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Víctimas del futuro – Adiós al liberalismo: en busca de la confianza perdida (página 8)




Enviado por Ricardo Lomoro



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9

Como la hija de su asesor, Mulayani estudió en
una universidad
americana, habla un inglés
excelente y su expediente es de lo más brillante que ha
pasado por la cartera de la que depende la primera economía del Sudeste Asiático: las
finanzas de un
país con 240 millones de habitantes. Otros de sus
méritos reconocidos es haber reducido la deuda
pública hasta un 30% del PIB, un
milagro si tenemos en cuenta que hace tan sólo una
década el país acumulaba casi el cuádruplo.
Su inflexibilidad financiera y su obsesión por no
endeudarse cosechaban críticas hace tan sólo unos
meses. Ahora, su herencia es la
envidia del Sudeste Asiático y el paquete de medidas
"anti-crisis"
aprobado por su gobierno ha
resultado ser el menos traumático de la
región.

El consumo
interno, su principal motor

Los análisis técnicos explican la menor
vulnerabilidad de Indonesia frente a la crisis añadiendo
otros datos. Dicen, por
ejemplo, que sus exportaciones
están basadas en materias primas que no se han depreciado
y cuya demanda sigue
siendo virtualmente invariable. También apuntan que
Indonesia es el país del Sudeste Asiático que menos
depende de las exportaciones y que el verdadero motor de su
economía
(al revés que ocurre, por ejemplo, con China o
Vietnam) es su vastísimo mercado interno.
La caída de los precios de la
energía, que Indonesia importa masivamente, también
ayudan a salir airoso.

Frente al optimismo comparativo de las grandes cifras,
algunos observadores que viven dentro del país, exponen
matices. Lo hace por ejemplo Juan Palop, corresponsal en Yakarta
de la agencia EFE, quien me comentaba los razonamientos de
Newsweek insistiendo en que los números
macroeconómicos no son del todo representativos en una
nación
donde entorno al 70% de la población se gana la vida en el sector
informal y donde casi el 40% está por debajo del umbral de
pobreza. El
propio Palop explicaba en este interesante teletipo recogido por
Cotizalia cómo, curiosamente, esta enorme economía
sumergida está ayudando a absorber los costes de la
crisis.

En definitiva, para la pregunta con la que
empezábamos Newsweek nos tenía cocinada una
respuesta. ¿Existe un país que consiga burlar la
crisis? No del todo, por supuesto, pero hay uno que se acerca:
Indonesia

– Reinventado Wall Street: Obama tiene que cambiar las
reglas del juego si
quiere que vuelva a funcionar (El Confidencial –
21/1/09)

(Por María Igartua)

Ahora empieza lo bueno, al menos eso dicen. A partir de
esta tarde, Estados Unidos
tendrá nuevo presidente y en esta ocasión la
investidura del cuadragésimo cuarto ocupante del Despacho
Oval genera una expectación especial dada la profunda
crisis económica y financiera por la que atraviesa el
país. Barack Obama viene con su "yes we can" bajo el brazo
y el optimismo se respira en cada rincón del territorio.
Lo que está por ver es si, finalmente, es capaz de
devolver a los mercados la
confianza por la que apostaban los analistas el mismo día
de su elección el pasado 4 de noviembre.

El día de los comicios presidenciales que
pasarán a la historia, Wall Street hizo
un paréntesis tras los fuertes recortes registrados
días antes y descontó la victoria de Obama antes de
que se cerraran los colegios electorales. En esa sesión
firmó la mayor subida durante una jornada electoral de los
últimos 24 años gracias a los bancos y al
sector energético. Los analistas veían en el
cambio el
revulsivo necesario para devolver la confianza a los inversores,
un intangible crucial para el buen funcionamiento de los mercados
financieros, algo que el nuevo presidente parecía
irradiar por los cuatro costados.

Sin embargo, tres meses después de aquel
día, la situación sigue prácticamente igual.
Wall Street no continuó con la esperada remontada. No
obstante, noviembre, diciembre y enero podrían
considerarse un bypass. Irradiar optimismo no es suficiente
mientras no se pongan medidas sobre la mesa, con lo cual desde
mañana comienza la verdadera batalla del nuevo gobierno
por sacar a Estados Unidos del atolladero.

"Obama es la esperanza. Se han puesto sobre la mesa
todas las medidas para salir del círculo vicioso" ha
explicado a Cotizalia.com Jesús
Sánchez-Quiñones. Ahora hay que ponerlas en marcha
aunque "también es importante el cambio de mentalidad, de
confianza, que puede traer este hombre."

Se acabó la era de los bancos y llegó la
de la regulación

Aunque los cambios son muchos y las propuestas del
equipo de Obama alcanzan a todos los ámbitos de la
economía, Wall Street es un foco de interés
importante. No basta el "cuando se solucione el resto el mercado
se solucionará". Lo cierto es que el parqué
neoyorquino necesita un giro de 180º. Obama va a tener que
reinventar Wall Street tras dos siglos de historia.

En primer lugar, la bolsa de Nueva York, con todos los
agentes que intervienen en sus operaciones, va a
tener que conseguir mostrar una ética
más sólida y acabar con los conflictos que
existen entre los ratings de las agencias de calificación
y los encargados de garantizar la seguridad de las
inversiones,
que son la base del sistema. De
hecho, parte de la culpa de la crisis crediticia viene provocada
por estas agencias que calificaron con triple A sin ver el
peligro que suponían esos bonos.

Además, la mentalidad propia de Wall Street,
vigente desde la reforma de Franklin Roosevelt en los años
´30, de ensalzar a los bancos por encima del bien o del
mal, tiene que dar paso a la contratación de reguladores
especializados que se ocupen, precisamente, de evitar que esos
bancos se metan en problemas,
como ha ocurrido en la crisis actual, donde los gigantes de Wall
Street, tal y como se conocían, han pasado a mejor
vida.

A esto hay que hay que sumar un cambio legislativo
destinado a proteger a los inversores en fondos y hedge funds
para evitar que se vuelva a producir un caso como el del Bernard
Madoff. Acabar con el todo vale y limpiar la reputación de
los mercados tan dañada por la crisis.

En definitiva, la confianza no llega con el mero hecho
de un cambio en el poder, la
confianza se consigue demostrando que ese cambio es posible y
Barack Obama va a tener que luchar por reformar profundamente los
mercados si quiere que la máquina vuelva a funcionar de
nuevo.

– Wall Street no será la misma después de
Obama: tiene la oportunidad de rehacer el mercado (El Economista
21/1/09)

(Por Ainhoa Giménez)

Bueno, pues Barack Obama ya es oficialmente presidente
de EEUU, por si no se habían enterado. Más
allá del batacazo con el que le recibió la Bolsa de
Nueva York para recordarle que se enfrenta a la peor crisis
económica y financiera desde la Gran Depresión,
Wall Street se enfrenta a enormes desafíos durante su
mandato.

Ningún presidente de la era moderna desde
Franklin Delano Roosevelt ha tenido una oportunidad como
ésta de rehacer prácticamente todos los elementos
del mercado.

En efecto, Obama y su equipo tienen el poder absoluto
para decidir quién vive y quién muere (como Bear
Stearns y Lehman Brothers), así como las reglas que
deberán cumplir los supervivientes. La reforma de
Roosevelt ha durado casi 70 años. "Si la nueva administración, con la ayuda de Wall
Street, puede construir algo que dure la mitad, creo que
sería un gran éxito",
opina David Weidner en MarketWatch.

Habrá errores, claro. Algunos ya se han cometido:
Weidner señala que un presidente que promete el cambio no
puede montar un equipo con algunas de las caras más
agotadas de Washington. Pero lo importante es el futuro, y
ahí es importante la teoría
de Kennedy de que la responsabilidad del poder no se limita al Despacho
Oval, sino que también reside en las empresas.

Eso significa que Wall Street tiene que afrontar una
regeneración ética, por ejemplo, eliminando los
conflictos
entre las agencias de rating y los emisores de valores que
son los cimientos del sistema. Con un sistema que no prime los
buenos tiempos sobre los malos, es decir, las tendencias alcistas
sobre las bajistas. "El mercado necesita un giro de 180 grados
respecto a un modelo que
incentiva a los bancos a contratar antiguos reguladores de Wall
Street con el único propósito de no tener problemas
regulatorios, hacia una estructura que
recompense a los bancos por obedecer las normas y ayudar a
los reguladores", opina este columnista.

Ahí entrarían los hedge funds, que
deberían aceptar que los reguladores supervisen los
riesgos no
para los fondos en sí, sino para el conjunto del sistema.
"Deben crearse nuevas leyes para
proteger a los inversores en esos vehículos privados y el
sector debe darles la bienvenida porque repararán su
dañada reputación".

Otro asunto capital es el
de las retribuciones, donde ya empezamos a ver novedades. Hay
nuevos bonus que se anulan -puede hacerse porque se mantienen en
depósito o devolviéndose después de
cobrados- si los beneficios de ayer se convierten en
pérdidas hoy. Otros bancos están entregando a sus
ejecutivos esos valores invendibles (tóxicos) que ellos
mismos consideraron apropiados para los fondos de pensiones o
para otros clientes. Ahora
serán para ellos mismos. De momento, estas ideas se han
aplicado sólo en Suiza, y habrá que ver si EEUU es
capaz de adoptarlas.

Cambiar los reguladores

Pero las reformas no terminan en Wall Street. La
estructura de los reguladores de Washington ha demostrado ser un
desastre, así que hace falta cambiarla. Y no se trata
sólo de la estructura: hacen falta personas honradas que
la manejen. A juicio de Weidner, eso significa que ni Timothy
Geithner puede ser secretario del Tesoro ni Mary Schapiro
presidenta de la SEC, hasta que no cumplan sus obligaciones
tributarias, incluyendo las multas. Además, la SEC tiene
que apoyar a su personal, que
muchas veces ha visto bloqueadas sus investigaciones,
y mantenerse al margen de las presiones del poder que libraron a
Madoff de una investigación en serio.

Asimismo, este articulista opina que la
protección del inversor debe recaer en Washington, que
tiene que asumir los poderes de la Financial Industry Regulatory
Authority, una entidad de autorregulación del sector y que
debe ser pagada por la propia industria
cuando pase a manos públicas.

Y falta lo más importante: "Si vamos a dar
dinero a los
bancos, deberíamos gestionarlos en nuestro propio
beneficio. Y si los gestores actuales se oponen,
deberíamos echarlos. Como gestores, nosotros no
podríamos hacerlo peor". Weidner va más allá
y lanza una propuesta temeraria: "Si hay que rescatar a los
bancos, ningún ciudadano americano debería ser
llevado a la quiebra por un
banco".

– El mayor déficit en 50 años en EE UU
(Cinco Días – 21/1/09)

Más paro y
recesión marcan la herencia recibida de Bush.

La herencia económica que recibe Barack Obama es
tan excepcional como su elección al frente de la Casa
Blanca. Los números asustan. Si tradicionalmente la
economía de Estados Unidos se ha permitido un
déficit presupuestario y por cuenta corriente de
envergadura, el desequilibrio alcanzado en los últimos
años es histórico. En el caso del déficit
fiscal, la
Oficina
Presupuestaria del Congreso de EEUU augura un desfase entre
ingresos y
gastos que este
nuevo año alcanzaría 1,2 billones de dólares
(el 8,3% del PIB), cifra no vista desde los años 50,
posteriores a la II Guerra Mundial.
Lejos quedan los 236 millones de superávit fiscal obtenido
por la
administración Clinton en 2000.

Los últimos años de Bush se han
caracterizado por el uso de la billetera para financiar los
ingentes gastos militares, sobre todo en Irak y
Afganistán.

El mayor problema reside ahora en que la economía
norteamericana no es capaz de generar los recursos
suficientes para que ese déficit no se dispare. La demanda
de los hogares se desacelera, presa de su endeudamiento (97% del
PIB), y la actividad industrial, otro de sus puntos fuertes, hace
aguas. En este contexto la recesión está asegurada.
La Oficina Presupuestaria prevé que este año el PIB
caiga un 2,2% y, lo que es peor que la tasa de paro alcance el
8,3% de la población activa, algo considerado inusual en
la economía más flexible del planeta, capaz de
recolocar a sus desempleados en otros sectores en un tiempo
récord. De momento, el paro ha cerrado 2008 aumentando
hasta el 7,2% el peor dato en 15 años.

Ni siquiera un dólar debilitado frente al euro y
el yen sirve para aliviar el déficit comercial (700.000
millones hasta octubre), ante la pujanza industrial de Japón o
la emergente de China o India.

Por si fuera poco, la crisis bancaria, iniciada con las
hipotecas subprime (de alto riesgo), y
extendida por el colapso de la banca de inversión ahoga al sistema
financiero y enfría las posibilidades de un pronta
recuperación. La propia Reserva Federal cuenta con que la
recesión sea más larga de lo esperado hace
sólo seis meses.

La ayuda a los bancos para salvar sus cuentas, aprobada
por la administración saliente (700.000 millones
de dólares) y el macropaquete de ayuda fiscal (inversiones
y rebaja de impuestos) que
planea Obama vienen a elevar aún más la presión
sobre el presupuesto.

Mientras eso ocurre, el Departamento del Tesoro ha
pedido informes
mensuales a los bancos que han recibido capital del plan
gubernamental de rescate. El objetivo es
aumentar la transparencia y presionar a las entidades financieras
para que trasladen la liquidez cuanto antes al resto de la
economía. El descenso de los tipos de interés al
umbral de entre el 0,25% y el 0% decidida por la Reserva Federal
debería echar una mano a la inversión empresarial y
el consumo de los hogares. Sin embargo, la sombra de la deuda es
alargada. Sólo hasta el tercer trimestre de 2008 alcanzaba
el 342% del PIB.

Retos económicos y políticos

Estímulo de la economía. El principal
objetivo. Su plan de ayuda ronda los 800.000 millones de
dólares entre recortes de impuestos y estímulo a la
inversión. Necesita del beneplácito del Congreso.
Se sumaría a la ayuda pública a la banca, ya
aprobada. La Reserva Federal ya ha indicado que el plan fiscal
puede quedarse corto ante el grave deterioro de la
economía y el paro.

Sanidad para todos. Obama ha prometido reformar el
sistema de salud para que
la cobertura llegue al máximo posible. En la actualidad
millones de norteamericanos no disponen de seguro
médico porque no pueden pagarlo.

Industria. El plan de ayuda incluye subvenciones a los
sectores empresariales más desfavorecidos entre los que se
encuentra la industria, en especial la
automovilística.

Medio ambiente.
Estímulo de las energías renovables y
reducción progresiva de la
contaminación.

Política exterior. Salida ordenada de las tropas
de Irak, cierre de Guantánamo y reconducción del
conflicto en
Oriente Medio. Todo bajo un giro de política que ponga
fin al "unilateralismo" de la administración Bush. Ello
implica, no obstante, mantener la lucha "implacable contra el
terror".

– El Foro de Davos
receta confianza, regulación y valores éticos para
salir de la crisis (La Vanguardia
22/1/09)

La severidad y complejidad de la actual crisis
económica es tal que para salir de ella es indispensable
restaurar la confianza y, al mismo tiempo, dotar al sistema
económico-financiero de una regulación eficaz y de
valores éticos, según la receta del Foro
Económico Mundial difundida hoy.

"No saldremos de la crisis si no recuperamos la
confianza", declaró hoy el presidente del Foro, Klaus
Schwab, al presentar el programa y la
lista de participantes en la próxima reunión anual
de su entidad, que tendrá lugar en Davos (Suiza) la
próxima semana.

La crisis económica centrará las
preocupaciones durante los seis días de reuniones (del 28
de enero al 1 de febrero), para las que se anuncia la llegada de
43 jefes de Estado y de
Gobierno, de 17 ministros de Finanzas, de 19 presidentes de
bancos centrales, de decenas de responsables gubernamentales de
diversos países y de más de un millar de ejecutivos
y empresarios.

Schwab y los responsables de la reunión anual
insistieron hoy en su carácter "extraordinario", en vista de las
circunstancias excepcionales en las que se celebra, con el mundo
sumido en una crisis económica cuya complejidad,
duración y profundidad aún se
desconocen.

"El Foro no sólo abordará cómo
manejar la actual crisis, sino que diseñará la
agenda para después de la crisis", apuntó el
presidente y fundador de la entidad, que durante años ha
sido vista por muchos como una caja de resonancia de los dogmas
del capitalismo.

Preguntado al respecto, Schwab dijo que él
prefería "la noción de economía de libre
mercado" en lugar de capitalismo y defendió que "siempre
dije que la
globalización sólo sería sostenible si
servía a la sociedad en
general". "Para mí eso no es capitalismo, sino un sistema
de libre mercado basado en reglas claras. Necesitamos un sistema
global de reglas porque somos una economía global",
recalcó.

Sostuvo que fueron los "participantes" en las reuniones
del Foro los que promovieron los principios
neoliberales y no su organización, que más bien alentaba
"un sistema de regulación coordinado".

Según Schwab, la dificultad para entender la
crisis actual se debe a que no se trata de una crisis
tradicional, sino de una situación causada por la
combinación y acumulación de distintos
factores.

Citó en primer lugar el desequilibrio del
crecimiento
económico, basado en el consumo excesivo en algunos
países (particularmente Estados Unidos), financiado con
los ahorros y las exportaciones de países
asiáticos.

A eso se sumó la crisis de las hipotecadas de
alto riesgo ("subprime") y una crisis económica
cíclica, es decir las que tradicionalmente se presentan
cada cierto periodo. En este contexto, consideró que la
reunión de la próxima semana en Davos
ayudará a "reconstruir la arquitectura
financiera" y "relanzar la economía", a lo que
contribuirá la presencia de los responsables de Finanzas y
de las políticas
monetarias de países claves.

El cambio climático y la necesidad de contar con
valores éticos en el mundo de los negocios
también serán temas prioritarios en el Foro. Como
ocurre tradicionalmente, la mayoría de participantes
será de países occidentales (Estados Unidos y
Europa), aunque
China tendrá un lugar destacado -con la presencia de su
primer ministro, Wen Jiabao- en consonancia con su importancia en
la economía
mundial.

También estarán el primer ministro de
Rusia,
Vladimir Putin, del Reino Unido, Gordon Brown, y de Alemania,
Angela Merkel.

Las intervenciones de estos dos últimos se
centrarán en la crisis económica, según
adelantaron los organizadores.

Aunque la presencia de ejecutivos y empresarios se
contará por cientos, observadores anotaron una menor
participación del sector bancario.

Desde el punto de vista empresarial, América
Latina tendrá una presencia marginal, mientras que del
lado político representarán a la región los
presidentes de Colombia,
Álvaro Uribe, y de México,
Felipe Calderón.

– Tribuna: Primer plano Paul Krugman – Un rescate
incierto (El País – 25/1/09)

La anticuada economía del vudú -la
creencia en la magia de las rebajas fiscales- ha desaparecido del
discurso
civilizado. El culto a la economía de la oferta se ha
reducido hasta tal punto que sólo lo profesan
maniáticos, charlatanes y republicanos.

Pero algunos informes de prensa recientes
dan a entender que muchas personas influyentes, incluidos
funcionarios de la Reserva Federal, reguladores bancarios y,
posiblemente, miembros del Gobierno entrante de Obama se han
vuelto devotos de otro tipo de vudú: la fe en que podemos
hacer que los bancos anden, celebrando complejos rituales
financieros.

Para explicar el problema, permítanme describir
la posición de un banco hipotético que
denominaré Gothamgroup, o Gotham, para
abreviar.

Sobre el papel, Gotham tiene activos por
valor de 2
billones de euros y unas deudas de 1,9 billones, de modo que
tiene un valor neto de 100.000 millones de euros. Pero una
fracción considerable de estos activos -pongamos, 400.000
millones de euros- son activos hipotecarios y otra basura
tóxica. Si el banco intentase vender estos activos, no
obtendría más que 200.000 millones de
euros.

Por consiguiente, Gotham es un banco zombi: sigue
funcionando, pero en realidad ya ha quebrado. Sus acciones no
carecen por completo de valor (sigue teniendo una
capitalización bursátil de 20.000 millones de
euros), pero ese valor se basa enteramente en la esperanza de que
los accionistas serán rescatados por una ayuda
estatal.

¿Por qué iba el Estado a
rescatar a Gotham? Porque desempeña una función
primordial en el sistema financiero. Cuando se permitió
que Lehman quebrase, los mercados financieros se congelaron y
durante unas semanas la economía mundial se
tambaleó al borde del colapso. Puesto que no queremos
repetir la actuación, hay que mantener a Gotham a flote.
Pero ¿cómo podemos hacerlo?

Bien, el Gobierno podría limitarse a darle a
Gotham unos 200.000 millones de euros, suficiente para que vuelva
a ser solvente. Pero esto, por supuesto, sería un enorme
regalo a los actuales accionistas de Gotham y también
invitaría a asumir riesgos excesivos en el futuro. Aun
así, la posibilidad de que se produzca ese regalo es lo
que ahora sostiene el precio
bursátil de Gotham.

Un método
mejor sería hacer lo que el Gobierno hizo con las cajas de
ahorro zombis
a finales de la década de 1980: se incautó de los
bancos difuntos y se deshizo de los accionistas. Después
transfirió sus activos morosos a una institución
especial, la Resolution Trust Corporation (Corporación del
Fideicomiso de
Resolución), pagó suficientes deudas de los bancos
como para devolverles la solvencia y vendió los bancos
saneados a nuevos propietarios.

Sin embargo, los actuales rumores dan a entender que los
políticos no están dispuestos a seguir ninguno de
estos métodos.
Por el contrario, supuestamente se inclinan por una
solución intermedia: trasladar los activos tóxicos
de los balances de los bancos a un banco malo o banco agregador
público, parecido a la Corporación del Fideicomiso
de Resolución, pero que no se incautaría primero de
los bancos.

Sheila Bair, presidenta de la Corporación Federal
de Seguros de
Depósitos, intentó hace poco explicar cómo
funcionaría: "El banco agregador compraría los
activos a un valor justo". Pero ¿qué significa
"valor justo"?

En mi ejemplo, Gothamgroup es insolvente porque los
supuestos 400.000 millones de euros de activos tóxicos que
tiene en sus libros
sólo valen de hecho 200.000. La única manera de que
una compra pública de esos activos tóxicos pueda
devolver la solvencia a Gotham es que el Estado pague mucho
más de lo que los compradores privados están
dispuestos a ofrecer.

Ahora bien, los compradores privados podrían no
estar dispuestos a pagar lo que los activos tóxicos valen
en realidad: "La verdad es que en estos momentos no disponemos de
ninguna tasación racional de algunas de estas
categorías de activos", afirma Bair. Pero
¿debería la Administración
pública dedicarse a declarar que sabe mejor que el
mercado cuánto valen los activos? ¿Y es realmente
probable que pagar un "valor justo", sea lo que sea que eso
signifique, bastaría para devolverle la solvencia a
Gotham?

Lo que sospecho es que los políticos
-posiblemente sin ser conscientes de ello- se disponen a dar gato
por liebre: una política que se parece a la limpieza de
las cajas de ahorro, pero que en la práctica equivale a
hacer a los accionistas de los bancos, a expensas del
contribuyente, enormes regalos disfrazados de compras de
activos tóxicos a un "valor justo".

¿Por qué estas contorsiones? La respuesta
parece ser que Washington sigue teniendo un miedo mortal a esa
palabra que empieza por N: nacionalización. La verdad es
que Gothamgroup y sus instituciones
hermanas ya son pupilas del Estado, completamente dependientes de
la ayuda del contribuyente, pero nadie quiere reconocer ese hecho
y aplicar la solución obvia: una absorción
pública explícita, aunque temporal. De ahí
la popularidad del nuevo vudú, que, como he dicho, afirma
que unos rituales financieros complejos pueden resucitar a los
bancos muertos.

Por desgracia, este retorno a la superstición
puede salir caro. Espero equivocarme, pero sospecho que los
contribuyentes estamos a punto de ser víctimas de otra
mala pasada, y estamos a punto de que nos den otro plan de
rescate financiero que no servirá para nada.

(Paul Krugman es profesor de
Economía de Princeton y premio Nobel de Economía en
2008. © New York Times News Service, 2009)

Entrevista:
Edward C. Prescott Premio Nobel de Economía 2004 – "El
plan Obama no funcionó en los años 90" (El
País – 25/1/09)

(Por Claudi Pérez)

El Génesis habla de siete años de vacas
gordas y siete años de vacas flacas. El matemático
y economista Edward C. Prescott (Glenn Falls, Nueva York, 1940)
ganó el Nobel en 2004 por un trabajo que
explica las fuerzas que hay tras esos periodos de abundancia y
escasez y que
persigue dar a los Gobiernos las herramientas
adecuadas para hacer lo que casi nunca hacen: acertar con la
política
económica. Divulgador, polemista y brillante
articulista, Prescott es el negativo de los economistas
más en boga: liberal a la americana, profundamente
anti-Estado y capaz de dejar perplejos a los keynesianos de antes
y a los neokeynesianos de ahora: "Los impuestos altos
desincentivan el trabajo",
repite, contraponiendo el modelo estadounidense al
europeo.

A Prescott no parece preocuparle nadar contracorriente.
El pasado martes, Barack Obama juraba como presidente de EEUU
mientras Prescott -de visita en Madrid
invitado por Iberdrola- afirmaba desafiante: "Obama me preocupa.
Propone estímulos que no funcionaron en los años
noventa. El Estado debería ocuparse de sus propios
asuntos; cuanto más se implique Washington, más
empeorará la situación". Sobre Alan Greenspan:
"Como mucho, ha contribuido ínfimamente a la crisis". Y
sobre George W. Bush, para muchos el peor presidente de la
historia: "EEUU funcionó mejor que Europa durante la
Administración de Bush. Ése no fue el caso con
Clinton".

Sentado en el hall del Ritz horas antes de dar una
conferencia a
unos pocos pasos, en la Bolsa de Madrid, Prescott desgrana la
crisis y abomina del activismo de la nueva Administración
estadounidense -y de Bruselas- para salvar a la economía
de la quema. Y se despide con una perla. "El que gobierna menos
es el que mejor gobierna. Lo dijo Jefferson".

Pregunta. Hace unos meses dio su apoyo sin fisuras a
John McCain, candidato republicano a la presidencia de EEUU.
¿Cómo se siente con Obama?

Respuesta. Preocupado.

P. ¿No le gustan sus propuestas para salir de la
crisis?

R. Me preocupan. Cuando los países han padecido
crisis financieras y han puesto en marcha reformas han sucedido
dos cosas: Japón perdió una década de
crecimiento, y eso que no lo hizo del todo mal. México
también: subvencionó la ineficiencia. Chile y
Finlandia superaron sus problemas porque los programas de
rescate no eran meros subsidios. Pero Obama… Es un
político que está proponiendo estímulos que
no funcionaron en los años noventa. Los recortes de
impuestos que propone son simplemente una propuesta centrada en
la redistribución; al final pueden ser un desincentivo
para trabajar.

P. Pero el plan de rescate no es sólo un programa
de recortes fiscales…

R. No estoy de acuerdo con ese activismo del Estado en
la economía. Yo considero que el Estado debería
ocuparse de sus propios asuntos. Además, creo que Bruselas
no debería decirle a España lo
que tiene que hacer. Como Arizona debería poder decidir, y
Minnesota. Cada Estado debería decidir por sí
mismo: cuanto más se implica Washington, más
empeora la situación. Soy firme defensor de descentralizar
al máximo. Naturalmente, necesitamos al Estado para
garantizar los contratos, y a la
policía, todo eso. Pero soy partidario de un Estado
descentralizado. Desconfío tanto de Washington como de
Bruselas.

P. Sin los planes de rescate, ¿cómo
salimos de esta crisis?

R. Lo primero: hay que decirle a la gente que las cosas
no son tan malas como las han pintado. Se ha exagerado
muchísimo. En los últimos cincuenta años, en
EEUU ha habido varias caídas del PIB per cápita -lo
que de verdad importa- peores que la actual, con datos hasta el
tercer trimestre de 2008. El último trimestre sí
fue peor: una caída del 1% del PIB, lo que
supondría un 4% anual… Aunque espero que a mitad de
año la economía se recupere. Lo que me preocupa es
la producción, y sobre todo que se esté
subvencionando la ineficacia con los planes de rescate.
Quizá Obama pueda mantener todo eso bajo control. Pero va
a tener mucha presión y un Congreso y un Senado salvajes
con los que lidiar.

P. Bush se va con la peor crisis financiera en setenta
años, un fuerte aumento del paro y con el déficit
disparado. ¿Qué opina de su gestión
económica?

R. La producción y la productividad de
Estados Unidos han sido mejores que las de Europa occidental con
su Administración. Ése no fue el caso de Clinton.
En cuanto a las finanzas
públicas, la deuda en relación con el PIB no
aumentó con Bush, sino sólo cuando los
demócratas se hicieron con el control del Congreso. Fannie
Mae y Freddie Mac, empresas patrocinadas por el Gobierno que
precipitaron la crisis impulsando tanto los créditos, se crearon mucho antes de Bush,
que intentó hacer algo al respecto en 2004. La
economía y las condiciones de vida han seguido una
tendencia alcista casi aburrida hasta septiembre del año
pasado. Y a partir de ahí, la gente empezó a tener
miedo de verdad. Creo que la prensa ha sido una de las
principales responsables de este último trimestre de
depresión. Los periodistas no hacían más que
gritar que el mundo se iba a acabar.

P. Los expertos apuntan más bien a los
años de desregulación financiera, al papel de
Greenspan con su política de bajos tipos y a los excesos
de los bancos.

R. Greenspan tuvo mucho mérito manteniendo la
independencia
de la Reserva Federal. Y consiguió reducir la
inflación a finales de los años noventa. De todas
formas, creo que es un poco ingenuo pensar que la política
monetaria puede tener consecuencias relevantes sobre la
economía real. Más bien son
insignificantes.

P. ¿Su política monetaria no es una de las
razones de la situación que atravesamos?

R. Como mucho, ha contribuido ínfimamente. A
finales de los noventa, el sector
público empezó a obligar a la banca de EEUU a
cumplir una ley según
la cual había que prestar a una comunidad
independientemente de su solvencia. Así empezaron las
subprime. No veo que la regulación financiera haya sido
positiva.

P. Economistas como Paul Krugman, el último
Nobel, citan más bien la desregulación de los
últimos años como el origen de las hipotecas
basura. Y
parece que va a haber más regulación.

R. He leído algunas de las propuestas sobre nueva
regulación, y son del tipo: "Metimos la pata la
última vez, así que un poco más de
regulación no va a empeorar la situación". Yo
pondría un gran muro entre los bancos comerciales,
obligándoles a asegurar el 100% de los depósitos
con reservas -como propuso Friedman-, y el resto del sistema
financiero. Y trataría de evitar también los
problemas de exceso de apalancamiento. Porque lo que ocurre ahora
es que damos dinero bueno a los malos. En general, creo que
demasiada regulación no es buena: basta con una serie de
normas transparentes que no dejen ningún margen de
interpretación.

– Para la élite mundial, un Davos lleno de dudas
(The Wall Street Journal – 26/1/09)

Este año, los gobiernos cobran protagonismo; una
larga lista de ausentes

(Por Marc
Champion)

En los 31 años durante los cuales los
líderes de la política y los negocios del mundo han
acudido al resort de esquí suizo de Davos para hablar
sobre la economía mundial, el panorama nunca había
sido tan sombrío como ahora.

Una cantidad sin precedentes de jefes de Estado y
gobierno (40 en comparación con los 27 del año
pasado) asistirá a la reunión anual del Foro
Económico Mundial que empieza el miércoles. El
encuentro estará dominado por dos grandes interrogantes:
¿cuál será la gravedad de la recesión
global? y ¿de dónde provendrá el crecimiento
que le ponga punto final?

"Todo el mundo está desorientado, este es el
comienzo de un período de gran improvisación. Ya no
hay modelos para
tomar como referente", afirma Víctor Halberstadt, profesor
de economía de la Universidad de Leiden en Holanda y un
veterano del evento.

"¿Por qué nos sorprendemos todo el tiempo,
casi cada semana (por las malas noticias
económicas)? ¿Realmente entendemos tan poco sobre
economía? Me temo que la respuesta es "sí", y que
es por eso que las autoridades van a Davos", dice
Halberstadt.

Con los años, Davos se ha convertido en gran
parte en un evento de marketing,
donde las compañías buscan hacer negocios y pulir
su imagen.

Este año, la reunión de cinco días,
que habitualmente atrae a unos 2.500 participantes, será
más sobria que lo habitual, dicen los organizadores.
Habrá menos estrellas de Hollywood y menos fiestas
organizadas por los gobiernos y las empresas. Goldman Sachs no
celebrará su tradicional fiesta en Davos, dijo su vocero
Lucas van Praag. "En el clima actual, no
nos pareció apropiado", aseveró. De todos modos, se
espera la concurrencia de 1.400 presidentes ejecutivos y
presidentes de juntas directiva, pese a la abrupta caída
en los ingresos de las empresas y los mercados
bursátiles.

Además, asistir a Davos no sale barato: la
membrecía corporativa anual cuesta 42.500 francos suizos
(casi US$ 37.000), más 18.000 francos (unos US$ 16.000)
para acudir a la reunión, sin incluir el alojamiento,
según un vocero del Foro.

Otras crisis económicas, como las de los
años 80 y 90, fueron graves en su momento, pero ninguna ha
sido tan global ni ha tenido un desenlace tan incierto,
señala Klaus Schwab, fundador del Foro Económico
Mundial en 1971 y el encargado de organizarlo. "Esto es
absolutamente nuevo en Davos. El único paralelo
sería 2002, cuando la gente tenía preocupaciones
similares sobre el terrorismo",
dice Schwab, en alusión a la reunión después
de los atentados del 11 de septiembre de 2001.

Este año parece que los gobiernos les
quitarán protagonismo en Davos a los bancos, fondos de
cobertura y fondos soberanos que concentraron la atención en los últimos años.
El motivo para este cambio, afirman los economistas, es que ahora
es el contribuyente quien tiene el dinero.
Muchos grandes bancos se mantienen a flote gracias a la
intervención estatal e incluso fondos soberanos
controlados por el Estado no están ofreciendo capital a
las atribuladas empresas occidentales.

"Este podría ser el primer Davos donde el
capitalismo es ampliamente considerado un fracaso, en vez de algo
que admirar", afirma Ethan Kapstein, profesor de economía
y ciencia
política de la escuela de
negocios francesa INSEAD, que ha asistido a Davos desde
1994.

Richard Fuld Jr., presidente ejecutivo de Lehman
Brothers Holdings Inc., banco de inversión que
quebró el año pasado, no asistirá este
año. Tampoco lo hará John Thain, ex presidente
ejecutivo de Merrill Lynch & Co., quien renunció la
semana pasada. A Bank of America Corp., el nuevo dueño de
Merrill, no le pareció una buena idea que Thain fuera a
Davos, y aún así el ejecutivo hizo los preparativos
para asistir. No se sabe hasta qué punto este conflicto
tuvo algo que ver en su marcha. Por su parte, los presidentes
ejecutivos de Citigroup, Vikram Pandit, y Goldman Sachs, Lloyd
Blankfein, prefirieron quedarse en casa, aunque enviarán a
otros ejecutivos. Win Bischoff, presidente de la junta de Citi,
estaba inscrito para participar pero recibió la noticia la
semana pasada de que será sustituido por Richard
Parsons.

B. Ramalinga Raju, presidente de la firma india de
tercerización Satyam Computer Systems Ltd., que estaba
inscrito para participar en un panel del Foro de este año,
tampoco irá porque está en la cárcel por
supuesto fraude. Otro
banquero que tenía planeado asistir, Edgar de Picciotto,
presidente de la junta de Union Bancaire Privée,
perdió en torno a US$ 700
millones de sus clientes por invertir en la supuesta
pirámide de inversión dirigida por Bernard Madoff
en Nueva York.

Es probable que Estados Unidos se convierta en el blanco
de los reclamos en Davos, al ser el país donde
nació la crisis financiera global. Pero también es
el foco de la mayoría de las esperanzas de
recuperación. Sin embargo, el nuevo gobierno de Obama
estará casi ausente en el primer Davos post-Bush. Eso se
debe principalmente a que la reunión se desarrolla
sólo una semana después de la asunción del
nuevo presidente y la Casa Blanca aún está en plena
transición.

– Krugman recomienda a Obama nacionalizar la banca de
EEUU y aprobar un gran New Deal (Libertad
Digital – 26/1/09)

El Premio Nobel de Economía, Paul Krugman,
recomienda a Obama nacionalizar "temporalmente" la banca y gastar
billones de dólares para salvar la economía. En una
misiva, el economista aconseja además implantar la sanidad
pública en EEUU y fortalecer los sindicatos.

(Libertad Digital) El destacado economista Paul Krugman,
recientemente galardonado con el Premio Nobel en este
ámbito, publicó en la revista
Rolling Stone una misiva destinada al nuevo ocupante de la Casa
Blanca, Barack Obama, en donde subraya los grandes
desafíos económicos a los que se enfrenta la
primera potencia
mundial.

El artículo, traducido también al castellano, no
tiene desperdicio. El diagnóstico de Krugman sobre la
economía estadounidense es muy crudo. "Como le
sucedió a Franklin Delano Roosevelt hace tres cuartos de
siglo, usted está haciéndose cargo en un momento en
el que todas las verdades establecidas han desaparecido y toda la
sabiduría convencional demostró estar equivocada
(…) Muchos presidentes han tenido que lidiar con crisis, pero
muy pocos se han visto obligados a hacerlo desde el primer
día con una crisis como la que Estados Unidos enfrenta
hoy".

Paro superior al 9%

Sus previsiones sobre la destrucción laboral son muy
pesimistas. Así, avanza que para finales de este
año la tasa de desempleo
superará el 9%. De hecho, "probablemente estaremos viendo
un desempleo real de alrededor del 15 % -más de 20
millones de norteamericanos que ven frustrados sus esfuerzos para
conseguir trabajo-", alerta.

Como resultado, "diez millones de estadounidenses de
clase media
serán empujados a la pobreza, y
otros seis millones a la indigencia". Por si ello fuera poco,
"los gobiernos provinciales y locales, habiendo perdido gran
parte de sus ingresos, tendrán que hacer recortes incluso
en los servicios
más esenciales". En este sentido, el estado de California
acaba de entrar en bancarrota, tal y como avanzó
LD.

"Catástrofe nacional"

Por ello, Krugman advierte a Obama que, "si las cosas
siguen su curso actual, pronto estaremos frente a una gran
catástrofe nacional. Y es su tarea evitar esa
catástrofe", indica. Es aquí donde el economista
lanza sus particulares recetas económicas para afrontar la
crisis y evitar una II Gran Depresión que amenaza incluso
con ser peor que la de los años 30.

La Reserva Federal de EEUU (Fed) ha "perdido su poder"
para tratar de restaurar el crédito, señala. "No hay
ningún pronóstico realista de que la Fed pueda
sacar a la economía de la caída que
atraviesa".

"El último presidente que tuvo que enfrentar un
lío semejante fue Franklin Delano Roosevelt, y usted puede
aprender mucho de su ejemplo". Es decir, aboga por imitar el
modelo del New Deal, puesto en marcha en los años 30, pese
a que muchos economistas han demostrado que ese ingente programa
de gasto
público no logró resolver la Gran
Depresión que sufrió EEUU, sino que tan sólo
sirvió para agudizarla y prolongarla en el tiempo
más de lo necesario.

Dinero de los contribuyentes para salvar a la
banca

Sin embargo, Krugman insiste: "Entonces, como ahora, el
Gobierno tuvo que usar el dinero de los impuestos para rescatar
al sistema financiero (…) Para 1935, el Gobierno de EEUU era
dueño de cerca de un tercio del sistema bancario", y la
administración Roosevelt empleó esa banca
pública inyectar crédito en el mercado,
recuerda.

"Más aún, el New Deal se lanzó a
prestar un montón de dinero directamente a empresas y
gente que quería comprar su casa, y a gente que ya era
propietaria, ayudándolos a reestructurar sus hipotecas
para que puedan quedarse con sus casas. ¿Puede usted hacer
algo como eso hoy?", pregunta Krugman. "Sí, puede",
añade.

Es decir, el Premio Nobel de economía recomienda
abiertamente al nuevo presidente que nacionalice la banca de
EEUU, en una estrategia
similar a la que está estudiando el Gobierno de Gran
Bretaña. "Si los bancos necesitan fondos federales para
sobrevivir, provéaselos, pero demande que los bancos hagan
su parte prestando esos fondos al resto de la economía",
enfatiza el asesor.

Más ayudas públicas y
subvenciones

"Otorgue más ayuda a los propietarios. Utilice a
la Asociación Federal Nacional Hipotecaria y a la
Corporación Federal de Préstamos Hipotecarios -las
agencias de préstamos inmobiliarios- para transmitir los
bajos costos de los
préstamos oficiales a propietarios calificados",
insiste.

En este punto, Krugman reconoce que "los conservadores
van a acusarlo (a Obama) de nacionalizar el sistema financiero, y
algunos lo llamarán marxista (a mí me pasa todo el
tiempo). Y la verdad es que usted estará, de alguna
manera, llevando a cabo una nacionalización temporal. Pero
eso está bien: en términos generales, no queremos
que el gobierno maneje a las instituciones financieras, pero por
ahora necesitamos hacer lo que sea para lograr que el
crédito vuelva a fluir", advierte.

Una estrategia "marxista"

Además, insta a Obama a aprobar un ingente
programa de gasto público para reactivar la
economía del país. En este sentido, Krugman alaba
el New Deal de Roosevelt. Pese a ello, afirma que dicho
presidente fue "demasiado precavido". Y es que, "el impulso que
le dio a la economía entre 1933 y 1936 fue suficiente como
para bajar el desempleo, pero no a los niveles
pre-Depresión (…) Tuvo que venir el enorme proyecto
público conocido como Segunda Guerra
Mundial -un proyecto que silenció al fin a los
tacaños- para que la Depresión llegue a su
fin".

Obama debe gastar casi 1 billón de dólares
al año

Por ello, recomienda a Obama ir mucho más
allá. "Debe gastar lo suficiente como para llenar el
agujero que dejó la reducción (del gasto) del
sector privado". La factura
será descomunal si EEUU pretende alcanzar el pleno
empleo. "Usted
probablemente tiene que gastar 800.0000 millones de
dólares al año para lograr una recuperación
económica total". Precisamente, ésta es la cifra
que maneja Obama en su nuevo plan de impulso económico que
pretende aprobar cuanto antes. Es decir, billones de
dólares de gasto en la presente legislatura.

Tal plan, unido al recorte de la recaudación
fiscal producirá, sin duda, unas cifras de déficit
realmente atemorizantes. Pero "las consecuencias de ser demasiado
cuidadoso -o de no hacer lo suficiente como para frenar la
caída en picado de la economía- serán
aún más terroríficas que el océano de
tinta roja" que se avecina sobre las cuentas públicas de
EEUU, alerta.

Además, Krugman lo tiene claro, y el Gobierno
federal debería prestar también ayuda a los
gobiernos estatales y municipales para "prevenir que recorten
gastos de inversión en el momento menos
propicio".

"Sanidad pública universal"

Por último, el economista aboga por implantar en
EEUU la "atención médica garantizada para todos sus
ciudadanos". Es decir, anima a Obama a aprobar un sistema
público de cobertura médica universal.

"Todo esto va a costar dinero", según reconoce el
economista. Sin embargo, considera que dicho plan de gasto
público "no significará una carga muy grande sobre
los futuros presupuestos.
Piénselo de esta manera: Con la deuda federal de largo
plazo pagando la menor tasa de
interés en cincuenta años, los costos en
intereses de un billón de dólares de deuda nueva
sumarán apenas 30.000 millones de dólares anuales.
Cerca del 1,2% del actual presupuesto federal" al año,
indica.

La vuelta de los sindicatos a EEUU

Por último, recomienda recuperar y fortalecer
la
organización sindical. Y es que, le comunica a Obama
que "puede hacer muchas cosas para fortalecer los derechos de los
trabajadores". Reconoce que esta estrategia, "probablemente, no
sucederá en su primer año, pero si sucede, y cuando
suceda, la legislación hará que Estados Unidos
dé un enorme paso adelante hacia recuperar la sociedad de
clase media que hemos perdido".

"Ahora depende de usted cumplir con esa esperanza.
Llevando a cabo un programa de recuperación aún
más audaz y completo que el New Deal, usted puede no
sólo dar vuelta la economía, puede poner a Estados
Unidos en el camino hacia una mayor igualdad para
las próximas generaciones", según concluye la
misiva.

(Krugman es Profesor en Princeton y columnista del New
York Times, y colaborador habitual de la revista Rolling
Stone)

– Obama introduce una barrera proteccionista contra el
acero procedente
del exterior (Libertad Digital – 27/1/09)

La crisis financiera podría
derivar en una guerra
comercial entre países, tal y como aconteció
durante la Gran Depresión. El plan de estímulo
económico de Obama incluye una cláusula
buy America que impide comprar acero
extranjero para la construcción de nuevas
infraestructuras.

(Libertad Digital) Obama amenaza con levantar barreras
comerciales a la importación de productos
foráneos, superando así la última ocurrencia
del ministro de Industria español,
Miguel Sebastián, en la que animaba a los ciudadanos
a consumir exclusivamente productos made in
Spain
.

Obama va más allá, ya que pretende
introducir una cláusula buy America en su nuevo
plan de estímulo económico que, actualmente,
se está negociando en el Congreso de EEUU, y que
asciende a más de 825.000 millones de dólares en
gasto público y reducciones fiscales. Así, el nuevo
Gobierno de EEUU prevé implementar un ambicioso programa
de inversión pública centrado en la
construcción de nuevas infraestructuras y el impulso de
energías renovables.

El problema radica en que el dinero público que
se destinará a infraestructuras (unos 64.000 millones de
dólares) tan sólo podrá ser empleado para
adquirir acero fabricado en EEUU. La iniciativa, que parte de los
productores norteamericanos, ha obtenido el visto bueno de la
Cámara de Representantes del Congreso que está
negociando el plan.

Sin embargo, la medida aún va más
allá y parece anticiparse a los nefastos efectos que
tendrá la política energética de Obama
sobre la industria pesada del país. Sobre todo, en el
ámbito de las acerías, empresas muy intensivas en
el uso de la electricidad. Y es que, la apuesta del
presidente de EEUU por las energías renovables
encarecerá, en gran medida, el precio de la electricidad
en la primera potencia mundial, tal y como ha sucedido en
España. Una subida próxima al 30% a medio
plazo, según advierten los analistas de
LD.

Ante tal escenario, no es de extrañar que la
Administración que dirige Obama se haya anticipado con una
medida proteccionista a la más que probable
deslocalización industrial que conllevaría un
encarecimiento energético de tales características.
Y es que, si los fabricantes de acero se van del país, el
Gobierno de EEUU cerraría las fronteras de su mercado
interno a sus productos.

El Congreso ha admitido la cláusula

Por otro lado, la luz verde a dicha
cláusula ha levantado duras críticas entre el
sector exportador de EEUU, ya que temen represalias comerciales
similares por parte de países extranjeros en caso de que
el plan sea finalmente aprobado en sus actuales términos,
informa Times.

La propuesta ha levantado de inmediato las
alertas, en el seno de la Comisión Europea (CE) y, por
supuesto, entre los fabricantes europeos de acero, representados
a través de la asociación Eurofer. Se trata de un
"claro caso de proteccionismo", según el director general
de Eurofer, Gordon Moffat, que, incluso, vulneraría la
normativa de la OMC.

En España, la Confederación
Española de Organizaciones
Empresariales del Metal (Confemetal) tampoco ve con buenos ojos
esta iniciativa. Fuentes de la
patronal consultadas por LD creen que "cualquier medida
proteccionista es un error que se acaba pagando" y recuerdan que
la siderúrgica española Acerinox tiene una planta
en Kentucky. No obstante, en confemetal creen que "habrá
que leer la letra pequeña" de esta decisión de
Obama para calibrar hasta qué punto puede hacer daño a
las exportaciones españolas
siderúrgicas.

Obama, el
proteccionista

Parece que EEUU está tratando de
"excluir a las importaciones" a
través de este plan. Un portavoz de la CE advierte de que
EEUU firmó un acuerdo sobre contratación
pública en el marco de la Organización Mundial de Comercio que
garantiza el acceso de fabricantes foráneos a programas de
inversión estatal en las mismas condiciones y
términos que los productores estadounidenses.

De este modo, el plan de Obama vulneraría un
tratado internacional. Por ello, Eurofer aboga por adoptar
"represalias" en caso de que salga adelante la cláusula de
buy America. Sin embargo, no son los únicos. El
sector exportador de EEUU advierte de que si Obama sigue con su
plan, el resto de países cerrarán sus fronteras a
los fabricantes norteamericanos, provocando una ingente
destrucción de empleo en el país.

Restricción al acero extranjero 

En una carta dirigida la
pasada semana a Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara
de Representantes, la Cámara de
Comercio de EEUU, el Consejo de Comercio Exterior
y la Asociación de Industrias
Aeroespaciales señalan que si el Gobierno "restringe el
acceso a nuestro mercado otros países seguirán sin
duda nuestro ejemplo", y ello provocará
pérdidas al sector exportador por valor de cientos de
miles de millones de dólares.

De este modo, la crisis financiera amenaza ahora con
convertirse en una guerra comercial, tal y como aconteció
durante la Gran Depresión de los años 30, en donde
el Gobierno federal optó igualmente por cerrar sus
fronteras a los productos foráneos, provocando con ello
una escalada proteccionista de devastadoras consecuencias
económicas a nivel internacional.

La barrera Sarkozy

Las medidas de este tipo se acrecientan. Así, a
la reciente ocurrencia de Sebastián para animar el consumo
de productos exclusivamente españoles, se suma una
iniciativa planteada por el presidente francés,
Nicolás Sarkozy, en el seno de la UE que tenía por
objetivo impedir la entrada de capital extranjero en las grandes
empresas europeas.  

La protección de sectores estratégicos por
parte de los distintos gobiernos, junto a la creciente
nacionalización de empresas y bancos para paliar la crisis
económica y las últimas iniciativas orientadas al
levantamiento de barreras comerciales amenazan con agravar los
efectos de la actual crisis.

En este sentido, cabe recordar, que en la reunión
del G-20 celebrada en Washington los países más
importantes del mundo se comprometieron a defender el libre comercio y
a rechazar el proteccionismo. La realidad, una vez
más, parece contradecir los buenos deseos de los
políticos.

– Los planes de estímulo fiscal no
impedirán la recesión global (The Wall Street
Journal – 28/1/08)

La esperanza es que el consumo
estadounidense, más moderado, sea el motor de la
recuperación 

(Por Joellen Perry, en Davos; y Shen Hong, en
Shanghai)

Davos, Suiza.- Dos preguntas acaparan la atención
de la élite económica mundial en esta nevada aldea
suiza: ¿Serán las enormes inyecciones de
estímulo fiscal prometidas para apuntalar las
economías nacionales suficientes para evitar que el mundo
caiga en un prolongado bajón? y ¿de dónde
provendrá el crecimiento una vez que se toque
fondo?

En el comienzo de la reunión de cinco días
del Foro Económico Mundial, se empiezan a aclarar los
contornos generales de las respuestas. Los economistas creen que
los paquetes de estímulo fiscal, desde Washington hasta
Beijing, amortiguarán la desaceleración, pero que
no impedirán una recesión mundial. Y el crecimiento
global, cuando llegue, seguirá siendo impulsado en gran
parte por los consumidores estadounidenses, aunque
gastarán mucho menos que en los años del auge
reciente alimentado por el endeudamiento.

El primer ministro chino Wen Jiabao probablemente
tratará de reducir las expectativas de que su país
puede sacar al mundo de la crisis económica. Se trata del
primer líder
chino que asiste a Davos en los 38 años de historia del
evento. A pesar de su ascenso como centro global de
producción, China (al igual que otras economías
emergentes de Asia, como India)
sigue siendo demasiado pequeña, demasiado pobre y
demasiado dependiente de las exportaciones para servir como
barrera ante los problemas de la economía global en los
próximos años.

Recuperación lenta

La incapacidad de Asia de compensar la caída en
el consumo en Estados Unidos significa que cualquier
recuperación global llegará de forma lenta y se
caracterizará por tasas de crecimiento más bajas
que en los últimos años.

"Pensamos que podíamos seguir creciendo
(globalmente) a tasas de 4% y 5% al año, pero eso es
insostenible", afirma Nouriel Roubini, una presencia habitual en
Davos que dirige RGE Monitor, un
servicio de
pronósticos financieros y económicos
de Nueva York. Según Roubini, el mejor escenario
sería que luego de una recesión este año, el
mundo regrese a tasas de crecimiento global moderadas de
alrededor de 3,5% para 2011.

Monografias.com

Los gobiernos de todo el mundo han prometido billones
(millones de millones) de dólares para hacer frente al
impacto de la crisis financiera. Los demócratas de EEUU
prevén aprobar un plan de estímulo económico
del orden de los US$ 825.000 millones, un paquete de medidas
fiscales y de gasto que asciende al 3% del Producto Interno
Bruto anual del país, para mediados de
febrero.

En noviembre, China prometió una inversión
de US$ 586.000 millones en proyectos que
incluyen mejoras en la red de suministro
eléctrico y construcción de autopistas. El martes,
el gabinete de Alemania aprobó un segundo paquete de
estímulo como parte de la promesa de la Unión
Europea de gastar 1,5% de su PIB, es decir unos 200.000
millones de euros (US$ 260.000 millones).

En total, los fondos comprometidos superan una
recomendación del Fondo Monetario
Internacional (FMI) que
aconsejaba a los gobiernos de todo el mundo gastar un 2% de sus
PIB en estímulos. De todas formas, no será
suficiente para detener la hemorragia. Se espera que el
miércoles el FMI divulgue proyecciones que indican que el
crecimiento de la economía mundial sería inferior a
1% este año.

Contracción duradera

El mayor riesgo es que la contracción global dure
varios años, un escenario que se podría hacer
realidad si los gobiernos no complementan el estímulo
fiscal con planes igualmente ambiciosos para sanear las finanzas
de los bancos y lograr que el crédito vuelva a correr a
través del sistema financiero.

"La larga historia de las crisis financieras
internacionales nos dice que si no se pone en orden el sistema
bancario con decisión, no será posible eludir un
largo estancamiento", afirma Ken Rogoff, profesor de
economía de la Universidad de Harvard.

Los consumidores estadounidenses han reducido sus
gastos. Pero si el estímulo fiscal frena la caída
de la economía y un paquete de rescate bancario reanuda la
concesión de crédito, afirman los economistas, los
consumidores estadounidenses comenzarán a gastar otra vez,
aunque a tasas más bajas.

– El Foro de Davos ve necesaria la
intervención del Estado para estabilizar el sistema
(Expansión – 28/1/09)

Los expertos reunidos en el Foro Económico que se
celebra en la ciudad suiza de Davos ven necesaria la
intervención del Estado para estabilizar la
situación de los bancos y de las
economías.

En los primeros debates de este Foro Económico,
que comenzó hoy y tradicionalmente ha sido defensor a
ultranza del neoliberalismo
y la mínima intervención estatal, algunos
economistas se han mostrado pesimistas respecto a la
situación de la economía global pero no han
considerado que se encuentre o dirija a una depresión
profunda.

El director de Morgan Stanley en Asia, Stephen S. Roach,
cifró el crecimiento económico global anual para
los próximos tres años, incluido 2009, en el 2,5
por ciento.

Además, han coincidido en señalar que
también son necesarios estímulos fiscales pero que
deben ser coordinados a nivel global para que tengan efecto. En
este sentido, el economista jefe del Banco Mundial,
Justin Yifu Lin, dijo que "el estímulo fiscal no
funcionará si sólo un único país lo
adopta, debemos tener un acercamiento coordinado, implementado
por las economías industrializadas y las
emergentes".

Los expertos destacaron que se debería crear un
mecanismo para detectar y cuantificar los activos tóxicos
que tienen los bancos, que los accionistas deberían
aumentar el capital de las entidades de crédito y en caso
de que no sean capaces de hacerlo, deberá ser el Estado
quien los recapitalice.

Sin embargo, no concretaron cómo debe ser este
mecanismo en concreto ni
mencionaron la creación de los llamados "Bad Bank"
estatales (banco malo), para que absorban todos los activos
tóxicos o no líquidos, como han barajado algunos
países como EEUU y hasta ahora han rechazado otros como
Alemania.

La confianza de los consejeros delegados en las
perspectivas empresariales ha caído hasta el nivel
más bajo desde 2003 por la recesión
económica que sufren las principales economías del
mundo, según refleja una encuesta que
realizó la consultora PricewaterhouseCoopers con 1.124
directivos en el último trimestre del 2008.

Los consejeros delegados consultados consideraron
también que es necesaria la intervención inicial
del Estado para estabilizar la situación de los mercados,
según PricewaterhouseCoopers.

Durante cinco días, desde hoy y hasta el domingo,
unos 40 jefes de Estado, una quincena de ministros de Finanzas,
una veintena de gobernadores de bancos centrales y decenas de
dirigentes empresariales, así como algunas ONG -en total
unos 2.500 asistentes- debatirán en Davos para tratar de
buscar soluciones a
la crisis

– Belém, la contracara de Davos (BBCMundo –
28/1/09)

Los mandatarios de Bolivia,
Brasil,
Ecuador,
Paraguay y
Venezuela se
unirán a activistas de unos 4.000 movimientos sociales de
150 naciones, en el IX Foro Social Mundial (FSM), que
comenzó este martes en la ciudad brasileña de
Belém.

El encuentro se organiza desde 2001 como una contracara
del Foro Económico Mundial, y coincide con la cumbre que
se realiza en la ciudad suiza de Davos, que este año
padece por la ausencia de importantes figuras de la
política y las finanzas
internacionales.

En contrapartida, el FSM, concebido como un espacio de
debate entre
organizaciones no gubernamentales, este año se fortalece
con la presencia de cinco líderes de la izquierda
latinoamericana: Evo Morales, de Bolivia; Rafael Correa, de
Ecuador; Fernando Lugo, de Paraguay y Hugo
Chávez, de Venezuela, además del
anfitrión, el presidente brasileño Luiz
Inácio Lula da Silva.

En contraste, al Foro de Davos sólo
asistirán dos mandatarios latinoamericanos: Álvaro
Uribe, de Colombia, y Felipe Calderón, de México,
mientras que los demás países enviaron a
funcionarios de segunda línea a la reunión
europea.

Los dos foros también se diferencian por su
temática: mientras que el encuentro en Davos
buscará una salida a la actual crisis financiera
internacional, el FSM se enfocará en los problemas
medioambientales, motivo por el cual se lleva a cabo en la ciudad
de Belém, uno de los principales puntos de entrada a la
Amazonía.

El Foro Social, que según sus organizadores
reunirá a unas 120.000 personas, también
alzará su voz contra la guerra, y comenzó con una
multitudinaria marcha contra el armamentismo, el neoliberalismo y
el calentamiento
global.

Antiglobalización

El FSM nació como una alternativa de debate para
buscar cambiar las reglas de la globalización económica.

Uno de sus principales impulsores fue Lula, el
mandatario brasileño, que fomentaba los encuentros cuando
aún era líder sindical.

En los últimos años el gobernante
había dejado de participar en el Foro, y su popularidad
entre los movimientos sociales había decrecido, a la vez
que aumentaba la del líder venezolano Hugo
Chávez.

Según el analista internacional brasileño
William Gonçalves, la decisión de Lula de asistir
este año a la cumbre social -en detrimento de Davos- es
una muestra de su
compromiso con la integración regional, de cara a la crisis
económica.

Brasil se presenta como una muestra más del
liderazgo
regional de Lula, y según el profesor de Relaciones
Internacionales de la Universidad Federal Fluminense, es un
nuevo intento del mandatario de fomentar la unidad
continental.

Otros temas

Según Gonçalves, en los últimos
años el FSM perdió fuerza debido
a que muchos de los reclamos sociales a los que daba voz
encontraron respuesta con la llegada al poder de gobiernos de
izquierda en gran parte de la región.

Es por eso, afirma, que este año el enfoque del
Foro de Belém está puesto en otros temas que
afectan al mundo, como es el caso de la crisis
ambiental.

Durante los seis días de encuentros
también se abordarán los problemas que padecen las
poblaciones originarias, que este año tendrán una
participación especial en el encuentro, con la presencia
de más de 1.500 indígenas en mesas redondas,
talleres y eventos
culturales.

– Líderes mundiales reunidos en Davos advierten
sobre los peligros de una ola de proteccionismo (The Wall Street
Journal – 29/1/09)

(Por Joellen Perry y Bob Davis)

Davos, Suiza.- En un momento en que la economía
global se enfrenta a la recesión más pronunciada
desde la Segunda Guerra
Mundial, líderes empresariales y políticos
reunidos aquí advirtieron que una creciente ola de
proteccionismo podría empeorar aún más el
panorama.

Desde hace mucho tiempo, la conferencia anual del Foro
Económico Mundial ha atraído a partidarios de la
globalización. Pero la sesión de
este año ha estado marcada por una sorprendente
reevaluación de muchas de las premisas que los asistentes
creían desde hace tiempo, como la eficacia de
confiar en los mercados para que ayuden a controlar a las
empresas globales.

Muchos pronostican -e incluso parecen darle la
bienvenida- a una mano reguladora más dura por parte del
gobierno. Pero les preocupa la perspectiva de un creciente
nacionalismo
económico en el próximo año.

Monografias.com

"Sabemos que uno de los peligros de un bajón
económico puede ser el proteccionismo", afirmó
Pascal Lamy,
líder de la Organización Mundial del Comercio
(OMC), en una entrevista aquí. El funcionario
mencionó que, en los últimos meses, algunos
países han subido los aranceles y
han aumentado los subsidios, aunque aún no lo suficiente
como para quebrar las reglas de la OMC.

"La única forma de asegurarse de que esta crisis
no empeore ni se prolongue es actuar en conjunto… y mantener el
comercio abierto", aseguró Lamy, quien también
indicó que la OMC podría pedirles a los reguladores
bancarios globales que flexibilicen algunas reglas para la
financiación del comercio. Su objetivo sería
combatir la contracción del crédito que ha sofocado
el comercio global.

El comercio está soportando una gran sacudida
debido a la crisis económica. El Fondo Monetario
Internacional (FMI) afirmó el miércoles que el
crecimiento global será a duras penas de 0,5% este
año, muy por debajo de la cifra de 2,5% que el FMI suele
usar para definir una recesión. Es el ritmo de crecimiento
más bajo desde la Segunda Guerra Mundial.

En el frente del comercio, el FMI estimó que el
volumen del
intercambio global se contraerá 2,8% este año,
comparado con una expansión de 4,1% en 2008. El
pronóstico del FMI para el comercio fue similar a una
estimación del Banco Mundial realizada en diciembre, que
indicó que el comercio global se contraería 2,1%
este año, la primera caída desde 1982.

El proteccionismo, impulsado por las inquietudes
domésticas sobre pérdidas de empleos, puede
profundizar esas caídas al levantar barreras a las
importaciones y hacer que los bienes que se
comercializan sean más caros. Aranceles más altos
en un país también pueden llevar a medidas
similares por parte de otros países, reduciendo el
comercio aún más. Ecuador, India y Rusia, entre
otros países, han subido los aranceles sobre bienes, desde
la carne hasta el acero, en los últimos meses.

Los planes de estímulo económico
también pueden convertirse en otra fuente de
proteccionismo ya que los países intentan asegurarse de
que sólo las empresas dentro de sus fronteras se
beneficien del gasto adicional. En Estados Unidos, los
legisladores demócratas presionan por incluir
estipulaciones de "Comprar productos de EEUU" en el programa de
estímulo de US$ 825.000 millones del nuevo
gobierno.

Financiación escasa

Otro problema: los flujos de financiación que
sostienen la enorme máquina del comercio global de US$ 14
billones (millones de millones) también se están
secando por la crisis de crédito. Eso ha cortado la
financiación para muchas firmas, reduciendo el volumen del
comercio global aún más.

Los asistentes a Davos advirtieron que países
más pobres que han dependido de las exportaciones -China,
Indonesia y Bangladesh, entre otros- serían los que
más perderían ante una caída del comercio.
Muchos de esos países también se beneficiaron de
grandes inyecciones de capital por parte de países ricos.
"Hemos disfrutado de un increíble efecto de
globalización. El dinero entraba volando a
Turquía", dice Ferit F. Sahenk, presidente de la junta de
Dogus Group, un conglomerado turco de 70 empresas en campos que
incluyen los servicios financieros y la construcción.
"Ahora el dinero se está yendo", agrega Sahenk.
"Así que las empresas que estaban creciendo
enfrentarán problemas de liquidez".

Los flujos de capital privado hacia mercados emergentes
se reducirán más de 60% este año, a US$
165.000 millones frente a los US$ 466.000 millones de 2008,
informó el miércoles el Institute of International
Finance, una asociación de Washington.

– Por una economía verde (BBCMundo –
29/1/09)

(Por Veronica Smink)

Mientras líderes políticos y financieros
del mundo buscan una salida a la crisis económica mundial
en la cumbre de Davos, que comenzó este miércoles,
en la ciudad brasileña de Belém miles de personas
se reunieron para proponer un mundo diferente.

En una jornada especial del Foro Social Mundial (FSM),
el espacio de debate que surgió como la contracara del
Foro Económico Mundial, activistas ambientales e
indígenas de unos 150 países se dieron cita para
participar de seminarios, debates y talleres con el objetivo de
pensar en una alternativa sostenible al modelo
capitalista.

"Creemos que el sistema actual fracasó, y por eso
queremos pensar en una alternativa que contemple un buen vivir de
la gente con la naturaleza,
esa es la clave", dijo a BBC Mundo el representante del Movimiento
Panamazónico Luis Arnaldo Campos, uno de los organizadores
del evento.

Los reclamos que se realizan en este foro tienen que ver
usualmente con la justicia
social, pero este año se tomó la decisión de
poner el foco en la justicia ambiental.

Campos explicó que esta decisión se
tomó tras las graves advertencias sobre cambio
climático que realizó el panel intergubernamental
de las Naciones Unidas,
y que según el experto se vieron reflejadas en los
últimos años en desastres
naturales como el provocado por el huracán Katrina o
el tsunami que azotó el sudeste
asiático.

Para resaltar el carácter ecologista de este
encuentro, la novena edición
del Foro Social se realiza en la ciudad amazónica de
Belém, en vez de su lugar habitual en Porto
Alegre.

Según los organizadores esto se debe a que el
Amazonas ilustra claramente el impacto ambiental
que tienen actividades como la deforestación, el cultivo en zonas de
bosques, la minería y
la explotación petrolera.

Reclamo indígena

Este foro también se destaca por contar con una
presencia sin precedentes de representantes de comunidades
originarias.

Se estima que más de 1.500 indígenas se
hicieron presente en Belém para llevar su reclamo contra
las políticas capitalistas, que según ellos
destruyen su hábitat
y afectan su forma de vida.

"Los pueblos indígenas hemos pasado de la
resistencia a
la acción,
a la construcción de propuestas", afirmó a BBC
Mundo Miguel Palacín, de la Coordinadora Andina de
Organizaciones Indígenas.

"Planteamos estados plurinacionales, donde se reconozca
la diversidad. Y frente a esta crisis global planteamos el buen
vivir, y el buen vivir no es andar en camioneta, no es alto
consumo, ni vivir del mercado o del crecimiento económico.
Es crecer, cuidar la naturaleza, compartir lo que se tiene y una
política horizontal", señaló.

El reclamo de los pueblos autóctonos apunta a las
empresas multinacionales que llevan a cabo la explotación
de los recursos
naturales, pero también a los gobiernos, ya que
según el líder indígena "sin
políticas públicas, no se puede hacer
mucho".

Por ello piensan presentar sus propuestas a los cinco
mandatarios latinoamericanos que el jueves darán el
presente en el foro: Evo Morales, de Bolivia; Rafael Correa, de
Ecuador; Fernando Lugo, de Paraguay y Hugo Chávez, de
Venezuela, además del anfitrión del evento, el
brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.

– El número de desempleados, trabajadores pobres
y empleos vulnerables aumentará de manera espectacular
debido a la crisis económica mundial – (OIT –
28/1/09)

(Información relacionada –
Publicación: Global Employment Trends Report
2009)

Ginebra (Noticias de la OIT).- Se espera que la crisis
económica mundial produzca un aumento espectacular del
número de personas que engrosen las filas de desempleados,
trabajadores pobres y trabajadores con empleos vulnerables,
afirma la Oficina Internacional del Trabajo (OIT) en su informe de
Tendencias Mundiales del Empleo.

Sobre la base de los nuevos avances en el mercado de
trabajo y en función de la puntualidad y la eficacia de
los esfuerzos de recuperación, el informe señala
que el desempleo en el mundo podría aumentar en 2009 con
respecto a 2007 en una cifra entre 18 y 30 millones de
trabajadores, y hasta más de 5o millones si la
situación sigue deteriorándose.

El informe de la OIT sostiene asimismo que, de
producirse este último escenario, cerca de 200 millones de
trabajadores, en especial en las economías en desarrollo,
podrían pasar a integrar las filas de la pobreza
extrema.

"El mensaje de la OIT es realista, no alarmista. Nos
enfrentamos a una crisis del empleo de alcance mundial. Muchos
gobiernos son conscientes de la situación y están
tomando medidas, pero es necesario emprender acciones más
enérgicas y coordinadas para evitar una recesión
social mundial. La reducción de la pobreza está en
retroceso y las clases medias a nivel global se están
debilitando. Las consecuencias políticas y de seguridad
son de proporciones gigantescas", declaró Juan
Somavía, Director General de la OIT.

"La crisis subraya la importancia de la Agenda de
Trabajo Decente de la OIT. Muchos elementos de esta Agenda
están presentes en las medidas actuales para fomentar la
creación de empleo, intensificar y ampliar la
protección social y hacer más uso del diálogo
social", afirmó Somavía. El Director General hizo
un llamamiento para que en la próxima reunión de
los representantes del G-20 el 2 de abril en Londres,
además de tratar cuestiones de carácter financiero,
se alcance de manera urgente un acuerdo sobre las medidas
prioritarias que deben adoptarse para promover unas inversiones
productivas, los objetivos de
trabajo decente y protección social, y la coordinación de
políticas.

Principales pronósticos del informe de Tendencias
Mundiales del Empleo

Este nuevo informe actualiza las proyecciones
preliminares publicadas el pasado octubre, en las que se indicaba
que la crisis financiera mundial podría hacer que el
desempleo aumentara entre 15 y 20 millones de personas en 2009.
Las conclusiones fundamentales que aporta son las
siguientes:

En base a las predicciones del FMI de noviembre de 2008,
la tasa de desempleo en el mundo podría aumentar hasta un
6,1% en 2009, en comparación con el 5,7 % en 2007, lo que
representa 18 millones de desempleados más en 2009 que en
2007.

Si la situación económica se deteriora
más allá de lo previsto en noviembre de 2008, lo
cual es probable, la tasa de desempleo mundial podría
aumentar hasta el 6,5%, que representa 30 millones más de
personas sin empleo en el mundo que en 2007.

En una hipótesis actual sobre la evolución más pesimista, la tasa de
desempleo podría llegar al 7,1%, que equivaldría a
un aumento de más de 50 millones de desempleados en el
mundo.

El número de trabajadores pobres -es decir,
personas que no ganan lo suficiente para mantenerse a sí
mismos y a sus familias por encima del umbral de la pobreza de 2
dólares al día por persona– puede
aumentar hasta alcanzar un total de 1.400 millones, lo cual
representaría el 45% de los trabajadores
mundiales.

En 2009, la proporción de personas con empleos
vulnerables -ya sea trabajadores que contribuyen al sustento
familiar o trabajadores por cuenta propia con menor acceso a las
redes de
seguridad que protegen contra la pérdida de ingreso
durante tiempos difíciles- podría aumentar de
manera considerable en el peor de los escenarios y afectar al 53%
de la población con empleo.

Otras conclusiones

El informe de la OIT señala que en 2008, el norte
de África y
Oriente Medio seguían teniendo las tasas más
elevadas de desempleo, 10,3% y 9,4% respectivamente, seguidas por
Europa central y sudoriental (países no pertenecientes a
la UE) y la Comunidad de
Estados Independientes (CEI), con un 8,8%, el África
subsahariana con un 7,9% y América
Latina con un 7,3%.

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