- Descripción de la
crisis - Causas de la
crisis
La transmisión de la crisis a los mercados
financieros
Antecedentes inmediatos
Distintos escenarios y predicciones realizadas para el
2009
La crisis financiera provoca la
desaceleración
Perspectivas del comercio para 2009
Conclusión
Introducción
La crisis
financiera que azota a todo el mundo y que desde el 2007 hace
estragos en las economías de los países más
desarrollados con repercusiones en los países menos
desarrollados siempre dependientes de los mismos tanto como para
importar los insumos y productos que
necesitan por no producirlos o por fallas en sus aparatos
industriales como para exportarles las materias primas,
combustibles y hasta agrícolas se contraen debido a la
crisis a las presiones inflacionarias, en el siguiente trabajo
tratare de explorar un poco la crisis y su incidencia en el
comercio
internacional así como los posibles escenarios y
proyecciones para este 2009
Descripción de
la crisis
Las hipotecas de alto riesgo, conocidas
en Estados Unidos
como subprime, eran un tipo especial de hipoteca, preferentemente
utilizado para la adquisición de vivienda, y orientada a
clientes con
escasa solvencia, y por tanto con un nivel de riesgo de impago
superior a la media del resto de créditos. Su tipo de interés
era más elevado que en los préstamos personales (si
bien los primeros años tienen un tipo de interés
promocional), y las comisiones bancarias resultaban más
gravosas.[1] Los bancos
norteamericanos tenían un límite a la
concesión de este tipo de préstamos, impuesto por la
Reserva Federal.
Dado que la deuda puede ser objeto de venta y
transacción económica mediante compra de bonos o
titularizaciones de crédito, las hipotecas subprime
podían ser retiradas del activo del balance de la entidad
concesionaria, siendo transferidas a fondos de inversión o planes de pensiones. En algunos
casos, la inversión se hacía mediante el llamado
carry trade. El problema surge cuando el inversor (que puede ser
una entidad financiera, un banco o un
particular) desconoce el verdadero riesgo asumido. En una
economía global, en la que los capitales
financieros circulan a gran velocidad y
cambian de manos con frecuencia y que ofrece productos
financieros altamente sofisticados y automatizados, no todos los
inversores conocen la naturaleza
última de la operación contratada.
La crisis hipotecaria de 2007 se desató en el momento
en que los inversores percibieron señales
de alarma. La elevación progresiva de los tipos de
interés por parte de la Reserva Federal, así como
el incremento natural de las cuotas de esta clase de
créditos hicieron aumentar la tasa de morosidad y el nivel
de ejecuciones (lo que incorrectamente se conoce como embargo), y
no sólo en las hipotecas de alto riesgo.
La evidencia de que importantes entidades bancarias y grandes
fondos de inversión tenían comprometidos sus
activos en
hipotecas de alto riesgo provocó una repentina
contracción del crédito (fenómeno conocido
técnicamente como credit crunch) y una enorme volatilidad
de los valores
bursátiles, generándose una espiral de desconfianza
y pánico
inversionista, y una repentina caída de las bolsas de
valores de
todo el mundo, debida, especialmente, a la falta de liquidez.
Causas de la
crisis
Varios factores se aliaron para dar lugar a la
crisis financiera. En primer lugar, la enorme burbuja
especulativa ligada a los activos
inmobiliarios. En los Estados Unidos, como en muchos otros
países occidentales, y tras el estallido de la burbuja
tecnológica de principios de
siglo XXI, entre los años 2000 y 2001, se produjo una
huida de capitales de inversión tanto institucionales como
familiares en dirección a los bienes
inmuebles. Los atentados del 11 de septiembre de 2001 supusieron
un clima de
inestabilidad internacional que obligó a los principales
Bancos Centrales a bajar los tipos de interés a niveles
inusualmente bajos, con objeto de reactivar el consumo y la
producción a través del
crédito. La combinación de ambos factores dio lugar
a la aparición de una gran burbuja inmobiliaria
fundamentada en una enorme liquidez.
En el caso estadounidense, la compra-venta de vivienda con
fines especulativos estuvo acompañada de un elevado
apalancamiento, es decir, con cargo a hipotecas que, con la
venta, eran canceladas para volver a comprar otra casa con una
nueva hipoteca, cuando no se financiaban ambas operaciones
mediante una hipoteca puente. El mercado aportaba
grandes beneficios a los inversores, y contribuyó a una
elevación de precios de los
bienes inmuebles, y, por lo tanto, de la deuda.
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