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Enfermedades exóticas importadas durante los años 2002-2006 Aeropuerto Internacional "José Martí", Cuba (página 3)



Partes: 1, 2, 3

Gradualmente podrían ir afectándose otros
órganos, en particular, el hígado e irían
incorporándose nuevas manifestaciones posibles de este
parasitismo.

La enfermedad tiene un gran polimorfismo clínico y,
habitualmente, la mayoría de los pacientes son
asintomáticos u oligosintomáticos, pero
también puede llegar a ser una enfermedad muy grave.

Aunque no se reconocen formas clínicas como tales en
esta enfermedad, en el orden práctico podemos
señalar posibles formas de presentación, que
estarían en relación con la progresión
gradual de la fase crónica de la enfermedad hacia sus
posibles manifestaciones más graves.

En algunos lugares hasta un 4-5% de los pacientes pueden
llegar a desarrollar lesiones hepatoesplénicas graves a
consecuencia de los procesos de
fibrosis que hemos señalado.

Es común que se presente mal estado general
y debilitamiento en la etapa crónica, pero son
manifestaciones comunes los síntomas intestinales
característicos de dolores abdominales tipo cólico
hasta el cuadro disentérico clásico con diarreas
sanguinolentas.

Complicaciones:

Hipertensión portal: las manifestaciones severas
más comunes en la schistosomiasis intestinal son debidas a
hipertensión portal, que provoca
hematemesis por várices esofágicas e
hiperesplenismo que puede dar origen a anemia,
leucopenia y trombocitopenia.

Circulación colateral portosistémica: Los
huevecillos sobrepasan el hígado, alcanzan la vena cava
inferior, corazón
derecho, pulmones, donde una invasión masiva de huevos
puede provocar vasculitis progresiva y corpulmonale
crónico, con insuficiencia cardiaca derecha eventual.

Poliposis colónica: en ceca de un 10% de pacientes con
infestaciones importantes en Egipto (raro
en otros lugares). Cuando es grave produce
característicamente diarreas sanguinolentas, anemia e
hipoalbuminemia. Aunque no es considerada precancerosa, los
granulomas muy grandes pueden desarrollarse en colon y recto
sigmoides, dando una presentación clínica similar a
la de una neoplasia de colon.

Síndrome nefrótico: Puede presentarse en 12-15%
de individuo, con
forma hepatoesplénica y se considera un enfermedad por
inmunocomplejos circulantes.

Salmonelosis crónica: Aunque no está bien
definida su relación con la enfermedad
schistosomiásica, se cura cuando es curada también
la schistosomiasis. En forma experimental se ha podido observar
que las lombrices adultas constituyen un sitio protector para la
Salmonella que coloniza tanto el tubo digestivo como la
superficie de los parásitos adultos.

Localización ectópica de huevos en Sistema Nervioso
Central: puede presentarse epilepsia y/o mielitis transversa
por lesiones en médula espinal. Aunque es difícil
el diagnóstico definitivo porque se requiere
de la demostración por biopsia; si se sospecha
clínicamente debe administrarse tratamiento
antischistosomiásico.

En la schistosomiasis urinaria, la localización de los
parásitos en plexos vesical y pélvico puede
afectar, además de las pequeñas vénulas en
vejiga, el tercio inferior de los uréteres, uretra
posterior y próstata (en el hombre),
útero, trompas, ovarios y también el recto.

Los huevos atraviesan la pared vesical y son expulsados con la
orina. Se forman abscesos yseudotubérculos alrededor de
los que son retenidos en la pared y se desarrollan los procesos
de fibrosis ya señalados. En dependencia de la zona
afectada puede presentarse cistitis, protatitis, vesiculitas,
linfedema de pene y escroto, fístulas perineales,
infertilidad.

La schistosomiasis aguda o Enfermedad de Katayama no es
frecuente en esta variedad del parasitismo. Los síntomas
clásicos de la enfermedad establecida son la hematuria
terminal, que en áreas hiperendémicas es casi
universal, disuria y dolor en hipogastrio.

Las alteraciones ureterales pueden provocar otras
complicaciones importantes como reflujo vésico ureteral
con el daño
renal que éste provoca ó la Ureterohidronefrosis
obstructiva que si son bilaterales llevan a la I R C, que es
causa de muerte en
estos pacientes.

La urolitiasis y la infección bacteriana
sobreañadida son otras complicaciones en las etapas
crónicas de la schistosomiasis urinaria.

En particular, en Egipto se ha observado relación entre
el
cáncer de vejiga (generalmente carcinoma de células
escamosas) y schistosomiasis en alrededor de un 10% de pacientes
con schistosomiasis urinaria en etapas avanzadas.

Diagnóstico:

El diagnóstico clínico en las etapas agudas de
la schistosomiasis no es común, a pesar de lo expresivas
que pueden ser, porque no es frecuente su presentación en
la población indígena de las zonas
endémicas (sólo algo más común en la
S. asiática) y por su posible similitud con otras enfermedades virales y
bacterianas muy comunes en esas zonas.

El antecedente de posible exposición
en zonas endémicas de este parasitismo orienta el
diagnóstico con más posibilidad en las etapas de
enfermedad establecida, pero es necesario el diagnóstico
de certeza por examen de laboratorio
para orientar el tratamiento específico.

Diagnóstico de laboratorio:

El diagnóstico definitivo en schistosomiasis
está dado por el hallazgo de huevos en la orina o en las
heces fecales.

En las schistosomiasis intestinales está dada por las
presencia de huevos típicos, de forma ovoide o alargada
con espolón lateral en S. mansoni y
esféricos con espolón atrofiado en S.
japonicum
en heces fecales o en biopsia.

Para la observación en heces son preferibles los
métodos de
concentración porque permiten examinar una mayor cantidad
de material por muestra y, si es
posible o necesario, examinar más de una muestra.

También resulta muy importante determinar la presencia
de huevos viables como prueba de infección activa, lo cual
es posible de manera sencilla en el laboratorio con la
utilización de solución salina
isotónica.

La biopsia rectal permite también determinar la
presencia de huevos, aunque generalmente no es necesario llegar a
realizar este proceder invasivo (rectoscopía con
biopsia).

En la schistosomiasis urinaria se confirma el
diagnóstico por el hallazgo del huevo
característico de esta variedad, con espolón
terminal.

Las pruebas
serológicas son menos específicas para determinar
enfermedad presente y su sensibilidad es variable, presentando
con frecuencia resultados falsos negativos y falsos positivos. En
la actualidad, se trabaja en el perfeccionamiento de esos
métodos, mediante el uso de antígenos altamente purificados, con vistas
a mejorar la efectividad de las técnicas
que incluyen el ELISA fundamentalmente.

Igualmente, la citoscopía permite observar las lesiones
en la mucosa vesical con los llamados "parches arenosos" de
color gris pardo
y la toma de muestra para biopsia, si resulta necesario, por el
aspecto a veces seudotumoral de las lesiones.

La radiografía simple de abdomen puede mostrar una
línea delgada de calcificación de la pared vesical
(imagen
patognomónica), que puede extenderse también a los
uréteres, orientando hacia la necesidad del estudio
contrastado (programa) para
evaluar las posibles complicaciones.

Epidemiología:

La schistosomiasis es una enfermedad principalmente de
población rural, con bajo nivel de vida, condiciones
sanitarias inadecuadas, con sistemas de
agricultura y
riego poco desarrollados e incluso rudimentarios, donde es
natural que el trabajo y
la actividad cotidiana de las personas las mantenga en riesgo permanente
de adquirir la enfermedad, por no contar con un sistema de
abastecimiento directo de agua a
domicilios u otras fuentes
adecuadas de agua potable y
para el baño, lavado de ropa, lavado de utensilios y otras
actividades domésticas.

Para que se produzca la transmisión debe intervenir la
interacción de varios factores, como
son:

  • 1. La presencia en el área de los caracoles
    que sirven como huéspedes intermediarios
    específicos, hecho que a su vez constituye el
    principal factor que limita la distribución
    geográfica de estos parásitos y la enfermedad
    que los mismos provocan.

  • 2. Presencia de personas que estén infectadas
    con Schistosomas.

  • 3. Hábitos en la población que lleven a
    la contaminación del agua con heces u orina y al
    contacto con agua y exposición a las cercarias.

La prevalencia e intensidad de la infección está
en relación directa con la frecuencia, grado y tiempo de
exposición al agua infectada con cercarias, lo que ocurre
generalmente en las márgenes de ríos, lagos,
arroyos pequeños, terrenos anegados y con abundante
vegetación, que propician una alta densidad de
caracoles y que, por lo general, suelen ser los mismo lugares
para grupos numerosos
de personas que habitan en esas zonas.

Control y Prevención:

Los programas para el
control de la
schistosomiasis deben ir encaminados al logro de dos objetivos
fundamentales:

  • 1. Impedir la transmisión o reducirla de
    manera considerable, mediante la aplicación de
    sustancias molusquicidas, el saneamiento ambiental y una
    activa labor de educación sanitaria.

  • 2. Tratamiento en masa a la población del
    área o a las personas detectadas como positivas.

Para poder
desarrollar acciones de
control de la enfermedad es esencial, como parte de la labor
comunitaria de los organismos de salud, el
conocimiento claro de los factores socioculturales de la
zona, que puedan determinar la forma de eliminación de
excretas humanas y la distribución de caracoles en esa
área.

Es necesaria la instrumentación de medidas combinadas que
sean dirigidas a romper el ciclo de vida
del parásito, prevenir y controlar.

La educación sanitaria a la población
es vital, pues resulta muy difícil lograr éxitos en
los programas de control si no hay una cooperación
verdadera de la población de la zona.

Lo ideal, desde luego, sería utilizar de forma
simultánea todos los métodos de control posibles,
pero, por la propias condiciones socioeconómicas, de la
mayoría de los países donde la enfermedad es
endémica, resulta muy difícil llevar esto a la
práctica, por lo que hay que seleccionar las medidas
apropiadas para cada zona endémica, teniendo en cuenta las
características locales y los recursos de que
se pueden disponer.

Sólo el mejorar las condiciones sanitarias y de
comportamiento
humano contribuyen a reducir la
contaminación de las aguas, pero los obstáculos
financieros y culturales muchas veces frenan estas posibles
medidas, pues se necesitan cuantiosos recursos que las
direcciones administrativas al más alto nivel en cada
país deben poner en función de
estos objetivos, además de lograr la participación
consciente de la población.

Medidas posibles de control:

Educar a la población de zonas endémicas en
cuanto al modo de transmisión y métodos de
protección, de manera que puedan reconocer la enfermedad,
identificar los lugares y actividades con mayor riesgo de
adquirir la infección para poder evitarlos y donde buscar
atención para diagnóstico y
tratamiento.

  • Adecuada eliminación de heces y orina, para impedir
    que huevos viables se depositen en aguas donde pueden estar
    los caracoles huéspedes intermediarios.

  • Mejorar las prácticas de riego y agricultura y
    actuar sobre el hábitat de los caracoles, eliminando
    la vegetación o mejorando el drenaje y relleno de esos
    sitios.

  • Tratamiento de los criaderos de caracoles con sustancias
    molusquicidas, aunque puede ser limitado por su elevado costo
    y posible daño ecológico secundario.

  • Evitar el contacto con aguas contaminadas cuando se
    trabaja en terrenos anegados, mediante el uso de botas de
    goma y otros elementos.

  • Garantizar que el agua que se utilice para beber,
    bañarse, lavar ropa, etc., no proceda de fuentes que
    puedan estar contaminadas por cercarias o que sean tratadas
    con yodo o cloro.

  • Tratamiento de las personas infectadas, para evitar la
    progresión de la enfermedad y disminuir la
    transmisión.

  • Información adecuada a viajeros que visiten zonas
    endémicas, sobre la enfermedad y las medidas para
    prevenirlas.

El paludismo o
malaria es una enfermedad producida por una de las cuatro
especies del protozoo del género
Plasmodium. Actualmente constituye una de los principales
problemas de
salud en muchos países del continente africano,
asiático y americano. Es una de las principales causas de
muerte en la población, tanto infantil como adulta, en
éstos continentes. Así las cosas, el paludismo mata
entre 1,5 y 2,7 millones de personas cada año y otros
300-500 millones contraen la enfermedad, a menudo en forma grave.
Más de 1 millón de los que mueren son menores de 5
años; el resto son principalmente mujeres en su primer o
segundo embarazo,
niños
mayores, adultos jóvenes y viajeros no inmunizados. La
inmensa mayoría se produce en el Africa tropical.
El paludismo, particularmente grave en los países
más pobres y en las poblaciones que viven en condiciones
más difíciles y precarias, socava la salud y el
bienestar de las familias, pone en peligro la supervivencia y
la
educación de los niños, debilita a la
población activa y empobrece a las personas y los
países.

Agente causal:

  • 1- Plasmodium falcíparum ( fiebre
    terciana maligna)

  • 2- Plasmodiun vivax (fiebre terciana
    benigna)

  • 3- Plasmodium ovale (fiebre terciana
    benigna)

  • 4- Plasmodium malariae (fiebre cuartana)

Transmisión:

En condiciones naturales se produce a través de la
picadura de la hembra anophelina de mosquitos infectados. Sin
embargo existen otros mecanismos por los cuales la
infección puede trasmitirse. Ellos son las transfusiones
de sangre, el uso de
jeringuillas infectadas, la vía placentaria y los
trasplantes de órganos.

Ciclo evolutivo:

Existen dos ciclos diferentes, uno que se desarrolla en el
mosquito, llamado ciclo esporogónico, en el cual hay
reproducción sexual y otro que se
desarrolla en el humano, con reproducción asexual, llamado
ciclo esquizogónico. De acuerdo a la definición de
huéspedes definitivos e intermediarios, según el
tipo de reproducción del parásito, sexual o
asexual, el mosquito es, en ésta parasitosis,
huésped definitivo y el hombre
huésped intermediario.

Ciclo esporogónico: Se efectúa en las hembras de
mosquitos del género Anopheles , que se infectan
al ingerir sangre de una persona que tenga
los parásitos sexualmente diferenciados en machos y
hembras, llamados respectivamente microgametocitos y
macrogametocitos. Estas formas sexuadas entran al estómago
del mosquito, los microgametocitos comienzan el proceso de
exflagelación, en el cual la cromatina se divide en varios
fragmentos, alrededor de 8, que se localizan en la periferia del
parásito y originan formas flageladas, móviles,
llamadas microgametos, que al liberarse buscan las células
femeninas para fecundarlas. Los macrogametocitos maduran y se
transforman en macrogametos, en cada uno de éstos se
forman 1-2 cuerpos polares que se mueven a la superficie del
parásito para recibir un microgameto que lo fecunda.
Ocurre así la fusión
de sus cromatinas, para conformar el huevo o zigote. Esye se
transforma en una célula
alargada y móvil, de aproximadamente 20 micras de
longitud, llamada ooquinete, la cual penetra la pared del
estómago del mosquito y se coloca entre las capas
epitelial y muscular. Allí crace y se forma el ooquiste
que es redondeado, el cual al llegar a su maduréz alcanza
un tamaño aproximado de 50 micras. En su interior ocurre
la división del núcleo y el citoplasma para
constituir gran cantidad de elementos filamentosos llamados
esporozoítos y se disemina por todo el cuerpo del
mosquito, pero se localizan preferentemente en las
glándulas salivares, donde permanecen hasta ser inoculados
durante una nueva picadura.

Ciclo esquizogónico: El ciclo en el hombre comienza con
la penetración intracapilar de los esporozoítos a
través de la piel. Estas
formas parasitarias son fusiformes, móviles, de
aproximadamente 14 micras de longitud, que rápidamente
pasan a la circulación, donde permanecen alrededor de unos
30 minutos antes de invadir los hepatocitos. Existen dos etapas
de reproducción esquizogónica, la
pre-eritrocítica y la eritrocítica.

  • Etapa pre-eritrocítica: Se inicia con la
    penetración de los esporozoítos a los
    hepatocitos. Dentro de cada hepatocito parasitado se forma el
    esquizonte tisular primario, constituido por múltiples
    núcleos con su correspondiente citoplasma. Este
    esquizonte madura y deforma la célula hepática.
    Después de 6-12 días sufre la ruptura, y libera
    miles demerozoítos tisulares, los cuales van a la
    circulación para invadir los eritrocitos. En P.
    vivax
    y ovale algunas formas tisulares se
    desarrollan muy lentamente en el hígado y pueden
    permanecer latentes por varios meses, por lo cual se les ha
    llamado hipnozoítos. Cuando estos salen
    tardíamente a la circulación producen las
    recaídas lo cual no sucede con P.
    falcíparum
    y malariae.

  • Etapa eritrocítica: Los merozoítos
    procedentes de los esquizontes tisulares invaden los
    eritrocitos, en donde toman la forma inicial de anillos,
    denominados trofozoítos, que al madurar adquieren una
    configuración irregular. Utilizan la hemoglobina para
    su nutrición, aprovechando la globina de la
    célula, de la cual queda como producto residual el
    pigmento malárico o hemozoína, que aparece en
    el citoplasma del parásito como acúmulos de
    color café oscuro. Al dividir su cromatina se
    constituye el esquizonte, que madura y forma la roseta,
    llamada así por la distribución de los
    fragmentos de cromatina, el citoplasma y el pigmento
    malárico. En P. falcíparum realiza la
    formación de esquizontes en los eritrocitos adheridos
    a las paredes de los capilares viscerales. El esquizonte
    maduro al romperse libera un número de
    merozoítos de acuerdo a la especie de plasmodium. Cada
    una de estas formas invade nuevos eritrocitos y da comienzo a
    otro ciclo eritrocítico. Algunos merozoítos
    tiene al parecer una predisposición genética
    para constituir los elementos masculino y femenino
    (gametocitos) que circulan como formas infectantes y no
    producen sintomatología en el hombre. Esto gametos no
    llevan a reactivación de la infección humana y
    si no son ingeridos por los mosquitos, desaparececn
    espontáneamente de la sangre. En el caso de P.
    falcíparum
    los gametocitos aparecen en la sangre
    circulante de 1-3 semanas después de haber parasitemia
    asexuada y permanecen 4-6 semanas después de
    terminada. En las otras especies aparecen y desaparecen junto
    a las formas asexuadas.

Por tanto resumiendo:

  • 1- El ciclo esporogónico (en el mosquito) dura
    9-14 días

  • 2- El ciclo esquizogónico (en el hombre) dura
    9-15 días

  • 3- El ciclo tisular en el hombre dura 6-12
    días

  • 4- El ciclo hemático en el hombre dura 3-9
    días

  • 5- Esquizogonia tisular primaria para P.
    falcíparum
    : 30 000-40 000 merozoítos.

  • 6- Esquizogonia tisular primaria para P.
    vivax
    : 10 000 merozoítos

  • 7- Esquizogonia tisular primaria para P.
    ovale
    : !5 000 merozoítos

  • 8- Esquizogonia tisular primaria para P.
    malariae
    : 1500 – 2000 merozoítos

  • 9- Esquizonte hemático de P.
    falcíparum
    : 18-24 merozoítos

  • 10- Esquizonte hemático de P. vivax:
    16 merozoítos

  • 11- Esquizonte hemático de P ovale: 8
    merozoítos

  • 12- Esquizonte hemático de P
    malariae
    : 8 merozoítos

  • 13- P. falcíparum parasita todos los
    eritrocitos

  • 14- P. vivax parasita eritrocitos
    jóvenes

  • 15- P. ovale parasita eritrocitos
    jóvenes

  • 16- P. malariae parasita eritrocitos
    maduros

La vida dentro del mosquito es una carrera contra el tiempo,
porque el período que tarda el parásito en crecer y
desarrollarse es parecido al promedio de vida del insecto. Ese
período es más largo en los entornos más
fríos y se acorta cuando la temperatura
aumenta. Así pues, la supervivencia del parásito
está pendiente de un hilo, y si la temperatura promedio
desciende por debajo de un determinado punto, el mosquito suele
morir antes de poder transmitir el Paludismo. Es por eso que el
Paludismo constituye una amenaza tan grande para la salud en las
zonas tropicales y no en los países más
fríos o altitudes mayores (donde la temperatura es mayor).
Por tanto una de las muchas amenazas que plantea el calentamiento
del planeta es que podría ampliarse el territorio en que
el paludismo es un problema de salud.

Patogenia:

Cambios en los eritrocitos:

  • Pérdida de la elasticidad

  • Aumento de la adhesividad al endotelio vascular debido a
    la reducción de la carga eléctrica y
    formación de prominencias en la superficie de la
    membrana eritrocitaria lo que produce obstrucción
    capilar.

  • Aumento de la fragilidad de los eritrocitos parasitados y
    no parasitados con disminución de la vida media,
    hemólisis y anemia.

  • Disminución del transporte de oxígeno
    produciendo anoxia

  • Liberación de toxinas y Ag. por mecanismos
    autoinmunes con más hemólisis y más
    anemia.

Alteraciones posteriores al daño eritrocitario:

  • Hemólisis: produce anemia, liberación de
    hemoglobina, hemoglobinuria, hiperbilirrubinemia,
    liberación de parásitos y producción de
    pigmento malárico. Liberación de
    hemozoína, toxinas y Ag. que actúan sobre el
    sistema vascular y forman complejos inmunes.

  • Bloqueo capilar por alteraciones de los eritrocitos con
    anoxia y daño tisular.

  • Vasodilatación y aumento de la permeabilidad
    capilar con hipotensión y salida de eritrocitos
    principalmente al cerebro.

  • Trastornos de la coagulación por déficit en
    la formación de los factores de la coagulación,
    CID y disminución de las plaquetas lo que lleva a la
    hemorrágia.

Alteraciones en otros órganos:

  • Riñones: La complicación renal se produce
    fundamentalmente en infecciones por P. falcíparum
    y P. malariae.
    En el P. falcíparum se
    produce glomerulonefritis con congestión y aumento de
    tamaño del órgano y pigmentación oscura
    (la presencia de complejos inmunes y la necrosis tubular
    llevan a la insuficiencia renal aguda). En el P.
    malariae
    se presenta Síndrome nefrótico
    debido a la glomerulopatía proliferativa con
    engrosamiento de la membrana basal y expansión del
    mesangio. Además hay depósitos de
    inmunoglobulinas y complemento semejante a daños
    renales causados por enfermedades por complejos inmunes.

  • Pulmones: Hay edema, congestión y acumulo de
    pigmento. La insuficiencia pulmonar se atribuye al compromiso
    de la microcirculación capilar (asociada a daño
    renal y cerebral), mecanismos inmunológicos y al
    exceso en la hidratación.

  • Hígado: El daño hepático es
    progresivo y puede llevar a la insuficiencia hepática
    especialmente en P. falcíparum. En
    éstos casos hay íctero marcado, hemorragias e
    hipoalbuminemia lo que a su vez son factores importantes en
    el edema cerebral y pulmonar

  • Cerebro: El compromiso del SNC se produce casi
    exclusivamente en el parasitismo por P.
    falcíparum
    lo que da lugar a una
    encefalopatía difusa aguda y microtrombosis capilar.
    Se presenta vasculomielopatía, isquemia, hemorragias
    petequiales perivasculares, desmielinización
    perivascular y edema.

  • Bazo: Aumentado de tamaño y de color rojo oscuro
    por almacenamiento de pigmento malárico. Sinusoides
    distendidos por glóbulos rojos y células
    mononucleares. Los eritrocitos están parasitados y
    adheridos a las paredes causando zonas de infarto. En las
    formas crónicas hay marcada esplenomegalia y su peso
    es mayor de 500 gramos, con la cápsula distendida y
    engrosada y propenso a la ruptura traumática o
    espontánea.

  • Médula ósea: De color oscuro como chocolate,
    conteniendo gran cantidad de pigmento malárico y
    parásitos fagocitados por los macrófagos. Hay
    hiperplasia normoblástica.

  • Miocardio: En infecciones por P.
    falcíparum
    se han observado focos de necrosis
    debido al bloqueo capilar

  • Placenta: Puede estar aumentada de tamaño, de color
    gris y microscópicamente muestra parásitos
    abundantes en los espacios intervellosos y en la
    circulación materna ( por éste motivo es que
    hay transmisión placentaria).

  • Intestino: Pueden existir hemorragias puntiformes,
    obstrucción de los capilares u necrosis de la
    mucosa.

La fisiopatología de la malaria grave no está
totalmente esclarecida y se han propuesto varios mecanismos para
explicarla, aunque ninguna ha logrado justificar todos los
eventos que se
producen en las infecciones graves. Las teorías
más importantes son:

  • Aumento de la permeabilidad de la barrera
    hematoencefálica

  • Mecanismos inmunológicos

  • Citoadherencia

Manifestaciones clínicas:

Dependen de la especie del parásito, de la
parasitemia y del estado inmunitario del huésped. El
cuadro clínico característico se resume
básicamente en escalofrío, fiebre y
sudoración, asociado a leucopenia, anemia y posteriormente
esplenomegalia. Con frecuencia se presentan cuadros
atípicos. La enfermedad tiende a la cronicidad, etapa que
se caracteriza por períodos de latencia, con etapas de
recaídas y recrudescencias.

Ataque primario: Cuando el individuo padece un ataque
agudo por primera vez y es más grave en pacientes no
inmunes, cursando con sintomatología muy florida.
Epidemiológicamente se reporta como caso nuevo.

Reinfección: Cuando un individuo padece de
nuevo la enfermedad después de 2 semanas de haberse
curado. Epidemiológicamente se reporta como caso
nuevo.

Recrudescencia: Se observa en las especies por P.
falcíparum
y P malariae y se define como
accesos palúdicos posteriores, siempre a expensa de formas
eritrocitarias en el curso de la misma infección que
provocó el ataque primario. Epidemiológicamente no
se reporta como caso nuevo.

Recaída: Se observa en las especies por P
vivax
y P. ovale y se define como accesos
palúdicos posteriores en meses o años en el
transcurso de la misma infección del ataque primario y
siempre a expensa de los merozoítos pre-eritrocitarios
procedente de los Hipnozoítos hepáticos.
Epidemiológicamente no se reporta como caso nuevo.

El período de incubación es comúnmente de
10 – 14 días, pero se acorta o prolonga según
el número de parásitos inoculados, la especie de
Plasmodium y la inmunidad del hospedero. Cuando los
parásitos penetran al organismo a través de
transfusiones de sangre, el período de incubación
puede acortarse hasta 48 – 72 horas, pero también
puede prolongarse más de lo común si la parasitemia
es muy baja; en éstos casos no ocurren ciclo
pre-eritrocitarios.

Antes de aparecer el ataque agudo, pueden observarse
síntomas premonitorios como cefalea, lumbalgia, mialgias,
anorexia,
mitos, etc. El
ataque agudo se inicia con los accesos febriles precedidos por
escalofríos y seguidos de intensa sudoración. Estos
paroxismos se repiten cada 48 – 72 horas, según la
especie de Plasmodium, al ocurrir la liberación
de los parásitos por lisis de los eritrocitos. Algunas
veces existen formas mixtas, con la presencia de diferentes
especies de Plasmodium, lo cual modifica la periodicidad
de la fiebre.

Período de escalofrío: Sensación
subjetiva de frío intenso en todo el cuerpo, que aumenta
progresivamente en intensidad hasta llegar a un temblor
incontrolable. En éste lapso, el pulso es rápido y
débil; la piel inicialmente está fría y
cianótica, en algunas ocasiones existen náuseas y
vómitos y en los niños se pueden presentar
convulsiones. La duración es variable y rara vez
más de ½ hora.

Período febril: A medida que la temperatura asciende,
el escalofrío cede hasta desaparecer. La temperatura
corporal sube rápidamente y puede llegar a cifras muy
altas con aparición frecuente de convulsiones y delirio
especialmente en los niños. La cara está
enrojecida, la piel caliente y seca, el pulso está lleno y
con frecuencia dicroto; pueden presentarse cefalea,
náuseas y vómitos. Su duración es de 3
– 4 horas.

Período de sudoración: Después de la
fiebre, en forma brusca, se comienza a sudar profusamente y la
temperatura cae. La cefalea desaparece y el paciente está
somnoliento y con sed; disminuye la sensación de malestar
aunque puede sentirse exhausto. Después de terminar la
sudoración el paciente entra en un período de
descanso, durante el cual se siente mejor y aún puede
reanudar sus actividades hasta el próximo acceso febril.
Muchas personas que han tenido paludismo creen poder distinguirlo
de otras enfermedades, pero esa es una creencia peligrosa

Complicaciones:

Malaria por P. falcíparum: El término
malaria severa implica una infección con manifestaciones
clínicas y complicaciones que potencialmente son fatales.
La edad y el estado
inmunitario afectan significativamente el pronóstico de la
enfermedad:

  • 1- Hiperparasitemia

  • 2- Malaria cerebral

  • 3- Insuficiencia renal

  • 4- Fiebre biliosa hemoglobinúrica

  • 5- Anemia severa

  • 6- Edema pulmonar

  • 7- Ictericia y daño hepático

  • 8- Hemorrágia

  • 9- Hipertermia

  • 10- Deshidratación

  • 11- Hipoglicemia

  • 12- Infecciones asociadas (frecuentemente por
    Samonellas y F. tifoidea).

Malaria por P. vivax y P. ovale: Casi
siempre son de evolución benigna y sólo se
consideran graves y posiblemente mortales cuando:

  • 1- Ruptura esplénica (evento raro en pacientes
    con esplenomegalia)

  • 2- Daño hepático y hepatitis
    inespecífica

  • 3- Trombocitopenia y anemia severa

  • 4- Malaria cerebral que ha sido reportada en muy
    escasos pacientes (casos no bien documentados)

Malaria por P. malariae: Es la especie más
antigua de las que parasitan al hombre por lo que la
adaptación al huésped es mayor y por tanto es la
más benigna. Ocasionalmente se encuentra como
complicación un síndrome nefrótico de causa
inmunológica y principalmente en niños.

Malaria en los niños: La enfermedad es más
severa en los niños que en los adultos. Es notoria la
anorexia y los cambios del comportamiento
con gran irritabilidad y sueño irregular. Son más
susceptibles a las complicaciones graves con un alto porciento de
mortalidad y la permanencia de secuelas también es muy
frecuente. Un aspecto demográfico importante del impacto
del Paludismo cuando se combina con enfermedades
infantiles es el hecho, fácilmente observable, de que los
niños nacidos en determinados meses del año a
menudo tienen una mayor probabilidad
de sobrevivir. Las tasas más altas de fallecimientos
corresponden de ordinario a quienes nacen entre 3 y 6 meses antes
de la principal estación de transmisión del
parásito. De los 3 a los 6 meses los bebés pierden
la mayor parte de la inmunidad materna, pero probablemente no han
padecido aún ninguna infección que cimiente su
inmunidad personal
adquirida. Si la estación culminante del
Paludismo coincide con la prevalencia estacional de una
o más de las enfermedades infantiles habituales, el
impacto es todavía mayor. Antes de que existiera una
amplia disponibilidad de medicamentos antipalúdicos, en
algunas zonas muy endémicas existía un peculiar
ejemplo del impacto social de la enfermedad. A menudo se esperaba
al primer año de vida para ponerle nombre a los
niños debido a la frecuencia con que fallecían en
los primeros 12 meses de vida.

Malaria en embarazadas: El paludismo, plaga de la
maternidad, puede cursar con complicaciones graves e incluso el
fallecimiento de la madre durante el embarazo, así como
frustrar el desarrollo del
bebé antes y después del parto y con
mucha frecuencia provocar su muerte. En zonas muy
endémicas, la frecuencia de las infecciones ayuda a
conseguir la inmunidad natural, aunque con un costo enorme. En
zonas en que el Paludismo sólo se presenta de
tarde en tarde, la frecuencia de nuevas infecciones no permite
que la población mantenga un elevado nivel de inmunidad;
el resultado es que muchas personas de todas las edades se ven
gravemente afectadas cuando se produce la epidemia. Las no
inmunes y especialmente las primigrávidas son más
susceptibles a la enfermedad severa y a tener abortos y
mortinatos. El secuestro
placentario de los parásitos produce interferencia en la
nutrición
del feto. La madre
desarrolla con frecuencia edema pulmonar
e hipoglicemia. Puede ocurrir muerte fetal o parto prematuro con
bajo peso al nacer. Es poco frecuente la malaria
congénita. Durante el embarazo es más frecuente la
aparición de las complicaciones descritas anteriormente en
cada especie.

Inmunidad:

Inmunidad natural: En la especie humana algunos grupos de
población poseen algún grado de resistencia
natural a la malaria, conferida por factores genéticos
tales como la deficiencia de 6-DPG para P.
falcíparum,
algunas hemoglobinopatías
interfieren con la nutrición y el crecimiento del
parásito como sucede con la hemoglobina E y la hemoglobina
fetal para P. vivax. El grupo
sanguíneo Duffy es negativo en una alta
proporción de los negros de Africa y confiere resistencia
a infecciones por P. vivax aunque son susceptibles a
otras especies de Plasmodium

Inmunidad adquirida: Esta inmunidad en malaria se desarrolla
por el estímulo antigénico del parásito o
sus productos. En
la infección malárica ocurre el estado de
premunición que consiste en un estado inmune mientras haya
parásitos en el huésped lo cual protege de la
superinfección por parásitos de la misma especie.
Existe la observación de que los habitantes de regiones de
malaria endémica muestran una susceptibilidad menor a la
malaria que quiénes llegan por primera vez a una zona
palúdica. Juegan un importante papel la inmunidad mediada
por Ac (IgA, IgM, IgG) y la inmunidad mediada por
células.

Inmunidad pasiva: Existe inmunidad pasiva recibida durante la
vida fetal. Los Ac formados por la madre pasan la barrera
placentaria y pueden proteger al niño recién
nacido, hasta los 3 primeros años de vida. La malaria
congénita es mucho menos frecuente en niños hijos
de madres con alta inmunidad a pesar de la infección
placentaria. Se han demostrado altos títulos de Ac en la
sangre del cordón umbilical de niños recién
nacidos en zonas endémicas.

Diagnóstico:

  • 1- Gota gruesa

  • 2- Extendido de sangre

  • 3- Detección del ADN y ARN del
    parásito

  • 4- Reacciones inmunológicas (
    ELISA, Hemaglutinación indirecta, IFI)

  • 5- Buffy coat

Material y
método

Se realiza un estudio descriptivo longitudinal
retrospectivo de los Enfermedades exóticas importadas
durante 2002- 2006 en Cuidad Habana.

Se recopila la información de los viajeros de Ciudad
Habana según país de procedencia de los archivos del
departamento de Estadística del departamento de Control
Sanitario Internacional del Aeropuerto Internacional "JOSÉ
MARTÍ" correspondiente a los años 2002-2006.

Se buscó además la
información de casos deTripanosomiasis Americana,
Shistosomiosis, Leishmoniasis, Filariasis y Paludismo, importados
de Ciudad Habana reportados por el departamento de estadísticas del CPHE de Ciudad Habana y
reportados por el IPK.

 

Se revisan las historias epidemiológicas
para determinar si fue concebido como viajero con tarjeta roja a
su llegada a Cuba o no. Si
la información fue enviada oportunamente a las provincias
por la vigilancia del Aeropuerto. Ello permitió medir las
fallas en el CSI.

Se le dio salida a los objetivos por medio de
tablas que se describen en la discusión de los
resultados.

Resultados

Como podemos observar en la tabla 1 donde hablamos del
comportamiento de la Leismaniosis importada encontramos que la
mayoría de los casos detectados fue en el año 2006
provienen del continente americano, con una tasa de 0.027, en el
año 2003, 2004 y 2005 solo encontramos un caso en cada
año con las tasas de 0.009, 0,011 y 0,008 respectivamente,
no apareciendo ningún caso reportado en el 2002, resultado
similar a lo reportado en la bibliografía revisada, por
lo que opina la autora que el continente americano que
prevaleció en el año 2006 puede deberse a que la
colaboración en estos países ha aumentado.

Tabla 1Comportamiento de la Leishmaniasis
importadas. Aeropuerto "José Martí".
Años 2002 -2006

Enfermedad Leishmaniasis

País de procedencia
10000

No. de

casos

Total de viajeros que

arribaron

Tasa x 10000

2002

—–

—–

1082477

—–

2003

Malí

1

1105029

0.009

2004

Angola

1

852722

0.011

2005

Bolivia

1

1188572

0.008

2006

Venezuela, Colombia
y Costa Rica

3

1107126

0.027

Fuente: datos
estadísticos Aeropuerto Internacional "José
Martí"

El comportamiento de la loasis importada proviene del
continente africano en los años 2002, 2003 y 2005 (Tabla 2
) ,donde la tasa mayor fue en el 2002 de 0,027, seguido de Guinea
ecuatorial con 0,009 y Gabonause de 0,008, lo cual era de esperar
ya que la distribución geográfica de esta
patología es propia del Continente Africano coincidiendo
estos datos con los años donde la entrada de estudiantes
africanos al pais fue mayor como se pudo ver en el control de
entrada de pasajeros de los años referidos.

Tabla 2Comportamiento de la Filariosis (Loa loa)
importadas. Aeropuerto "José Martí". Años
2002 -2006

Enfermedad

Loa loa

País de procedencia

No. de

casos

Total de viajeros que

arribaron

Tasa x 10000

2002

Guinea ecuatorial

Angola

2

1

1082477

0.027

2003

Guinea ecuatorial

1

1105029

0.009

2004

———–

——-

852722

——-

2005

Gabonause

1

1188572

0.008

2006

———–

——–

1107126

——-

Fuente: datos estadísticos Aeropuerto
Internacional "José Martí"

En los años 2002, 2003, 2004 y 2006 no entraron casos
de tripanosomiasis importada (Tabla 3), solamente en el
año 2005, 15 casos de Bolivia con
una tasa de 0,126, cuantitativamente es pequeño, pero
cuando observamos la población de los viajeros sometidos a
vigilancia epidemiológica con tarjeta roja que es de
1188572 el riesgo aumenta aunque siendo un peligro potencial para
nuestro país si no se hace la vigilancia y control
adecuado, ya que en la cueva Caimanera, Península de
Guanahacavibes, Pinar del Río, Cuba, existe el
Triatoma flavida, aunque no se haya reportado
ningún caso de Tripanosomiasis americana
autóctona.

Tabla No. 3 Comportamiento de la Tripanosomiasis
americana importadas. Aeropuerto "José Martí".
Años 2002 -2006

Enfermedad de Chagas

País de procedencia

No. de casos

Total de arribos

Tasa x 10000

2002

——

——

1082477

——

2003

——

——

1105029

——

2004

——

——

852722

——

2005

Bolivia

15

1188572

0.126

2006

——

——

1107126

——

Fuente: datos estadísticos Aeropuerto
Internacional "José Martí"

Tabla 4Comportamiento de la Shistosomiasis
importadas. Aeropuerto "José Martí". Años
2002 -2006

Shistosomiasis

País de procedencia

No. de casos

Total de arribos

Tasa x 10000

2002

——

——

1082477

——

2003

——

——

1105029

——

2004

Angola

1

852722

0.011

2005

Malí

2

1188572

0.018

2006

——

——

1107126

——

Fuente: datos estadísticos Aeropuerto
Internacional "José Martí"

En el año 2002 (Tabla 5) se notificaron 12 casos
procedentes de los continentes africano y americano con una tasa
de 0,11, 2003 se notificaron 11 casos de paludismo con 0,009,
2004 con la tasa de 0,0082 procedentes del continente americano y
africano mayoritariamente, en el 2005 coincide con ser el
año de mayor entrada de enfermedades exóticas, lo
cual puede explicarse a que en este año hubo un cambio de
estrategia en el
Control sanitario internacional y una tasa de 0,045 en el
año 2006 procedente del continente asiático ,
americano y africano, no es imputable al aeropuerto la entrada de
casos de enfermedades sujetas a control sanitario.

En nuestro trabajo se
realizó una revisión amplia del tema sobre el
Control Sanitario Internacional, pero encontramos estrategias de la
OMS y la OPS sobre el control vectorial pero sobre el viajero y
su control nuestro país se encuentra en la avanzada.
Creemos que es de vital importancia este aspecto ya que en Abril
del 2006, la OMS reportó un caso de paludismo introducido
en la Isla de Córcega en Francia.

Tabla No. 5 Comportamiento de la Paludismo
importadas. Aeropuerto "José Martí". Años
2002 -2006

Paludismo

País de procedencia

No. de casos

Total de arribos

Tasa x 10000

2002

G.Ecuatorial Ecuador;
Congo Sao Tome y Príncipe Benin, Nicaragua,
Honduras, Malí

12-

1082477

0.11

2003

Haití,Angola,Nigeria,Mozambique,Benin,Venezuela, G.

Ecuatorial, Gabón

11

1105029

0.009

2004

Gabón , Angola, Guinea
ecuatorial, Venezuela

7

852722

0.0082

2005

Angola/Zaire; Haití;

Sudáfrica, Venezuela

Níger; Mozambique;

Isla Guyana; Honduras

Guatemala, Guinea ecuatorial

14

1188572

0.117

2006

Guinea ; Guatemala ,Benin Banuato Oceanía, Ghana-

5

1107126

0.045

Fuente: datos estadísticos Aeropuerto
Internacional "José Martí"

Conclusiones

  • 1. Todas las enfermedades
    exóticas como Paludismo ,Enfermedad de Chagas,
    Shistosomiasis, Leishmaniasis, y Loa loa importadas que
    entraron a nuestro país en el periodo de tiempo
    estudiado se controlaron en el aeropuerto siendo considerado
    por el lugar de procedencia de alto riesgo de contraer la
    enfermedad y se le dio tarjeta roja.

  • 2. Los países que más
    incidieron en la entrada de estas enfermedades al país
    fueron del continente americano Venezuela y Bolivia; del
    continente africano Guinea Ecuatorial y Angola.

  • 3. El Control Sanitario Internacional en
    el Aeropuerto "José Martí "fue efectivo en los
    años estudiados.

Recomendaciones

  • Realizar encuentros de capacitación
    que mantengan a todos los profesionales del CSI del
    Aeropuerto Internacional José Martí,
    actualizados sobre los temas de las enfermedades emergentes y
    reermengentes en el mundo y se haga extensivo al resto del
    país.

  • Involucrar a todo el personal no asistencial
    de salud, que interviene en el trabajo de Control en el
    Aeropuerto, a la capacitación por medio de clases y
    conferencias, impartidas por nuestros profesionales sobre el
    trabajo de frontera y su importancia.

REFERENCIAS
BIBLIOGRÁFICAS:

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    del IPK Vol. 12 Nro. 30/2007. DRA. Carmen Julia Suárez
    Miranda y Colaboradores.

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    la Epidemiología. Publicaciones de la OPS.
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    Microbiología y parasitología humana. 2da ed.
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    Schofield, C. J. Mem. Inst. Oswaldo Cruz 97, 603–612
    (2002). 

 

 

 

Autor:

Msc. Dra. Regla Bermudez Perez

Medico especialista de primer Grado en
Microbiología

Master en Enfermedades Infecciosas

Master en Bioseguridad

Profesora Auxiliar

Msc. Dra. Lourdes Martinto Ruiz

Medico especialista de primer Grado en
Epidemiología

Master en Enfermedades Infecciosas

Master en Bioseguridad

Msc. Dra. Leila Novoa Cantillo

Medico especialista de primer Grado en MGI

Master en Enfermedades Infecciosas

MsC. Dra. Livia Alvarez Molina

Medico especialista de primer Grado en
Microbiología

Master en Bioseguridad

Profesora Auxiliar

Facultad de Ciencias
Médicas 10 de Octubre

Ciudad Habana 2009

Partes: 1, 2, 3
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