La Gran Historia Olvidada – Ciencia y Tecnología Sumeria (3ra. Parte – Capitulos 9 a 12)
CAPITULO 9
LOS
RELOJES
Como sabemos, los SUMERIOS revolucionaron la Agricultura y
la Astronomía y con ella comenzaron a
desarrollar las tecnologías que ayudaran a avanzar su
intelecto para resolver todo lo concerniente relacionado con
estas otras disciplinas.
A esta realidad, no escapo la necesidad de controlar el
tiempo, esa
abstracta porción de espacio que se encontraba entre noche
y noche y que estaba marcado por el inexorable paso del sol, o
entre la noche y el día, tal vez por la luna o las
estrellas. También se sintieron interesados con el uso
persistentes de la observación del periodo existente entre el
sembrado de una semilla, su crecimiento y posterior
recolección; el pleno control del
tiempo de trabajo de los
obreros que se utilizaban para la construcción de todo tipo de obra, para el
bien de la población.
No en vano los SUMERIOS inventaron las horas, o sea dividieron
el día en 24 fracciones iguales y esto es producto de la
invención del Reloj, que se produjo aproximadamente en el
año ( 3.500 ac ).
El primer instrumento desarrollado para controlar el tiempo
por los SUMERIOS, fue el Reloj de Agua y
constaba de dos vasijas, una de las cuales contenía un
orificio por donde fluía el agua hacia
el otro recipiente. Las horas estaban marcadas en las paredes de
la vasija en la que caía el liquido. A este sistema en
Grecia se lo
denomino Clepsidra (kleptein, robar, e hidro, agua ) .
Luego de estos, los Relojes evolucionaron hacia los de sol o
también denominados de sombra, como el Gnomon Egipcio.
CAPITULO 10
LA
MEDICINA
Desde tiempos inmemoriales, las personas siempre se sintieron
atraídas hacia la posibilidad de encontrar soluciones a
los males de salud que continuamente los
aquejaban y que lamentablemente no sabían como hacerlo. De
esta manera y lentamente, fueron incursionando en las practicas
esotéricas por el echo de creer que las dolencias que los
afectaban eran cosas muy misteriosas que con el tiempo se
transformaron en espíritus malignos o el castigo de los
dioses.
Existe una antigua leyenda que proviene de la cultura
SUMERIA y que se halla escrita en las tablillas cuneiforme donde
dice, que el legendario Rey de la ciudad de Uruk "Gilgamesh"(
4.000 ac ), exploro inaccesibles montañas y profundos
océanos en busca de hierbas milagrosas que pudieran
curarles y le dieran la inmortalidad.
Esta leyenda se pierde en la distancia de los tiempos y se
cree que este Rey, fue el primero en entender el mágico
efecto de las plantas
curativas. Aunque esta versión no fuera cierta, porque
estas practicas son mas antiguas aun, es importante saber que en
SUMERIA y mucho antes que se inventara la Escritura, ya
conocían las propiedades de estas plantas y sus
efectos.
Los SUMERIOS, también creían que las enfermedades eran enviadas a
los hombres por los dioses por sus malas actitudes, por
eso esa disciplina fue
ligada en sus comienzos a practicas religiosas, mágicas y
adivinatorias ejercidas principalmente por la clase
sacerdotal. Pero con el correr de los tiempos, la medicina fue
independizándose de la religión y comenzaron
a surgir los médicos o ( a-shu ), que en SUMERIO quiere
decir "experto en agua", quienes practicaban el arte de curar. Lo
llamaban así por que se consideraba que el agua era capaz
de purificar el cuerpo y el espíritu.
C omo diría la Doctora Samira Abdel MASIH en su
libro "Siria
Histórica": "Tal es el caso de Lulu, que vivió
hacia el 2.700 ac, o del famoso Urlugaledinna, medico personal de
Ur-Ningirsu de la ciudad de Lagash ( 2.121-2118 ac), quienes se
encargaban de la medicina empírica ( diagnostico y
medicación ) y de las técnicas
quirúrgicas, lógicamente muy elementales.
Hasta ahora se dispone de muy poco material para el
estudio de la farmacopea SUMERIA, aunque han llegado muchas
tablillas de épocas posteriores que recogen palabras y
frases medicas. De los pocos textos originales de este tipo se
destaca uno, procedente de la ciudad de Nippur y fechado a fines
del tercer milenio, que incluye quince prescripciones, sin
conexión alguna con la magia o el mundo divino, y que
constituye hasta hoy el recetario de farmacia mas antiguo de la
historia.
Tales prescripciones contienen el nombre de la enfermedad,
los remedios a aplicar y las instrucciones para su correcta
administración. Estas podían
suministrarse de dos maneras: por vía externa a base de
cataplasmas o apositos, o bien mediante tratamiento local con
lavados, lociones, pomadas o pulverizaciones, y por vía
interna mediante la ingestión de dosis o píldoras
medicinales y purgativos, o bien la aplicación de lavados
y supositorios.
Para la preparación de las medicinas, la farmacopea
SUMERIA acudió tanto a los productos
botánicos como a los minerales, e
incluso al reino animal. De la botánica se destaca el tomillo, la mostaza,
diversas frutas y árboles
así como la cerveza, el vino
y el aceite
vegetal. Del mineral, el barro, el betún y el clorato
sádico son los mas citados. Del mundo zoológico las
recetas recogen caparazones de tortugas, serpientes de agua,
vacas, leche y lana,
entre otros animales y
productos.
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