- La política
económica de Frondizi
Enfrentamiento y división del ejército: Azules y
Colorados
Las políticas de Illia
El derrocamiento de Illia. Onganía al
poder
Los tiempos del gobierno de Onganía
El gobierno de facto del General Levinsgton y los conflictos
sindicales del período
El crecimiento hacia adentro con la
implementación de ISI, se dio, como ya vimos, en la
Industria
liviana, la industria pesada se desarrolló muy lentamente
como para satisfacer la demanda local,
por lo que se seguían importando bienes de
capital para
poder
modernizar y ampliar la primera (recordemos que la ISI
satisfacía la demanda interna, no se industrializó
para exportar, así como también era necesaria la
importación de productos de
la industria pesada)
Frente a esta situación, a partir de l950, los
gobiernos de algunos países latinos como Méjico,
Argentina y Brasil, a los que
se sumaron más tarde Venezuela,
Colombia y
Perú comenzaron a aplicar las teorías
desarrollistas.
Las mismas sostenían que:
se hacia necesario la industrialización de
productos básicos: petróleo, química,
siderurgia, maquinarias, a fin de abastecer al país de
los bienes industriales que necesitaba y terminar
definitivamente con la dependencia externala industria liviana, no sólo debía
cubrir las demandas del mercado interno, sino también
producir para exportarla expansión de la industria pesada
debía permitir modernizare el campo, aumentando la
producción.
Para poner en marcha estas teorías
desarrollistas, se necesitaba inversión de capital, y los estados
latinoamericanos (en su mayoría), no contaban con el
mismo. A esto se sumó la crisis del
comercio
internacional en los primeros años de la década
de l950, provocando problemas en
aquellos gobiernos que venían desarrollando políticas
económicas nacionalistas y populistas.
En estas condiciones, se produjo el proceso de
TRANSNACIONALIZACIÓN DE LAS ECONOMÍAS
LATINOAMERICANAS. Los gobiernos latinoamericanos se vieron
forzados a recurrir a la participación de nuevos capitales
extranjeros.
Pero la llegada de los nuevos capitales durante la
década del 60 a través de IED (inversiones
extranjeras directas, es decir, no controladas por los Estados),
contrariamente a lo esperado, no sólo NO ELIMINO LA
DEPENDENCIA DE LOS INSUMOS IMPORTADOS, sino que en muchos casos
la agravó:
la instalación de filiales de empresas
transnacionales concentró la actividad industrial en
beneficio del capital extranjero.Por el motivo anterior, las burguesías
industriales locales se subordinaron a los capitales
extranjerosLas IED contribuyeron a la descapitalización
de las sociedades latinoamericanas, ya que las empresas
enviaban las ganancias a sus países de
origen.
Desde el punto de vista político: los inversores
extranjeros, antes de radicarse en un país de América
Latina, exigieron a los gobiernos "seguridad" para
sus inversiones, reclamando completa subordinación de la
fuerza
laboral y
control de las
tendencias combativas del sindicalismo.
Durante la década del 60, se manifestó que las
medidas que favorecían la instalación de capitales
extranjeros entraban en contradicción con los intereses de
la "masa de trabajadores"
La política
económica de Frondizi
Frondizi llega al poder en l958, con el apoyo de la
UCRI, sectores peronistas y comunistas. Inició su política
económica otorgando los aumentos salariales prometidos
al sector peronista e intentó volver a los acuerdos
obreros-patronales del período peronista.
La experiencia desarrollista: influenciado por su asesor
Rogelio Frigerio, desde el punto de vista económico, el
presidente puso énfasis en la integración política de todos los
argentinos y en el desarrollo
económico impulsado por el capital extranjero (aunque
en sus discursos
atacaba el imperialismo
inglés).
Hacia fines de l958 se sancionó la Ley de Promoción a las inversiones extranjeras,
leyes de
radicación de capitales extranjeros y de Promoción
Industrial. Todas ellas garantizaban las inversiones extranjeras
y facilitaron el envío de ganancias hacia los
países de origen del capital. En medio de intensas
discusiones, el gobierno
entregó áreas de explotación de petróleo a
compañías extranjeras, principalmente
norteamericanas.
Esta política pretendía sacar al
país del subdesarrollo
a través del impulso de un crecimiento industrial
acelerado y fomentando las industrias
básicas. Para ello se favoreció las inversiones
extranjeras sobre todo en la producción de automotores, petróleo y siderurgia, y estableció
acuerdos con organismos internacionales (como el FMI),
alejándose de sus anteriores posturas
nacionalistas.
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