- Introducción
- Entonces,
¿Qué es realmente el socialismo: una etapa de
transición; una economía mixta, o un nuevo modo
de producción? - Luego,
¿Qué significa el socialismo del siglo XXI: una
nueva síntesis; una vía diferente, o simplemente
es más de lo mismo? - Ahora bien,
¿Qué es más importante en la
construcción del socialismo: la eficiencia; la
ideología, o la conciencia? - Y,
por fin, ¿Quién es el sujeto histórico en
el nuevo socialismo: el proletariado; el pueblo, o una
imprecisa multitud? - Resumen y
conclusiones
Resumen
En este estudio se intenta hacer un análisis crítico de la literatura relacionada
fundamentalmente con la propuesta de un socialismo para
este siglo XXI. Partiendo desde esta perspectiva se trata de
explorar las respuestas ofrecidas por diversas corrientes del
pensamiento a
cuatro preguntas generales: 1) ¿Qué es
realmente el socialismo?; 2) ¿Qué
significa el socialismo del siglo XXI?; 3)
¿Qué es lo más importante en la construcción del socialismo?, y 4)
¿Quién es el sujeto histórico en el
nuevo socialismo? En cada uno de estos temas se revisan
ideas y propuestas, y al final de cada punto se plantean algunas
críticas y se enuncian conclusiones.
Introducción
Una nueva crisis del
capitalismo,
el fin de la "larga noche neoliberal" y el renacimiento
de las ideas de redención social plantean la necesidad de
analizar con atención y de manera crítica
las propuestas alternativas plasmadas tanto en la literatura
clásica como reciente del socialismo. En este sentido, el
propósito de este ensayo es el
de realizar ese análisis en lo posible riguroso formulando
en cada punto las preguntas lógicas y necesarias de manera
que ellas nos permitan ir encontrando las respuestas a nuestras
inquietudes y necesidades de comprensión, de lo que se
plantea y de lo que realmente acontece en este comienzo de un
nuevo siglo. Inquietudes que se incrementan cuando hoy se convoca
a realizar la tarea de explorar y desarrollar un nuevo socialismo
que supere los errores del pasado y, al mismo tiempo, de
respuestas acertadas a las amenazas y desafíos que la
eterna voracidad capitalista le presenta a todos los seres
humanos y a su entorno. Pero el problema que surge inmediatamente
es la variedad de definiciones y propuestas que asumen el
término socialismo como bandera. Y he aquí donde ya
surge la primera pregunta: ¿De cuál socialismo
estamos hablando?
Actualmente existe toda una literatura que trata de explicar
lo que significa el concepto de
socialismo, sin embargo, no siempre se da una explicación
satisfactoria. Asimismo, cabe advertir que si nos remitimos a
cualquier diccionario o
enciclopedia en busca del significado del término
socialismo también estaremos en cierta medida
insatisfechos, porque generalmente observaremos algunas
limitaciones en las definiciones que se ofrecen. Además,
como bien destaca una de las enciclopedias[1]el
significado que se le ha dado a este término es muy amplio
y puede variar según el exponente al igual que los
proyectos que
se aplicarían. Veamos, por ejemplo, algunas definiciones y
variantes del socialismo:
Socialismo utópico: Es la primera corriente
del pensamiento moderno socialista, que se desarrolló
en los siglos XVIII y XIX en Europa. El socialismo
utópico surge como una crítica frente a las
terribles condiciones infrahumanas a las que eran sometidos
los obreros urbanos y los campesinos proletarizados por el
capitalismo industrial de aquellos años. Realmente
estos primeros pensadores no se autodenominaron así,
aunque Tomás Moro (1478-1535), escritor y
político inglés, fue quien utilizó por
primera vez el término "utopía", que
literalmente se traduce como "lugar que no existe" en el
sentido de una sociedad ideal. El término fue
introducido posteriormente por Marx para distinguir tal
corriente utópica del socialismo científico,
basado éste en el análisis científico de
la realidad social.
De acuerdo con Carlos Marx[2]los sistemas de
Saint-Simon
(1760-1825), de Fourier
(1772-1873), de Owen (1771-1858), etc., hacen su aparición
en el período inicial y rudimentario de la lucha entre el
proletariado y la burguesía. Pero, por la forma
rudimentaria de la lucha de clases, así como su propia
acción
social, les lleva a considerarse por encima de los antagonismos
de clase.
Sueñan con la experimentación de sus utopías
sociales; con establecer falansterios aislados, crear colonias
interiores en sus países o fundar una pequeña
"Icaria", todos construidos sobre la base de "la
filantropía de los corazones y de los bolsillos de los
burgueses".
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