Corrupción un Cáncer para la Sociedad. Enfrentamiento, experiencia cubana
- Problemas del
mundo contemporáneo, sus efectos, sobre la ética
y los valores - El
neoliberalismo y la consecuencia para los pueblos - Razones y
efectos económicos - Razones y
efectos sociales - El pensamiento
ético de la nación ante la corrupción, en
las ideas de sus principales paradigmas - La
práctica cubana en su lucha contra la corrupción
y el delito, las ilegalidades e indisciplina - Bibliografía
Problemas del
Mundo Contemporáneo, sus efectos, sobre la ética y
los valores.
A decir de Ramonet (2004). ochenta años después,
la Unión Soviética se ha ido a pique y el mundo
experimenta otra gran mutación, que he dado en llamar la
segunda revolución
capitalista y como la primera, es el resultado de la consecuencia
de un haz de transformaciones sobrevenidas en tres campos:
En primer lugar en el ámbito tecnológico: La
informatización de todos los sectores de actividades y
la revolución digital (sonidos, texto e
imágenes trasmitido a la velocidad de la luz mediante
códigos únicos) han permitido la
realización de las autopistas de la información
y llevan aparejados cambios revolucionarios en el trabajo, la
economía, las comunicaciones, la educación, la
creación, el ocio, etc.
En segundo lugar en el ambiente económico, las
nuevas tecnologías favorecen la expansión de la
esfera financiera y estimulan las actividades que poseen
cuatro cualidades fundamentales: globalidad, permanencia,
inmediatez e inmaterialidad. El bing bang de las bolsas y las
desreglamentación impulsados en los años
ochenta por Margaret Thatcher[1]y Ronald
Reagan[2]han favorecido a la
globalización de la economía que constituye la
dinámica fundamental de este inicio de siglos y a
cuyas influencia ningún país puede
sustraerse.
En tercer lugar, en el ámbito sociólogo. La
dos transformación antes dicha hacen tabla rasa de las
prerrogativas tradicionales del Estado – Nación e
invalidan cierta concepción de la
representación política y del poder. Este
antaño, jerárquico, vertical y autoritario,
tiende hoy a adoptar una estructura reticular, horizontal,
gracias a la manipulación de las conciencias que
facilitan los grandes medios de masas- consensual.
Desorientadas, las sociedades se
lanzan a una búsqueda desesperada de sentido y de modelos, pues
estos tres grandes cambios se producen simultáneamente, lo
que acentúa el efecto de choque.
Al mismo tiempo, dos de
los pilares sobre los que descansaba las democracias modernas –
el progreso y la cohesión social -, son reemplazadas por
otras dos – la
comunicación y el mercado – que
desvirtúan su naturaleza.
La comunicación convertida en la primera
superstición del tiempo presente, se nos ofrece como medio
capaz de regularlo todo, incluido los conflictos
interpersonales, tanto en el seno de la familia,
como de la escuela, la empresa, la
fabrica o el Estado. Es
la pacificadora universal. Sin embargo, cabe temer que su misma
abundancia origine una nueva forma de alienación y que sus
excesos, en lugar de liberar las conciencias, acaben
aprisionándolas.
En la actualidad, el mercado tiende a gestionar, a reglamentar
todas las actividades humanas. Antaño, ciertos
ámbitos – la cultura, el
deporte, la
religión–
se mantenían fuera de su alcance. Ahora, son absorbidos
por las esferas del mercado. Los gobiernos le ceden terreno de
forma gradual y le abandonan actividades del sector
público (electricidad,
ferrocarriles, correo, enseñanza, etc.) mediante las privatizaciones. Sin embargo, el mercado sigue
siendo el principal enemigo de la cohesion social (y de la
cohesión mundial), pues su lógica
solo concibe una sociedad
dividida en dos grupos: los
solventes y los insolventes. Por naturaleza el mercado es un
productor de desigualdades lo que no le impide exhibir una
arrogancia pasmosa.
El neoliberalismo
y la consecuencia para los pueblos.
En el mundo actual, ningún proyecto
político económico y social puede soslayar las
transformaciones operadas en la ciencia y
la técnica, ni su connotación en las más
diversas esferas según Regalado, R y Gil, F. 1997.
El neoliberalismo
es la doctrina que se corresponde con la implantación del
nuevo patrón de acumulación y modelo de
dominación capitalista, la cual impone a los países
no desarrollados:
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