósito que impida la
    entrada de aire. Sostenga dicho apósito y el brazo del
    lado presionado con un cabestrillo triangular. Si las costillas
    han perforado los pulmones, mantenga elevados la cabeza y los
    hombros de la víctima. No vende las costillas.

    Ataque cardíaco
    La causa de ataque cardíaco es la disminución del
    flujo de sangre en los músculos del corazón, debido
    a una obstrucción de las arterias coronarias. El resultado
    es que el músculo cardíaco se lesiona temporal o
    permanentemente. Cuando se interrumpe el abastecimiento de sangre
    a este músculo, no recibe el oxígeno y el alimento
    que precisa, por lo que deja de funcionar. Hay dos grados de
    ataque cardiaco, la forma más leve, llamada angina de
    pecho que se debe a una obstrucción parcial de las
    arterias coordinadas. La forma más grave es el infarto
    agudo de miocardio, que es producido por el bloqueo de una
    arteria coronaria. Tal bloqueo impide que la sangre llegue al
    dicho músculo.
    Angina de Pecho: La víctima siente un intenso dolor
    pectoral que se instala en el centro del pecho y puede irradiar a
    los hombros y parte superior de los brazos, sobre todo del lado
    izquierdo, así como el abdomen o el cuello.

    1. Puede producirse durante o después del
      ejercicio físico. El dolor puede ser agudo y
      repentino, sordo y continuo, leve o intenso pero siempre es
      de corta duración. Normalmente empieza en el centro
      del tórax y se extiende hacia el brazo izquierdo.
      También puede irradiar al cuello, atravesar el pecho y
      afectar el brazo derecho.
    2. El pulso mas fuerte se toma en el cuello. Para
      tomar el pulso carotídeo, apoye los dedos sobre la
      tráquea, junto al ángulo de la
      mandíbula. No presione mucho. Si no tiene pulso es un
      ataque cardiaco agudo de miocardio.
    3. El latido puede notarse en la muñeca al paso
      de la sangre por el brazo hacia la mano. Ponga los dedos
      alineados sobre la parte interna del brazo de la
      víctima del lado pulgar y exactamente encima de la
      muñeca. El pulso radial puede ser difícil de
      localizar si el corazón está fallando o la
      arteria es pequeña.
    4. La víctima de una angina de pecho debe
      reposar en la posición más cómoda
      posible hasta que llegue la asistencia médica.
      Normalmente lo mejor es estar sentado, con la espalda bien
      apoyada.

    Infarto agudo de miocardio: En estos casos es
    fundamental hacer circular normalmente la sangre hasta que el
    corazón pueda hacerlo por sí mismo. La mejor forma
    de conseguirlo es oprimir el corazón con el tórax
    hasta que este estimulo mecánico haga que el
    músculo cardiaco empiece a bombear de nuevo. La
    compresión cardiaca externa consiste en presionar la pared
    torácica sobre el esternón para que el
    corazón se comprima, a su vez, contra la parte posterior
    del tórax. De esta forma, se mantiene artificialmente la
    acción de bombeo del corazón.
    Los síntomas de un infarto agudo de miocardio son dolor
    torácico intenso y repentino; palidez grisácea;
    sudoración; pulso débil y rápido;
    respiración superficial y rápida, y pérdida
    del conocimiento.
    El corazón está situado en el tórax
    ligeramente a la izquierda. Si ha dejado de latir es esencial
    actuar rápidamente. Debe presionarse el tórax sobre
    el tercio inferior del esternón (que está situado
    en el centro del pecho), colocando una mano sobre la otra.
    La víctima debe yacer sobre el suelo boca arriba, con los
    brazos a lo largo del cuerpo. Arrodíllese junto a su
    hombro y coloque las manos con las palmas hacia abajo, con la
    mano más fuerte bajo la otra, en la región
    cardiaca. Sus manos deben quedar sobre el centro del
    esternón de la víctima.
    Inclínese hacia delante, con los brazos tan firmes como
    sea posible, para comprimir el corazón de la
    víctima en el tórax. Presione a un ritmo de unos 60
    impulsos por minuto. Debe hacerlo con firmeza, pero no tanto como
    para lesionarle las costillas.
    Para combinar la compresión cardiaca externa con la
    respiración boca a boca. Si hay dos personas, la que
    comprima, debe arrodillarse a la altura del hombro de la
    víctima, y la otra, al otro lado, debe inclinarle la
    cabeza hacia atrás, taparle la nariz e insuflarle aire en
    los pulmones.
    El procedimiento completo debe durar unos 15 segundos. Durante
    este periodo, la persona que aplica la compresión cardiaca
    presiona 5 veces, y la que practica la respiración ventila
    2 veces, a ritmo uniforme.

    Electrocución
    Los efectos de una descarga eléctrica pueden ser muy
    graves. Puede producir arritmias o incluso un paro cardiaco,
    también un paro respiratorio y quemaduras. No intente
    asistir a la víctima si esta aún en contacto con la
    corriente o muy próxima a la misma. Llame a la
    policía y solicite asistencia médica de
    urgencia.

    1. Desconecte la corriente; quite el enchufe o fusible o
      arranque el cable. De ser posible, permanezca sobre
      algún material aislante seco, como lana o un
      diario.
    2. Controle cuidadosamente el latido cardíaco y
      la respiración de la víctima.
    3. Si la víctima sufre paro cardíaco
      aplique masaje cardíaco externo y si también
      sufre paro respiratorio y usted no cuenta con ayuda, alterne
      con la respiración artificial.
    4. Si hay paro respiratorio y cardíaco, pero
      dispone de ayuda, uno se arrodilla junto al hombro izquierdo de
      la víctima y aplica el masaje cardíaco, mientras
      la otra se arrodilla al lado derecho para practicar la
      respiración artificial.

    Insolación
    El agotamiento por calor no debe confundirse con el golpe de
    calor. En la primera situación, la víctima presente
    palidez y la piel fría y húmeda, con colapso y
    sudoración profusa. Por el contrario la persona que sufre
    un golpe de calor presenta rubefacción facial, con piel
    seca y caliente. El cuadro se debe a la combinación de
    altos niveles de temperatura y humedad, y se produce por fallo
    del mecanismo de la sudoración. También puede haber
    confusión mental, delirio, cefalea, vértigo, shock
    y pérdida del conocimiento.

    1. Si la víctima sufre agotamiento por calor,
      sitúela en un ambiente
      fresco y en penumbra. Dele agua fría con dos
      cucharaditas de sal por litro. Si está inconsciente,
      colóquela en posición de recuperación. El
      agotamiento por calor puede desembocar en golpe de
      calor.
    2. Si la víctima sufre golpe de calor, debe
      reducir a la temperatura corporal cuanto antes. No deje que
      tirite. Pásele una esponja con abundante agua
      fría. Envuélvala en una sábana mojada y
      fría. Recuéstela cerca de una corriente fuerte de
      aire frió. Si esta inconsciente, situela en
      posición de recuperación. Solicite asistencia
      medica de urgencia.

    Sobredosis de Fármacos o Drogas
    Muchos fármacos o drogas
    ocasionan una somnolencia intensa e incluso la pérdida del
    conocimiento, si se toma una cantidad excesiva de una sola vez.
    En muchos casos, los signos iniciales de una sobredosis de
    fármacos o drogas
    consisten en vómitos, agitación y falta de coordinación. A estos síntomas le
    suele seguir la pérdida del cocimiento.
    Si la víctima está consciente, provoque el
    mito colocando
    los dedos en su garganta. No le dé agua salada para beber,
    puede resultar decididamente peligroso. No intente provocar el
    vómito si la
    víctima está inconsciente o si la sobredosis ha
    sido administrada por inyección o inhalada.
    Esté muy pendiente en todo momento de la
    respiración y del pulso de la víctima. Si deja de
    respirar practique la respiración artificial.
    Si el corazón de la víctima deja de latir,
    practique la compresión cardiaca externa. Si ha dejado
    también de respirar y no puede obtener la ayuda de otras
    personas, tendrá que alternar la compresión
    cardiaca externa y la respiración artificial. Si puede
    disponer de ayuda, de rodillas junto a la víctima, uno le
    practica la compresión cardiaca, y otro la
    respiración boca a boca.
    La persona que realice el masaje cardíaco debe comprimir
    el pecho de la víctima a razón de 15 veces cada 11
    segundos. Sólo una persona entrenada puede aplicar este
    método. La
    persona que practique la respiración artificial debe
    ventilar los pulmones de la víctima dos veces cada 15
    minutos.

    Quemaduras
    Las quemaduras se producen por el contacto con calor seco, las
    escaldaduras con calor húmedo, aunque los efectos son
    similares. En las quemaduras de primer grado, el daño se
    limita a la capa más externa de la piel, en la que tiene
    lugar a un enrojecimiento, aumento del calor, en formación
    de ampollas y dolor a la presión en la zona afectada. En
    las quemaduras de segundo grado, la lesión se extiende
    más allá de la capa externa y afecta las capas
    más profundas de la piel, ocasionando la formación
    de ampollas. En las quemaduras de tercer grado todo le espesor de
    la piel se encuentra destruido, haciéndose visible una
    capa carbonizada de tejido quemado. La gravedad de una quemadura
    depende tanto de la superficie quemada como de la profundidad de
    la lesión.
    Si las ropas del sujeto están ardiendo, derríbele
    al suelo empujándole. Apague las llamas con una pieza
    grande de tela no inflamable.
    Si es posible, quite todos los objetos que puedan oprimir, es
    fácil que la zona se hinche y luego no se puedan
    retirar.
    En las quemaduras de primer grado, mantenga la zona quemada bajo
    agua fría durante unos diez minutos o hasta que cese el
    dolor. No sumerja en agua las quemaduras de segundo o tercer
    grado.
    Cubra el área quemada con una compresa estéril. Si
    no utilice una sábana seca y limpia. Toque lo menos
    posible la
    quemadura.
    Si la víctima está consiente dele bebidas
    frías a pequeños sorbos y a intervalos regulares.
    Coloque la zona quemada y las piernas de la víctima
    más altos que la cabeza, para reducir los efectos de
    shock. Solicite asistencia médica de urgencia.

    4.
    Conclusión

    Ojalá todo el mundo fuera capaz de tener
    conocimientos sobre primeros auxilios. Ojalá todo el mundo
    tuviera la serenidad suficiente ante una emergencia, para poner
    en práctica rápida y correctamente lo aprendido.
    Pero al suceder la desesperación puede dejar en blanco la
    mente del socorrista, y en estos casos, quedan tan débiles
    como la víctima; el deseo de ayudar lo lleva a hacer cosas
    que pueden poner en peligro la vida de la víctima.
    Cuando se le presente alguna situación que requiera de
    primeros auxilios, no tema, busque ayuda si nunca a tomado
    cursos de
    primeros auxilios, en caso contrario, ponga en práctica la
    teoría
    aprendida.

    5.
    Bibliografía

    Suplementos del Diario ‘La Capital’: "El Doctor En Su Casa" Editorial
    Antártica. Tomos 16, 17 y 18
    www.saludlatina.com

     

     

    Autor:

    Armentano Valeria

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