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EE.UU., CIA y Paramilitarismo – "El Imperio contra la Revolución Bolivariana" (página 2)




Enviado por William Izarra



Partes: 1, 2, 3

El 11 de abril de 2002, de manera muy bien cubierta hasta
ahora, apoyaron a los sectores contrarrevolucionarios que dieron
el golpe de Estado
al Presidente Hugo
Chávez. Aunque no lograron su objetivo, no
han dejado de participar a través de la CIA y de organizaciones
tipo mampara, brindándole ayuda a la oposición
ultraderechista para continuar con la desestabilización.
Su meta no es solo salir del Presidente Chávez, sino
aniquilar al el Proceso
Revolucionario y, con ello, todo signo ideológico
contrario al del imperio.

2. Agencia Central de
Inteligencia (CIA)

En todas las intervenciones hechas en América
Latina y en el mundo entero, los planes militares han
dedicado una parte bien significativa al desarrollo de
operaciones
encubiertas. Esto se refiere a aquellas tareas de "guerra sucia"
o actos de sabotaje, golpes de mano, terrorismo,
crímenes y demás operaciones de orden secreto
empleadas para eliminar los focos perturbadores a la libertad de
acción
del imperio en una región determinada. Esta guerra sucia
la crea y administra la Agencia Central de Información (CIA), institución del
gobierno de
EE.UU., para que funcione como "la mano pelúa" en todo el
mundo.

Historia

Cuenta James R. Sutton, ex-agente de la CIA, que la Agencia se
crea como consecuencia de las divergencias burocráticas
entre los Departamentos de Defensa (militar), de Estado
(diplomático) y Procuraduría Nacional (judicial).
Señala Sutton que dentro de estas instancias
gubernamentales existían unidades para la
recolección de información de inteligencia
político-militar, pero la falta de coordinación entre ellas le negó al
gobierno de Franklin D. Roosevelt la capacidad de anticipar las
verdaderas intenciones de Adolfo Hitler en
Alemania, y
las de los japoneses en el océano Pacífico antes
del comienzo de la Segunda Guerra
Mundial. Los ataques de los alemanes en contra de sus vecinos
europeos y de los japoneses contra la base militar de Pearl
Harbor, dejaron al pueblo de EE.UU., desmoralizado. La respuesta
política a
esta situación fue la creación de la Oficina de
Servicios
Estratégicos (Office of
Strategic Services, OSS), bajo el control del
Departamento de Defensa. La OSS funcionó durante la guerra
y el comienzo de la expansión soviética de la
posguerra de manera satisfactoria, lo que hizo crear las
condiciones propicias para la activación de una agencia de
inteligencia bajo control civil.

Así, centralizando funciones, el
presidente Harry Truman, mediante una orden ejecutiva,
estableció la Ley de Seguridad
Nacional de 1947 (National Security Act of 1947). De esta manera
nace la CIA. Empezó a funcionar el 20 de septiembre de ese
mismo año como un instrumento de inteligencia para
coordinar el flujo de información de fuentes
militares y diplomáticas. En los años 50 la CIA
amplió de manera compulsiva su función:
de ser una agencia de recolección y análisis de información se
autodefinió un nuevo rol: Cover Actions (Acciones
Encubiertas). Desde esa época (años 50), hasta
nuestros días de inicios del siglo XXI (2004), la misión
fundamental fue sustituida por la llamada guerra sucia:
corromper, cooptar, manipular, secuestrar, asesinar a miembros de
gobiernos, actores políticos, académicos,
sindicalistas, campesinos, militares, indígenas y
estudiantes, cuyos objetivos
político-sociales eran percibidos como amenazas a los
intereses de EE.UU.

Se convierte entonces la CIA en agencia rectora de las
operaciones encubiertas para desestabilizar gobiernos y asesinar
dirigentes en países que han intentado llevar a cabo
transformaciones en favor de sus pueblos y en contra de los
intereses norteamericanos.

La nueva misión de la CIA, a partir de los años
50, después del reparto del mundo como consecuencia de la
II Guerra Mundial,
responde a ese espacio histórico que se iniciaba entonces
en el mundo. Sin declaración alguna ni notificaciones
diplomáticas de estilos, en esos años arrancaba la
tensa y peligrosa etapa de enfrentamientos ideológicos
entre el mundo Este y el mundo Oeste; entre la URSS y los EE.UU;
entre el capitalismo y
el comunismo.
Práctica de tensiones y amagos de guerra, así como
de confrontaciones permanentes entre los factores del espionaje y
los elementos del contraespionaje. Período denominado la
Guerra
Fría.

Acciones Encubiertas en América
Latina y el Caribe

En América Latina y el Caribe, la CIA opera como agente
promotor del terrorismo. Ejecuta en todos los países actos
violentos y aniquiladores de los nacionales que luchan por la
emancipación de sus pueblos. Podemos mencionar, como
hechos verificados para la historia, algunas de sus
operaciones más destacadas, las cuales contribuyen a
afianzar la lista de las intervenciones mencionada arriba muy
fugazmente.

1948

En Colombia,
Bogotá, la CIA actuó en la ejecución de la
llamada Operación Pantomima, cuya misión era la de
impedir el proceso de avance popular hacia la toma del poder,
liderado por el socialista y revolucionario dirigente Jorge
Eliécer Gaitán. Esta operación
culminó con su asesinato el 9 de abril de 1948, en lo
días que se desarrollaba en Bogotá la Conferencia
Panamericana para la creación de la
Organización de Estados Americanos (OEA). La
operación de la CIA estaba auspiciada por la
oligarquía colombiana.

1954-1996

La CIA organiza y financia el golpe de Estado en Guatemala para
derrocar al presidente Jacobo Arbenz. El Presidente Arbenz
había nacionalizado las tierras ociosas de la United Fruit
pagando por ellas lo que la empresa
norteamericana había declarado que valían en sus
libros de
contabilidad.
La violencia
provocada desde entonces por los sucesivos gobiernos militares
dejó un saldo de 160 mil muertos y 40 mil
desaparecidos.

1959-Siglo XXI

Tras el triunfo de la Revolución
cubana, el presidente Dwight Eisenhower autoriza operaciones
encubiertas con el fin de asesinar a Fidel Castro.
En 1961 la CIA organiza y financia el desembarco mercenario en
Playa Girón para derrocar al gobierno. La invasión
termina en un rotundo fracaso en menos de 72 horas y el
presidente John F. Kennedy asume la responsabilidad total. Desde entonces, la
política terrorista y el bloqueo económico
aplicados por el gobierno norteamericano han causado cientos de
muertos y pérdidas por más de miles de millones de
dólares a la economía cubana.

1963-1965

La CIA lleva a cabo una campaña propagandística
en contra del presidente dominicano Juan Bosch que culmina con un
golpe de Estado. Bosch había anunciado una serie de
reformas que beneficiaban a los trabajadores del país.
Tras un alzamiento de militares constitucionalistas que
pedían el retorno de Bosch, los EE.UU., intervienen al
frente de una fuerza
multinacional y terminan imponiendo un nuevo presidente.

1964

La CIA lleva adelante una millonaria campaña
propagandística en contra de João Goulart,
presidente del Brasil, que
culmina con un golpe de Estado. Goulart, quien mantuvo una
política exterior independiente de Washington,
había iniciado una serie de reformas que limitaban las
ganancias de las empresas
transnacionales y nacionalizó una subsidiaria de la
ITT.

1967

La CIA participa en el entrenamiento y
las operaciones del ejército boliviano en contra del ELN.
El agente Félix Rodríguez es el encargado de
transmitir la orden, llegada desde La Paz, para asesinar a
Ernesto Che
Guevara.

1971

La CIA prepara un atentado para asesinar a Fidel Castro,
primer ministro de Cuba, durante
su visita a Chile.

1970-1973

Treinta años después del derrocamiento de
Salvador Allende en
Chile, se pudo comprobar como ciertas las operaciones encubiertas
que realizó la CIA, para derrocar a Salvador Allende e
instalar a Augusto Pinochet.

La información desclasificada permite ahora comprobar
las hipótesis sobre el derrocamiento del
Presidente de Chile sostenidas durante más de 30
años. Recientemente, la CIA ha admitido por primera vez en
público, el programa
clandestino contra la ascensión de Salvador Allende al
poder, y sus esfuerzos políticos y militares para
derrocarlo. En el informe
"Actividades de la CIA en Chile", la agencia reconoce que en los
años sesenta y principios de los
setenta, como parte de la política del gobierno de EE.UU.,
para intentar influir sobre las decisiones en Chile, la CIA
desarrolló proyectos
secretos para desacreditar a líderes políticos
marxistas, especialmente a Salvador Allende. Los planes se
dirigían a alentar a los opositores civiles y militares de
Allende para impedir que asumiera el poder, ya que para agosto de
1970 se sabía que él y la Unidad Popular
ganarían la contienda electoral.

Señala el informe, que el 15 de septiembre de 1970 el
presidente Nixon le comunicó al director de la CIA que un
régimen de Allende en Chile no sería aceptado por
EE.UU. Por lo que le giró instrucciones para impedir su
ascenso al poder o, en su defecto, planificar su derrocamiento.
Para ese fin, se destinaron 10 millones de dólares. Por lo
tanto, siguiendo las instrucciones del Presidente, la CIA
preparó un golpe para evitar que Allende asumiera la
Presidencia, una vez ganadas las elecciones el 4 de
septiembre.

En tales circunstancias, la CIA procedió a activar los
grupos de
trabajos encubiertos, los que, por su trabajo de
inteligencia, coincidieron en que cualquier golpe de estado para
tener éxito,
tendría que secuestrar al comandante del ejército,
general René Schneider. El general sostenía que la
Constitución obligaba a las Fuerzas Armadas
a permitir que Allende asumiera el poder. Por lo tanto, la CIA
tenía que neutralizar a Schneider y, en consecuencia,
planificó el atentado que se materializó con su
muerte. No
obstante, el vil asesinato no incidió para que se diera el
golpe que se buscaba. Sin desistir de su propósito, a la
CIA no le quedó otra alternativa que cambiar su estrategia y
estimular entonces, el apoyo a los partidos de oposición
para ir de frente contra el régimen de Allende. Incidir en
la desestabilización del país y en el
descrédito del gobierno.

Otro dato que contiene el informe y que merece mencionarlo por
lo notorio de los vínculos directos de la Casa Blanca con
la conspiración, es el que señala que el 21 de
agosto de 1973, el comité de los 40 (agrupación
dentro de la cúpula del gobierno norteamericano) encargado
de la supervisión de las acciones
desestabilizadoras, aprobó otro millón de
dólares adicionales para acelerar el golpe. Ahora
sí, el 11 de septiembre se tumba a Allende, éste
muere y se instala Augusto Pinochet en el Palacio de la Moneda.
Reconoce también la CIA el respaldo activo que le
brindó a la junta militar después del derrocamiento
del Presidente. Sostiene, además, que muchos de los
oficiales de Pinochet abusaron de los derechos humanos.
Algunos de estos oficiales eran agentes de la CIA o miembros de
las fuerzas armadas de EE.UU.

1976

Los agentes de la CIA Orlando Bosch y Luis Posada Carriles
organizan un atentado que provoca la explosión, en pleno
vuelo, de un avión cubano en Barbados. En el atentado
mueren 73 personas.

1979-1990

Al triunfo de la Revolución
Popular Sandinista en Nicaragua, el presidente norteamericano
James Carter autoriza operaciones de la CIA en apoyo de la
oposición. Durante el gobierno de Ronald Reagan se
destinan cientos de millones de dólares a la
creación de un ejército mercenario que, desde la
vecina Honduras, se dedica a sabotear los esfuerzos
nicaragüenses por construir una sociedad
democrática y plural. La guerra cuesta al país 60
mil muertos y 2 mil desaparecidos, además de 17 mil
millones de dólares en pérdidas que el gobierno de
EE.UU., se niega a pagar a pesar del fallo de la Corte
Internacional de Justicia en
1986. Finalmente la oposición llega al poder en 1990
después de un proceso electoral marcado por el
intervencionismo de los Estados Unidos.
Desde entonces y tras varios elecciones presidenciales con
posibilidad real de obtener el triunfo, los sandinistas no han
logrado retomar el poder. Las acciones de la CIA han contribuido
a impedirlo.

1980-1992

La CIA desempeña un papel fundamental en la
concepción y organización de las agencias de seguridad
de las que emanaron los grupos paramilitares de El Salvador.
Durante la guerra civil salvadoreña, los Estados Unidos
apoyan a los sucesivos gobiernos militares con miles de millones
de dólares. La guerra dejó un saldo de 75 mil
muertos y 8 mil desaparecidos.

1983

Debido a la intensa actividad de la CIA en el Caribe, tropas
norteamericanas invaden Granada poco después de que un
golpe de Estado terminara con el régimen de Maurice
Bishop. Según el presidente Ronald Reagan, Granada, una
isla de 340 km2 y 110 mil habitantes representaba una amenaza
militar para los Estados Unidos. Reagan había mostrado su
preocupación por un aeropuerto que trabajadores cubanos
estaban construyendo para desarrollar el turismo. Luego de la
invasión, los Estados Unidos anuncian su decisión
de concluir el aeropuerto para desarrollar el turismo.

1986

Es derribado en Nicaragua un avión DC-3 que
abastecía a la contrarrevolución. El piloto, Eugene
Hassenfus, revela que los vuelos son dirigidos por la CIA y
proceden de bases en El Salvador y
Honduras.

1989

Los EE.UU., invaden Panamá
con el pretexto de capturar a su Presidente Manuel Antonio
Noriega, ex agente de la CIA acusado de tráfico de
drogas. El
gobierno norteamericano tenía conocimiento
de las actividades ilícitas de Noriega, pero lo mantuvo en
su nómina
mientras le fue útil. La invasión dejó un
saldo de siete mil muertos y desaparecidos, así como
pérdidas millonarias.

1997

El agente de la CIA Luis Posada Carriles organiza una serie de
atentados explosivos en contra de hoteles cubanos con saldo de un muerto y
numerosos heridos. En los atentados participan mercenarios
salvadoreños.

2000-2004

La CIA agudiza sus tentáculos tecnológicos para
incrementar la productividad de
sus operaciones. Ya no solo se vale de la recolección por
la vía de las redes de agentes, propios y
nacionales de los países donde operan, sino se
amplía su espectro por medio de la tecnología satelital
y la diversidad de instrumentos técnicos para agilizar sus
operaciones encubiertas. Con los nuevos planes militares
elaborados por el Comando Estratégico del Sur, la
actividad de la CIA se multiplica. Las acciones de
desestabilización continental se hacen cada vez más
evidentes y necesarias para ellos, en vista de las respuestas que
las organizaciones políticas
y sociales le han dado al imperio en los inicios del siglo.
Además las coaliciones regionales, en estado de
maduración para unirse en contra de la
recolonización continental, han influido en la
cuantificación de las operaciones terroristas gestadas
contra los latinoamericanos.

En Venezuela
treinta años después del derrocamiento de Allende,
aunque en condiciones diferentes, algo similar quiere hacer la
CIA en Venezuela. Intento de golpe, estímulo a la
conspiración militar, compra de conciencias y lealtades,
fomento a la oposición reaccionaria, aislamiento
internacional del gobierno legítimo de Venezuela y como
parte de la escalada de acciones, la presencia activa en la
escena política del paramilitarismo. No obstante, la
voluntad soberana del pueblo, la institucionalidad
patriótica de la Fuerza Armada y un proyecto
político inspirado en los ideales de nuestros
libertadores, impiden dar al traste con la ruta de la
emancipación que está construyendo el pueblo
venezolano. El sacrificio de Allende y su experiencia que ha
quedado arraigada en el corazón de
los revolucionarios, sirven de imagen objetivo
para impedir la repetición de esa historia.

3.
Paramilitarismo

El paramilitarismo es una de las formas de acción
empleadas por la CIA. Con la sutil denominación de Cover
Action, el paramilitarismo nace cuando la CIA lo hace. Aunque
pudiese existir algún otro vestigio similar que la
historia tenga reservado, en otro tiempo
atrás, a esta terrorífica categoría
político-militar. Como estructura que
genera una organización secreta a nivel mundial, la
práctica del paramilitarismo se ha extendido a todos los
lugares del mundo, incluyendo su participación hoy en
día en las acciones de ocupación de Irak.

Específicamente en América Latina, el
paramilitarismo surge como consecuencia de la lucha contra las
organizaciones populares y de base, consideradas por la CIA como
de insurgencia o subversión. El pensamiento
emancipador ha sido determinante en la construcción de los movimientos populares
del continente cuya acción política, social y
militar, en sus diferentes expresiones, especificidades y tiempo
histórico, se viene ejecutando desde la época de la
independencia
de Simón Bolívar.
De hecho, el ideario bolivariano sigue vigente. Intacto en su
poder de inspiración para confrontarse con el Imperio.
Pensamiento que orienta a muchas organizaciones latinoamericanas
y caribeñas a luchar por alcanzar estadios de vida
superiores. Gestos que son calificados por los EE.UU., como
subversivos y en contra de la paz, la libertad y la democracia del
continente.

Para los EE.UU., América Latina y el Caribe es su
región cautiva. Es su mercado natural,
permanente y propio. Además, para sus intereses vitales
esta región debe permanecer bajo su control y dominio por ser
también fuente abastecedora de materia prima.
Es por ello que ningún gobierno de turno de los EE.UU.,
puede tolerar la aparición de focos perturbadores a su
práctica hegemónica. Por lo tanto, para impedir la
aparición de esos focos se tiene que aniquilar la
raíz que los produce. Aquí es donde entra a jugar
un rol determinante la guerra sucia, la mano pelúa, las
operaciones encubiertas. Es aquí donde pasa a protagonizar
la escena la CIA.

Cuando se crea la CIA como consecuencia de la fundación
del Consejo de Seguridad Nacional en 1947, aparece también
la Doctrina de Seguridad Nacional (DSN) definida como ".el
conjunto de ideas, normas y
principios, sustentadas por el gobierno federal, para darle
direccionalidad a las necesidades geopolíticas de la
Unión". El objetivo fundamental de la DSN era –y lo sigue
siendo bajo otras denominaciones sublimes- la eliminación
del enemigo interno (ENO), materializado por el comunismo y sus
derivaciones teóricas similares. Le sigue en orden de
importancia, la organización emancipadora de las fuerzas
populares, la subversión generada por el elemento
ideológico presente en el pueblo antimperialista y la
insurgencia patriota, nacionalista, solidaria e
internacionalista.

La puesta en vigencia de la DSN arroja la creación de
otras estructuras
continentales que aseguren su aplicación. La primera,
surge a raíz de la Conferencia de Río de Janeiro en
1947. Aquí se plantea la alianza continental de los
países americanos en caso de agresiones
extracontinentales. Nace entonces el Tratado Interamericano de
Asistencia Recíproca (TIAR), que acuerda la
cooperación militar de todos los países del
hemisferio. La segunda estructura se crea en Bogotá, en el
año 1948. Por sugerencia y bajo los criterios
predominantes del gobierno de los EE.UU., se constituye la
Organización de Estados Americanos (OEA), cuya naturaleza es
la relación política de los gobiernos del
continente.

El TIAR y la OEA son el piso militar y político del
sistema
interamericano, lo que demanda la
instrumentación ideológica para
impedir la consolidación del enemigo interno (comunismo y
subversión). Dentro de este marco conceptual aparece
entonces la Escuela de las
Américas. Centro educativo para la oficialidad de las
fuerzas militares de los países del continente quienes
serán los líderes que dirigirán a sus
respectivas instituciones.
Liderazgo que
será otorgado a quienes demuestren, en la teoría
y la práctica, sus convicciones ideológicas
anticomunistas y antisubversivas.

4. El paramilitarismo
en Venezuela

Recientemente, el Presidente de la Federación Campesina
de Venezuela, Miguel Ulises Moreno, denunció en rueda de
prensa el
asesinato de 120 dirigentes campesinos, en todo el país,
que luchaban por los derechos de los trabajadores
de la tierra.
Citó la aparición de dos dirigentes muertos en la
jurisdicción del Municipio Baralt del Estado Zulia,
quienes habían solicitado ante las autoridades la entrega
de un fundo cedido por el Instituto Nacional de Tierras (INTI) a
varios campesinos del municipio.

Denunció que una semana después de este hecho,
en Guanarito, estado Portuguesa, en el caserío La Arenosa
–zona de conflicto por
dotación de tierras, donde el INTI está otorgando
las cartas agrarias–
fueron asesinados por paramilitares tres campesinos beneficiados
por el Estado.
Denuncia también el asesinato de dos campesinos más
por parte de los paramilitares colombianos. Los asesinatos
ocurren por el acaparamiento de los poderosos que buscan la forma
de arrebatarles a los campesinos las porciones que les otorga el
Estado. Éstos, llamados los tierra-cogientes, son los que contratan a los
paramilitares para eliminar a los campesinos.

Los paramilitares en Venezuela han operado desde hace
años. Desde que aparecieron formalmente en Colombia en
1984, –puede ser que en el asesinato de Jorge Eliécer
Gaitán participara algún elemento que hoy
podría ser considerado como paramilitar– según
Gloria Helena Rey, (La Opinión de Colombia, diciembre
2003), ha existido como una especie de vaso comunicante a
través de la frontera con
Venezuela y como consecuencia de su enfrentamiento a las fuerzas
revolucionarias que vienen desarrollando la lucha armada en
Colombia (FARC y ELN,
principalmente). En ese año de 1984, los grupos
paramilitares de ultraderecha fueron creados para combatir a las
guerrillas de izquierda y, desde entonces, se convirtieron en las
Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), principal fuerza armada
ilegal y la más acusada de violar los derechos humanos por
parte de la Organización de las Naciones Unidas
(ONU).

Las AUC han sido responsabilizados de matanzas, asesinatos
selectivos, desapariciones y desplazamientos forzados, mientras
que sus jefes principales, Carlos Castaño y Salvatore
Mancuso, enfrentan condenas y procesos
judiciales.

A partir de 1984, los paramilitares de Colombia realizan
operaciones en Venezuela. Muy probablemente no de manera regular
y permanente. Pero si ocasional aunque frecuente. No obstante,
según Constanza Centeno (Opinión en internet, mayo 2004) las
Autodefensas Unidas de Venezuela (AUV) fueron creadas en
año de 1997, por requerimiento de una grupo de
industriales y ganaderos del Estado Zulia. Este sector, con
suficientes recursos
económicos, contrató a Carlos Castaño para
tal fin.

El estudio intenso de Centeno sobre las acciones de los
paramilitares en nuestro país, recoge minuciosamente los
hechos entre 1997 y 2004. Para los efectos de ilustrar esa
secuencia de eventos, me voy a
permitir puntualizar la mayoría de esos actos con sus
fechas de ocurrencia. El crédito
y, por supuesto, el mérito de este aporte vital al estudio
del paramilitarismo en nuestro país, corresponde a su
autora Constanza Centeno. Los datos fechados en
el 2004 fueron recogidos de las informaciones emitidas por la
prensa nacional.

  • 1. En diciembre de 1997 son capturados en el estado
    Apure siete colombianos sospechosos de ser paramilitares y
    culpables de participar en varios secuestros. Son decomisadas
    armas de guerra, mapas de la zona y una lista con nombres de
    ganaderos y hacendados dispuestos a colaborar
    económicamente con dicha iniciativa paramilitar.

  • 2. El 26 junio de 2002, la difusión de un
    video demostró que las AUV operaban en los estados
    Táchira, Apure y Zulia y que contaba con 2.200 hombres
    armados. El "Comandante Antonio" declaró que el
    propósito de sus hombres es ".cambiar el panorama
    político del país", ratificando que el
    presidente Hugo Chávez Frías es objetivo
    militar.

  • 3. El 29 de junio de 2002 el diario colombiano El
    Tiempo difunde declaraciones de Carlos Castaño, sobre
    el envío de sus instructores a las Autodefensas Unidas
    de Venezuela.

  • 4. El 19 de septiembre de 2002 el ciudadano
    venezolano Antonio García es asesinado en su
    residencia por la acción del sicariato, su homicida,
    Antonio Peña Luzardo, declaró en enero de ese
    año que fue contratado por ganaderos para que
    planificara la muerte de tres hombres.

  • 5. En fecha 16 de julio de 2002 paramilitares
    colombianos liberan al ciudadano venezolano Richard Boulton.
    La agencia de noticias Reuters reseñó: "El
    empresario venezolano, miembro de una acaudalada familia de
    ese país, fue liberado el lunes por un grupo
    paramilitar de ultraderecha de Colombia, justo dos
    años después de que fue secuestrado,
    informó el Comité Internacional de la Cruz
    Roja".

  • 6. El 19 de marzo de 2003, fuerzas paramilitares
    cruzaron desde Colombia el cauce navegable del Río de
    Oro (límite natural fronterizo) para asesinar, saquear
    y destruir bienes individuales y colectivos de más de
    500 personas en el caserío venezolano conocido como La
    Escuelita. La Agencia de Noticias del Pueblo, ANPA,
    reseñó: "Las víctimas y testigos
    relataron que los paras ingresaron a territorio venezolano
    con armamento de última generación, uniformes
    militares nuevos y equipos de comunicación. Portaban
    insignias de tropas de contrainsurgencia de Colombia,
    brazaletes del Ejército de Liberación Nacional
    y de la Guardia Nacional venezolana. Inicialmente dispararon
    contra helicópteros venezolanos que iban a desembarcar
    tropas, hecho que obligó a los militares a suspender
    esta operación para bombardear posteriormente a los
    invasores con aviones Bronco y F-16, causando unas 40 bajas a
    los paramilitares, quienes trasladaron los cuerpos a la
    ribera colombiana para no dejar evidencias de su
    incursión".

  • 7. Entre el 28 y el 30 de marzo de 2003 se perpetra
    un ataque criminal de paramilitares colombianos contra
    campesinos e indígenas venezolanos en Río de
    Oro, Sierra de Perijá, estado Zulia, quemando y
    saqueando una cooperativa de víveres, el expendio de
    medicinas, un salón de video y salas de emergencias
    médicas. Sacrificaron aves, ganado, animales
    domésticos y se llevaron las embarcaciones con motor,
    único medio de transporte y trabajo para las familias.
    La fuerza aérea venezolana respondió ante la
    agresión paramilitar de la base fronteriza en la
    confluencia de los ríos de Oro y Catatumbo. La Agencia
    de Noticias del Pueblo, ANPA, reseñó: "Hay
    indicios de que participaron militares colombianos de la V
    Brigada, cuya sede se encuentra en la ciudad de Bucaramanga.
    Después del bombardeo, cuando se retiraron los
    soldados venezolanos, los paramilitares reingresaron para
    atacar el poblado La Escuelita, pero salieron de esa zona,
    nuevamente hacia el lado colombiano, debido al continuo
    patrullaje de la Fuerza Armada Nacional de Venezuela".

  • 8. El 1 abril de 2003 el Alto Comisionado de la
    Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), emite un informe
    manifestando su preocupación por la situación
    crítica de cientos de personas colombianas desplazadas
    cerca de la frontera con Venezuela: "Durante las dos
    últimas semanas, se han reportado enfrentamientos
    armados entre la guerrilla y los paramilitares colombianos en
    la zona fronteriza con Venezuela. Estos grupos armados
    irregulares también han tenido enfrentamientos con el
    ejército venezolano.

  • 9. El 4 de septiembre de 2003 la Fuerza Armada
    Nacional repele un nuevo ataque paramilitar. La agencia
    ANNCOL/Rebelión reseñó: "un grupo de
    efectivos militares venezolanos de la Compañía
    de Cazadores del Batallón 253 se enfrentó con
    paramilitares colombianos en el municipio de Ayacucho, en el
    Estado de Táchira, Venezuela. Los cazadores recibieron
    un ataque "de paramilitares colombianos, los cuales
    están internados a seis kilómetros de la
    frontera venezolana," dio a conocer el Vicepresidente de
    Venezuela José Vicente Rangel.

  • 10. El abogado y reconocido defensor de los derechos
    humanos de muchos refugiados colombianos en la región
    fronteriza de Zulia, Venezuela, Joe Castillo, fue
    víctima de un cruel atentado cuando dos sicarios
    encapuchados le propinaron 17 impactos de bala en el cuerpo.
    La prensa venezolana señala a paramilitares
    colombianos trabajando para terratenientes venezolanos como
    los presuntos autores del crimen.

  • 11. El 5 de septiembre de 2003 se escenifica otro
    enfrentamiento entre la FAN y paramilitares colombianos,
    según fuentes castrenses tres paramilitares fueron
    abatidos en la frontera, donde quedó un soldado
    venezolano gravemente herido. La agencia de noticias ANSA
    reseñó: "El general Carlos Acosta Pérez,
    comandante militar en la zona fronteriza de Táchira
    -donde se produjo el enfrentamiento el miércoles
    pasado, en el lado venezolano-, dijo a la prensa local que
    los irregulares tenían potentes armas de fuego".

  • 12. El 25 de octubre de 2003 siete paramilitares
    colombianos murieron en un enfrentamiento con miembros de la
    policía y la Guardia Nacional en un poblado pesquero
    del estado Sucre, informó el gobernador Ramón
    Martínez, en entrevista difundida por el diario El
    Nacional.

  • 13. El 26 de octubre de 2003 un grupo de
    paramilitares colombianos de las AUC es capturado y deportado
    a su país. El grupo criminal estaba vinculado a una
    serie de decomisos de drogas realizados en el estado Sucre
    -puente para el transporte de la droga hacia Estados Unidos y
    Europa– en los últimos años. La agencia
    Associated Press reseñó: "Es la primera vez que
    se confirma la presencia de paramilitares colombianos
    operando en una zona ajena a la línea fronteriza entre
    ambos países, en el extremo occidente de Venezuela. El
    general Alexis Maneiro Gómez relató que seis de
    los paramilitares muertos eran de nacionalidad colombiana y
    otro tenía cédula de identidad venezolana,
    aunque precisó que se están haciendo las
    investigaciones para determinar si su documentación es
    legal.

  • 14. El 6 de abril de 2004, Gloria Gaitán, hija
    del asesinado líder político colombiano Jorge
    Eliécer Gaitán, solicitó asilo
    político al gobierno venezolano por las denuncias
    públicas que realizó ese mismo día en
    relación a que "el presidente de su país,
    Álvaro Uribe Vélez, planea invadir a Venezuela
    con campesinos armados y preparados militarmente, con
    anuencia de los Estados Unidos a través del Plan
    Colombia".

  • 15. El 8 de mayo de 2004 ocurre la detención
    de un centenar de paramilitares colombianos en la hacienda
    Daktari, ubicada en el Estado Mirando, municipio El Hatillo,
    dentro del área metropolitana de Caracas. Del campo y
    lo fundos campesinos pasaron a la ciudad. El paramilitarismo
    en las regiones urbanas ya es un hecho. Lo que tantas veces
    fue alertado hoy se ha materializado.

  • 16. En mayo de 2004, informaciones de inteligencia
    venezolana dan cuenta de células paramilitares en los
    estados Zulia, Carabobo, Yaracuy, Falcón,
    Anzoátegui, Bolívar y Monagas, según
    declaraciones emitidas por el general Melvin López
    Hidalgo. "Ellos vienen permeando poco a poco
    amparándose en los tratados que tenemos con la
    Comunidad Andina de Naciones y la propia República de
    Colombia", dijo el alto oficial, quien se desempeña
    como secretario del Consejo de Seguridad y Defensa de la
    Nación (Codena). Para apertrechar a estos grupos de
    paramilitares se aprovecharon los días de Semana
    Santa, durante los cuales se trasladaron armas (FAL) y
    municiones desde la península de Paraguaná,
    hasta Carabobo, enmascarado con las operaciones de seguridad
    ciudadana, detalló López Hidalgo.
    Aseguró que las armas para dotar a estos grupos
    están diseminadas por todo el país y son
    movilizadas de un sitio a otro para evitar ser descubiertas.
    Desde el mes pasado, el general López Hidalgo
    visitó la frontera colombo-venezolana, donde los
    militares criollos y autoridades del vecino país le
    manifestaron su preocupación por el desplazamiento de
    los paramilitares desde la frontera hacia los estados
    centrales. "Estamos hablando de unos movimientos que se
    realizan de forma normal bajo las condiciones de trabajo que
    entran legalmente o vienen a trabajar en la hacienda de
    algún venezolano", explicó. Hay algunos
    ganaderos -prosigue- que prestan sus fincas para guardar
    armas, darle cobijo a paramilitares y adoctrinarlos.
    "Qué pueden hacer los organismos militares cuando esta
    gente los pasa de noche o por los caminos verdes".
    Además de las tomas de puestos militares en la
    capital, los paramilitares venían con "listas negras"
    de personas a ser eliminados en determinados momentos.

5. Defensa integral
de la Nación

A raíz de la detención de los paramilitares en
Caracas, momento culminante de una de las etapas más
críticas de la desestabilización por parte de la
oposición, el Presidente de la
República consideró oportuno la convocatoria
del Consejo de la Defensa de la Nación,
a los fines de evaluar la situación política y
tomar medidas al respecto.

De acuerdo al artículo 323 de la Constitución
Bolivariana, el Consejo de la Defensa de la Nación
".es el máximo órgano de consulta para la planificación y asesoramiento del Poder
Público en los asuntos relacionados con la defensa
integral de la Nación".

Se necesita tomar conciencia de que
la defensa integral de la Nación le corresponde a todos
los venezolanos. Es un mandato de la Constitución
Bolivariana (Título VII, artículos 322 a 327). Por
eso hay que respaldar y aceptar con complacencia el llamado del
Presidente Chávez a prepararse para asumirla; ya que, en
este momento, estamos en presencia del punto crítico para
la intervención "indirecta" de los EE.UU. La defensa
integral de la Nación se fundamenta en la
corresponsabilidad entre el Estado y la sociedad civil
para dar cumplimiento a los principios de independencia,
democracia, igualdad, paz,
libertad, justicia, solidaridad,
promoción y conservación ambiental,
y afirmación de los derechos humanos. (Art. 326 de la
Constitución Bolivariana). A partir de ahora se hace
indispensable materializar el espíritu de la
Constitución, pues de las acciones indirectas (Guarimba,
Paramilitares, CIA) los EE.UU., pueden pasar a la acción
directa contra Venezuela (Plan Colombia y
sus objetivos tácticos preseleccionados de petróleo y poder político), tal como
lo han hecho en Afganistán, Irak o Haití.

Venezuela se ha convertido en objetivo político de
EE.UU., (primera fase de la escalada de EE.UU., contra el
gobierno de Hugo Chávez) por el hecho de estar
consolidándose el Proceso Revolucionario. Como objetivo
político, el gobierno de Bush ha activado operaciones
encubiertas (canalizadas a través de la CIA) para salir de
Chávez. El apoyo dado a la oposición
contrarrevolucionaria para fomentar el revocatorio constituye uno
de los mecanismos que contemplan las operaciones en contra del
gobierno nacional; como también lo es la subversión
callejera llamada Guarimba (oposición y CIA) y la amenaza
de la aplicación de la Carta
Interamericana Democrática (segunda fase de la escalada).
De objetivo político puede pasar a convertirse en objetivo
militar (tercera fase de la escalada) si las operaciones de baja
intensidad (primera y segunda fase) puestas en ejecución
hasta ahora no arrojan el resultado esperado. Si Venezuela se
convierte en objetivo militar entonces pueden activarse los
planes de operaciones que se derivan del Plan Subregional
Colombia. Como plan militar, cuya misión es hacer la
guerra, las órdenes de operaciones contemplan blancos
tácticos y estratégicos en Venezuela. Lo que
sería la intervención directa con fuerzas militares
propias de EE.UU., y de apoyo con los paramilitares, la
ocupación territorial, la posesión de la industria
petrolera, el apresamiento del Presidente Chávez, la
búsqueda y eliminación de los líderes
bolivarianos y la implantación de un gobierno afecto a los
intereses del gobierno de EE.UU.

Por lo tanto, procede de manera legítima activar la
defensa integral de la Nación. Llámese Milicias
Populares, Unidades Básicas, Guardianes del Destino,
Comandos
Populares, Brigadas de Acción, Ejércitos Populares,
cualquier sea la denominación que se le haga a las
organizaciones del pueblo para su defensa, cualquiera sea el
nombre seleccionado, siempre querrá decir lo mismo:
defensa integral de la Patria. Es viable la estructuración
disciplinada y con base a la razón existencial del ser
humano, la legitimación de los cuerpos populares que
se organizan para hacer valer los principios de
autodeterminación, soberanía e independencia de la Patria.

6. Razones
Geopolíticas de EE.UU.

Dos razones geopolíticas son la causa para considerar a
Venezuela y su gobierno como objetivo político. Estas son:
(i) Petróleo y
(ii) modelo
político.

Venezuela significa para EE.UU., el tercer socio comercial del
continente, con 10 mil millones de dólares en inversiones,
representada por la CITGO. Además, con base en las cifras
que suministra PDVSA, Venezuela cuenta con 78 millardos de
barriles de reserva, equivalente a la mitad de todo lo existente
en el hemisferio occidental. Volúmenes que lo
sitúan en el quinto lugar mundial. Si le sumamos las
reservas de la Faja del Orinoco, resulta que el país posee
la mayor acumulación de combustibles líquidos del
planeta con 300 millardos de barriles. Además cuenta con
148 billones de pies cúbicos de gas natural,
colocándose en el sexto lugar. Esto es lo concreto y lo
tangible; pero, lo potencial, lo que será el futuro, las
proyecciones arrojan cifras inmensamente superiores a lo
existente.

Las cuencas de Oriente y de Maracaibo se ubican dentro de las
diez más grandes del mundo, las cuales concentran el 60%
del total mundial de hidrocarburos.
Las reservas totales, que incluyen las probadas, ascienden a 221
millardos de barriles. Posee además 147 billones de pies
cúbicos en reservas de gas y hay
expectativas de descubrir otros 23 millardos de barriles de
petróleo, más otros 94 billones de pies
cúbicos de gas.

Las invasiones por parte de EE.UU., a Afganistán, Irak
y ahora las amenazas sobre Irán,
se fundamentan en sus intereses vitales petroleros: mantener su
abastecimiento y proveerse en el corto plazo de las reservas
estratégicas. Por lo tanto, el mismo patrón que
rige su política hegemónica se aplica a Venezuela,
corriendo los mismos riesgos de
esos países.

EE.UU., sabe el valor
petrolero de Venezuela, cuya proyección para los
próximos 10 años se establece con base en un
incremento de sus importaciones
desde Venezuela, que va del 15% actual a un 25% para el 2010.
Además, Venezuela es la 3ra., región mundial
estratégica para abastecer sus reservas.

Pero, así como los talibanes (gobierno de
Afganistán liquidado por EE.UU., durante la guerra del
2001) no eran confiables para asegurar el cruce de los oleoductos
que necesariamente pasarían por Afganistán
–extracción del petróleo de los países del
Asia central–
así mismo consideran no confiable al gobierno venezolano.
Saben que Hugo Chávez ni es Lucio Gutiérrez, quien
claudico ante la fascinación del poder imperial; ni
siquiera Lula que aparentemente ha flaqueado ante la
seducción del FMI. El
Presidente Chávez, además de ser jefe del gobierno
de Venezuela, es líder
de un proceso revolucionario, constitucional y pacífico.
Es esa la razón por la que Hugo Chávez trasciende
su liderazgo continental y se echa encima al gobierno más
derechista, reaccionario y fascista que existe en la Tierra. Y es
ahí en donde se ubica para ellos (gobierno y halcones de
la Casa Blanca), usurpadores de la soberanía de los
pueblos, el peligro para sus intereses vitales. El modelo de la
Revolución
Bolivariana, aún en tránsito hacia estadios
más avanzados de sus metas, no sólo se opone al
dominio de EE.UU., sino que significa una opción
emancipadora para los pueblos latinoamericanos. Las coaliciones
regionales antiimperialistas, aupadas por el gobierno del
Presidente Chávez, es una de las amenazas críticas
para sus intereses vitales.

7. Hegemonía
mundial de EE.UU.

Fenómeno y Genoestructura.

La raíz de las manifestaciones violentas, canalizadas a
través de la guerra, es producto de
las pugnas de las potencias por dominar al mundo.
Hipótesis
comprobada a lo largo de la existencia humana. Nada nuevo se
descubre. Pero, sirve para entender la complejidad del mundo
actual y los fenómenos que se derivan de la
ambición del poder. El control del mundo constituye la
génesis de las causas que engendran el fenómeno de
la guerra.

El 11 de septiembre del 2001, marca una nueva
era en las luchas de los pueblos del mundo. Surge un nuevo modo
de emplear los instrumentos de combate. Se generan cambios en la
correlación del uso de los componentes militares para
combatir al adversario. Lo religioso y la fuerza de
convicción que produce al interior de sus fieles, influye
ahora significativamente para cambiar la estrategia militar de
las potencias mundiales.

No obstante, así como en los fenómenos
paranormales, la existencia de la cuarta dimensión es
imperceptible al cerebro humano,
en las relaciones sociales hay también componentes
invisibles. La cuarta dimensión no se puede ver. Es
intangible. Lo extrasensorial es aún inexplicable. El
alma, los
espíritus, los milagros, todo este mundo que lo creemos
mágico y que sigue siendo un misterio, no lo capta el
cerebro del hombre
terrenal. Se mantiene en el plano de lo incomprensible.

Sucede igual en las relaciones sociales. La génesis de
los hechos son imperceptibles. Lo cubre el fenómeno que es
visible, tangible y explicable. El fenómeno es la
apariencia, mientras que la causa que lo genera, no es percibida
por la gran mayoría de la humanidad. La raíz
está oculta, inmersa en los lugares más
recónditos de la justificación. En la guerra vemos
a los adversarios y cada uno de ellos explica sus motivaciones.
Razones que sustentan su verdad. Explicaciones que podemos o no
creer y, en consecuencia, aceptarlas o rechazarlas. Todo
dependerá de nuestro marco de referencia. No obstante,
pueden ser verificadas. De esta manera se materializan en forma,
tiempo y espacio. Por lo tanto, es en apariencia la
explicación de su causa.

Hasta aquí, estamos en el mundo de lo fáctico y
por lo tanto podemos derivar nuestros juicios. Sin embargo, si
permanecemos en este nivel de lo fenomenológico, nos
sucederá lo mismo que con la cuarta dimensión. Sin
percibir la esencia de las cosas. Porque lo fenomenológico
no es la verdad. Es consecuencia de una verdad.

Los nuevos métodos de
guerra contra EE.UU., que parte de ese 11 de septiembre
están basados en el terrorismo (concepción
occidental), jihad (guerra santa del islamismo) o luchas modernas
para la emancipación (posiciones marxistas). Dependiendo
del marco conceptual teórico, ideológico o
religioso se asumirá una actitud frente
al cambio
político del mundo.

Sin embargo, el fenómeno visible de la operaciones del
combate, empleando los instrumentos que los actores involucrados
determinen (pilotos suicidas, hombres bombas, gases
químicos, paramilitarismo, operaciones tácticas
convencionales, baja intensidad) no es la génesis de la
guerra. La razón verdadera de la guerra entre terrorismo y
jihad, como de todas las otras que ocurren en este instante es la
imposición hegemónica de los EE.UU., y el dominio
mundial del mercado. Esa es la razón genoestructural. Esa
es la génesis que ha estimulado, por ejemplo, el
surgimiento de la nueva corriente extremista del islamismo que
apareció en Afganistán y otras regiones del mundo.
Corriente que va más allá del arabismo y que se
inscribe en el concepto del
umma islámica que significa la hermandad
musulmana mundial y la gran comunidad de
creyentes que une a árabes, afganos, paquistaníes,
indonesios, filipinos. A todos los que se identifican con un gran
frente islámico mundial.

EE.UU y la ex URSS comparten responsabilidades en esta nueva
realidad mundial del siglo XXI. La antigua Unión
Soviética, por invadir a Afganistán a fines de los
años 70 para contrabalancear el control de los EE.UU.,
sobre el Golfo Arábigo. Los EE.UU., por estimular el
desarrollo de los moudjahidin y sus brigadas
internacionales para resistir esa invasión
soviética.

Afganistán, a pesar de ser un país
pequeño con pocos recursos, tiene una posición
estratégica clave entre Asia y Europa: el cruce
de caminos para el transporte de
los hidrocarburos. El trazado y control de los nuevos oleoductos
que se construyen en la zona, subyace en la pugna de los
intereses internacionales ocultos tras la lucha de clanes, tribus
y grupos que han marcado las guerras en
este país.

Afganistán adquiere protagonismo durante la guerra
fría. Después de la guerra del Vietnam en 1975,
Irán era el aliado de la región más
importante para los EE.UU. La Unión Soviética,
buscando contrarrestar la hegemonía norteamericana en la
zona, decidió ocupar el territorio más
próximo al golfo pérsico: Afganistán. Por lo
tanto, lanzó su ofensiva  en diciembre de 1979. El
ejercito rojo entró en Kabul e instauró un gobierno
comunista.

Ronald Reagan, basándose en esta acción
político-militar de la URSS, aprovechó la coyuntura
para iniciar su plan militar de desarrollo armamentista, el
denominado Plan de la Guerra de las Galaxias.
Además promovió la inversión de importantes recursos
económicos en la formación y el apoyo
logístico a la resistencia
afgana. Resistencia formada por una pluralidad de grupos
islámicos con diferentes líderes. La causa
común, era combatir el comunismo para instaurar un nuevo
orden legítimo basado en las enseñanzas del
Corán.

Así nacen los grupos combatientes del Islam denominados
moudjahidin, financiados y adiestrados por la CIA y los
países árabes aliados de EE.UU. El punto de
concentración de los esfuerzo en esta cruzada era
Pakistán. Los moudjahidin se convirtieron en
referencia internacional para los grupos islámicos de
otros países. Por esa razón, se le suman
combatientes de Argelia, Egipto,
Palestina, Sudan, Arabia Saudita y del mismo Pakistán.
Esta nueva fuerza va a constituir las brigadas
internacionales
y también contarán con el
apoyo de los EE.UU.

Los moudjahidin y sus brigadas
internacionales
tendrán una importancia fundamental
en la evolución del movimiento
islámico en el mundo. Estos grupos, serán el germen
de los núcleos armados que, a principios de los
años 90, se crearon en casi todos los países
musulmanes.
Núcleos que, en alianza con los sectores islámicos
locales, desarrollaban una nueva estrategia de acción
política: la lucha armada para la toma del poder. Su
objetivo es instaurar una nueva sociedad basada en la rigurosidad
del islam.

El mensaje de esta nueva posición religiosa, con su
trasfondo político y moral, le
llega con entusiasmo a la juventud
islámica más radical. Las tesis nacionalistas
árabes, que eran las viejas tesis frente al mundo
occidental y el comunismo, entraron en decadencia. A los
jóvenes les motivaba más la violencia como forma de
imponer su religión.

La expansión internacional del islamismo radical se
inicia en abril del 92, cuando Kabul cae en sus manos y el
presidente pro-soviético Najibullah se ve obligado a
refugiarse en la sede de Naciones Unidas. De allí lo
sacan, después de asaltar la sede y lo ahorcan en la plaza
principal de Kabul.

Hasta 1989 EE.UU., y los aliados de la región
tenían el control de los moudjahidin. Pero con la
Guerra del Golfo lo perdieron. Los moudjahidin
rechazaban la instalación de las tropas de EE.UU., en
territorios musulmanes. El distanciamiento hacia EE.UU. y sus
aliados, tiene también su explicación en las
relaciones con los diferentes clanes que formaron el nuevo
gobierno de Afganistán. Presidido por Rabbani, el nuevo
gobierno islamita impone la severidad religiosa y forma su
gabinete con los líderes de los diferentes grupos
islámicos que participaron en la caída del
régimen pro-soviético.

 

Pero la normalización del país no ocurre. A
pesar de la derrota del enemigo comunista, los
diferentes clanes se enfrentan en luchas internas por la
repartición del poder. La solución a estas luchas
la suministrará Pakistán. La estrategia es
presentar en la escena al grupo taliban (palabra que significa
estudiantes en lengua
árabe), jóvenes adiestrados en las escuelas
islámicas de los campamentos de refugiados.

En 1994 comienza la ofensiva taliban. Ellos garantizaban la
unidad del territorio frente al caos y la fragmentación.
Sobre todo, aseguran la ruta para el paso de los hidrocarburos
entre Asia y Europa.  Estaban bien armados y tenían
buena formación. El inicio de la conquista de
Afganistán comienza a partir de las zonas rurales.

Las relaciones de los servicios de inteligencia
norteamericanos con las facciones guerrilleras afganas de esa
época, pasaban por el filtro de sus socios
islámicos en Asia: la CIA saudita y el Inter Service
Intellegence (ISI), servicio de
contra inteligencia del ejército paquistaní. A
través de su organización, Al Qaeida, Osama Bin
Laden facilitaba la llegada de los combatientes y de fondos
estadounidenses a la resistencia afgana. Sus contactos con los
servicios secretos de Washington y Riad lo convirtieron en el
tesorero del Operativo Afganistán.

Dice un dicho popular "cría cuervos y te sacarán
los ojos". Eso fue lo que hicieron las potencias mundiales.
Están recogiendo hoy, las tempestades de los vientos que
sembraron ayer. Fueron sus pugnas por dominar al mundo y
controlar espacios territoriales para sus mercados,
materias primas o establecer enclaves de poder, las que
estimularon los apetitos y las pasiones perversas en
Afganistán, Irak, Palestina o en el mundo islámico
del planeta. Como también lo hicieron y continuarán
haciéndolo con otros pueblos, sociedades o
grupos de la humanidad.

Evidentemente que a partir de lo genoestructural, que es la
causa motora de los conflictos,
emergen los distintos fenómenos, revelaciones y
demostraciones. Es decir, toda la gama de sucesos que terminan de
explicar las conductas de los pueblos. Pero, sin la existencia de
este embrión genoestructural los fenómenos no
aparecerían.

Causas de la guerra del nuevo siglo.

La guerra, sea en Irak, Afganistán, Kachemira,
Palestina o en Colombia, donde ocurra, es consecuencia de las
imposiciones hegemónicas. Hegemonía que se enfrenta
a la resistencia de los pueblos que se oponen al dominio de un
orden mundial que les subyuga. Lo que EE.UU., considera como
terrorismo, es para el radicalismo islamita, la guerra santa por
la gracia de Dios contra los infieles (Jihad). Los palestinos no
ceden ante las presiones de las potencias y no dejarán de
luchar por su noble causa hasta conseguir para sí, los
territorios que les fueron despojados por Israel. En
México, el
EZLN no claudicará sin conseguir sus demandas para la
población campesina, aunque exista el
TLC firmado
con EE.UU., y Canadá. En Colombia, las FARC no se
rendirán a pesar de la contundencia exterminadora de los
ataques militares del gobierno apoyado por los EE.UU., a
través del Plan Colombia.

Esa es la realidad del mundo global del siglo XXI. Para que
funcione de esta manera, la hegemonía arroja consecuencias
desoladoras, para el futuro y para la evolución de la
humanidad.

La justificación de la guerra antiterrorista de hoy, lo
explica la génesis del nuevo modo de colonización:
la expansión del mercado, especialmente del
petróleo. Esto es el control de las fuentes
energéticas del mundo. Donde exista petróleo,
allí estará presente el poder militar de EE.UU.

Los intereses en el Asia Central, nueva fuente de las reservas
petroleras para las próximas décadas, se extienden
desde Afganistán hasta Irak, pasando por los emiratos
árabes. Los miembros de la dirigencia norteamericana
ubicada en los centros de control geoestratégico como lo
son el Pentágono y el Consejo de Seguridad Nacional,
así lo consideran. Bautizados como los halcones del nuevo
milenio, auspician el mundo global liderizado por EE.UU.,
expresado en el "Proyecto para un Nuevo Siglo". Halcones expertos
de la categoría del ultraderechista Thomas Donelly, el ex
secretario de Estado Henry Kissinger, la ex embajadora Jeanne
Kirkpatrick, el ex subsecretario de Defensa Richard Perle, la
Consejera para la Seguridad Nacional, Condoleezza Rice, el
subsecretario de Estado para el control de armamento John Bolton
y otros especialistas republicanos.

El "Proyecto para un Nuevo Siglo" contempla todos los planes
militares, geopolíticos y económicos que sustentan
la nueva fase del capitalismo, denominada por George Soros como
el "Market fundamentalism" (fundamentalismo de mercado) cuya meta
es la expansión del mercado y el control de las fuentes
energéticas.

Las reservas de gas y petróleo del Mar Caspio,
Afganistán y de las repúblicas
centroasiáticas exsoviéticas, Kirguistán,
Kazajstán, Uzbequistán, Tajikistán y
Turkmenistán, con niveles que se calculan en 270 mil
millones de barriles, son elementos vitales para sustentar parte
de este proyecto. Al controlar Asia Central el camino queda
abierto para acelerar los proyectos de construcción de
oleoductos y gasoductos a través de Afganistán y
Pakistán hacia Karachi, que es la ruta mejor y más
barata para transportar el combustible hacia el mercado.

 

Según el profesor
Michael T. Klare, autor de el libro
"Resource Wars: the new landscape of Global Conflict", el
consumo
mundial de energía aumenta un dos por ciento anual, por lo
que la competencia para
tener acceso a las grandes reservas de energía se debe
incrementar en los años venideros. De acuerdo al
Departamento de Energía de EEUU, se espera que el consumo
global de petróleo aumente de 77 millones de barriles al
día en el año 2000, a 110 millones en el 2020, lo
que significa un incremento de 43 %. Por lo que, en los
próximos quince años, se consumirán en el
mundo aproximadamente seis cientos setenta billones de barriles
de petróleo, que equivalen a las dos terceras partes de
las reservas que hoy se conocen. Por lo tanto, se hace vital la
búsqueda de nuevas reservas energéticas, para
satisfacer la demanda para ese futuro mediato. Se sabe que a
pesar de las inversiones para la producción de fuentes de energía
alternativas, pasarán unas cuantas décadas
más para que el
petróleo sea sustituido.

Desde 1997 el Congreso de los EE.UU., había aprobado
una resolución declarando a la región del Mar
Caspio y el Cáucaso (Asia Central) como una zona de
interés
vital para los EE.UU. Es decir, que se apropian de un espacio
geográfico a miles de kilómetros de distancia,
distinta en cultura,
religión, raza y costumbres, porque es fuente de
energía para su sociedad.

En 1999, el enviado especial del presidente Bill Clinton para
asuntos de energía, Richard Morningstar, luego de una gira
por el Asia Central, declaró que ".nuestra
política en esta región debe fortalecer la
seguridad energética de EEUU, así como expandir las
oportunidades a las corporaciones norteamericanas".

Es por esto que las inmensas reservas de gas natural y
petróleo en la región centroasiática y del
Mar Caspio son de importancia estratégica para los
más grandes consumidores de energía, que son las
potencias occidentales. Tanta importancia se la ha dado a esta
zona geográfica que en octubre de 1999, el Departamento de
Defensa de EE.UU., le quitó el mando de sus fuerzas
militares en Asia Central al Comando del Pacífico y se lo
asignó al Comando Central (Centcom), que controla el Golfo
Pérsico, y que garantiza el flujo de petróleo desde
esa región hacia Europa y EEUU. El Centcom tiene su
área de influencia sobre 25 países, los que
incluyen Irak, Afganistán, Egipto, Irán,
Pakistán, las aguas del Mar Rojo, el Golfo Pérsico
y el Canal de Suez. Coordina 30 buques de guerra, 300 aviones de
ataque y 50 mil soldados.

Destaca de todo esto, la importancia de los beneficios de las
grandes corporaciones que se incrementarán de manera muy
significativa vendiendo energía a los países del
Sureste asiático que carecen de ella. Pero, además,
se busca también vencer a China y a
Rusia en la
carrera por el control de las reservas energéticas de esa
región.

Por otro lado, la estrategia del "Proyecto del Nuevo Siglo",
establece la necesidad de neutralizar a los gobiernos oponentes y
adversarios de la
globalización, valga decir la política del
nuevo colonialismo de EE.UU. De allí que, el Presidente
George W. Bush, haciendo uso de su poder propagandístico,
ha identificado a los países del Eje del mal: Irak,
Irán, Corea del Norte y, después de la caída
de Irak, le han agregado a Siria. Eje del mal es una
definición unilateral, elaborada por los halcones de
Washington con base en los intereses vitales de EE.UU.
Conquistado Afganistán le siguió Irak. Ahora las
amenazas van en dirección de Irán y por
reacción a la guerrilla incontrolada en Irak, han
incorporado a Siria en sus objetivos militares inmediatos.

La doctrina de los halcones (expresada en el Plan VC 2020)
contempla la combinación de ataques aéreos, fuerzas
especiales y oposición local como la fórmula para
doblegar a los regímenes enemigos de la democracia
occidental. Eliminar el Eje del Mal, traería como
consecuencia inmediata hacerlo también con Somalía,
Sudán y Yemen, en África,
santuarios del integrismo musulmán. Y así, doblegar
a cualquier otro país que los desafíe con posturas
nacionalistas, soberanas o autónomas.

De manera que, la nueva coyuntura que produjo los atentados
contra EE.UU., el 11 de septiembre del 2001 ha sido aprovechada
por EE.UU., para consolidar sus proyectos militares,
geopolíticos y económicos en el Asia Central, los
cuales ya estaban en marcha. Irak y muy pronto Irán son
una consecuencia oportuna que le brindó esa coyuntura
mundial del terrorismo del 11-S. Gesta que continuarán
expandiendo bajo el manto de la "guerra contra el terrorismo
internacional" para asegurar su hegemonía y control sobre
el flujo ininterrumpido de fuentes de energía a occidente
desde todos los rincones del mundo.

En un artículo publicado en el San Francisco Chronicle
bajo el título de "Energy Future Rides on US War. Conflict
Centered in World´s Oil Patch" escrito por Frank Viviano,
se asegura que "más allá de las estrategias y
temas de actualidad lo que realmente está en juego en la
guerra contra el terrorismo puede resumirse en una sola palabra:
petróleo". Asegura Viviano también que ".el
mapa de las organizaciones terroristas y objetivos militares
trazado para el Medio Oriente y Asia es también el mapa de
las principales fuentes de energía del planeta para el
siglo XXI. La defensa de estos recursos energéticos,
más que una simple confrontación entre el Islam y
Occidente, será la principal causa del conflicto global
durante las décadas siguientes."

El "Proyecto para un Nuevo Siglo" es la continuación de
la política hegemónica de EE.UU., en el mundo.
Concretamente para América Latina significa remozar la
doctrina contenida en el Destino Manifiesto. Especie de ley
natural que le otorga el derecho divino a intervenir en las
naciones latinoamericanas. Los argumentos para la
intervención pasan por la defensa de los intereses
norteamericanos, la salvaguarda de la libertad y la democracia,
definida con base en sus particulares e interesados conceptos
geopolíticos. En esta situación la
intervención no es terrorismo. Los pretextos para la
dominación se fundamentan en la lucha contra el narcotráfico y la subversión. Es el
caso del Plan Colombia y su acción contra las FARC.

El Plan Colombia

El Plan Colombia es el instrumento de guerra plantado en la
región andina, para acabar con la subversión. Por
extensión y ante el avance del Proceso Revolucionario en
Venezuela, el Plan Colombia extiende sus garras e incorpora en
sus blancos a la industria petrolera venezolana.

El Plan Colombia nació en el Departamento de Estado de
EE.UU., en donde se redactó con participación del
gobierno colombiano y asesores norteamericanos. Cinco componentes
constituyen el cuerpo de análisis
teórico-práctico que justifica su ejecución:
(a) operaciones de ofensiva en las áreas cultivadoras de
coca en el sur de Colombia, por medio del entrenamiento y
equipamiento de batallones antinarcóticos especiales y
apoyo en inteligencia militar; (b) acciones de
interdicción militar más agresiva en la
región andina; (c) fortalecimiento de la Policía
Nacional de Colombia en las labores de erradicación de
coca y amapola, contando para ello con aviones de
fumigación, operaciones en los centros de cultivo e
inteligencia sobre narcotraficantes; (d) desarrollo
económico alternativo; y, (e) fortalecimiento del
gobierno y de las fuerzas armadas.

El Plan tiene un costo de U.S
$7.558 millones, para ser ejecutado en un lapso no menor de siete
años. Su principal programa es la "defensa, seguridad y
justicia", que concentra el 64% de los recursos. El Plan
establece las causas de la crisis de
gobernabilidad y legitimidad del Estado colombiano en el
narcotráfico y el conflicto armado. Lo que permite
involucrarse más a los EE.UU., en la guerra militar de
Colombia y, por extensión, en toda la América
Latina. Ya es más que conocido el trabajo que
desarrolla el Comando Estratégico del Sur (Southcom) en
las operaciones continentales de vigilancia. A través de
los radares que cubren el norte y el sur de América Latina
buscan, desde el punto de vista táctico, detectar vuelos
sospechosos. Los radares están instalados en Aruba y
Curazao y en la actualidad se negocia un tercer puesto de
control, que posiblemente se ubicará en El Salvador. Toda
la información se procesa en Key West, Florida, donde
está la central del Comando Sur. Otros tres radares
ubicados en Texas, Virginia y Puerto Rico
permiten el control total del espacio aéreo de la
región.

El Plan Colombia contempla la inversión en equipos de
guerra, logística e inteligencia. Tanta importancia
reviste este Plan que dos generales, de una y dos estrellas,
están al mando. El envío de oficiales de esta
jerarquía a países latinoamericanos demuestra la
importancia que se le ha dado al plan. Por otro lado, debemos
observar que la ayuda militar se transformó de un apoyo a
la Policia Nacional, que estaba encargada de operaciones
contra-narcóticos, a un gasto de operaciones de
contrainsurgencia, debido a la teoría de la
"narco-guerrilla", análisis elemental y
desviado de la realidad, que se ha convertido en la doctrina para
quienes en Washington buscan derrotar la insurgencia armada en
Colombia

El Plan también sostiene la hipótesis que la
guerra en Colombia es principalmente rural y obedece a
ideologías caducas que reciben el apoyo de menos del 4% de
la población. Por ello consideran de que una guerra, con
el apoyo directo de los EE.UU., sería favorable al
gobierno colombiano y a los intereses de las élites
nacionales. En concreto, se trataría de eliminar a dos
millones de colombianos que son contrarios al actual
régimen político y económico. En las zonas
rurales de Colombia se encuentra el 30% de la población
colombiana, cerca de 13 millones de personas, con niveles de
pobreza del
80% y un retraso en el nivel de vida de 30 años respecto a
las actuales condiciones urbanas. Además del escalamiento
de la guerra interna, la otra estrategia del Plan corresponde a
una militarización de la vida civil con ideas de seguridad
y orden. Con ello, se busca deslegitimar toda
manifestación de los movimientos populares y de los
trabajadores que resisten a las agresiones del modelo de
desarrollo caracterizado por la exclusión y el
empobrecimiento de las mayorías.

Se estima que el Plan Colombia abarca una zona de 3.500.000
kilómetros cuadrados, involucrando a: Colombia, Ecuador,
Perú, Bolivia,
Venezuela y parte de Brasil. Área con una población
aproximada de 110 millones de habitantes que comprende,
además, parte de la amazonas, pulmón del mundo y
una de las regiones más rica en especies biológicas
y poseedora de la mayor reserva de agua dulce
existente en la vida. Los 12.500 hombres que se entrenaron para
las operaciones del plan provienen de la policía, el
ejército, la armada y la fuerza aérea.
Además, el plan cuenta con 500 asesores norteamericanos;
80 helicópteros Huey y Black Hawk y 60 millones de
dólares destinados a los radares. Todo esto constituye la
base de la sofisticada tecnología militar norteamericana,
que se interconecta al resto de los componentes militares
ubicados en todo el continente. Por las acciones y su alcance, al
plan también se le ha llamado la "Guerra del Sur", lo que
permite comprobar (los desplazados, por ejemplo) que el plan
incrementa la miseria de los pueblos andinos.

Salvo el FMI que apoyó al plan, el mundo entero lo
protestó y ha advertido sobre el doble discurso
norteamericano. Pretende desarrollar una guerra contra la
producción, pero no evita ni la introducción de la droga en su
territorio, ni combate decididamente su consumo que es de
más de 100 mil millones de dólares al año.
Los EE.UU., siguen siendo el principal mercado de drogas del
mundo, comparable por sus dimensiones con el de toda Europa: 14
millones de estadounidenses consumen mensualmente droga ilegal.
Algunos economistas opinan que mientras exista esta demanda tan
alta, cualquier campaña de eliminación de su
oferta
resultara inútil. El kilo de cocaína
está en el orden de los treinta y seis mil
dólares.

Por ello, resulta poco creíble que el propósito
de EE.UU., con el Plan Colombia sea la eliminación de los
cultivos. Según el profesor Hans Dieterich, de la UNAM, afirma
que su verdadera intención es la erradicación de
los movimientos sociales de América Latina que constituyen
un obstáculo amenazante para sus intereses neocoloniales.
Intereses que se consolidan a través de la
implantación del modelo neoliberal que debilita los
estados latinoamericanos, privatiza los recursos
naturales y domina los servicios
públicos a favor de las empresas transnacionales
norteamericanas.

Por otro lado, algunas ONG sostienen
que no es coherente un programa de lucha contra los llamados
cultivos ilícitos sin una política de reforma
agraria integral. La alianza entre el ejército y los
paramilitares (AUC), ha provocado el éxodo de dos millones
de campesinos que se refugian en áreas urbanas, donde no
existen políticas de protección. Según el
investigador Noam Chomsky, la ofensiva que respalda EE.UU., no se
dirige contra áreas controladas por paramilitares. Los
objetivos del Plan Colombia son los guerrilleros y su base
social. Y aunque se erradiquen los cultivos, inmediatamente se
iniciarán en otra parte del mundo, pues es la demanda la
que crea la oferta.

Todo esto nos lleva a concluir que el Plan Colombia, en lugar
de solucionar los problemas
colombianos, incrementará el clima de
violencia y descomposición social de toda América
Latina. Es imposible que se pretenda resolver por la vía
del aniquilamiento militar a los actores involucrados en la
crisis y de paso se pretenda neutralizar a las demás
naciones latinoamericanas. La guerra del sur hará crujir
el dominio hegemónico de EE.UU.

De la pluralidad de objetivos del Plan Colombia, tienen
prioridad tres de ellos: la erradicación de la guerrilla,
el impedir que se consolide un proyecto nacionalista que afecte
los intereses hegemónicos de EE.UU., y el posesionamiento
de yacimientos petroleros. Y que se tenga bien claro, el plan no
es asunto de una operación militar limitada y de corta
duración. No se trata de una movilización sectorial
en una determinada zona geográfica, para alcanzar unos
objetivos focales en cuestión de días y dar por
cumplida la actividad. No es eso. El plan tiene una programación que desarrollar a largo plazo,
cuya meta final está proyectada a ser alcanzada en seis
años. Período en el cual permanecerán las
fuerzas militares norteamericanas en Colombia.

El Plan Colombia permite introducir nuevos elementos de
control que involucrará a todos los países del
continente. Del Plan Colombia se derivarán otros
dispositivos para ejercer dominio del mercado (Alca),
vigilancia satelital (GIS), inteligencia estratégica (CIA
y sus redes), propaganda
subliminal (medios de
comunicación), manutención estructural
(coacción ideológica), estímulo para
modernizar los modelos
populistas (democracia representativa), nuevas formas de consumo
(patrones subliminales), hábitos transculturales
(alienación).

Amenazas asimétricas

La contraposición a los planes militares de EE.UU., es
lo que se denomina amenaza asimétrica. Los pueblos,
haciendo uso de su conciencia, se confrontan con las fuerzas del
imperio. Tal es el caso, ejemplo vivo, de la lucha armada que
libra el pueblo de Irak en contra de los invasores. Esa es una
muestra
heroica de las amenazas asimétricas.

La relación de los EE.UU., con los países del
mundo, especialmente con América Latina y el Caribe se
sutenta en la premisa que reza que los gobiernos de los EE.UU.,
no tienen amigos, sino socios; y no tienen principios, sino
intereses. Su método de
relación bilateral y multilateral se sustenta en la
palanca más poderosa del mundo: las fuerzas militares. El
aparato militar mundial norteamericano, organizado con base en
comandos estratégicos, actúa en cualquier parte del
planeta a su entera discrecionalidad. El mundo es su teatro de
operaciones y zona militar propias. Por lo tanto, en lugar de
fomentar la buena voluntad hacia la humanidad su razón de
ser lo sustenta en los planes militares.

Así tenemos que el plan maestro VC 2020, los documentos Santa
Fé, los planes del Comando Estratégico del Sur, la
nueva fase del Plan Colombia, el llamado ahora Plan Patriota, las
maniobras tácticas conjuntas con militares de
países latinoamericanos, todos estos instrumentos de
coacción responden a la concepción
estratégica del dominio del espectro global. No es
casualidad que el gobierno de Bush haya incrementado la ayuda
militar a Latinoamérica, restando la de programas
sociales. Para el 2004, a Colombia le asignaron 553 millones US$
contra 136 de inversión social, sin sumar los aportes
adicionales que arrojará el Plan Colombia y su derivado
Plan Patriota. En México se duplicará de 27
millones US$ a 52. Perú recibirá 71 millones, 10%
más que el 2003. En Ecuador asciende el aporte de 30 a 49
millones. Brasil recibirá 21 y Panamá
14.

Esto obedece al paquete de intereses vitales, definidos
unilateralmente desde la cúpula de la Casa Blanca. Tres de
ellos son suficiente para relacionar la estrategia de dominio y
el avance arrollador de sus planes militares: (i) prevenir la
aparición de coaliciones regionales que sean hostiles a
EE.UU.; (ii) asegurar el acceso incondicional a los mercados, los
suministros de energía, los recursos estratégicos;
y (iii) garantizar la libertad de los mares, vías de
tráfico aéreo, espacio sideral, control de la
información y de las comunicaciones. Intereses que demandan la libre
acción de sus organismos de inteligencia, la CIA
principalmente, en todos los espectros y dimensiones de las
naciones latinoamericanas.

Preservar sus intereses vitales es cuestión doctrinaria
de sus principios hegemónicos. Dentro de ellos se
inscriben los conceptos estratégicos de guerra preventiva,
proyección de poder, presencia de ultramar, sorpresa
estratégica y dominio territorial. Todos enfocados a
determinar que el peligro más serio que atenta en su
contra es a lo que denominan las "amenazas asimétricas".
En el contexto de su seguridad nacional, la asimetría se
refiere a la acción que el oponente presenta para
maximizar su ventaja, lograr la iniciativa, ganar la mayor
libertad de movimiento y explotar las debilidades del imperio.
Amenaza asimétrica es para ellos, la ofensiva de los
palestinos; la guerra de guerrillas que libra el pueblo de Irak;
la guerra santa del jihad y la conciencia ideológica.
También es amenaza asimétrica, la
emancipación de los pueblos, el desarrollo avanzado de los
países que forman parte de su mercado y la
instauración de sistemas
políticos diferentes a los sugeridos para la
región, como es el caso de Venezuela.

El Plan VC-2020, se concibe bajo la inspiración de las
amenazas asimétricas. Por lo que sus objetivos
están dirigidos al dominio del espectro global a fin de
evitar la materialización de esas amenazas. El VC-2020 se
complementa con otras series de planes sustentados en sus
intereses vitales para la dominación mundial. Entre esos
se encuentra los planes militares para la América Latina.
Estos son: el Plan Colombia, ya analizado arriba, el Plan
Dignidad
(controlar a la Amazonia y los movimiento sociales en Bolivia) y
el Plan Nuevos Horizontes o Puebla-Panamá (mantener la
sumisión centroamericana). Todos diseñados por el
Comando Estratégico del Sur y puestos en marcha para el
control continental.

Es de hacer notar que estos planes no sólo se
concentran en el sometimiento militar y, por ende, la fuerza
coacciona a los gobiernos de la región. Estos planes
buscan asegurarse de los recursos naturales, lo cuales
además de los hidrocarburos (principal objetivo), son
también el agua dulce
y la biodiversidad.
En la América del Sur existe la Amazonia que significa la
materia prima
para la ingeniería
genética y la biología molecular,
elementos nutrientes de la industria farmaceútica mundial.
La Amazonia abarca a varios países de la región:
Brasil, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Paraguay y
Venezuela. Países en la mira de los planes militares.
Allí existen 125 mil tipos de plantas
esenciales para medicamentos, pesticidas, colorantes, fibras,
aceites, maderas y alimentos;
comprende el 50% de los bosques tropicales del mundo; aloja la
1/5 parte del agua dulce; y le da vida a la fauna del mundo
más rica en variedad de géneros.

Por otro lado, los planes de dominio continental, buscan el
control de las vías de comunicación regional para la
explotación de los recursos naturales y la
producción de sus mercancías. Los nuevos canales
del libre comercio,
planes integrados al ALCA, como lo son el Puebla-Panamá,
proyectado para unir el Golfo de México con el
Pacífico; y el canal seco que viene desde Brasil hasta el
Pacífico, pasando por Ecuador serán controlados por
el Comando del Sur.

Las fuerzas militares son el poder que invade territorios,
aniquila gobiernos y reprime al pueblo. Pero no doblega la
voluntad del pueblo. Los planes militares para la América
latina son asimétricos. Ya lo ha dicho con profunda
concepción revolucionaria Fidel Castro: ".los EEUU.,
olvidan lo que Antonio Maceo advirtió y que hoy cobra
más vigencia que nunca "quien intente apropiarse de
Cuba recogerá el polvo de su suelo anegado en
sangre, si no
perece en la lucha"
. Más de 40 años de
fracaso tras fracaso debiera persuadir a cualquier gobierno de
EE.UU., de que las más sofisticadas armas no
podrían aplastar la resistencia de nuestro pueblo, que de
antemano sabe qué táctica debe utilizar y
qué formas de lucha emplear para anular hasta reducir a
cero la superioridad tecnológica del atacante."

Postura irreductible del pueblo cubano que defiende con
conciencia su tierra, su soberanía, su libertad. Esto es
igual para los pueblos del resto del continente y, muy
especialmente, para Venezuela si se pretende aplicar la fuerza
militar para arrebatar el proceso revolucionario.

En la actualidad, se crece el imperio con la invasión a
Irak (aún sin haber obtenido el triunfo absoluto de la
guerra). Fase del nuevo orden mundial que le estimulará a
afianzarse en los planes complementarios regionales como
éstos, para la América Latina. Sus objetivos nada
tienen que ver con la condición humana de libertad,
democracia y justicia. No. Su acción hegemónica es
lo que prevalece. Y ésta se funda en sus intereses
vitales. A los mortales del mundo subdesarrollado, mundo sur, o
latinoamericanos, lo que les queda es acentuar las amenazas
asimétricas. Es lo único que puede desmontar la
imposición de sus intereses vitales.

Plan VC 2020

Mencionado arriba como guía doctrinaria y conceptual
para el dominio del Espectro global, este es el plan de EE.UU.,
para los inicios del siglo XXI. VC 2020 es la continuación
de la política por otros medios: la
fuerza armada y la guerra inteligente. Es la
materialización del control del mundo entero. VC 2020 es
una meta parcial del Nuevo Orden Mundial (NOI) concebido para
perpetuar la hegemonía de EE.UU. La guerra contra Irak
está orientada por el VC 2020. No obstante, esa guerra hay
que ubicarla en dos dimensiones. La convencional que se refiere a
la invasión militar; y la global, que se ajusta al rol
hegemónico de EE.UU.

La dimensión convencional, se refiere a la guerra de
laboratorio
que permitió comprobar la potencialidad y efectividad del
nuevo armamento usado. No obstante, aunque las armas empleadas
dentro del marco táctico y estratégico permitieron
el triunfo militar de la ocupación, esta guerra
–aún no resuelta– no garantiza la victoria para los
EE.UU. El pueblo iraquí no lo está tolerando;
así como tampoco la corriente antimperialista del
planeta.

Partes: 1, 2, 3
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