Estudio etnobotánico de las plantas medicinales en el Valle de San Andrés
- Materiales
y métodos - Características
físico – geográficas - Características
de las formaciones vegetales del área de
estudio - La
descripción etnobotánica para cada una de las
especies obtenidas del saber popular y la bibliografía
científica consultada - Conclusiones
- Anexos
- Bibliografia
Introducción.
El trabajo
Comunitario debe considerar como premisa y principio fundamental
que el ser humano está situado en varias dimensiones, por
un lado se encuentra el espacio natural y social que ejercen
sobre él una influencia determinante durante toda su vida.
Por otro existe en el tiempo, que lo
provee de un pasado histórico que lo enriquece y
proporciona una identidad,
además se suma su sentido de futuro donde se plasman los
anhelos, proyecciones y aspiraciones. Así, en un momento y
espacio determinado lleva adelante sus actividades como
integrante de una sociedad, de
la cual es y se siente parte, desarrollando un sentido de
membresía e identidad con sus pares y congéneres,
cooperando con ellos en el mantenimiento
y continuidad de su grupo.
Por muchos años, la humanidad se ha servido de las
plantas en su
intento de curar las enfermedades y aliviar el
sufrimiento físico; actualmente se estima que el 80% de la
población mundial recurre a la medicina
tradicional para atender sus necesidades primarias de asistencia
médica (OMS, UICN, WWF, 1993).
Cuba, cuenta con una alta diversidad biológica y gran
parte de sus poblaciones usan medicinas en base a plantas,
constituyendo éstas un recurso potencial para afrontar las
enfermedades de la población en general. Para esto sin
embargo, se requiere que estas plantas tengan estudios
sistemáticos con exploraciones e inventarios,
reconocimientos y validaciones científicas, como
también políticas
adecuadas de manejo (Arrázola et al., 2002).
Los estudios etnobotánicos constituyen la base para el
desarrollo de
programas
encaminados a obtener el máximo conocimiento
sobre el uso de la medicina tradicional, el enriquecimiento del
acervo cultural y la mejor utilización del patrimonio de
las plantas
medicinales, así como la conservación de
especies de gran importancia botánica.
En el presente trabajo se realiza un inventario a
partir de una encuesta
efectuada a pobladores de diferentes localidades del valle de San
Andrés, en La Palma, provincia de Pinar del Río,
según las informaciones recopiladas acerca de la
utilización de las plantas medicinales en la zona, lo cual
constituye un valioso aporte a la tarea de evaluar el potencial
de nuestra flora medicinal.
Materiales y
métodos
Ubicación geográfica del área de
estudio.
Según la actual división política
administrativa del país el área de estudio
está ubicada en el municipio de La Palma (Figura 1).
Figura 1: Situación del valle de San
Andrés.
El área de estudio tiene una superficie de 19 307 has,
cuenta con 9217 habitantes (Dirección Municipal de estadística, 2009).
Esta área pertenece a la región occidental y
está ubicada en una zona de contacto donde inciden varias
sub-regiones geográficas que son: Sierra de los
Órganos, Alturas de Pizarras, Valles cársicos, y
Sierra de Guacamaya, razón de su extraordinaria variedad
faunística, florística y paisajística
(Núñez, 1982). Cartográficamente la zona
está ubicada entre las coordenadas planas rectangulares
313,150 – 335,150 mt y 326,000 – 268,400 mt, de las
hojas cartográficas a escala 1:25 000,
emitidas por el Instituto Cubano de Geodesia y Cartografía (ICGC, 1982).
Los límites se
describen a continuación:
Norte: Sierra de Guacamaya, Pico Grande, Parte aguas hasta La
Varia.
Este: Pico Chico, Alturas de Pizarras, las Catalinas y el
limite municipal con los Palacios.
Sur: Límites de los municipios Consolación del
Sur y La Palma.
Oeste: Límites con el municipio de Viñales.
Características físico-
geográficas.
Las características físico-geográficas
del valle de San Andrés se destacan por la complejidad
causada por los procesos que
han actuado durante su formación (Pimentel 2003).
Geología: El área está ubicado dentro de
la zona tectónica facial de Guaniguanico, coincidiendo en
ella los complejos de unidades conocidas por: Sierra de los
Órganos y Sierra de Guacamaya (Gutiérrez y Rivero,
1995).
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