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Breve análisis de cada capítulo del libro el alma de La Toga de Ángel Ossorio (página 2)




Enviado por Laniado B.



Partes: 1, 2

Esto es algo que en lo personal me
parece que recae mucho en lo que es la familia y
los valores
que se enseñan en casa, porque hoy en día podemos
ver como valores tan
importantes como este, "la justicia", han
sido olvidados por muchos.

La
moral del abogado

Según nos dice el autor, se presupone que cuando
un abogado acepta un caso, es porque está defendiendo una
causa justa, y éste deberá hacer todo lo moralmente
y todo lo que dentro de lo justo cabe, para defenderlo. Pero me
pregunto yo, ¿quién decide lo que es moralmente
correcto y lo que no? Y aquí es donde entra otra cosa
importante que nos menciona el autor, "Abogado que sucumba al
qué dirán, debe tener manchada su hoja de servicios con
la nota de cobardía".
Pues para lo que muchos sea
correcto, puede que para otros no lo sea; y si nos dejamos llevar
por lo que dicen los demás jamás llegaremos a ser
quienes en un principio soñamos que
seríamos.

El Secreto
Profesional

Puede llegar a ser hasta gracioso, pero es totalmente
verídico que día a día nosotros hacemos lo
mismo, y es que no sabemos guardar secretos; porque se lo decimos
a "una" persona de
nuestra total confianza y esa persona se lo dice a otra persona
de su total confianza y así sucesivamente como nos explica
el autor. Y puede que en nuestra vida diaria aunque este mal
visto la gente lo hace pensando que no traerá muchas
repercusiones, pero en muchos de los casos si las
trae.

Como abogados, se debe evitar esto, pues al revelar un
secreto que le revela el cliente puede ser
totalmente atroz para el veredicto del juez. Aquí recaemos
en un punto tocado previamente en los capítulos
anteriores, y es que el abogado al aceptar un caso se presume que
es por una causa justa; y en lo personal yo opino que si al
abogado se le confía algún secreto que diga que el
cliente es totalmente culpable mejor deje el caso, sin tener que
revelar el secreto y no defender una causa que no es
justa.

También me parece que el abogado ni siquiera
debería de ser capaz de atestiguar en un caso contra su
cliente, porque en esos momentos puede que su buen juicio sea
nublado por motivos personales y al bajarse del estrado
todavía quede así como muy involucrado en el caso y
no se desenvuelva tan bien como abogado.

La
Chicana

Aunque, como nos dice el autor, hay casos en los que por
un buen motivo sea necesario hacer una chicanearía, queda
en la conciencia de
cada abogado hacerlo o no. Yo quisiera afirmar, que la chicana es
algo malo, porque de cierta forma es como tergiversar la ley para nuestro
beneficio, o más bien el beneficio de el cliente; pero, el
sentido de el buen desempeño de la abogacía es algo que
se ha ido perdiendo, donde la chicana puede que en ciertos casos
no sea tan mal visto como en otros.

Por ejemplo, puede que nosotros estemos totalmente
seguros que
nuestro cliente es inocente que las pruebas y
argumentos presentados son falsos y que la prueba primordial para
ganar el caso nos esté llegando por decir el jueves al
mediodía, pero la última sesión del juicio
es el miércoles en la tarde. Es aquí donde queda
totalmente a discreción del abogado si hace una
chicanearía por una buena causa o se rige por lo ya
estipulado por la ley, con posibilidades de perder el
caso.

Yo, muy sinceramente, haría una
chicanearía. Pues creo en mi cliente y si estoy
representando una causa justa me gustaría ver como la
justicia verdaderamente prevalece.

La
sensibilidad

Es totalmente acertado que la abogacía es una
constante lucha de pasiones, pero está en nosotros no
sucumbir a ellos. Esto no quiere decir que debamos ser totalmente
fríos y escépticos, sino que no podemos inclinarnos
por involucrarnos mucho o no involucrarnos en lo absoluto y
simplemente que sea una cuestión de ganar, por dinero, porque
como nos dice el autor esto nubla nuestro buen juicio.

Y es que muchas personas esperan conectarse en
algún momento con su abogado, es decir, que este pueda
sentir un poco de su sufrimiento. Pero me parece que el abogado
debería detenerse a analizar la situación,
preocuparse por su cliente sin pasar ese límite en el que
todo se vuelve personal y ampararse y hacer buen uso de lo que
dicta la ley.

El
desdoblamiento psíquico

Es muy interesante el punto este que toca el autor. Me
parece que para proceder muchísimo mejor en un caso, es de
gran importancia llegar a conectarse con el cliente. Para esto,
es bueno dejar a un lado nuestros intereses y nuestro bienestar,
y ponernos en los zapatos del cliente. No es cuestión de
olvidarse quiénes somos, sino el renunciar a ciertas cosas
que podrían interrumpir nuestro trabajo y
utilizar nuestras facultades como buenos abogados.

La
independencia

Tiene partes muy ciertas aunque al mismo tiempo difiero
con algunas de ellas. Pues está claramente establecido que
la abogacía se ejerce con libertad pero
este a su vez puede ser influenciado por lo que un asesor o
algún allegado le sugieran. Y es que cuando el autor
menciona que es difícil resistirse al llanto de una
mujer, o la
involucración de un miembro de la familia, estoy en
total desacuerdo. Porque sí, es verdad que la familia es
primordial en nuestras vidas, y lo digo yo que amo mi familia con
locura, pero cuando ejercemos la abogacía debemos
trasladarnos. Cuando defendemos a alguien más ya no somos
solo nosotros, en nuestro mundo ego centrista, sino que
está en nosotros velar por los mejores intereses de
nuestro cliente; claro está sin que esto vaya a opacar
nuestra moral y
nuestro sentido de la justicia.

Es un dilema bastante grande el aceptar un caso que
aunque no nos parezca de lo más justo, pero que
será muy bien remunerado "económicamente" hablando,
mas debemos poner nuestras prioridades en orden. Porque no es lo
mismo decirle a un abogado que tiene 8 hijos, cuya esposa no
trabaja y no atiende un caso de hace más de 5 meses que no
acepte el caso, pues tiene un deber con su familia de
alimentarlos a decirle a uno que atiende 4 casos al mes y no
tiene hijos ni está casado; aunque a fin de cuentas queda en
la conciencia de cada uno lo que debe hacer.

El
trabajo

La profesión de la abogacía es simplemente
maravillosa, y no lo digo porque esté estudiando para ser
abogada, puesto que en realidad lo hago porque me parece que es
indispensable saber un poco sobre todo y es eso lo que hace esta
profesión. Te hace leer tanto sobre diversos temas, pues
cada caso es totalmente diferente y necesita una
preparación diferente. Realmente está en cada
abogado decidir qué clase de aboga
quiere ser, porque si bien es cierto que la mayoría de las
personas a la hora de buscar un abogado quieren al de más
renombre, porque tiene un gran don de la palabra y de
persuasión, o porque tiene un currículo sumamente impresionante donde se
nota su gran educación, o por su
gran sentido de honradez, o simplemente por la cantidad de casos
ganados.

Éste es un trabajo que necesita de mucha
dedicación y esfuerzo, pero más que todo necesita
ser amada. Involucra muchos sacrificios, como el dedicarle
muchísimas de nuestras horas de sueño, aunque el
autor nos dice que es preferible que le dediquemos las primeras
horas de la mañana porque así el entregamos
nuestros primeros esfuerzos y no las de la noche en la que
simplemente le entregamos los residuos. Y vuelvo a decir que esta
profesión o se ejerce apasionadamente o no se ejerce,
añadiendo que dichosos son los que tienen la posibilidad
de ejercerla, porque no son muchas las profesiones que nos retan
tanto como esta, que siempre nos piden más y nos hacen
crecer muchísimo como individuos de una sociedad.

La
palabra

La palabra es un don, que muchos aun no hemos aprendido
a utilizar; al mismo tiempo puede ser un arma, ya que si no la
utilizamos correctamente tanto otras personas como nosotros
podemos salir heridos. Es cuestión de darle el uso
correcto y también del mérito respectivo, pues de
no ser por ella muchos de nosotros seriamos salvajes, ateos sin
motivo de existencia alguna, ya que gracias a la palabra es que
al pasar de los años se fueron difundiendo todas nuestras
creencias, explicaciones de existencia, se concretan
negociaciones, etc.

Ha como el autor se expresa sobre el uso de la palabra
en la abogacía, me da a entender, por muy tosco que suene,
que sobre todo debemos utilizarla correctamente para la comodidad
del juez. Puesto que nos dice que debemos ser breves, para que no
se aburra porque ya ha escuchado tantos argumentos a lo largo de
subida que si es corto hay más posibilidades que falle a t
favor; que hay que ser claros para que hasta el portero nos
entienda, además de que el juez esta fatigado y no quiere
oír tantos adornos en las historias; y así pues, no
es que no esté de acuerdo con esto que acabo de mencionar,
solo que me parece que no era necesario decir que es para
facilitarle la vida al juez, aunque así sea.

Y de igual forma me parece que Ángel Osorio
acierta mucho a la hora de explicarnos por decirlo de
algún modo la clave para el buen uso de la palabra. Porque
si bien es cierto que tanto la cordialidad hacia las otras
personas, ya sea el otro abogado, o el juez; el uso correcto del
léxico, mas no tan rebuscado pues lo que se intenta es que
se entienda lo que queremos transmitir; y la amenidad, pues es
muchísimo más agradable escuchar a es apersona que
nos habla con calidez y sencillez a la que nos habla de manera
tosca.

Abogados aprenden a manejar la
oratoria para
captar la atención de los jueces

Los jueces, como el resto de los trabajadores, acumulan
cansancio durante el día y a lo largo de la semana, por lo
que la capacidad oratoria de los letrados es fundamental para
captar su atención, algo en lo que se están
formando estudiantes de quinto de Derecho de Granada.

En un curso pionero, impulsado por la Delegación
de Justicia de la Junta y la Facultad de Derecho, los futuros
abogados aprenden técnicas
para enfatizar sus voces y darles
la entonación adecuada, para ser convincentes con la
comunicación no verbal y para aprovechar
todos los beneficios de una buena oratoria.

El profesor de
Oratoria, Julio García Ramírez,
explicó hoy que el buen abogado debe saber entender, para
lograr una comunicación eficaz "el estado de
ánimo del cliente y de su interlocutor", por lo que debe
tener en cuenta "el día y la hora del juicio, porque la
actitud de un
juez sufre el cansancio igual que la de los demás". "Es
cierto que los lunes estamos distraídos, los martes
más activos y los
viernes cansados, y que sobre mediodía sufrimos una bajada
de azúcar
que afecta a nuestra atención y nervios",
añadió el experto.

Los 314 futuros letrados que participan en este curso,
pionero en España,
aprenden trucos para exponer sus argumentos de forma convincente
y lograr sus fines. Hasta el momento sólo en el Colegio de
Abogados de Málaga se han impartido anteriormente clases
experimentales de oratoria, pero es la primera vez que esta
enseñanza llega a las aulas de Derecho. Los
alumnos agradecieron la oportunidad de participar en estas clases
prácticas e intensivas, que consideran una asignatura
básica y todavía pendiente en su
carrera.

El Estilo
Forense

Como ya he mencionado antes la abogacía es una
profesión para ser amada, de no ser así hay que ir
considerando otras profesiones. Es necesario sentir esa
pasión por la Justicia y por querer hacer justicia. Pues
estoy totalmente de acuerdo cuando el autor nos dice que "se
puede vivir sin belleza, sin riqueza, hasta sin salud, mas no sin justicia".
Es que en definitivas es algo primordial en la vida de toda
persona, pues de prevalecer la justicia, podríamos decir
que las riquezas estarían bien repartidas, que la belleza
la hallaríamos en todas las cosas y que las condiciones de
salud serian muchísimo mejores.

El abogado debe ser un artista, quizás no lo sea
desde su nacimiento, pero ha de prepararse hasta lograr
perfeccionar el arte de la
escritura y la
oratoria. Aparte de esto también necesita adecuar sus
capacidades como narrador, historiador, novelista,
psicólogo, dramaturgo.

Me agrada el hecho que ahora si se hace la
aclaración de que no hay que caer en adular al juez, si
bien es cierto él es el que tiene la última
palabra, pero así como nosotros tenemos que prepararnos
tanto el tiene que estar dispuesto a escuchar y prestar
atención por más cansado que esté de
escuchar largos argumentos, es su trabajo al fin y al cabo,
¿o no?; y de igual forma está en nosotros captar su
atención por medio de nuestras palabras.

Elogio de la
cordialidad

En mi percepción
lo que el autor nos quiere transmitir con este capítulo es
que a pesar de lo que se dice de los abogados y de los jueces,
eso que crea desconfianza entre ellos, hay que dejarlas a un lado
para un mejor desenvolvimiento entre todos. Además de que
nosotros no somos quien para juzgar a los
demás.

A fin de cuentas todos, tanto Magistrados como abogados
tenemos la misma misión, la
de trabajar por la justicia. Tanto es así que
podríamos ser comparados con químicos y
biólogos, tomando en cuenta que el bufete y el estrado
vendrían siendo nuestros laboratorios de
trabajo.

Conceptos
arcaicos

Todos los pueblos han evolucionado a lo largo de los
años, pero no necesariamente sus leyes a su paso.
Y claramente nos podemos dar cuenta de esto al leer el ejemplo
que nos hace Ángel Osorio. La verdad, es muy lamentable
que después de haber ocurrido el incidente, se haya
modificado la ley. Lo cual, sinceramente, no me sorprende, pero
tan siquiera es un avance; pues se dieron cuenta de que
había que reformar la ley.

Casualmente, en Panamá,
existe una ley que en pocas palabras nos dice que no se puede
juzgar a alguien utilizando una ley que no exista en el momento,
o sea que haya sido expedida después de haber cometido
algún delito (Constitución de la
república de Panamá,
Título III, Capítulo I, Artículo 31 –
Solo serán penados los hechos declarados punibles por Ley
anterior a su perpetuación y exactamente al acto
imputado).

Ya que la mencione, tomaré como ejemplo la
Constitución Panameña la cual en lo personal me
parece muy completa, aunque muchos la consideren anticuada.
Aunque hay varios artículos que no les vendría mal
una reforma, porque eliminarlos del todo sería
absurdo.

El arte y la
abogacía

Si bien es cierto, el arte se desarrolla por medio de
las pasiones y de los sentimientos. Y a los abogados se nos es
referido el don de la palabra, como arte la oratoria y la
escritura, que es la expresión artística más
elevada y noble. Al igual que otros profesionales desarrollan la
química,
la aritmética o el dibujo
lineal.

Es de vital importancia aceptar la invitación,
que es como me gusta verlo, que nos hace el autor de leer
más, de ilustrarnos. Pues como he mencionado antes, todo
caso es diferente, por tanto necesita una preparación
diferente para llevarlo a cabo. Y es por esto por lo cual todo
abogado siempre se hallara leyendo e ilustrándose sobre
diversos temas.

Así mismo como no puede haber un doctor sin
estetoscopio no puede haber un abogado sin libros, ya que
esa es nuestra herramienta de trabajo. Y es indispensable que
todo abogado tenga su propia biblioteca con
revistas jurídicas, novelas,
códigos, libros jurídicos nacionales,
crónicas, criticas, libros de historia, etc.

La clase

Es interesante ver como en una profesión como la
abogacía existe esa indiferencia hacia lo ajeno, y que al
finalizar un juicio ambos abogados puedan ir a tomarse un
café
sin molestia alguna. Y es que la gente tiene esta idea
equívoca de que los abogados deben vivir en constantes
luchas y pelitos con todo el mundo y no es así, a pesar de
que hay cierto desdén, aunque, elegante.

Bastante lamentable es que el abogado trabaje junto a
tantas personas y no tenga la mínima idea de lo que ocurre
en sus vidas. Esto se da en su mayoría porque el abogado
tiende a ser muy individualista, puesto que el abogado nunca
estudia fuera de sí mismo.

Aparte a esto, es de mucha relevancia mencionar que el
autor nos dice que al hablar de clases no quiere decir que
existan niveles de superioridad o algo por el estilo, sino que
hay diferenciación a como cada persona realiza sus deberes
sociales.

Cómo se hace
un despacho

Aunque el autor nos dice que en verdad tiene sus
dificultades el asociarse con otros abogados para formar un
despacho, por las posibles diferencias de opiniones y por la
división del crédito
de un juicio si a final de cuentas es solo uno el que se
involucra; yo opino que es una buena estrategia,
aunque en definitiva, a la hora de asociarnos debe de ser con
quienes compartan nuestros mismos ideales.

Me parece que el anuncio no tiene nada de malo, siempre
y cuando no caiga en arrogancia o en ofensas hacia algún
compañero letrado. Y al hablar de exhibición, solo
podría decir que si desde un principio no nos vamos
involucrando en el medio jamás podremos llegar a demostrar
nuestras capacidades. En otras palabras habremos estudiado por
gusto, porque de no ejercer, no podemos llamarnos
abogados.

La verdad me parece que todo lleva un orden y que para
haber llegado a ser Ministro, en un principio debió haber
sido un gran abogado, porque sino de nada vale ejercer un cargo
tan importante y no estar lo suficientemente
preparado.

Especialistas

Estoy totalmente de acuerdo con Ángel Osorio,
pues un abogado debe de saber de todo. Simplemente, sería
algo inconcebible que se le preguntara a un abogado que trabaja
como asesor legal en un banco sobre
algún problema penal y no sepa que decir. Las
especializaciones no son del todo malas pues siempre hay un
aspecto de la profesión que nos llama más la
atención, sin embargo, tener conocimiento
de todos los aspectos que constituyen el campo de la
abogacía es lo que nos lleva a ser abogados
completos.

Hospital Francés: el Gobierno
convocó a abogados especialistas en quiebras

Martes 28 de noviembre de 2006 |
19:16 (actualizado hace 833 días)

El jefe de Gabinete, Alberto Fernández,
convocó hoy a un grupo de
abogados especialistas que asesorará ad honorem al
Gobierno acerca de una salida jurídica a la quiebra del
Hospital Francés.

"Convocamos a estos profesionales porque tenemos que
resolver, jurídicamente, un nuevo Hospital Francés,
que no se vea afectado por la quiebra", señaló el
jefe de Gabinete en un comunicado difundido hoy en la Casa de
Gobierno, luego de la reunión, de la que participó
además, la titular del PAMI, Graciela
Ocaña.

"Convocamos a estos profesionales porque tenemos que
resolver, jurídicamente, un nuevo Hospital Francés
que no se vea afectado por la quiebra", resumió
Fernández.

El Hospital Francés es una empresa
privada en quiebra, que posee una deuda de 250 millones de pesos,
está con graves conflictos
gremiales, sueldos atrasados, trabajadores procesados y una nueva
intervención que el Gobierno nacional puso en funciones hace
dos semanas.

Este estudio de abogados se ha destacado por su
asesoramiento legal en el campo del derecho empresario y
Héctor Alegría, socio fundador, ha sido el redactor
de la Ley de Concurso y Quiebras Nro. 19.551 y de muchas de sus
reformas y modificaciones, se informó.

La
hipérbole

El autor nos hace un llamado de atención,
diciéndonos que no es necesario hacer uso de la
hipérbole. Pues aquellos abogados que gozan de tener buen
gusto, dignidad y
pudor, se dan cuenta que no es necesario llamar la
atención exagerando las cosas. Ya que con un buen
argumento, sencillo, pero bueno, basta.

La Abogacía y
la Política

Tomando como ejemplo Panamá, es muy
común que la mayoría de los que ejercen la política no sean
Abogados, ni siquiera Licenciados en Derecho. Es por eso que
vemos que el país no avanza, porque simplemente nuestros
dirigentes no están lo suficientemente capacitados para
hacerlo. En mi opinión muy personal, me parece que para
ejercer un cargo público tan importante como Diputado por
ejemplo, debe ser abogado.

Y así mismo como nos dice el autor,
no es común que un político quiera ser abogado,
pero si se dan muchísimos casos en los que los abogados
quieren ser políticos. Y es de lo más normal pues
es una de las cosas a la que todo abogado está
llamado.

Libertad de
defensa

No me parece adecuado que un particular pueda defenderse
por sí mismo. Sí, tiene razón cuando dice
que es vejatorio eso que le impongan pedir justicia por boca
ajena, pero ¿no es ese el motivo por el cual existen los
abogados? Es tan absurdo como decir que yo tengo derecho a gozar
de buena salud y por eso yo mismo me voy a prescribir los
medicamentos que necesito, sin saber si funcionarán o no.
Por algo están los doctores que han estudiado bastante
como para saber que medicamentos debe prescribirle a la otra
persona. Así mismo, me parece que no cualquier persona
tiene el vasto conocimiento de las leyes que tiene un abogado, y
no solo eso, sino el de saber cómo darle el correcto
uso.

El
amianto

No me parece justo que por ser abogado, no se pueda
tener acciones en
alguna compañía o ejercer un cargo de administrador en
ésta. Porque si bien es cierto, el abogado ejerce para
lograr la justicia y ecuanimidad entre las personas, sin embargo,
no por eso no significa que aparte de ejercer como abogado pueda
ser un hombre de
negocios.
Así mismo como un abogado puede escribir un libro,
publicarlo y hacerle publicidad, me
parece que un abogado puede ser dueño de varias
acciones.

Los
pasantes

No son muchos los pasantes que continúan
ejerciendo la profesión de la abogacía,
después de haber visto como funciona el bufete. Y yo creo
que en realidad esto se da porque como el autor nos menciona hay
verdaderos abogados que le piden al pasante su opinión con
respecto a un caso y como procederían; y a su vez hay
otros que hacen llamarse abogados pero en realidad no lo son pues
limitan la capacidad del pasante y lo hace pensar que como
abogado debe defender al que le pague sin importar lo
demás, lo cual no debería de ser.

Siendo pasante es que en realidad podemos ver
cómo funciona la verdadera abogacía, puesto que en
la Universidad
aprendemos muchísimo sobre la abogacía, pero es
solo teoría,
en la práctica muchas cosas pueden variar.

La defensa de los
pobres

No debería haber diferenciación entre un
pobre y una persona con más recursos,
refiriéndome a su defensa legal. ¿Por qué al
litigante pobre le ponen a un fiscal o un
defensor publico para que lo defienda? ¿Por qué no
hacer que los grandes abogados de renombre, y no solo ellos sino
todos, en algún momento tomen casos particulares con
litigantes pobres? Por decirlo de cierta forma, sería como
un pro bono.

El autor al final de este capítulo nos menciona
unas breves medidas a aplicar, con las cuales no estoy de
acuerdo. Comenzando por la segunda que nos dice que si el
litigante pobre pierde deberá pagar un día de
cárcel por cada 25 pesetas, esto me parece absurdo porque
estaría como estableciendo que ser pobre es un delito, que
por no poder pagar un
abogado debe de pagar con cárcel ¿qué clase
de insensatez es esta? Pero de igual forma las otras dos nos e
pueden quedar por fuera. No me parece justo que el abogado o
procurador encargados de la defensa del litigante pobre sean los
que deban cubrir los gastos, y no solo
eso sino que si no lo hacen no pueden ejercer. Les conviene
muchísimo más no defenderlo.

La toga

Es algo lamentable que en nuestra actualidad, los
abogados no usen la toga en los juicios. Ya que así mismo
como lo menciona Ángel Osorio, la toga inspira cierto
grado de respeto entre las
demás personas, es una distinción entre el abogado
al resto de los presentes en el juicio o la corte. La imagen de quien
porta la toga es de alguien bueno y sabio.

Está en nosotros defender ese largo legado que ha
dejado el usar la toga al paso de los años. Es de suma
importancia que le demos el uso correcto y comprendamos todo lo
que en realidad significa utilizar la toga.

El escándalo se oculta bajo la
toga

Los bufetes de Marbella gestionan miles de
sociedades de
clientes
extranjeros al estilo de algunos paraísos
fiscales

LUIS GÓMEZ – Marbella –
22/04/2007

"En Málaga siempre hemos distinguido entre
abogados de toga y abogados de costa", dice un catedrático
de Derecho. La distinción tiene un sentido:
aproximadamente un 40% de los cerca de 5.000 abogados colegiados
en Málaga desarrollan su actividad en localidades de la
Costa del Sol. La cuestión es que buena parte de esa
actividad está centrada en el asesoramiento mercantil y
fiscal de empresas de
ciudadanos no residentes. No ha sido casualidad que dos operaciones
policiales contra el blanqueo de dinero (Ballena Blanca e
Hidalgo) hayan puesto el foco de atención en dos bufetes
de abogados de Marbella (Del Valle Asociados y Cruz Conde), ni
que, sumado a la operación Malaya, se haya producido la
detención de 30 abogados. La conclusión es muy
clara para los expertos: Marbella actuaba en el mapa europeo como
un paraíso fiscal encubierto.

Fernando del Valle, Rafael Cruz-Conde y sus
colaboradores eran profesionales casi desconocidos en los
juzgados de la provincia. Su mercado estaba en
otro sitio. La expansión urbanística había
convertido a Marbella en un centro atractivo para la inversión de capital
extranjero, sobre todo tras la llegada de Jesús Gil. Esta
actividad atrajo a muchos profesionales. Se fundaron los primeros
bufetes. Marbella prosperaba como un centro de
negocios.

Algunos datos
estadísticos daban fe de ello: a lo largo de los
últimos años, Marbella era la ciudad andaluza donde
más sociedades
mercantiles se creaban. En el año 2003, por ejemplo,
Marbella (con 2.209 sociedades) superaba a Sevilla (1.936) y
Málaga (2.112), capitales que multiplicaban por más
de cinco su población. Esa situación se mantuvo
durante algún tiempo, aunque a partir de 2005 (fecha de la
operación Ballena Blanca), Marbella pasó a ocupar
el tercer puesto por detrás de Sevilla y Málaga. En
2006, llegó a perder la posición a favor de
Córdoba, para recuperarlo en los primeros meses de 2007.
En cualquier caso, Marbella era un caso sobresaliente. Otro dato
podía dar lugar a la reflexión: más de la
mitad de las más de 100.000 empresas domiciliadas en la
provincia de Málaga carecían de un trabajador en
nómina.
El epicentro de tanta actividad estaba en los bufetes.

"Cualquiera que trabajara con profesionales de Marbella
se daba cuenta de que los abogados de esa plaza terminaban
apoderando a miles de sociedades", cuenta un experto de un bufete
madrileño. "Esos abogados tomaban decisiones sobre
compras,
ventas,
movimientos de capital y aperturas de cuentas corrientes. Claro
está que habría que preguntarles también a
los bancos.
Detrás de tanta actividad había poca transparencia
a la hora de saber la identidad real
de quien estaba detrás de cada sociedad y de cada cuenta
corriente". Actualmente, la policía espera la respuesta de
30 sucursales bancarias sobre los movimientos efectuados en miles
de cuentas corrientes que acaban de ser bloqueadas con motivo de
la Operación Hidalgo.

"Debemos ser cautelosos", sostiene Manuel Camas, decano
del Colegio de Abogados de Málaga. "Es cierto que la Costa
del Sol se ha convertido en un centro de negocios, que muchos
extranjeros acuden a invertir como una actividad lícita y
deseada por todos y que lo que investiga la policía puede
tratarse de un fenómeno tangencial. Porque la delincuencia
no admite que lo es e intenta engañar a su propio abogado.
No es fácil establecer la línea de la sospecha. El
que llega al despacho acude con corbata y no es fácil
rechazar clientes en un mercado muy competitivo. Nos faltan
criterios de valoración. ¿De quién se
sospecha? ¿Con qué criterio se
sospecha?".

Marbella disfruta de unas condiciones muy atractivas.
Está cerca de un aeropuerto, es un centro turístico
internacional y se encuentra a media hora de un paraíso
fiscal, Gibraltar. Sin embargo, la expansión del negocio
en Marbella dejó a Gibraltar en un segundo plano. Las
operaciones policiales han demostrado cómo los bufetes
marbellíes ampliaron sus redes a lugares tan alejados
como Delaware (Estados Unidos) o
las Antillas Holandesas. Según los expertos, Marbella
había alcanzado su propio estatus y ya no dependía
de Gibraltar.

Cerca de 800 abogados están censados en el
colegio de Marbella. "Con que sólo una parte se dediquen a
la actividad mercantil, ya estamos hablando de un colectivo muy
alto", dice un experto. Han proliferado nuevos despachos en otras
localidades de la Costa del Sol (Torremolinos, Fuengirola y
Estepona fundamentalmente). Todos ellos son sedes sociales de
miles de empresas constituidas en notarías de la costa.
Este es otro dato a tener en cuenta: Marbella disponía de
diez notarios en activo, cuatro de los cuales han sido imputados
por la justicia en operaciones anti blanqueo.

Abogados de toga y abogados de costa. La
distinción se mantiene. También habría que
preguntarse qué sucede con notarías y sucursales
bancarias. Todas las alarmas han vuelto a fallar en
Marbella.

La mujer en el
bufete

Debo ser honesta, antes de leer este capítulo me
imaginaba que iba a desbordarse de ofensas hacia la mujer y de
razones por la cual las mujeres no deben trabajar en un bufete.
Pero terminé por encontrarme con muchas virtudes que
poseen las mujeres. A excepción de cuando menciona algo
que me sonó un tanto despectivo y machista, diciendo que
la mujer debe reputar su función
como nobilísima y admirable, auxiliarle hasta donde sus
fuerzas lleguen y el esposo necesite y ver los quehaceres de su
compañero por la faceta glorificada y no por el
prosaísmo pecuniario.

Me parece que la época en la que el autor
escribió el libro, que por cierto fue hace unos noventa
años atrás, influye bastante en como el autor ve a
la mujer. Por esto simplemente no voy a criticar al autor, pues
creo que de haber escrito el libro en esta época hubiese
omitido el capitulo, pues no haría diferenciación
entre hombres y mujeres.

De igual forma, es muy interesante ver como se resalta
la importancia del valor de la
familia para el abogado y como halaga a la mujer y sus instintos,
que rara vez dejan de acertar. También como menciona la
importancia de una mujer en la vida de todo abogado (hombre).
Así mismo como exalta la tenacidad, la grandeza moral, el
desprendimiento de bienes
materiales, el
sacrificio y la abnegación de las mujeres que son madres a
la hora de defender a sus hijos, pues es muy acertado que una
madre haría cualquier cosa por el bienestar de su
hijo.

Agence France-Presse – 23.1.2009 22:02

Chile: otorgan título de 'abogada' a mujeres que
ejercen la profesión

Por primera vez en Chile habrá abogados y
abogadas, ya que la Corte Suprema aceptó este viernes la
diferenciación de géneros entre las personas que
ejerzan dicha carrera, tras aprobar una idea planteada por la
Universidad de Chile.

"De ahora en adelante todos los títulos de las
abogadas que ejerzan la abogacía en Chile se denominan
'abogada'", anunció el vocero en ejercicio de la Corte
Suprema, Hugo Dolmestch.

El juez recalcó que la medida "ayuda al
reconocimiento cultural de las mujeres en una carrera dominada
por el género
masculino", en un país con marcadas diferencias entre
hombres y mujeres.

Chile fue el primer país de Sudamérica en
tener una presidenta, cuando en 2006 asumió la mandataria
socialista Michelle Bachelet. Sin
embargo, aún persisten las diferencias de género en
varios aspectos.

La participación femenina en la política
es aún escasa: en el Parlamento hay sólo 18
diputadas, equivalentes al 15% del total, y dos senadoras, que
representan un 9,5%.

Según un informe de
la
Organización Internacional del Trabajo, la
participación laboral femenina
en Chile es la más baja de América
Latina, con una representación de un 38,5%, casi 10
puntos porcentuales menos al que se registra en países con
igual nivel de desarrollo
económico y social.

Las mujeres chilenas además ganan el 87% del
sueldo de los hombres. En tanto, luego de divorciarse los
chilenos pueden volver a casarse de inmediato, mientras que las
divorciadas deben esperar al menos 270 días para contraer
nupcias nuevamente, según el Código
Civil.

Decálogo del
abogado

Primero que todo, es muy importante
mencionarlos.

  • No pases por encima de un estado de tu
    conciencia.

  • No afectes una convicción que no
    tengas.

Hay que confiar en nosotros mismos y de creer que una
causa no es justa, no debemos defenderla, pues nosotros estamos
para hacer que prevalezca la Justicia.

  • No te rindas ante la popularidad ni adules a la
    tiranía.

No debemos dejarnos llevar por lo que digan los
demás, ni sucumbir ante las tentaciones de dinero que nos
puedan ofrecer. Nuestra integridad no tiene precio.

  • Piensa siempre que tú eres para el cliente y
    no el cliente para ti.

Es nuestro deber defender los intereses del cliente y
para esto debemos dejar a un lado nuestros intereses personales y
pensar en los del cliente.

  • No procures nunca en los tribunales ser más
    que los magistrados, pero no consientas ser menos.

Siempre debemos gozar de una alta autoestima, al
fin y al cabo somos nosotros los encargados de luchar por la
Justicia; pero, no debemos permitir que esto caiga en arrogancia
frente a los demás.

  • Ten fe en la razón, que es lo que en general
    prevalece.

Debemos confiar en nuestros conocimientos y en todo lo
estudiado, ya que así tenemos pruebas de lo que decimos y
es más factible.

Nuestra integridad como abogados y nuestros valores
siempre deben prevalecer por encima a lo que dicta la
ley.

  • Aprecia como el mejor de los textos el sentido
    común.

No hay mejor guía para nuestro buen
desenvolvimiento como abogados que el sentido común,
debemos guiarnos por lo que nos dicta nuestra
razón.

  • Procura la paz como el mayor de los
    triunfos.

Nosotros somos un medio para lograr la justicia, cuando
haya justicia habrá paz, y es ahí donde podremos
realmente decir que hemos triunfado.

  • Busca siempre la justicia por el cambio de la
    sinceridad y sin otras armas que las de tu saber.

No necesitamos de chicanerías, para lograr la
justicia. Basta con nuestros conocimientos, ser sinceros y hacer
buen uso de la palabra.

Conclusiones

Gracias a la lectura y
análisis del libro de la Alma de la
Toga, he comprendido más a fondo lo que en realidad es ser
un abogado, las características que debe poseer, sus
luchas, sus defectos, sus virtudes y sus motivaciones.

Siento que mi punto de vista con respecto a esta
profesión no ha variado mucho, pues siempre la he
considerado de las más importantes y cultas que hay. Y es
muy grato saber que un abogado bastante distinguido como
Ángel Osorio siente ese llamado para inspirar a más
jóvenes que están incursionando en la carrera a que
sigan sus verdaderas pasiones y amen su
profesión.

Estoy muy orgullosa de poder decir algún
día que "soy una ABOGADA". Pues es una profesión
maravillosa, que no solo está para defender a los
demás, sino también para hacernos mejores personas
y más cultas.

 

 

 

 

 

Autor:

Laniado B.

Partes: 1, 2
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