Dicho período abarca desde el último tercio
del siglo XVIII hasta nuestra actualidad, siglo
XXI.
Las condiciones socio-económico-culturales
están dadas para que el hombre
dé un gran salto científico y desarrolle ya,
definitivamente, la etapa contemporánea o
científica de la medicina.
Conjuntamente con el desarrollo de
la revolución
industrial aparece la primera escuela de
higiene
ambiental y experimental.
Con el descubrimiento de la vacunación (Edward
Jenner, 1796) se coloca las bases definitivas en la lucha
contra la viruela, el tifus, el cólera,
la rabia y muchas otras enfermedades transmisibles o
no, junto con el nombre de Johann Peter Frank, quien debe
ser reconocido como el creador de la legislación sanitaria
actual; comenzando así la medicina preventiva. Dada el
éxito
inicial del control de
enfermedades mediante la revolucionaria técnica de la
vacunación, se piensa que una vez descubierto el agente
causal, sólo se trataba de generar una vacuna o un suero,
aislar al enfermo, desinfectar la ropa y objetos personales para
considerar controlado el problema de la enfermedad
transmisible.
A esta era se la denomina "era del saneamiento".En el
año 1851 se produce la primera Conferencia
Internacional de Higiene, en París, para considerar
acuerdos de saneamiento fundamentalmente contra la peste, el
cólera y la fiebre amarilla,
consignando la urgente necesidad de una acción
pública bien legislada para la lucha contra estos
flagelos.
En la segunda mitad del mismo siglo se crea la profilaxis con
los descubrimientos de Louis Pasteur, amparado en un
ambiente
fuertemente arraigado en el control de las enfermedades
infecciosas. Los aportes de Robert Koch en materia de
tuberculosis
complementan esta visión un tanto lineal y plana de esta
propuesta, al introducir el concepto del
riesgo social
en la génesis de la enfermedad. También progresaron
la asepsia y la antisepsia, como resultado de los estudios de
Semelweis y Lister y se desarrollaron diversos
instrumentos y equipos médicos, que facilitaron la
actividad de diagnósticos y cirugías: citemos los
rayos x de
Rontgen en 1895.
Sin duda, una de las grandes contribuciones del desarrollo del
llamado método
epidemiológico es aportado por John Snow,
anestesista inglés
cuyo brillante pensamiento
logra determinar las posibles causas de la aparición del
cólera en Londres, precisando incluso el posible mecanismo
de transmisión e intuyendo las características que
a su juicio la sustancia mórbida debía tener para
explicar la diseminación de la enfermedad. Snow va a
más allá, y propone sensatas medidas de control de
orden ambiental que tienen en vigencia aún en nuestros
días. A esta era se la denomina "era de las
enfermedades transmisibles".
La "era de la medicina de la comunidad", irrumpe como concepto
después de la guerra de
1914-18, cuando hacen su aparición las sociedades de
masas, así como estructuras
sociales y políticas
nuevas que obligan al planteamiento colectivo del problema,
haciendo especial hincapié en el desenvolvimiento de la
vida del individuo y
las colectividades, para remarcar su efecto, importancia y
fundamento en esta era comunitaria.
Los estudios apuntan a recorrer y analizar los elementos de la
ecuación de la salud, es decir: salud
–agente causal-huésped-ambiente y encontrar en
cada uno los factores de corrección que corresponda a fin
de hacer posible una auténtica fijación del
hombre en
el estado de
salud.
La búsqueda del bien común señala en este
periodo el interés
por acoger a los individuos que por algún motivo ven
desmejorado su condición de salud.
Se enfatiza la creación de instituciones
médico sociales adecuadas a las realidades
epidemiológicas y se aprovecha las bondades de la introducción de eficientes fármacos
y drogas en el
control de las principales enfermedades infecciosas. Existe un
progresivo interés en desarrollar estrategias
preventivas las que comienzan a ser aplicadas temprana y
masivamente en las comunidades, buscando el desarrollo y
expresión plena de las capacidades potenciales
biológicas, psíquicas y sociales de los
individuos.
Se comienzan a establecer los criterios esenciales para la
aplicación de elementos de prevención primaria,
secundaria y terciaria, incorporando el concepto de
participación de otros sectores ajenos
históricamente al quehacer de salud.
La disciplina
comienza a sentir la presión de
problemas
emergentes, vinculados con el desarrollo industrial, tal como
enfermedades crónicas y degenerativas.
A partir de la segunda mitad del siglo XIX la idea de los
mecanismos sociales, de las causales vinculadas al modo de vida,
al nivel de existencia, a las complejas situaciones del manejo
del conflicto
social, comienza a destacarse hasta que obliga a pensar en un
tipo especial de medicina, la denominada "Medicina
Social".
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