- Kiev
- El caso de
Hugo - La
genética del alcoholismo - El beber
"socialmente" y los efectos "sociales" de la
bebida. - La
miopía alcohólica y su efecto en la
cognición social - La
leyenda - El mecanismo de
defensa de la Racionalización - La plasticidad
cerebral, su significado y las memorias: Un cuento poco
contado. - En
resumen - Bibliografía
- Apéndice
El alcoholismo
social: Cuentos de hadas. El alcoholismo y la obesidad:
Leyendas de Rómulo y Remo. La Musa embriagada:
Cuentos, y más cuentos.
Para Eli Robins, en Washington
University, durante su tenencia como Profesor del
departamento de Psiquiatría, el alcoholismo era más
asunto de las consecuencias negativas del beber excesivamente,
que la circunstancia misma.
Esos eran los años sesentas del siglo
pasado, cuando fumar y beber fueran glamorosos, ya que todas las
estrellas del celuloide lo hacían de manera
estilizada.
Por contraste, hoy, como trastorno, el ingerir
bebidas alcohólicas, es para muchos, a menudo cargado con
notas moralizadoras y negativas, aunque todos profesan reconocer
los méritos del consumo social
de esta droga
poderosa. Pero, a pesar de todo, para Eli, el efecto
mismo constituía el vicio, lo que repitiera asiduamente,
aunque él fuera un abstemio declarado y convencido.
El efecto es parte del problema, aunque no lo es
todo.
La URSS de
antaño
Cuando un grupo de
nosotros visitáramos la Unión Soviética
gobernada por el bon vivant Leonid Brezhnev, en el
año 1982, el alcoholismo no sólo era rampante en
esa región, sino que era, asimismo justificado por las
condiciones en que vivieran los habitantes de ese reputado
"Paraíso Terrenal" — ¿o era Infernal? — que la
bota represiva del comunismo
mantuviera.
Vivir como esclavos, nunca ha servido bien a los
humanos como género. Y,
si empinar el codo proverbial — como seres dispuestos y libres
— mejora nuestras miserias, entonces bebamos y vivamos.
Así creen tantos que nos indican que quien, borracho vive,
se burla — o hace algo de peor gusto — en el resto de la
humanidad.
Porque la bebida en sí disfruta de mucha
historia y de
algún abolengo como hemos visto en otras lecciones.
Boris Yeltsin canta y bebe: Bienvenidos a la
Unión de Repúblicas Socialistas
Soviéticas
Hablemos aquí del beber socialmente
— Le jour de gloire est arrive
El significado de las labores del investigador
Donald Goodwin.
Para hablar de los efectos del alcohol, y
hacerlo de manera científica, el nombre de Donald Goodwin
no puede soslayarse.
Cuando visitáramos Kiev en la
Unión Soviética, lo que por invitación,
hiciéramos, fuimos testigos, de la "oportunidad"
frustrante de no poder ver las
cosas que, como profesionales y científicos, viniendo de
una conferencia en
la
República de Irlanda, esperábamos.
En Irlanda, donde estuvimos, se bebe, y, se bebe
mucho. Pero, la libertad
existe. En Rusia se bebe
más — mucho más, y no existían
libertades.
Todos, en nuestro grupo nos hallábamos
frustrados, por el comportamiento
de Daisy, nuestra acompañante socióloga, quien
nunca llegaba a tiempo a los
programas y,
quien a todos exasperaba porque mantenía el hábito
de provocar a nuestros amigos soviéticos — siempre
temerosos de disgustar a sus superiores — por no lograr
satisfacer todos los caprichos que a nuestra
compañera de tour se les antojaban.
"¡Oh, Daisy!" Siempre
repetíamos, logrando únicamente, no ser escuchados
por nuestra colega.
Daisy era afroamericana, lo que, aparentemente,
la hiciera sentir muy especial y privilegiada. Otros en nuestro
grupo eran judíos
y se sentían del mismo modo. Nosotros, bueno, nosotros
éramos nosotros, ya que no nos sentíamos
privilegiados.
Kiev
Los rusos creían que los miembros de
nuestro grupo de profesionales eran muy importantes. Pero, hasta
este momento, nunca sabremos la razón para esto, a menos
de que estuviera relacionado a mis trabajos, ya publicados,
acerca de las disorexias, y que fueran motivo para nuestra
invitación, por un profesor ruso, a quien
conociéramos durante un panel compartido, en la
conferencia en Dublín.
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