Analisis del contenido del texto escolar de matematica según las exigencias educativas del nuevo milenio
Indice
1.
Introduccion
2. Fundamentacion
Teorica
3. Resultados De La
Investigacion
4. Conclusiones y
recomendaciones
5. Referencias bibliograficas y
electronicas
Para Martín (1997), la educación en
Venezuela es
uno de los grandes problemas
nacionales, porque se aferra con desesperación al pasado,
pero el país no tiene mas alternativa que asumir los
cambios, que de todo tipo, se están dando de manera
global; así como también, debe incorporarse a las
tendencias educativas del nuevo milenio que, según Rivas
(1996), exigen la formación de un ciudadano integral,
creativo, con pensamiento
crítico, educado hacia el crecimiento, la
participación e identificación con vecinos,
comunidades y grupos
organizados, para superar el individualismo y el
aislamiento.
Desde esta perspectiva, es imperativo mirar a la
educación
básica como el nivel donde se forma al futuro ciudadano, y
a quien se le debe proveer de una educación de calidad, por
ende, el nuevo diseño
curricular de la primera etapa de educación básica,
implantado a partir del período 1997-1998, tiene como
propósito: preparar a los niños
para que puedan aprender a aprender, aprender a ser, aprender a
hacer, aprender a emprender y a aprender a convivir. Este es un
cambio
funadamental que dará cambios positivos en pocos
años y reinvindicará el papel de la
escuela y el rol
del maestro en la escuela
venezolana (El Universal, p.D/2, Septiembre, 1977).
Así, como cambian las demandas de la sociedad,
también cambian las competencias
necesarias para que los individuos puedan vivir productivamente
en esta sociedad, cambios
que afectan a la enseñanza y con ella a la matemática. En este sentido, el Consejo
Nacional de Supervisores de Matemática, propone que todo ciudadano
necesita una serie de competencias
esenciales que le permitan desarrollar una amplia
comprensión de los conceptos y principios
matemáticos, razonar con claridad y comunciarse
efectivamente, reconocer aplicaciones y principios
matemáticos en el mundo que lo rodea y acercarse a los
problemas
matemáticos con confianza, entre otras cosas, de manera
que ingrese al nuevo milenio comenzando una vida adulta
responsable (Carl, 1989).
Todo lo anteriormente expresado, se tendría que
concretar, formalmente, en la escolaridad y se debería
utilizar el libro de
texto como uno
de los instrumentos de apoyo más idóneos para la
transmisión actualizada del conocimiento;
de esta forma se estaría respondiendo a una de las tareas
prioritarias de la política educativa de
una nación
como lo es, según Chall y Conard (1992), citados en Rivas
(1996), la elaboración y validación de textos
escolares apropiados.
Tanto Arrangóiz (1994), como Peña y
Gringberg (1977), coinciden en que los textos no son el centro de
gravedad del proceso de
enseñanza, sino bien un elemento
organizador de las experiencias de aprendizaje,
además dan seguridad a los
padres, a los alumnos y a los mismos docentes, porque este
recurso indica cuáles son los objetivos, los
contenidos y las actividades a realizarse en el aula de tal
manera que los tome como guía para lograr flexibilidad y
autonomía ante la posible rígidez del
currículum, y también para cumplir totalmente con
el programa del
grado respectivo.
A pesar, de las opiniones en contra del uso del texto
escolar, existen una serie de investigaciones
que corroboran su influencia positiva en el rendimiento
estudiantil. Se pueden mencionar los trabajos realizados por
Schiefelbein (1973), citado en Peña (1977), donde se
concluye que si se mantienen constantes otros factores y
sólo se varía la disponibilidad del texto, se
oberva que dicha variación influye en el rendimiento
escolar, generando aumentos de 10 a 30 por ciento de los
rendimientos promedios; también los trabajos del
Departamento de Secretaría Educativa del Convenio Andrés
Bello de la
Organización de Estados Americanos, que han demostrado
que a los niños
que se le proporciona un libro de
texto, alcanzan un mayor rendimiento que los que no lo tienen
(Fienmayor, 1997); a esto se agrega que, en un documento
publicado por el Banco Mundial
y titulado los Textos Escolares y el rendimiento
académico, se indica que en dieciocho evaluaciones
estadísticas, realizadas en diferentes
países, se observó que la disponibilidad de textos
era el factor que influía principalmente en la productividad
(Nuñez, 1998).
Al respecto, en la investigación llevada a cabo por Fontaine e
Eizaguirre, citadas en Nuñez (1998), se concluye que los
niños que habían tenido un libro de mejor calidad, se
desempeñaban considerablemente mejor que los que
habían utilizado un texto mediocre.
Al respecto, en la investigación llevada a cabo por Fontaine e
Eizaguirre, citadas en Nuñez (1998), se concluye que los
niños que habían tenido un libro de mejor calidad,
se desempeñaban considerablemente mejor que los que
habían utilizado un texto mediocre.
En Venezuela, es
preocupante la situación del texto escolar porque en un
estudio exhaustivo realizado en 1995, por el Centro de Investigaciones
Educativas TEBAS de la Universidad
Central de Venezuela, se llegó a la conclusión que
de los 1700 libros
analizados, la calidad de casi todos ellos dejaba mucho que
desear, y que aquellos que habían sido aprobados por el
Ministerio de Educación, no coinciden con lo que se
considera idóneo o más cercano a lo que
debería ser el texto escolar (Esté, 1995). Esto
trae nefastas consecuencias ante una tradición arraigada,
como es el seguimiento fiel al texto para organizar el trabajo en
el aula.
La anterior situación se presenta en el
país, a pesar que existe un basamento legal para la
evaluación de textos escolares. La Ley
Orgánica de Educación, es el documento más
importante con el que se cuenta para dar cumplimiento a esa
evaluación, a través de la figura
del Ministerio de Educación, a quien corresponde
planificar, orientar, dirigir, coordinar, supervisar y evaluar el
sistema educativo
(Qüenza, 1986).
El texto escolar tiene el compromiso de convertirse en
gestor del cambio
educativo, esto no solo es responsabilidad de su autor, pues para Linares
(1997), el texto también está mediado por la
editorial, el maestro y en última instancia por el lector.
Lo cierto es, que cada día debería ser mayor la
preocupación por mejorar su calidad, sobre todo cuando
este recurso va dirigido a los primeros niveles de escolaridad,
por ser esa primera etapa la base fundamental para la buena
formación del futuro ciudadano de un
país.
Tomando en cuenta la problemática del texto
escolar venezolano, y ante la preocupación del texto
escolar venezolano, y ante la preocupación de conocer si
los escolares del país ingresarían al nuevo siglo
XXI, adquiriendo una formación básica en
matemática pautada por los nuevos enfoques educativos o,
por el contrario, lo harían con un desfase intelectual
acentuado, se plantea la siguiente interrogante:
¿El texto escolar de matemática, de la primera
etapa del sistema educativo
venezolano, se adecúa a los cambios educativos que exigen
las corrientes teóricas emergentes del finales de siglo
?.
Objetivo general
Analizar el contenido del texto escolar de matemática, de
la primera etapa de educación básica venezolana,
según los cambios educativos exigidos por las corrientes
teóricas emergentes de finales de siglo.
Objetivos específicos
Identificar si la estructura
didáctica del texto escolar de
matemática, de la primera etapa de educación
básica, se sustenta en las teorías
pedagógicas emergentes de finales de siglo.
Establecer, cuál es la tendencia del nivel
psicológico y soporte neurocientífico, presentes en
el texto escolar de matemática
Determinar si las competencias esenciales de la disciplina
matemática: comunicar ideas matemáticas, razonamiento
matemático, aplicaciones a situaciones de la vida diaria,
atención a lo razonable de los resultados,
estimación, habilidades computaciones, pensamiento
algebraico, medida, geometría,
estadística, probabilidad y
clima para
el
aprendizaje; que se exigen para el nuevo milenio,
están presentes en el contenido del texto escolar de
matemática.
Analizar si el tipo y los procesos de
evaluación, propuestos en el texto escolar de
matemática, se basan en las teorías
actualizadas, sobre los criterios de evaluación, de
finales de siglo.
Recomendar los correctivos necesarios, en caso de determinar la
ausencia total o parcial de los lineamientos de los nuevos
enfoques educativos y de las competencias esenciales de la
matemática, para la adecuación del texto escolar de
matemática a los cambios educativos del nuevo
milenio.
La importancia del estudio radica en el aporte a la
comunidad
educativa del nivel básico, al informarle si el texto de
matemática funciona como elemento estratégico de
formación, actualización y transformación
social o, por el contrario, no se adecúa a los cambios de
finales de siglo, de tal manera que se tomen las decisiones
respectivas para la superación de esas carencias y
disparidades que, aún, podrían estar presentes en
el contenido del mismo.
El estudio está delimitado por el análisis de contenido de los textos
escolares de matemática, de la primera etapa de
educación básica, adaptados a la reforma curricular
vigente; tal análisis se fundamenta en el constructivismo,
como una de las corrientes pedagógicas con mayor auge
dentro de las tendencias de finales del siglo XX que, entre otros
aspectos, mantienen la posición que los libros de
texto deben transmitir la ciencia de
una manera interactiva, donde participen docentes y alumnos
dentro del contexto socio-productivo de su comunidad (Rivas,
1996).
Recuento histórico: desde la escuela primaria
hasta la
educación básica.
En Venezuela, la
gestación de la escuela básica data desde los
años 1936 y 1937, cuando la Federación Venezolana
de Maestros orientó sus luchas hacia la
masificación de la educación para lograr la
igualdad de
oportunidades y la renovación pedagógica (UPEL,
UNA, 1998).
La Ley de
Educación de 1940, establecía la división
del sistema educativo en ramas: preescolar,
primaria, secundaria, normal, especial y técnica, y
superior. Posteriormente, la Ley Orgánica de 1948,
establece una nueva división en niveles y modalidades, en
este caso, la educación primaria o primer ciclo comprende
lo seis primeros grados de la escuela venezolana, continúa
un ciclo básico común para la educación
media, y se mantiene la gratuidad y obligatoriedad de la
enseñanza, todo esto constituye un antecedennte importante
para la gestación de la escuela básica; en 1969, se
reforma la educación media en ciclo básico
común y ciclo diversificado.
En 1975, siguiendo lineamientos del V Plan de la
Nación,
se detectó una serie de deficiencias que obligaron a
rediseñar el sistema educativo y, es así como el
concepto de
educación básica se concreta en 1977, pero
sólo entre los años 1980 y 1988 es cuando se
establece como subsistema en etapa experimental (UPEL, UNA,
1988). En 1986, la comisión para el estudio del Proyecto
educativo Nacional informa que la no evaluación cabal de
los resultados de los diseños anteriores, conllevó
a que los contenidos programáticos de ese nivel estuviesen
recargados y pecaban de excesiva uniformidad, se le daba poco
énfasis a la formación profesional y no se tomaban
en cuenta la diferencias geográficas, culturales,
económicas y sociales (Duplá, 1991); al respecto,
el Plan de
Acción del Ministerio de Educación, en 1995,
indicaba que la educación venezolana se había
convertido en un gigantesco fraude respecto a
las expectativas de democratización, progreso y
maduración (Odremán, 1997).
Para el período 1997-1998, entra en vigencia otro
diseño
curricular, cuyo propósito es influir directamente en la
práctica pedagógica de los docentes, convirtiendo
el aula en un espacio para el desarrollo de
las experiencias significativas, así como también,
para controlar y disminuir los índices de repitencia y
deserción
escolar. Los programas de
estudio se simplifican en lo esencial, representados por la
transversalidad de los ejes (lengua,
pensamiento lógico, valores y
educación para el trabajo),
cruzado con sólo seis aasignaturas (lengua,
matemática, ciencias
sociales, educación
física y educación artística), (Arrieta,
1997).
La primera etapa de educación básica es un
período de integración que abarca tres grados:
primero, segundo y tercero, donde los ejes transversales se
desarrollan en el contexto de las areas académicas para
que el aprendizaje
sea global; se enfatiza en el área de matemática
por ser un medio para el mejor entendimiento del individuo, su
realidad y su relación con sus semejantes; es otra
herramienta dentro del proceso de
autoconstrucción, que plantea la formación de un
individuo más proactivo y capacitado para la vida en
sociedad (op. cit).
La enseñanza de la matemática en el
país, según Gutiérrez (1988), está
delimitada por un modelo
pedagógico claramente definido y se observa la falta de
continuidad histórica en las decisiones curriculares,
éstas se dan en un período
político-administtrativo determinado y se implantan sin
que se evalúe el anterior currículum. Sólo,
es a partir de 1912 cuando se inicia la orientación
oficial de la enseñanza de la matemática, mediante
programas que
debían renovarse anualmente, pero en 1915 se abandonan los
programas y se implanta un sistema mixto de programas y
sinópsis; tales programas siguen vigentes hasta 1963 sin
que se registren modificaciones curriculares relevantes. En la
etapa 1944-1963, la enseñanza sigue un enfoque calculista,
centrado en el contenido matemático de las operaciones; en
1976, se actualizan los programas adaptándolos a las
necesidades nacionales y regionales; en esa década de los
años 70, la enseñanza sigue el enfoque conjuntista,
centrado en los procesos de
razonamientos presentes en la teoría
de conjuntos de
la Matemática Moderna. En la década de los
años 80, se fundamenta en los principios cognoscitivos y
se aplica la teoría
de Jean Piaget,
sobre las operaciones del
pensamiento para así graduar el proceso de
enseñanza-aprendizaje;
también influyen las ideas de Freire, la noción de
aula-taller de Freire, el humanismo de
Carls Rogers, y se hace énfasis en el uso de la tecnología
educativa.
Para la década de los años 90,
según Fé y Alegría (1994), la
enseñanza de la matemática en la escuela
básica se caracteriza por su énfasis en la
memorización, el apuntismo y el miedo a la asignatura; su
enfoque se sustenta en una serie de mitos, entre
los que destacan: su enseñanza por igual en los contextos
urbano, rural e indígena; prioridad hacia su lógica
matemática más que hacia la psicología del
aprendizaje, énfasis en los objetivos
medibles, en los resultados y no en el proceso; dificultad de la
asignatura, a mayor contenido mayor aprendizaje y, además,
el alumno es sólo un repetidor de órdenes
previamente planificadas.
En el diseño curricular de 1997-1998, se plantea
como alternativa de solución a esta problemática,
el programa de
Biblioteca de
Aula, dirigido a la primera y segunda etapa de educación
básica para promover en los alumnos la construcción de significados mediante
procesos de aprendizajes activos y
participativos, proporcionando a alumnos y docentes, un conjunto
de materiales
educativos como recursos de apoyo
a los proceos pedagógicos de aula (González,
1997).
Para Flórez (1994), los modelos que
norman la forma de abordar la enseñanza de las ciencias son:
tradicional, conductista, romántico, desarrollista y
socialista; los tres últimos pertenecen al enfoque
constructivista, que plantea que el aprendizaje debe ser una
construcción del alumno, que modifique su
estructura
mental, que contribuya con su desarrollo
personal y que no se limite a la simple acumulación de
conocimientos, datos y
experiencias aisladas; porque lo importante no es informar sino
instruir, desarrollar y humanizar.
Para Rivas (1996), la evaluación ha pasado por
varias etapas: la medición, por objetivos instruccionales,
sin objetivos preestablecidos y la constructivista, donde se
plantea la negociación entre los participantes del
proceso para elaborar una opinión multifacética y
pluralista que estimule el mejoramiento de los resultados
obtenidos; deben considerarse los aspectos emocional, social,
cognitivo y valorativo, en presencia del mismo alumno y del
grupo. Para
Estévez (1996), son tres los procesos que se deben
evaluar: desempeño, desarrollo de
aptitudes, rendimiento y Chadwick (1994), establece algunos
criterios generales para la selección
de contenidos: valor
anticipativo, relevancia, identificación, transferencia,
equidad, participación, factibilidad,
eficacia y
eficiencia.
La mayoría de los libros de texto proponen
actividades de control,
recapitulación o autoevaluación, para observar el
logro de los conocimientos que propone. Se deben analizar todas
esas actividades de seguimiento y recapitulación,
diferenciando la evaluación diagnóstica de la
formativa; ya que los textos no pueden promocionar, entonces es
el docente quien debe elaborar esos controles de
evaluación sumativa (Alvarez, 1997).
En cuanto a nivel psicológico, son las ideas de
Jean Piaget, sobre
los estadios en la evolución del pensamiento, las más
aplicadas en las escuelas elementales popr su aporte respecto al
desarrollo de las estructuras
mental, sin embargo, (Alvarez, 1997), considera que a veces el
nivel de desarrollo psicológico alcanzado en un momento
dado, no tiene relación con la edad cronológica del
niño y, en este sentido cobran importancias las ideas de
Vygotsky sobre los niveles evolutivo real y potencial, el primero
define las funciones que ya
han madurado, el otro define aquellas que ya no han madurado pero
que se hallan en proceso de maduración y que se pueden
potenciar mediante la ayuda de otras personas, lo que permite
conocer en mayor medida cómo está su desarrollo
mental (Reig y Gradolí, s/f). Al respecto, se ocnsidera
que el texto es una herramienta que permite madurar el
aprendizaje, por ser un poderoso medio de autoinstrucción,
en la medida que se internalizan los pensamientos y acciones del
autor (Wells, s/f).
Por otra parte, en 1982, un neurocirujano demuestra
científicamente la existencia de dos hemisferios
cerebrales: el izquierdo y el derecho (Roo, 1993), que a pesar de
delimitar perfectamente sus funciones,
están en capacidad de interconectarse a la memoria
almacenada en el otro hemisferio para trabajar como un verdadero
sistema; ese proceso de pensamiento se ve afectado por el sistema
límbico, encargado de realizar y controlar las funciones
afectivas y emotivas del ser humano (Rivas, 1996); en conjunto
forman el cerebro
triuno.
Aún continúan las investigaciones respecto
a las funciones de uno u otro hemisferio. En los programas
instruccionales se procura, ingenuamente, la formación del
pensamiento crítico y el desarrollo de la creatividad,
pero lo que en realidad se fomenta es el desarrollo del
hemisferio izquierdo por sus funciones racionales, dejando a un
lado el incentivo a la creatividad y
emotividad del alumno (Heller, 1995).
Si bien es cierto la importancia de lograr el equilibrio de
ambos hemisferios, no menos cierto es que en ello se
debería involucrar aquellas competencias esenciales de la
matemática que permiten el desarrollo del pensamiento
lógico, del razonamiento, creatividad e
imaginación; bajo esta sugerencia, el Consejo Nacional de
Supervisores de Matemáticia, establece como prioritaria
las siguientes: resolución de problemas, comunicar ideas
matemáticas, razonamiento
matemático, aplicaciones a situaciones de la vida
cotidiana, atención a lo razonable de los resultados,
estimación, habilidades computacionales, pensamiento
algebraico, medida, geometría,
estadística, probabilidad y
clima para el
aprendizajes, pues el dominio de
éstas permitirá que se ingrese al nuevo milenio con
una formación básica al respecto (Carl,
1989).
Hipótesis
El contenido del texto escolar de matemática, de la
primera etapa de educación básica, adaptado a la
reforma curricular implantada a partir del año escolar
1997-1998, no se adecúa totalmente a los cambios exigidos
por las corrientes educativas emergentes a finales del siglo
debido, entre otras razones, a que mantiene la estructura
tradicional en modelos
pedagógicos y tipo de evaluación, continúa
aplicando los aportes de la Teoría Piagetiana sobre el
pensamiento, estimula el hemisferio cerebral izquierdo y no
considera, adecuadamente, las competencias esenciales exigidas
para el
conocimiento matemático en el próximo
milenio.
Metodologia
El diseño de la investigación sigue las modalidades
documental y de campo, es un estudio expost-facto porque se
evalúa la actualización psicopedagógica del
texto escolar de matemática adaptado a un nuevo
diseño curricular; es descriptiva y está basada en
el análisis de contenido manifiesto con un enfoque
cuali-cuantitativo, que da una visión holística al
tratamiento del estudio (Cabero, 1998; Hernández, 1997;
Tamayo y Tamayo, 1995; Ary, 1994); Hurtado, 1996).
La población está conformada por los
textos escolares de matemática, de los tres primeros
grados de la educación básica, adaptados al
currículum básico nacional vigente. Las editoriales
de esos textos son: Larense, Excelencia, Colegial Bolivariana,
Santillana, Básica y Monfort.
El instrumento de recolección
de datos fue validado por profesionales en el área,
está estructurado en cinco partes relacionadas con las
unidades de análisis de estudio: modelo
pedagógico, nivel psicológico, soporte
neurocientífico, tipo de evaluación y competencias
matemáticas; que se evalúan mediante una escala ordinal no
binaria sugerida en Tavella (1995); la confiabilidad medida por
el coeficienta de alfa de cronbach, es del 98.43 por
ciento.
3. Resultados De La
Investigacion
De los dieciocho textos escolares de matemática,
de la primera etapa de educación básica, se obtuvo
que: el modelo pedagógico constructivista destaca
sólo en un 33 por ciento de esos textos, la teoría
de Piaget se
aplica en mayor medida en un 83.33 por ciento; el hemisferio
cerebral izquierdo se fomenta con prioridad en un 16 por ciento,
mientras que en el porcentaje restante no se evidencia una
acentuada diferenciación entre uno u otro hemisferio; la
evaluación constructivista predomina en un 33 por ciento;
en un 100 por ciento está ausente la competencia
matemática del pensamiento algebraico y casi ausente las
habilidades computacionales; además, las que presentan
mayor predominio son: comunicar ides matemáticas (100 %),
estadística (83.33 %), razonamiento matemático,
medida, aplicación a situaciones de la vida diaria,
geometría y clima para aprender (66.66 % de los textos).
Las demás competencias también están
presentes, pero se manifiestan con poco porcentaje o de manera
aislada en esos textos de uno u otro grado de la primera etapa de
educación básica.
El análisis cualitativo refleja cuáles son las
características más resaltantes,
así como también las carencias que, con respecto a
las unidades de análisis mencionadas, se observan en el
contenido de los textos escolares de
matemática.
4. Conclusiones y
recomendaciones
La estructura didáctica del contenido del texto escolar
de matemática, de la primera etapa de educación
básica, está principalmente sustentada en los
enfoques pedagógicos ttradicionales, aún cuando
muestra
algunos elementos significativos de la teoría
constructivista.
La fundamentación psicológica del texto, se apoya
fundamentalmente en la Teoría de Piaget, y no muestra una
evidente tendencia hacia el desarrollo de uno u otro hemisferio
cerebral.
De las competencias esenciales de la matemática exigidas
para el nuevo milenio, principalmente se manifiestan las
referidas a la
comunicación de ideas matemáticas, medida,
razonamiento, aplicaciones a situaciones de la vida diaria,
geometría y clima para el aprendizaje; está ausente
el pensamiento algebraico y casi ausente, las habilidades
computacionales.
Se confirma la hipótesis planteada, sin embargo, a la
misma se agrega, que no se presenta una tendencia acentuada hacia
el fomento de uno u otro hemisferio cerebral.
Recomendaciones
En líneas generales, se sugiere que el contenido del texto
escolar de matemática, sustituya los esquemas
tradicionales por los lineamientos de la acción
constructivista, que le permitan su actualización y
adecuación a las nuevas tendencias educativas.
En ese sentido, el compromiso debería ser compartido por
el autor, las editoriales, docentes, representantes y alumnos;
así también, le corresponde al Ministerio de
Educación aplicar las leyes y
reglamentos referentes a la evaluación de libros de textos
para controlar la calidad de los mismos.
En cuanto a la fundamentación psicológica,
debería establecerse una semejanza entre la evolución del pensamiento del niño y
el desarrollo de la matemática, que partiendo de objetos
concretos y conceptos primitivos se ha convertido en una disciplina
científica y aún continúa su proceso de
construcción. Se deben incluir adivinanzas, rompecabezas,
contraejemplos y proposiciones divergentes, entre otras cosas,
para que el niño piense más, para que haga
más, para que desarrolle su pensamiento crítico,
analítico, divergente, para que opte por la
discusión de ideas bajo un clima democrático dentro
y fuera del ámbito escolar.
Para contribuir al desarrollo de ambos hemisferios cerebrales, se
podría incorporar en el contenido del texto,
artículos de prensa, cuya
lectura sea
objeto tanto de análisis como de síntesis;
a su vez, se fomentan valores de
responsabiloidad y honestidad;
así también se pudiese dar inicio a las nociones de
probabilidad ante casos de duda e incertidumbre presentes en las
encuestas,
pronósticos y juegos de azar
publicados en ese medio impreso.
Los textos deberían apoyar al docente en el buen uso de
las tecnologías, ya que no pueden mantenerse al margen del
empleo de la
calculadora y el computador,
que han contribuido a modificar las habilidades
matemáticas necesarias para el ciudadano del nuevo
milenio.
Los juegos
educativos, como estrategia de
solución de problemas, permiten que se combine el placer
con el trabajo, contribuyendo a la formación de actitudes
favorables hacia la matemática.
El pensamiento algebraico puede incorporarse siguiendo los
lineamientos del aprendizaje
significativo, minimizando el grado de abstracción al
ubicarlo en un contexto familiar al niño, lo que evita
dificultades insalvables en el manejo posterior de estructuras
más complejas.
Los textos podrían establecer un puente conceptual entre
los conocimientos previos del niño y el nuevo material por
aprender, al incluir preguntas de sondeo al inico de caca
tópico o como anticipo en las actividades propuestas del
tema anterior.
Finalmente, se sugiere que se incluyan hojas de registro
cualitativo que promuevan la evaluación multidireccional,
para valorar los cambios cognoscitivos, emocionales, afectivos,
sociales y valorativos, manifestados a lo largo de todo el
proceso de formación integral del niño.
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Autor:
Dra. Ycila García Fernández.