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La "realidad" y la "nada" (página 2)



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De aquí que debamos decir que las nociones
específicas o genéricas forman por
abstracción "precisiva", o sea, prescindiendo de las
diferencias, mientras que las nociones trascendentales se forman
por abstracción "confusiva", o sea, explicitando lo que es
común a todas las cosas, y reteniendo
implícitamente, lo que es propio de cada una de ellas. Y
esto es justamente lo que ocurre con la noción de ente,
pues no sólo es "ente" lo que hay de común a todas
las cosas, sino también son "entes" las diferencias que
separan entre si a las distintas cosas.

Sobre la realidad
y la nada

Como hemos podido observar, de la noción de Ente parten
una infinidad de nociones fundamentales: esencia, existencia,
entre otras. A continuación desarrollaremos dos conceptos
de fundamental relevancia que son "Realidad" y "La Nada" o
simplemente "Nada".

Partiremos dando la noción de "Algo" que nos
permitirá entender a aquello que llamamos "Nada"
distinguiéndolo de su contrapuesto, el "Ente", y dentro de
esta noción a aquello que llamamos "Realidad".

  • LA NADA

Para dar fondo a esta cuestión, analizaremos los dos
sentidos que puede asumir la palabra "Algo".

  • LOS DOS SENTIDOS DE LA PALABRA ALGO

Tomás de Aquino indica que la palabra latina
aliquid, que traduciremos al castellano por
"algo", parece derivar de aliud quid, es decir, "otro
que" o "distinto de". De esta suerte la palabra "algo" parece
entrañar estos dos sentidos:

El ente en general en cuanto distinto de lo que nos es ente,
es decir, de la nada.

Un ente en cuanto distinto de otro ente o de otros entes.

  • EL ENTE EN CUANTO DISTINTO DE OTRO ENTE O DE OTROS
    ENTES

Es cierto, en efecto, que no hay un solo ente, sino muchos, y
que, en consecuencia, cada ente tiene que ser distinto, o estar
dividido o separado de los demás.

Por supuesto que esa pluralidad de entes no es incompatible
con las semejanzas entre ellos. Hay semejanzas menores, y por
ello más abarcadoras, y otras semejanzas mayores, y en
consecuencia, de un ámbito menor.

Hay incluso una semejanza omniabarcante, que se extiende a
todos los entes en tanto que son entes, cuyo contenido
explícito es el menor que cabe, y que ha sido
caracterizada como la semejanza propia de la analogía del
ente, sea de atribución intrínseca, sea de
proporcionalidad propia. Pero a pesar de todas esas semejanzas,
hay, y tiene que haber, muchas diferencias entre los entes,
aunque sólo sea la diferencia numérica, de este
ente respecto de este otro ente, y que tiene su más clara
manifestación en el ser o el existir de cada ente. Porque
ningún ente que existe con la existencia de otro ente,
sino que cada uno tiene la suya propia; una existencia individual
de ese ente, y que no es común, en modo alguno, a otro u
otros.

De esas diferencias entre los entes deriva la multiplicidad de
los mismos. Y eso es lo que , en último término,
designa la palabra "algo", tomada en su sentido menos radical:
que cada ente es distintos de los demás entes, y que , por
ello, hay muchos entes, y no uno solo.

  • EL "ENTE" EN GENERAL EN CUANTO DISTINTO DE LO QUE "NO
    ES ENTE": "LA NADA"

Ahora conoceremos a aquello que más nos interesa, al
ente en cuanto distinto de la nada. Se trata de la
contraposición más radical que puede darse, la que
separa o divide al ser del no ser, a lo que es
o existe (eso es el ente) de lo que no es o no existe (que eso es
la nada en su sentido más radical).

Es cierto que la "nada" también puede entenderse en un
sentido menos radical, a saber, como nada de esencia, como algo
que ciertamente existe, pero que no tiene esencia alguna, que no
es ni esto ni aquello ni lo demás allá, Se
trataría, pues, de la nada meramente "esencial", en
contraposición a la nada absoluta, que sería la
nada "existencial".

Por supuesto que la nada meramente esencial no puede darse
tampoco en la realidad, a despecho de lo que parecen defender
ciertos existencialistas, que se afanan por concebir al hombre como un
existente desprovisto enteramente de esencia o de naturaleza. Lo
que no tiene esencia no puede ciertamente existir. Y por ello, en
último término, la "nada esencial" es
también "nada existencial". Pero sea de esto lo que
quiera, el sentido más radical que puede tener la palabra
"algo"  es el de ente en cuanto opuesto al no ente, o de lo
que existe, a lo que en absoluto no existe, a lo que es una pura
nada existencial, y por lo mismo también esencial.

  • LA REALIDAD

De la doble y distinta significación de la palabrea
"algo", desarrollada en el punto anterior, encontraremos el
fundamento de la noción de "Realidad". Pues la
noción de realidad viene referida al "algo" en su sentido
más radical, como conoceremos a continuación.

La palabra "realidad" significa, pues, lo contrapuesto al no
ser, a la nada, a lo que no existe. Lo contrapuesto al no ser o a
la nada es el ser, lo contrapuesto a lo que no existe es lo
existe. Pero todo ello todavía puede tener dos sentidos,
uno más radical que otro a saber, lo que es o existe "en
acto" y lo que es o existe "en potencia". Lo que
existe en acto es lo que existe real y verdaderamente en el
momento presente, ahora; en cambio, lo que
existe en potencia es lo que todavía no existe, pero puede
existir.

Pero ese "poder existir"
ha de tener algún fundamento. En primer lugar, un
fundamento intrínseco, que es la no contradicción.
Si algo no es contradictorio, puede llegar a existir, y, si solo
se atiende a esa posibilidad intrínseca, estamos ante lo
"meramente Posible". Pero el fundamento en cuestión puede
ser, además, extrínseco, y entonces, o se trata de
una materia,
realmente existente, de la que "se puede" hacer algo (por
ejemplo, de este trozo de mármol se puede hacer una
estatua), o se trata de un agente, de una causa productiva, que
"puede" efectivamente producir algo (por ejemplo, este escultor
puede producir una estatua). No cabe duda que el fundamento
extrínseco supone el intrínseco, pero añade
algo. Y lo  que existe en potencia según ese doble
fundamento parece estar más cerca de la realidad o de la
existencia efectiva que lo que solamente cuenta con el fundamento
intrínseco a la no contradicción.

Por lo demás, entre lo no existente en acto puede
también señalarse lo "pasado" y lo "futuro". Lo
pasado ciertamente no existe ya, y por ello propiamente hablando
no es real; pero ha existido anteriormente, ha sido real en
algún momento anterior; y por ello nos parece más
cercano a la realidad que lo meramente posible. E igualmente lo
futuro. Lo futuro no existe todavía, pero existirá
más adelante; si ahora no es real, lo será
después; y por eso también nos parece cercano a la
realidad que lo que, siendo ciertamente posible, no será
real jamás.

Pues bien, a todas esa formas "atenuadas" de realidad se opone
radicalmente lo que es intrínsecamente imposible, o sea,
lo contradictorio. Se trata de un "puro objeto" que lo es de suyo
y necesariamente, o sea, lo que nunca será ni podrá
ser otra cosa que un "puro objeto", sin valor
transobjetual alguno. Y tales son los llamados "entes de
razón", como las quididades paradójicas o
imposibles (por ejemplo; un circulo cuadrado), o como las
negaciones y las privaciones en cuanto concebidas positivamente,
o como las relaciones de pura razón (por ejemplo, las
relaciones lógicas de sujeto y predicado).

Análisis
final y conclusiones

"Realidad" y "Nada" son términos contrapuestos pero no
del todo, dado que el opuesto total a lo que llamamos Nada es el
Ente (Ser)[1]; y la Realidad es una representación del
ente. La nada no tiene ni esencia ni existencia y propiamente lo
que entendemos por realidad, o sea, lo opuesto al no ser, o a lo
que no existe, se encuentra más que en las cosas
actualmente existentes, en lo que existe en acto, y no
sólo en la potencia de una materia, o en la capacidad
productiva de un agente, o como un puro objeto en la mente de
quien lo conoce.

Sin embargo, también se puede aplicar el nombre de
"realidad", en el sentido derivado e impropio, a lo que en
sí mismo no es real, pero que se relaciona con lo real de
algún modo. Por ejemplo, a lo pasado, que ya fue real,
aunque ahora no lo sea; o a lo futuro, que tampoco es real ahora,
pero que lo será después; o a lo meramente posible,
que no ha sido real en el pasado, ni lo será en el futuro,
ni tampoco es real ahora, pero que "puede ser" real (distinto de
la nada que "no puede ser" real).

Por lo demás, lo que de ningún modo se puede
llamar "realidad", porque no tiene nada que ver con ella, es lo
que se constituye ante la mente que lo considera como un "objeto
imposible", o sea, lo que es ciertamente un puro objeto, pero no
sólo de hecho, sino de derecho, es decir, un objeto
"necesariamente" inexistente, un puro "ente de razón".

Concluiremos diciendo que el signo distintivo de la verdadera
realidad, de lo que efectivamente existe en acto, es la actividad
y la pasividad. Porque si una cosa cambia, o se mueve, o es
alterada transformada pasivamente de algún modo,
indubitablemente existe, indubitablemente es real.

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