Introducción
El pulso es el elemento básico para conocer el grado de
intensidad con que se está realizando un esfuerzo
físico y para verificar la aptitud física de una
persona.
Tiene gran valor, tanto
para controlar el grado de exigencia de los ejercicios y
establecer la recuperación, como para regular la
intensidad con que se desea ejercitar. El pulso se toma antes,
durante y después de un programa de
entrenamiento.
Frecuencia Cardiaca (F.C.)
El corazón
tiene como tarea hacer fluir la sangre por el
cuerpo, para esto necesita contraerse y expandirse. La velocidad de
contracción del corazón también se conoce
como la frecuencia cardiaca. Esta es la cantidad de pulsaciones o
contracciones por minuto (p.p.m) que realiza el corazón,
lo cual corresponde a la cantidad de veces que el corazón
se contrae en un minuto.
El
Pulso
Es una onda que se origina en el corazón y se propaga a
través de todas las arterias en el cuerpo. Esto sucede
cada vez que el corazón se contrae (o da un latido), y
hace circular la sangre por todo el organismo. La onda se percibe
como un pulso y se puede palpar o tomar en diferentes partes del
cuerpo por donde pasan las diferentes arterias. Estos lugares
pueden ser en el cuello donde se encuentra la carótida y
cerca de la muñeca en la radial. Para tomar el pulso
usualmente se usan las yemas del dedo índice y medio,
presionando suavemente en el lugar indicado, allí se
podrá sentir las palpitaciones del corazón.
Toma de Pulso en Reposo:
Es importante tomar el pulso cuando el cuerpo está en
reposo, porque en esta condición las pulsaciones y
frecuencias cardiacas se encuentran a un ritmo normal. Cuando se
está en reposo la frecuencia cardiaca puede estar entre 60
y 80 pulsaciones por minuto. Esta frecuencia se obtiene
inmediatamente después de levantarse, antes de salir de la
casa o hacer cualquier actividad física en casa (como
limpiar los pisos), sentado en el salón de clase, al
terminar de comer (el almuerzo o la cena), antes de acostarse o
de cualquier actividad deportiva.
Cuando el cuerpo es sometido a una actividad física
requiere de un potencial energético mayor que el normal. A
medida que la actividad aumenta, mayor será la necesidad
de consumo
de energía. Cuando un individuo
altera su estado de
reposo a través de la actividad física,
aumenta la frecuencia respiratoria, la frecuencia cardiaca, la
temperatura corporal y aparece la
sudoración.
Toma del Pulso en Reposo – Arteria Radial.
Cerca de la muñeca se encuentra la arteria radial
conocida como canal radial.
Se utiliza para ello los dedos índice y medio de la
mano izquierda, colocando suavemente las yemas sobre el canal
radial y comprimiéndolo hasta sentir ondas de
pulso.
Se cuentan las pulsaciones durante unos 15 segundos, luego se
multiplica esa cantidad por 4, de esa manera se obtienen las
pulsaciones por minuto.
Ejemplo: Se contaron 17 pulsaciones durante los 15
segundos, entonces se multiplica 17 por 4 y se obtiene las
pulsaciones por minuto, que en este caso serian 68 pulsaciones
por minuto.
17 x 4 = 68 p.p.m
Toma de Pulso en Actividad Física:
El pulso se toma después de una actividad física
para chequear las frecuencias cardiaca y respiratoria. Esto
permite al atleta o entrenador saber si el organismo tiene la
capacidad para soportar el
trabajo al cual está siendo sometido. De esta
manera se pueden evitar problemas
cardiacos o colapsos por abusar del cuerpo en los
ejercicios para los cuales no está preparado.
A medida que la actividad es mayor, la frecuencia cardiaca
puede aumentar hasta 220 pulsaciones por minuto aproximadamente,
cuando una actividad física o emoción es muy
intensa. Esta frecuencia se puede medir luego de 10 minutos de
trote suaves, carrera de 80 metros a máxima velocidad, 20
abdominales, al levantar un objeto pesado con las manos 20 veces,
o algunos ejercicios de movilidad articular.
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