INTRODUCCIÓN
Desde sus inicios con Adam Smith, la
teoría
económica se ha desarrollado en función de
maximizar el bienestar social y económico de la nación.
Bajo esta perspectiva, el aumento de bienestar viene de la mano
con el crecimiento y desarrollo
económico. Sin embargo, al tratar de determinar
cuál es el factor fundamental que dinamiza tanto la
productividad
del trabajo, como
la del capital,
escuelas de pensamiento
económico como la neoclásica, keynesiana,
estructuralista, institucional, etc., discrepan al respecto.
Autores como Mc Kinnon (1973) y Shaw (1973) sostienen que uno de
los principales factores que determinan el crecimiento
económico, es el desarrollo del
sistema
financiero.
Por ello, la presente investigación estudia el comportamiento
del sistema
financiero y su contribución al crecimiento de la economía ecuatoriana en el período
2000-2008. En el primer capítulo, se describe brevemente
los principales postulados teóricos. Posteriormente, se
analiza el desempeño del sistema financiero
ecuatoriano en variables como
PIB, PIB en
Servicios de
Intermediación Financiera y FBKF. En esta línea, se
observa la importancia en influencia del sistema financiero en
crecimiento económico del país, para luego a
través de un estudio de los principales resultados de la
banca privada
conocer los determinantes y desarrollo del sector. Por
último, se esboza las principales ideas y
conclusiones.
MARCO
TEÓRICO
Sistema financiero
A decir de varios autores como Mc Kinnon (1973), Shaw (1973),
Pagano (1993), entre otros, el desarrollo del sistema financiero
está íntimamente relacionado con el crecimiento
económico. Por definición, el sistema financiero
nace con el objeto de facilitar la intermediación
financiera entre los diferentes agentes económicos en una
sociedad. De
manera más amplia, el sistema financiero nace como una
estructura
formal para reducir los costos de
adquirir información, hacer cumplir los contratos y
llevar a cabo transacciones generan incentivos para
el surgimiento de mercados,
intermediarios y contratos financieros[1]Es decir,
surgen con el propósito de reducir los costos y minimizar
las fricciones y asimetrías que existen en los mercados.
El modo en que estos problemas se
resuelven influye en las decisiones de ahorro e
inversión, y afectan a la asignación
de recursos de las
economías y al crecimiento económico.
De manera general, para reducir los costos de
transacción, de obtención de información y
hace cumplir los contratos, el sistema financiero presta
básicamente cinco servicios a las economías
(Levine, 2004):
i. Producción de información ex ante
acerca de las posibles inversiones y asignaciones de
capital.ii. Monitoreo de las inversiones realizadas y de los
gobiernos corporativos.iii. Comercialización, diversificación
y administración de riesgos.iv. Movilización de ahorros.
v. Provisión de medios de pagos para facilitar
el intercambio de bienes y servicios.
Relación sistema financiero y crecimiento
económico
El desarrollo del sistema financiero está en
función a la calidad de sus
servicios, así un mayor grado de desarrollo financiero
implica el mejoramiento de las cinco funciones
descritas anteriormente, permitiendo la reducción de los
costos de transacción y fricciones asimétricas,
contribuyendo así a la creación de un panorama
económico estable que a más de aumentar la rentabilidad
del sistema influye positivamente en las decisiones de ahorro e
inversión, a través de una mejor asignación
de recursos económicos y con ello el crecimiento de la
nación.
En particular, la dinámica entre el desarrollo financiero y
el crecimiento económico puede entenderse de mejor manera
en palabras de Galindo (2003):
A nivel teórico hay al menos cinco canales claves
mediante los cuales el sistema financiero juega un papel central
para estimular el crecimiento. Por una parte los sistemas
financieros movilizan y agrupan ahorro. Por otra, promueven una
asignación eficiente del capital. Los sistemas financieros
producen información ex ante sobre posibles inversiones y
juegan un papel clave en la asignación del capital. Los
intermediarios financieros al contar con fuentes de
información más precisas sobre firmas pueden
identificar los proyectos
más rentables y asignar de manera eficiente el capital. Al
hacerlo pueden también afectar la capacidad de innovación al identificar a los empresarios
con mejores posibilidades de éxito.
Tras otorgar financiamiento, los buenos sistemas financieros
monitorean las inversiones y ejercen gobierno
corporativo sobre las firmas, garantizando que los fondos
prestados tengan su uso más eficiente. Los intermediarios
financieros también transforman, diversifican y manejan
diversos riesgos de una
manera que no podrían hacerlo los ahorristas individuales.
Entre ellos están los riesgos de transformar las unidades
de los depósitos, su denominación y su liquidez en
el proceso de
convertirlos en créditos. Adicionalmente el intermediario
al diversificarse puede lidiar de mejor manera con el riesgo
crediticio. De hecho puede asumir más riesgo que el que
asumiría un ahorrista individual, lo cual es un factor
clave en el impulso del crecimiento. Finalmente proporcionan
liquidez y acceso a un sistema de pagos que facilita las
transacciones de bienes y
servicios[2]
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