Introducción
Seguramente alguna vez nos hemos preguntado acerca de la
"Realidad", lo que ella supone y su relación con aquello
que llamamos idea. O, más complejo aún, si nos
hemos cuestionado acerca de "la Nada" ¿Es realmente "algo"
la Nada? o simplemente no lo es o es nada. Pues dentro de lo
complejo y extenso que resulta ser el estudio de la Ciencia
Ontológica existen nociones imprescindibles como parte de
su investigación, como son la noción de
"Realidad" y la noción de "La
Nada"; ambas, materia de
trabajo en el
presente artículo.
A continuación daremos inicio con este pequeño
tema y para su eficiente desarrollo
partiremos tratando el concepto de
"Ente", objeto de estudio de la Ontología y la Metafísica, el mismo que posee una
noción de carácter trascendental que nos
permitirá finiquitar con el objetivo
trazado en este estudio.
La noción
de ente
"ENTE"
DEFINICIÓN NOMINAL DE
"ENTE"
La palabra castellana "Ente" procede de la latina "ens" y
de la griega "on", es el participio del verbo "ser"
y significa "lo que es, o lo que tiene ser ".
DESCRIPCIÓN REAL DE LA
NOCIÓN DE ENTE
A la descripción nominal de ente le corresponde
una descripción real; ésta es:
"Una esencia que tiene ser o que existe". La
esencia de que aquí se trata es, desde luego, individual,
pues sólo lo individual existe, pero es ciertamente una
esencia, o sea, aquello que cada cosa es o en lo que consiste. En
cambio, el ser
(o existencia) es lo que hace que algo exista o se dé en
la realidad.
Esencia y existencia no son dos "cosas",
sino dos "principios" de
una sola cosa, y están entre sí estrechamente
compenetrados. El ente, cada ente, es unidad de
esencia y ser (o existencia); pues
ninguna esencia puede darse en la realidad sin que tenga
ser; sin que exista, ni tampoco cabe que algo que
realmente existe no tenga esencia, ni tampoco cabe que algo que
realmente existe no tenga esencia alguna, no
consista en algo determinado.
LA PRIORIDAD DE LA NOCIÓN DE
ENTE
La noción de ente es, sin duda, la primera de las
nociones humanas, lo que hay que entenderlo así. No es la
primera en el orden del conocimiento
claro y explícito; pero sí lo es en el conocimiento
confuso e implícito. Por eso no puede decirse que la
primera noción, cronológicamente hablando, que
forma nuestro intelecto sea precisamente la noción de
ente, sino que lo que ocurre es que en cualquier noción
que forma nuestro intelecto, sea en el momento que sea, entra ya
necesariamente la noción de ente, aunque sea sólo
de modo confuso e implícito. Y por ello, cuando queremos
aclarar y hacer explícita cualquier noción nuestra,
al término de ese análisis, nos tenemos que encontrar
inevitablemente con la noción de ente.
EL CARÁCTER TRASCENDENTAL DE LA
NOCIÓN DE ENTE
La noción de ente es "trascendental", lo que quiere
decir, en primer lugar, que se extiende a todo o que puede
predicarse de todo, pero también, en segundo lugar, que
contiene no sólo lo que es común a todo, sino
también lo que es propio de cada uno de los sujetos de los
que se predica. Las nociones que sólo contienen lo que es
común a varios o muchos sujetos son las nociones
"específicas" y genéricas, pudiendo ser los
géneros más restringidos o más amplios; pero
la nociones "trascendentales" como lo es la de ente, no
sólo contienen lo que es común a todo (con lo que
están por encima o son más amplias que las otras
nociones), sino que contienen también lo que es propio de
las demás nociones. Por eso, las nociones trascendentales
no prescinden de las diferencias que separan o distinguen unas
cosas de otras, sino que las retienen, aunque no de modo
explícito, sino confuso.
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