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El desarrollismo: estrategia para la profundización industrial en América Latina (página 2)




Enviado por Laila



Partes: 1, 2

Sin embargo, el gobierno no pudo
evitar un proceso de
fuerte inflación y serias dificultades en la balanza de pagos.
Si bien, como ya vimos, los sueldos habían aumentado, la
estrategia
fiscal y de
flexibilidad monetaria derivó en un aumento de la oferta
monetaria y la consiguiente inflación.

A partir de esta crisis,
Frondizi varió el rumbo económico y se
inició una política de ajuste
liberal a través del:

Plan de Estabilización que
consistió en:

  • congelamiento de salarios

  • eliminación de las medidas regulatorias del
    Estado

Esto generó desocupación y agudizó los conflictos
sociales y pronto enfrentó al gobierno con los sindicatos. En
enero de l959 se produjo una larga e impactante huelga en el
frigorífico Lisandro de la Torre, y el gobierno
adoptó políticas
represivas que consistió en la intervención de los
sindicatos y la puesta en marcha del plan CONINTES
(Plan de Conmoción Interna del Estado), que
incluía la utilización de las Fuerzas Armadas para
reprimir las protestas obreras. El resultado fue el control de los
trabajadores por parte del estado y una nueva caída de los
salarios. Esto
significó también una dura derrota para los
sectores combativos del sindicalismo.

La designación de Alzogaray era parte de la
necesidad de atraer capitales extranjeros.

El crecimiento de la economía entró, a fines de l96l, en
un nuevo ciclo recesivo. Por un lado la inflación, por
otro las enormes dificultades para afrontar la balanza de pagos,
que se agudizó con la escasa cosecha de ese
año.

El crecimiento de la deuda externa y
la falta de pagos llevaron al FMI a declarar al
país en incumplimiento de los acuerdos y a imponer una
serie de condicionamientos de carácter financiero para refinanciar la
deuda. Como consecuencia, cayó la inversión de capitales extranjeros, y se
dio la "fuga" de otros. La crisis se profundizaba por la
inestabilidad política y por el retiro del apoyo a
Frondizi por parte de los militares y de los sectores más
liberales.La política internacional: la estrategia externa
de Frondizi también le acarreó problemas. Por
un lado, se manifestaba como entusiasta de la Alianza para el
Progreso de Kennedy, y por el otro, en mayo de l959, se
negó a condenar al gobierno revolucionario cubano de
Castro. La entrevista
al Che Guevara en
Punta del Este en l96l, le generó desconfianza por parte
del ejército. Finalmente, Frondizi, en el contexto
internacional de la Guerra
Fría, y ante las presiones del ejército,
rompió relaciones diplomáticas con Cuba.

La política electoral: En l962, se llamaba a
elección de gobernadores. Frondizi permitió la
presentación de los candidatos peronistas por un lado, y
por otro dio por finalizado el plan estabilizador conducido por
Alzogaray y retomó las políticas sociales del
comienzo de su mandato (jugada política para asegurar el
destino de su gobierno).

El peronismo obtuvo
victorias en las pcias. de Buenos Aires,
Jujuy, Chaco, Misiones, Neuquen, Río Negro, Salta, San
Juan, Santiago del Estero y Tucumán. El resto para la
UCRI.

Frente al amplio triunfo del peronismo, Frondizi
intentó dar marcha atrás, y presionado por los
militares, interviniendo algunas provincias para evitar el acceso
de los ganadores al gobierno. Sin embargo, los partidos
políticos no lo apoyaron, la UCRP pidió la
anulación de las intervenciones y la renuncia de Frondizi
a la presidencia. El 28 de marzo de l962, los comandantes en jefe
del Ejército pidieron la renuncia del presidente. Ante la
negativa de éste, fue detenido y enviado a la Isla
Martín García. A lo largo de su gobierno, las
Fuerzas Armadas había realizado más de 30 planteos,
institucionalizando las crisis militares y afectando con ello el
sistema
político global.

De acuerdo con la Ley de
Acefalía, dado que el vicepresidente Gómez no
había sido reemplazado después de su renuncia,
asumió el senador José María Guido como
presidente de la Nación
(era presidente del Senado).

EL gobierno de Guido era débil y carecía
de autoridad y
autonomía. Guido debió intervenir las provincias
donde había ganado el peronismo aún contra su
voluntad.

Nueva proscripción al peronismo: Se fijó
fecha para las elecciones presidenciales, en octubre de l963. El
gobierno de Guido intentó unir a los radicales para
conformar un partido mayoritario capaz de vencer al peronismo,
pero esta idea era inviable. Finalmente, los sectores más
antiperonistas controlaron el gobierno, y Guido debió
firmar el decreto ADROGUE, por el cual se sancionó un
estatuto que prohibía la participación política y la propaganda del
peronismo. Pocos días después, el 3 de septiembre
de l962, se limitó el derecho a huelga.

Enfrentamiento y
división del ejército: Azules y Colorados

Ante esta situación, el peronismo hacía
más críticos sus discursos,
pero no los ponía en práctica. Toda esta
incertidumbre política se desarrollaba en un contexto de
retracción económica y se agravaba por los
constantes enfrentamientos dentro del mismo ejército (que
había comenzado desde la Revolución
Liberadora)

AZULES: Eran legalistas, estaban de acuerdo con permitir
el acceso condicionado de ciertos dirigentes peronistas con el
fin de lograr la normalización institucional. Muchos de
ellos también deseaban alejar al ejército del
gobierno para reestablecer la unidad y disciplina
militar. (Fuerza
Aérea y caballería del Ejército)

COLORADOS: pretendían imponer un gobierno militar
mientras no se pudiera erradicar al peronismo. Eran
antiperonistas, y deseaban también terminar con el
poder de los
sindicatos peronistas (Marina, Infantería y
artillería del Ejército, encabezados por
Aramburu)

En el mes de septiembre de l962, azules y colorados se
enfrentaron en un breve combate del que saldrían
triunfantes los azules. Éstos, encabezados por Juan Carlos
Onganía, pretendían poner en práctica un
proyecto de
carácter industrial y desarrollista, contando con el apoyo
de sectores nacionalistas y de grupos
frondicistas. Propusieron llegar a un acuerdo en las elecciones
con un peronismo sin Perón, por
ejemplo la Unió Popular, partido neoperonista.

Sin embargo, y a pesar del triunfo militar azul, los
conflictos
dentro del ejército continuaron, a lo que se sumó
las protestas de la Sociedad Rural
y la UIA. La crisis económica se profundizaba. El ministro
Alzogaray anunciaba que los sueldos y aguinaldos se
pagarían en cuotas, mientras la inflación
crecía y el gobierno firmaba acuerdos con el FMI. En este
clima de
desorden y confusión, se impulsó el llamado a
elecciones constitucionales. En este marco, la campaña
electoral no sólo estuvo atravesada por el ya tradicional
enfrenamiento entre peronistas y antiperonistas (a los que ya se
denominaba gorilas), sino por numerosos paros y
huelgas.

En junio de l963, el gobierno, presionado nuevamente,
retomó la línea dura y prohibió a la
Unión Popular.

Simultáneamente, fracasaba el intento alentado
por Perón y Frondizi tendiente a conformar un Frente
Nacional y Popular. Ante estas circunstancias, Perón
desde el exilio proclamó la abstención
revolucionaria y llamó a votar en blanco, postura imitada
por Frondizi.

La caída de Frondizi: el l7 de marzo de l962, las
tres armas
habían pedido el alejamiento de Frondizi. A pesar de la
resistencia del
presidente, debió alejarse del poder.

De acuerdo con la ley de acefalía (gobierno sin
poder presidencial), asumió el senador José
María Guido (presidente provisional del Senado),
quién juró ante la Corte Suprema y asumió
como Presidente de la
República.

El gobierno de Guido fue un gobierno títere de
las Fuerzas Armadas, sólo representaba una
fachada de legalidad
democrática. Las fuerzas armadas estaban divididas, a
partir de la "Revolución Libertadora", y luego de cada
enfrentamiento entre facciones de las Fuerzas Armadas, el bando
ganador ponía en escena un nuevo elenco
gubernamental.

Esta inestabilidad política de funcionarios se
correspondió con una profunda instabilidad en las
políticas públicas, lo que agudizo la crisis
económica, social y política.

Los azules imponen su autoridad: El general
Onganía, representante de la facción de los azules,
impuso su autoridad, decidido a restablecer la autoridad y el
respeto por los
mandos naturales en el interior de las Fuerzas Armadas, para
profundizar la capacitación dentro del ejército y
el abandono de la política. Proponía mantener y
afianzar el Poder
Ejecutivo y asegurarle libertad de
acción
a fin de concretar en breve la vigencia de las disposiciones
constitucionales.

Luego de un enfrentamiento armado, los azules vencieron
a los colorados y el Presidente Guido designó al general
Onganía como Comandante en Jefe del Ejército. Desde
su nuevo cargo, el general controló la
reestructuración del gobierno.

Hacia las elecciones generales de julio de
l963: la crisis militar y política, profundizó la
crisis económica. El ministro de economía,
Álvaro Alzogaray anunció que los sueldos se
pagarían en cuotas, crecía la inflación, y
aumentaba la deuda externa.

El movimiento
sindical, presidido desde ese año por Alonso,
inició una política agresiva de denuncias y
acción directa, organizando huelgas y generando conflictos
con muchos miembros.

En este marco se desarrolló la campaña
electoral, polarizando el espectro político entre
peronista y antiperonistas (llamados "gorilas").

Las
candidaturas

  • La UCRI, el Partido Conservador Popular, el Partido
    Federal, el Demócrata Cristiano y la Unión
    Federal, constituyeron el Frente Electoral Nacional y
    Popular,
    que incluía al Movimiento Justicialista.
    Todos firmaron el Acta de Coincidencia y lograron la
    personería electoral (para participar de las
    elecciones) bajo el nombre de Unión Popular.
    Las presiones militares para evitar el retorno del peronismo,
    quebraron la Unión. Frondizi mantuvo su compromiso con
    la Unión Popular y llamó a votar en
    blanco.

  • La UCRI llevó como candidato a presidente a
    Oscar Alende

  • La UCRP consagró la fórmula
    Illia-Perette.

  • La UDELPA (Unión del Pueblo Argentino),
    partido que representaba a los grupos que apoyaron la
    Revolución Libertadora, antiperonistas, impulsó
    la candidatura de Pedro Aramburu.

Las elecciones fueron el 7 de junio de l963, y el
vencedor fue la Unión Cívica Radical del Pueblo,
siendo Illia electo presidente.

Las políticas de
Illia

Cuando asumió, integró en su gabinete a
hombres de los distintos partidos políticos: la UCRI y
UDELPA.

Una de las primeras medidas fue, a través de
decretos, declaran nulos los contratos de
explotación, perforación y exploración
suscritos entre YPF y trece empresas
extranjeras durante el gobierno de Frondizi.

Esta decisión impactó de distintas formas
en los distintos sectores de la sociedad: los grupos vinculados
con el capital
extranjero (de mayor poder), pusieron en crisis a la UCRI. Los
que apoyaron esta política de anulación, criticaron
el pago de las indemnizaciones que recibieron las empresas
petroleras a partir de esta medida.

Desde entonces, fueron cada vez más frecuentes
los enfrentamientos con los organismos financieros
internacionales (como el FMI y el Banco
Mundial).

EL proyecto económico: estaba basado en
la intervención del Estado en la regulación de la
economía. En febrero de l964, el Congreso aprobó
una ley que facultaba por un año al Poder Ejecutivo a
fijar precios
mínimos y máximos y márgenes de ganancias.
También creaba el Consejo Nacional de Abastecimientos, en
el que estaban representados el gobierno, los productores y la
CGT.

Se fijaron también nuevos regímenes
cambiaros que fijó límites y
requisitos para las operaciones de
cambio.

Hacia mediados de junio, el Congreso sancionó el
régimen de salario
mínimo, vital y móvil.

Sin embargo todas estas medidas no lograron reactivar la
producción primaria y la actividad
industrial. Los empresarios capitalistas sentían
amenazadas sus ganancias futuras, se liquidaron industrias,
aumentó en nivel de desocupados (casi 750.000). Toda esta
situación llevó a la CGT a adoptar planes de luchas
que quebraron la paz social.

La propia CGT quedó dividida. El sector
dialoguista, surgido sobre todo después de la
sanción del Salario Mínimo, Vital y Móvil,
encabezada por Alonso; y la más combativa, encabezada por
Vandor (que dirigía a partir de la separación en
l964, las ahora llamadas "62 Organizaciones").

En l965, se realizaron elecciones en todo el país
de diputados nacionales, legisladores provinciales y autoridades
municipales. El partido peronista había obtenido la
personería jurídica que le permitía actuar
en todo el país, y salió triunfante (se
presentó como Unión Popular).

En el marco de crisis que se vivía, los nuevos
diputados peronistas en el Congreso, exigían la
sanción de leyes favorables
a los trabajadores, pero sin proponer cómo
financiarlas.

Se modificó también la Ley de Asociaciones
Profesionales, lo que limitó la participación de
los sindicatos en la política. Esto agudizó la
crisis entre los mismos y el gobierno.

Onganía pidió pase a retiro como
comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, la tensión
entre éstas y el gobierno se acrecentó cuando
Illia, en l966, sostuvo la "no-intervención" del gobierno
en la crisis de la República
Dominicana.

A pesar del crecimiento sostenido real de la
economía, el conjunto de la sociedad tenía la
percepción de que ésta funcionaba
mal. Esto se debió en gran parte a una campaña de
acción psicológica.

La campaña de acción
psicológica
: determinada por grupos de poder
político, económico, militar e ideológico.
Estos se convirtieron en grupos de
presión y usaron algunos medios de
comunicación social para construir imágenes,
o centrar focos de atención sobre determinados temas. La
campaña contra Illia tuvo como principal operador a Jacobo
Timmerman, director del semanario Primera Plana, donde
los temas principales eran la ineficiencia y la falta de
autoridad del Presidente. En el ámbito internacional, se
relacionaba la política no intervensionista como permisiva
del avance comunista.. Esto provocó tensiones con
EEUU.

Se logró generalizar la idea de vacío de
poder y a continuación, de la necesidad de llenar ese
vacío con un verdadero líder.

Frente a la imagen del
presidente Illia, caricaturizado como una tortuga, la revista
Primera Plana oponía la imagen de Juan Carlos
Onganía, como el general que no quería ser
presidente, pero dotado de autoridad que representaba el soporte
de la legalidad.

El aislamiento del gobierno de Illia era completo. En
junio de l966 se produjo un nuevo golpe de Estado,
que llevó al poder al General Juan C.
Onganía.

El derrocamiento de
Illia. Onganía al poder

El 28 de Junio de l966, el Ejército dio un nuevo
golpe de Estado, derrocando al presidente Illia, y una Junta
militar, se arrogó la suma del poder público y
convocó para el cargo de presidente de facto al general
retirado Juan Carlos Onganía. El nuevo presidente
denominó al proceso iniciado "Revolución
Argentina"

A diferencia de los golpes de estado sucedidos a partir
de l930, esta vez las tres fuerzas actuaron corporativamente y no
se plantearon una intervención transitoria en el gobierno,
sino una participación activa en la política s
límites temporales para su gobierno.

A partir de la Revolución Argentina,
comenzó a utilizarse el término "dictadura
militar" (al igual que en otros países de América
Latina, dictadura se
denominó a la persona o grupos
de personas que concentran el poder en sus manos y controlan la
sociedad.

Los tiempos del gobierno
de Onganía

El ordenamiento del país debía llevarse a
cabo siguiendo un orden prefijado: primero la economía,
después la sociedad y finalmente la
política.

  • Tiempo económico: era prioritario modernizar
    la economía para lograr la paz social y la estabilidad
    económica. Una vez logrado esto, sería el
    momento para llevar adelante medidas de tipo
    social

  • Tiempo social: los logros del "tiempo
    económico" permitirían una justa
    redistribución de los beneficios.

Tiempo político: al lograrse los dos objetivos
anteriores, el país estaría preparado para la
transferencia de poder, pero hacia otras bases que no fueran los
tradicionales partidos políticos liberales
democráticos. Se planteó la comunidad
corporativa, que reemplazaría la democracia
representativa por una participativa de tipo fascista.
Sostenía que la participación de los ciudadanos
debía restringirse al nivel municipal y canalizarse a
través de asociaciones vecinales o por medio de sindicatos
y corporaciones empresariales, impidiendo toda forma de
participación política.

En este sistema no
tenían cabida ni el Congreso, ni los partidos
políticos que fueron disueltos.

La política que aplicó fue
represiva, la Universidad fue
intervenida, la vida cultual fue perseguida
ideológicamente y se intentó controlar la vida
cotidiana de modo policial. El gobierno consideraba que para
restablecer el orden era necesario que antes se restaurara el
respeto por todas las jerarquías.

CARACTERÍSTICAS DE LA ECONOMÍA:

Pero este régimen autoritario se proponía
también provocar una modernización de la
economía. En el contexto de la Guerra
Fría, el gobierno militar impuso la Doctrina de Seguridad
Nacional para combatir cualquier brote subversivo,
alineándose a las políticas de EEUU. Las fuerzas
armadas siguieron sosteniendo la necesidad de un desarrollo
industrial, pero pasó a segundo plano la cuestión
del control nacional (planteado durante el gobierno peronista)
sobre la economía. Ya no importaban quién dirigiera
el desarrollo, lo importante era que la nación
se modernizara.

El régimen, con rasgos marcadamente
autoritarios
, congeló súbitamente el poder de
presión
de los grupos
sociales y abrió las compuertas para que el predominio
económico alcanzado desde l959 por los sectores
oligopólicos del mundo de los negocios se
proyectara sobre el orden político.

El Plan de Estabilización y Desarrollo de
Krieger Vasena
: pasados los primeros meses de gobierno, que
se caracterizaron por indecisiones y confusiones en cuanto a las
medidas económicas y por conflictos sociales (huelgas por
intervenciones en los ingenios azucareros de Tucumán y
trabajadores portuarios), fue designado Adalbert Krieger Vasena
como Ministro de Economía.

El Plan de E. y D. se puso en marcha en marzo de l967 y
tuvo como principales medidas:

  • Devaluación en un 40% de la moneda nacional
    (l dólar = 350$), para reducir la inflación y
    las políticas especulativas de la moneda, lo que
    contribuiría a la reactivación de la
    economía.

  • Retenciones a las exportaciones agropecuarias: por
    primera vez la burguesía agropecuaria se
    subordinó a la dirección económica de la
    burguesía industrial, ya que los ingresos provenientes
    de las retenciones fueron apropiados por parte del Estado y
    se convirtieron en piezas claves para la inversión,
    por ejemplo, en obras públicas (lo que provocó
    un aumento del empleo).

  • Disminución de los aranceles de
    importaciones. Siete mil productos se introdujeron con una
    rebaja en los aranceles. Las consecuencias fueron que al
    día siguiente del anuncio del plan, l33 empresas
    cotizaran en alza en las bolsas de valores de Buenos
    Aires.

La disminución registrada a los precios de la
carne y del trigo, además de la disminución de
precios de los productos
importados, trajo como consecuencia que se mantuviera el valor del
salario real de los trabajadores.

Sin embargo, días más tarde, el ministro
de Economía suspendió por dos años las
convenciones colectivas de trabajo,
reservándose para sí la facultad de fijar las
retribuciones salarias durante dicho período.

Las organizaciones representativas de los sectores
capitalistas más poderosos apoyaban el Plan, así
como también los organismos financieros internacionales,
lo que se tradujo en un otorgamiento de créditos.

Oposición al plan:

La aplicación del plan suscitó, sin
embargo, conflictos

  • En el gabinete de ministros. La decisión de
    aumentar las retenciones a las exportaciones agropecuarias
    generó la renuncia del ministro de Agricultura,
    Lorenzo Raggio.

  • La Federación Agraria Argentina
    rechazó el plan (por las retenciones a las
    exportaciones)

  • La Confederación General
    Empresaria, liderada por José Ber Gelbard. Esta
    denunciaba que el congelamiento de los salarios había
    reducido la capacidad de compra y de consumo, lo que
    había afectado a numerosas empresas, con la
    consecuente quiebra de las mismas y los conflictos laborales
    que esto trajo aparejado.

  • La Confederación General del
    Trabajo, encabezada por Augusto Timoteo Vandor, no se
    expidieron sobre las medidas en un primer momento. Mientras
    tanto, el gobierno les quitó la personería
    gremial a los sindicatos y congeló sus cuentas. La
    histórica trayectoria sindical, que consistía
    en golpear primero y negociar después, fracasó
    ante un gobierno que no estaba dispuesto a ceder. El
    movimiento sindical se vio dividido entre una ala
    colaboracionista al presidente de facto, y otra que no
    aceptaba la gestión oficial pero tampoco movilizaba a
    la clase obrera.Los sectores asalariados de obreros y
    empleados estaban en contra del gobierno por la
    limitación al poder político de los sindicatos,
    por la supresión del derecho de huelga y las sanciones
    contra los obreros para asegurar una estricta disciplina en
    el trabajo.

Después de haber aplastado la resistencia
sindical, en marzo de l967 lanzó a pleno su plan
económico. La nueva estrategia profundizó la
racionalización de la economía y privilegió
a las empresas (en su mayoría extranjera) más
eficientes en detrimento de las menos productivas.

Pasados los primeros momentos del drástico
reajuste, que dejaron como víctimas a los grupos
más débiles de la industria y
las franjas menos protegidas de la clase
trabajadora, los pronósticos optimistas parecían
cumplirse.

Los salarios comenzar a aumentar progresivamente, las
empresas de la industria liviana sobrevivientes a la crisis,
volvieron a repuntar su producción. Sin embargo, los frutos del
crecimiento que se había logrado no se extendieron con la
velocidad
adecuada a las expectativas de los varios sectores subordinados.
Mas aún, si bien los ingresos en
general tendieron a crecer, la distancia entre los beneficios
captados por los distintos sectores de la sociedad, tendió
a decrecer.

Los primeros meses de 1969 mostraron perspectivas
económicas aparentemente brillantes. La inflación
iba en declive y crecía la actividad en la industria
pesada y la construcción. También aumentaban las
reservas de divisas y se
anunciaba que no iba a ser necesario renovar el acuerdo
"stand-by" para cumplir con los compromisos asumidos con el FMI y
el Banco Mundial. El
Gobierno anunció un plan de aumentos salariales para los
empleados públicos y el propio Onganía dijo que
había llegado el comienzo del "tiempo
social". Pero los logros del ministro Krieger Vasena eran
efímeros. Los asalariados veían diezmados sus
ingresos por el congelamiento de haberes y la inflación,
mientras los empresarios nacionales eran víctimas de la
expansión de monopolios trasnacionales. Los resultados
favorables de esa política eran para el sector financiero.
Ni siquiera la Sociedad Rural podía complacerse de haber
llevado en carroza a Onganía debido a las retenciones que
se hacían a la producción del campo. Fue el
descontento social – y el "Cordobazo" su símbolo- el que
sepultó el plan de Krieger Vasena, quien renunció.
Se habían fugado capitales y habían caído
las inversiones y
las reservas, cuando su sucesor, José María Dagnino
Pastore, anunció una medida que comenzó a regir
desde el 1º de enero del año siguiente: el peso
argentino o peso ley 18.188. Lo mismo que antes, pero con dos
ceros menos.

LA CUESTIÓN SINDICAL:

Hacia el comienzo de l968 comenzó a plasmarse la
oposición al gobierno; en marzo el Congreso Normalizador
de la CGT eligió como secretario general al dirigente
gráfico Raimundo Ongaro, de carácter combativo y
opuesto a la dictadura. Si bien núcleo una importante
cantidad de gremios, los sindicatos más importantes
(metalúrgicos, textiles, empleados de comercio,
Luz y Fuera)
seguían bajo la conducción del vandorismo y los
sectores participacionistas con el gobierno.

La CGT sufrió una nueva
división:

  • CGT AZOPARDO: grupos que adherían al
    vandorismo

  • CGT DE LOS ARGENTINOS: con sede en el edificio del
    gremio gráfico en la calle Paseo
    Colón.

  • NUEVA CORRIENTE DE OPINIÓN: no
    adherían a ninguno de los dos nucleamientos
    anteriores, Coria, dirigente del poderoso gremio de la
    construcción, lideraba el nuevo grupo. Coria se
    transformó en el interlocutor privilegiado por
    Onganía, quién no reconocía a ninguna de
    las dos otras centrales.

Otro polo de oposición lo presentó la
izquierda, por un lado apareció el Movimientos de
Sacerdotes del Tercer Mundo, y por otro, grupos de jóvenes
que se orientaron en la Juventud
Peronista. En esta época surgen también los
movimientos guerrilleros como las Fuerzas Armadas Peronistas y
las Fuerzas Armadas de la Liberación.

El Cordobazo: La inflación a fines de l968
había bajado, sin embargo, los salarios reales
disminuyeron. Durante los primeros meses de l969, el malestar
obrero era evidente, a lo que se sumó la protesta de
sectores estudiantiles.

El clima de protestas estudiantiles universitarias
estalló en Corrientes y Rosario, y tras una violenta
represión, dos estudiantes resultaron muertos.

La CGT convocó a un paro general
el día 30 de mayo de l969, pero cientos de estudiantes y
obreros se lanzaron a la calle el día anterior, en la
ciudad de Córdoba. Ocuparon los barrios céntricos,
estudiantiles y del cinturón industrial.

La masiva manifestación mantuvo en jaque a las
fuerzas de seguridad. Finalmente, el 30 de mayo intervino el
Ejército que, no sin esfuerzo, retomó el control de
la ciudad a un costo de casi
treinta muertos, varios cientos de heridos y detenidos, entre
quienes se destacaban los dirigentes sindicales Agustín
Tosco y Elpidio Torres.

El Cordobazo fue una manifestación social casi
sin precedentes, tanto por la masividad y violencia que
adquirió como por las consecuencias posteriores que
generó.

A partir del Cordobazo, habría de surgir un
movimiento sindical clasista y combativo, que no solo
enfrentaría a la dirigencia empresarial y al gobierno sino
a las propias dirigencias sindicales.

Crisis y caída del Onganiato: Las consecuencias
inmediatas del cordobazo fue el derrumbe que había
intentado el gobierno autoritario de Onganía. El
régimen había perdido el apoyo y la confianza de
los agentes económicos.

Desde el gobierno se intentó establecer un
diálogo
con los sectores participantes de la CGT, pero se hallaba en una
posición débil para negociar y los sindicatos
tomaron distancia prudentemente.

El clima de descontento fue creciendo y su
manifestación más radicalizada, como ya se
mencionó, fue la guerrilla. Hacia l970, nuevas
organizaciones, además de las ya mencionadas,
habían surgido: Descamisados, Fuerzas Armadas
Revolucionarias (FAR) y Montoneros; todos estos de
orientación peronista. Mientras que las FAL y el
Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP),
representaban a la izquierda y la ideología del "Che" Guevara.

Entre los hechos violentos del período, cabe
destacar el asesinato de líder sindical Vandor, ejecutado
por "Descamisados". El 27 de agosto, cae asesinado también
José Alonso, compañero de Vandor. El clima de
violencia seguía y se instauró una dura
represión y persecución, lo que se agudizó
luego que un comando de Montoneros secuestrara y posteriormente
asesinara el general Aramburu.

Los partidos políticos reiniciaron sus
actividades y comenzaron a reclamar la convocatoria a elecciones
y el fin de las proscripciones; por primera vez, todos se unieron
para redactar un documento conocido como "La Hora del Pueblo".
Mientras tanto proliferaban nuevos grupos y agrupaciones con
planteos cada vez más radicalizados.

En marzo de l97l, una nueva rebelión
estalló en Córdoba y fue protagonizada por
trabajadores mecánicos. El "Viborazo", como se la
conoció pues el interventor de la provincia anunció
que iba a cortar "la cabeza de la víbora de la
subversión", detonó en un nuevo golpe de
Estado.

El gobierno de facto del
General Levinsgton y los conflictos sindicales del
período

Estas situaciones llevaron al desplazo de Onganía
del poder, por las Fuerzas Armadas que designaron como presidente
de facto al general Levinsgton

Levinsgton representaba la línea del General
Lanusse, ocupó el poder entre l970 y l97l. El nuevo
gobierno continuó con la política
económica de sus antecesores, lo que siguió
generando hostilidad entre la población.

Levinsgton intentó, entonces, continuar la
"Revolución Argentina" cambiando de rumbo ensayando una
política económica de carácter vagamente
nacionalista. La gestión
desde el Ministerio de Economía buscó llevar a cabo
una política salarial distribucionista, estimuló la
inversión de capital extranjero, control de precios por
parte del Estado, y otras medidas que buscaban beneficiar al
sector agrario ganadero.

Pero cuando la inflación comenzó, los
grupos de poder criticaron duramente.

La CGT por su parte, llevó a cabo varios paros
movilizada por los sindicalistas.

 

 

 

 

 

Autor:

Laila

Partes: 1, 2
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