- Propósito de la
Obra - Definiciones
y características - ¿Qué
es una parábola? - ¿Qué
es una alegoría? - Diferencias
entre parábola y alegoría - Semejanzas
entre parábola y alegoría - Pautas
hermenéuticas - Lo
que provoca el relato - Análisis
exhaustivo - Enfocando
la verdad central - Evitando
los excesos - Consideraciones
finales - Conclusión
- Bibliografía
Propósito
de la Obra
Para escribir sobre el propósito de esta
pequeña obra me remito principalmente a la necesidad de
mis hermanos en Cristo Jesús, quienes asisten a sus
congregaciones con el deseo ferviente de escuchar y recibir
Palabra de Dios pero que en muchas ocasiones, lastimosamente solo
escuchan gritos, desatinos y hasta herejías desde el
púlpito.
Muchos predicadores evangélicos de
nuestros círculos pentecostales (de quienes no negamos su
entrega y sinceridad a la obra del Señor), al momento de
exponer sus sermones y enseñanzas sobre parábolas y
alegorías, cometen crasos errores de interpretación. Esto se debe principalmente
a dos aspectos.
(1) Ignoran o no toman en cuenta la
intención del autor o de los autores al comunicar la
parábola o alegoría a sus receptores.
(2) Como fruto de esta ignorancia,
añaden imágenes
extrañas que no aparecen en el texto sagrado,
quitando iluminación, belleza y claridad al pasaje
bíblico.
Al observar estos factores negativos, quisiera ofrecer
este estudio básicamente a todo lector, hermano en Cristo
que desea comprender mejor las parábolas y
alegorías de la Escritura
Sagrada usando las herramientas
que pongo a su disposición. De manera que cuando estudie
su Biblia, pueda comer y beber de las fuentes
eternas del mensaje de Dios tal y como nuestro Señor nos
lo quiere compartir. No es mi intención menoscabar a nadie
en la tarea de la predicación, porque de algún
modo, al exponer nuestros sermones, hemos cometido errores; y si
alguien cree que por ser un buen predicador nunca se equivoca
desde el púlpito, puede arrojar la primera piedra. Sin
embargo tenemos la oportunidad para rectificarnos y mejorar.
Ahora bien, allí es donde radica nuestro problema, debido
a que algunos predicadores han olvidado la importancia de
rectificarnos y mejorar. Creemos que no necesitamos aprender
más nada y que lo sabemos todo, mientras desde los
asientos de nuestras iglesias se oye un gemido a causa del hambre
espiritual y el poco alimento que se imparte, no sacia. Porque el
problema no radica en el alimento sino en aquel que lo
distribuye.
Estoy seguro que
quienes lean estas líneas con el deseo de aprender no
serán defraudados.
No es que el autor tenga la última
palabra en materia de
interpretación bíblica, de ninguna manera; pues
este escrito no es para dar argumentos de carácter normativo, sino más bien,
lo que queremos es ampliar el panorama bíblico a los
hermanos lectores, mayormente aquellos que de alguna manera han
procurado obtener "auxilios hermenéuticos" en libros y
artículos sobre el tema en cuestión.
No obstante, al indagar han hallado mayor
confusión en dicha literatura. Es por eso que
se ha tratado de usar en este escrito un lenguaje
sencillo y claro para mejorar la comprensión y pueda estar
al alcance de todos. El lector no encontrará aquí
una explicación detallada de cada parábola y
alegoría, ya que ese no es el propósito de la obra.
Pero si encontrará pautas de ayuda para facilitar la
comprensión de las mismas.
Introducción
Tanto en el estudio como en la interpretación de
la Biblia, las parábolas y alegorías ocupan un
lugar importante en la literatura judía y cristiana. Todo
estudioso serio de la Biblia al contemplar delante de sí
estas joyas retóricas de valor
inestimable, no puede hacer otra cosa sino acercarse a ellas con
reverencia y profunda devoción, por tratarse de figuras de
lenguaje que ilustran la verdad eterna acerca del reino de Dios
tanto en el tiempo
presente como en el tiempo escatológico. Estas
enseñanzas han sufrido "malos tratos" en lo ha
interpretaciones se refiere, siendo por un lado, tocadas muy
superficialmente llegando a arañar levemente su contenido
y por otro lado, escarbadas indebidamente tratando de encontrar
lo que no hay en el texto.
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