Reformas en la globalización como política mundial frente a los Derechos Humanos
- Globalismo
La globalización en el comienzo de la modernidad
(1500-1850) aproximadamente
Globalización moderna (1850-1945)
aproximadamente
Globalización contemporánea
¿Qué es lo que torna irrevisable la
globalidad?
Características del proceso
globalizador
Efectos de la globalización
Globalización: desterritorialización,
reterritorialización y fatalismo
político
Los costos de la globalización y la sociedad del
riesgo
Falacias de la globalización
Consecuencias distributivas de la
globalización
Lecciones de crisis
Justicia social global
Conclusiones
Reformas
Bibliografía
Introducción
Si la
globalización implica la expansión de
actividades sociales políticas
y económicas, no tendría por que traducirse en un
sometimiento servil a los dictados del capitalismo
transnacional, lo que se traduce en un colapso del proyecto de
modernidad, por
lo tanto la globalización no es homogénea menos
equitativa, mas bien es diferenciador e inequitativo en los
países del mundo, lo que ha generado el crecimiento de
la pobreza y
la exclusión así como la migración
masiva de desempleados especialmente por motivos
económicos; por lo tanto se trata "tomar la
globalización en serio".
Por otro lado la globalización viene colocando a
los derechos humanos
en una situación precaria como consecuencia de la
insuficiencia del sistema de
garantías, sumando a ello la debilidad de los Estados en
un contexto global, por lo que, los derechos humanos exige a
dichos Estados superar los viejos esquemas y buscar su
implementación en ámbitos supranacionales.
Asimismo, la progresiva precarización de los derechos
fundamentales de las personas y de los pueblos, mediante su
subordinación a la disponibilidad económica y el
nexo más que discutible entre nacionalidad,
ciudadanía y derechos humanos, que
convierte a los ciudadanos excluidos en miserables, producto de la
desigualdad entre la minoría dentro del circuito
globalista y los explotados por esa minoría lo que ha
provocado una crisis social,
de manera similar ocurre la inequitativa repartición de
las ganancias potenciales de la globalización entre
países ricos y pobres.
La disputa no es la globalización en sí,
menos el uso de los mercados
internacionales, sino la falta de equidad y una
distribución deshonesta de los beneficios
de la globalización. La pregunta no es solamente si lo
pobres también deben ganar algo con la
globalización, sino si pueden obtener una parte justa de
la ganancia y oportunidades igualmente justas; por lo que la
globalización no solamente merece una defensa razonada,
sino también reformas como política mundial
frente a los Derechos Humanos.
Globalismo
Entendido la concepción según la cual el
mercado mundial
desaloja o sustituye al que hacer político; es decir, la
ideología del dominio del
mercado mundial o la ideología del
liberalismo[1]
Es la ideología del mercado mundial, el soporte
ideológico de un capitalismo global indiscriminado que
enlaza el orden espontáneo del mercado y vitupera toda
tentativa reguladora y redistributiva del
Estado[2]
1. GLOBALIDAD
Significa lo siguiente: hace ya bastante tiempo que
vivimos en una sociedad
mundial, de manera que la tesis de los
espacios cerrados es ficticia. No hay ningún país
ni grupo que
pueda vivir al margen de los demás
[3]
A partir del concepto de
globalidad, el concepto de globalización, se puede
describir con un proceso
(antiguamente se habría dicho: como una dialéctica)
que crean vínculos y espacios sociales transnacionales,
revaloriza culturas locales y trae a un primer plano terceras
culturas. En este complejo marco de relaciones se pueden
reformular las preguntas tanto sobre las dimensiones
como sobre las fronteras de la globalización
resultante, teniendo presentes estos tres parámetros: un
mayor espacio, la estabilidad en el tiempo y la densidad (social)
de los entramados, las interconexiones y las corrientes
icónicas transnacionales[4]
El conjunto de las relaciones políticas, sociales
y culturales que establece una continuidad espacial a nivel
planetario y que convierte a las fronteras en una ficción
inasumible. La globalidad traduce la realidad de la
interdependencia en los sistemas
sociales, de su hibridación y de su mezcolanza; una
realidad plural cuya integración no significa
heterogeneidad[5]
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