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La evolución del Francés



Partes: 1, 2

    1. Historia de
      la lengua Francesa
    2. Francés: inicios,
      lengua romance y herencia
    3. El
      francés y la actualidad
    4. La
      literatura francesa y sus autores
    5. Conclusiones

    Trabajo Final de Lingüística Románica

    Introducción

    Este trabajo se
    propone como objetivo
    analizar la evolución de la lengua
    francesa. Para esto transita por la historia de la lengua
    romance; detalla las fuentes que la
    nutren y de las cuales adquiere una vasta herencia
    fonética, morfológica, lexical y sintáctica;
    permite vislumbrar sus primeros aportes literarios así
    como la producción posterior y más actual;
    todo esto se suma a la importancia del idioma
    mundialmente.

    Historia de la lengua
    Francesa

    Los primeros habitantes de lo que hoy conocemos como Francia fueron
    los galos. Al conquistar la Galia el romano Julio César,
    en el siglo I a.C., se fue abandonando la lengua de las tribus
    galas, y dando paso al llamado latín vulgar,
    propio de la lengua coloquial, frente a la lengua culta,
    sermo urbanus, de oradores y escritores.

    Ya a finales del siglo IV el latín había
    sustituido completamente a la hoy perdida lengua celta. Pero de
    origen celta han pasado al francés únicamente unas
    cincuenta palabras, que a su vez y en algunos casos se
    latinizaron, como alauda, actualmente alouette
    ('golondrina') y carruca hoy char
    ('carro').

    El latín vulgar estaba muy implantado en la Galia
    cuando tuvo lugar la invasión de los pueblos
    bárbaros (visigodos, burgundios y francos), quienes no
    impusieron su lengua en los territorios que conquistaban; por el
    contrario adoptaron ellos las de los pueblos dominados.
    Sólo hay unas cuatrocientas palabras francesas que tengan
    origen germánico, como por ejemplo franc
    ('franco, sincero, sin restricciones'), français
    ('francés'), las dos procedentes del mismo vocablo
    germánico franko, nombre del pueblo conquistador;
    fauteuil ('sillón') que procede de faldastol;
    auberge
    ('albergue') de heriberga. En el
    latín vulgar entraron también palabras de origen
    griego en épocas muy diversas, incorporando en el siglo VI
    los helenismos procedentes de las colonias mediterráneas,
    concretamente Marsella y Niza. En el siglo VII, el latín
    vulgar ya había sufrido muchas modificaciones en el
    territorio de lo que hoy llamamos Francia, y en todas las clases
    sociales se hablaba y aceptaba esta forma evolucionada del
    latín, que se había mezclado con las lenguas que
    constituyeron su sustrato y su superestrato para iniciar el
    camino de una lengua románica autónoma: el
    francés. Ya en los albores del siglo VI las resoluciones
    de los concilios que tuvieron lugar en Francia se tradujeron al
    francés antiguo, también llamado romance, y en el
    siglo VIII, Carlomagno solicitó, en un edicto real, a los
    dignatarios de la iglesia
    francesa el uso de la lengua vernácula en sus
    predicaciones.

    Lo que se conoce como francés antiguo se fue
    consolidando a partir del siglo XI. La influencia
    germánica en el idioma obligó a usar en el lenguaje
    escrito algunos dígrafos para
    reproducir algunos de los sonidos que se utilizaban pero que no
    habían existido en latín vulgar. Así, la
    nasalización, uno de los elementos fonéticos
    más característicos de la influencia
    germánica en el francés se va marcando en la
    escritura por
    el uso de la n en posición final de
    sílaba.

    Durante la alta edad media al
    norte y al sur del río Loira iniciaron su evolución
    dos lenguas diferentes. Estaban consevidas como dos idiomas
    distintos ya a finales del siglo XIII, la lengua de Oïl al
    norte y la de Oc al sur. Se llaman así por la distinta
    evolución que tiene el vocablo de afirmación
    'sí' en cada una de ellas. La principal
    diferencia entre ellas reside en el tratamiento diverso que
    recibe la vocal latina a en sílaba libre y
    posición tónica. En la lengua de Oïl
    (langue d'Oïl) se convierte en e, pero
    queda intacta en provenzal, principal dialecto de la de Oc
    (langue d'Oc); por tanto la palabra latina
    marem ('mar') es mer en langue
    d'Oïl
    y mar en provenzal. Cada una de ellas
    dio origen a varios dialectos. Los principales dialectos de la
    lengua de Oc además del provenzal son el gascón,
    languedociano, auvernés, lemosín y bearnés.
    Esta lengua fue también llamada por el nombre de uno de
    sus dialectos, el provenzal, importante escuela de poetas
    y trovadores, muy estimada en la edad media. Su mejor momento
    coincide con el siglo XII, lo que al parecer dio lugar a su breve
    supremacía con respecto a la lengua de Oïl, pero
    pasado ese tiempo
    perdió su hegemonía con gran rapidez.

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