Historia.
Epidemiología.
Etiopatogenia.
Clínica.
Estudios complementarios.
Pronóstico.
Referencias bibliográficas.
CONCEPTO.
Es una enfermedad que cursa con la inflamación de
varias articulaciones, o sea, una sinovitis crónica y
estéril que es desencadenada por la activación de
defensas tras algunas infecciones en el tracto
entérico, urogenital o faríngeo. A veces hay
afectación de otros órganos y tejidos como la piel,
globo ocular o corazón. Esta inflamación no
está causada por una infección directa de las
articulaciones sino por la reacción a una infección
que, habitualmente, ya ha sido controlada por el organismo. Esta
enfermedad, antiguamente denominada síndrome de Reiter,
pertenece a una familia de enfermedades reumáticas
llamada espondiloartropatías junto a la espondilitis
anquilosante, algunos tipos de artritis psoriásica, la
artritis asociada a la enfermedad inflamatoria intestinal y la
espondiloartropatía indiferenciada que en conjunto afecta
a un 2% de la población aproximadamente (1,2).
HISTORIA.
Hipócrates, en el siglo IV antes de Cristo, fue
probablemente el primero en unir la presencia de artritis e
infección en el tracto genitourinario cuando
mencionó que "un joven no sufre de gota hasta
después de intercurso sexual"; gota significaba artritis
aguda en aquellos tiempos.
El nombre de Síndrome de Reiter fue adoptado
ampliamente en la literatura después de la primera
descripción en la literatura médica americana por
Walter Bauer y Efrain Engelman. En años recientes, el
pasado nazi de Hans Reiter ha salido a relucir, y varios autores
y organizaciones, incluyendo la Asociación de
Espondilíticos Americana, han recomendado que el
síndrome se denomine Artritis Reactiva (3).
EPIDEMIOLOGÍA.
Su incidencia varía en función de los estudios
publicados. Entre otros factores, está en función
de la localización geográfica, ya sea por el
diferente comportamiento ecológico de las bacterias o por
la diferencia en la prevalencia del HLA-B27. La prevalencia del
conjunto de las espondiloartropatías se mueve en torno al
0,45% (similar a la de la artritis reumatoide). La artritis
reactiva representa aproximadamente un 5% del total de
espondiloartropatías, con una prevalencia de 1/10.000,
aunque hay informes de hasta 30-40/100.000 o superiores. La
incidencia anual publicada es de 4,6/100.000 en el caso de
artritis reactiva después de infección uretral por
Chlamydia y de 5/100.000 o mayor en la posdisentérica
(incidencias globales anuales de 27-28/100.000 habitantes).
Las enterobacterias que promueven enfermedad intestinal tienen
similares tasas de artritis en ambos sexos, mientras que las
responsables de la enfermedad venérea son causa de
artritis con más frecuencia en los hombres que en las
mujeres (relación de 9 a 1). La incidencia de casos de
artritis pos disentérica es similar tanto en la enfermedad
endémica como epidémica: del 1 al 5%, con cifras
mayores para Salmonella. La tasa de artritis reactiva en los que
han sufrido infección por Chlamydia trachomatis es de en
torno al 4%, lo que comportaría un número muy
elevado de casos, dado lo extendido de la infección en
pacientes en edad sexualmente activa. En conjunto, se apunta a
una clara disminución de la prevalencia de artritis
reactiva posvenérea, que se supone debida a la
disminución de infecciones inductoras de artritis y al uso
de antibióticos (4, 5).
ETIOPATOGENIA.
Los microorganismos comprometidos en las artritis reactivas
entéricas son la Shigella flexneri, algunas
especies de Salmonellas (S. typhimurium, S. Enteritidis, S.
Paratyphi B, S. Paratyphi C), Campilobacter jejuni,
Yersinia enterocolítica y Yersinia
pseudotuberculosis. Más raro es encontrar a otros
gérmenes. Hay incluso casos atribuidos a virus y
parásitos. Casi todas las bacterias relacionadas con esta
artritis tienen la capacidad de invadir el interior de la
célula y de producir una sustancia llamada
lipopolisacárido (6).
El microorganismo más frecuentemente comprometido en
las artritis reactivas urogenitales es la Chlamydia
trachomatis. Menos frecuentes son la Chlamydia
psittaci y el Ureaplasma urealyticum
Los patógenos desencadenantes son bacterias
gramnegativas con lipopolisacáridos en la pared
bacteriana, las cuales tienen una gran capacidad de
invasión intracelular. Chlamydia trachomatis es la causa
más frecuente de artritis reactiva, mientras que
Salmonella lo es del grupo disentérico. Todas las especies
de Shigella pueden causarla, aunque en conjunto es el germen
implicado con menor frecuencia. Campylobacter origina
habitualmente episodios de gastroenteritis, y en los pacientes en
los que induce artritis reactiva parece no haber un aumento en la
prevalencia del HLA-B27. Yersina también es un agente
etiológico de gastroenteritis.
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