Monografias.com > Sin categoría
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Trastornos del Desarrollo (página 2)




Enviado por vianney sanchez



Partes: 1, 2

Las señales
de los trastornos del aprendizaje
pueden ser identificadas por los padres o profesores cuando el
niño tiene continuamente dificultades con todas o
cualquiera de las siguientes actividades:

  • Lectura, ortografía, escritura o para completar
    problemas matemáticos.

  • Comprender o seguir instrucciones.

  • Distinguir la derecha de la izquierda.

  • Invertir las letras o números (confunde la "b" y la
    "d" o el 12 y el 21).

La evaluación
exhaustiva por profesionales de la salud mental y de
educación
incluye exámenes psicológicos y educativos,
así como hablar con el niño y con los padres. La
evaluación exhaustiva identifica si el niño tiene o
no tiene un trastorno del aprendizaje así como los puntos
fuertes y débiles del aprendizaje. Los resultados de la
evaluación se utilizan para determinar las necesidades
educativas, identificar la mejor escuela,
determinar la posible necesidad de medicamentos para ayudar con
la distracción o hiperactividad, y determinar los posibles
beneficios de cualquier terapia adicional como la logopedia o la
psicoterapia
familiar para aumentar al máximo el potencial de
aprendizaje y la calidad de
vida del niño.

Tratamiento de los trastornos del aprendizaje:

El tratamiento específico de los trastornos del
aprendizaje será determinado por el esfuerzo coordinado
del médico de su hijo y los profesionales de la salud mental y de la educación
basándose en lo siguiente:

  • La edad de su hijo, su estado general de salud y su
    historia médica.

  • Qué tan avanzado está el trastorno.

  • El tipo de trastorno.

  • La tolerancia de su hijo a determinados medicamentos, o
    terapias.

  • Sus expectativas para la trayectoria del desorden.

  • Su opinión o preferencia.

Los trastornos del aprendizaje son tratables. Un esfuerzo
coordinado entre los padres, los profesores y los profesionales
de la salud mental proporciona las bases para estrategias
individualizadas de tratamiento que pueden incluir una terapia de
remedio individual o de grupo y clases
o recursos
especiales. 

Prevención de
los trastornos del aprendizaje

No se conocen en este momento medidas preventivas para reducir
la incidencia de los trastornos del aprendizaje. Sin embargo, la
detección e intervención tempranas pueden reducir
la gravedad de las dificultades académicas y mejorar la
calidad de
vida experimentada por los niños
que tienen trastornos del aprendizaje.

Criterios según el DSM-IV

El DSM-IV contempla como trastornos del aprendizaje una serie
de dificultades en el aprendizaje de
las habilidades académicas, particularmente lectura,
cálculo
y expresión escrita. Las deficiencias evolutivas en la
adquisición o ejecución de habilidades
específicas se suelen hacer evidentes en la niñez,
pero con frecuencia tienen consecuencias importantes en el
funcionamiento posterior. Estos trastornos suelen ocurrir en
combinación, y con frecuencia comórbidamente con
otros trastornos psiquiátricos tanto en el individuo como
en las familias y en la práctica, los niños con
estos trastornos de aprendizaje son descubiertos de forma
secundaria.

La definición de la mayoría de estos trastornos
implica que un área particular del funcionamiento
está deteriorada en relación con la inteligencia
general. Como grupo, estos trastornos están ampliamente
extendidos, englobando del 10 al 15% de la población en edad escolar
(Hales y Yudofsky, 2000).

Los trastornos del aprendizaje implican déficits en el
aprendizaje y la ejecución de la lectura, la
escritura (no
la caligrafía sino la expresión escrita) y el
cálculo. Las personas con trastornos del aprendizaje
presentan también normalmente un trastorno de la
comunicación o de las habilidades motoras,
quizás otros síntomas de disfunción
cortical, problemas
emocionales y motivacionales, o quizá trastornos
psiquiátricos asociados.

Estos trastornos están definidos de manera que quedan
excluidos aquellos individuos cuya lentitud en el aprendizaje
queda explicada por falta de oportunidades educativas, escasa
inteligencia, deficiencias motoras o sensoriales (visuales o
auditivas) o problemas neurológicos.

Con frecuencia, el diagnóstico se realiza durante el
período escolar. Durante los primeros años
escolares, las habilidades básicas, atención y motivación
construyen pilares para el aprendizaje subsiguiente. Los
deterioros importantes en estas funciones se
identifican en la necesidad de un abordaje precoz.

La etiología de los trastornos del aprendizaje, aunque
desconocida, está presumiblemente relacionada con la
maduración lenta, la disfunción o la lesión
cortical o de otras áreas corticales relacionadas con
estas funciones de procesamiento específicas. Sin embargo,
la fuerza de la
evidencia directa de anormalidades biológicas o
genéticas varía con los trastornos, y
también están implicados claramente factores no
biológicos. No existe razón para asumir que cada
trastorno sea debido a un mecanismo patológico
único, y la subtipificación podrá ser
posible a medida que los mecanismos cerebrales implicados sean
mejor comprendidos.

Evaluación

Los criterios del DSM-IV especifican que un diagnóstico
debería basarse en algo más que en la observación clínica: siempre que sea
posible es esencial evaluar la presencia de un déficit
específico con protocolos de
test
estandarizados. Dependiendo del trastorno, pueden resultar
necesarias para el diagnóstico tanto las medidas formales
del CI como las de habilidades específicas.

La evaluación incluye los test de inteligencia, la
valoración de las capacidades específicas (toda la
gama de habilidades académicas, habla y lenguaje y
función
motora), y la observación de la conducta del
niño en clase.
Normalmente, debe determinarse la calidad de la enseñanza en la escuela antes de establecer
el diagnóstico.

Resultan útiles tanto la valoración
neurológica como la psiquiátrica (teniendo en
cuenta especialmente los trastornos de conducta perturbadores, y
trastornos de déficit de atención, otros trastornos
del aprendizaje y la comunicación y la privación social,
los test de visión y audición, medidas del CI,
psicológicas, neuropsicológicas y educativas
(incluyendo la velocidad de
lectura, la comprensión y la ortografía). Se espera que en un futuro las
nuevas técnicas
de imagen
contribuyan significativamente a la valoración
diagnóstica.

Diagnóstico
diferencial

Los trastornos del aprendizaje deben diferenciarse de posibles
variaciones normales del rendimiento académico, así
como de dificultades escolares debidas a falta de oportunidad,
enseñanza deficiente o factores culturales.

Una audición alterada puede afectar la capacidad de
aprendizaje, debiendo investigarse con pruebas
audiométricas o de agudeza visual. En presencia de estos
déficits sensoriales sólo puede diagnosticarse un
trastorno de aprendizaje si las dificultades para el mismo
exceden de las habitualmente asociadas a dicho
déficit.

En el retraso mental, las dificultades de aprendizaje son
proporcionales a la afectación general de la capacidad
intelectual. Sin embargo, en algunos casos de RM leve el nivel de
aprendizaje se sitúa significativamente por debajo de los
esperados en función de la escolarización y la
gravedad del retraso, en estos casos debe realizarse un
diagnóstico adicional del trastorno de aprendizaje
adecuado.

El trastorno disocial puede resultar también una
complicación, pero puede aparecer previamente al fracaso
escolar e incluso en los años de preescolar.
Aunque se ha insistido mucho en el solapamiento emocional
resultante de los trastornos del aprendizaje y de la
comunicación, existe un cuerpo de conocimientos creciente
sobre antecedentes y concomitantes neuropsiquiátricos y
sociofamiliares de estos trastornos.

Resulta también esencial evaluar un posible trastorno
afectivo (baja motivación) y otros trastornos
psiquiátricos y neurológicos. Normalmente los tests
de percepción sensorial se obtienen para
valorar los posibles deterioros de la visión o de la
audición, que pueden agravar o imitar las manifestaciones
de estos trastornos.

Trastorno de
Déficit de Atención e Hiperactividad
(TDAH)

El TDAH es uno de los trastornos neuroconductuales más
comunes en la infancia, el
cual puede perdurar hasta la edad adulta. Se han propuesto varias
teoría
acerca de la causas del TDAH pero hace poco se comenzó a
explorar en la genética.

Las investigaciones
sugieren que hay un factor hereditario. Por varias décadas
se ha considerado que el TDAH implica que hay presente alguna
lesión cerebral, y esta noción la refleja el
anterior uso de las categorías como lesión cerebral
mínima o disfunción cerebral mínima.

Recientemente se asociado TDAH con dos regiones cerebrales,
estas son la corteza frontal y los ganglios basales. En concreto, se
ha observado una falta relativa de actividad en esta área
a quienes sufren este trastorno.

Hay otras pruebas que sugieren que parte del hemisferio
derecho tal vez funciona en forma deficiente y quizá el
desarrollo y
el funcionamiento del lóbulo frontal sean anormales.

Una persona con el
TDAH experimenta un nivel crónico de falta de
atención, hiperactividad impulsiva, o ambas conductas, lo
cual compromete seriamente su funcionamiento diario. Los
síntomas de este trastorno deben presentarse a niveles por
encima de los esperados para la etapa de desarrollo de una
persona y deben interferir en la habilidad de esa persona para
funcionar en diferentes ambientes (p. ej., en la escuela y en la
casa). Es probable que una persona con el TDAH tenga problemas en
diferentes áreas de su vida, como por ejemplo en sus
relaciones con la familia y
otras personas de su misma edad (o pares), y en su rendimiento
escolar y laboral.

Se han establecido tres tipos de TDAH según el nivel de
los síntomas que experimenta el individuo. Descripción de los tres tipos de TDAH:

1. Predominantemente inatento. Es difícil para
el individuo organizar o terminar una tarea, prestar
atención a los detalles, o seguir instrucciones o una
conversación. La persona afectada se distrae
fácilmente u olvida los detalles de las rutinas
diarias.

2. Predominantemente hiperactivo-impulsivo. La persona
se muestra inquieta
y habla mucho. Le es difícil permanecer tranquila por
mucho tiempo (p.
ej., para comer o para realizar un trabajo). Los
niños más pequeños tienden a correr, saltar
o trepar constantemente. El individuo se muestra impaciente y
tiene problemas de impulsividad. Cuando una persona es impulsiva,
puede que interrumpa mucho a los demás, le quite cosas a
otra persona o hable en momentos inoportunos. Se le dificulta
esperar su turno u oír instrucciones. Una persona
impulsiva puede tener más accidentes y
lesiones que otras.

3. Combinado. La persona afectada experimenta los
síntomas de los tipos anteriores por igual.

Tanto como el 50% de los niños con el TDAH
también sufren de otros trastornos mentales. Estas
comorbidades del TDAH (otros trastornos que ocurren junto con el
TDAH) dificultan el diagnóstico y el tratamiento del TDAH.
Dichas comorbidades pueden exponer al individuo con el TDAH a
otros retos.

La publicación DSM-IV-TR, utilizada por los
profesionales de la salud mental, ofrece criterios para el
diagnóstico del TDAH. El estándar
diagnóstico ayuda a diagnosticar y a tratar adecuadamente
el TDAH en una persona. La utilización del mismo
estándar en todas las comunidades ayuda a determinar el
impacto que el TDAH tiene en la salud.

El tratamiento del TDAH puede hacerse a través de
terapias médicas o conductuales, o una combinación
de ambas.

Medicación

Los medicamentos que mejoran con mayor efectividad los
síntomas principales del TDA/H parecen afectar directa y
principalmente ciertos neurotransmisores (moléculas
cerebrales que facilitan la transmisión de mensajes de una
neurona
[célula
cerebral] a otra). Los neurotransmisores involucrados son la
dopamina y la norepinefrina. Ambos neurotransmisores parecen
tener relación con los síntomas de atención
y conducta del TDA/H. Sin embargo, se desconoce la
contribución exacta de cada neurotransmisor para cada tipo
de síntoma. De manera similar, no se puede predecir
qué medicamento, con sus propias acciones
específicas sobre los neurotransmisores individuales,
logrará la mejor respuesta clínica para una persona
en particular.9-11

Psicoestimulantes

Los psicoestimulantes siguen siendo medicamentos de primera
línea para el tratamiento del TDA/H tanto en adultos, como
en niños y adolescentes.9
Hasta la fecha, ninguno de los psicoestimulantes está
aprobado por la Administración de Drogas y
Alimentos
(FDA) para el tratamiento del TDA/H en adultos, por lo que
rutinariamente se recetan para usos no especificados en la
etiqueta. Los dos estimulantes usados más
comúnmente, el metilfenidato (MPH) y las anfetaminas
(AMP), están clasificados como drogas de la Lista II por
la
Administración de Control de Drogas
(Drug Enforcement Administration) porque tienen el potencial de
ser abusados si no se administran según lo receta un
profesional de la medicina.

Tratamientos

El tratamiento se debe diseñar de acuerdo a las
necesidades específicas de cada niño y su familia.
Frecuentemente, los niños con el TDA/H requieren una
combinación de métodos/tácticas. Esta forma de
tratar el TDA/H se llama "multimodal" e incluye:

  • Educación a los padres y al niño sobre la
    diagnosis y el tratamiento;

  • Técnicas específicas de manejo de conducta
    (usted puede aprender técnicas de manejo de conducta
    para ayudar a su niño y recibir apoyo para usted a
    través de consejería);

  • Medicamento (es importante que usted trabaje en equipo con
    el proveedor de salud que receta el medicamento para
    asegurase que su niño tome el que es más
    efectivo para el o ella); y,

  • Programas académicos y de apoyo apropiados.

¿Cómo pueden los padres y la familia ayudar a
un niño con el TDA/H?

Hay varias maneras en que usted puede ayudar a su niño.
Algunas de las cosas que usted y su familia pueden hacer son:

1. Mantener una rutina diaria y un horario consistente;

2. Mantener los objetos que se usan diariamente en el mismo
lugar y fácil de encontrar;

3. Hacer listas para que le ayuden a organizar sus tareas;
y,

4. Tener reglas consistentes.

¿Cuáles son las consecuencias de la falta de
tratamiento a un niño con el TDA/H?

Las personas con TDA/H pueden tener vidas productivas y
satisfactorias cuando reciben el tratamiento adecuado. Algunos de
los problemas que se pueden presentar si el TDA/H no se trata
son: el fracaso escolar, depresión,
problemas en las relaciones sociales, problemas de conducta, baja
autoestima y
abuso de alcohol o
drogas. La mayoría de los niños con TDA/H
continúan con los síntomas durante la adultez, y
pueden tener problemas en el trabajo y
en el hogar a no ser que reciban el tratamiento.

Meditación da buen resultado como terapia para
déficit atención

La práctica de meditación trascendental
ayudaría a los niños con trastorno por
déficit de atención con hiperactividad (TDAH) a
controlar los síntomas.

Un estudio piloto demostró que las sesiones de
meditación transcendental (MT) calmaban la ansiedad de
niños con TDAH y mejoraba su comportamiento
y capacidad de pensar y concentrarse.

La MT es una de las técnicas de meditación
más simples. Quienes la practican se sientan
cómodamente durante 10-15 minutos con los ojos cerrados y
repiten en silencio un mantra (sonido, palabra o
frase) que calma la mente y el cuerpo.

Algunos investigadores opinan que la meditación influye
en el sistema nervioso
y puede alterar varias funciones, como la respiración, la dilatación de los
vasos y la regulación de la hormona del estrés.

El nuevo estudio revela que los niños con TDAH no
sólo pueden aprender la técnica de MT, sino
también obtener beneficios, publicó Current Issues
in Education.

"El efecto fue mayor que el esperado", declaró la
autora principal, Sarina J. Grosswald, especialista en
aprendizaje cognitivo de Arlington, en Virginia.

"Los niños mejoraron también la atención,
la memoria de
trabajo, la
organización y la regulación de la conducta",
agregó la investigadora.

El estudio incluyó a 10 niños de entre 11 y 14
años de una escuela para alumnos con problemas de
aprendizaje asociados con el lenguaje.
Todos tenían diagnóstico de TDAH y aunque la
mayoría estaba medicado, sufría problemas en la
escuela y el hogar.

Los chicos aprendieron MT y la usaron en la escuela dos veces
por día, 10 minutos cada vez.

A los tres meses, el equipo observó que los chicos
tenían menos estrés y ansiedad, mientras que los
síntomas del TDAH también mejoraban, según
cuestionarios entregados a los maestros y los padres.

"Los maestros dijeron que podían enseñar
más contenidos y los alumnos aprendieron más porque
sentían menos estrés y ansiedad", comentó
Grosswald.

El equipo opina que se necesitan estudios más grandes
para conocer ahora si la MT es útil para tratar el TDAH,
ya sea con el tratamiento estándar o sola.

"La MT no requiere concentración ni controlar la mente.
El hecho de que esos niños pudieran practicarla
fácilmente nos indica que la técnica sería
especialmente adecuada para chicos con TDAH",
señaló Grosswald.

Las alucinaciones son un efecto secundario poco
común de los medicamentos para el TDAH

Un estudio encuentra que las sensaciones visuales o
táctiles de insectos son una reacción rara, pero
posible

– Los niños que toman medicamentos para el trastorno
por déficit de atención con hiperactividad (TDAH)
pueden en raras ocasiones experimentar efectos secundarios
perturbadores, como alucinaciones.

Expertos del gobierno de EE.
UU. revisaron ensayos
clínicos e informes
posteriores a la comercialización del producto sobre
los efectos secundarios de medicamentos estimulantes
comúnmente recetados para el TDAH, como Concerta, Ritalin
y Strattera. Encontraron que de cada cien "personas-años"
de tratamiento, uno o dos niños experimentarán
efectos secundarios graves, como alucinaciones de insectos o
serpientes.

"Los pacientes y los médicos deben tener en cuenta que
la psicosis o la
manía que surgen durante el tratamiento
farmacológico del trastorno por déficit de
atención con hiperactividad podría representar
reacciones adversas a los fármacos", escribieron los
autores del estudio en la edición
de febrero de la revista
Pediatrics.

"Tales reacciones son muy poco comunes", afirmó el Dr.
Roy Boorady, director del servicio de
psicofarmacología del Centro de estudios infantiles de la
Universidad de
Nueva York en esa ciudad.

"Aquí vemos a muchos niños que reciben
medicamentos, y diría que tal vez cada uno o dos
años, podríamos oír sobre un niño con
alucinaciones táctiles, es decir que siente que tiene
insectos encima. Por lo general, se trata de niños muy
pequeños que reciben los fármacos, y una vez dejan
de tomarlos, la sensación desaparece", apuntó.

Casi el ocho por ciento de los niños de los EE. UU.
(alrededor de 4.5 millones) han recibido en algún momento
un diagnóstico de TDAH, según la información de respaldo del
artículo. Y se calcula que el 4.3 por ciento de los
niños estadounidenses toman medicamentos para tratar el
TDAH. Las principales señales del TDAH son falta de
atención, hiperactividad e impulsividad.

El estudio en cuestión se inspiró en inquietudes
por los efectos secundarios psiquiátricos potenciales de
estos medicamentos.

Los expertos de la FDA revisaron los resultados de 49 ensayos
aleatorios y controlados por placebo, y pidieron a los
fabricantes de los fármacos revisar sus bases de datos de
vigilancia posterior al mercadeo.

Encontraron que ocurrían once episodios de psicosis o
manía por cada 743 personas-años de tratamiento. No
hubo episodios de psicosis o manía entre los niños
que tomaban los placebos. Por cada cien personas-años, el
índice de psicosis o manía fue de 1.48,
según el estudio.

Los informes posteriores al mercadeo encontraron más de
800 incidentes de psicosis o manía. En alrededor del 90
por ciento de los casos, no habían antecedentes previos de
afecciones psiquiátricas similares, encontró el
estudio.

Las alucinaciones más comunes fueron sensaciones
visuales o táctiles de insectos, serpientes o gusanos.

"Todo medicamento tiene efectos secundarios, algunos de los
cuales son extremadamente poco comunes", apuntó el Dr.
William Cohen, pediatra de desarrollo y conductual de la Unidad
de desarrollo infantil del Hospital Infantil de Pittsburgh. "En
cualquier momento en que su hijo esté tomando un nuevo
medicamento, si presenta cualquier síntoma nuevo,
considérelo un efecto secundario y llame a su
médico. Con estos medicamentos, es seguro detenerlos
y llamar al médico".

Boorady apuntó que los problemas de sueño y la
pérdida del apetito tienden a ser los efectos secundarios
más comunes de estos tipos de fármacos. Tampoco
piensa que los padres deben preocuparse demasiado por la
posibilidad de síntomas psiquiátricos, ya que son
tan poco comunes.

Terapia
farmacológica en adultos con TDA/H y trastornos
psiquiátricos coexistentes

Entre dos tercios y tres cuartas partes de los adultos con
TDA/H tendrán al menos un trastorno psiquiátrico
más durante el transcurso de su vida.56 Entre estos otros
trastornos se encuentran el trastorno de personalidad
antisocial, los trastornos de ansiedad, los trastornos
depresivos, el trastorno bipolar, y los trastornos por uso de
sustancias (TUS). Luego de hacer los diagnósticos, el
profesional clínico de la salud y el adulto deben decidir
qué diagnósticos es necesario tratar y en
qué orden.

No existe una investigación controlada sobre la terapia
farmacológica en adultos con TDA/H y afecciones
coexistentes. Las decisiones de tratamiento del profesional de la
medicina y del paciente serán guiadas por la experiencia
clínica y terapéutica anterior, las extrapolaciones
de las experiencias clínicas de otros, y un enfoque
racional y empírico de la respuesta clínica del
paciente.

Las afecciones coexistentes significativas generalmente se
tratan primero, antes que el TDA/H, sobre todo si causan
perturbación y deficiencias clínicas y funcionales
más importantes. Esto resulta particularmente cierto con
los trastornos por uso de sustancias, la depresión grave y
el trastorno
bipolar, las psicosis, y la ideación homicida o
suicida. Es importante considerar cómo podría verse
afectado el TDA/H por medicamentos para un trastorno coexistente,
tanto positivo como negativo, tanto útil como perjudicial.
Por ejemplo, tratar la depresión con bupropión
también podría ayudar con el TDA/H. Por otro lado,
algunos medicamentos para la depresión grave y el
trastorno bipolar podrían en realidad empeorar los
síntomas del TDA/H. En un aparente caso medio, los ISRS
(inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina),
que por sí mismos no parecen tratar directa y
efectivamente los síntomas del TDA/H, parecen tener
éxito
en el tratamiento de pacientes que tienen depresión
coexistente y que están tomando estimulantes al mismo
tiempo para el TDA/H.6,7,9

También es importante advertir que los medicamentos
para el TDA/H podrían afectar los trastornos coexistentes.
Por ejemplo, los psicoestimulantes podrían empeorar un
trastorno de ansiedad o un trastorno bipolar no tratados. El
riesgo de
abuso de estimulantes también es mayor en los adultos que
tienen trastorno por uso de sustancias y que las estén
usando activamente. Sin embargo, como se mencionó
anteriormente, el tratamiento exitoso del TDA/H tiende a aumentar
las probabilidades de que un individuo con TDA/H desarrolle con
el tiempo el trastorno por uso de sustancias.

Algunos tratamientos no estimulantes para
el TDA/H podrían tratar simultánea y adecuadamente
el trastorno coexistente, junto con el TDA/H. Por ejemplo, un
antidepresivo (ATC, bupropión, venlafaxina) podría
tratar efectivamente la depresión y el TDA/H coexistentes.
De manera similar, los ATC o la venlafaxina podrían tratar
con éxito la ansiedad y el TDA/H coexistentes. El uso de
atomoxetina para el tratamiento de una depresión y/o
trastorno de ansiedad coexistentes resulta prometedor, pero no
existen datos de estudios
controlados en adulto.

Colegio Apostolado

Evaluación del el trastorno de atención e
hiperactividad

Población estudiantil actual: 650 alumnos

Diagnosticado con dicho trastorno: 20 alumnos

Tiempo: 2004/2009 (5 años)

Sexo: 7 niñas (7/11 años)

13 niños (7/14 años)

Del los niños mencionados solo dos de ellos han
presentado el trastorno profundo y para su tratamiento se le ha
administrado fármacos y terapias. El resto de los
afectados han presentado el trastorno de forma leve y solo toman
terapias.

Fuente: Lic. Gertrudis Lora (psicóloga de básica
del centro).

Retraso
Mental

El retraso mental hace referencia a limitaciones sustanciales
en el desenvolvimiento corriente. Se caracteriza por un
funcionamiento intelectual significativamente inferior a la
media, que tiene lugar junto a limitaciones asociadas en dos o
más de las siguientes áreas de habilidades
adaptativas: comunicación, cuidado personal, vida en
el hogar, habilidades sociales, utilización de la comunidad,
autogobierno, salud y seguridad,
habilidades académicas funcionales, ocio y trabajo. El
retraso mental se manifiesta antes de los dieciocho años,
normalmente.

Criterios de diagnóstico
según el
DSMIV

Retraso mental leve CI 50-55 a
70.

Se los denomina los de la "etapa educable"
son alrededor del 85 % de las personas afectadas por el
trastorno. Suelen desarrollar habilidades sociales y de
comunicación durante los años preescolares (0-5
años de edad), tienen insuficiencias mínimas en las
áreas sensoriales motoras y con frecuencia no son
distinguibles de otros niños sin retraso mental hasta
edades posteriores. Acostumbran adquirir habilidades sociales y
laborales adecuadas para una autonomía mínima, pero
pueden necesitar supervisión, orientación y
asistencia, especialmente en situaciones de estrés social
o económico desusado. Contando con apoyos adecuados, los
sujetos con retraso mental leve acostumbran a vivir
satisfactoriamente en la comunidad, sea
independientemente, sea en establecimientos
supervisados.

Retraso mental moderado CI 35-40 a
50-55.

El retraso mental moderado equivale
aproximadamente a la categoría pedagógica de
"adiestrable". Este grupo constituye alrededor del 10 % de
toda la población con retraso mental. Adquieren
habilidades de comunicación durante los primeros
años de la niñez. Pueden aprovecharse de una
formación
laboral y, con supervisión moderada, atender a su
propio cuidado personal. También pueden beneficiarse de
adiestramiento en
habilidades sociales y laborales, pero es improbable que
progresen más allá de un segundo nivel en materias
escolares. Pueden aprender a trasladarse independientemente por
lugares que les son familiares. En su mayoría son capaces
de realizar trabajos no cualificados o semicualificados, siempre
con supervisión, en talleres protegidos o en el mercado general
del trabajo. Se adaptan bien a la vida en comunidad, usualmente
en instituciones
con supervisión.

Retraso mental grave CI 20-25 a
35-40.

Incluye el 3-4 % de los individuos con
retraso mental. Durante los primeros años de la
niñez adquieren un lenguaje comunicativo escaso o nulo.
Durante la edad escolar pueden aprender a hablar y pueden ser
adiestrados en habilidades elementales de cuidado personal. Se
benefician sólo limitadamente de la enseñanza de
materias preacadémicas como la familiaridad con el
alfabeto y el cálculo simple, pero pueden dominar ciertas
habilidades como el aprendizaje de la lectura global de algunas
palabras imprescindibles para la "supervivencia". Los adultos
pueden ser capaces de realizar tareas simples estrechamente
supervisadas en instituciones. En su mayoría se adaptan
bien a la vida en la comunidad a no ser que sufran alguna
discapacidad
asociada que requiera cuidados especializados o cualquier otro
tipo de asistencia.

Retraso mental profundo CI
20-25.

Incluye aproximadamente el 1-2 % de
las personas con retraso mental. La mayoría de los
individuos con este diagnóstico presentan una enfermedad
neurológica identificada que explica su retraso mental.
Durante los primeros años desarrollan considerables
alteraciones del funcionamiento sensorio motor. Puede
predecirse un desarrollo óptimo en un ambiente
altamente estructurado con ayudas y supervisión
constantes, así como con una relación
individualizada con el educador. El desarrollo motor y las
habilidades para la comunicación y el cuidado personal
pueden mejorar si se les somete a un adiestramiento adecuado.
Algunos de ellos llegan a realizar tareas simples en
instituciones protegidas y estrechamente supervisados

Retraso mental de gravedad no
especificada (se utiliza cuando existe claridad sobre el retraso
mental, pero no es posible verificar mediante los
test)

Dependiendo del nivel de gravedad del
retraso mental (discapacidad intelectual), el sujeto se puede
"educar" y/o capacitar para que aprenda a vivir en la sociedad;
puede dominar ciertas habilidades de lectura global
(señalización de tránsito, por ejemplo:
"PARE"), pueden trasladarse a lugares desconocidos o familiares,
pueden aprender un oficio y trabajar en él; siempre y
cuando la sociedad le dé la oportunidad de
hacerlo.

El retraso mental, en la escala de
medición de la inteligencia está por
debajo de 70 de CI (cociente intelectual) Es la contraparte al
otro extremo de la inteligencia, que es la superdotación,
esta se encuentra por arriba de 130 de CI.

Tratamiento

Sólo pueden prevenirse algunos tipos
de retraso mental. Para algunos síndromes caracterizados
por este problema, las pruebas genéticas realizadas antes
de la concepción ayudan a los futuros padres a conocer sus
probabilidades de transmitir determinados genes a su
descendencia. El hecho de que el padre o la madre sean portador
de un gen concreto asociado a retraso mental no significa
necesariamente que el bebé nacerá con este
problema. Hablar con un consejero genético ayudará
a los padres a tomar decisiones sobre crear una familia y
someterse a exámenes adicionales.

• Manténgase al corriente de
las vacunaciones (las suyas y las de sus hijos).

• Durante el embarazo siga
una dieta nutritiva y equilibrada. Tome un complejo

multivitamínico y acuda a todas las
visitas prenatales con su ginecólogo.

• Si está embarazada o desea
concebir, no consuma alcohol ni drogas.

• Si tiene antecedentes familiares de
enfermedad genética, obtenga consejo
genético.

• Si sus hijos participan en deportes como ciclismo o
patinaje, oblígueles a llevar casco.

Calidad de
vida

Los niños con retraso mental pueden
gozar de una vida plena. Los programas de
intervención precoz ayudan a estos niños a adquirir
habilidades básicas para de sí mismos
y las de socialización.

Pueden estar en la misma clase que
niños sanos y recibir una ayuda especial del profesorado.
Según la gravedad de su retraso mental, los adultos pueden
vivir solos, con compañeros o en hogares colectivos con
ligera supervisión, según el grado de ayuda que
requieran. Los adultos con retraso mental grave pueden vivir en
residencias comunitarias que provean apoyo diario.

El tratamiento especifico responde al orden
terapéutico: psicopedagogía, fonoaudilogía,
psicomotricidad, kinesiología y
terapia  ocupacional

En el ámbito escolar  de
educación
especial, el docente se limita a la planificación curricular  de las
escuelas diferenciadas en el ámbito pedagógico, ya
que cualquier
trastorno lindante con la patología de base tendrá
su tratamiento  fuera del horario escolar.

Trastorno
Autista

El autismo es un
desorden del desarrollo del cerebro que puede
comenzar en niños antes de los tres años de edad y
que deteriora su comunicación e interacción social causando un
comportamiento restringido y repetitivo. Puede clasificarse de
diversas formas, como un desorden en el desarrollo
neurológico o un desorden en el aparato
psíquico.

Aunque aún no se sabe la incidencia
exacta del autismo, los estimados indican que en los Estados Unidos
hay entre uno en cada 500 a uno en cada 1.000 personas. Las
estadísticas actuales demuestran que el
autismo ocurre en todos los grupos raciales,
étnicos y sociales y que los varones tienen una probabilidad
de 3 a 4 veces mayor de ser afectados.Los estudios iniciales
realizados en la década de los sesenta indican que
había una tasa de incidencia de entre cuatro a cinco casos
de autismo en cada 10.000 personas, por lo que se consideraba que
la condición era rara. Sin embargo, los estimados actuales
sobre la incidencia no son consistentes con las tasas de
incidencia para una enfermedad rara. Además, datos
recientes en los Estados Unidos e internacionalmente indican que
hay un aumento grande en la incidencia de la
condición

Criterio de Diagnóstico para el DSM-IV

El DSM-IV(APA 1994) indica que para un
diagnóstico de autismo es necesario encontrar las
características A, B, y C que se mencionan a
continuación:

  • A. Un total de seis o más
    manifestaciones de (1), (2) y (3), con al menos dos de (1),
    al menos una de (2), y al menos una de (3).

1. Trastorno cualitativo de la
relación, expresado como mínimo en dos de las
siguientes manifestaciones:

a. Trastorno importante en muchas conductas
de relación no verbal, como la mirada a los ojos, la
expresión facial, las posturas corporales y los gestos
para regular la interacción social.

b. Incapacidad para desarrollar relaciones
con iguales adecuadas al nivel de desarrollo.

c. Ausencia de conductas espontáneas
encaminadas a compartir placeres, intereses o logros con otras
personas (por ejemplo, de conductas de señalar o mostrar
objetos de interés).

d. Falta de reciprocidad social o
emocional.

2. Trastornos cualitativos de la
comunicación, expresados como mínimo en una de las
siguientes manifestaciones:

a. Retraso o ausencia completa de
desarrollo del lenguaje oral (que no se intenta compensar con
medios
alternativos de comunicación, como los gestos o
mímica).

b. En personas con habla adecuada,
trastorno importante en la capacidad de iniciar o mantener
conversaciones.

c. Empleo
estereotipado o repetitivo del lenguaje, o uso de un lenguaje
idiosincrásico.

d. Falta de juego de
ficción espontáneo y variado, o de juego de
imitación social adecuado al nivel de
desarrollo.

3. Patrones de conducta, interés o
actividad restrictivos, repetitivos y estereotipados, expresados
como mínimo en una de las siguientes
manifestaciones:

a. Preocupación excesiva por un foco
de interés (o varios) restringido y estereotipado, anormal
por su intensidad o contenido.

b. Adhesión aparentemente inflexible
a rutinas o rituales específicos y no
funcionales.

c. Estereotipias motoras repetitivas (por
ejemplo, sacudidas de manos, retorcer los dedos, movimientos
complejos de todo el cuerpo, etc.).

d. Preocupación persistente por
partes de objetos.

  • B. Antes de los tres
    años, deben producirse retrasos o alteraciones en una
    de estas tres áreas: (1) Interacción social,
    (2) Empleo comunicativo del lenguaje o (3) Juego
    simbólico.

  • C. El trastorno no se explica
    mejor por un Síndrome de Rett o trastorno
    desintegrativo de la niñez.

Causas

Las causas del autismo se desconocen en una
generalidad de los casos, pero muchos investigadores creen que es
el resultado de algún factor ambiental que
interactúa con una susceptibilidad
genética.

  • Neurobiológicas

La evidencia científica sugiere que,
en la mayoría de los casos, el autismo es un desorden
heredable. De hecho, es uno de los desórdenes
neurológicos con mayor influencia genética que
existen. Es tan heredable como la
personalidad o el cociente intelectual.

Los estudios en gemelos idénticos
han encontrado que si uno de los gemelos es autista, la probabilidad de
que el otro también lo sea es de un 60%, pero de alrededor
de 92% si se considera un espectro más amplio. Incluso hay
un estudio que encontró una concordancia de 95,7% en
gemelos idénticos. La probabilidad en el caso de mellizos
o hermanos que no son gemelos es de un 2% a 4% para el autismo
clásico y de un 10% a 20% para un espectro amplio. No se
han encontrado diferencias significativas entre los resultados de
estudios de mellizos y los de hermanos.

En definitiva, está claro que el
autismo es genético y se obtiene, por lo general, en parte
del padre y en parte de la madre. Sin embargo, no se ha
demostrado que estas diferencias genéticas, aunque
resultan en una neurología atípica y un
comportamiento considerado anormal sean de origen
patológico.

Los estudios de personas autistas han
encontrado diferencias en algunas regiones del cerebro,
incluyendo el cerebelo, la amígdala, el hipocampo, el
septo y los cuerpos mamilares. En particular, la amígdala
e hipocampo parecen estar densamente poblados de neuronas, las
cuales son más pequeñas de lo normal y tienen
fibras nerviosas subdesarrolladas. Estas últimas pueden
interferir con las señales nerviosas. También se ha
encontrado que el cerebro de un autista es más grande y
pesado que el cerebro promedio. Estas diferencias sugieren que el
autismo resulta de un desarrollo atípico del cerebro
durante el desarrollo fetal. Otros estudios sugieren que las
personas autistas tienen diferencias en la producción de serotonina y otros
neurotransmisores en el cerebro. A pesar de que estos hallazgos
requieren más estudios.

  • Ambientales

A pesar de que los estudios de gemelos
indican que el autismo es sumamente heredable, parecen
también indicar que el nivel de funcionamiento de las
personas autistas puede ser afectado por algún factor
ambiental, al menos en una porción de los casos. Una
posibilidad es que muchas personas diagnosticadas con autismo en
realidad padecen de una condición desconocida causada por
factores ambientales que se parece al autismo (o sea, una
fenocopia). De hecho, algunos investigadores han postulado que no
existe el "autismo" en sí, sino una gran cantidad de
condiciones desconocidas que se manifiestan de una manera
similar.

Tratamientos

El autismo puede ser tratado con terapia de
conducta, medicamentos y terapia nutritiva. Los niños
muchas veces muestran progreso en los síntomas con el
tratamiento de conducta intensivo empezado durante los
años preescolares. Un programa de
tratamiento individualizado se puede comenzar entre los dos y
tres años de edad y continuar durante los años
escolares.

No existe cura para el autismo. Sin
embargo, algunos niños se benefician de los medicamentos
que ayudan a mejorar los síntomas de comportamiento para
que puedan aprender mejor. Algunos de los medicamentos usados
comúnmente incluyen los antidepresivos,
anti-sicópatas y estimulantes (tales como Ritalín,
que es recetado usualmente para el trastorno de hiperactividad
por déficit de atención).

Algunos estudios también sugieren
que la terapia nutritiva, incluyendo la suplementación con
ciertas vitaminas
(como las vitaminas B) pueden mejorar los síntomas en
algunos niños. Las familias siempre deben consultar con el
médico del niño antes de empezar cualquier terapia
nutritiva.

Trastorno de
Rett

Es un trastorno en el desarrollo
neurológico infantil caracterizado por una evolución normal inicial seguida por la
pérdida del uso voluntario de las manos, movimientos
característicos de las manos, un crecimiento retardado del
cerebro y de la cabeza, dificultades para caminar, convulsiones y
retraso mental. El síndrome afecta casi exclusivamente a
niñas y mujeres. El trastorno fue identificado por el Dr.
Andreas Rett, médico austríaco que lo
describió por primera vez en un artículo publicado
en 1966{1}. El trastorno fue reconocido en forma generalizada
sólo después de la publicación de un segundo
artículo en 1983.

Los individuos que padecen de este
trastorno a menudo presentan comportamientos autistas en las
primeras etapas. Otros síntomas pueden incluir caminar con
la punta de los pies, problemas del sueño; marcha con
amplia base de sustentación; rechinar o crujir los dientes
y dificultad para masticar; crecimiento retardado; convulsiones;
incapacidades cognoscitivas y dificultades en la
respiración al estar despierto, como por ejemplo la
hiperventilación, apnea y aspiración de aire.

Etapas del trastorno

Hay cuatro etapas del síndrome de
Rett. La etapa I, llamada inicio prematuro, comienza generalmente
entre los 6 y 18 meses de edad. Con mucha frecuencia se pasa por
alto esta etapa porque los síntomas del trastorno pueden
ser muy sutiles y los padres y los médicos no notan el
retraso leve inicial en el desarrollo. El niño puede
comenzar a mostrar menos contacto visual y presentar menos
interés en los juguetes.
Puede haber retrasos en las capacidades motoras importantes tales
como sentarse o gatear. También puede presentarse
frotamiento de las manos y disminución en el crecimiento
de la cabeza, pero no lo suficientemente marcados como para
llamar la atención. Esta etapa generalmente dura algunos
meses, pero puede durar más de un año.

La etapa II, o la etapa de
destrucción acelerada, normalmente comienza entre las
edades de 1 y 4 años y puede durar semanas o meses. Esta
etapa puede tener una evolución rápida o gradual a
medida que se van perdiendo las capacidades motoras de la mano y
el habla. Los movimientos característicos de la mano
comienzan a emerger durante esta etapa y a menudo incluyen
estrujamiento, temblores, washing, aplauso involuntario o golpes
ligeros, así como el llevarse las manos a la boca con
frecuencia. Algunas veces, las manos se cruzan al revés o
se llevan a los lados, con movimientos de tacto, sujeción
y liberación al azar. Los movimientos persisten mientras
que el niño permanece despierto pero desaparecen durante
el sueño. Pueden ocurrir irregularidades en la
respiración tales como episodios de apnea y de
hiperventilación, aunque la respiración es
generalmente normal durante el sueño. Algunas niñas
también presentan síntomas autistas tales como la
pérdida de la interacción social y de la
comunicación. Pueden presentarse irritabilidad general e
irregularidades del sueño. Los patrones de la marcha son
inestables e iniciar actividades motrices puede ser
difícil. El crecimiento retardado de la cabeza se nota
generalmente durante esta etapa.

La etapa III, también llamada etapa
de estabilización o etapa seudo-estacionaria, comienza
generalmente entre las edades de 2 y 10 años y puede durar
años. La apraxia, los problemas motores y las
convulsiones son prominentes durante esta etapa. Sin embargo,
pueden presentarse mejoras en el comportamiento, una
disminución en la irritabilidad, el llanto y las
características de autismo. Un individuo en la etapa III
puede mostrar más interés en el medio que le rodea
y puede haber mejoras en su nivel de atención y en las
capacidades de comunicación. Muchas niñas
permanecen en esta etapa la mayor parte de su vida.

La última etapa o etapa IV-llamada
etapa de deterioro motor tardío – puede durar años
o décadas y se caracteriza por una movilidad reducida. La
debilidad muscular, rigidez (tensión) muscular,
espasticidad (músculos rígidos con espasmos
ocasionales), distonía (aumento en el tono muscular con
postura anormal de las extremidades o del tronco) y escoliosis
(curvatura de la espina dorsal) son otras características
resaltantes. En las niñas, la capacidad de caminar
podría perderse. Generalmente, no hay disminución
en las capacidades cognitivas, de la comunicación o de las
destrezas de la mano en la etapa IV. Los movimientos repetitivos
de la mano pueden disminuir y la capacidad de mirar fijamente
generalmente mejora.

Causas

El Trastorno de Rett es causado por
mutaciones (alteraciones o defectos estructurales) en el gen
MECP2 (pronunciado "mec-pi-tú" en inglés), que se encuentra en el cromosoma
X. En 1999 los científicos identificaron el gen que se
cree controla las funciones de otros genes. Cuando funciona
normalmente, el gen MECP2 contiene instrucciones para la síntesis
de una proteína llamada proteína metilo citosina de
enlace 2 (MeCP2), que actúa como uno de los muchos
interruptores bioquímicos que indican a otros genes
cuándo dejar de funcionar y parar de producir sus propias
proteínas. Debido a que el gen MECP2 no
funciona correctamente en las personas que padecen del Trastorno
de Rett, se forman cantidades escasas de dicha proteína.
La ausencia de la proteína hace que otros genes se activen
y se mantengan activos en las
etapas inadecuadas, generando cantidades excesivas de
proteína. A largo plazo, esto puede causar los problemas
de desarrollo neurológico que son característicos
en este trastorno.

Entre setenta y ochenta por ciento de las
niñas diagnosticadas con el Trastorno de Rett tienen la
mutación genética de tipo MECP2. Los
científicos creen que 20 a 30 por ciento de los casos
restantes pueden deberse a mutaciones en otras partes del gen o a
genes que todavía no han sido identificados, por lo que
continúan investigando otras mutaciones.

Causas Genéticas

Aunque el Trastorno de Rett es un trastorno
genético, es decir, que resulta de un gen o genes
defectuosos, en menos del 1 por ciento de los casos registrados
se hereda o se transmite de una generación a la siguiente.
La mayoría de los casos son esporádicos, lo que
significa que la mutación ocurre al azar y no se
hereda.

¿Quién
padece del Trastorno de Rett?

El Trastorno de Rett afecta a una de cada
10 mil a 15 mil niñas recién nacidas. Ocurre en
todos los grupos raciales y étnicos a nivel mundial.
Existen exámenes prenatales disponibles para las familias
que tengan una hija en la que se haya identificado una
mutación de tipo MECP2. Puesto que el trastorno ocurre
espontáneamente en la mayoría de los individuos
afectados, el riesgo de que una familia tenga un segundo
niño con el trastorno es de menos del 1 por
ciento.

Las pruebas genéticas también
están disponibles para las hermanas de las niñas
que padecen del síndrome de Rett para determinar si son
portadoras asintomáticas (sin síntomas) del
trastorno, lo cual constituye una posibilidad muy
baja.

Las niñas poseen dos cromosomas X,
pero solamente uno está activo en cualquier célula.
Esto significa que en una niña que padece del Trastorno de
Rett, aproximadamente la mitad de las células
del sistema nervioso
utilizará el gen defectuoso. Algunas células
cerebrales de la niña utilizan el gen sano y presentan
cantidades normales de proteínas. El caso es diferente
para los varones que poseen una mutación de tipo MECP2.
Debido a que los niños poseen solamente un cromosoma X,
carecen de una copia de reserva que podría compensar la
defectuosa y no tienen ninguna protección contra los
efectos dañinos del trastorno. Los varones que poseen este
defecto mueren poco antes o después del
nacimiento.

Diagnóstico

Los médicos diagnostican el
Trastorno de Rett observando signos y
síntomas durante el crecimiento inicial y el desarrollo
del niño y realizando evaluaciones periódicas de su
estado
físico y neurológico. Recientemente, los
científicos desarrollaron una prueba genética para
confirmar el diagnóstico clínico de este trastorno;
la prueba involucra buscar la mutación de tipo MECP2 en el
cromosoma X del niño o niña. Dado lo que sabemos
sobre los genes involucrados en el síndrome de Rett, tales
pruebas pueden identificar hasta un 80 por ciento de los casos.Se
recomienda consultar con un neurólogo pediátrico o
a un pediatra especializado en el desarrollo para confirmar el
diagnóstico clínico del Trastorno de Rett. El
médico utiliza unas pautas sumamente específicas,
las cuales se dividen en tres tipos de criterios clínicos
diversos: esencial, de apoyo y de exclusión. La presencia
de cualquiera de los criterios de exclusión niega un
diagnóstico "clásico" o "típico" de este
trastorno.

Además de los criterios de
diagnóstico esenciales, un número de condiciones
específicas permite a los médicos eliminar un
diagnóstico del Trastorno de Rett. A estos se les conoce
como criterios de exclusión. Los niños que cumplen
con alguno de los criterios siguientes no padecen del Trastorno
de Rett: recrecimiento de los órganos del cuerpo u otras
muestras de la enfermedad de almacenamiento,
pérdida de la visión debido a un trastorno de la
retina o atrofias ópticas, microcefalia congénita,
trastornos metabólicos identificables u otros trastornos
degenerativos congénitos, trastornos neurológicos
adquiridos por una infección o trauma severos de la
cabeza, evidencia de un retraso en el crecimiento en el
útero, o evidencia de daños cerebrales adquiridos
después del nacimiento.

Tratamiento

No existe cura para el Trastorno de Rett.
El tratamiento del trastorno es sintomático – se centra en
el manejo de los síntomas – y de apoyo, requiriendo un
esquema multidisciplinario. Pueden requerirse medicamentos para
controlar las irregularidades respiratorias y las dificultades
motoras y se pueden utilizar drogas antiepilépticas para
controlar las convulsiones. Debe haber supervisión regular
para la escoliosis y las posibles anormalidades del corazón.
La terapia ocupacional (en la cual los terapistas ayudan a los
niños a desarrollar las capacidades necesarias para
realizar actividades autónomas- ocupaciones -por ejemplo,
vestirse, alimentarse y realizar labores artísticas o
artesanales), la fisioterapia y la hidroterapia pueden prolongar
la movilidad. Algunos niños pueden requerir equipo y
ayudas especiales, tales como soportes para detener la
escoliosis, férulas o tablillas para modificar los
movimientos de la mano y programas alimenticios para ayudarles a
mantener el peso adecuado. También se pueden requerir en
algunos casos servicios
especiales académicos, sociales, vocacionales y de
ayuda.

Pronóstico

A pesar de las dificultades que acarrean
los síntomas, la mayoría de los individuos que
padecen del Trastorno de Rett continúan viviendo bien
hasta la edad adulta o mayor. Debido a que el trastorno es poco
común, se sabe muy poco sobre la esperanza de vida y la
prognosis a largo plazo. A pesar de que se estima que hay muchas
mujeres de edad mediana (entre 40 y 50 años) que padecen
este trastorno, no se han estudiado suficientes mujeres para
llevar a cabo estimados confiables sobre la esperanza de vida
más allá de la edad de 40 años.

Trastorno de
Asperger

El síndrome de ASPERGER fue
utilizado por primera vez por Lorna Wing en 1981 en un periodo
medico bautizado a Hans Asperger, un psiquiatra y pediatra
medico.

En el trastorno de Asperger se mantiene un
desarrollo cognoscitivo y del lenguaje adecuado pero se sufre un
deterioro grave en la interacción social. Además,
desarrollan patrones de comportamiento, interés y
actividades restringidas repetitivas y estereotipadas.

El trastorno de Asperger se caracteriza por
serias dificultades en las habilidades para mantener una
interacción social coherente, así como por
conductas limitadas y repetitivas pero sin el retraso grave en el
lenguaje o en otras habilidades cognitivas características
de las personas con autismo.

El trastorno de Asperger es similar al
trastorno autista excepto que existe una preservación
parcial de las habilidades del lenguaje y cognitivas,
también tiende a existir una mayor inteligencia y una
menor prevalencia de retraso mental. Estas personas suelen mal
entender los mensajes no verbales, presentan dificultades con las
relaciones
interpersonales especialmente en grupo se centran en temas de
conversación que les interesan solo a ellos. Y hablan de
tono anormal y tienden a tener pocos amigos.

La principal diferencia debe establecerse
con el autismo donde los síntomas se manifiestan ya en el
primer mes de vida, el niño camina antes de hablar la
adquisición del lenguaje esta retrasada o ausente y cuando
se desarrolla carece de fines comunicacionales. Viven en su
propio mundo e ignoran a los demás.

Por el contrario en el trastorno de
Asperger tiene un comienzo mas tardo a partir del tercer
año de vida el niño habla antes de iniciar la
deambulación e intenta comunicarse, vive en nuestro mundo
pero a su manera.

Las personas con este trastorno presentan
relaciones sociales difíciles y conductas o actividades
limitadas, tales en una compañía como memorizar los
códigos postales pero
a diferencia con las personas con autismo puede expresarse
verbalmente.

Causas

Existe un componente genético con
uno de los padres con cierta frecuencia es el padre el que
presenta un cuadro completo de síndrome de Asperger. En
ocasiones haz una clara historia en autismo en
parientes próximos.

En el próximo cuadro clínico
que se presentan están influenciados por muchos factores,
incluido al factor genético, pero en la mayoría de
los casos no hay una causa identificable.

Tratamiento

No existe tratamiento que cure el
síndrome de Asperger. El objetivo del
tratamiento es controlar y mejorar la interacción social,
los pacientes aprenden a funcionar de manera independiente como
adultos, pero siguen enfrentando problemas de interacción
social también pueden desarrollar problemas de salud
mental. Tales como depresión y ansiedad. Los niños
con síndrome de Asperger necesitan amor y
comprensión así como horarios
estructurales.

Trastorno de
Desintegración Infantil

Se desarrolla en forma normal durante los
primeros dos años de edad, pero antes de los diez
años comienza a perder las habilidades
lingüísticas y motoras al igual que otras funciones
adaptativas, como el control intestinal y de la vejiga
también se vuelve evidente un deterioro grave en la
interacción social y la comunicación del
niño el cual va acompañado por patrones de
comportamiento, interés y actividades repetitivos y
estereotipados.

Con frecuencia hay un periodo de la
enfermedad poco definido durante el cual el niño se vuelve
inquieto, irritable, ansioso e hiperactivo a lo que sigue un
empobrecimiento y una pérdida del lenguaje y el habla
acompañado por una desintegración del
comportamiento.

El pronóstico es malo por lo general
la mayoría de los individuos quedan afectados de retraso
mental grave. En algunos aspectos el síndrome se parece a
la demencia en la vida adulta.

No hay certeza hasta que punto es diferente
del autismo. El diagnostico debe hacerse a partir de las
características del comportamiento.

Causas

Aun cuando no se ha identificado una causa
específica hay varios factores que sugieren a un origen
neurológico ya que se da en una actividad cerebral
anormal.

Tratamiento

Por lo común comprende
intervenciones conductuales para recuperar las habilidades
perdidas y tratamiento de la misma índole y
farmacológicos para ayudar a reducir los problemas de
comportamiento.

Estadísticas

Trastorno poco frecuente ya que tiene lugar
en uno de cada 100,000 nacimientos aproximadamente.

 

 

 

 

 

Autor:

Vianney Sánchez

Partes: 1, 2
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter