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4. Categorías para la interpretación de
la realidad

La manera de aproximarnos a la interpretación de
la realidad, con de este enfoque, está representada
por:
– el recurso del método
condición humana
– un enfoque punto de vista
– una teoría
área de conocimiento
Dentro del contexto en el que opera la presente concepción
epistémica, el hombre
cuenta con ciertos componentes con los cuales interpreta su
realidad: uno de índole natural como ser pensante y otros
de carácter
cultural como constructos teóricos que median entre
él y su mundo, los cuales agrupamos en categorías
epistemológicas.
El método se
conceptualiza como un recurso inherente a la condición
humana, mediante el cual la persona se acerca
a una interpretación de la realidad. Tiene el mayor nivel
de concreción, pues él define la conducta
interpretativa de la realidad. El recurso metódico no es
un elemento de mediación pero fundamenta y da coherencia a
nuestro constructo teórico.
Conceptualizamos el método como el recurso lógico y
natural que complementa a los sentidos,
para procesar la información proveniente del mundo que lo
rodea. Posee una secuencia de pasos, etapas o tareas organizados
secuencialmente, para alcanzar un conocimiento
cónsono con la realidad misma. El método permite al
hombre ser
humano, desarrollando su capacidad de intervenir el mundo con la
finalidad de satisfacer sus necesidades.
El recurso metódico está presente en el hombre,
aunque éste no tenga conciencia de
él. Opera en él como base de su propia naturaleza, pero
su intervención continua y sostenida en la realidad lo ha
inducido a desarrollar elementos mediadores, con los cuales
construye una explicación; inicialmente las explicaciones
fueron pragmáticas y luego mistificaciones especulativas,
pero con el transcurrir del tiempo, ha
llegado a objetivarlas, tomando conciencia de su
poder
creador.
El enfoque representa un punto de vista filosófico. Con la
utilización cotidiana e inconsciente del recurso
metódico, el hombre lo
aplica, sin tener definido un enfoque o punto de vista, como
tampoco tiene porque explicitarlo. Es normal recurrir a la
lógica
lineal, construcciones por opuestos, contrastes, secuencias,
series, pero el desarrollo de
la conciencia de sí, le ha permitido al hombre incorporar
nuevos elementos de mediación para obtener conocimiento,
utilizando diferentes enfoques, tales como el positivismo,
la relatividad, el funcionalismo,
estructuralismo, materialismo
histórico, pragmatismo
científico. Todos son posiciones filosóficas,
evidentes en la investigación científica, con los
cuales investigadores llegan a fijar como punto de vista
epistemológico. A partir de allí, el proceso de
interpretación de la realidad, incorpora todo el cuerpo
cognoscitivo anterior, utilizando elementos de mediación
entre él y su realidad. La elaboración
teórica subsecuente, sigue y se condiciona al punto de
vista o enfoque que le sirvió de partida. En la evolución de los elementos de
mediación, la filosofía se encuentra al final de la
cúspide de desarrollo
lógico. En todo proceso de
interpretación de la realidad, subyace un determinado
punto de vista epistemológico, pues desde que se
comenzaron a desarrollar teorías
explicativas de la realidad, el proceso cognoscitivo se ha
iniciado siempre a partir de una en la relación
hombre-realidad donde se fija la posición de los
componentes mediadores.
La teoría
constituye un cuerpo conceptual de los aspectos fundamentales
para abordar el análisis concreto de
una realidad. El hombre cuenta con una enorme herencia de
información y conocimientos sobre la vida y
determinadas áreas del saber. La teoría consta de
una abstracción sistematizada y actualizada de la realidad
en referencia, elaborada en una permanente y continua
aproximación a la realidad, a partir de su razón de
ser, de los aspectos fenomenológicos que la conforman, de
una descripción de las relaciones entre los
elementos que la constituyen y de los factores que la afectan,
determinan y condicionan. Por otra parte incluye los instrumentos
y procedimientos
técnicos desarrollados para su aproximación
interpretativa. Las teorías
son productos de
un proceso continuo de formación de la ciencia. La
teoría es un instrumento lógico formal que organiza
y proyecta el
conocimiento para ser utilizado, transformado, ampliado o
desechado en subsecuentes interpretaciones de la
realidad.

Proceso de interpretación de la realidad
El planteamiento presentado se representa gráficamente en
diferentes fases, a fin de ilustrar el proceso cognoscitivo de
interpretación de la realidad:

  • Observación
    fenomenológica
  • Formulación de supuestos
  • Instrumentación
  • Análisis y comprobación de
    resultados
  • Discusión

El hombre vinculado con una realidad particular,
estimulado generalmente por sus efectos, siente la necesidad de
intervenirla para modificarla. Esta primera relación entre
el hombre y su realidad se da por procesos de
observación, donde se nutre de una
información subjetiva.
Fase de OBSERVACIÓN
FENOMENOLÓGICA¬ . Durante ésta, además de
sentir, procesamos la información recibida a través
de "filtros de percepción", los cuales están
indudablemente relacionados con el mundo cultural e intereses del
"sujeto observador".
La percepción de la realidad
fenomenológica observada va a estar entonces influenciada
por las necesidades de cada cual, carencias, tenencias, nivel y
desarrollo intelectual teórico, intereses, rol que ocupa
en la sociedad. La
relación concreta que el observador tiene con su mundo
real, le condiciona una forma particular de interpretar lo
observado. En esta fase del proceso relacional, el individuo
está influenciado por su apreciación, por los
filtros personales que utiliza para interpretar la realidad,
dibujándola de una manera intencionada y particular, lo
que le confiere a la interpretación, un carácter
"subjetivo", desdeñando las características y límites
inherentes a la realidad, como objeto de su interés.
La interpretación de la realidad es un hecho voluntario,
aunque no siempre consciente, que realiza exclusivamente el ser
humano. Para ello, el hombre debe cumplir con tres condiciones
necesarias y suficientes para poder
intervenir su realidad en su beneficio:
* Vinculación con la vida. Implica estar en contacto
directo con una situación real. Es necesario que el
investigador tenga relación directa y esté
compenetrado con la realidad, ya que es la única forma
cónsona y coherente, en que pueda surgir el interés de
modificar la situación preexistente. Sin ésta
vinculación, la "investigación" no pasa de ser una simple
elucubración teórica, a espaldas de la realidad,
sin utilidad
práctica.
* Necesidad. La persona al
sentirse retada por la realidad, por carencias, deficiencias,
molestias, incomodidades, etc, significa estar insatisfecho con
la situación actual existente, tanto en lo personal y como
miembro de un colectivo. La necesidad es el motor que nos
impulsa a realizar el proceso interpretativo, para utilizarlo, en
aras de solventar la situación que nos incomoda. La
realidad misma no tiene necesidades, es la afectación que
ésta genera en las personas, la que motiva su
intervención. La intencionalidad es un acto consciente y
deliberado del hombre, no un estigma, ni una debilidad del
proceso investigativo, que reduce la calidad de la
interpretación. Por el contrario, es el estímulo
fundamental que provoca la acción y permite establece el
compromiso entre el hombre y su realidad.
* Oportunidad. El investigador además de estar vinculado
con una realidad y sentir necesidad concreta, debe poseer la
oportunidad real de intervenirla. Aunque se cumplan con las dos
condiciones anteriores, la oportunidad de poder realizar el
proceso interpretativo y correctivo, tanto material, intelectual
y técnico, es una condición sine qua non, para
poderla llevar a cabo con éxito.
El proceso investigativo se inicia, al percibir los efectos
evidentes que originan los fenómenos y hechos presentes en
el mundo real que nos rodea. Los fenómenos y hechos en
sí mismos no generan el malestar, pero si lo son el efecto
que éstos generan en nuestros esquemas de valores. Esta
fase del proceso interpretativo se inicia la elaboración
de un inventario o
diagnóstico de los fenómenos y
hechos, comenzamos por realizar una observación
fenomenológica. No se limita a una observación
cualitativa, va más allá. Los aspectos que
caracterizan la realidad podemos interpretarlos por sus
dimensiones, repitencia, incidencia y aspectos cuantitativos con
éstos se nos permiten dibujar los aspectos formales de lo
real, pero por ello, no deja de ser una apreciación
fenomenológica. A este nivel apreciativo, es necesario
explicitar el contraste existente entre los fenómenos y
hechos generados y el efecto que éstos producen sobre el
esquema de valores,
expectativas, intereses y necesidades del investigador;
contradicción que mueve a indagar. Es necesario resaltar
que, desde este temprano inicio de la investigación, evidenciar la
contradicción entre el mundo cultural y real del
investigador, le significa tomar partido, además de
exponer el criterio personal al
juicio ajeno, es también comenzar a aceptar el reto,
riesgo y
compromiso con la realidad y su transformación.
En la medida misma que acumulamos información
fenomenológica, naturalmente tendemos a actuar
impulsivamente en búsqueda de correctivos, tratando de
actuar en consecuencia. La respuesta que producimos, tiene una
alta probabilidad de
fracaso o de ser desproporcionada, al no estar acorde con los
factores concretos y materiales que
determinan su existencia, ni con sus determinantes causales,
generándose así, una incoherencia entre la realidad
y la presunta solución. Otra situación, no menos
peligrosa, seria la de actuar apegado a los factores
estrictamente formales. Si la aparente solución,
atendiendo los aspectos sintomáticos formales tiene cierto
éxito,
la interpretación causal y la búsqueda de posibles
correctivos viables, se pospone peligrosamente.
Para realizar la evaluación
de los hechos y fenómenos, obtenidos en la
observación fenomenológica, es vital referenciarlos
al esquema de valores y principios
personales que generan la inconformidad. Mientras este conjunto
de valores esté afianzado en juicios subjetivos, sus
efectos perderán relevancia frente a la evaluación
colectiva. Si los intereses personales que son afectados, son
descritos a través de constructos concretos y
materializables, la validez de los juicios que hagamos de la
realidad, tendrá mayor pertinencia correlacional.
La observación de la realidad nos determina una
apreciación subjetiva, construida por los fenómenos
que estimulan nuestros sentidos, pero no nos informa sobre las
posibles causas que generan lo aparente, ni de agentes causales
que serían factores determinantes del fenómeno
concreto que
nos afecta.

Fase formulación de supuestos ­ .
Una vez observados los fenómenos que nos afectan,
intuitivamente surge en nuestra mente una explicación
causal, señalando adicionalmente, presuntos agentes
causales intervinientes. El proceso de pensamiento en
esta fase puede tomar tres cursos de
acción: se formulan posibles causas de la situación
problema como suposiciones o hipótesis; se elabora un proyecto de
acción; o los dos anteriores, a fin de transformar la
realidad. El segundo, es la vía más frecuentemente
empleada, motivados por el interés de obtener respuestas
inmediatas, sin importar las causas que determinan la
situación precedente.
Las hipótesis o
proyectos de
acción, son un conjunto de supuestos, organizados en el
"constructo" que explica las posibles causas determinantes de lo
observado fenomenológicamente, o las posibles soluciones
como respuestas correctivas. Indican la vía para emprender
la interpretación y/o para corregir una situación
problema, además de indicar cuáles son los
instrumentos teóricos y materiales
requeridos para su comprobación.
En cuanto a las hipótesis como presunciones causales, a
diferencia de la realidad misma, son elucubraciones explicativas
de una sus partes, sin llegar a una comprobación.
Frecuentemente, se actúa por lo que se supone y no sobre
las causas determinantes, dándole a la impulsividad un
escenario peligroso, porque dirigimos nuestra acción
sobres los supuestos agentes y causas, sin evaluar las
probabilidades de equivocación.
Sobre el proyecto de
acción, también como supuesto
hipotético, se concibe ante los efectos generados por los
hechos y fenómenos determinados en la observación.
Muchas veces se elaboran planes correctivos con la premura
impuesta por los efectos generados y por presiones sociales. Un
proyecto de acción sin una comprobación de sus
causas, impulsa el comportamiento, sin valorar su pertinencia, ni sus
efectos. Cuando utilizamos un proyecto de acción,
se acepta que con la investigación se tiene el compromiso
de generar un cambio social,
económico, educativo, con objetivos
grupales o particulares bien definidos. Por lo tanto, su valor
cognoscitivo tiene un carácter secundario, lo
práctico y utilitario se impone frente a lo estrictamente
riguroso y comprometido.
Al emplear un proyecto de acción para relacionarlo con la
realidad, generalmente se elabora partiendo de un
planteamiento conceptual preestablecido y considerado como "deber
ser". El interés mismo de utilizar esta vía para
intervenir la realidad parte de considerarla contraria a una
formulación teórica aceptada y conceptuada como
ideal. La persona al actuar por esta vía obvia el enfoque
epistémico que subyace en la interpretación de la
realidad, llegando a pensar que ésta es la única
manera de estructurar el pensamiento.
El efecto obtenido por pensar y actuar impulsivamente, ante un
fenómeno o hecho, retroalimenta con información,
sus consecuencias indican qué tan cerca o lejos
está la interpretación elaborada previamente, de lo
real. Por otra parte, se corre el riesgo de
fracasar en el intento de lograr el efecto esperado.
Los trabajos teórico-monográficos contribuyen a la
producción de conocimiento en la medida que
estén orientados por una hipótesis o un
plan de
acción para convertirse en instrumento de formulaciones
conceptuales. Aislados de un contexto interpretativo de la
realidad se reducen a diagnósticos o inventario
bibliográficos, sobre unas determinadas áreas de
conocimiento desde diferentes puntos de vista de otros.
Las observaciones fenomenológicas manifiestas en trabajos
periodísticos, literarios, históricos,
artísticos, cinematográficos, biográficos,
de estudios etnográficos, por su carácter
descriptivo constituyen valiosos aportes para el desarrollo de
la memoria
colectiva e individual, pero al no contar con desarrollos de
hipótesis ante hechos, fenómenos y efectos
observados son cuestionados en el ámbito científico
tradicional, pues las observaciones fenomenológicas
están condicionadas por el mundo cultural del
investigador. En ningún momento se quiere decir que
el trabajo del
investigador se encuentre descontextualizado, quien forma parte
de la realidad.
La formulación de supuestos, hipótesis y planes de
acción permiten la elaboración de instrumentos
teóricos y técnicos, formando parte de la
intencionalidad científica, en un proceso interpretativo
de la realidad.
Fase INSTRUMENTACION® . Se desarrolla posteriormente a la fase
del marco hipotético y/o proyecto de acción donde
se plantea la necesidad de seleccionar y/o elaborar los
instrumentos conceptuales y materiales, con los cuales abordar la
comprobación, evaluación o ejecución del
proyecto de acción previsto. Ahora es el momento de
proceder a definir los conceptos, instrumentos, variables,
parámetros, poblaciones y muestras, con los cuales
comprobar las hipótesis, para evaluar y ejecutar el
proyecto de acción. En este momento es cuando el
investigador asume riesgos
teóricos, al tomar posición filosófica e
ideológica, donde somete al juicio del colectivo la
pertinencia teórica-conceptual de su trabajo, dependiendo
de los resultados obtenidos y de la coherencia
metódica.
La aplicación de los instrumentos en vinculación
con la realidad y la necesidad de transformarla se logra a
través del desarrollo y aplicación de los mismos
con intención y ruta fijada en las hipótesis.
Fase ANALISIS DE RESULTADOS¯ . Una vez recolectada la
información pertinente se emprende un proceso de
verificación de los supuestos o hipótesis a
través del análisis de los resultados; constituye
también la evaluación intencional del proyecto de
acción, teniendo en cuenta la manera de analizar los
resultados y la forma de presentarlos. La evaluación se
refiere a la adecuación y pertinencia de los instrumentos
teóricos, técnicos y aplicados
Fase DISCUSION° . Los resultados indudablemente debe
referenciarse a aquello supuesto, en función de
nuestras hipótesis, dependiendo de la vía empleada,
bien sea a través de la comprobación de la
hipótesis o con el desarrollo y evaluación del
proyecto de acción. La fase discusión de resultados
nos abre el camino para proponer cambios o soluciones
sobre la realidad que se nos planteó como un problema. Si
hemos utilizado la vía del planteamiento de una
solución o PROYECTO, las conclusiones nos
indicarán, si es coherente el resultado con la
problemática planteada y/o requiere correctivos para
alcanzar el efecto deseado.
Las conclusiones de cualquier proceso de interpretación de
la realidad, sea intencional o espontánea, sea ésta
científica o realizada en el marco de la vida cotidiana,
por lo general se divulga a los otras personas para el momento
actual o futuros inmediato, convirtiéndose éstas en
un mecanismo para alimentar los próximos abordajes de la
interpretación de lo real.
La búsqueda de conocimiento por la vía de la
investigación supone la estructuración intencionada
y lógica
del proceso de interpretación de la realidad, con fines de
aplicación inmediata en la transformación de la
misma. Al recibirse nuevos estímulos del entorno se
reemprende el proceso investigativo, dándole a la
interpretación de la realidad connotaciones de inacabada,
en permanente discusión entre la teoría y el mundo
real. Este proceso de discusión con la realidad, permite
una aproximación a su interpretación en un continuo
dialéctico de producción de conocimiento. El ser humano
se aprecia a sí mismo, contrastándose en sus
posibilidades de modificar la realidad en sus planos
intelectuales, emocionales y físicos.

5. El Rol De La
Educación

La educación juega un
papel en una
doble dimensión. Como capacitadora ella transfiere
habilidades y destrezas a los integrantes de un determinado
grupo social,
con la finalidad de incorporarlos al aparato productivo. Su
eficiencia
estaría en función de
la capacidad de reducir la dependencia del individuo para
subsistir por sí mismo. Una segunda dimensión, como
agencia socializadora transmite los valores y
comportamientos aceptados por el colectivo de generación
en generación. En la medida en que los conflictos
entre los individuos y las conductas expresadas en los
códigos morales y éticos estén minimizadas,
la
educación se percibe acorde con la sociedad donde se
inscribe.
En ambos casos la educación es
esencialmente conservadora al perpetuar el sistema, y al
anteponer el
conocimiento, los valores,
los principios
rectores, ideales, códigos al hombre y a su propia
realidad. De esta manera el ser humano viene asumiendo, desde el
comienzo de su historia, la existencia de
una sola manera de interpretar el mundo real, el conocimiento
antes que la realidad. Aún cuando en diferentes momentos,
han existido personas con caminos interpretativos que son
complementarios para la evolución del conocimiento, estos enfoques
han representado amenazas y transgresiones insalvables para
quienes se consideran los responsables de la conducción de
la humanidad. De hecho el resultado está en censuras y
mediatizaciones del proceso de conocer. La educación es el
proceso social encargado de sostener ideológicamente la
epistémia institucionalmente aceptada.

Entre metodólogos y epistemólogos existen
diferentes posiciones cuando se pretende orientar la
investigación, bajo la guía conceptual de la
postura filosófica tradicional, como el único punto
de vista posible para abordar la realidad. Se pretende educar
bajo una única estructura del
pensamiento, válida universalmente y para todos los
tiempos. De está manera, la educación se convierte
en un instrumento de perpetuador de estructuras de
pensamiento dependientes. Se buscan y difunden "verdades",
leyes,
conceptos, utilizados de manera dogmática, para atar el
pensamiento creativo a un determinado enfoque, doctrina,
teoría o filosofía envueltas en un halo de
cientificidad.
Es el momento para que la educación asuma el objetivo de
fomentar y estimular la emoción del descubrimiento,
promoviendo en el estudiante la búsqueda puntos de vistas
pertinentes y creativos ante los permanentes retos que le plantea
su entorno. La investigación como actividad inherente a la
producción de conocimiento es un componente fundamental
del proceso educativo, convirtiéndose en el
vehículo y fuente de energía de epistémia
centrada en la realidad.

6. Referencias
bibliográficas sugeridas

Eco, Umberto. En Nombre de la Rosa. Editorial LUMEN
El péndulo de Foucault.
Barcelona:
Edit. Bompiani- Lumen, 1995.
Gines, Hermano. Pensamiento filosófico para un quehacer.
Caracas: Fundación La Salle de Ciencias
Naturales, 1993.
Goleman, Daniel. La inteligencia
emocional. Buenos Aires:
Javier Vergara Editor Traduce: Elsa Mateo, 1996.
LAKATOS, Imre. La metodología de los programas de
investigación científica. Madrid: Alianza Editorial
Universidad
.Trad. Juan Carlos Zapatero. 1983.
WITTGENSTEIN, Ludwig. Tractatus Lógico-
Philosophicus. Londres, Rootledge & Kegan Ltd.
1974.
GAARDER, Jostein. El Mundo de Sofía. Traduce: Kirsti
baggethun y Asunción Lorenzo. Madrid: Editorial Siruela,
1994.
GEYMINAT, Ludovico. Historia de la
filosofía y de la ciencia.
Traduce: Juana Bignozzi y Pedro Roque Ferrer. Barcelona: Critica,
Grijaldo Mondodori, S.A., 1998
OLDRYD, David. El arco del conocimiento. Traduce: Ferran
Valdespinós y Carlos Duarte. Barcelona: Critica, Grijaldo
Mondodori, S.A., 1993

MORAN E., Moreno, J.J., Merelo, P. y Chacón S.
Artificial Life a real epistemology.
htt://ssie.binghanton.edu/~patee/aepistem.html.

Suares Joya, Carmen (Comp.) Facilitación
de los Aprendizajes en un sistema de
educación abierto y a distancia.
Caracas: Universidad
Nacional Abierta- Proyecto IESAD, ISBN: 990-757-254. Primera
Edición, 1999. 283-298 p.

 

 

Autor:

Pedro Gutiérrez Leal

Partes: 1, 2
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