Errores médicos durante el interrogatorio y su relación con la certeza diagnóstica
- Introducción
- Material
y método - Discusión
de los resultados - Conclusiones
- Recomendaciones
- Referencias
bibliográficas - Anexos
Hospital Militar Central Dr. "Carlos
J. Finlay"
Resumen
La entrevista es un encuentro del
facultativo con el enfermo donde se desarrolla la mayor parte del
ejercicio asistencial en el ámbito de la salud, tiene diferentes etapas en las cuales
se pueden cometer errores que conllevan a diagnósticos
nosológicos y etiológicos errados. Se realizó un
estudio descriptivo con el objetivo de analizar los
errores durante el interrogatorio y su relación con la
certeza diagnóstica mediante la observación de 75
médicos de la especialidad de Medicina Interna del Hospital
Militar Central Dr. Carlos J. Finlay. Los errores en el
interrogatorio están presentes en más de la mitad de
los médicos observados siendo la anamnesis remota incompleta
en datos de género de vida el error
más frecuente, por tanto, debemos perfeccionar y continuar
aplicando los instrumentos de evaluación de la entrevista médica con
el objetivo de disminuir el error médico.
Introducción
La entrevista puede definirse como el encuentro, con
objetivos profesionales, del
facultativo con el enfermo, y constituye el marco temporal,
espacial y metodológico, donde se desarrolla la mayor parte
del ejercicio asistencial en el ámbito de la salud
(1).
Las diferentes etapas de la entrevista son:
recepción, identificación, interrogatorio, examen
físico, manejo de exámenes complementarios, información, medidas
terapéuticas y despedida (2-3).
Recepción.
La primera impresión, cuya importancia es conocida
en cualquier relación humana, alcanza en el trabajo médico, una
extraordinaria significación si se recuerda la inseguridad, la angustia y las
reservas con las que los pacientes, por lo general, vienen a la
entrevista.
Cuando se logra una recepción con actitud afable y profundamente
respetuosa se abre la puerta al éxito de la entrevista
(4).
Identificación.
La toma de los datos de identidad puede ser una forma
muy hábil de iniciar la conversación con el
enfermo.
Un aspecto muy importante es la utilización de
preguntas que se adapten al nivel de preparación en general
que se considera que tenga el enfermo, ya que en este momento se
inicia formalmente la comunicación verbal y
el paciente, con frecuencia, viene con la preocupación de no
comprender el lenguaje técnico del
médico, lo cual produce notable ansiedad cuando se utilizan
términos ausentes en su vocabulario.
No se puede olvidar que cualquiera que sea la
especialidad del médico, la valoración integral de un
enfermo comienza siempre por el conocimiento básico de
sus características sociodemográficas (5).
Interrogatorio.
Esta es una de las etapas más importantes. Con ella
comienza el trabajo médico tal
como lo ve el paciente. En ella, el médico demuestra su
actitud ante el enfermo, su respeto, su interés humano y su cualidad
de no enjuiciamiento ante sus comunicaciones verbales y
extraverbales (6).
Cualquiera que fuese el nivel cultural del enfermo, su
intuición le permite valorar que el interrogatorio adecuado
es una de las mejores herramientas diagnósticas
del facultativo.
Por su parte, el médico debe evitar las preguntas
sugestivas o inductoras, ya que pueden llevar al paciente a dar
respuestas falsas para seguirle la corriente al
médico.
Examen físico
Es sin duda alguna, la etapa de la entrevista de mayor
sentido para el paciente, ya que este considera
indispensable un buen reconocimiento. En la misma
desempeñan un papel importante los equipos médicos, que
simbólicamente permiten dialogar con la ciencia. El
médico debe tener esto muy en cuenta para no limitar sus
exploraciones ante enfermedades de valoración fácil,
sin olvidar que un examen superficial siembra dudas notables en
el enfermo sobre el valor de las apreciaciones
diagnósticas y del tratamiento impuesto con
posterioridad.
Las expresiones verbales y extraverbales positivas
planificadas durante el examen físico, son recursos muy eficaces para
transmitir seguridad al enfermo y es
necesario utilizarlas con mayor frecuencia (7).
Exámenes complementarios.
El médico debe evitar a toda costa las tensiones
que estos exámenes puedan originar en el paciente, para ello
debe explicarle su objetivo como una comprobación rutinaria.
Igualmente, debe cuidarse de manifestar cualquier duda, sobre los
resultados y controlar sus comunicaciones verbales y
extraverbales, estas últimas, de más difícil
dominio. Por otra parte,
será discreto al llenar las órdenes de los
exámenes complementarios que vaya a manipular el enfermo y
evitará escribir en ellos los términos
diagnósticos de mal pronóstico y conocimiento
popular.
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